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CARDÍACO
(ACLS)
SERVICIO DE ANESTESIOLÓGICO
MR1 KEVIN VALDIVIA VELARDE
I. INTRODUCCIÓN:
Tendrá que
reconocer los
siguientes ritmos:
Frecuencia: muy
rápida o muy
lenta
Amplitud de los
complejos QRS:
ancho versus
estrecho
III. ABORDAJE MULTISISTÉMICO A LOS
CUIDADOS POSPARO CARDÍACO
- Si el paciente está hipotenso (PAS inferior a 90 mm Hg), se pueden administrar bolos de líquido.
- Si el MET está indicado, el uso de líquidos fríos puede resultar útil para la inducción inicial de la
hipotermia.
- Si el estado de volumen del paciente es adecuado, se pueden iniciar y ajustar infusiones de agentes
vasoactivos para lograr una PAS mínima de 90 mm Hg o superior, o bien una presión arterial media de
65 mm Hg o superior (cerebro).
IV. CUIDADOS POSPARO CARDÍACO
Este debería ser el plazo más temprano para pronosticar una evolución
neurológica desfavorable en pacientes que no hayan recibido tratamiento
de MET.
En este caso se describe la evaluación y el tratamiento de un paciente que ha tenido un paro cardíaco y ha sido
reanimado usando la evaluación de SVB/BLS y de SVCA/ACLS. Durante la comprobación del ritmo en la
evaluación de SVCA/ACLS, el ritmo del paciente era organizado y se detectaba pulso (Paso 12, algoritmo de paro
cardíaco [Figura 31]). El líder del equipo coordinará los esfuerzos del equipo de atención posparo cardíaco en la
realización de los pasos del algoritmo de atención posparo cardíaco.
OPTIMIZAR LA VENTILACIÓN Y OXIGENACIÓN
El Paso 2 le ofrece guías para asegurar una vía aérea adecuada y proporcionar soporte respiratorio
inmediatamente después del RCE. Un paciente inconsciente o que no responde requerirá un dispositivo avanzado
para la vía aérea para la ventilación mecánica asistida.
Utilice la capnografía para confirmar y monitorizar la correcta colocación del tubo ET (Figuras 46 y 47).
Use la menor concentración de oxígeno inspirado para mantener la saturación de oxihemoglobina arterial ≥ 94%. Cuando
no es posibleajustar el oxígeno inspirado (como en la atención extrahospitalaria), es razonable utilizar empíricamente
oxígeno al 100% hasta que el paciente llega al servicio de urgencias.
Evite una ventilación excesiva del paciente (no ventile muy rápido o demasiado). Los profesionales pueden comenzar a
administrar ventilaciones a razón de 10 por minuto y ajustar para lograr una PETCO2 de 35 a 40 mm Hg o una PaCO2 de
40 a 45 mm Hg.
OPTIMIZAR LA VENTILACIÓN Y OXIGENACIÓN
El Paso 3 le ofrece guías para tratar la hipotensión cuando la PAS es < 90 mm Hg. Los proveedores deben obtener un
acceso IV si aún no se ha establecido. Verifique la permeabilidad de las vías IV. Debe continuarse la monitorización ECG
tras el RCE y durante la atención en la UCI hasta que se considere clínicamente innecesario. En esta etapa, considere
tratar cualquier causa reversible que pudiera haber precipitado el paro cardíaco, pero siga persistiendo tras el RCE.
Cuando se haya establecido una vía IV, trate la hipotensión de la forma siguiente:
Bolo IV: 1-2 l de solución salina normal o Ringer lactato.
Adrenalina: 0,1-0,5 mcg/kg por minuto (en adultos de 70 kg: 7-35 mcg por minuto) infusión IV titulada hasta alcanzar una PAS
mínima > 90 mm Hg o una presión arterial media > 65 mm Hg.
Noradrenalina: 0,1-0,5 mcg/kg por minuto (en adultos de 70 kg: 7-35 mcg por minuto) infusión IV titulada hasta alcanzar una PAS
mínima > 90 mm Hg o una presión arterial media > 65 mm Hg.
Dopamina: infusión IV de 5-10 mcg/kg por minuto titulada hasta alcanzar una PAS mínima > 90 mm Hg o una presión arterial
media > 65 mm Hg. La noradrenalina (levarterenol) es un potente agente vasoconstrictor e inotrópico natural. Puede ser eficaz
para el tratamiento de pacientes con hipotensión grave (p. ej., PAS < 70 mm Hg) y una resistencia periférica total baja que no
responde a fármacos adrenérgicos menos potentes como la dopamina, feniladrenalina o metoxamina.
La adrenalina puede usarse en pacientes que no están en paro cardíaco, pero que requieren soporte inotrópico o vasopresor.
El clorhidrato de dopamina es un agente similar a la catecolamina y un precursor químico de la noradrenalina que estimula al
corazón a través de los receptores alfa- y beta-adrenérgicos.
SE PRESENTA IMEST O SOSPECHA FUNDADA DE IAM
Tanto el personal médico hospitalario como extrahospitalario deberá obtener un ECG de 12 derivaciones lo
antes posible tras el RCE para identificar a aquellos pacientes con un IMEST o una sospecha fundada de IAM. Una
vez identificados estos pacientes, el personal del hospital debería intentar la reperfusión coronaria (Paso 5).
El personal del SEM deberá trasladar a estos pacientes a un centro que proporcione esta terapia de forma fiable
(Paso 5).
REPERFUSIÓN CORONARIA
Se debería iniciar un tratamiento agresivo del IMEST, que incluya reperfusión coronaria con ICP, si éste se detecta
después del RCE, independientemente del coma o del MET. En caso de IMEST extrahospitalario, proporcione una
notificación anticipada a los centros receptores.
SEGUIMIENTO DE INSTRUCCIONES
El Paso 4 le ofrece guías para examinar la capacidad del paciente para seguir instrucciones verbales.
Si el paciente no responde a las instrucciones, el equipo de reanimación debería considerar la implementación del
MET (Paso 7). Si el paciente es capaz de seguir instrucciones verbales, continúe en el Paso 8.
MANEJO ESPECÍFICO DE LA TEMPERATURA
Para proteger el cerebro y otros órganos, el equipo de reanimación deberá iniciar el MET en los pacientes que
permanezcan comatosos (ausencia de respuesta significativa a instrucciones verbales) con RCE tras un paro
cardíaco.
Para el MET, los profesionales de la salud deberían seleccionar y mantener una temperatura objetivo constante
comprendida entre 32 °C y 36 °C durante al menos 24 horas. Aunque se desconoce el método óptimo para alcanzar la
temperatura objetivo, cualquier combinación de infusión rápida de líquido isotónico enfriado con hielo que no contenga
glucosa (30 ml/kg), catéteres endovasculares, dispositivos superficiales de enfriamiento o intervenciones superficiales
sencillas (p. ej., bolsas de hielo) parecen seguras y eficaces.
Las características específicas del paciente pueden propiciar la selección de una temperatura sobre el MET. Se podría
optar por temperaturas más elevadas en pacientes para quienes las temperaturas bajas entrañan algún tipo de riesgo (p.
ej., de hemorragia) y viceversa en el caso de pacientes con características clínicas que empeoran con las temperaturas
altas (p. ej., convulsiones, edema cerebral). Cabe mencionar que no existen prácticamente pacientes para quienes esté
contraindicado un control de temperatura en un intervalo de entre 32 °C y 36 °C. Así pues, todos los pacientes que
reciban cuidados intensivos continuos son aptos.
CUIDADOS INTENSIVOS AVANZADOS
Tras las intervenciones de reperfusión coronaria o en los casos en que el paciente en la fase posterior a un paro
cardíaco no tenga indicios o sospechas en el ECG de IM, el equipo médico trasladará al paciente a una UCI.
TERAPIA DE MANTENIMIENTO POSPARO CARDÍACO
No hay datos que corroboren la administración profiláctica continuada de medicación antiarrítmica una vez que el
paciente consiga el RCE.
BIBLIOGRAFÍA
ACLS 2015