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SISTEMAS DE EMERGENCIA

Los sistemas de emergencia son


fuentes que permiten una
operación satisfactoria para cuidar
la vida del usuario brindándole
una seguridad confiable y también
evitando daños a la propiedad.
EL SITIO SELECCIONADO PARA INSTALAR EL SISTEMA DE
EMERGENCIA DEBERA CUMPLIR CON LAS SIGUIENTES
CONDICIONES

- Adecuada extracción de los gases tóxicos a la


atmosfera
- Ventilación suficiente para el enfriamiento del
motor.
- Manejo seguro de los combustibles.
- Mínima perturbación por ruido hacia el
exterior del inmueble
SISTEMAS CONTRA INCENDIO

Se llama protección contra incendio al conjunto


de medidas que se disponen en los edificios
para protegerlos contra la accion del fuego
EXTINTORES
son aparatos de accionamiento manual que
permiten proyectar y dirigir un agente extintor
sobre un fuego. Se diferencian unos de otros en
atención de una serie de características como
agente extintor contenido, sistemas de
funcionamiento, eficacia, tiempo de descarga y
alcance.
CLASIFICACIÓN E IDENTIFICACIÓN DE LOS EXTINTORES
Clase A. Para incendios en los que están
implicados materiales combustibles
solidos normales como madera, viruta,
papel, tela, goma, caucho y numerosos
plásticos que requieren los efectos
térmicos (enfriamiento) del agua,
soluciones de agua, o los efectos de
ciertos elementos químicos secos que
retrasan la combustión.

Clase B. Para incendios de líquidos


combustibles o inflamables, grasas del
petróleo, alquitranes, aceites, pintura de
aceites, solventes, lacas, alcoholes, gases
inflamables y materiales similares en los
que la extinción queda asegurada con
mayor rapidez incluyendo el aire (el
oxigeno). Limitando el desprendimiento
de vapores o interrumpiendo la reacción
en cadena de la combustión.
Clase C. Para incendios en los que están
involucrados equipos electrónicos energizados
donde, de cara a la seguridad del operador es
preciso utilizar agentes no conductores de
electricidad es decir eléctricamente aislantes.

Clase D. Para incendios en los que están


implicados ciertos metales combustibles como
magnesio, titanio, circonio, sodio litio, potasio
etc., que requieren un medio extintor
absorbente térmico no reactivo con los
metales en combustión.

Clase K. Son los originados por diversos


medios de cocción como grasas aceites o
manteca comestible.
CLASIFICACIÓN DE LOS RIESGOS
Riesgo Leve (bajo). Lugares donde el total de
materiales combustibles de clase A y clase B es bajo
y se espera que el fuego alcance una liberación de
calor relativamente baja. Lugares donde todos los
materiales combustibles de clase A que incluyen
muebles, decoraciones y contenidos, están en bajas
cantidades. Estos pueden incluir edificios o cuartos
ocupados como oficinas, salones de clase, iglesias,
salones de asambleas.
Están incluidos también pequeñas cantidades de
inflamables de la clase B utilizados para máquinas
copiadoras, departamentos de arte, etc., siempre
que se mantengan en envases sellados y estén
almacenados en forma segura en cantidades
menores a un galón o 3.8 L.
Riesgo Ordinario (moderado).Lugares donde la cantidad total de combustible de
clase A e inflamables de clase B están presentes en una proporción mayor que la
esperada en lugares con riesgo menor (bajo). Estos lugares podrían consistir en sitios
donde la cantidad de materiales combustibles de la clase A son un poco mayores de
los normalmente esperado o donde la cantidad de inflamables clase B almacenados
sea de 1 gal a 5 gal (3.8 L a 18.9 L). Pueden incluirse oficinas, salones de clase, tiendas
de mercancía y almacenamiento, manufactura ligera, salones de exhibición de autos,
parqueaderos, taller o mantenimiento de áreas de servicio de lugares de riesgo
menor (bajo) y depósitos con mercancías de clase I o clase II.

Riesgo Extraordinario (Alto). Lugares donde la cantidad total de combustible de clase


A e inflamables de clase B están presentes, en almacenamiento, en producción y/o
como productos terminados, en cantidades sobre y por encima de aquellos
esperados y clasificados como riesgos ordinarios (moderados) almacenamiento de
líquidos inflamables en una cantidad mayor que 5 gal (18.9 L). Estos podrían consistir
en talleres de carpintería, reparación de vehículos, reparación de aeroplanos y
buques, centro de convenciones, de exhibiciones de productos, depósitos y procesos
de fabricación tales como: pintura, revestimiento, inmersión, incluyendo
manipulación de líquidos inflamables. También está incluido el almacenamiento de
mercancías en proceso de depósito diferentes a la clase I y clase II.
Clasificación de extintores según el agente extintor que emplean
Extintores de agua
Estos extintores son óptimos para apagar fuegos que tienen su origen en
combustibles sólidos y en lugares donde no haya electricidad. Estos extintores no
son útiles para apagar fuegos que tengan su origen en combustibles líquidos
como el aceite o la gasolina, puesto que el agua es más densa que éstos y se
situaría bajo el fuego, lo cual no solucionaría el problema.
Extintores de espuma
Los extintores de espuma sirven para apagar fuegos que provengan tanto de
combustibles sólidos como líquidos. Seguramente habréis visto a los bomberos
rociar con espuma en algún incendio o en algún simulacro de incendio.
Pese a que son los adecuados para apagar fuegos del tipo A y B, son extintores
peligrosos en presencia de electricidad.

Extintores de polvo
Son los más comunes en todos los edificios y son idóneos para apagar fuegos de
tipo A, B y C y como el agente extintor es polvo, tampoco hay riesgo en ambientes
eléctricos.
Es el recomendable para casas, oficinas o edificios.
Extintores de agua pulverizada
Son una opción idónea para apagar fuegos del tipo A, aunque también
pueden utilizarse con fuegos del tipo B.
Como en el caso anterior, son peligrosos en ambientes en los que pueda
existir electricidad, puesto que hay riesgo de electrocución.
Son ideales en ambientes donde no exista electricidad y se emplean muy
bien en ambientes exteriores como jardines o patios.
Extintores de Co2
Los extintores que contienen CO2 como agente extintor son los adecuados
para lugares donde el material es muy caro y corre el riesgo de estropearse
con cualquier otro tipo de extintor.
Por ejemplo en laboratorios, un extintor de agua o espuma podría acabar
dañando el material, sin embargo esto no ocurre con extintores de CO2.
Además son adecuados para fuegos del tipo A, B y C y no conducen la
electricidad.
DISTRIBUCIÓN DE LOS EXTINTORES CONTRA INCENDIO EN UN EDIFICIO
Puede lograrse una mejor colocación de los extintores por medio de un
estudio físico del área
que va a ser protegida. En general, deberían seleccionarse los lugares que:
a) Proveen una distribución uniforme.
b) Proveen fácil acceso.
c) Estén libres de bloqueo por almacenamiento y equipos, o por ambos.
d) Estén cerca de los caminos normales de recorrido.
e) Estén cerca de las puertas de entrada y salida.
f) Estén libres de un potencial daño físico, y
g) Sean rápidamente visibles.
Los extintores que no excedan las 40 lb de capacidad deben instalarse a una
altura máxima de
1.53 m, medida desde el nivel del suelo hasta el extremo superior del
extintor. Los extintores portátiles cuya capacidad exceda las 40 lb deben
instalarse a una altura máxima de 1.07 m, medida desde el nivel del suelo
hasta el extremo superior del extintor. En todos los casos la distancia mínima
entre el nivel del suelo y la base del extintor debe ser de 1.02 m.
¿Qué son y qué elementos componen una Boca de Incendio Equipada?

Las Bocas de Incendio Equipadas


son equipamientos para uso exclusivo contra incendios.
Las bocas de incendios equipadas se usan por lo general para proteger riesgos
interiores. Su distribución suele ser la de una cobertura de 25 m de diámetro
empezando a contar desde la entrada del edificio o establecimiento industrial.
Los 25 m de cobertura son el resultado del cálculo de suma de 20 m de
manguera + 5 m de chorro de agua.
El conjunto está pensado para aplicar agua en condiciones de caudal y presión
en un tiempo rápido y preciso sobre un posible conato de incendio.
Una Boca de Incendio Equipada consiste en los siguientes elementos:

Armario
Para contener todo el conjunto compacto en una zona determinada.

Carrete o devanadera
Para disponer de forma enrollada la manguera, aunque existen modelo que no incluyen
este accesorio y simplemente disponen de un soporte metálico en el interior sobre el que
se cuelga la manguera.

Manguera
Dispone de 20 m para prolongar la disposición de agua.

Lanza
Este es el accesorio que nos otorga el poder de controlar la salida del agua por la
manguera y que además del control de la cantidad de fluido a proyectar, nos permite abrir
o cerrar la salida de agua o incluso dirigir en forma de chorro o nebulización.

Válvula
Permite abrir y cerrar el paso de agua

Manómetro
Facilita la medición de la presión estática
Para facilitar el manejo de una boca de incendios
equipada, lo ideal es la intervención de dos personas,
aunque es perfectamente posible que una sola persona
adiestrada sea capaz de manejarla.
Existe una amplia gama de modelos, pero todas ellas
pueden reducirse a tres tipos.
– Las de 25 mm de diámetro
– Las de 45 mm de diámetro
– Las de 25 mm de diámetro con toma adicional de 45
mm de diámetro.
Cualquiera de estos tres tipos es capaz de combinarse con el uso de espumógenos para
generar espumas empleadas en usos donde se prevé conatos de incendios en los que
puedan existir líquidos inflamables.
Por lo general las mangueras, lanzas y válvulas se unen entre si con una toma
especialmente diseñada para soportar las presiones de trabajo que se manejan
habitualmente en los usos contra incendios entre 5 y 12 bar.
Altura máxima de instalación
de 25 mm: 1,50 m desde el suelo hasta la válvula
de 45 mm: 1,50 m desde el suelo hasta el centro de la devanadera
Reglamentación que rige la obligatoriedad de su instalación
Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios en Establecimientos
Industriales y Código Técnico de la Edificación.
Rociadores contra incendio

El rociador contra incendio es un dispositivo que generalmente compone el sistema de


lucha contra incendios, y funciona liberando agua siempre que se detecte la presencia
de una temperatura considerada elevada – que se determina previamente. Similar a
una ducha, este mecanismo es un Equipo de protección colectiva (CPE) utilizado en
todo el mundo, y se estima que 40 millones de aspersores se instalan cada año.
En general, el rociador contra incendio puede instalarse en el nivel del techo o en las
paredes de un lugar, funcionando de la siguiente manera: el dispositivo está compuesto
por un elemento sensible al calor, que ha sido diseñado para ser activado cuando el
ambiente llega a cierta temperatura. Este elemento se llama bulbo, y se encuentra en la
punta de una tubería presurizada, bloqueando su salida. Dentro del bulbo, existe un
líquido que se expande cuando alcanza una temperatura elevada, rompiendo la cápsula
y liberando el agua.
El agua sale del rociador en forma circular, como un paraguas, y puede cubrir un área
de hasta 16 m². En general, es necesario instalar varios rociadores para cubrir toda el
área de un lugar. Cada uno de estos dispositivos se activa individualmente y, por lo
tanto, no existe el riesgo de que uno de ellos empiece a chorrear agua cuando el fuego
esté en otro lugar del edificio. Es importante recordar que ese dispositivo no es
accionado por humo o cualquier otro elemento más allá de la temperatura.
Existen diversos tipos de rociadores: tubería mojada, tuberías secas, sistemas de
diluvio, sistemas de aspersión de agua de espuma, spray de agua y sistemas de niebla
de agua. Cada uno de ellos debe ser utilizado teniendo en cuenta el edificio y que está
en él: el sistema de extinción de incendios de una fábrica, por ejemplo, sin duda será
diferente de un sistema de museos.

Ventajas del uso del rociador contra incendio


-Bastante económico;
-Eficiente, disminuyendo los daños y perjuicios en caso de incendio;
-No dependen de la acción humana y, por lo tanto, presentan eficacia inmediata y
menos riesgos de fallas;
-Gasta menos agua que la acción de los bomberos;
-Respuesta muy rápida;
-Causa menos daños que el chorro de agua utilizado por los bomberos.
Qué dice la legislación acerca del uso de rociadores

En muchos países de América Latina, cada estado define la obligatoriedad del uso de
rociadores, generalmente teniendo en cuenta la altura del edificio, su área y el tipo de
actividad de la edificación. La exigencia es más común en algunos tipos de
ocupaciones, tales como: hospitales, industrias, hoteles, depósitos, edificios de
oficinas y edificios comerciales.
La norma NBR 10897: 2014 establece los requisitos mínimos para hacer un proyecto y
la instalación de rociadores, teniendo en cuenta elementos como suministro de agua,
conexiones, tubos, válvulas y selección de los rociadores. En general, las
recomendaciones básicas son:

-Los rociadores deben estar distribuidos por todo el área que debe protegerse;

-Es necesario definir el tamaño de la tubería según el riesgo a ser protegido;

-También de acuerdo con el riesgo del edificio a proteger, hacer el cálculo del
área máxima por ducha automática, sin exceder ese número;

-La ubicación del sistema en relación al techo debe ser tenida en cuenta, para evitar
que obstrucciones interfieran en la descarga de agua cuando el dispositivo sea
accionado.
Cómo se activa un rociador de agua

Tiene un bulbo de vidrio sensible al calor. La


ampolla de vidrio actúa como un tapón que
impide que el agua se escurre hasta que la
temperatura ambiente alrededor del aspersor
alcanza la temperatura de activación. Así, sólo los
aspersores cerca del fuego funcionarán
La activación del equipo va a hacer menos daños
causados ​por el agua que un chorro de la
manguera de bomberos que proporcionan cerca
de 900 litros / min.
En función de la temperatura de activación
SISTEMA DE TUBERÍA HÚMEDA:
Este tipo de sistema es la opción preferida y la más fiable, por lo que es el más común.
También es el más fácil de diseñar e instalar y el más sencillo de mantener. El sistema
contiene agua a presión en la red de tuberías en todo momento y utiliza rociadores
automáticos. Cuando ocurre un fuego que produce una suficiente cantidad de calor
para activar uno o más rociadores el agua se descarga inmediatamente desde los
mismos. Aunque este tipo de sistema es la primera opción que debe contemplarse, no
debe instalarse cuando la temperatura a la cual podría estar expuesto esté por debajo
de 4 ºC (40 ºF), debido al congelamiento del agua, o por encima de los 95 ºC (203 ºF),
debido a la evaporación del agua.
SISTEMA DE TUBERÍA SECA:

Estos sistemas deben ser utilizados únicamente cuando los componentes estarán
expuestos a temperaturas por debajo 4 ºC (40 ºF), o por encima de 95 ºC (203 ºF). La red
de tuberías no contiene agua antes de la activación del sistema, sino que está cargada con
aire o nitrógeno a presión. Una válvula llamada “de tubería seca” retiene el suministro de
agua y sirve como interfaz agua/aire.
Si se produce un incendio y se genera una cantidad suficiente de calor, uno o más
rociadores operarán, haciendo que la presión del aire en el sistema disminuya. Una vez
que la presión de aire baja a un nivel predeterminado, la “válvula de tubería seca” se
abre, permitiendo que el agua fluya a través del sistema hacia los rociadores abiertos.
Los sistemas de tubería seca son más complejos que los sistemas de tubería húmeda.
Requieren una fuente de suministro de aire confiable y, debido al retardo asociado con el
suministro de agua a los rociadores, están sujetos a ciertas limitaciones de diseño. Estas
limitaciones incluyen la restricción del tamaño del sistema, la necesidad de componentes
adicionales tales como aceleradores y el requerimiento de un área de diseño más grande
debido al aumento en el número de rociadores operativos previstos.
Estos sistemas experimentan más corrosión interna que un sistema de tubería húmeda
debido a la humedad en el aire y la reposición constante de oxígeno. Este aspecto,
además del hecho que puede quedar agua remanente en los rociadores después de
activado el sistema, condiciona el tipo de rociadores a utilizar, para evitar obstrucciones y
congelamiento.
SISTEMA DE PREACCION:

Similar a un sistema de tubería seca, las tuberías del sistema de pre acción estándar o
de entrelazado simple se cargan con aire a presión en lugar de agua. Sin embargo, la
presión de aire asociada con los sistemas de pre acción es generalmente menor que la
de los sistemas de tubería seca. El suministro de agua es retenido por medio de una
“válvula de pre acción”. El sistema cuenta con un sistema de detección de incendio
complementario, instalado en el área protegida. El funcionamiento de dicho sistema
de detección abre la válvula de pre acción automáticamente y el agua pasa a la red de
tuberías. El agua no se descargará hasta que un incendio haya generado una cantidad
suficiente de calor para causar la operación de uno o más rociadores. En esencia, el
sistema parece un sistema de tubería húmeda una vez que la válvula de pre acción se
activa.
La presión de aire mantenida en las tuberías se utiliza para monitorear la integridad de
la red. Si algún tubo presenta una fuga, la presión bajará y la condición será indicada
sonando una alarma. En ese caso, el agua no fluirá hasta que el sistema de detección
complementario funcione y active la válvula de pre acción.
Una variación del sistema de entrelazado simple es el sistema de entrelazado doble, el
cual tiene las características del sistema de bloqueo simple y del sistema de tubería
seca. Para el agua entrar a la red de tuberías deben operar tanto el sistema de
detección como los rociadores del sistema.
Los sistemas de pre acción se encuentran típicamente en espacios que contienen
equipos de computación o de comunicaciones, museos y otros ambientes donde la
fuga inadvertida de agua desde las tuberías puede representar un problema mayor. El
sistema de entrelazado doble es más común en espacios de muy baja temperatura
donde la operación accidental de la válvula puede resultar en la casi inmediata
congelación y daño del sistema de tuberías.
SISTEMA DE DILUVIO:

Los sistemas de diluvio, como su nombre indica, liberan una gran cantidad de
agua sobre un área específica. Estos sistemas se utilizan para proteger contra
el crecimiento y la propagación rápida de incendios. Los rociadores utilizados
no tienen elemento de operación sensible a la temperatura y se conocen como
rociadores abiertos. Una “válvula de diluvio” controla el suministro de agua al
sistema. Similar a los sistemas de pre acción, la válvula es abierta por un
sistema de detección de incendios complementario. Debido a que se utilizan
rociadores abiertos, las tuberías del sistema, después de la válvula de diluvio,
están a presión atmosférica. Una vez abierta la válvula, a medida que el agua
alcanza cada rociador en el sistema, es descargada inmediatamente, hasta
que se abarcan todos los rociadores, inundando el área protegida.
La naturaleza de este sistema lo hace apropiado para instalaciones en las que
están presentes cantidades significativas de materiales altamente
combustibles. El sistema también se utiliza para situaciones en las que es
probable que ocurra un daño térmico en un período de tiempo relativamente
corto. Los hangares de aviones son un área de aplicación típica de este tipo
de sistemas.
Detectores de humo

son dispositivos pensados, en el ámbito edificatorio, para detectar la presencia de un


incendio en el interior de un edificio. La palabra humo hace referencia a la existencia
de productos derivados de una combustión ineficiente con partículas en suspensión
(cenizas, entre otros). En el ámbito técnico, es preferible hablar de detectores de
incendios, puesto que en el caso de una combustión en la que se generen gases
únicamente no puede hablarse de humo.
Los detectores de humo o de incendios pueden ser analógicos (indican nivel de la
sustancia o magnitud medida, por ejemplo, concentración de un elemento generado
durante el incendio o digitales (detectan presencia o variación de humo, pero sin
poder cuantificar el nivel). Si se atiende al uso en edificios, existen 3 tipos de
detectores de humo o de incendios:
Detectores convencionales.

Detectan humo, fuego, calor o cualquier combinación de estos. Se instalan,


habitualmente, en lazo e indican si hay una alarma en las diferentes zonas de
detección.
Detectores convencionales direccionables.

Estos sistemas son capaces de detectar, también, la existencia de calor, humo o


fuego (o combinación de los mismos) pero indican si existe alarma por cada
elemento de detección, no por cada zona. Por tanto, son unos sistemas más
precisos que permiten una mejor acción de los servicios de intervención.

Detectores inteligentes.

En este caso, los elementos se conectan en lazo, pero son capaces de cuantificar la
presencia de humo, niveles de temperatura, fuego o combinaciones de estos
elementos y reaccionar de acuerdo a un protocolo programado previamente.
En edificios, puede considerarse un sistema de detección de incendios aquel que
detecta la existencia de un incendio y, además, activa las señales de alarma
necesarias para tomar las medidas adecuadas. La normativa específica los asimila al
concepto de “sistema automático de detección de incendios”, denominados
detectores, frente a otros sistemas manuales, como los pulsadores de emergencia.
Tipos de detectores de humos y de incendios

Los detectores más utilizados son de cuatro tipos y se basan en diferentes principios
físicos y de funcionamiento:

Detectores de humos iónicos.


Funcionan por un principio de ionización del aire en caso de que entre humo en la
cámara de detección; los elementos detectados pueden ser invisibles a simple vista.
Se instalan generalmente en la industria química, ya que son más sensibles a fuegos
de crecimiento rápido o de humo no visible. Es importante mencionar que no
funcionan si el aire tiene una velocidad superior a unos 0,5 m/s.

Detectores ópticos.
El humo que entra en el equipo hace que se interrumpa la transmisión de un rayo de
luz que hay en su interior, lo cual genera una alarma. Son sistemas para detección
puntual y existen dos tipos; , los detectores ópticos analógicos y los digitales. Estos
detectores se colocan en los conductos de extracción de aire (ventilación) del local
para que detecten la presencia de humo en grandes estancias o en el edificio en
general. Se utilizan, habitualmente, en viviendas, centros comerciales,
supermercados, cárceles o bodegas, entre otros.
Detector térmico.
Realmente no es un detector de humo como tal, sino de incendio, ya que
funciona por la fusión de un elemento cuando se alcanza una temperatura
elevada. Son de detección tardía (normalmente, se activan alrededor de los 68
ºC) y solo pueden instalarse en locales de hasta 7 metros de altura.
Generalmente, se usan cuando no puede emplearse un sistema convencional
de detección de humos; por ejemplo, en cocinas o garajes.

Detector de radiación.

Tampoco es un detector de humo, sino un detector de incendio. Detecta,


mediante diferentes elementos electrónicos, la presencia de radiación generada
por la presencia de un incendio. Se instalan sólo en recintos abiertos o lugares
con techos muy elevados, y producen una alarma tardía.
Detectores térmicos.
También reciben el nombre de detectores de temperatura. Actúan por el
estímulo de la elevación de temperatura provocada por el
calor del incendio.

Detectores térmicos de temperatura fija o termostáticos


Actúan cuando el elemento detector llega a una temperatura predeterminada

Detectores térmicos de temperatura fija con metal eutéctico fusible

El elemento detector está formado por una pieza de aleación eutéctica


(aquélla que tiene una temperatura de fusión constante lo más
baja posible) en forma de eslabón que bloquea un interruptor eléctrico hasta
que se alcanza la temperatura de fusión y se cierra un
circuito que activa la alarma
Aplicaciones
Además de activar una alarma, este dispositivo también se emplea para actuar
sobre puertas cortafuegos, persianas o cortinas
cortafuegos, compuertas cortafuegos en conductos de ventilación, válvulas de
oleoductos, etc. Se fabrican para temperaturas de
actuación, entre 70 225 ºC
Ventajas
Temperaturas precisas de actuación.
Inconvenientes
En caso de incendio, al fundirse no es reutilizable.
Detectores térmicos de temperatura fija con ampolla de
cuarzo
El elemento detector está formado por una ampolla de
cuarzo, conteniendo un líquido especial, que al dilatarse
por el calor, revienta y
libera un muelle o varilla que cierra un circuito eléctrico y
se activa la alarma.
Las aplicaciones, ventajas e inconvenientes son las
mismas del tipo anterior.
Detectores térmicos de temperatura fija con lámina o
membrana bimetálica
El elemento detector es una lámina o membrana formada
por dos metales con distinto coeficiente de dilatación, que
al aumentar la
temperatura se deforma hacia un contacto fijo, cerrando el
circuito eléctrico y activando la alarma. En la figura se
esquematiza el
modelo de membrana
Aplicaciones
Las mismas que los tipos anteriores.
Ventajas
Según modelos se puede graduar la temperatura de actuación, o al menos pre
graduarse ésta. Son reutilizables, aunque se recomienda
que se comprueben los termostatos de los detectores situados en las inmediaciones
del incendio.
Inconvenientes
El de lámina bimetálica, en lugares con vibraciones, puede hacer contacto antes de la
temperatura de tarado. No son recomendables
para locales de altura superior a 7,6 m.
Detectores térmicos de temperatura fija con cable termo
sensible

Reaccionan en cualquier tramo que le llegue el calor.


Consisten en dos conductores metálicos tensados y separados
entre sí por un aislamiento termo fusible y todo el conjunto
recubierto
con una envoltura protectora de golpes y roces. A una
temperatura determinada por la graduación del detector, se
funde el aislamiento
y los dos conductores entran en contacto, activándose la alarma.
Aplicaciones
Adecuadas para locales con temperatura ambiente superior a la normal. Protección
de instalaciones industriales.
Ventajas
Facilidad de instalación y mantenimiento. Fiabilidad y estabilidad de
funcionamiento.
Inconvenientes
El tramo de cable afectado por el incendio debe cambiarse. Existe una variante de
este tipo de detector en la que, en vez de los dos conductores, se utiliza un tubo
metálico de aleación especial y en su interior un cable de níquel, separados ambos
por una sal de bajo punto de fusión, sensible al calor. Al ocurrir un incendio esa sal
disminuye su resistencia y pasa la corriente entre el conductor de níquel y el tubo
exterior. El panel de control detecta esta corriente y activa una alarma.
Detectores térmicos de temperatura fija con cable de resistencia variable con la
temperatura
Se basan en que el sobrecalentamiento o fuego directo percibido por un tramo del
cable detector hace disminuir su resistencia eléctrica, lo cual traduce en un aumento
de la corriente eléctrica, que activa una alarma cuando se llega a un valor
determinado. Este valor se puede alcanzar por una gran elevación de temperatura
en un tramo corto o una menor elevación que afecte a un tramo más largo.
Aplicaciones
Para protección de bandejas de cables, túneles con diversos equipos, zonas de
acceso y vigilancia difícil, y donde exista riesgo de
corrosión, contaminación o polvo.
Ventajas
Ofrece detección continua a lo largo de todo su recorrido y vida es ilimitada

Detectores termovelocimétricos

Reaccionan cuando la temperatura aumenta a una velocidad superior a un cierto


valor (de 5 a 10 ºC por minuto).
Estos detectores se basan en la diferencia de respuesta de dos elementos o
componentes del dispositivo sensor ante un aumento de temperatura superior a un
nivel determinado.
Aplicaciones
Adecuados para locales donde se pueda esperar una combustión rápida, por
ejemplo de hidrocarburos. No es adecuado para
almacenes, hangares, escuelas u otros locales en que se abren puertas y se enfría el
local y luego actúa el termostato de la
calefacción, elevando rápidamente la temperatura.
Ventajas
De construcción sencilla, robustos, resistentes a los choques, vibraciones, ambientes
salinos, polvo, humedad y ácidos. Pueden graduarse para que reaccionen antes que
los termostáticos. Eficaces dentro de una gama muy amplia de temperaturas.
Revisión y puesta en servicio más rápida que los termostáticos.
Inconvenientes
Falsas alarmas ante aumentos rápidos de temperatura no producidos por incendios.
Posibilidad de que no reaccionen con fuegos de
propagación muy lenta.
Las aplicaciones, ventajas e inconvenientes, pueden considerarse comunes a todos
los tipos existentes. Se indican a continuación
aquellas especificaciones propias de cada uno de los tipos de detectores
termovelocimétricos
Alarma contra incendio

Un sistema de alarmas contra el fuego alerta a las personas


de un incendio en los edificios.
Protege a los que se encuentran dentro,
avisándoles que tienen que evacuar el edificio
por seguridad.
La mayoría de los sistemas de alarmas por incendio notificarán de manera automática
al personal de emergencia para que puedan ocuparse del fuego.
Las alarmas contra incendio pueden ser disparadas por los detectores de humo, los
detectores de calor o de manera manual. Generalmente son fijadas para detectar los
niveles de humo o calor que puedan indicar un incendio. Existe una “sirena” que suena
para alertar a aquellos que se encuentran en el edificio. También puede venir con luces
y parpadear en caso de que alguien no pueda escuchar.
Existen distintos tipos de alarmas en el mercado. Muchos sistemas se ofrecen
combinados, con alarmas contra intrusos para ofrecer seguridad y protección máxima
a su hogar.
Las alarmas de incendio se clasifican según la forma en que éstas detectan un peligro
potencial; algunas responden al humo, mientras que otras responden al calor.
Elegir la alarma de incendios más adecuada dependerá del tamaño y el tipo de
construcción que ésta deberá proteger.
sistemas de alarma

Se define un Sistema como un conjunto de elementos interrelacionados e


interdependientes que trabajan juntos para obtener un resultado deseado. Un
sistema es un conjunto de partes o elementos organizados y relacionados que
interactúan entre sí para lograr un objetivo

Objetivo

Tiene por misión primaria detectar los eventos ocurridos en un área determinada,
activando los dispositivos de comunicación para que el evento detectado sea
recibido en una Central de Monitoreo y se genere la reacción correspondiente.
Minimizar los riesgos de un cliente y sus bienes. Reducir perdidas.
Banco de Baterías
Un banco de baterías como definición se puede decir que es un conjunto de
baterías conectadas entre sí en paralelo o en serie que sirven para proveer de
electricidad en el momento en que otras fuentes de energía primarias o no
funcionan, o no están disponibles.
Los bancos de baterías se pueden conectar entre sí de tres formas diferentes:
Bancos de baterías conectados en serie
Esta es la manera mas habitual de conectar un banco de baterías. Se conectan entre
sí de polo positivo a negativo sumando sus voltajes y manteniendo la intensidad.
Es importante que las baterías tengan entre sí las mismas especificaciones, podrían
variar las marcas pero suelen conectarse manteniendo marca y modelo para tener
un mejor resultado.
En el mundo real, tendría este aspecto:

Bancos de baterías conectados en paralelo


Se utilizan para sumar intensidades y conseguir una batería más potente. Se
conectan entre sí entre polos de misma polaridad, los positivos entre sí y los
negativos entre sí y conectados al equipo, vehículo o instalación que queramos
alimentar con el banco.
Bancos de baterías conectados en serie y paralelo
Es una combinación de las anteriores, las disposiciones son múltiples como se
puede deducir del siguiente gráfico.
planta eléctrica
es una máquina que mueve un generador de electricidad a través de un motor de
combustión interna. Son comúnmente utilizados cuando hay déficit en la generación de
energía eléctrica de algún lugar, o cuando son frecuentes los cortes en el suministro
eléctrico
Una planta eléctrica está constituida fundamentalmente por seis elementos básicos que
son los siguientes:

1. Motor
2. Alternador
3. Cuadro eléctrico
de mando y control
4. Una bancada de
apoyo
5. Sistema de
combustible
6. Un sistema de gases
de escape
EL MOTOR
Es una de las dos piezas más importantes de la planta eléctrica, es el encargado de
producir la potencia necesaria para mover el alternador que generará la energía
eléctrica.
Los motores pueden utilizar diversos combustibles según sean sus características de
funcionamiento, así tenemos motores movidos por gasoil, gas y biogás. De todos
modos, los más utilizados son los motores diesel y los de gasolina, según sea su
potencia. Si la potencia necesaria es elevada, sobre todo en lo que respecta a plantas
de cogeneración, los motores utilizados suelen ser de gas, biogás o diesel.
EL ALTERNADOR
Es el componente más importante de la planta
eléctrica, se encarga de transformar la energía
mecánica del motor en energía eléctrica. Va unido al
volate del motor a través de unos discos de fijación o
a través de un acoplamiento flexible que transmite el
movimiento del volante del motor al rotor del
alternador.

CUADRO ELECTRICO DE CONTROL

Es el elemento que nos permite controlar el equipo y


su funcionamiento, a través del mismo podemos
poner la planta en marcha, apagarla y controlar los
parámetros de su funcionamiento.
Este componente de la planta varía según las
exigencias de cada aplicación, así podemos diferencias
cuadro de control automático y eléctrico. Siendo un
equipo de arranque automático aquél que para su
funcionamiento no necesita de la intervención de
personas, este arrancara la planta eléctrica de manera
autónoma.
Bancada de apoyo
Este elemento sirve de base de sujeción al conjunto de motor y alternador, su forma
y construcción es variable según sea la función o características específicas la planta
eléctrica.
La norma general es que dicha bancada se realice en chapa metálica o perfiles
metálicos.
La unión a la planta eléctrica se puede realizar de diversas formas, siendo lo más
habitual el realizar dicha unión mediante unos apoyos anti vibratorios, que
amortiguan las vibraciones producidas en su funcionamiento, o también
directamente sobre la bancada colocándose los tacos anti vibratorios en la parte
inferior de la misma, a fin de evitar que las vibraciones entre la parte rígida y la
parte vibratoria, sometan a esfuerzos mecánicos excesivos a los elementos de
unión.
grupo electrógeno
es una máquina compuesta de un motor de combustión interna (usualmente un
motor de diésel) y un generador eléctrico (usualmente un alternador). El objetivo
del grupo electrógeno es poder generar una corriente eléctrica que abastezca la
demanda de una instalación o un edificio.
Los grupos electrógenos se pueden emplear para abastecer de electricidad lugares
en donde no hay suministro regular, o bien, para que sirvan como plantas eléctricas
de emergencia. También se pueden emplear para funciones más complejas como
soporte de redes eléctricas en horas pico, o también para exportar una red
eléctrica.
Partes de un grupo electrógeno

Motor. Este provee la fuerza mecánica que hará que el rotor del generador eléctrico
funcione. Usualmente se emplean motores de diésel, aunque también los hay de
gasolina y de gas. Los de diésel suelen ser más populares debido a sus ventajas
mecánicas y económicas.
Regulador de velocidad.

La fuerza mecánica del motor de combustión se adecúa con un alternador, y para


asegurarse que la velocidad se la adecuada es indispensable un sistema que regule el
motor. El objetivo es poder garantizar que la velocidad del motor sea la adecuada.
Se puede hablar entonces de generadores síncronos en los cuales la velocidad de
rotación es la misma de la frecuencia de la corriente de salida. O bien, de un generado
asíncrono, el cual es una máquina más compleja, en la cual la corriente de salida posee
una frecuencia distinta a la velocidad del motor.

Motor de arranque. Un sistema el cual inicie la máquina de combustión. Suele operar


con una batería de 12 o 24 Volts.

Sistema de refrigeración. Compuesto de un radiador y de un ventilador el cual ayuda a


reducir la temperatura del motor. Puede contener un termostato que automatice y
regule el proceso de enfriar la maquinaria.
Filtro de Aire.
El cual garantice que el aire de entrada no posea impurezas las cuales pudieran dañar el
equipo en algún momento.
Panel de control.

Desde el cual se administra el funcionamiento de la máquina. Hoy en día los avances en


programación y sistemas de control permiten funcionamientos de gran precisión e
inteligentes para que puedan responder a imprevistos.

Características de los grupos electrógenos

Tipo de motor. Se señala el tipo de combustible y el tipo de operación interna del motor.
También se indica la potencia máxima del motor (usualmente en caballos de fuerza).
Tamaño de Carga.
Suelen rondar entre los 8 kW y los 30 kW para sistemas domésticos; y entre 8 kW a
2,000 kW para sistemas industriales.
Aislador de Vibración.
Debido a que son máquinas muy grandes suelen generar mucha vibración y ruido. Es
indispensable contar con un sistema que reduzca las vibraciones y así no dañe la
máquina; y es indispensable reducir el ruido, especialmente si se encuentra en lugares
de trabajo concurridos por personas.
Número de Fases.
Estos sistemas suelen ser monofásicos o también trifásicos. Algunos sistemas se diseñan
con más fases para reducir el rizado y otorgar corrientes con mayor precisión.
Tiempo de duración.
Una de las especificaciones de interés al momento de adquirir un equipo es el
tiempo de operación garantizado a carga completa. Otras especificaciones de
acuerdo a estándares de calidad pueden indicar tiempos de duración acorde a
cargas normales o una fracción de la carga máxima.
Tipo de sistema de enfriamiento.
Se indica el sistema de enfriamiento.
Peso.
Tanto el peso como las dimensiones son importantes de conocer, especialmente
porque son grandes y pesados y deberá adecuarse un lugar para su instalación.
Rondan las 2 toneladas de peso o más.
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http://www.contraincendio.com.ve/tipos-sistemas-rociadores/
https://www.solerpalau.com/es-es/blog/detectores-de-humo-que-son/
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Fiche
ros/101a200/ntp_185.pdf

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