Você está na página 1de 10

TEMA: ADOLESCENCIA

1. RESEÑA HISTÓRICA
 Aproximaciones al constructo Adolescencia.
1. San Agustín: « amor y lujuria arrastraban mi joven
inmadurez hacia los precipicios de los … deseos nefastos,
dejándome… ahogar en un tiburón de pecado…»

1. Stanley y Hall «tiempo de turbulencia emocional provocada


por estar uno tironeado entre la madurez biológica y la
obligada dependencia.»

2. Sociedades preindustriales: trabajaban al lado de sus padres.

3. El auge de la escolaridad: extiende los periodos de dependencia


hacia los padres y de postergación del trabajo.
2. LA ADOLESCENCIA DESDE EL
PSICOANÁLISIS.
 D. Laurú « Adolesc. No como el fin de la infancia
sino como un pasaje en la estructura del sujeto,
momento lógico pleno de consecuencias para el
porvenir del sujeto que la debe atravesar»

 Tiempo de oscilación y de tambaleo de las


identificaciones infantiles.

 Mecanismos de identificación y duelo.

 J. Rassial «esa afección imaginaria del yo, bajo


efecto del golpe de real que es la pubertad»
3.LA NOCIÓN DE CUERPO EN LA
ADOLESCENCIA
 La completa estructuración de la imagen corporal
se construye a partir de la mirada del Otro
materno. Armado que se cuestiona en la pubertad.

 Con la pubertad el cuerpo que tenía de niño va


desapareciendo, cambia en un cuerpo nuevo que se
recorta.

 Cuando no encuentra una vía de salida posible,


irrumpen puntos de mudez o de recusación, bajo la
forma de síntomas.
4.ACERCA DE LOS PADRES DEL
ADOLESCENTE

 D. Laurú propone ubicar una trilogía en torno a


la función paterna:

1. El padre simbólico: función estructurante,


inscribe al sujeto en una sexualidad dada;
2. El padre real: es una representación del P.
Simbólico, representa el atributo fálico que se
interpone entre la madre y el niño;
3. El padre imaginario: es el P. interdictor, priva
al niño. Prefigura al P. castrador.
 La Metáfora del N-d-Padre: el niño reemplaza el
significante del Deseo Materno por el del Nombre del
Padre, que ante todo es un significante fálico.

 Si la Metáfora no adviene o en su surgimiento fracasa, el


significante primordial N-D-P no reemplaza el
significante DM; cuando la ley del padre no está
integrada con lo que se supone como orden la de
castración, el acceso a lo simbólico es defectuoso.

 El adolescente pasa por una resubjetivación, por una


reactivación de lo pulsional, que lo impulsa a una
refundación de sí mismo y de su deseo, que implica una
apropiación y una subjetivación de su síntoma para no
estar simplemente sometido al de sus padres.

 La pluralidad de manifestaciones psicóticas en la


adolescencia es el efecto lejano de esa fractura inicial
ligada con los avatares de la introducción de la metáfora
del Nombre del Padre.
5.LA POSICIÓN DEL ANALISTA (1).
 La adolescencia es un tiempo difícil, pasaje de
duelos, y no un catálogo de patologías a corregir.

 Deberemos pesquisar esos tiempos lógicos y


específicos para la problemática adolescente.

 La posición ética: leer las manifestaciones


sintomáticas del paciente como expresiones de su
subjetividad y trabajar sobre ellas para no caer en
un entrampado moralizante de suprimir el
síntoma para acomodarlo a lo que espera el Otro
de él.
LA POSICIÓN DEL ANALISTA (2).
 Clarificar la demanda, ver cuál es el pedido si es que
lo hay, de qué sufre. Es difícil iniciar una intervención
si no hay un reconocimiento por parte del sujeto de
algo que lo perturba, de lo que quiera aliviarse.
Sufrimiento, síntoma, angustia que deberá localizarse
en algún punto de falta, “algo” que motorice su
consentimiento a hablar de lo que le pasa y dirigir ese
“algo” al Otro.

 El analista debe examinar esas manifestaciones


(regularidad, ausencias, enfermedades reales o
imaginarias, etc.) en el contexto de la transferencia y
encararlas como síntomas que le son ofrecidos, que se
jugarán en la transferencia. Será su transferencia,
sobre cada analizante, en el caso por caso, condición
necesaria pero no suficiente, para la posible puesta en
marcha de una cura analítica.
6. APTITUDES TRANSFERENCIALES (1)

 La demanda inicial es esencial, nos orienta en la


dirección de la cura. Punto de partida al que,
tarde o temprano, el adolescente volverá, en
particular en los momentos de interrupción del
tratamiento o conclusión del mismo.

 Sobre la demanda: Ciertas marcas pueden hacer


creer al analista que no existe demanda de
análisis, cuando el adolescente se presenta bajo
un aspecto seguro y negativo. El analista debe
reconocer allí la evidencia de una transferencia
particular derivada de una opción simbólica que
evoca una marca de lo fálico o de una posición
metafóricamente paterna.
APTITUDES TRANSFERENCIALES (2)
 Sobre la ambivalencia: es patente, básica, estructural.
El vínculo transferencial tiende a ser negado,
disminuido, dañado, maltratado, también amado.

 El analista:
1. debe dar prueba de cierta flexibilidad que no implica
una adaptación flexible al marco.
2. tiene muchas dificultades para reconocer, tras el velo
de a las resistencias usuales, los signos de un vuelco
transferencial que anuncia el fin de las curas
interrumpidas bruscamente.

 Sobre la neutralidad del analista: debe ser interrogada


cuando ciertos pacientes en lugar de dirigir una
demanda al analista, exigen la presencia de una
adulto.

Você também pode gostar