Tecnología de la perforación y terminación no convencional 9° A
Saavedra Meléndez Cristian Monserrat La interpretación de la historia de producción es hecha usualmente por una o varias de las siguientes razones: Verificar las condiciones originales de reservorio y las características de los hidrocarburos in situ originales.
Definir la fuente de energía natural
de cada reservorio, la que finalmente influenciará en la eficiencia de la recuperación primaria. Recalcular el OHCIP y su distribución por reservorio, los cuales deberían concordar con los del cálculo volumétrico para validar el modelo geológico.
Determinar las presiones actuales y
las saturaciones de hidrocarburos por reservorio. La mejor forma y más detallada de interpretar una historia de producción es por medio de la simulación de reservorios. Ésta puede ser lograda con distintos métodos, desde los modelos numéricos hasta los cálculos clásicos de balance de materiales y de desplazamiento. Si habrá de realizarse una simulación numérica para la interpretación histórica, esta asignación preliminar proveerá la base para sustentar un conjunto coherente de mecanismos de drenaje, calidades de reservorios y sus valores de OHICP. Cualquier interpretación de una historia de producción, debería proveer y ser compatible con el conocimiento de las curvas de funcionamiento, tanto de pozos productores como de inyectores. Antes de recomendar mejoras en la explotación, se deben reconocer y evaluar los problemas de baja productividad (o inyectividad), asociados tanto a baja permeabilidad, daño, método de terminación, etc. Cuando la historia de producción de un yacimiento de petróleo incluye un periodo de inyección, su interpretación se ve considerablemente enriquecida si se conoce la distribución del agua inyectada. En este caso la simulación debería ser capaz de ajustar ambos ciclos de vida bajo distintos mecanismos de empuje. La asignación de la inyección de agua no puede ser evitada o ignorada, ni estar sujeta a una estimación del modelo. Poco después de comenzada la inyección de agua, la misma se convierte en el mecanismo de empuje más importante del reservorio. Los volúmenes porales de agua inyectados caracterizarán esencialmente el estado del desplazamiento del petróleo en una determinada parte de un reservorio.