Você está na página 1de 27

Claves de la

Literatura
Barroca
El Barroco

--Se designa como el barroco, a un estilo artístico que marcó el


período histórico que sucedió al Renacimiento, entre finales del
siglo XVI y finales del siglo XVII; y que tuvo sus repercusiones
en todas las artes principales: la pintura, la arquitectura, la
música, la danza y también en la literatura; tanto en Europa
como en los países hispanoamericanos.
--El término “barroco” se formó por cruce de dos palabras: la
portuguesa ‘barroco’ (perla irregular) y la italiana ‘barocco’
(razonamiento retorcido).
--La cultura barroca es consecuencia de las circunstancias
históricas: decadencia, crisis, malestar, tensiones religiosas.
Picasso
El desengaño

--Es una palabra clave en la cultura barroca. Frente al


vitalismo, optimismo y la exaltación del hombre y la
naturaleza del periodo anterior, el Barroco supone una
postura de desconfianza ante el mundo y una visión
pesimista de la existencia humana.
En el Barroco se toma conciencia de:
La apariencia engañosa de las cosas: el mundo es un
confuso conjunto de apariencias. Y ante este mundo
engañoso y cambiante, una actitud es la de la prudencia
(y ser prudente, según Gracián, es acomodarse a las
circunstancias) y otra postura es la de crítica y protesta
(literatura satírica).
Grabado. Los Sueños de Quevedo.
Vida breve

--Brevedad y fugacidad de la vida, y angustia de la muerte: la vida


es un tránsito fugaz (“nacer es empezar a morir”, dirá Quevedo).
--Ante esta realidad se pueden adoptar tres posturas o actitudes:
--Una dará lugar a la literatura de reflexión didáctica-moral,
de tono pesimista (Gracián y algunos poemas de Quevedo).
--Otra actitud supondrá una incitación al disfrute de la vida
mientras sea posible (continuación del “carpe diem” renacentista,
pero ahora de una forma mucho más angustiada).
--Y otra a la evasión: refugiándose en la estética pura (poesía
cultista, de Góngora, plagada de recursos formales) u ofreciendo
formas de diversión popular (popularidad del teatro).
Ideal artístico y literario
• Se pierde el sentido de la mesura y equilibrio renacentista y se
busca la artificiosidad y la complicación, el afán de
asombrar, tanto en los temas como en las formas de expresión
(abundancia de elementos decorativos, de figuras: arte para
minorías).
• Se desprecia la expresión ‘llana’, vulgar y se alaba la dificultad
y el artificio (“Honra me ha causado hacerme oscuro a los
ignorantes” dice Góngora).
• Frente a la armonía a la que aspiraba la literatura renacentista, la
literatura barroca es una literatura de contrastes: la antítesis
y la paradoja son las figuras centrales.
Culteranismo y conceptismo

• El culteranismo está centrado en la forma, en el significante sobre todo.


Embellecen la realidad a través de metáforas, imágenes, sintaxis
complicada, alusiones mitológicas, etc. Góngora sería su autor más
característico. Busca la riqueza sensorial, la ornamentación exuberante, la
brillante dificultad (cultismos, hipérbatos, referencias mitológicas,
imágenes y metáforas deslumbrantes, adjetivación abundante...).

• El conceptismo: se centra en los juegos de palabras, en el concepto como


base de la expresión literaria. Se ocupa sobre todo del significado.
Quevedo es su representante más destacado. Busca la sutileza en el
pensar y agudeza del decir, el alarde de ingenio: hipérboles, antítesis,
equívocos/ dilogía, concisión de la frase (zeugmas), sintaxis complicada.
Quevedo
Temática

a) El amor, definido a veces como algo contradictorio y engañoso


“creer que un cielo en un infierno cabe, / dar la vida y el alma a un
desengaño” (Lope de Vega).
b) Las vanidades de la vida: crítica de elementos como el dinero, la
ambición, el orgullo.
c) La fugacidad y la inconsistencia de la vida: la persona es un ser
predestinado a la muerte, y la vida es sólo el escenario donde el tiempo
pasa rápidamente. Tópico del “cotidie morimur”.
d) La lucha por la vida. Como ocurre en la novela picaresca
(“Guzmán de Alfarache”, “El Buscón”) que sigue la estela del
Lazarillo.
e) Literatura de tipo reflexivo y prosa doctrinal, tanto individual
como social, que trata de orientar en un mundo engañoso (prosa
didáctica).
f) Literatura satírico-burlesca.
Diferencias entre Renacimiento y Barroco
Es posible efectuar una clara diferenciación de las bases y los
conceptos culturales del Renacimiento, respecto de aquellos del
Barroco.
Aunque sujeto desde sus orígenes a la influencia italiana, el
barroco es esencialmente un movimiento cultural de origen
español; lo cual tiene una repercusión importante en su planteamiento.
Mientras el arte renacentista es esencialmente realista y se
atiene a la apariencia objetiva, el barroco busca apartarse de esa
apariencia: destaca las formas irregulares y busca obtener un efecto
llamativo a través de lo grotesco.
Por ello tanto en las artes visuales como en la literatura, recurre
a las formas recargadas, caprichosas y sumamente elaboradas.
Frente al realismo renacentista, el barroco entronca con algunas
manifestaciones de la filosofía, incluso originarias de la Grecia clásica,
en que se llega a poner en duda la consistencia de lo que se observa.
Tópicos barrocos

Con el Barroco se vuelve a los tópicos de la Edad Media, que se


revisten de una forma más culta y de una filosofía más profunda. Se
deja el optimismo y claridad racional del Renacimiento y se vuelve al
pesimismo y al oscurantismo medievales.
--Desengaño. Es el tema general en una generación que se ha formado
escuchando y leyendo a los ascetas y místicos de la España
hipercatólica y encerrada en sí misma de Felipe II.
--La melancolía saturniana. Bajo el símbolo de Saturno se suele
expresar la melancolía por el paso de tiempo y la vejez.
--Tempus fugit. La inestabilidad de los hombres y la fugacidad de las
cosas porque el presente es una perpetua descomposición. "Solamente
lo fugitivo permanece y dura". "Hoy pasa y es, con movimiento / que a
la muerte me lleva despeñado". "Soy un fue, y un será, y un es
cansado" (Quevedo). "Del tiempo huye lo que el tiempo alcanza"
(Lope de Vega).
--Adynata o mundo al revés. Quevedo frecuentemente altera el
orden lógico por el que debería corresponder si hubiera
justicia en el mundo, como en La hora de todos o la Fortuna
con seso.
--Mundo como laberinto, gran plaza o mesón. El mundo es un
sitio donde siempre las apariencias engañan y sólo la
prudencia puede evitarnos el mal.
--Concordia de opuestos (Baltasar Gracián dice que nuestra
vida se "concierta de desconciertos").
--El mundo como guerra. "La vida del hombre milicia es en la
tierra", dice Mateo Alemán. Quevedo: "Esta guerra civil de
los nacidos".
--Homo homini lupus: "El hombre lobo del hombre". El hombre
no es bueno con sus semejantes, sino que se aprovecha de ellos.
El tópico lo formuló Thomas Hobbes en su Leviatán, pero
proviene de una frase de Plauto: lupus est homo homini, non
homo.
--Memento mori: "Recuerda que has de morir", frase con que se
solían saludar los monjes franciscanos.
--Odi profanum vulgus et arceo: "Odio al vulgo profano y lo
aparto de mí", Horacio. Desprecio de los aplausos de la
muchedumbre y búsqueda sólo de los de la gente instruida o de
buen gusto. Es un tópico propio de los prólogos; se ha perdido
en el Barroco el nobilitare renacentista de la lengua y literatura
tradicional y se busca ahora exclusivamente lo selecto.
--Omnia mecum porto, "Conmigo llevo todas las cosas". Filosofía
del estoico que no se ata a los bienes materiales del mundo.
--Mundo como teatro. El mundo es un teatro para Calderón ("teatro
funesto es, donde importuna / representa tragedias la Fortuna"),
donde todo es apariencia; así lo reflejó en su auto sacramental El
gran teatro del mundo. Sólo la reflexión y la abstención de
acción, que nos distancian de lo que ocurre en escena, nos puede
dar el sentido de la obra. “El teatro del Globo” isabelino tenía
por lema "el mundo entero es un teatro".
--Somnium Scipionis o "sueño de Escipión" (Cicerón). En un
sueño, se ve a la distancia que dan las estrellas al gran imperio
romano reducido a apenas una mota de polvo insignificante
sobre la faz lejana de la tierra, por lo cual inspira desprecio toda
ambición al lado de la recompensa que da la filosofía estoica.
Caracteres del arte del barroco
--Dinamismo.- Se procura crear una constante sensación de movimiento.
Especialmente en la escultura y la pintura, al contrario del predominio de
las líneas rectas en el arte renacentista, el Barroco se vale intensamente de
la línea curva.
--Teatralidad .- Se busca conmover emocionalmente al destinatario de la
obra de arte. En la pintura, por ejemplo, se recurre a presentaciones
superrealistas; lo que es particularmente apreciable en la representación
de Cristos yacentes y en toda la imagenología sacra.
--Decorativismo y suntuosidad .- El artista del Barroco no se limita
centrar la atención sobre aquello que es esencial, sino que también se
detiene en lo accidental; se emplea una gran minuciosidad en la
composición de pequeños detalles y se revela un gran gusto por la
ornamentación.
--Contraste.- Procura alejarse de los ideales de equilibrio y uniformidad
propios del arte renacentista. Se intenta incluir en una misma
composición visiones distintas, y hasta antagónicas, de un mismo tema.
Góngora
La lengua literaria del Barroco
• Entre el siglo XVI y XVIII, la lengua tuvo una transformación
importante. Ocurrieron cambios definitivos para llegar a la lengua
moderna. Nuestro modo de hablar actual es el que se fijó en esa
transformación. Esa manera de hablar de la época de Calderón (esa
época del siglo XVII posterior a Cervantes, a Góngora) fijó los
caracteres modernos y se han mantenido desde entonces. Escasos
cambios fonéticos ha habido en el español desde esa época. Los textos
más antiguos apenas ofrecen dificultad para ser comprendidos.
• Desde el primer momento, el español nació muy evolucionado con
caracteres modernos, en la morfología y en la sintaxis. Desde el siglo
XVI al XVIII hay varios cambios. Cubre un periodo de medio siglo,
paro ya, a fines del XVII, queda establecida la lengua en la forma
que hoy adopta. Aunque seguirá evolucionando, porque un idioma
nunca llega a adquirir su forma definitiva.
Don Quijote de Dalí

Você também pode gostar