Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Notas
sobre los textos y su
contexto
Un poco sobre Juan Rulfo
• Fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52. La reputación de
Rulfo se asienta en dos libros: El Llano en llamas, compuesto de diecisiete relatos y publicado en 1953, y la
novela Pedro Páramo, publicada en 1955. Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos
del siglo XX. En sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía cuya acción se desarrolla
en escenarios rurales y posrevolucionarios de México. Sus personajes representan y reflejan la tipicidad
del lugar con sus grandes problemas socio-culturales enhebradas con un mundo quimérico. La obra de
Rulfo, y sobre todo Pedro Páramo, es el parteaguas de la literatura mexicana que marca el fin de
la novela revolucionaria, lo que permitió las experimentaciones narrativas, como es el caso de la
generación del medio siglo en México o los escritores pertenecientes al boom latinoamericano.
Dulcamaras
• Dicen los de allí que cuando llena la luna, ven de bulto la figura del viento
recorriendo las calles de Luvina, llevando a rastras una cobija negra; pero yo
siempre lo que llegué a ver, cuando había luna en Luvina, fue la imagen del
desconsuelo… siempre.
• Elegí esta cita porque describe como son las calles de Luvina por la noche.
• Dura lo que debe de durar. Es el mandato de Dios -me contestaron-. Malo cuando
deja de hacer aire. Cuando eso sucede, el sol se arrima mucho a Luvina y nos
chupa la sangre y la poca agua que tenemos en el pellejo. El aire hace que el sol
se esté allá arriba. Así es mejor.
• Elegi esta cita porque describe como es el clima en lubina.
Integración de elementos propios
Reflexiones finales.
• El hecho de Luvina es casi general en todo el país; hay pueblos miserables y regiones donde
no hay esperanza de esperanza. De manera que en Luvina tenía ya ciertos antecedentes
para fijar los inicios de Pedro Páramo. Es el cuento que más se identifica o tiene parentesco
con Pedro Páramo, puesto que los hombres no tienen rostro, la gente no tiene cara, las figuras
humanas no se definen. Hay una ambigüedad; yo estaba trabajando con cosas realistas,
aparentemente, pero en realidad eran producto de sueños, de fantasías.
•