La actitud

Por actitud entendemos la reacción evaluativa o favorable hacia

alguien o algo, que se manifiesta en las creencias, los sentimientos o el
comportamiento deliberado.
Otro psicólogo llamado Katz,
menciona que la actitud es la
predisposición del individuo a
evaluar algún símbolo, objeto o
persona de su mundo en
favorable o desfavorable.
Ante estas dos definiciones, podemos observar elementos comunes, la
actitud:

• Predispone. Ya que prepara o introduce el estilo de comportamiento.

• Es durable. En ocasiones es difícil de modificar pues se manifiesta en
hábitos.
• Es dinámica. La actitud influye no solo en la respuesta al estímulo, sino
también en el modo mismo de percibir el estímulo.
• Evalúa si es “favorable o desfavorable”.
 Componentes de la actitud
Cuando nos formamos juicios sobre las actitudes, cruzamos una de los
siguientes tres componentes:

• COGNITIVO (pensamiento)
• Se refiere al modo como es percibida la persona, objeto o situación.
• En este sentido, la actitud es una opinión: lo que yo pienso de una
realidad sin sentirme necesariamente atraído o no por ella. La base
de las actitudes no es, una serie de argumentaciones, aunque estas
influyan de una manera leve al percibir las cosas.
• Por ejemplo; si yo sé que el fumar es malo, al iniciar este acto lo
consideraré aunque en muchas ocasiones no determine si lo seguiré
haciendo o no.
AFECTIVO (sentimientos)
• Indica el sentimiento de atracción
o de repulsión que la persona
siente con respecto a la otra
persona, objeto o situación.
• El componente afectivo es más
durable en el tiempo y más central
que el cognoscitivo.
CONATIVO (intención)
• Indica la tendencia al
comportamiento con relación a la
persona, objeto o situación.

• Así la actitud contra el cigarro

lleva no sólo a tener una opinión
negativa contra el cigarro, a sentir
repulsión ante él, sino también a
actuar de modo agresivo o crítico
hacia el cigarro o fumadores.
 Funciones de las actitudes

• Toda actitud es ambivalente, dice y no dice, cubre y no descubre. Lo

primero que ha de hacerse frente a una actitud es preguntarse el
porqué de la misma. ¿Porqué soy amable?, ¿Porqué contesto siempre
así?... preguntas que pueden tener muchas y diferentes respuestas, ya
que las actitudes pueden servir a diferentes funciones.
FUNCIÓN UTILITARIA:

• Se asume una actitud cuando sirve para una utilidad personal, sea
mediata, en vista de una recompensa (ventaja) a obtener o de un
castigo (peligro) a evitar.

• Tal utilidad está ligada a las propias necesidades, pero puede ser
buscada sin que tal relación sea conscientemente pretendida por el
agente.
FUNCIÓN DEFENSIVA DEL YO:

• Esta nos permite tener una relación aceptable con

nosotros mismos.
• Como la función anterior no protegía de los castigos
que vienen del exterior, así esta función nos protege
de las amenazas que nos vienen de nuestro interior.
FUNCIÓN EXPRESIVA DE LOS VALORES:

• Más allá de la búsqueda y defensiva, la actitud puede llegar a ser un

medio para vivir mejor y expresar progresivamente los valores en los
cuales la persona cree y que contribuyen los ideales de su existencia.
• Es decir, el comportamiento llega a ser un modo para afirmar y
realizar con mayor plenitud las propias convicciones.
FUNCIÓN DE CONOCIMIENTO:

• La persona adopta una actitud con el fin de

tener una comprensión estructurada de sí
misma y del mundo.
• Todos tienen necesidad de esquemas de
referencia para comprender la realidad. Las
actitudes de conocimiento son para el hombre
de la calle lo que para la teoría es para el
científico.
• El término conocimiento, por consiguiente, no
es entendido como sinónimo de sed de saber
universal, sino como exigencia fundamental de
comprender qué es lo que sucede.