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Historia de los tapices

Los tapices tienen su auge en la Edad Media en Francia y Flandes, en este tiempo tenían una
función utilitaria. Empezaron a ser diseñados para proteger los salones medievales de la
humedad y el frio, así como para decorar las paredes de los castillos. Estas paredes eran
enormes por lo que para su producción necesitaban telares gigantes, muchos trabajadores y
una gran inversión de dinero. Por lo que se convirtió en un arte que la gente veía como una
gran inversión, era una muestra de riqueza y poder. Por lo que la gente que podía adquirirlos
eran los ricos o la iglesia.

Los primeros tapices muestran figuras solitarias, fondos lisos o decoraciones con motivos de
plantas y flores, conocidos como “Mil flores”
¿Porque a los tapices se les conoce como “Gobelinos”?

Los Gobelins eran una familia de tintoreros que se dieron a conocer a mediados del siglo XV. Tenían
su taller en Paris, junto al Bievre, su reputación fue tan buena la zona tomo su nombre a mediados
del siglo XVI y es como nace la Manufacture Royale des Gobelins de Paris.

La técnica del gobelino se hizo tan famosa que se sigue trabajando hoy en día en diferentes del
mundo.

¿Cómo funciona esta técnica?


Se trabaja el diseño primero, como una pintura, el cual se coloca por detrás de la urdimbre y se
traza sobre esta para seguir las líneas, conforme se va a avanzado se sigue trazando el diseño. Este
diseño se imprime en tamaño real en blanco y negro y por medio de una foto a color se siguen los
colores. Muchos de estos tejidos se trabajan bajo comisión, es decir, un artista puede pedir que
reproduzcan su obra pictórica en tejido. La fidelidad que existe en esta reproducción es asombrosa.
Tejido contemporáneo
A principios del siglo XVI, el arte del tapiz decae, los tapices se convierten en imitaciones,
dejando a un lado el ser un arte libre y creativo como lo fue en el periodo Gótico, en
donde los talleres competían entre ellos por la fidelidad de reproducción. Los patones
empiezan a favorecer el trabajo de los pintores y se esperaba de los tejedores que
reprodujeran las pinturas tan exacto como fuera posible.

William Morris y Edward Burne-Jones fueron los responsables de revivir el arte del tapiz
en Inglaterra en el siglo XIX.

En el siglo XX, el renacimiento de este arte reclama el origen de esta técnica, regresando
a utilizar los métodos y técnicas tradicionales del tapiz. Los artistas vuelven a confiar sus
diseños a las habilidades de los tejedores.

Hoy en día, el tejido en telar vuelve a figurar dentro del mundo del arte contemporáneo,
cada vez son mas los artistas que se interesan por esta técnica, experimentando y
descubriendo la cantidad de cosas maravillosas que se puede lograr con ella.
Salón de gobelinos en el Palacio de Viana, Córdoba (España)
La dama y el unicornio, tapices flamencos de finales del
siglo XV. Museo de Cluny en Paris.
Gordian Knot
Keith Tyson
2016. 2.40 x 2.40 m. Lana y Algodón. Tejedores: Sue Batten, Chris
Cochius, Pamela Joyce & Milena Paplinska
Australian Tapestry Workshop
Dovecot Tapestry Studio, Escocia, RU
Butterfly, 2014. Alison Watt. Tejedores: Jonathan Cleaver,
David Cochrane, Rudi Richardson, Naomi Robertson, Freya
Sewell. Lana y Algodón. 560 × 420 cm
If Not, Not. 1996-7. R.B. Kitaj. Tejedores: John Brennan, David
Cochrane, Douglas Grierson, Naomi Robertson, Alice Shaw, Harry
Wright, Johnny Wright. Lana y Algodón. 700 × 700 cm

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