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Introducción

Los seres humanos nos adaptamos continuamente al medioambiente mediante las conductas y
actividades mentales que desarrollamos

• Percepción: recibimos información del medio y la procesamos para darle significación concreta.
• Memoria: retenemos nuestras experiencias y conocimientos, y somos capaces de evocarlos bajo
ciertas circunstancias.
• Atención: cuando los procesos atencionales se ponen en marcha somos más receptivos a los
sucesos del ambiente y desempeñamos más eficazmente una actividad o tarea aunque exija
esfuerzo.

El medio ambiente es complejo puesto que incluye una gran cantidad de información que debemos
atender y, en ocasiones, nos exige responder a más de una información en forma simultánea.
En la atención En la atención espontánea, la atención está a merced de
voluntaria, la los estímulos cambiantes que la impresionan.
dirección de la
Hay ciertas características de los estímulos que atraen
atención es
con más facilidad la atención; entre éstas, la mayor
gobernada intensidad, la repetición, la desaparición del estímulo, la
activamente por el novedad, la variedad y la rareza de éste.
sujeto, que
voluntariamente
dirige la atención.

Cuando la atención permanece orientada en forma


persistente hacia una situación determinada se está
llevando a cabo la función de concentración.
La atención es un factor muy importante para que la
información llegue hasta el cerebro y, posteriormente,
quede retenida.

La atención es selectiva, y no se puede prolongar


indefinidamente.

Es preferible mantenerla en un plazo corto de tiempo y


volver sobre ella tras un período de descanso.
BALLESTEROS (2000): Proceso por el cual podemos dirigir
nuestros recursos mentales sobre algunos aspectos del medio,
los más relevantes, o bien sobre la ejecución de determinadas
acciones que consideramos más adecuadas entre las posibles.
Hace referencia al estado de observación y de alerta que nos
permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno.

TUDELA (1992): Mecanismo central de capacidad limitada


cuya función primordial es controlar y orientar la actividad
consciente del organismo conforme a un objetivo determinado.
• Dedicar al sueño un número de horas suficientes, según la edad y sus necesidades particulares
(8horas).

• Cuidar la respiración : algo que suele pasar desapercibido, pero que es muy necesario para que el
oxígeno llegue a la sangre con facilidad, contribuyendo así a disminuir el cansancio.

• Una alimentación equilibrada y completa

• No realizar tareas de estudio después de una comida abundante

• Entre tarea y tarea, un tiempo de relajación y/o descarga.


Verduras y frutas. Son fuente de vitaminas, minerales y fibra que ayudan al
buen funcionamiento del cuerpo humano, permitiendo un adecuado
crecimiento, desarrollo y
estado de salud.

Cereales y tubérculos. Son fuente principal de la energía que el organismo


utiliza para realizar sus actividades diarias, como: correr, trabajar, jugar,
estudiar, bailar, etc., también son fuente importante de fibra cuando se
consumen enteros.

Leguminosas y alimentos de origen animal. Proporcionan principalmente


proteínas que son necesarias para el crecimiento y desarrollo de los niños,
para la formación y reparación de tejidos.
• Completa. Que incluyas por lo menos un alimento de cada grupo en
cada desayuno, comida y cena.
• Equilibrada. Que los nutrimentos guarden las proporciones, entre sí
al integrar en el desayuno, comida y cena alimentos de los tres
grupos.
• Suficiente. Para cubrir las necesidades nutricionales de cada persona
de acuerdo a edad, sexo, estatura, actividad física o estado
fisiológico.
• Variada. Que incluya diferentes alimentos de los tres grupos en cada
tiempo de comida.
• Higiénica. Que se preparen, sirvan y consuman con limpieza.
La lista que presentamos se compone de alimentos que tienen suficientes nutrientes y fibra para saciar el apetito y, por otro lado, son ricos
en ácidos grasos, los cuales favorecen las conexiones en el cerebro.

1. Aguacate
El aguacate es rico en grasas monoinsaturadas, cuyo beneficio se da tanto en el cerebro (mejorando la comunicación neuronal) como en el
corazón (limpiando las arterias y, por lo mismo, mejorando la circulación sanguínea al cerebro).

2. Yogur
Uno de los alimentos lácteos más populares, el yogur posee un aminoácido conocido como “tirosina”, responsable de la producción de
neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, imprescindibles para el sentido de alerta y la memoria.

3. Plátano
Los altos niveles de potasio, magnesio, vitamina C y fibra hacen del plátano un alimento inmejorable para la salud cerebral, pues todos
esos elemento son conocidos por su efecto en la memoria. Asimismo, la vitamina B6, también presente en dicho fruto, ayuda en la
producción natural de serotonina, norepinefrina y dopamina, neurotransmisores relacionadados con la concentración.

4. Té
Además de la cafeína (presente en otros alimentos como el chocolate y el café), el té posee un aminoácido propio, la L-theanina, que
mejora el sentido de alerta, el tiempo de reacción y la memoria.
5. Verduras de hoja verde
Verduras como la espinaca, la arrúgala, las acelgas y otras similares,
caracterizadas por la intensa coloración verde de sus hojas, tienen una rica
combinación de antioxidantes y vitaminas C, E y A que según algunas
investigaciones evita el decaimiento de la atención mental.

6. Huevo
El huevo posee aminoácidos esenciales para el cerebro que, sin embargo, nuestro
cuerpo no puede producir naturalmente. En especial su yema es especialmente
nutritiva para este órgano, por la colina y luteína que favorecen la memoria, el
pensamiento y otras funciones cognitivas.

7. Salmón
El salmón es conocido por su alta concentración de omega-3, ácidos grasos que
fortalecen las conexiones neuronales. Asimismo, otras grasas benéficas de este
pescado previenen enfermedades como la demencia y las embolias.

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