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Biología

celular y
tisular CURSO
2016
JURAMENTO DE HIPÓCRATES

 Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higia y Panacea y pongo


por testigo a todos los dioses y diosas, de que he de observar el
siguiente juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco,
poniendo en tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia.
Apolo Esculapio

Higia
Panacea
 Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto que a los
autores de mis días, partiré con ellos mi fortuna y los socorreré si
lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si
quieren aprender la ciencia, se las enseñaré desinteresadamente y
sin ningún género de recompensa.

 Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de


enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que
me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley
médica, y a nadie más.
 Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea
más provechosa según mis facultades y a mi entender, evitando
todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que
busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa
semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios
abortivos.

 Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No


ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a
practicarla.
 En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien
de los enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas
injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción
de mujeres u hombres, libres o esclavos.

 Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón


de mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del
dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser
discreto en tales casos.
 Si observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar
felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los
hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte
contraria.

El compromiso ético del médico va más allá del texto de un


juramento, es una alianza incondicional con la vida, con la moral y
con todos aquéllos principios que salvaguarden eso sin lo cual la
salud no es concebible; la dignidad inajenable (no se puede pasar
o transmitir a otro) del ser humano.
 Nuestra situación médica no es fácil. Se nos pide a diferencia de
las otras profesiones liberales, que en medio de esta cultura del
dinero continuemos obrando con altruismo y desprendimiento, que
actuemos según las necesidades de cada paciente pero a la vez
se nos exige una máxima eficiencia técnica, un rendimiento laboral
que implica una encarnizada lucha contra el tiempo.

 Se nos insta a tener motivaciones elevadas y sentimientos


humanitarios y el currículum de nuestras facultades y la evaluación
de nuestro trabajo sólo están basados en los hechos positivos y
cuantificables.
 Se nos evalúa según la capacidad técnica que poseamos sin que
se requiera considerar el marco cultural donde realizamos dicha
técnica. En fin, se nos exige según unos fríos números y se ignora
el mundo de las personas, conformado por pacientes y médicos.

 La Medicina es una ciencia sui géneris pues el hombre es el sujeto


que estudia y a la vez el objeto que se estudia. La ciencia requiere
objetivación, ver al otro como un objeto de conocimiento
 Pero la medicina no es sólo ciencia, es arte, es adecuación de lo
universal a lo particular. Es la sabiduría de aplicar una ciencia
universal al universo individual de cada persona. Implica razón y a
la vez emoción de afinidad que es la empatía.
La acción médica debe basarse en dos pilares:

 Por una parte el conocimiento científico y la capacidad técnica, que


deben ser óptimos
 Y por otro en la ética, cuyo presupuesto fundamental ha de ser ver
al otro, que nos pide ayuda, como una persona.

 “… la labor del médico, su privilegio es ayudar a una persona;


malgasta mucho de su oportunidad cuando limita su atención a la
enfermedad de su paciente.”
Las especializaciones y la deshumanización.

 La división del trabajo ha traído la especialización. Cada parte se


convierte en un completo todo absorbente. No se debe olvidar que
el especialista pretende llegar a saber todo de casi nada. La
persona es una unidad, por ello es deshumanizante ver solamente
una parte del hombre.

 Corazones separados de la cabeza, cuerpos separados de su


psiquismo, hombres separados de su entorno material y cultural,
son algunas de las contradicciones flagrantes de nuestra práctica
médica. La humanización de la medicina implica ver al hombre en
su íntegra totalidad.
 Si se quiere avanzar sólidamente en la humanización de la
medicina, debemos partir de un pilar fundamental: la medicina
debe adecuarse al hombre, calidad que se aplica a médico y
paciente, en toda su profunda dimensión de personas.

Deshumanización de la medicina o del médico?


 Es pródiga la historia en presentarnos actos deshumanizados
realizados por personajes ligados a la actividad de curar, pero
impelidos a realizarlos por la estructura médica ajena a su
albedrío.. He ahí la deshumanización de la medicina institucional,
no del médico.
 En Egipto se realizaba la amputación de genitales, manos y
narices a los enemigos del faraón.

 La historia recoge un acto inhumano contra el médico derivado del


ejercicio profesional: la amputación de sus manos por malos
resultados en el manejo de pacientes quirúrgicos, punición ésta
que se halla consagrada sin atenuantes en el Código de
Hammurabi. Se establece a ultranza la responsabilidad del médico,
sin detenerse en circunstancias incidentes que son variables de
paciente a paciente.
El médico víctima de su profesión.

 “Los médicos también se enferman” , dice el viejo y sabio refrán


para significar algo extraño, ¡ Y cómo viene al caso ese refrán!

 No se sabe porque muchos médicos se entregan a su profesión de


tal manera, que se disminuyen o desaparecen de otros campos
donde su presencia es indispensable, tallando entre bambalinas
sin advertirlo y sin quererlo, una figura que bien pudiera llamarse
de autodeshumanización.
 En el caso del médico que sale muy temprano del hogar y regresa
tarde al mismo por el quehacer profesional. Por esa febril actividad,
en la casa su pareja y los hijos lo ven poco, las relaciones
familiares se reducen y se resienten
Deshumanización Institucional de la Medicina

 Se refiere a la atención por un profesional no escogido por el


paciente o sus familiares sino impuesto por la institución,
arrebatándole al paciente el derecho a la libre elección, con lo cual
se compromete el buen ambiente que debe reinar en la relación
médico – paciente.

 Esta relación debe ser de confianza porque un ser humano, no es


un caso clínico, se entrega con riesgo al cuidado de otro que es el
médico.
 Otra modalidad, se tiene en la atención demorada. Esta es el
resultado del desequilibrio entre la oferta y la demanda de
servicios, estando ésta determinada por la necesidad sentida de la
población, y aquélla, generalmente, por recurso humano deficitario.

 En ocasiones la demora en la atención también ocurre por los


compromisos laborales del profesional.
 Las madrugadas de los pacientes para concurrir al laboratorio
clínico, y las largas filas que deben hacer para ser atendidos en el
mismo.

 Igualmente deshumanizante no recibir a los pacientes en el sector


hospitalario , porque sus unidades no tienen recursos.

 Falta de medicamentos

 El nombramiento de los pacientes por el alias del número de la


ficha, de la cama o de la habitación es deshumanizada.
 Se viola la intimidad y la tranquilidad de los pacientes ubicando
varios de ellos en la misma habitación.

 La retención del enfermo convaleciente, porque ni él ni sus


familiares tienen el dinero requerido para pagar la cuenta de la
clínica u hospital. Reducir al hombre a la condición de rehén es
torturarlo y denigrante para su calidad humana.

 Hospitalización de los niños sin el apoyo de mamá


Deshumanización en el acto médico.

 Son muchas las actuaciones u omisiones del profesional médico


que pueden catalogarse como deshumanizadas durante un acto
médico, el cual no está restringido únicamente a la Consulta sino
que se extiende a decisiones, órdenes, solicitudes, procedimientos
y abstenciones.

 Cuando el médico es impuesto, el paciente (del latín patines. Que


padece, sufre) irrumpe tenso y cargado para hacer explosión ante
el más trivial de los detalles.
 El respeto a la persona del paciente por parte del médico impide la
burla o el menosprecio de su perfil cultural en cuanto a costumbres
y creencias no científicas de la enfermedad o sus secuelas.

 El médico cumple con el acto médico según el paciente, el sitio


donde se le atiende o el tipo de hospital (seguridad pública o
privada? )
 El médico adopta la posición descortés de no escuchar con
atención al paciente, ni lo ve a la cara cuando le está hablando y
desde luego no le contesta. “¿Una historia clínica, qué es, sino el
relato de los sucesivos encuentros entre dos hombres, médico y
paciente?” Pedro Laín Entralgo

 Es deshumanizada la medicina que no permite al enfermo acudir al


médico de su predilección en razón de que los honorarios que
éste impone desbordan su capacidad económica.
Situaciones especiales.

 El progreso de la ciencia y la tecnología en el campo de la


medicina, ha suscitado complejas situaciones de comportamiento
médico. Ejemplo: manejo de la salud, investigación, tratamientos
novedosos, el aborto, la inseminación artificial, la fecundación in
vitro, la vida artificial, la medicina paliativa.

 “Más triste que la muerte es la manera de morir” Marcial


 Se ha avanzado vertiginosamente en tecnología pero se ha
perdido lastimosamente la relación humana del médico con el
paciente.

 El médico dispone cada vez de menor tiempo para individualizar


cada caso, para identificar a su paciente, para entablar con él un
diálogo amable, bondadoso y comprensivo, para ganar su
confianza, pero sobre todo, para devolverle la esperanza.
 El médico presta más atención a la información de su
computadora, que a los ojos llenos de ansiedad de su angustiado
paciente.
 “Hacer que los pacientes no sean fichas numeradas acumulables
en las desapacibles salas de espera interminables de los
consultorios y servicios de salud, ni códigos archivables en la
memoria de las computadoras, sino seres humanos que respiran,
que piensan, que sienten, que necesitan ser oídos y tienen
derecho a la elemental aspiración de sufrir menos en la búsqueda
de la recuperación de la salud.” Dr. Ernesto Plata Rueda.
Plata Rueda
Hacia una Medicina más humana
Leal Quevedo/ Mendoza- Vega
Editorial Médica Panamericana
1997.

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