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Psicología Clínica y de la Salud

CARRERA :
PSICOLOGIA HUMANA
CURSO :
Psicología Clínica y de la Salud
DOCENTE :
Mg. Georgi Velarde
Alumnos :
 Leydi Calane Laura
 Orfelina Valdez Gonzales
 Juana Pari Mamani
 Ricardo Ancco Vicente
 Jose Luis Mamani Cutipa
DEFINICIONES

ENFERMEDAD: HEPATITIS

El La palabra hepatitis está formada de las


término enfermedad proviene raíces griegas ἧπαρ (hepar = hígado, el
del latín infirmitas, que significa genitivo ἥπατος=hepatos) e ίτις (itis =
literalmente «falto de firmeza». inflamación). Se refiere a la inflamación del
hígado a causa de una toxina.
La definición de enfermedad según
la organización mundial de la
salud (oms), es la de “alteración o
desviación del estado fisiológico en “hepatitis” significa inflamación del hígado. El
una o varias partes del cuerpo, por hígado es un órgano vital que procesa los
causas en general conocidas, nutrientes, filtra la sangre y combate las
manifestada por síntomas y signos infecciones. Cuando se inflama o se daña, su
característicos, y cuya evolución es funcionamiento puede resultar afectado.
más o menos previsible”.
LA HEPATITIS C
LA HEPATITIS C AGUDA Y CRONICA

La hepatitis c aguda es una


infección de corto plazo por el
Según la organización mundial de la salud, virus de la hepatitis c. Los
el virus de la hepatitis c (vhc) se transmite síntomas pueden durar hasta 6
casi siempre por exposición a sangre meses. A veces, la infección
contaminada, lo cual puede suceder desaparece porque el cuerpo es
mediante transfusiones de sangre y capaz de combatir la infección y
derivados contaminados, inyecciones con deshacerse del virus.
instrumentos contaminados durante
intervenciones médicas y el consumo de
drogas inyectables.

La hepatitis c crónica es una


infección por el virus de la
hepatitis c de duración
prolongada. La hepatitis c crónica
se produce cuando el cuerpo no
La transmisión sexual también puede deshacerse del virus de la
es posible, pero mucho hepatitis c. La mayoría de las
menos común. No hay vacuna infecciones por hepatitis c se
vuelven crónicas.
contra la infección por el vhc.
LA HEPATITIS
A
Según la organización mundial de la salud,
la hepatitis a es una enfermedad hepática
causada por el virus de la hepatitis a (vha).
Éste se transmite principalmente cuando una
persona no infectada (y no vacunada) come
o bebe algo contaminado por heces de una
persona infectada por ese virus. La
enfermedad está estrechamente asociada a
la falta de agua salubre, un saneamiento
deficiente y una mala higiene personal.
LA HEPATITIS B

constituye una causa frecuente de enfermedades hepáticas agudas y


crónicas y es capaz de desarrollar, a través de su integración en el
genoma del hepatocito, un hepatocarcinoma. Su incidencia está
disminuyendo en los últimos años como consecuencia de los
programas de vacunación general de la población, ya que el mayor
número de contagios tiene lugar en edades jóvenes que, actualmente,
es el grupo poblacional más protegido en nuestro país. De cualquier
forma, la infección por el vhb, representa un problema sanitario
importante y obliga a intervenciones terapéuticas para evitar la
progresión de la enfermedad hepática.
SÍNTOMAS DE LA HEPATITIS C
ICTERICIA
La ictericia es probablemente el síntoma más característico de las hepatitis. Damos el
nombre de ictericia a la coloración amarilla de la piel, ojos y mucosas provocada por
la acumulación en la sangre de una sustancia llamada bilirrubina
HECES CLARAS
La presencia de heces claras, casi blancas, es llamada de acolia fecal.
El origen de la acolia fecal es el mismo que el de la ictericia. La bilirrubina es la sustancia responsable
por la coloración marrón de las heces. Si el hígado se encuentra inflamado y funcionando mal, la
bilirrubina que llega hasta él no logra ser metabolizada ni excretada en dirección a las heces, impidiendo
que el bolo fecal tenga su coloración característica.

ORINA OSCURA
La orina oscura es otra señal de la hepatitis que ocurre debido a la acumulación de bilirrubina en la sangre.
El papel de los riñones en nuestro organismo es el de filtrar la sangre, eliminando sustancias innecesarias o
en exceso. Y es exactamente eso lo que hacen los riñones en los pacientes con ictericia: excretan el exceso
de bilirrubina, que por ser un pigmento oscuro, acaba oscureciendo la orina, dejándola con color de coca-
cola o mate.
COMEZÓN DIFUSA EN LA PIEL
La ictericia viene frecuentemente asociada a la comezón, pues la bilirrubina
depositada en la piel causa irritación de las terminaciones nerviosas.
DOLOR ABDOMINAL
La inflamación de la hepatitis aguda puede causar una hinchazón del hígado, provocando dolor
en el mismo. El dolor de la hepatitis está localizado, característicamente, en el cuadrante
superior derecho del abdomen, justo debajo de las costillas, exactamente en la parte donde se
encuentra el hígado. En algunos casos, el hígado puede estar hinchado, pudiendo palparse a
través del examen del abdomen.
FIEBRE
Manifestación común de la hepatitis, pero muy poco específica, es la fiebre. La fiebre de la hepatitis es
típicamente baja y suele estar acompañada de algunos síntomas inespecíficos descritos en el ítem anterior.

INSUFICIENCIA HEPÁTICA AGUDA


Raras veces, el cuadro de hepatitis puede manifestarse como una falencia aguda del hígado, llamada de
hepatitis fulminante. La inflamación es tan intensa que el hígado, un órgano vital, deja de funcionar por
completo, lo cual lleva a un cuadro catastrófico.
Los enfermos con hepatitis fulminante pueden presentar una variedad de complicaciones, como reducción del nivel
de conciencia, coma, edema cerebral, insuficiencia renal aguda, hipoglicemia grave, hemorragias espontáneas y falencia
de múltiples órganos.
Antecedentes
El origen de la hepatitis c es difícil de estimar, ya que no hay muestras
de sangre preservadas que sean de más de 50 años. Sin embargo, debido
a la naturaleza de la evolución de los virus, el virus de la hepatitis c,
seguramente ha existido desde hace cientos de miles de años. Se estima
que los seis diferentes genotipos conocidos de ese virus tuvieron un
ancestro común hace aproximadamente 400 años.

A finales de la segunda guerra mundial se habían definido dos tipos de hepatitis fueron
posteriormente nombradas hepatitis a y hepatitis b, respectivamente. Con el desarrollo de
pruebas serológicas más sensibles, se hizo evidente que habían casos de hepatitis post
transfuncional que no eran causados por el virus de la hepatitis b , y así se describió por
primera vez una nueva enfermedad hepatitica que se denominó hepatitis no-a no-b.
En los años posteriores a la identificación de la enfermedad, una vez se clono el virus de
la hepatitis c, se encontró que este nuevo virus era el mismo denominado virus de la
hepatitis c se encontró que este nuevo virus era el mismo denominado no-a no-b.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

La hepatitis c no siempre requiere tratamiento, porque en algunas personas la


respuesta inmunitaria eliminará la infección espontáneamente y algunas
personas con infección crónica no llegan a presentar daño hepático.
Cuando el tratamiento es necesario, el objetivo es la curación. La tasa de
curación depende de algunos factores tales como la cepa del virus y el tipo de
tratamiento que se dispensa. (OMS, 2016)

El tratamiento de la hepatitis c está cambiando rápidamente. El sofosbuvir, el


daclatasvir y la combinación de sofosbuvir/ledipasvir forman parte de los
tratamientos preferidos en las directrices de la OMS, y pueden lograr tasas de
curación superiores al 95%.
Estos medicamentos son mucho más eficaces y seguros, y mejor tolerados que
los tratamientos antiguos. El tratamiento con antivíricos de acción directa (aad)
puede curar a la mayoría de las personas infectadas por el vhc y es más breve
(normalmente 12 semanas).

La OMS está actualizando sus directrices terapéuticas para incluir los


tratamientos con aad pangenotípicos y simplificar el monitoreo de laboratorio.
Sin embargo, el interferón pegilado y la ribavirina siguen teniendo una
aplicación muy limitada en algunas circunstancias. Aunque los costos de
producción son bajos, los aad antivíricos siguen siendo muy caros en muchos
países de ingresos altos y medianos-altos. Sus precios se han reducido
drásticamente en algunos países (sobre todo de ingresos bajos), gracias a la
introducción de genéricos.
El objetivo del tratamiento para la hepatitis c crónica es la erradicación del
virus. La meta del tratamiento es lograr una respuesta viral sostenida (rvs),
definida como un nivel indetectable de rna vírico a las 24 semanas de acabado
el tratamiento. En pacientes no cirróticos la rvs se asocia a resolución de la
enfermedad hepática.

La finalidad del tratamiento es prevenir las complicaciones de la hepatitis c.


Diversos estudios han demostrado que los pacientes que alcanzan una
respuesta virológica sostenida presentan un mejor pronóstico que los
pacientes no tratados o tratados sin éxito, reduciéndose el riesgo de
desarrollar cirrosis, carcinoma hepatocelular e incluso la mortalidad.

respuesta viral sostenida (rvs),


INTERFERÓN ALFA

Los interferones son proteínas naturales que estimulan el sistema inmunológico


para combatir infecciones y tumores. Existen tres tipos de interferón
normalmente producidos por el cuerpo como respuesta a la infección, de los
cuales el interferón alfa es el de mayor actividad antiviral.
El interferón sintético o “convencional” ha sido la droga más estudiada para el
tratamiento de la hepatitis c crónica. Se administra por medio de inyección
subcutánea tres veces por semana. Hasta ahora, el interferón alfa se ha utilizado
para tratar adultos con vhc durante más de 10 años y es una de las pocas drogas
estudiadas en ensayos clínicos pediátricos
Ribavirina

Ribavirina, un nucleósido análogo, fue una de las primeras drogas que


demostró su eficacia para reducir la capacidad de reproducción de los virus. La
ribavirina es eficaz contra muchos tipos diferentes de virus, especialmente
contra los virus del “arn” tales como el vhc. La forma aerosolizada de la
ribavirina está aprobada por la fda para el tratamiento de neumonía viral grave
en infantes y niños pequeños.

Actualmente existen dos preparados orales de ribavirina autorizados para tratar


la hepatitis c crónica en adultos: copagus® (roche) y rebetol® (schering–
plough).
La ribavirina por sí sola no es eficaz contra el vhc, pero cuando se la combina con
interferón, los índices de erradicación viral son mucho mejores comparados con
aquellos logrados solamente con interferón. A pesar de que se sabe poco acerca
de cómo interactúan estos medicamentos en conjunto, los investigadores
sospechan que directamente detienen la reproducción del virus o que estimulan al
sistema inmunológico para que luche contra el virus.

Combinación de interferón alfa y ribavirina el interferón se administra por


medio de una inyección subcutánea tres veces por semana y la ribavirina
por vía oral diariamente durante un año. Esta combinación antiviral ha sido
estudiada en varios ensayos clínicos pediátricos. Combinación de interferón
pegilado alfa y ribavirina el interferón pegilado alfa se administra por medio
de una inyección semanal con un comprimido diario de ribavirina durante
seis a 12 meses.
RESPUESTA AL TRATAMIENTO
La respuesta al tratamiento se basa en la detección del arn del vhc y se evalúa de la
siguiente manera:

• Respuesta sostenida: el arn del vhc se negativiza durante el tratamiento y permanece


indetectable por lo menos seis meses después de suspender la terapia. Es poco probable que
el arn del vhc reaparezca en la sangre de los pacientes que han logrado una respuesta
sostenida. Se considera que estas personas están curadas.
• Recidiva: los niveles de arn del vhc se negativizan al final del tratamiento pero reaparecen
una vez que se suspende el tratamiento. Rara vez, el arn del vhc reaparece y se positiviza
durante el tratamiento, y esto se denomina respuesta “penetrante”.
• Sin respuesta: el arn del vhc permanece detectable durante el período del tratamiento. Si
los niveles séricos del arn del vhc no disminuyen significativamente entre las primeras 12 a
24 semanas después de comenzar la terapia, son pocas las probabilidades de lograr una
respuesta virológica sostenida.
TERAPIAS COMPLEMENTARIAS Y MEDIDAS ADICIONALES

No existen evidencias suficientes para recomendar la utilización de tratamientos


alternativos o complementarios para los pacientes con hepatitis crónica c.
Esta conclusión se circunscribe tanto a hierbas medicinales como a fármacos. Entre
todos ellos, la amantadina ha sido el fármaco más extensamente evaluado.

Aunque algunos estudios de cohortes han demostrado cierto beneficio con su


administración, éste no ha sido corroborado en ensayos controlados y aleatorios, por lo
que en el momento actual no puede recomendarse la amantadina como un fármaco
eficaz en el tratamiento de la hepatitis c.

Ningún estudio ha demostrado que exista alguna dieta que mejore el pronóstico de la
hepatitis crónica c, de modo que la dieta será libre. No obstante, dado que algunos
pacientes evidencian malnutrición, es importante su identificación y tratamiento
mediante las recomendaciones pertinentes. A la vez, y sin que exista una base científica
suficiente, parece lógico garantizar un aporte vitamínico y de minerales suficiente, por lo
que se suplementará en caso de déficit, como en cualquier otra situación.
La influencia del consumo de alcohol en la progresión de la enfermedad hepática
por el vhc es una evidencia enteramente establecida aunque resulta controvertida
la cantidad mínima diaria capaz de inducir el riesgo de progresión. En este
sentido, se ha postulado que una ingesta superior a 31-50 g/día en el varón y 21-
50 g/día en las mujeres puede agravar la lesión histológica de los pacientes con
hepatitis c. Otros estudios encuentran incluso una relación entre menores
consumos y la progresión de la fibrosis.

Por ello, la abstinencia de alcohol debe ser recomendada a todos los pacientes,
aunque es probable que el consumo esporádico de pequeñas cantidades no
ejerza un efecto perjudicial en pacientes no alcohólicos.

La influencia negativa del tabaco también ha sido postulada y, aunque su


influencia parece menor que la del alcohol, se ha apuntado que fumar más de 15
cigarrillos al día acrecienta el riesgo de progresión. No se dispone de datos sobre
los potenciales beneficios del abandono del tabaco, aunque es posible que pueda
contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes con hepatitis c.
En lo referente al cannabis, varios estudios recientes han demostrado el efecto perjudicial
de su consumo regular, por acelerar la progresión de la fibrosis y aumentar la severidad
de la esteatosis.
Dado que el éxito del tratamiento de la hepatitis crónica c requiere elevados niveles de
cumplimiento y adherencia por parte de los pacientes, es necesario reconocer y cubrir todos
aquellos aspectos negativos que puedan influir de forma directa o indirecta sobre este
cumplimiento.

Se ha demostrado que el grado de motivación es un componente fundamental del


cumplimiento terapéutico por parte del paciente. Diversos factores, entre los que destaca
el nivel de comunicación del paciente con el equipo médico y su accesibilidad a los
profesionales sanitarios, determinan el grado de motivación.

De ahí la relevancia de plantear un enfoque multidisciplinario que incluya personal de


enfermería, farmacéuticos hospitalarios y psicólogos clínicos. La implicación de un equipo
de enfermería especializado, ha demostrado su utilidad en la atención a los pacientes con
hepatitis c en tratamiento antiviral.
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS Y ALTERACIONES PSIQUIÁTRICAS

Los resultados de diferentes estudios sugieren que los pacientes con hc


presentan distintas manifestaciones de problemas y trastornos psicológicos. Los
pacientes con hepatitis C, independiente de su estadío, perciben que padecen
una enfermedad grave (promedio 72 puntos en una escala de 1 a 100)17, tienen
dificultad para aceptarla y adaptarse a las consecuencias a largo plazo y se
sienten discriminados y estigmatizados, lo que los lleva al aislamiento social y
distanciamiento de sus redes sociales de apoyo.

Todos estos factores se han asociado a un deterioro en la percepción de su


calidad de vida, tanto general como relacionada a salud, donde la ambigüedad
e incertidumbre frente al curso de la enfermedad es la clave que relaciona lo
psicosocial con calidad de vida, síntomas depresivos y fatigabilidad.
Los síntomas psicológicos se correlacionan a diversas consecuencias
neuro-conductuales, como una disminución en la velocidad de ejecución
de tareas motoras finas y disminución de la concentración y memoria,
entre otros

Esta última tiene una correlación clínicamente significativa con la presencia de


depresión. Los estudios de prevalencia de trastornos psiquiátricos en pacientes
infectados con el vhc han reportado cifras diversas, donde destaca la depresión mayor.
Esta amplia diversidad se explica por la variabilidad metodológica de los instrumentos
utilizados en la investigación, en criterios de inclusión y en la estrategia de evaluación.
(Canejo, Gonzales, Repetto, & Soza, 2010)
Consecuencias psicologicas de la hepatitis C

• Las personas perciben que tienen una


enfermedad muy grave
• Aislamiento social o rechazo por sus familiares
• Cambios de humor en el proceso de tratamiento
• Incertidumbre con el resultado
• Efectos secundarios de los medicamentos
Intervencion psicologica

Paciente Familia y Cuidadores


• Entender la enfermedad  información sobre las formas de
• Mantener la calidad de vida transmision
 Fortalecimiento afectivo
• Cambios  Manejo del agotamiento y estres
• Afrontar la muerte si es
ccronico
• Problemas de alcohol o
drogas
• Desicion sobre tratamiento
CONCLUSIONES

 Los síntomas evidencian claramente la enfermedad, para prevenir se suele recomendar no


someterse a intervenciones estéticas, no compartir agujas quirúrgicas, mantener la higiene,
potabilizar bien el agua, mantener relaciones sexuales con protección. Lo que evitará el contagio
y fueras consecuencias.
 La hepatitis C tienen un impacto epidemiológico importante en nuestra población y en el mundo,
no solo por la morbilidad y mortalidad que este virus genera si no por los factores de riesgo
desencadenantes de la misma. Las personas que más riesgos tienen de padecerla son aquellas
que consumen drogas, pacientes y trabajadores de área de salud expuestos a sangre o a sus
productos, así como también receptores de trasplantes etc. Se han creado métodos que nos
permitan la plena identificación del virus, pero mientras no se tengan programas de prevención de
esta enfermedad, se seguirá propagando mas esta enfermedad en la población.
 Los síntomas psicológicos que van de la mano con la hepatitis C, son en su mayoría a causa de
que el auto concepto de los pacientes se ve cambiado de manera negativa, conllevando a un
alejamiento de sus redes sociales de apoyo, ya que se perciben como personas indeseables o
rechazadas. Esta consecuencia tiene mayor prevalencia en desencadenar en una depresión
mayor.

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