Você está na página 1de 22

CONTENIDO ÉTICO- JURÍDICO DEL

CONTRATO DE TRABAJO Y SU
RELACIÓN CON LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES
INTRODUCCIÓN
 Históricamente reconocemos tres etapas en la
evolución del Derecho del Trabajo, que
devienen desde el obrero proletario al
trabajador asalariado de las primeras leyes
laborales, y del asalariado al trabajador
organizado sindicalmente de mediados del
siglo pasado, para llegar progresivamente a la
recepción del trabajador como ciudadano.
 De esta forma el derecho del Trabajo cumple
una doble función. En un primer término, ha
servido de soporte al modelo económico
capitalista, regulando las leyes del mercado y
de la libre competencia, y por otro lado, ha
prestado importantes servicios al modelo
democrático, creando de manera progresiva
instancias de protección y de participación para
los trabajadores, posicionados como la parte
más débil de la relación laboral.
 Esta evolución concluye definitivamente con la
constitucionalización del derecho laboral,
dándose reconocimiento del trabajador como
ciudadano y sus derechos fundamentales en el
ámbito de la relación laboral, transformándose
en un componente estructural que trasciende
la relación laboral y como una de las
reflexiones culturales más importantes del
derecho del Trabajo de nuestro tiempo.
CONCEPTO DE DERECHOS
FUNDAMENTALES
 los derechos fundamentales son aquellos
derechos, libertades e igualdades o
inviolabilidades que, desde la concepción,
fluyen de la dignidad humana y que son
intrínsecos de la naturaleza singularísima
del titular de esa dignidad. Tales atributos,
facultades o derechos públicos subjetivos son
y deben ser siempre, reconocidos por el
ordenamiento jurídico, permitiendo al titular
exigir su cumplimiento con los deberes
correlativos.
DERECHOS FUNDAMENTALES INVOCABLES
EN LA RELACIÓN LABORAL

 La invocación de derechos fundamentales en la


esfera contractual del Derecho del Trabajo se
sitúa en la hipótesis más general de invocación de
derechos fundamentales entre particulares. El
profesor Luis Ugarte Cataldo manifiesta que el
Derecho del Trabajo cumple diversas funciones,
preocupándose de modo simultáneo de la
protección de los derechos de los trabajadores en
diversos planos:
 1. Los derechos laborales propiamente tales,
como salarios mínimos, jornada de trabajo,
indemnizaciones por término de contrato, entre
otros, se atribuyen al trabajador como
contratante débil, que ha permitido asegurar un
mínimo socialmente aceptable para los
trabajadores.
 2. Los derechos fundamentales específicos, como
libertad sindical, derecho a la negociación
colectiva y a huelga; atribuidos al trabajador
como miembro de una organización de
representación de intereses, han permitido al
derecho del trabajo intentar democratizar la
dirección económica y política de las empresas y
de algún modo de la propia sociedad.
 Estos derechos también han sido definidos como
aquellos reconocidos a los sujetos del derecho
del trabajo, considerado éste tanto en el plano
individual y colectivo como protección del
trabajo, protección de la salud, negociación
colectiva, huelga, libertad sindical, entre otros.
 3. Los derechos fundamentales inespecíficos
definidos por el profesor Luis Ugarte, como
aquellos atribuidos al trabajador en su calidad
de ciudadano, que han concedido al Derecho del
Trabajo la posibilidad de garantizar al interior
de las empresas un trato digno y acorde con un
miembro de una sociedad democrática.
PODER DE DIRECCIÓN DEL EMPRESARIO
 La relación laboral nos sitúa en la necesidad de
optar entre dos derechos constitucionalmente
protegidos que se encuentran en permanente
tensión; por un lado, el “poder de dirección del
empleador’’, reconocido y amparado en nuestra
Constitución bajo el alero del derecho de
propiedad y la libertad de empresa ; y el ejercicio
de los derechos fundamentales de la persona del
trabajador, esto es, “la ciudadanía en la
empresa’’, también reconocida y amparada por la
Carta Fundamental y otros textos legales.
 Cuando el trabajador suscribe el contrato de
trabajo con el empleador hace uso de su
libertad, responsabilidad y acepta someterse a
las reglas de organización de la empresa
dictadas por éste último, sometiendo así su
libertad al poder de aquél. Así, queda abierta
la cuestión de cómo se han de hacer valer en el
seno de la organización productiva los
derechos fundamentales que, como todos los
ciudadanos, tienen reconocidos los
trabajadores.
MECANISMOS DE CONTROL DE LOS
TRABAJADORES

 Una de las disposiciones más importantes en


el ámbito del reconocimiento de los derechos
fundamentales corresponde al inciso final del
artículo 154 del Código del Trabajo que señala
ciertos requisitos en las medidas de control
por parte del empleador, y que se refiere en
términos amplios a cualquier forma de control
implementada por la empresa.
 El nuevo inciso final de la norma citada
dispone que en general toda medida de
control sólo podrá efectuarse por medios
idóneos y concordantes con la naturaleza de
la relación laboral y, en todo caso, su
aplicación deberá ser general, garantizándose
la impersonalidad de la medida, para
respetar la dignidad del trabajador.
 Esta disposición no hace, sino, recoger a
nivel legal, los criterios ya recogidos por la
jurisprudencia consolidada de la Dirección
del Trabajo, que dicen relación con su
obligatoria incorporación a los reglamentos
internos, su carácter netamente laboral y su
realización de modo general y no selectivo.
EL CONTENIDO ÉTICO JURÍDICO Y LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES

 En Chile, tal como en toda la tradición


jurídica laboral continental, se ha sostenido
que uno de los efectos fundamentales de la
celebración de un contrato de trabajo
corresponde a un conjunto de deberes
denominados ético jurídicos, los que serían
una muestra del humanismo que debe
presidir las relaciones laborales.
 integran el contenido ético-jurídico del contrato
de trabajo: i) el deber de respeto a la persona y
dignidad del trabajador, .ii) el deber general de
protección del empleador, iii) el deber de higiene
y seguridad, iv) el deber de previsión, v) el deber
de ocupación efectiva y adecuada, vi) el deber de
capacitación y educación, vii) el deber de
diligencia y colaboración del trabajador, viii) el
deber de fidelidad, ix) el deber de lealtad y x) el
secreto profesional.
 Al respecto, la doctrina nacional no ha
hecho mayor esfuerzo por precisar
conceptualmente el contenido de estos
deberes, donde destacarían el deber de
fidelidad y el deber de lealtad. Tampoco lo
ha hecho la jurisprudencia judicial que los
ha supuesto derivados inherentemente de
la subordinación
DERECHOS FUNDAMENTALES LABORALES
EN CHILE
 En nuestro ordenamiento jurídico, la Constitución
Política de 1980, establece diversas garantías
específicas en materia laboral, como la libertad de
trabajo y su protección o la libertad sindical (derecho
de sindicación, negociación y autonomía colectiva), así
como un catálogo de otros derechos fundamentales
que no son propiamente laborales y que se vinculan a
la calidad de ser humano del trabajador, como la
integridad física y psíquica de la persona, el respeto y
la protección a la vida privada y pública y a la honra
de la persona y su familia, la inviolabilidad de toda
forma de comunicación privada, la libertad de
conciencia, la manifestación de todas las creencias y
el ejercicio libre de los cultos y la libertad de emitir
opinión e informar sin censura previa
 nuestro país ha ratificado numerosos tratados
internacionales sobre derechos humanos que
contemplan derechos laborales específicos e
inespecíficos (entre otros, el Pacto de San José de
Costa Rica y los Convenios 87, 98, 131 y 151 de la
OIT) y el artículo 5° de la Constitución Política
dispone que “el ejercicio de la soberanía reconoce
como límite al respeto de los derechos esenciales
que emanan de la naturaleza humana. Es deber
de los órganos del Estado respetar y promover
tales derechos, garantizados por esta
Constitución, así como por los Tratados
internacionales ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes”
 De este modo, los Tratados Internacionales
también se configuran como límites a las
facultades de dirección del empleador, lo que
refuerza la vigencia de estos derechos en nuestro
ordenamiento.
PROCESO DE TUTELA DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES
 El proceso de tutela de derechos fundamentales de los
trabajadores es un procedimiento especial previsto
actualmente en los artículos 485 y ss. del Código del
Trabajo, incorporado por la Ley N° 20.087. Este
procedimiento, como se sabe, implicó la incorporación
efectiva de la protección judicial, en sede laboral, de los
denominados "derechos fundamentales inespecíficos" de los
trabajadores, estableciéndose como un mecanismo de
resguardo especial y privilegiado de amparo de sus
derechos frente a las facultades del empleador. De esta
manera, y sin perjuicio del procedimiento previsto en el
artículo 20 de la Constitución Política de la República
(Recurso de Protección) –pero estableciéndose una
incompatibilidad con éste, en ciertos casos–, el Código del
Trabajo configura su propio procedimiento de competencia
del juez laboral, y en el que el trabajador puede demandar
la protección de ciertos derechos fundamentales, además de
incoar otras acciones judiciales complementarias.
 este mismo procedimiento se aplicará, según indica el
mismo artículo 485, inciso 2°, en los casos que el trabajador
sea objeto de actos discriminatorios a que se refiere el
artículo 2° del Código del Trabajo, es decir, fundadas en
cuestiones de raza, color, sexo, edad, estado civil,
sindicación, religión, opinión política, nacionalidad,
ascendencia nacional u origen social. En este caso el
legislador, aparentemente, configuró con mayor precisión el
mismo derecho constitucional a la igualdad ante la ley
establecido en el artículo 19 N° 2 de la Constitución Política
de la República, en términos prohibitivos para los
empleadores, estableciendo una interdicción de
discriminación de los trabajadores , ya que ello afectaría la
igualdad de oportunidades o de trato en el empleo u
ocupación.
DERECHO FUNDAMENTAL O GARANTÍA DE
INDEMNIDAD

 Sin perjuicio de lo anterior, la regulación laboral


en análisis da un paso más: amplía o extiende el
procedimiento de tutela de los derechos
fundamentales de los trabajadores a los casos de
represalias del empleador derivadas de una
fiscalización realizada por la Dirección del
Trabajo o del ejercicio de acciones judiciales por
parte de aquellos (artículo 485 inciso 3° del
Código del Trabajo), y la censura y sanción de las
prácticas antisindicales o desleales (artículo 292
del Código del Trabajo).

Você também pode gostar