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Oraciones a la Preciosísima Sangre

de Nuestro Señor Jesucristo 2

Jesucristo murió en la Cruz y


derramó su Preciosa sangre para
redimirnos del pecado
Sea bendito y alabado Jesús que
con su sangre nos redimió

Francisco Martínez A

Julio 2010

Fuente: Sagrada Biblia, diferentes devocionarios y


Páginas similares de internet
El valor de la vida de Cristo
está en su sangre

“Porque la vida de la carne


en la sangre está y yo os la
he dado para hacer
expiación sobre el altar por
vuestras almas y la misma
sangre hará expiación de la
persona. Porque la vida de
toda carne en su sangre
está“
Levítico ,17: 11, 14
Recuérdese que los israelitas no podían
obtener sangre para el perdón de sus
pecados al menos que pertenecieran a
ellos y fuera dada en sacrifico.

Jesús no ofreció su vida para que nosotros


no tengamos que ofrecer la nuestra en
sacrificio vivo, sino para hacer posible este
sacrificio.

“Porque cualquiera que quisiere salvar su


vida, la perderá, y cualquiera que perdiere
su vida por causa de mí, la hallará.”
Mateo 16:25
La redención se obtiene a
través de la sangre de Jesús,
así como la limpieza interior y
la santificación. La victoria
sobre el enemigo malo se
logra a través de su sangre, y
El Espíritu Santo es el que se
encarga de dárnoslo a
conocer, con el fin de limpiar
nuestras conciencias de obras
muertas para que sirvamos al
Dios vivo“
El Cuerpo glorioso y la Sangre
preciosa de Cristo; de esa
Sangre, fruto de un seno
generoso, que el Rey de todos
nosotros derramó, para
rescate del mundo: "in mundi
praetium"!
Oración de la Sangre de Jesucristo

Señor Jesús, en tu nombre y con


el Poder de tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a través de los cuales
el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
rompemos toda interferencia y acción del
maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros
hogares y lugares de trabajo a la Santísima
Virgen acompañada de San Miguel, San
Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos
Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestra casa, todos los que la
habitan
(nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella,
así como los alimentos y los bienes que
Él generosamente nos envía
para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes, pisos y el aire que
respiramos, y en fe colocamos un
círculo de Su Sangre alrededor de
toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jesús


sellamos los lugares en donde vamos
a estar este día, y las personas,
empresas o instituciones con
quienes vamos a tratar
(nombrar a cada una de ellas).
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestro trabajo material y espiritual,
los negocios de toda nuestra familia,
y los vehículos,. las carreteras, los aires,
las vías y cualquier medio de transporte
que habremos de utilizar.

Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos,


las mentes y los corazones de todos los habitantes
y dirigentes de nuestra Patria a fin de que
Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y
por Tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados
de todo lo malo.
Amén.
1. Derramamientos de la
Sangre de Jesucristo
Sojuzgar el área sexual
Lucas 2:21

Las Escrituras nos enseñan


que el primer
derramamiento de la sangre
de Jesús fue cuando, a
los ocho días de nacido, lo
circuncidaron, cortándole
el prepucio. De acuerdo con
la ley de Moisés .
“Llegado el día octavo,
en que debía ser
circuncidado el Niño, le
fue puesto por nombre
Jesús; nombre que le
puso el ángel antes que
fuese concebido en el
vientre.”
Lucas, 2: 21
¿Qué niño sino Aquel de
quien se ha dicho por
Isaías
"Ahora que ha nacido un
niño para nosotros, y se
nos ha dado un hijo?"
Isaías 9: 6

"Porque se sujetó a la ley


para redimir a los que
estaban debajo de la ley"
Gálatas 4: 4-5.
1-1 En tu inocente Estación, tu
pura Sangre Sagrada comenzó
a ser derramada con la cruel
circuncisión.
Dueño de mi corazón, mi Jesús,
mi Redentor.

R- Ten piedad de mí, Señor:


suspende Dios de mi vida, tu
justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi alma,
Misericordia, Señor.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
2- LOS DERRAMAMIENTOS DE
LA SANGRE DE JESÚS
Bendición del trabajo

La segunda ocasión en que


Jesús derramó su sangre fue en
el huerto de Getsemaní.

“Y se le apareció un ángel del


cielo para fortalecerle.” “Y
estando en agonía, oraba más
intensamente; y era su sudor
como grandes gotas de sangre
que caía hasta la tierra”
(Lucas 22: 43-44)
El Señor Jesús fue obediente hasta
la muerte y cuando le estaba
rindiendo su voluntad al Padre en el
monte Getsemaní su sudor era como
gotas de sangre, que caían a tierra.

Esa sangre fue derramada para


anular las maldiciones promulgadas
al principio; por ello ahora el trabajo,
en lugar de ser maldición, es una
bendición y por ello podemos trabajar
en el reposo de Dios, como para Él y
no para los hombres
Efesios, 6: 6-7.
6 No sirviendo al ojo,
como los que agradan á los
hombres; sino como
siervos de Cristo, haciendo
de ánimo la voluntad de
Dios;

7 Sirviendo con buena


voluntad, como al Señor, y
no a los hombres;
Efesios 6:6-7
2-2 Afligido y angustiado estás
en tu Oración y sintiendo tu
Pasión, Sangre en el huerto
que has sudado: hasta la tierra
ha llegado lo copioso del sudor.

R- Ten piedad de mí, Señor:


suspende Dios de mi vida, tu
justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi alma,
Misericordia, Señor.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
3. Derramamiento
Quitar la rebeldía
Mateo 27:26; Juan 19:1;
Isaías 50:6a; Salmos 22:17

Antiguamente habían varias formas


de azotar a las personas. Según el
castigo romano la persona era
desvestida y atada en postura
doblada a un pilar, o tensada sobre
una armazón. El azote estaba hecho
de tiras de cuero, con trozos
aguzados de hueso o de plomo, que
desgarraban la carne de la espalda y
del torso.
Cuando el Señor derramó
su sangre por los azotes, lo
que hizo fue pagar por
nuestra indisciplina. Su
sangre derramada nos da
poder para vencer la
rebeldía que quiera
originarse en nosotros y
para que ésta no afecte a
nuestra descendencia
5Mas él herido fue por
nuestras rebeliones, molido
por nuestros pecados: el
castigo de nuestra paz sobre
él; y por su llaga fuimos
nosotros curados.

7Angustiado él, y afligido, no


abrió su boca: como cordero
fue llevado al matadero; y
como oveja delante de sus
trasquiladores, enmudeció, y
no abrió su boca.
Isaías, 53:5,7
3-3 En una columna atado y con
terrible fiereza, de los pies a la
cabeza, con cadenas
destrozado, se ve tu cuerpo
llagado, por el bien del pecador

R- Ten piedad de mí, Señor:


suspende Dios de mi vida, tu
justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi alma,
Misericordia, Señor.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
4. Derramamiento
Convertir nuestra tristeza en gozo
Juan 16:20; Isaías 50:6b-7;
Lamentaciones 1:2

Cuando al Señor Jesucristo le


arrancaron la barba y lo golpearon,
derramó de la sangre que salió de sus
mejillas.
La amargura, la falta de consuelo, la
traición y situaciones similares pueden
hacer llorar a las personas, y al llorar las
lágrimas derramadas corren por las
mejillas.
También se deduce que tenía diversas
heridas en la cara, la nariz rota y parte
de su barba arrancada
La sangre que el Señor derramó de sus
mejillas fue para pagar por nuestras
tristezas y cambiar nuestro lamento en
baile.
“11 Has cambiado mi lamento en baile;

me quitaste la ropa áspera y me


vestiste de alegría.”
Salmo. 30:11.

Esa sangre es
bálsamo para sanarnos de las tristezas,
para que en medio de las tribulaciones
podamos regocijarnos y dejar que Él
cambie la ceniza por gloria, el luto por
aceite de alegría, el espíritu angustiado
por manto de alegría . Isaías. 61:1-3.
1-Sólo en Dios descansa mi alma,
por que de él viene mi salvación;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.

2-¿Hasta cuándo arremeteréis


contra un hombre todos juntos para
derribarlo como una pared que cede
o a una tapia ruinosa?

3-Sólo piensan en derribarme de mi


altura, y se complacen en la
mentira:
con la boca bendicen, con el
corazón maldicen.
Isaías. 61:1-3.
4-4 Oh Jesús, perdónanos
por esas laceraciones
sufridas en tu rostro, al ser
arrancada tu Preciosa
Barba y por los golpes que
te infligieron.
R- Ten piedad de mí,
Señor: suspende Dios de
mi vida, tu justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi alma,
Misericordia, Señor.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
5. Derramamiento para r
Renovar nuestra mente
Mateo 27:27-30;
Romanos 12:2

La corona de espinas que le


colocaron al Señor y los golpes
que le dieron en la cabeza con la
caña
provocaron que derramara su
sangre.
Este derramamiento nos enseña
que el Señor compró nuestra
mente para que se la entreguemos
solamente a Él.
Por ello constantemente
debemos
transformarnos mediante la
continua renovación de
nuestro entendimiento.

El Señor Jesús también abre


nuestra mente
para que podamos
comprender las Escrituras, por
ello debemos meditar
constantemente en ella para
que nuestros pensamientos
sean limpios.
5-5 Con penetrantes espinas,
coronaron tu cabeza, y mis
culpas con fiereza rompen tus
sienes divinas, abriéndose así
las minas del tesoro de tu amor.

R- Ten piedad de mí, Señor:


suspende Dios de mi vida, tu
justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi alma,
Misericordia, Señor.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
6. Derramamiento , Jesús
carga con los pecadosde la
Humanidad

¡Jesús! Ayúdame cuando todo se me


ponga difícil. Aunque sea complicado,
ayúdame a levantarme y a seguir
tratando, como Tú lo hiciste. Ayúdame
a dar lo mejor de mi sin fijarme en los
otros.

Ayúdame a pensar mas en los demás.


Ayúdame a recordar que los otros
también tienen problemas. Ayúdame a
responder a los demás y ayudarlos,
olvidando mis problemas y
necesidades.
Después de haberse burlado
de Jesús, los soldados le
quitaron el manto de púrpura
que le habían echado
encima, le pusieron sus
ropas y le llevaron a
crucificarle.
Los pasos que dio Jesús, por
las calles de Jerusalén,
caminando hacia el Calvario
para ser allí ajusticiado
fueron muy dolorosos, recibió
latigazos y maltratos y su
sangre vertió a raudales.
Jesús carga la Cruz de su
agonía y le descarna la planta
de sus pies en la caminata.
Sube por el sendero hacia el
Gólgota, pero el insoportable
peso de la Cruz le causa tres
caídas y el desgarro de sus
rodillas.

Tiene el alma angustiada, la


cual está malherida, y le
ocasiona una gran tristeza la
cual es más grande que el dolor
que siente .
En sus tres caídas Jesús yace
en el suelo, y su sangre corre
abundante.

¡Oh Señor! Cuan míseros


somos al cargar Tú con todos
nuestros pecados.

¡Oh Jesús! al aceptar tu pesada


cruz, sabías que la cargarías
hasta tu muerte en el calvario.
Sabías, también, que no sería
fácil... pero lo aceptaste y la
cargaste para salvarnos a
nosotros.
6-6 Llegas con la Cruz a
cuestas al calvario, y con
presteza te quitaron con
violencia la vestidura
sagrada; la carne salió
pegada a la túnica interior.

R- Ten piedad de mí,


Señor: suspende Dios de
mi vida, tu justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi alma,
Misericordia, Señor.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
7. Derramamiento
Agradar a Dios
Juan 19:17-18;
Lucas 24:39-40;
Isaías 35:8; Salmos 22:16

Al ser crucificado Jesús, en la


Cruz, cuando le clavaron las
manos y los pies, vertió mucha
sangre.
La sangre que el Señor derramó
de sus manos fue para darnos la
gracia de que nuestras obras
agradaran al Padre.
Las obras que
realizamos deben ser
motivadas por el Espíritu
Santo, cubiertas con la sangre
del Señor, y en santidad

8 “Acérquense a Dios y él se
acercará a ustedes. Que los
pecadores purifiquen sus
manos; que se santifiquen los
que tienen el corazón
dividido.”
Santiago, 4:8
La sangre derramada
de los pies del Señor
Jesús fue para que
podamos agradar al
Padre en nuestro
caminar; es decir, para
que vivamos
agradándole por la fe.
Debemos buscar la limpieza
de nuestros pies y hacer uso de
las sandalias de evangelio de la
paz para predicar las buenas
nuevas del Evangelio.
Romanos, 10:15

Algunos se sentaban a los pies


de Jesús, lo que nos enseña
que el Señor también derramó
su sangre para liberarnos y que
podamos estar rendidos a sus
pies
Lucas, 8:35
5 Luego puso agua en un lebrillo, y
comenzó a lavar los pies de los
discípulos, y a enjugarlos con la toalla
con que estaba ceñido.

6 Entonces vino a Simón Pedro; y


Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los
pies?
7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo
hago, tú no lo comprendes ahora; mas
lo entenderás después.

8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies


jamás. Jesús le respondió: Si no te
lavare, no tendrás parte conmigo.
Juan, 13:5-8;
7-7 Tus Sagrados pies y
manos con duros clavos
clavaron , en el árbol de la
Cruz, quedando mi buen
Jesús, sangrado como
raudales.

R- Ten piedad de mí, Señor:


suspende Dios de mi vida, tu
justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi alma,
Misericordia, Señor.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
8. Derramamiento
Ser esposa del cordero
Juan 19:34

Cuando el soldado le abrió el


costado a Jesucristo con su
lanza, su cuerpo
derramó sangre y agua.
Esa sangre fue derramada
para que los cristianos
podamos llegar a ser parte de
la Iglesia del Señor
Apocalipsis, 21:9
Efesios, 5:25-27
Este derramamiento nos habla
de que los vencedores serán los
que formarán parte de la Iglesia
del Cordero para estar para
siempre con Él.

11 “ Los rescatados del Señor


volverán, llegarán a Sión entre
gritos de júbilo: una alegría
eterna coronará sus cabezas,
los acompañará el gozo y la
alegría, huirán la aflicción y los
gemidos.”
Isaías, 51:11
El Padre nos compró, con la
preciosa sangre de Cristo, para
salvarnos, romper
maldiciones, limpiarnos,
liberarnos, restaurarnos y
transformarnos; por ello
constantemente debemos
hacer uso de esa sangre para
hacer efectivas las bendiciones
de Dios en nuestra vida y
poder acercarnos y agradar al
Padre.
Por medio de una señal nos
muestras tu amor y permites que
un soldado se acerque a Ti y que
con una lanza te atraviese el
Corazón haciéndote derramar las
últimas gotas de sangre y agua
que todavía quedaban en él.
¡Oh Jesús mío!, permite que esta
lanza hiriera también mi corazón!
¡Que esta lanza sea la que hiera
mis deseos, mis pensamientos,
los latidos de mi corazón y mi
voluntad, y que me dé tu
Voluntad, tus pensamientos y
toda tu vida de amor y de
inmolación!
8-8 Un atrevido soldado, aún
mirándote ya muerto, con una
lanza te ha abierto tu Santísimo
costado.

Agua y sangre haz derramado


para bien del pecador.

R- Ten piedad de mí, Señor:


suspende Dios de mi vida, tu
justicia y tu rigor.
Un soldado romano se Dulce Jesús de mi alma,
asegura de que Cristo ha Misericordia, Señor.
muerto clavándole una
lanza. Padre Nuestro, Ave María y
Gloria
EXCLAMACIONES
PIADOSAS DE SAN
BERNARDO
¡Oh Pasión extrema!
¡Oh llagas profundas!...
¡Oh Sangre profusamente
derramada...
¡Oh dulzura inefable!...
¡Oh muerte
amarguísima!...dadnos la
Vida eterna.
Oración
Jesús te alabamos y
bendecimos. humildemente
recibimos tu santa presencia
en medio de nosotros.
sabemos que estás aquí.

Señor Jesús, en tu nombre y


con el Poder de tu Sangre
Preciosa sellamos toda
persona, hechos o
acontecimientos a través de los
cuales el enemigo nos quiera
hacer daño.
La sangre que brotó del sudor

Amado padre y Dios, en el


nombre de Jesús, hoy aprendí
sobre el poder que hay en la
sangre de Jesús y la limpieza que
produce en nuestra vida en cada
ocasión. Padre aplico esa
maravillosa sangre que brotó de
tu sudor para quebrantar el
engaño sobre mi vida y declaro
que a partir de hoy soy una
persona nueva y lista para decir la
verdad en todas las circunstancias
que se me presente, en el nombre
de Jesús. Amén.
ORACIONES DE
ADORACIÓN A LA
PRECIOSÍSIMA SANGRE DE
JESUCRISTO
Oración Inicial:

Todopoderoso y Eterno Padre,


la magnitud de Tu amor por
nosotros, se refleja por entero
en el hecho de haber
entregado Tu Hijo Unigénito a
la humanidad.
El no sólo es igual a Ti, sino
que es Uno Contigo. Estamos
en deuda Contigo. Obviamente
no podemos pagarte, pero te
pedimos Tu gracia, y deseamos
mostrarte nuestro amor en esta
adoración. Te damos gracias
por Tu benevolencia, y te
pedimos nos ayudes a
mostrarte nuestro amor y
gratitud, cambiando nuestra
vida.
Que San Miguel Arcángel, con todas
las huestes de Ángeles y Santos se
unan a nosotros, y nos acerquen
más a Ti durante esta adoración. Te
lo pedimos por medio de Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.
Padrenuestro. Avemaría. Gloria al
Padre.

Himno
Adoración a la Preciosa Sangre de
Jesús te adoramos, Preciosa
Sangre de Jesucristo.
Oración 1:
Amado Jesucristo, cuya
misericordia es infinita, adoramos
Tu Corazón Agonizante que
soporta grandes sufrimientos por
la salvación de los hombres.
¡Divino Cordero de Dios, Hijo de
Dios e Hijo de la Virgen María,
Dios y Hombre!

Tú sufriste terriblemente por amor


a la humanidad, y con gran temor
y angustia sudaste sangre en el
Huerto de Getsemaní... adoramos
Tu Preciosísima Sangre y el dolor
de Tu Agonizante Corazón.
Te pedimos para Tu Santa
Iglesia, el Papa, los
Cardenales, Obispos,
Sacerdotes y laicos, que
están bajo la sombra de Tu
Preciosísima Sangre,
protección, paz y amor. Que
a través de la intercesión de
San Miguel Arcángel y de
todos los Arcángeles del
Cielo, podamos vencer al
Dragón Rojo. Amén.
Padrenuestro. Avemaría.
Gloria al Padre.
Himno
Jesús, presente en la Eucaristía que
venga el tiempo por el cual has orado
cuando seamos uno en Ti.

Todos: ¡Que la Preciosísima Sangre


que brota de la Sagrada Cabeza de
Nuestro Señor Jesucristo, Templo de
la Divina Sabiduría, Tabernáculo del
Divino Conocimiento y Luz del Cielo y
de la tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de


Jesucristo!
R: ¡Adoración y alabanza a Ti por
siempre! Amén.
Oración 2:
Amado Jesucristo, cuya
misericordia es infinita,
adoramos Tu Corazón
Agonizante que soporta grandes
sufrimientos por la salvación de
los hombres.
¡Manso Cordero de Dios, Hijo de
Dios e Hijo de la Virgen María,
Dios y Hombre!
Tú permitiste que Tu Sagrado
Cuerpo fuera atado a la columna
y flagelado, para liberarnos del
pecado, y traer la salvación a la
humanidad.
Adoramos Tu Preciosísima
Sangre que brotó de las
numerosas heridas de Tu
Sagrado Cuerpo. Oramos por la
conversión de los pecadores del
mundo entero. Permite que una
gota de Tu Sangre caiga sobre
sus corazones, para que a
través de la intercesión de los
Querubines y Serafines y todos
los Ángeles del Cielo, todos los
hombres se vuelvan a Ti. Amén.
Padrenuestro. Avemaría.
Gloria al Padre.
Himno
Agonizante Corazón de Jesús te
adoramos, te alabamos a Ti todo honor
y gloria.

Todos: ¡Que la Preciosísima Sangre


que brota de la Sagrada Cabeza de
Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la
Divina Sabiduría Tabernáculo del
Divino Conocimiento y Luz del Cielo y
de la tierra, nos cubra ahora y siempre!
Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de


Jesucristo!
R: ¡Adoración y alabanza a Ti por
siempre! Amén.
Oración 3:
Amado Jesucristo, cuya
misericordia es infinita adoramos
Tu Corazón Agonizante que
soporta grandes sufrimientos por
la salvación de los hombres.
¡Humilde Cordero de Dios, Hijo
de Dios e Hijo de la Virgen
María, Dios y Hombre!
Tu Sagrada Cabeza fue
coronada de espinas. El Templo
de la Divina Sabiduría fue
golpeado con varillas de hierro
por temerarios pecadores,
y lo permitiste para traer paz al
mundo y hacer posible un nuevo
Jardín del Edén. Adoramos la
Preciosísima Sangre que brota de
.
Tu Sagrada Cabeza. Te
imploramos por la liberación de
las almas y la protección de las
almas de los moribundos.
Derrama Tu Preciosa Sangre
para ahuyentar a todos Tus
enemigos, a través de la
intercesión de los Tronos y
Potestades del Cielo y todas sus
huestes. Amén.
Padrenuestro. Avemaría.
Gloria al Padre.
Himno
Jesús, presente en la Santa Eucaristía
Te adoramos y alabamos Tu Nombre
y confiamos que nos darás la paz.
.
Todos: ¡Que la Preciosísima Sangre
que brota de la Sagrada Cabeza de
Nuestro Señor Jesucristo, Templo de
la Divina Sabiduría, Tabernáculo del
Divino Conocimiento y Luz del Cielo y
de la tierra nos cubra ahora y siempre!
Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de


Jesucristo!
R: ¡Adoración y alabanza a Ti por
siempre! Amen.
Oración 4:
Amado Jesucristo, cuya
misericordia es infinita,
.
adoramos Tu Corazón
Agonizante que soporta grandes
sufrimientos por la salvación de
los hombres.
¡Inmaculado Cordero de Dios,
Hijo de Dios e Hijo de la Virgen
María, Dios y Hombre!
Humildemente recibiste la Cruz
de Salvación, y caminaste hacia
el Calvario. Vertiste Tu Preciosa
Sangre por las calles de
Jerusalén.
Adoramos Tu Preciosísima Sangre
vertida. Te pedimos por la
liberación de los cautivos, y por el
.
regreso de los no católicos a Ia
Una, Santa, Católica y Apostólica
Iglesia fundada por Ti. Rocía Tu
Preciosísima Sangre para que, por
la intercesión de las Dominaciones
y todos los Ángeles del Cielo, los
cautivos sean liberados, y las
ovejas perdidas regresen a un solo
rebaño. Amén.
Padrenuestro. Avemaría.
Gloria al Padre.
Himno
Agonizante Corazón de Jesucristo a Ti
el honor y la alabanza haz que todos
los corazones se vuelvan a Ti.

Todos: ¡Que la Preciosísima Sangre


que brota de la Sagrada Cabeza de
Nuestro Señor Jesucristo, Templo de
la Divina Sabiduría., Tabernáculo del
Divino Conocimiento y Luz de Cielo y
de la tierra, nos cubra hora y siempre!
Amen.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de


Jesucristo!
R: ¡Adoración y alabanza a Ti por
siempre! Amén.
Oración 5:
Amado Jesucristo, cuya
misericordia es infinita, adoramos
Tu Corazón Agonizante que
soporta grandes sufrimientos por
la salvación de los hombres.
¡Misericordioso Cordero de Dios,
Hijo de Dios e Hijo de la Virgen
María, Dios y Hombre!
Humildemente aceptaste la Cruz
de la Salvación del mundo.
Humildemente extendiste Tu
Cuerpo sobre la Cruz, mientras Tu
pueblo Te sujetaba y Te clavaba en
la Cruz.
Adoramos Tu Preciosísima
Sangre que brota de Tus
Manos y Pies traspasados. Te
suplicamos protejas a todos los
santos que viven en el mundo
entero de las acciones del
Anticristo. Derrama Tu Preciosa
Sangre sobre ellos, para que
por la intercesión de las
Virtudes y de todos los
Ángeles, alcancen el Cielo
después de su lucha. Amén.
Padrenuestro. Avemaría.
Gloria al Padre.
Himno
Cantemos contigo, Virgen Madre
y amemos contigo a Tu Hijo, Nuestro
Señor Jesucristo que murió por
nosotros.

Todos: ¡Que la Preciosísima Sangre


que brota de la Sagrada Cabeza de
Nuestro Señor Jesucristo, Templo de
la Divina Sabiduría, Tabernáculo del
Divino Conocimiento y Luz del Cielo
y de la tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amen.
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de
Jesucristo!,
R: ¡Adoración y alabanza a Ti por
siempre! Amén.
Oración 6:
Amado Jesucristo, cuya
misericordia es infinita, adoramos
Tu Corazón Agonizante que
soporta grandes sufrimientos por
la salvación de los hombres.
¡Cordero del Sacrificio, Hijo de
Dios e Hijo de la Virgen María,
Dios y Hombre!
Los malvados del mundo
atravesaron Tu Sagrado Costado.
Sangre y Agua brotaron,
salvando al mundo del pecado.
Te adoramos, oh Preciosa
Sangre y Agua, te imploramos
que salves las vidas de cada
inocente niño no nacido, y
bautices los bebés abortados con
el Agua de Tu Sagrado Costado,
en el nombre del Padre, del Hijo,
y del Espíritu Santo. Que todos
ellos, a través de la intercesión
de los Principados y de todos los
Ángeles del Cielo, alcancen la
mansión eterna. Amén.
Padrenuestro. Avemaría. Gloria al
Padre.
Himno
Agonizante Corazón de Jesucristo
Te adoramos, Te damos gracias y Te
alabamos por siempre.

Todos: ¡Que la Preciosísima Sangre


que brota de la Sagrada Cabeza de
Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la
Divina Sabiduría Tabernáculo del Divino
Conocimiento y Luz del Cielo y de la
tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de


Jesucristo!
R: ¡Adoración y alabanza a Ti por
siempre! Amén.
Himno
Gloria y gratitud al Padre
honor y alabanzas a Su Hijo Cristo
y al Espíritu Santo

L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!


R: ¡Sangre de Salvación!
L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Alianza Eterna!
L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Arma Celestial!
L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Esperanza de los niños inocentes!
L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Consuelo de Dios Padre! Amén.

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