2010 El concepto de espacio, considerado fundamental en esta disciplina, especialmente para aquellos autores que lo consideran como el objeto de estudio de la geografía, tiene tres grandes acepciones: espacio topológico, espacio de la percepción y espacio geográfico. Está asociado a la topología, rama de la matemática ligada con el orden, contigüidad y posición relativa de los objetos percibidos por el individuo, El objetivo del estudio del espacio topológico será alcanzar una conceptualización que reproduzca al espacio de manera fiel y exacta, rescatando su heterogeneidad. Esta forma de concepción del espacio ha permitido sustentar a la estructuración de la Teoría de los Grafos, al permitir una aproximación al espacio real mediante configuraciones teóricas que tratan de reconocer irregularidades en los patrones de distribución espacial, en los límites de los espacios y en los de movilidad. Representa la imagen espacial que el hombre se crea de lo que percibe. La definición de este espacio parte del medio real, de donde el individuo obtiene la información que analiza y crea sus imágenes mentales. El uso de este concepto de espacio permitió la creación de la técnica de los mapas mentales, utilizada hoy por gran parte de las disciplinas sociales y del comportamiento. El concepto de espacio geográfico se corresponde con el de producto social, derivado de los efectos de la relación del hombre con su naturaleza. Los geógrafos manejan dos concepciones básicas de este espacio: Los geógrafos descriptivos “exclusivistas” lo entienden como absoluto y los fenómenos a estudiar como únicos; Los geógrafos cuantitativos lo consideran un espacio relativo y las relaciones entre las formas espaciales se hacen fundamentales en estos estudios. La Geografía Social puede ser considerada una rama reciente dentro de la disciplina geográfica, pues el interés explícito por los fenómenos sociales se desarrolló fundamentalmente con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial (JOHNSTON et al, 1987). No obstante, el término no es nuevo, puesto que ya era utilizado en el siglo XIX con un significado equivalente al de Geografía Humana o Geografía Política (CLAVAL, 1987; ORTEGA, 2000). El término fue utilizado en Francia por lo menos desde 1884, siendo usado dos décadas más tarde en varias ocasiones por Brunhes, Demolins y otros integrantes de la escuela sociológica de Le Play (DUNBAR, 1978), que intentaron descubrir los lazos que existen entre la familia, el trabajo y el lugar (CLAVAL, 1987). Muchos de los trabajos iniciales en Geografía Social concernían al estudio de las disparidades en los modos de vida en las diferentes partes del mundo, en especial en las sociedades agrarias y rurales. Los estudios de Geografía Social en este primer período fueron regionales en carácter y consistían más en aspectos descriptivos que en los conocimientos analíticos o teóricos que ofrecían (BUTTIMER, 1968). Los estudios regionales tuvieron una gran vigencia, en Francia, hasta finales de los años 1930, pero fueron evolucionando hacia una especialización en sus temas. Las consecuencias económicas y sociales derivadas de la Segunda Guerra Mundial favorecieron la introducción de nuevos temas de análisis dentro de la Geografía, como la Geografía Electoral, los comportamientos políticos y religiosos o las agrupaciones sociales Durante los años 1950 se abrió paso la idea de que la Geografía Social debía centrarse en conseguir modelos, que permitirían tener una visión general del mundo y comparar diferentes espacios para ver sus similitudes y diferencias (WATSON, 1957). En Francia el tabú del acercamiento a la Sociología también se superó en esa misma fecha (1957), momento en el que M. Sorre publica su trabajo Rencontres de la Géographie et de la Sociologie (CLAVAL, 1987). Comenzaba así a superarse el miedo entre los geógrafos a la absorción por la Sociología. Esta concepción llevó durante el decenio de 1950 a la identificación de la Geografía Social con la Geografía de la Población, porque se equiparaba a esos fenómenos sociales con las características que presentaba la población (ALDREY, 2003).