DECRETO APOSTOLICAM

ACTUOSITATEM
Sobre el apostolado de los seglares
 ESTRUCTURA

• Introducción
• Capítulo I: vocación de los seglares al apostolado
• Capítulo ii: fines que hay que lograr
• Capítulo iii: los diverso campos del apostolado
• Capítulo iv: diferentes formas de apostolado
• Capítulo v: orden que hay que observar
• Capítulo vi: formación para el apostolado
 INTRODUCCIÓN

• El apostolado de los seglares se ha hecho hoy día mas necesario, sobre todo a
causa de la autonomía acrecentada de muchos sectores de la vida humana,
la cual ha traído consigo a veces una cierta separación del orden ético y
religioso. Este apostolado, en todos los tiempos necesario, reviste hoy caracteres
de urgencia por la escasez del clero, que a veces se ve impedido en el
ejercicio de su propio ministerio.
 CAPÍTULO I: VOCACIÓN DE LOS
SEGLARES AL APOSTOLADO
• La vocación cristiana es vocación al apostolado, el cual la Iglesia ejercita por
medio de todos sus miembros. Es en el mundo en donde los seglares están llamados
a ejercitar su apostolado.
• El derecho y el deber del seglar al apostolado proceden de su unión con Cristo y de
los dones particulares que el Espíritu Santo distribuye a cada uno como quiere.
• En unión con Cristo, los seglares desarrollan su espiritualidad, sirviéndose de ayudas
espirituales comunes a todos los fieles, particularmente en la liturgia, y ejercitando la
fe, la esperanza y la caridad, que las capacita para perfeccionarse en el espíritu de
las bienaventuranzas. Esta espiritualidad propia de los seglares debe además
caracterizarse por e estado de matrimonio, de familia, de soltería, de profesión, en
que cada uno vive, y debe tener muy en cuenta la competencia personal, el
sentido cívico y las virtudes sociales. Los seglares tienen el modelo de su apostolado
en la Virgen María, que en la vida común alimentaba la unión con su Hijo.
 CAPÍTULO II: FINES QUE HAY QUE
LOGRAR
• La obra de la redención, aunque tiene como fin la salvación de los hombres, abarca también el orden
temporal el cual será recapitulado por Cristo en una nueva creación. Los seglares ejercitan su apostolado
en la Iglesia y en el mundo, dejándose guiar siempre en los dos ordenes por su consciencia cristiana.
• El apostolado de la Iglesia y de todos sus miembros esta dirigido ante todo a manifestar el mensaje de Cristo
y a comunicar su gracia: misión particular del clero, en la que también los seglares tienen un papel de gran
importancia.
• Pero la función especifica del seglar se halla en la instauración del orden temporal.
 Todas las realidades de la vida tienen un valor propio y una propia bondad, la cual recibe una dignidad especial por
su relación con la persona humana. Este destino lejos de privar al orden temporal de su autonomía, lo perfecciona.
 En el curso de la historia, el uso de los viene temporales se ha visto viciado por graves errores, e incluso hoy no pocos
ponen excesiva confianza en el progreso y se inclinan hacia una idolatría de las cosas temporales.
 Misión de los pastores es predicar los principios y dar los medios de la gracia para el uso recto de las cosas. Misión de
los seglares es obrar directamente en el orden temporal, haciendo que, dentro del respeto de sus leyes propias, se
ajuste a los principios superiores de la vida cristiana.

• El distintivo de la Iglesia es la Caridad.

 CAPÍTULO III: LOS DIVERSOS CAMPOS
DEL APOSTOLADO
• Los seglares ejercitan su apostolado en la Iglesia, en la familia, entre los jóvenes, en el ámbito social, en el orden
internacional. Es de suma importancia que también las mujeres, cuya inserción en la vida social se hace cada vez
mas activa, participen en todos los sectores del apostolado de la Iglesia.
• Participe el seglar en la vida y en la acción de la Iglesia, y sobre todo en la vida parroquial, y dilate su acción
desde esta a la vida diocesana, nacional e internacional, haciendo propio también el afán misionero.
• La familia es el origen y fundamento de la sociedad. Los padres han de ser los primeros educadores. Apostolado
especifico de los esposo. Como cumplirá la familia su misión vitalizadora de la sociedad. Asociaciones familiares.
• La creciente importancia que están asumiendo los jóvenes exige de ellos un adecuado esfuerzo apostólico.
Procuren los adultos establecer coloquios con los jóvenes, dándoles ejemplo de apostolado, y procuren los jóvenes
comprender y respetar a los ancianos.
• El apostolado en el medio social es tarea propia del seglar, el cual la cumplirá
 Con la concordancia de su vida con los principios de la fe
 Con la cridad fraterna, que le hace participar en la situación, trabajo y aspiraciones de sus hermanos.
 Con la consciencia clara de la parte que le toca en la edificación del orden social.
 CAPÍTULO IV: LAS DIFERENTES FORMAS
DEL APOSTOLADO
• Los seglares pueden ejercitar el apostolado, tanto individual como colectivamente, en comunidades o
asociaciones.
• Todos los seglares están llamados al apostolado personal, entre cuyas formas hay que recordar el testimonio
de vida, la palabra, el esfuerzo por colaborar con Dios en la edificación del orden temporal.
• Este apostolado personal es particularmente importante allí donde la libertad de la Iglesia se ve gravemente
impedida o donde los católicos son pocos o viven dispersos.
• De gran importancia es también el apostolado asociado, tanto en las comunidades de la Iglesia como con
los diversos ambientes, en los cuales aquel es el único que puede alcanzar plenamente todas las finalidades
del apostolado moderno.
• Múltiples son las formas del apostolado asociado. Entre estas deben señalarse aquellas que refuerzan una
mas intima unidad entre la fe y la vida y también las organizaciones internacionales.
• El concilio recomienda las formas de asociación denominadas en general Acción Católica
 CAPÍTULO V: ORDEN QUE HAY QUE
OBSERVAR
• Las diferentes formas del apostolado, tanto asociado como individual, tienen que ser adecuadamente
coordinadas, evitándose dañosas emulaciones y favoreciendo la estima mutua de todas aquellas.
• El apostolado de los seglares admite varias formas de relación con la Jerarquía, según las maneras y el
objeto del propio apostolado, hay formas creadas por la libre voluntad de los fieles y que pueden en
algunas circunstancias cumplir mejor la misión.
• Preste el clero mucha atención a los seglares y al trabajo apostólico de estos: especialmente los sacerdotes
delegados para cuidar del apostolado seglar, dedíquese a ello con todo cuidado. También los religiosos y
las religiosas han de estimar en mucho las obras apostólicas de los seglares.
• Dentro de lo posible, créense en las diócesis organismos en los que colabore el clero, religiosos y seglares.
Tales organismos han de establecerse también a nivel parroquial, interparroquial, nacional e internacional.
• El común patrimonio evangélico recomienda, y con frecuencia exige, la colaboración con los cristianos no
católicos. Y en el común patrimonio de los valores humanos exige no rara vez incluso la cooperación con los
no creyentes que reconocen tales valores . En esta cooperación den los seglares testimonio de Cristo y de la
unidad de la familia humana.
 CAPÍTULO VI: FORMACIÓN PARA EL
APOSTOLADO
• El apostolado necesita de una formación especifica. La exigen las circunstancias en que su misión se
desarrolla.
• El seglar debe poseer una formación humana completa, según su carácter y las condiciones de cada uno.
Además de la formación moral y doctrinal, es necesario formar también para la convivencia y el dialogo y
para la firmeza de juicio, teniendo siempre en cuenta la integridad de la persona humana.
• La formación para el apostolado debe comenzar desde la infancia, en el seno de la familia, y ha de
proseguirse después durante toda su vida. Acójase a los niños en la comunidad parroquial, de forma que
adquieran consciencia de ser miembros del Pueblo de Dios. De igual modo, los educadores y las
asociaciones dedíquense a alimentar el espíritu apostólico.
• Las diversas formas de apostolado exigen también una particular formación:
 Doctrina católica
 Significado y valor de los bienes temporales
 Doctrina moral y social de la Iglesia
 A las obras de caridad, desde que es un niño.
• Además de las publicaciones, reuniones, congresos, centros de estudio que ofrecen ayudas eficaces para
la formación apostólica, el Concilio desea que se creen centros de documentación y de estudios.