500.000 Hz hasta el límite entre los ultravioletas de tipo B y C. La alta frecuencia se caracteriza por sus efectos calóricos sobre los tejidos de la materia viva. Tejidos que se convierten en buenos conductores de estas corrientes, dada la baja impedancia presentada. Tanto esta banda de la alta frecuencia como las radiaciones infrarrojas y luz se convierten en las principales herramientas de aporte energético al organismo. Las formas hasta ahora utilizadas, basadas en las distintas frecuencias, que no en otras modalidades, son:
D’Arsonval: 500.000 Hz a 1MHz.
Diatermia: alrededor de 10MHz. Onda Corta: 27MHz. Onda Corta: 40MHz. Ultracorta: 430MHz. Microondas: 900MHz. Microondas: 2.450MHz. (Radarterapia).
La expresión diatermia suele utilizarse como
concepto genérico de termoterapia en profundidad. Los fisioterapeutas hablamos de termoterapia de alta frecuencia o termoterapia profunda refiriéndonos a cualquiera de las frecuencias antes citadas. Una de las características fundamental sobre esta amplia banda de corrientes es su forma de aplicación – mediante electrodos que se colocan a cierta distancia de la piel del paciente – mientras que en las frecuencias baja y media los electrodos se fijan directamente sobre la piel, a excepción de las corrientes D´Arsnoval, que se aplican semidirectamente sobre la superficie corporal, razón por la que están aun más a caballo entre la mediana y la alta frecuencia. Su aplicación se asemeja a una sesión de ultrasonidos. Fueron las corrientes iníciales en la generación de calor tisular. Tuvieron que ser desechadas por sus dificultades al ser aplicadas, pues generaban cierto nivel de agresión en la piel por quemaduras moderadas. En la actualidad se están recuperando por la utilización del aparato denominado regenerador funcional. La vida de mayor utilización en temas de salud es en el campo de la estética.
La frecuencia de utilización se hallaba entre los
500.00 Hz hasta 1Mhz (1.000.000 Hz). En la actualidad se han conseguido eliminar muchos de los problemas que se dieron en el pasado, convirtiéndose en una técnica muy interesante para el uso de la fisioterapia. La frecuencia de utilización se estableció en 10 Mhz. Los electrodos deben tener el mejor contacto posible con la piel del paciente, para evitar sobrecargas en puntos en los que pueda existir un mal contacto, la técnica exige al mismo tiempo una presión firme y que no resulte molesta para el paciente. El calor es generado por los desplazamientos de cargas eléctricas dentro de los tejidos. El calor generado cubre una zona más profunda y amplia que en la D´Arsonovalización. La onda corta es una radiación no ionizante que logra sus efectos debido a que logra un aumento de la temperatura en profundidad y a la intensidad del campo magnético que genera, recibe también otros nombres por los que es reconocida tal como: hipertermia o diatermia. Frecuencia 27 Mhz. Su efecto electrofísico fundamental se basa en la capacitancia o efecto del condensador. Se aplica con placas o bobinas separadas de la piel. El calor es generado por desplazamiento de cargas eléctricas. Se genera más calor en los tejidos de mayor conductividad. La frecuencia es de 432 Mhz. Se aplica con irradiador o antenas direccionadas. El aplicador se mantiene separado de la piel unos centímetros. Se emplea un único electrodo. La energía electromagnética penetra en los tejidos profundos a través de la piel y tejido celular subcutáneo. El calor se genera por la vibración molecular, en lugar de por el desplazamiento de cargas eléctricas internas del organismo. Recibe también el nombre de radioterapia. Su frecuencia es de 2.450 Mhz. Se aplica con un electrodo antena muy direccional. Penetra en los tejidos profundos a través de la piel y tejido celular subcutáneo. La energía calórica generada se consigue por el fenómeno de giro molecular, tomando como referencia la molécula del agua. Dolor isquémico. Contractura muscular. Inflamaciones crónicas. Edemas de poca intensidad. Procesos artrósicos no agudos. Procesos artíticos no agudos. Procesos degenerativos a causa de trofismo insuficiente. Comprobar la sensibilidad térmica del paciente. No aplicar en procesos tumorales No aplicar sobre Sistema Nervioso Central. Tener en cuanta osteosíntesis metálicas cercanas. En la onda corta, aislar y alejar al paciente de materiales conductores y no tocarle durante la sesión. Controlar y valorar los procesos de inflamación y derrames articulares. En mujeres, considerar si están embarazadas o en periodo de menstruación para evitar la aplicación directa o próxima a la zona.