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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
I.- Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos
humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por esta
Constitución, así como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano
sea parte;..”
“…Artículo 1o. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se
suscite:
I. Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen los derechos
humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como por los tratados internacionales de
los que el Estado Mexicano sea parte;…”
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
“…Art. 1º. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia
que se suscite:...
“…Artículo 1o. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se
suscite:
II. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad federal que vulneren
o restrinjan la soberanía de los Estados o la esfera de competencias del Distrito
Federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las
garantías otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; y
III. Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades de los Estados o
del Distrito Federal, que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal,
siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías
otorgadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u omisiones por
parte de los poderes públicos o de particulares en los casos señalados en la presente
Ley…”
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Por su parte la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal, en lo que nos interesa:
…III. Del recurso de revisión contra sentencias que en amparo directo pronuncien los
tribunales colegiados de circuito, cuando habiéndose impugnado la
inconstitucionalidad de una ley federal, local, del Distrito Federal o de un tratado
internacional, o cuando en los conceptos de violación se haya planteado la
interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, dichas sentencias decidan u omitan decidir sobre tales materias,
debiendo limitarse en estos casos la materia del recurso a la decisión de las
cuestiones propiamente constitucionales;…”
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
…III. Del recurso de revisión contra sentencias que en amparo directo pronuncien los
tribunales colegiados de circuito:
SUPREMACÍA DE LA
CONSTITUCIÓN.
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
«…Sobre la
Constitución nada,
bajo la Constitución
todo...»
José María Iglesias.
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Época: Décima Época. Registro: 2002065. Instancia: SEGUNDA SALA. Tipo Tesis: Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta. Localización: Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 3. Materia(s): Constitucional. Tesis: 2a. LXXV/2012 (10a.). Pag. 2038. [TA]; 10a.
Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 3; Pág. 2038
SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL. LA REFORMA AL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DE 10 DE JUNIO DE 2011, RESPETA ESTE
PRINCIPIO. La reforma al artículo 1o. de la Carta Magna, publicada el 10 de junio de 2011,
en modo alguno contraviene el principio de supremacía constitucional consagrado desde
1917 en el artículo 133 del propio ordenamiento, que no ha sufrido reforma desde el 18 de
enero de 1934, y en cuyo texto sigue determinando que "Esta Constitución, las leyes del
Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la
misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del
Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión", lo cual implica que las leyes y los tratados
internacionales se encuentran en un plano jerárquicamente inferior al de la Constitución,
pues en el caso de las leyes claramente se establece que "de ella emanan" y en el de los
tratados "que estén de acuerdo con la misma". Por otra parte, la reforma de 2011 no
modificó los artículos 103, 105 y 107 constitucionales, en la parte en que permiten someter
al control constitucional tanto el derecho interno, como los tratados internacionales, a
través de la acción de inconstitucionalidad, la controversia constitucional y el juicio de
amparo. Además, el propio artículo 1o. reformado dispone que en nuestro país todas las
personas gozan de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los que México sea parte, pero categóricamente ordena que las
limitaciones y restricciones a su ejercicio sólo pueden establecerse en la Constitución, no en
los tratados; disposición que resulta acorde con el principio de supremacía constitucional.
Principio que también es reconocido en el ámbito internacional, en el texto del artículo 46
de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones
Internacionales, al prever la posibilidad de aducir como vicio en el consentimiento la
existencia de una violación manifiesta que afecte a una norma de importancia fundamental
de su derecho interno.
SEGUNDA SALA
Amparo directo 30/2012. Gustavo Janett Zúñiga. 22 de agosto de 2012. Unanimidad de cuatro votos; votó con salvedades Sergio A. Valls Hernández. Ausente: José Fernando Franco González Salas. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Erika Francesca Luce Carral.
Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 26/2013, pendiente de resolverse por el Pleno.
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Reflexiones sobre la
jerarquía de normas de
observancia general que
opera en el marco jurídico
mexicano.
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INo. Registro: 192,867. Tesis aislada. Materia(s): Constitucional. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
GacetaX, Noviembre de 1999. Tesis: P. LXXVII/99. Página: 46
TRATADOS INTERNACIONALES. SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES FEDERALES Y EN UN
SEGUNDO PLANO RESPECTO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Persistentemente en la doctrina se ha formulado la
interrogante respecto a la jerarquía de normas en nuestro derecho. Existe unanimidad respecto de que la
Constitución Federal es la norma fundamental y que aunque en principio la expresión "... serán la Ley Suprema de
toda la Unión ..." parece indicar que no sólo la Carta Magna es la suprema, la objeción es superada por el hecho de
que las leyes deben emanar de la Constitución y ser aprobadas por un órgano constituido, como lo es el Congreso
de la Unión y de que los tratados deben estar de acuerdo con la Ley Fundamental, lo que claramente indica que
sólo la Constitución es la Ley Suprema. El problema respecto a la jerarquía de las demás normas del sistema, ha
encontrado en la jurisprudencia y en la doctrina distintas soluciones, entre las que destacan: supremacía del
derecho federal frente al local y misma jerarquía de los dos, en sus variantes lisa y llana, y con la existencia de
"leyes constitucionales", y la de que será ley suprema la que sea calificada de constitucional. No obstante, esta
Suprema Corte de Justicia considera que los tratados internacionales se encuentran en un segundo plano
inmediatamente debajo de la Ley Fundamental y por encima del derecho federal y el local. Esta interpretación del
artículo 133 constitucional, deriva de que estos compromisos internacionales son asumidos por el Estado mexicano
en su conjunto y comprometen a todas sus autoridades frente a la comunidad internacional; por ello se explica que
el Constituyente haya facultado al presidente de la República a suscribir los tratados internacionales en su calidad
de jefe de Estado y, de la misma manera, el Senado interviene como representante de la voluntad de las entidades
federativas y, por medio de su ratificación, obliga a sus autoridades. Otro aspecto importante para considerar esta
jerarquía de los tratados, es la relativa a que en esta materia no existe limitación competencial entre la Federación
y las entidades federativas, esto es, no se toma en cuenta la competencia federal o local del contenido del tratado,
sino que por mandato expreso del propio artículo 133 el presidente de la República y el Senado pueden obligar al
Estado mexicano en cualquier materia, independientemente de que para otros efectos ésta sea competencia de las
entidades federativas. Como consecuencia de lo anterior, la interpretación del artículo 133 lleva a considerar en un
tercer lugar al derecho federal y al local en una misma jerarquía en virtud de lo dispuesto en el artículo 124 de la
Ley Fundamental, el cual ordena que "Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución
a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados.". No se pierde de vista que en su anterior
conformación, este Máximo Tribunal había adoptado una posición diversa en la tesis P. C/92, publicada en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Número 60, correspondiente a diciembre de 1992, página 27, de
rubro: "LEYES FEDERALES Y TRATADOS INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUÍA NORMATIVA."; sin
embargo, este Tribunal Pleno considera oportuno abandonar tal criterio y asumir el que considera la jerarquía
superior de los tratados incluso frente al derecho federal.
Amparo en revisión 1475/98. Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo. 11 de mayo de 1999. Unanimidad de diez votos. Ausente:
José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintiocho de octubre en curso, aprobó, con el número LXXVII/1999, la tesis aislada que
antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a veintiocho de octubre de mil
novecientos noventa y nueve.
Nota: Esta tesis abandona el criterio sustentado en la tesis P. C/92, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Número 60,
Octava Época, diciembre de 1992, página 27, de rubro: "LEYES FEDERALES Y TRATADOS INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUÍA
NORMATIVA.".
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 172,650. Tesis aislada. Materia(s): Constitucional. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV, Abril de 2007. Tesis: P. IX/2007. Página: 6
TRATADOS INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA LEY SUPREMA DE LA UNIÓN Y SE
UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES, FEDERALES Y LOCALES.
INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL. La interpretación sistemática del artículo 133
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos permite identificar la existencia de un
orden jurídico superior, de carácter nacional, integrado por la Constitución Federal, los tratados
internacionales y las leyes generales. Asimismo, a partir de dicha interpretación, armonizada con los
principios de derecho internacional dispersos en el texto constitucional, así como con las normas y
premisas fundamentales de esa rama del derecho, se concluye que los tratados internacionales se
ubican jerárquicamente abajo de la Constitución Federal y por encima de las leyes generales, federales
y locales, en la medida en que el Estado Mexicano al suscribirlos, de conformidad con lo dispuesto en la
Convención de Viena Sobre el Derecho de los Tratados entre los Estados y Organizaciones
Internacionales o entre Organizaciones Internacionales y, además, atendiendo al principio fundamental
de derecho internacional consuetudinario "pacta sunt servanda", contrae libremente obligaciones
frente a la comunidad internacional que no pueden ser desconocidas invocando normas de derecho
interno y cuyo incumplimiento supone, por lo demás, una responsabilidad de carácter internacional.
Amparo en revisión 120/2002. Mc. Cain México, S.A. de C.V. 13 de febrero de 2007. Mayoría de seis
votos. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz, Margarita Beatriz Luna Ramos, José Fernando Franco
González Salas, José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretarios: Andrea Zambrana Castañeda, Rafael Coello Cetina, Malkah Nobigrot Kleinman y
Maura A. Sanabria Martínez.
El Tribunal Pleno, el veinte de marzo en curso, aprobó, con el número IX/2007, la tesis aislada que
antecede. México, Distrito Federal, a veinte de marzo de dos mil siete.
Nota: En la sesión pública de trece de febrero de dos mil siete, además del amparo en revisión
120/2002, promovido por Mc Cain México, S.A. de C.V., se resolvieron los amparos en revisión
1976/2003, 787/2004, 1084/2004, 1651/2004, 1277/2004, 1576/2005, 1738/2005, 2075/2005,
74/2006, 815/2006, 948/2006, 1380/2006, y el amparo directo en revisión 1850/2004, respecto de los
cuales el tema medular correspondió a la interpretación del artículo 133 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, a que se refiere esta tesis aislada.
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Novena Época. Registro: 165231. Instancia: Pleno. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXI, Febrero de 2010. Materia(s):
Constitucional. Tesis: P. VIII/2010. Página: 25
JERARQUÍA NORMATIVA. ES INEXISTENTE ENTRE LAS LEYES REGLAMENTARIAS
EXPEDIDAS POR EL CONGRESO DE LA UNIÓN QUE SE LIMITAN A INCIDIR EN EL
ÁMBITO FEDERAL Y LAS DEMÁS LEYES FEDERALES. Conforme a la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, las leyes expedidas por el Congreso de la Unión para
regular una materia reservada expresamente a la Federación, en la medida en que están
limitadas a incidir en el ámbito estrictamente federal -pues su emisión no se sustenta en una
habilitación constitucional que permita al Congreso incidir en los diversos órdenes jurídicos de
los Estados, del Distrito Federal o de los Municipios-, se ubican en el mismo plano jerárquico
que el de las demás leyes federales, ya que al trascender al mismo ámbito material de validez
y sujetarse a idéntico proceso legislativo de creación, modificación y derogación, no existe
justificación constitucional que permita conferirles diversa jerarquía, máxime que atribuir mayor
jerarquía a las referidas leyes reglamentarias implicaría que las expedidas por los Congresos
de los Estados, al emitirse con base en un mandato expreso de un precepto constitucional,
tendrían mayor jerarquía que las leyes federales a las que nominal o materialmente no se les
considere reglamentarias de la propia Constitución.
Amparo directo en revisión 1014/2006. Jefe de la Oficina Recaudadora de León, Guanajuato.
18 de junio de 2009. Mayoría de siete votos en relación con los puntos resolutivos de la
sentencia respectiva y unanimidad de ocho votos a favor del criterio contenido en esta tesis.
Ausentes: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, José de Jesús Gudiño Pelayo y Mariano Azuela
Güitrón. Disidente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón; en su
ausencia hizo suyo el asunto Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretarios: Ricardo Martínez
Estrada y Rafael Coello Cetina.
El Tribunal Pleno, el quince de febrero en curso, aprobó, con el número VIII/2010, la tesis
aislada que antecede. México, Distrito Federal, a quince de febrero de dos mil diez.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Novena Época. Registro: 165230. Instancia: Pleno. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXI, Febrero de 2010. Materia(s): Constitucional. Tesis: P.
IX/2010. Página: 26
JERARQUÍA NORMATIVA. ES INEXISTENTE ENTRE LAS LEYES REGLAMENTARIAS EXPEDIDAS POR EL
CONGRESO DE LA UNIÓN QUE SE LIMITAN A INCIDIR EN EL ÁMBITO FEDERAL Y LAS LEYES EXPEDIDAS
POR LAS LEGISLATURAS DE LOS ESTADOS. La legislación federal no condiciona el contenido de la
normativa que compete expedir a las Legislaturas Locales, por lo que si todas las leyes expedidas por el
Congreso de la Unión para regular una materia reservada expresamente en la Constitución General a la
Federación tienen la misma jerarquía, independientemente de que expresa o implícitamente deriven
de lo previsto en una norma específica de la propia Constitución, se concluye que tampoco existe
jerarquía entre las leyes federales que nominal o materialmente se consideren reglamentarias de ésta y
las emitidas por las Legislaturas de los Estados, por lo que para solucionar cualquier contradicción entre
ambas deberá verificarse cuál de ellas fue emitida por la autoridad que actuó dentro de su esfera
competencial, atendiendo al principio de reserva establecido en el artículo 124 constitucional, y en
observancia de la jurisprudencia 3a./J. 10/91 de la otrora Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, de rubro: "LEGISLACIONES FEDERAL Y LOCAL. ENTRE ELLAS NO EXISTE RELACIÓN
JERÁRQUICA, SINO COMPETENCIA DETERMINADA POR LA CONSTITUCIÓN.".
Amparo directo en revisión 1014/2006. Jefe de la Oficina Recaudadora de León, Guanajuato. 18 de
junio de 2009. Mayoría de siete votos en relación con los puntos resolutivos de la sentencia respectiva y
unanimidad de ocho votos a favor del criterio contenido en esta tesis. Ausentes: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, José de Jesús Gudiño Pelayo y Mariano Azuela Güitrón. Disidente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón; en su ausencia hizo suyo el asunto Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretarios: Ricardo Martínez Estrada y Rafael Coello Cetina.
El Tribunal Pleno, el quince de febrero en curso, aprobó, con el número IX/2010, la tesis aislada que
antecede. México, Distrito Federal, a quince de febrero de dos mil diez.
Nota: La tesis 3a./J. 10/91 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Octava
Época, Tomo VII, marzo de 1991, página 56.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Décima Época. Registro: 2006224. Instancia: Pleno. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 5, Abril de 2014, Tomo I. Materia(s): Constitucional. Tesis: P./J. 20/2014 (10a.). Página: 202
DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN LA CONSTITUCIÓN Y EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES.
CONSTITUYEN EL PARÁMETRO DE CONTROL DE REGULARIDAD CONSTITUCIONAL, PERO CUANDO EN LA
CONSTITUCIÓN HAYA UNA RESTRICCIÓN EXPRESA AL EJERCICIO DE AQUÉLLOS, SE DEBE ESTAR A LO QUE
ESTABLECE EL TEXTO CONSTITUCIONAL. El primer párrafo del artículo 1o. constitucional reconoce un
conjunto de derechos humanos cuyas fuentes son la Constitución y los tratados internacionales de los
cuales el Estado Mexicano sea parte. De la interpretación literal, sistemática y originalista del contenido
de las reformas constitucionales de seis y diez de junio de dos mil once, se desprende que las normas
de derechos humanos, independientemente de su fuente, no se relacionan en términos jerárquicos,
entendiendo que, derivado de la parte final del primer párrafo del citado artículo 1o., cuando en la
Constitución haya una restricción expresa al ejercicio de los derechos humanos, se deberá estar a lo
que indica la norma constitucional, ya que el principio que le brinda supremacía comporta el
encumbramiento de la Constitución como norma fundamental del orden jurídico mexicano, lo que a su
vez implica que el resto de las normas jurídicas deben ser acordes con la misma, tanto en un sentido
formal como material, circunstancia que no ha cambiado; lo que sí ha evolucionado a raíz de las
reformas constitucionales en comento es la configuración del conjunto de normas jurídicas respecto de
las cuales puede predicarse dicha supremacía en el orden jurídico mexicano. Esta transformación se
explica por la ampliación del catálogo de derechos humanos previsto dentro de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, el cual evidentemente puede calificarse como parte del conjunto
normativo que goza de esta supremacía constitucional. En este sentido, los derechos humanos, en su
conjunto, constituyen el parámetro de control de regularidad constitucional, conforme al cual debe
analizarse la validez de las normas y actos que forman parte del orden jurídico mexicano.
Contradicción de tesis 293/2011. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer
Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 3 de septiembre de 2013. Mayoría de diez votos de los Ministros:
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien se reservó su derecho a formular un voto concurrente; Margarita Beatriz Luna Ramos, quien se manifestó a
favor de las consideraciones relacionadas con la prevalencia de la Constitución y se apartó del resto; José Fernando Franco González Salas, quien
indicó que formularía un voto concurrente; Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien manifestó que haría un voto aclaratorio y concurrente para explicar
el consenso al que se llegó y el sentido de su voto a pesar de que en los límites tuvo un criterio distinto; Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien se
reservó el derecho de formular el voto concurrente; Luis María Aguilar Morales, con reservas respecto de las consideraciones y, en su caso, realizaría
un voto concurrente; Sergio A. Valls Hernández, reservándose el derecho de hacer un voto concurrente; Olga Sánchez Cordero de García Villegas,
reservándose su derecho a voto concurrente en relación con los límites; Alberto Pérez Dayán, quien se manifestó a favor del reconocimiento de la
prevalencia constitucional y Juan N. Silva Meza, quien se reservó su derecho de formular voto concurrente para aclarar su posición de
entendimiento constitucional del texto propuesto y, a reserva de ver el engrose, aclararía u opinaría sobre las supresiones que se pretenden hacer,
sin variar su posición en el sentido; votó en contra: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Bárcena
Zubieta.
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Normas autoaplicativas
Normas Heteroaplicativas.
No. Registro: 198,200. Jurisprudencia. Materia(s): Constitucional, Común. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. VI, Julio de 1997. Tesis: P./J. 55/97. Página: 5
LEYES AUTOAPLICATIVAS Y HETEROAPLICATIVAS. DISTINCIÓN BASADA EN EL CONCEPTO DE
INDIVIDUALIZACIÓN INCONDICIONADA. Para distinguir las leyes autoaplicativas de las heteroaplicativas conviene acudir
al concepto de individualización incondicionada de las mismas, consustancial a las normas que admiten la procedencia del juicio
de amparo desde el momento que entran en vigor, ya que se trata de disposiciones que, acorde con el imperativo en ellas
contenido, vinculan al gobernado a su cumplimiento desde el inicio de su vigencia, en virtud de que crean, transforman o
extinguen situaciones concretas de derecho. El concepto de individualización constituye un elemento de referencia objetivo para
determinar la procedencia del juicio constitucional, porque permite conocer, en cada caso concreto, si los efectos de la
disposición legal impugnada ocurren en forma condicionada o incondicionada; así, la condición consiste en la realización del acto
necesario para que la ley adquiera individualización, que bien puede revestir el carácter de administrativo o jurisdiccional, e
incluso comprende al acto jurídico emanado de la voluntad del propio particular y al hecho jurídico, ajeno a la voluntad humana,
que lo sitúan dentro de la hipótesis legal. De esta manera, cuando las obligaciones derivadas de la ley nacen con ella misma,
independientemente de que no se actualice condición alguna, se estará en presencia de una ley autoaplicativa o de
individualización incondicionada; en cambio, cuando las obligaciones de hacer o de no hacer que impone la ley, no surgen en
forma automática con su sola entrada en vigor, sino que se requiere para actualizar el perjuicio de un acto diverso que condicione
su aplicación, se tratará de una disposición heteroaplicativa o de individualización condicionada, pues la aplicación jurídica o
material de la norma, en un caso concreto, se halla sometida a la realización de ese evento.
Amparo en revisión 2104/91. Corporación Videocinematográfica México, S.A. de C.V. 20 de febrero de 1996. Unanimidad de
nueve votos. Ausentes: Juventino V. Castro y Castro y José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.
Secretaria: Rosalba Becerril Velázquez.
Amparo en revisión 1811/91. Vidriera México, S.A. y otros. 4 de junio de 1996. Once votos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: Alejandro Sánchez López.
Amparo en revisión 1628/88. Vidrio Neutro, S.A. y otros. 4 de junio de 1996. Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente
Aguinaco Alemán. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Víctor Francisco Mota Cienfuegos.
Amparo en revisión 1525/96. Jorge Cortés González. 8 de mayo de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente: Mariano Azuela
Güitrón. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Víctor Francisco Mota Cienfuegos.
Amparo en revisión 662/95. Hospital Santa Engracia, S.A. de C.V. 29 de mayo de 1997. Unanimidad de nueve votos. Ausentes:
José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga María Sánchez Cordero. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Alejandro Sánchez López.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el siete de julio en curso, aprobó, con el número 55/1997, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a siete de julio de mil novecientos noventa y siete.
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Registro IUS: 189055. Localización: Novena Época, Segunda Sala, Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Tomo XIV, Agosto de 2001, p. 238, tesis 2a. CLIV/2001, aislada, Constitucional, Penal.
Rubro: LEYES HETEROAPLICATIVAS TRATÁNDOSE DE ACTOS PRIVATIVOS DE LA LIBERTAD
PERSONAL. NO PUEDE CONSIDERARSE CONSENTIDA SU APLICACIÓN AUNQUE SU
INCONSTITUCIONALIDAD SE IMPUGNE CON MOTIVO DEL DICTADO DE LA SENTENCIA
DEFINITIVA, Y NO CON MOTIVO DE SU APLICACIÓN EN LA ORDEN DE APREHENSIÓN O
AUTO DE TÉRMINO CONSTITUCIONAL. Texto: En la materia penal, la procedencia del amparo
contra leyes heteroaplicativas presenta determinadas peculiaridades, en virtud de que el
cuestionamiento de la constitucionalidad de la norma legal que establece un tipo penal, puede
plantearse con motivo de su acto de aplicación, susceptible de ocurrir, para efectos del amparo, al
dictarse la orden de aprehensión, el auto de formal prisión y la sentencia definitiva, resoluciones que
ostentan características particulares que condicionan y restringen la libertad personal en distintas fases
del procedimiento, lo que propicia que quien se ubique en tales supuestos, esté en aptitud discrecional
de impugnar la inconstitucionalidad del precepto relativo en cualquiera de las mencionadas etapas,
inclusive, con motivo del dictado de la sentencia definitiva, sin que en este último caso pueda estimarse
consentida la aplicación de la ley, por tratarse de un segundo o ulterior acto de aplicación. Lo anterior
es así, porque en ese tipo de asuntos no rige para la presentación de la demanda de amparo contra
leyes el término de quince días siguientes a partir de que el quejoso tenga conocimiento del acto
reclamado, a que se refiere el artículo 21 de la Ley de Amparo, o el diverso de treinta días contados
desde que inicie la vigencia de la ley, a que alude el artículo 22, fracción I, de la propia ley, ya que su
acto de aplicación involucra la libertad del agraviado y son atendibles los principios que en la materia
recoge dicha ley, entre otros, en sus artículos 16, 17, 22, fracción II, 37, 73, fracción X, 76 bis, fracción II,
160 y 161.
Precedentes: Amparo directo en revisión 353/2001. 6 de julio de 2001. Cinco votos. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretario: Moisés Muñoz Padilla.
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AMPARO INDIRECTO
AMPARO DIRECTO
AMPARO DIRECTO
No. Registro: 179,125; Tesis aislada; Materia(s): Común; Novena Época; Instancia: Pleno; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta; XXI, Marzo de 2005; Tesis: P. VIII/2005; Página: 5. AMPARO CONTRA LEYES. SUS DIFERENCIAS
CUANDO SE TRAMITA EN LAS VÍAS INDIRECTA Y DIRECTA. Las características que distinguen a esas vías tratándose
del amparo contra leyes radican, esencialmente, en lo siguiente: a) En el amparo indirecto la ley es uno de los actos reclamados y
las autoridades legisladoras participan en el juicio como autoridades responsables, mientras que en el amparo directo la ley no
puede constituir un acto reclamado ni se emplaza como autoridades responsables a sus autores; b) En la vía indirecta el amparo
concedido contra la ley produce la consecuencia práctica de invalidarla por cuanto hace al quejoso, por ende, no se le aplicará
mientras esté vigente; en tanto que en la vía directa el amparo se concede única y exclusivamente en contra de la sentencia,
laudo o resolución reclamada y no contra la ley, por tanto, la concesión solamente vincula a desaplicar la ley en ese caso concreto,
pero no impide que se le vuelva a aplicar al quejoso; c) En el amparo indirecto pueden rendirse pruebas para demostrar la
inconstitucionalidad de la ley, mientras que en la vía directa no existe tal posibilidad, aun cuando el quejoso pueda apoyarse en
las pruebas ofrecidas ante la responsable para demostrar tal inconstitucionalidad; d) En el amparo indirecto promovido sin agotar
antes algún medio de defensa ordinario, el Juez de Distrito tiene amplias facultades para determinar la improcedencia del juicio;
en cambio, en el amparo directo (y en aquellos amparos indirectos promovidos después de haberse agotado un medio ordinario
de defensa) deben respetarse los presupuestos procesales que ya estén determinados por la autoridad responsable, tales como el
interés jurídico, la legitimación, la personalidad, etcétera; e) En el amparo indirecto los Tribunales Colegiados de Circuito, a partir
de las reformas constitucionales de 1994 y 1999, así como de la expedición de diversos Acuerdos Generales emitidos por el Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como el 5/2001, participan como órganos de segunda instancia en virtud de la
delegación de competencia que les hace este Alto Tribunal, conforme a la cual, en determinadas condiciones, resolverán sobre el
fondo del asunto y sus decisiones serán terminales; por su parte, en el amparo directo esos órganos son de primera instancia y
sus sentencias también son revisables por la Suprema Corte, solamente en la materia de constitucionalidad de leyes o
interpretación directa de la Carta Magna; f) En el amparo indirecto sólo pueden interponer revisión, en defensa de la
constitucionalidad de la ley, los titulares de los órganos de Estado a quienes se encomiende su promulgación, o quienes la
representen, en tanto que en el amparo directo, como ya se dijo, no participan los órganos legiferantes y, por ende, no son ellos
quienes pueden interponer la revisión; en cambio, en muchos casos, la autoridad que aplicó la ley figura como tercero
perjudicado y puede, con ese carácter, hacer valer dicho recurso; y, g) En el amparo indirecto el Juez de Distrito resuelve sobre la
suspensión de los actos reclamados, mientras que en el directo esa decisión le corresponde a la autoridad responsable.
Contradicción de tesis 37/2003-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. 31 de agosto de 2004. Unanimidad de diez votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez
Frías.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy catorce de marzo en curso, aprobó, con el número VIII/2005, la tesis aislada
que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a catorce de
marzo de dos mil cinco.
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia ya que no resuelve el tema de la contradicción planteada.
El Acuerdo General Número 5/2001 del Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación citado, aparece publicado en
el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, julio de 2001, página 1161.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Registro IUS: 205581, Localización: Octava Época, Pleno, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Tomo 61, Enero de 1993, p. 56, tesis P. III/93, aislada, Común.
Rubro: RECURSOS.
PARA LA PROCEDENCIA DEL AMPARO CONTRA LEYES, NO
ES NECESARIO AGOTARLOS, AUN CUANDO CONFORME A LAS MISMAS
LEYES SE SUSPENDAN LOS EFECTOS DE DICHOS ACTOS MEDIANTE SU
INTERPOSICION. Texto: De conformidad con lo establecido en el artículo 73, fracción XII, tercer
párrafo, de la Ley de Amparo, tratándose de leyes es optativo para el quejoso hacer valer el recurso
ordinario o bien promover el juicio de garantías, en virtud de que existe la excepción al principio de
definitividad que consagra nuestro juicio de garantías. Lo anterior es así aun cuando conforme a las
mismas leyes se suspendan los efectos de dichos actos mediante la interposición del recurso, pues la
condición señalada en la fracción XV del artículo 73, en el sentido de que debe agotarse el recurso
siempre que conforme a las mismas leyes se suspendan los efectos de dichos actos mediante la
interposición del recurso o medio de defensa legal, sin exigir mayores requisitos que los que la Ley de
Amparo consigna para conceder la suspensión definitiva, es para la regla general contenida en dicha
fracción, pero no para la excepción que expresamente señala la misma Ley de Amparo en el tercer
párrafo de la fracción XII.
Precedentes: Amparo en revisión 1808/91. Juan Campos Cruz. 15 de octubre de 1992. Unanimidad de
diecinueve votos. Ponente: Clementina Gil de Lester. Secretario: Ricardo Ojeda Bohorquez.
El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el miércoles seis de enero en curso, por unanimidad de
veinte votos de los señores ministros Presidente Ulises Schmill Ordóñez, Carlos de Silva Nava, Ignacio
Magaña Cárdenas, José Trinidad Lanz Cárdenas, Miguel Montes García, Noé Castañón León, Felipe
López Contreras, Luis Fernández Doblado, José Antonio Llanos Duarte, Victoria Adato Green, Samuel
Alba Leyva, Ignacio Moisés Cal y Mayor Gutiérrez, Clementina Gil de Lester, Atanasio González
Martínez, José Manuel Villagordoa Lozano, Fausta Moreno Flores, Carlos García Vázquez, Mariano
Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero y Sergio Hugo Chapital Gutiérrez: aprobó, con el número III/93, la
tesis que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis de jurisprudencia. México,
Distrito Federal, a doce de enero de mil novecientos noventa y tres.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
INTERÉS LEGÍTIMO
“…Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103
de esta Constitución, con excepción de aquellas en materia
electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley
reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes:
I. El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte
agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un
derecho o de un interés legítimo individual o colectivo, siempre
que alegue que el acto reclamado viola los derechos
reconocidos por esta Constitución y con ello se afecte su esfera
jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial
situación frente al orden jurídico.
Tratándose de actos o resoluciones provenientes de tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo, el quejoso deberá
aducir ser titular de un derecho subjetivo que se afecte de
manera personal y directa;…”
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
INTERÉS LEGÍTIMO
“…Artículo 5o. Son partes en el juicio de amparo:
I. El quejoso, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho
subjetivo o de un interés legítimo individual o colectivo, siempre que
alegue que la norma, acto u omisión reclamados violan los derechos
previstos en el artículo 1o de la presente Ley y con ello se produzca una
afectación real y actual a su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en
virtud de su especial situación frente al orden jurídico.
El interés simple, en ningún caso, podrá invocarse como interés legítimo.
La autoridad pública no podrá invocar interés legítimo.
El juicio de amparo podrá promoverse conjuntamente por dos o más
quejosos cuando resientan una afectación común en sus derechos o
intereses, aun en el supuesto de que dicha afectación derive de actos
distintos, si éstos les causan un perjuicio análogo y provienen de las
mismas autoridades.
Tratándose de actos o resoluciones provenientes de tribunales judiciales,
administrativos, agrarios o del trabajo, el quejoso deberá aducir ser titular
de un derecho subjetivo que se afecte de manera personal y directa;
La víctima u ofendido del delito podrán tener el carácter de quejosos en
los términos de esta Ley…”
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Registro IUS: 200434; Localización: Novena Época, Primera Sala, Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Tomo III, Enero de 1996, p. 25, tesis 1a./J. 2/96, jurisprudencia, Común.
VACATIO LEGIS. CARENCIA DE INTERES JURIDICO PARA
Rubro:
RECLAMAR UNA LEY DURANTE ESE PERIODO. Texto: Cuando para la
iniciación de vigencia de un dispositivo existe el período que la doctrina denomina vacatio legis,
durante él los particulares no pueden ejercitar la acción de amparo por carecer de interés jurídico
suficiente para impugnar una ley que aún no ha entrado en vigor y que por lo mismo no puede obligar a
los particulares a cumplirla, en razón de que durante dicho período la ley no puede ser obligatoria. En
consecuencia, si un particular se dice afectado por los efectos autoaplicativos de la norma, carece de
interés jurídico para reclamarla en amparo antes de su entrada en vigor.
Precedentes: Amparo en revisión 2140/93. Soltex Representantes, S.A. de C.V. 7 de julio de 1994. Cinco
votos. Ponente: Carlos Sempé Minvielle. Secretaria: Irma Rodríguez Franco.
Amparo en revisión 1238/95. Rosa María Camarena Cortés. 29 de septiembre de 1995. Cinco votos.
Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Martín Angel Rubio Padilla.
Amparo en revisión 1237/95. Farmacéutica de Moliere, S.A de C.V. 29 de septiembre de 1995. Cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Miguel Angel Cruz Hernández.
Amparo en revisión 780/94. Innovación Creativa, S.A. de C.V. 10 de noviembre de 1995. Cinco votos.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Norma Lucía Piña Hernández.
Amparo en revisión 1306/95. Farmacéutica de Oriente, S.A. de C.V. 24 de noviembre de 1995.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. En ausencia del ponente, hizo suyo
el asunto Humberto Román Palacios. Secretaria: Felisa Díaz Ordaz.
Tesis de Jurisprudencia 2/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de ocho de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco, por unanimidad de cuatro votos de los Ministros:
presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 190,954; Tesis aislada; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época; Instancia: Pleno; Fuente: Semanario Judicial
SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA
de la Federación y su Gaceta; XII, Octubre de 2000; Tesis: P. CLXVI/2000; Página: 45.
DE LA QUEJA EN MATERIA PENAL. OPERA EN LOS RECURSOS DE REVISIÓN
COMPETENCIA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, AUN CUANDO LOS
AGRAVIOS QUE LOS SUSTENTAN, REFERIDOS A LA CONSTITUCIONALIDAD DE UNA LEY,
SEAN NOVEDOSOS RESPECTO DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN AUSENTES EN LA
DEMANDA ORIGINAL. Si se toma en consideración que en la materia penal la suplencia de la
deficiencia de la queja debe aplicarse como una verdadera integración de planteamientos ausentes, y
que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis P. LXXXV/95, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, octubre de 1995, página 162, de rubro:
"SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA PENAL. OPERA RESPECTO DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN
REFERIDOS A LA CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY.", estableció que cuando se trate de la suplencia
prevista en el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, relativo al juicio de garantías en materia
penal, no existe distinción alguna con relación a si debe aplicarse a cuestiones de mera legalidad o de
inconstitucionalidad de leyes, así como que tampoco hay impedimento para suplir los conceptos de
violación referidos a la constitucionalidad de una ley, siempre y cuando figure como acto reclamado y
se haya emplazado a las autoridades que la expidieron, puede concluirse que también resulta
procedente dicha suplencia, cuando se trate de recursos de revisión competencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación en los que se introducen, vía agravios, planteamientos novedosos en cuanto a
que no formaron parte de los conceptos de violación sostenidos en la demanda de garantías natural,
que versen sobre inconstitucionalidad de leyes. Ello es así, en primer lugar, porque ni la Constitución
Federal ni la Ley de Amparo contienen disposición expresa que lo prohíba y, en segundo, la referida
suplencia se hace extensiva hacia los agravios que se formulen en los recursos previstos en las leyes
respectivas. Además, si la citada figura constituye una obligación para los Jueces de amparo, entre los
que se encuentra la Suprema Corte, y el recurso de revisión, cuyo conocimiento le compete, tiene su
razón de ser en que en alguna de las hipótesis del asunto, sujeto a estudio, subsista el problema de
constitucionalidad, no puede aceptarse que dicha institución opere privativamente para los negocios de
mera legalidad, pues ello generaría el riesgo de hacer nugatorio su efectivo alcance.
Amparo en revisión 2003/97. 11 de noviembre de 1999. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y
José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Roberto Javier Ortega Pineda.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy dos de octubre en curso, aprobó, con el número CLXVI/2000, la tesis aislada
que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a dos de octubre
de dos mil.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Décima Época. Registro: 2002266. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro XV, Diciembre de 2012, Tomo 2. Materia(s): Común.
Tesis: IV.3o.A.19 K (10a.). Página: 1301
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN EL AMPARO INDIRECTO. SI SE IMPUGNA LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE UNA LEY, EL JUEZ DE DISTRITO PUEDE APLICARLO SI ADVIERTE QUE ÉSTA
VIOLA ALGÚN DERECHO FUNDAMENTAL RECONOCIDO EN LA CONSTITUCIÓN O EN TRATADOS
INTERNACIONALES, SIN REQUERIR DEL AGRAVIADO PLANTEAMIENTO EXPRESO AL RESPECTO, PERO SI
ÉSTE NO PROPONE DICHO CONTROL, AQUÉL NO PUEDE EFECTUAR UNA DECLARATORIA DE
INCONVENCIONALIDAD NI DECLARAR LA INAPLICACIÓN DE LA NORMA. De conformidad con el artículo 1o.
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformado por decreto publicado en el Diario Oficial
de la Federación de 10 de junio de 2011, los Jueces del sistema jurídico mexicano, en sus respectivas
competencias, deben acatar el principio pro persona, consistente en aplicar la interpretación más favorable al
derecho humano de que se trate y, además, al margen de los medios de control concentrado de constitucionalidad
adoptados en la Carta Magna, deben ejercer un control de convencionalidad ex officio, conforme al cual pueden
inaplicar una norma cuando ésta sea contraria a los derechos humanos contenidos en la propia Ley Fundamental,
en los tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, en la jurisprudencia emitida por el Poder
Judicial de la Federación, en los criterios vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos derivados
de las sentencias en las que México haya sido parte, y en los criterios orientadores de la jurisprudencia y
precedentes de la citada Corte, cuando nuestro país no lo haya sido. En ese sentido, cuando en un juicio de amparo
indirecto se impugna la inconstitucionalidad de una ley, el Juez de Distrito puede aplicar dicho control si advierte
que ésta viola algún derecho fundamental reconocido en la Constitución Federal o en tratados internacionales, sin
requerir del agraviado planteamiento expreso al respecto, pues la jurisdicción nacional se complementa con la
internacional, la cual puede actuar incluso subsidiariamente cuando aquélla sea insuficiente en la solución del
conflicto. Sin embargo, si el quejoso omite plantear el control de convencionalidad, el Juez Federal no puede
efectuar una declaratoria de inconvencionalidad ni declarar la inaplicación de la norma, pues en un sistema de
control concentrado, el juzgador está facultado únicamente para pronunciarse sobre la declaratoria, en su caso, de
inconstitucionalidad del precepto que se impugna, apoyado en el control de convencionalidad, pero sin declarar su
inaplicación, salvo que la propia declaratoria así lo disponga.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 136/2012. Katia Lucía Santaolaya Ramírez. 16 de agosto de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Jesús R. Sandoval Pinzón. Secretaria: Marcela Lugo Serrato.
Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 351/2014, pendiente de resolverse por
el Pleno.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
La declaratoria general de
inconstitucionalidad es una
institución independiente al
juicio de amparo
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Novena Época. Registro: 196716. Instancia: Segunda Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta. Tomo VII, Marzo de 1998. Materia(s): Administrativa. Tesis: 2a. XXIX/98. Página: 415
LEYES FISCALES QUE PERMITEN EL PAGO EN PARCIALIDADES. PARA
EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL AMPARO OPERA EL CONSENTIMIENTO
SI NO SE IMPUGNA LA NORMA EN SU PRIMERA APLICACIÓN. Si de
conformidad con el artículo 21 del Código Fiscal de la Federación, el
gobernado obtiene autorización para efectuar pagos en parcialidades,
debe considerarse que los preceptos legales aplicados son los mismos
desde que la parte quejosa solicitó y se le autorizó el pago en
parcialidades, por lo que resulta indudable que el pago de la primera
parcialidad constituye el primer acto de aplicación de la norma
combatida, en su perjuicio, a partir del cual debe computarse el plazo
para promover el juicio de amparo en su contra, de lo que se sigue que el
mismo resulta improcedente si se impugna dicha ley con motivo de pagos
posteriores, aunque varíen las cantidades al calcularse las diversas
parcialidades del crédito fiscal.
Amparo en revisión 989/97. Compañía de Comercio Exterior de Ultramar, S.A. de C.V. 4 de febrero de 1998. Cinco
votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Enrique Zayas Roldán.
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Registro IUS: 186264; Localización: Novena Época, Segunda Sala, Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Tomo XVI, Agosto de 2002, p. 387, tesis 2a. CIV/2002, aislada, Penal.
Rubro: EXTRADICIÓN. SI AL IMPUGNARSE EN AMPARO LA RESOLUCIÓN QUE PONE FIN
AL PROCEDIMIENTO RELATIVO SE CONTROVIERTEN DISPOSICIONES DE OBSERVANCIA
GENERAL QUE FUERON APLICADAS TANTO EN ESTA DETERMINACIÓN COMO EN LA
QUE TUVO POR ADMITIDA LA RESPECTIVA PETICIÓN FORMAL, DEBE ESTIMARSE QUE
EL JUICIO DE GARANTÍAS RESULTA IMPROCEDENTE EN RELACIÓN CON AQUÉLLAS.
Texto: El criterio sostenido por esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la
tesis 2a. CLIV/2001, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XIV, agosto de 2001, página 238, de rubro: "LEYES HETEROAPLICATIVAS TRATÁNDOSE DE ACTOS
PRIVATIVOS DE LA LIBERTAD PERSONAL. NO PUEDE CONSIDERARSE CONSENTIDA SU APLICACIÓN
AUNQUE SU INCONSTITUCIONALIDAD SE IMPUGNE CON MOTIVO DEL DICTADO DE LA SENTENCIA
DEFINITIVA, Y NO CON MOTIVO DE SU APLICACIÓN EN LA ORDEN DE APREHENSIÓN O AUTO DE
TÉRMINO CONSTITUCIONAL.", no resulta aplicable en el caso del procedimiento de extradición, ya que
los tratados internacionales o leyes federales que sean aplicados en perjuicio del individuo reclamado
con motivo de la admisión de la correspondiente petición formal, deben impugnarse desde luego a
través del juicio de garantías, dado que al regir para la impugnación constitucional de esta
determinación el plazo de quince días, conforme a lo previsto en el artículo 22, fracción II, párrafo
tercero, de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en caso de que el quejoso controvierta esas disposiciones con motivo de su
aplicación posterior en la resolución favorable a la extradición que emita la Secretaría de Relaciones
Exteriores, el mencionado juicio resultará improcedente en términos de lo dispuesto en el artículo 73,
fracción XVIII, de la propia ley, en relación con lo señalado en el diverso 114, fracción I, aplicado en
sentido contrario, al no impugnarse aquéllas con motivo de su primer acto de aplicación, sino de uno
segundo o ulterior.
Precedentes: Amparo en revisión 142/2002. 5 de julio de 2002. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretario: Rafael Coello Cetina.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 187,867; Tesis aislada; Materia(s): Constitucional, Administrativa; Novena Época; Instancia: Pleno;
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XV, Febrero de 2002; Tesis: P. I/2002; Página: 7
AMPARO DIRECTO CONTRA LEYES. ES PROCEDENTE CUANDO SE CONTROVIERTE UNA
SENTENCIA EMITIDA POR UNA SALA DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA EN CUMPLIMIENTO DE LO RESUELTO EN UN RECURSO DE REVISIÓN
FISCAL, SI SE PLANTEA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LAS NORMAS APLICADAS EN
AQUÉLLA O EN EL ACTO ADMINISTRATIVO DE ORIGEN. De la interpretación causal y teleológica
de lo dispuesto en el artículo 104, fracción I-B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se
advierte que el recurso de revisión fiscal se estableció como un medio de defensa de la legalidad, mediante el cual
la autoridad demandada en un juicio contencioso administrativo puede controvertir la sentencia que declare la
nulidad del acto emitido por ella, por lo que al resolver tal recurso el respectivo Tribunal Colegiado de Circuito
ejerce una función de control de la legalidad, no de la constitucionalidad, ya que el sentido de este fallo
dependerá de que la sentencia recurrida se haya emitido conforme al marco jurídico previsto en las leyes
ordinarias aplicables, sin confrontar dicha sentencia o las normas aplicadas en ella con lo dispuesto en la
Constitución Federal. En ese tenor, si bien las consideraciones adoptadas al resolver un recurso de revisión fiscal
constituyen cosa juzgada, ello acontece únicamente en el aspecto de legalidad, por lo que no existe obstáculo
procesal para que el actor en el respectivo juicio contencioso administrativo controvierta en amparo directo la
constitucionalidad de las normas que le fueron aplicadas desde el acto administrativo de origen cuya validez se
cuestionó ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, cuando la sentencia dictada por éste se emita
en cumplimiento de lo resuelto por un Tribunal Colegiado de Circuito al conocer de un recurso de revisión fiscal. Lo
antes expuesto, además de reconocer la naturaleza de este medio ordinario de defensa, permite a los gobernados
ejercer la prerrogativa que el artículo 73, fracción XII, párrafo tercero, de la Ley de Amparo, les brinda para
impugnar la constitucionalidad de una ley que fue aplicada en su perjuicio una vez agotados los medios ordinarios
de defensa y cumplidos los respectivos requisitos procesales; máxime que, conforme al sistema actual, contra la
sentencia recurrida en revisión fiscal que no afecta el interés jurídico del actor del juicio contencioso
administrativo, no procede el juicio de garantías.
Amparo directo en revisión 949/2001. Exportadora de Sal, S.A. de C.V. 23 de octubre de 2001. Unanimidad de
nueve votos. Ausentes: Juan Díaz Romero y José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Rafael Coello Cetina.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy catorce de febrero en curso, aprobó, con el número I/2002, la
tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México,
Distrito Federal, a catorce de febrero de dos mil dos.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 194,946; Tesis aislada; Materia(s): Constitucional, Común; Novena Época; Instancia: Pleno; Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; VIII, Diciembre de 1998; Tesis: P. XCVI/98; Página: 260
REVISIÓN. ES IMPROCEDENTE CUANDO MEDIANTE ELLA SE PRETENDE IMPUGNAR LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DE AMPARO APLICADA EN LA SENTENCIA
RECURRIDA. No es jurídicamente posible que a través del recurso de revisión previsto en los artículos 83 y
siguientes de la Ley de Amparo, se pueda impugnar ésta. En el sistema constitucional mexicano la impugnación de
leyes por parte de los gobernados puede hacerse a través del juicio de amparo, por violación a las garantías
individuales, de acuerdo con los lineamientos trazados por el artículo 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, que reglamenta la Ley de Amparo; esto es, por medio de la promoción de un juicio de amparo
indirecto, en el que impugnen en forma destacada la propia ley por su sola vigencia o por virtud del primer acto de
aplicación; o mediante la promoción de un amparo directo contra una sentencia o laudo definitivo o resolución
que ponga fin al juicio, en el cual dicha impugnación sólo será materia del capítulo de conceptos de violación de la
demanda, sin señalar como acto reclamado la ley, el tratado o reglamento, en la inteligencia de que la calificación
por el tribunal de amparo se hará en la parte considerativa de la sentencia. El recurso de revisión, no se halla
previsto en el sistema constitucional como una de las formas de control de la Ley Suprema sino, exclusivamente,
como un medio técnico de optimizar la función jurisdiccional realizada por el juzgador primario en el juicio de
amparo, por lo que es improcedente el recurso de revisión que pretenda impugnar la inconstitucionalidad de la Ley
de Amparo aplicada en la sentencia recurrida. Lo anterior no significa que la Ley de Amparo quede fuera de control
constitucional puesto que existen los medios a que se refiere el artículo 105, fracción II, de la Ley Suprema, además
del control difuso que excepcionalmente pueda ejercer esta Suprema Corte.
Amparo en revisión 1133/96. María del Refugio Ávalos González vda. de Portillo. 21 de abril de 1998. Mayoría de
ocho votos. Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretario: Marco Antonio Rodríguez Barajas.
Amparo en revisión 2138/96. María de Lourdes Madrazo Cuéllar. 21 de abril de 1998. Mayoría de ocho votos.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretario: Marco Antonio Rodríguez Barajas.
Amparo en revisión 2696/96. Mario Javier Casanova Rodas. 21 de abril de 1998. Mayoría de ocho votos.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Alejandro Villagómez Gordillo.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diecinueve de noviembre en curso, aprobó, con el número
XCVI/1998, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial.
México, Distrito Federal, a diecinueve de noviembre de mil novecientos noventa y ocho.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Registro IUS: 197255; Localización: Novena Época, Primera Sala, Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Tomo VI, Diciembre de 1997, p. 217, tesis 1a./J. 46/97, jurisprudencia, Penal, Constitucional.
Rubro: APLICACIÓN EXACTA DE LA LEY PENAL, GARANTÍA DE LA, EN RELACIÓN AL
DELITO DE VIOLACIÓN A LA SUSPENSIÓN. Texto: El artículo 206 de la Ley de Amparo, al
establecer el tipo del delito de desobediencia al auto de suspensión debidamente notificado y hacer la
remisión, para efectos de sanción, al de abuso de autoridad previsto por el artículo 215 del Código
Penal Federal, no es violatorio de la garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal, ya que los
principios nullum crimen sine lege y nulla poena sine lege, en que descansa dicha garantía, se refieren a
que un hecho que no esté tipificado en la ley como delito, no puede conducir a la imposición de una
pena, porque a todo hecho relacionado en la ley como delito debe preverse expresamente la pena que
le corresponda, en caso de su comisión. Tales principios son respetados en los preceptos mencionados,
al describir, el primero de ellos, el tipo penal respectivo, y el segundo, en los párrafos penúltimo y
último, la sanción que ha de aplicarse a quien realice la conducta tipificada. Así, la imposición por
analogía de una pena, que implica también por analogía la aplicación de una norma que contiene una
determinada sanción, a un caso que no está expresamente castigado por ésta, que es lo que proscribe
el párrafo tercero del artículo 14 constitucional, no se surte en las normas impugnadas.
Precedentes: Contradicción de tesis 19/97. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero
y Segundo del Décimo Segundo Circuito. 22 de octubre de 1997. Cinco votos. Ponente: Humberto
Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.
Tesis de jurisprudencia 46/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de cinco de
noviembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de los Ministros
presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ausente José de Jesús Gudiño Pelayo, previo aviso a la Presidencia.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Registro IUS: 200789; Localización: Novena Época, Segunda Sala, Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Tomo I, Junio de 1995, p. 223, tesis 2a. XLII/95, aislada,
Constitucional, Común.
Rubro: AMPARO CONTRA LEYES. ES PROCEDENTE AUNQUE SE RECLAME EN
CONTRA DEL SEGUNDO ACTO DE APLICACION, SI EL PRIMERO SE
DECLARO INVALIDO. Texto: Si en un juicio de amparo se reclama la
inconstitucionalidad de una ley con motivo de un acto de aplicación y de los
antecedentes se advierte que aunque había existido un acto de aplicación anterior,
éste fue anulado legalmente, no cabe sobreseer en el juicio por consentimiento del
referido acto primero de aplicación, pues si el mismo fue combatido por el medio
ordinario de defensa, no se consintió; y si con ese motivo se obtuvo resolución
favorable que lo anuló, ha de considerarse que el posterior acto de aplicación es el
que, por afectar al quejoso de manera actual, es el que debe servir de base para
impugnar la ley, de lo que se sigue que el plazo para la promoción del amparo debe
computarse a partir de éste, que debe tenerse como primer acto de aplicación.
Precedentes: Amparo en revisión 2129/93. Formas Continuas para Negocios, S.A de
C.V. 12 de mayo de 1995. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria:
Mercedes Rodarte Magdaleno.
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LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 175,595; Jurisprudencia; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época; Instancia:
Primera Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XXIII, Marzo de 2006; Tesis:
1a./J. 10/2006; Página: 84.
EXACTA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL. LA GARANTÍA, CONTENIDA EN EL TERCER
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, TAMBIÉN OBLIGA AL
LEGISLADOR. El significado y alcance de dicha garantía constitucional no se limita a constreñir a la
autoridad jurisdiccional a que se abstenga de imponer por simple analogía o por mayoría de razón,
pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al hecho delictivo de que se
trata, sino que también obliga a la autoridad legislativa a emitir normas claras en las que se precise la
conducta reprochable y la consecuencia jurídica por la comisión de un ilícito, a fin de que la pena se
aplique con estricta objetividad y justicia; que no se desvíe ese fin con una actuación arbitraria del
juzgador, ni se cause un estado de incertidumbre jurídica al gobernado a quien se le aplique la norma,
con el desconocimiento de la conducta que constituya el delito, así como de la duración mínima y
máxima de la sanción, por falta de disposición expresa.
Amparo directo en revisión 268/2003. 11 de junio de 2003. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Jaime Flores Cruz.
Amparo directo en revisión 1294/2004. 27 de octubre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente:
Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Amparo en revisión 534/2005. 22 de junio de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Manuel González Díaz.
Amparo en revisión 933/2005. 3 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Roberto Ávila Ornelas.
Amparo directo en revisión 55/2006. 8 de febrero de 2006. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 10/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
primero de marzo de dos mil seis.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Por lo que se refiere al principio de taxatividad, debe decirse que se trata de una
garantía o exigencia que se deriva del principio de legalidad, la cual está íntimamente
ligada al principio de tipicidad de las infracciones penales, que se traduce en la
necesidad de predeterminación normativa suficiente de los ilícitos y sus penas. En
consecuencia, el mandato de taxatividad supone una exigencia de que el grado de
determinación de la conducta típica sea tal, que pueda ser conocido por el gobernado
lo que es objeto de prohibición.
No. Registro: 172,184; Tesis aislada; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época;
Instancia: Primera Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XXV,
Junio de 2007; Tesis: 1a. CXI/2007; Página: 201.
NORMAS PENALES EN BLANCO. SON INCONSTITUCIONALES CUANDO REMITEN A
OTRAS QUE NO TIENEN EL CARÁCTER DE LEYES EN SENTIDO FORMAL Y MATERIAL. Los
denominados "tipos penales en blanco" son supuestos hipotéticos en los que la
conducta delictiva se precisa en términos abstractos y requiere de un complemento
para integrarse plenamente. Ahora bien, ordinariamente la disposición
complementaria está comprendida dentro de las normas contenidas en el mismo
ordenamiento legal o en sus leyes conexas, pero que han sido dictadas por el
Congreso de la Unión, con apoyo en las facultades expresamente conferidas en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En consecuencia, las "normas
penales en blanco" no son inconstitucionales cuando remiten a otras que tienen el
carácter de leyes en sentido formal y material, sino sólo cuando reenvían a otras
normas que no tienen este carácter -como el caso de los reglamentos-, pues ello
equivale a delegar a un poder distinto al legislativo la potestad de intervenir
decisivamente en la determinación del ámbito penal, cuando es facultad exclusiva e
indelegable del Congreso de la Unión legislar en materia de delitos y faltas federales.
Amparo en revisión 703/2004. 26 de enero de 2005. Cinco votos. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 172,261; Tesis aislada; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época; Instancia: Primera
Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XXV, Junio de 2007; Tesis: 1a. CX/2007;
Página: 191
ATAQUES A LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN. LA FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 171 DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL QUE PREVÉ ESE DELITO, VIOLA LOS PRINCIPIOS DE EXACTA APLICACIÓN Y RESERVA DE LEY EN
MATERIA PENAL. A la luz de los principios de exacta aplicación y reserva de ley en materia penal
contenidos, respectivamente, en los artículos 14, tercer párrafo, y 73, fracción XXI, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se requiere que las leyes penales provengan del órgano
legislativo y describan con claridad y precisión la conducta delictiva y las sanciones correspondientes,
incluyendo todos sus elementos, características, condiciones, términos y plazos, por lo que es
indispensable que tanto los delitos como las sanciones estén previstos en una ley en sentido formal y
material, con lo cual se proscriben las denominadas "normas penales en blanco" o "de reenvío", que
remiten a un reglamento emitido por el Poder Ejecutivo para conocer el núcleo esencial de la
prohibición. Por tanto, el artículo 171, fracción II, del Código Penal Federal, al prever una conducta
delictiva compuesta de dos condiciones: manejar en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas
enervantes vehículos de motor e infringir reglamentos de tránsito y circulación, viola los mencionados
principios constitucionales en tanto que remite a la mera infracción de dichos reglamentos para
conocer e integrar uno de los elementos esenciales del tipo, lo cual tiene como efecto que el contenido
de la ley penal pueda variar por la sola voluntad del Ejecutivo Federal, modificándola de facto a través
de normativas administrativas y sin necesidad de acudir a los procesos legislativos ordinarios, lo que
trastoca el ejercicio de la facultad exclusiva del Congreso de la Unión para legislar en materia de delitos
y faltas federales.
Amparo en revisión 703/2004. 26 de enero de 2005. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Nota.- Resulta de especial interés el criterio con el que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia,
resolvió el amparo directo en revisión 866/2007; donde generó un criterio en que hace una distinción
entre los elementos que comprenden el núcleo normativo y aquellos elementos que, formando parte
de la norma, no se encuentran dentro de su núcleo. De esta forma, se generó un criterio que permite
determinar qué elementos del tipo penal deben estar contenidos necesariamente en una norma con
rango legal y qué elementos por no formar parte del núcleo normativo, pueden encontrarse en una
norma de jerarquía administrativa sin que se viole el principio de reserva de la ley.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Décima Época. Registro: 2016423. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación. Libro 52, Marzo de 2018, Tomo I. Materia(s): Común. Tesis: 1a. XXII/2018
(10a.). Página: 1099.
OMISIONES LEGISLATIVAS. LOS TRIBUNALES DE AMPARO TIENEN FACULTADES PARA
ORDENAR LA RESTITUCIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS QUEJOSOS CUANDO ÉSTOS
HAYAN SIDO VIOLADOS POR.
En un Estado constitucional de derecho todas las autoridades deben respetar la Constitución. Así, aun cuando el
Poder Legislativo tenga una función de la máxima importancia dentro nuestro orden constitucional y ésta se le
haya encomendado de manera exclusiva -aunque con cierta intervención del Poder Ejecutivo-, también se
encuentra sometido a la Constitución. En consecuencia, cuando exista una omisión legislativa el Poder Legislativo
no es libre para decidir no legislar. En efecto, cuando la Constitución establece un deber de legislar respecto de
algún tema en específico a cargo del Poder Legislativo, el ejercicio de la facultad de legislar deja de ser discrecional
y se convierte en una competencia de ejercicio obligatorio. En este escenario, la única manera de mantener un
estado de regularidad constitucional es que los tribunales de amparo estén en aptitud de determinar si en un caso
concreto una omisión de legislar se traduce además en una vulneración a los derechos de las personas. En esta
lógica, sostener la improcedencia del juicio amparo contra omisiones legislativas cuando se alega que vulneran
derechos fundamentales implicaría desconocer la fuerza normativa a la Constitución, situación que es inaceptable
en un Estado constitucional de derecho. Así, cuando exista un mandato constitucional expreso dirigido al Poder
Legislativo en el que se le imponga claramente el deber de legislar o de hacerlo en algún sentido específico, los
tribunales de amparo tienen la responsabilidad de velar por el cumplimiento de la Constitución. Particularmente,
tienen el deber de proteger a las personas frente a las omisiones del legislador, garantizando que éstas no se
traduzcan en vulneraciones de sus derechos fundamentales.
Amparo en revisión 1359/2015. Campaña Global por la Libertad de Expresión A19, A.C. 15 de noviembre de 2017.
Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández, quienes formularon voto concurrente. Disidente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo, quien formuló voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: José Ignacio Morales
Simón y Arturo Bárcena Zubieta.
Esta tesis se publicó el viernes 16 de marzo de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Décima Época. Registro: 2012767. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada.
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 35, Octubre de 2016, Tomo IV. Materia(s): Común
.Tesis: I.18o.A.11 K (10a.). Página: 2995
OMISIÓN LEGISLATIVA O REGLAMENTARIA. HIPÓTESIS EN QUE ES PROCEDENTE EL
AMPARO INDIRECTO. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo la tesis aislada de la
improcedencia del juicio de amparo, cuando se impugna la omisión de la autoridad para expedir disposiciones de
carácter general porque, en esos casos, podrían darse efectos generales a la ejecutoria vinculando no sólo al
quejoso y a las responsables, sino a todos los gobernados y autoridades relacionadas con la norma creada,
contraviniendo el principio de relatividad de las sentencias. Dicho criterio fue emitido antes de la reforma
constitucional en materia de derechos humanos de seis de junio de dos mil once, así como del decreto por el que
se expidió la nueva Ley de Amparo de dos de abril de dos mil trece por lo que, adminiculando ambas reformas,
actualmente es factible considerar que el amparo es procedente cuando se reclama la omisión legislativa o
reglamentaria, por lo menos, cuando hay un mandato constitucional o legal que obligue a una autoridad y éste no
se ha ejecutado. En tal virtud, cuando se impugna la omisión legislativa o reglamentaria debe demostrarse que el
deber de actuar de la autoridad en cierto sentido existe, esto es, que un mandato legal obliga a una autoridad a
expedir una disposición de carácter general; y quien tenga interés legítimo puede acudir a reclamar el inactuar de
la autoridad. En esa circunstancia, el juicio de amparo sí es procedente cuando se trate de una omisión legislativa o
reglamentaria, porque en ese supuesto no se pretende satisfacer un interés particular, sino uno legítimo para el
cumplimiento de un mandato legal ya existente.DÉCIMO OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.
Queja 53/2016. Edmundo López de la Rosa, consejero del Pueblo de Mexicaltzingo. 21 de abril de 2016.
Unanimidad de votos. Ponente: Juan Carlos Cruz Razo. Secretario: Carlos Gregorio García Rivera.Nota: Esta tesis es
objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 249/2017, pendiente de resolverse por el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de octubre de 2016 a las 10:17 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 175,872; Jurisprudencia; Materia(s): Constitucional; Novena Época; Instancia: Pleno;
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Febrero de 2006; Tesis: P./J. 11/2006; Página: 1527
OMISIONES LEGISLATIVAS. SUS TIPOS. En atención al principio de división funcional de poderes, los
órganos legislativos del Estado cuentan con facultades o competencias de ejercicio potestativo y de
ejercicio obligatorio, y en su desarrollo pueden incurrir en diversos tipos de omisiones. Por un lado,
puede darse una omisión absoluta cuando aquéllos simplemente no han ejercido su competencia de
crear leyes ni han externado normativamente voluntad alguna para hacerlo; por otro lado, puede
presentarse una omisión relativa cuando al haber ejercido su competencia, lo hacen de manera parcial
o simplemente no la realizan integralmente, impidiendo el correcto desarrollo y eficacia de su función
creadora de leyes. Ahora bien, combinando ambos tipos de competencias o facultades -de ejercicio
obligatorio y de ejercicio potestativo-, y de omisiones -absolutas y relativas-, pueden presentarse las
siguientes omisiones legislativas: a) Absolutas en competencias de ejercicio obligatorio, cuando el
órgano legislativo tiene la obligación o mandato de expedir una determinada ley y no lo ha hecho; b)
Relativas en competencias de ejercicio obligatorio, cuando el órgano legislativo emite una ley teniendo
una obligación o un mandato para hacerlo, pero lo realiza de manera incompleta o deficiente; c)
Absolutas en competencias de ejercicio potestativo, en las que el órgano legislativo decide no actuar
debido a que no hay ningún mandato u obligación que así se lo imponga; y, d) Relativas en
competencias de ejercicio potestativo, en las que el órgano legislativo decide hacer uso de su
competencia potestativa para legislar, pero al emitir la ley lo hace de manera incompleta o deficiente.
Controversia constitucional 14/2005. Municipio de Centro del Estado de Tabasco. 3 de octubre de 2005.
Unanimidad de diez votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretarios: Laura Patricia Rojas Zamudio y Raúl Manuel Mejía Garza.
El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 11/2006, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 200,383; Tesis aislada; Materia(s): Penal, Constitucional; Novena Época; Instancia: Pleno; Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; I, Mayo de 1995; Tesis: P. VIII/95; Página: 86
LESIONES, LA OMISION EN EL CODIGO PENAL DEL ESTADO DE NUEVO LEON DE PREVER UN PLAZO DENTRO DEL
CUAL SE DEBEN TENER COMO MORTALES, VIOLA LAS GARANTIAS DE EXACTA APLICACION DE LA LEY Y DE
OBSERVANCIA DE LAS FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. Para cumplir con las garantías que
establecen los párrafos segundo y tercero del artículo 14 constitucional, la ley penal debe, por un lado, garantizar
una adecuada defensa de los procesados y, por otro, señalar los requisitos de certeza necesarios para evitar
confusiones y lograr la exacta aplicación de sus disposiciones. En efecto, identificándose el enlace entre las lesiones
y la muerte, con una relación natural de causa a efecto, la certeza de esta causalidad requiere del señalamiento de
una dimensión temporal que sólo el legislador puede válidamente fijar, pero cuya omisión origina el riesgo de que
por quedar indeterminada e imprecisa la temporalidad dentro de la cual opera legalmente dicha vinculación, se
pierda la certidumbre o seguridad de conceptos tan trascendentes para los gobernados, pues por el transcurso del
tiempo surge la eventualidad de que causas ajenas a la lesión interfieran en el resultado, dificultando la exacta
aplicación de la ley, por omisión de ésta. El Código Penal para el Estado de Nuevo León, que entró en vigor el
veintinueve de agosto de mil novecientos ochenta y uno, al suprimir el establecimiento del plazo dentro del cual
debe tenerse como mortal una lesión, vulnera la garantía de exacta aplicación de la ley, garantía que en su cabal
comprensión ha de abarcar tanto los actos propios de aplicación como la ley misma, respecto de la cual se debe
exigir la certeza que permita una aplicación precisa a fin de lograr la seguridad jurídica que persigue dicha garantía;
además, con la indeterminación temporal se conculcan las formalidades procesales de defensa pues se pierden,
debilitan o desvanecen las posibilidades de obtener los elementos de convicción que habrían de aportarse para
demostrar hechos distintos a los originalmente imputados y allegar al proceso, en consecuencia, los que resulten
idóneos, conducentes y eficaces en relación con el delito que finalmente se le atribuya al procesado. Entonces, al
no estar concebido el Código Penal de que se trata, específicamente en sus artículos 308, 309 y 312, de manera tal
que los destinatarios de dichas normas tengan la certeza de los hechos que se les imputan y se garantice así su
audiencia respecto de hechos ciertos, ha de considerarse que tal ordenamiento sustantivo, en lo relativo, es
violatorio de la Constitución General de la República.
Amparo directo en revisión 670/93. Reynaldo Alvaro Pérez Tijerina. 16 de marzo de 1995. Mayoría de siete votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Jorge Carenzo Rivas.
El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el quince de mayo en curso, por unanimidad de ocho votos de los
señores Ministros Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan
Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios y Olga
María Sánchez Cordero; aprobó, con el número VIII/95 (9a.) la tesis que antecede. México, Distrito Federal, a
quince de mayo de mil novecientos noventa y cinco.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 183,825; Jurisprudencia; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época; Instancia: Pleno; Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XVIII, Julio de 2003; Tesis: P./J. 25/2003; Página: 18
FALSEDAD EN DECLARACIONES RENDIDAS ANTE AUTORIDAD DISTINTA DE LA JUDICIAL. EL PRIMER PÁRRAFO DEL
ARTÍCULO 247 DEL AHORA CÓDIGO PENAL FEDERAL VIOLA LAS GARANTÍAS DE SEGURIDAD JURÍDICA Y EXACTA
APLICACIÓN DE LA LEY PENAL, EN LA PARTE QUE SEÑALA "SE IMPONDRÁN DE DOS A SEIS AÑOS", PORQUE NO
ESPECIFICA LA NATURALEZA DE LA PENA (DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN DEL DIEZ DE ENERO DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y CUATRO). El artículo 14, párrafo tercero, constitucional, consigna como garantía de
exacta aplicación de la ley en materia penal, la prohibición de imponer penas que no estén establecidas por una ley
exactamente aplicable al delito de que se trate, prohibición que recoge el inveterado principio de derecho penal,
que se enuncia como nulla poena sine lege. El alcance de dicha garantía no se limita a constreñir a la autoridad
jurisdiccional a que se abstenga de imponer por simple analogía o por mayoría de razón pena alguna que no esté
decretada por una ley exactamente aplicable al hecho delictivo de que se trata, sino que obliga al legislador a
emitir normas claras en las que se precise la consecuencia jurídica de la comisión de un ilícito a fin de evitar un
estado de incertidumbre jurídica al gobernado y una actuación arbitraria del juzgador. Bajo estas premisas, es
válido concluir que el primer párrafo del artículo 247, fracción I, del citado Código Penal, con motivo de la reforma
publicada en el Diario Oficial de la Federación de diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro que establece
como una de las sanciones previstas para el delito de falsedad en declaraciones ante autoridad distinta de la
judicial, que "se impondrán de dos a seis años", sin especificar la naturaleza de la pena a que se refiere dicho lapso,
resulta violatorio de la garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal y, por ende, de la garantía de
seguridad jurídica, al no precisar la naturaleza de una de las dos penas que corresponden a la conducta que
describe en su fracción I, esto es, mientras que la sanción pecuniaria se determina expresamente, señalándose los
días multa correspondientes, el otro tipo de sanción resulta desconocido para los gobernados, al omitirse la clase
de pena a que se refiere, generando incertidumbre tanto para éstos como para los juzgadores obligados a aplicar
dicho precepto. La inconstitucionalidad del primer párrafo del artículo 247 del Código Penal Federal afecta
específicamente a la pena temporal aplicable a la comisión del ilícito descrito en éste y no así a la sanción
pecuniaria prevista en el mismo, la que deberá ser aplicada en los casos concretos que deban resolver los
juzgadores, en el entendido de que es sólo la porción normativa precisada la que se estima viciada, subsistiendo
válidamente tanto el tipo penal como la sanción pecuniaria respectiva.
Contradicción de tesis 19/2001-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. 24 de junio de 2003. Once votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario:
Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy primero de julio en curso, aprobó, con el número 25/2003, la
tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a primero de julio de dos mil tres.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 178,039; Tesis aislada; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época; Instancia: Pleno;
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; XXII, Julio de 2005; Tesis: P. XXII/2005; Página:
7
COHECHO ACTIVO. LA FALTA DE DEFINICIÓN DE LOS CONCEPTOS "JUSTO" E "INJUSTO" CONTENIDOS EN
EL ARTÍCULO 222, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, NO VIOLA EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN
MATERIA PENAL. El hecho de que el tipo penal previsto en el citado precepto no defina los conceptos
de "justo" e "injusto" no deja en estado de indefensión a quien se le imputa la comisión del delito de
cohecho activo y, por ende, no viola el principio de legalidad que en materia penal establece el artículo
14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que la figura típica es clara en cuanto
a los elementos que la integran, a saber: a) Que se dé u ofrezca dinero o cualquier otra dádiva a un
servidor público, y b) Que el propósito de esa entrega u ofrecimiento consista en que el servidor
público realice u omita un acto justo o injusto relacionado con sus funciones. Esto es, el bien
jurídicamente tutelado consiste en el correcto desempeño de la administración pública, de manera que
para que se configure dicho delito es necesario que la acción u omisión que se pide al servidor público
esté relacionada con sus funciones, por lo que la circunstancia de que resulte justa o injusta no varía la
afectación del bien jurídico protegido; de lo que se sigue que al introducir los conceptos de "justo" e
"injusto", el legislador pretendió evitar que la valoración del contenido de la actuación del servidor
público influyera en la configuración del tipo, pues se abarcan todos los actos cuyo origen proviene de
motivaciones ajenas al adecuado desempeño de la función pública.
Amparo directo en revisión 1661/2002. 13 de enero de 2004. Unanimidad de diez votos. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretaria: Guillermina Coutiño Mata.
El Tribunal Pleno, el cinco de julio en curso, aprobó, con el número XXII/2005, la tesis aislada que
antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito
Federal, a cinco de julio de dos mil cinco.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 193,436; Tesis aislada; Materia(s): Penal; Novena Época; Instancia: Pleno; Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; X, Agosto de 1999; Tesis: P. LX/99; Página: 55
SALUD, DELITO CONTRA LA. LA POSESIÓN DE EFEDRINA SE TIPIFICA NO OBSTANTE QUE DICHA
SUSTANCIA NO ESTÉ CONSIDERADA COMO ESTUPEFACIENTE O PSICOTRÓPICO EN LA LEY GENERAL DE
SALUD SI, CONFORME AL ARTÍCULO 193 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, TIENE ESA CATALOGACIÓN EN
UN TRATADO INTERNACIONAL. Si bien es cierto que la "efedrina" no se encuentra contenida en el
artículo 245 de la Ley General de Salud como una de las sustancias consideradas estupefacientes o
psicotrópicos, de ello en modo alguno puede concluirse que su posesión no pueda considerarse ilícita
en los términos del artículo 195 del Código Penal Federal, pues el diverso 193 del mismo código
punitivo incluye, dentro de esa categoría, no sólo a las descritas en la Ley General de Salud, sino
también a las que así se cataloguen en los tratados internacionales; lo que ocurre respecto de esa
sustancia, pues la misma así está catalogada en la Convención Única sobre Estupefacientes, celebrada
en la ciudad de Nueva York el treinta de marzo de mil novecientos sesenta y uno, aprobada por el
Senado de la República el veintinueve de diciembre de mil novecientos sesenta y seis, cuyo decreto fue
publicado en el Diario Oficial de la Federación el treinta y uno de mayo de mil novecientos sesenta y
siete.
Amparo directo en revisión 2922/98. Bulmaro Peralta Espinoza. 18 de mayo de 1999. Unanimidad de
nueve votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón y José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Secretario: Homero Fernando Reed Ornelas.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de julio en curso, aprobó, con el número
LX/1999, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis
jurisprudencial. México, Distrito Federal, a catorce de julio de mil novecientos noventa y nueve.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 186,615; Tesis aislada; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época;
Instancia: Pleno; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XVI, Julio de
2002; Tesis: P. XXVII/2002; Página: 7
DELINCUENCIA ORGANIZADA. EL ARTÍCULO 7o. DE LA LEY FEDERAL RELATIVA NO
TRANSGREDE EL PRINCIPIO DE SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL QUE ESTABLECE EL
ARTÍCULO 133 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
El numeral 7o. de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada no contraviene el
artículo 133 constitucional, pues sólo instituye la supletoriedad de las disposiciones de
los Códigos Penal Federal y Federal de Procedimientos Penales, así como de las
legislaciones que establezcan las normas sobre ejecución de penas y medidas de
seguridad e, incluso, las comprendidas en leyes especiales; por tanto, la supletoriedad
indicada no atenta en contra del principio de supremacía constitucional, del que no se
infiere ninguna jerarquía entre las leyes emanadas del Congreso de la Unión.
Amparo en revisión 173/2001. 25 de junio de 2002. Once votos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto Miguel Ruiz Matías.
Amparo en revisión 444/2001. 25 de junio de 2002. Once votos. Ponente: José Vicente
Aguinaco Alemán. Secretaria: Martha Yolanda García Verduzco.
Amparo en revisión 446/2001. 25 de junio de 2002. Once votos. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretario: Gonzalo Arredondo Jiménez.
El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada hoy veinticinco de junio en curso,
aprobó, con el número XXVII/2002, la tesis aislada que antecede; y determinó que la
votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a
veinticinco de junio de dos mil dos.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
No. Registro: 174,571; Jurisprudencia; Materia(s): Constitucional, Penal; Novena Época; Instancia: Pleno; Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta; XXIV, Julio de 2006; Tesis: P./J. 85/2006; Página: 819
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. EL ARTÍCULO 8o., TERCER PÁRRAFO, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES DE TLAXCALA,
ADICIONADO MEDIANTE EL DECRETO PUBLICADO EN EL PERIÓDICO OFICIAL DE LA ENTIDAD EL 20 DE MAYO DE 2004,
TRANSGREDE EL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE PODERES. De las tesis P./J. 80/2004 y P./J. 52/2005, de rubros: "DIVISIÓN DE
PODERES. PARA EVITAR LA VULNERACIÓN A ESTE PRINCIPIO EXISTEN PROHIBICIONES IMPLÍCITAS REFERIDAS A LA NO
INTROMISIÓN, A LA NO DEPENDENCIA Y A LA NO SUBORDINACIÓN ENTRE LOS PODERES PÚBLICOS DE LAS ENTIDADES
FEDERATIVAS." y "DIVISIÓN DE PODERES. EL EQUILIBRIO INTERINSTITUCIONAL QUE EXIGE DICHO PRINCIPIO NO AFECTA LA
RIGIDEZ DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.", se advierte que existen limitaciones que impiden que cualquiera de los Poderes del
Estado pueda arrogarse facultades que corresponden a otro poder, pero también existen casos excepcionales en los que un poder
puede realizar funciones que por su naturaleza debieron corresponder a otro, previa satisfacción de una serie de requisitos, sin
que ello implique la distorsión del sistema de competencias, a saber: 1. Que la excepción esté expresamente consignada en la Ley
Fundamental o en una Constitución Local; 2. Que el acto a realizar sea estrictamente necesario para hacer efectivas las facultades
que son exclusivas de uno de los poderes, y 3. Que la realización del acto no implique la subordinación de un poder hacia otro. En
congruencia con lo expuesto, se concluye que el artículo 8o., tercer párrafo, del Código de Procedimientos Penales del Estado de
Tlaxcala, adicionado mediante el decreto publicado en el Periódico Oficial de la entidad el 20 de mayo de 2004, al prever que el
Juez que conozca de la causa penal vigilará el cumplimiento de las medidas protectoras a las víctimas de violencia familiar y
ordenará la destitución del agente del Ministerio Público que haya conocido de la investigación en caso de que no cumpla con las
obligaciones de protección a dichas víctimas, transgrede el principio de división de poderes contenido en el artículo 116, primer
párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque no existe disposición expresa en este último
ordenamiento ni en la Constitución Política del Estado de Tlaxcala que faculte a los Jueces Penales para destituir a un agente del
Ministerio Público, pues ésta no es una función propia del Juez, ya que implicaría una relación de subordinación del Poder
Ejecutivo hacia el Poder Judicial, pues el Ministerio Público estaría imposibilitado para realizar alguna conducta alternativa a la
decisión adoptada por el Juez al tener que acatar, sin más, la destitución. Finalmente, debe señalarse que esta última no es una
condición necesaria de la protección a las víctimas de la violencia familiar, pues existen otros medios jurídicos que podrían
garantizarla, por ejemplo, la profesionalización del personal, la mejora de la infraestructura o, incluso, el establecimiento y la
aplicación de sanciones contra los agentes del Ministerio Público, como lo es la destitución, ordenada y ejecutada por su superior
jerárquico.
Acción de inconstitucionalidad 20/2004. Procurador General de la República. 18 de octubre de 2005. Unanimidad de diez votos.
Ausente: Juan Díaz Romero. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Roberto Lara Chagoyán.
El Tribunal Pleno, el primero de junio en curso, aprobó, con el número 85/2006, la tesis jurisprudencial que antecede. México,
Distrito Federal, a primero de junio de dos mil seis.
Nota: Las tesis P./J. 80/2004 y P./J. 52/2005 citadas, aparecen publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomos XX, septiembre de 2004, página 1122 y XXII, julio de 2005, página 954, respectivamente.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Décima Época. Registro: 2013564. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada.
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 38, Enero de 2017, Tomo IV. Materia(s): Común.
Tesis: IV.1o.A.55 A (10a.). Página: 2467
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO. EL TRIBUNAL COLEGIADO ESTÁ
FACULTADO PARA ANALIZAR LAS NORMAS QUE SIRVIERON DE BASE PARA RESOLVER
UNA CONTROVERSIA Y SI ENCUENTRA UNA QUE SE OPONGA A LA CONSTITUCIÓN O A
LOS TRATADOS INTERNACIONALES, DEBE ORDENAR QUE, PARA EL CASO EXAMINADO,
SE EXPULSE DEL SISTEMA NORMATIVO. De conformidad con los artículos 1o. y 103 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, los órganos jurisdiccionales se encuentran legalmente vinculados a
ejercer, ex officio, el control de convencionalidad, lo cual implica la obligación de velar no sólo por los derechos
humanos contenidos en la Constitución Federal sino también en los instrumentos internacionales firmados por el
Estado Mexicano, adoptando la interpretación más favorable conforme al principio pro persona. En ese tenor, si el
Tribunal Colegiado de Circuito, al analizar la convencionalidad de las normas que sirvieron de base para resolver
una controversia en primera instancia, advierte que el órgano responsable desatendió el mandato conferido en el
artículo 1o. de la Constitución Federal, pues aplicó uno o varios preceptos que limitan la participación del órgano
judicial, al impedir la emisión de la resolución jurisdiccional, es claro que a fin de promover, respetar, proteger y
garantizar los derechos humanos, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad, y a fin de alcanzar un acceso efectivo a la tutela judicial, como lo ordenan los
artículos 25, punto 1, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 17 de la Carta Fundamental, se debe
conceder el amparo y la protección de la Justicia Federal, para el efecto de que las normas contrarias a dichos
principios, se expulsen del sistema normativo que, en relación con el quejoso o demandante, rige el actuar de los
tribunales, ya que éstos deben actuar conforme al espíritu constitucional de garantizar los derechos humanos de
todos los mexicanos y estar integrados por hombres probos y aptos en su aplicación y cumplimiento.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO.
Amparo directo 448/2015. 4 de febrero de 2016. Mayoría de votos. Disidente: Antonio Ceja Ochoa. Ponente:
Sergio Eduardo Alvarado Puente. Secretario: Carlos Toledano Saldaña.
Esta tesis se publicó el viernes 27 de enero de 2017 a las 10:28 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Décima Época. Registro: 2006545. Instancia: Segunda Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación. Libro 6, Mayo de 2014, Tomo II. Materia(s): Común. Tesis: 2a./J. 39/2014 (10a.)
Página: REVISIÓN EN AMPARO INDIRECTO. PROCEDE ANALIZAR LOS
984.
PLANTEAMIENTOS SOBRE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LAS DISPOSICIONES DE LA
LEY DE AMPARO APLICADAS POR EL JUEZ DE DISTRITO EN LA SENTENCIA RECURRIDA.
El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el recurso de reclamación 130/2011,
en sesión de 26 de enero de 2012, consideró que, con motivo de la reforma al artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, ha
sido removido, en parte, el obstáculo técnico para analizar en la revisión la constitucionalidad de las disposiciones
aplicadas en las sentencias dictadas por los Jueces de Distrito. Al respecto se precisó, entre otras cuestiones, que
cuando un órgano jurisdiccional competente para conocer del juicio de amparo actualice algún supuesto normativo
de la Ley de Amparo, se abre la posibilidad de enjuiciar la disposición legal que lo faculte para actuar en el sentido
que lo hizo, cuando se actualicen las condiciones siguientes: a) La emisión de autos o resoluciones concretas de los
órganos que conozcan del juicio de amparo; b) La impugnación de normas de la ley citada cuya aplicación se
concrete efectivamente dentro de los asuntos de la competencia de los órganos jurisdiccionales que conocen del
juicio de amparo, y que trasciendan al sentido de la decisión adoptada; y, c) La existencia de un recurso procedente
contra el acto de aplicación de las normas de la ley referida tildadas de inconstitucionales, en el cual pueda
analizarse tanto la legalidad de su acto de aplicación como la regularidad constitucional de esas normas, en su
caso. Por otra parte, esta Segunda Sala ha sostenido que al impugnar las disposiciones de la ley de la materia a
través del recurso de revisión interpuesto contra la sentencia dictada en un juicio de amparo indirecto, el
recurrente debe exponer en sus agravios argumentos mínimos de impugnación de la norma legal cuestionada. Así,
en el recurso de revisión que se interponga contra la sentencia dictada por un Juez de Distrito en el juicio de
amparo indirecto, procede analizar los planteamientos sobre la inconstitucionalidad de las disposiciones de la Ley
de Amparo aplicadas en dicha sentencia, a condición de que se satisfagan los requisitos mencionados.
Contradicción de tesis 468/2013. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto del Tercer Circuito y
Primero del Sexto Circuito, ambos en Materia Administrativa. 19 de marzo de 2014. Cinco votos de los Ministros
Sergio A. Valls Hernández, Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna
Ramos y Luis María Aguilar Morales. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretario: Juan Pablo Gómez
Fierro.Tesis y/o criterios contendientes:El sustentado por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa
del Tercer Circuito, al resolver el amparo en revisión 243/2010, y el diverso sustentado por el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito, al resolver el amparo en revisión 138/2013.Tesis de
jurisprudencia 39/2014 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del dos de
abril de dos mil catorce.
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS
LITIGANTES DE MÉXICO, A. C.
Época: Décima Época. Registro: 2010143. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación. Libro 23, Octubre de 2015, Tomo II. Materia(s): Común. Tesis: 1a.
CCLXXXIX/2015 (10a.). Página: 1647
CONTROL CONCENTRADO Y DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD. SUS DIFERENCIAS. De los
artículos 1o. y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, deriva que el control concentrado
de constitucionalidad y convencionalidad respecto de normas generales por vía de acción está depositado
exclusivamente en los órganos del Poder Judicial de la Federación, quienes deciden en forma terminal y definitiva,
por medio del análisis exhaustivo de los argumentos que los quejosos propongan en su demanda o en los casos en
que proceda la suplencia de la queja, si una disposición es contraria o no a la Constitución Federal y a los tratados
internacionales sobre derechos humanos de los que el Estado Mexicano sea parte. Por su parte, el control difuso
que realizan las demás autoridades del país, en el ámbito de su competencia, se ejerce de manera oficiosa, si y sólo
si, encuentran sustento para ello, respaldándose en el imperio del cual están investidas para juzgar conforme a la
Constitución. Por tanto, el control ordinario que ejercen estas autoridades en su labor cotidiana, es decir, en su
competencia específica, se constriñe a establecer la legalidad del asunto sometido a su consideración con base en
los hechos, argumentaciones jurídicas, pruebas y alegatos propuestos por las partes, dando cumplimiento a los
derechos fundamentales de audiencia, legalidad, debido proceso y acceso a la justicia. Es aquí donde el juzgador
ordinario, al aplicar la norma, puede contrastar, de oficio, entre su contenido y los derechos humanos que
reconoce el orden jurídico nacional (esto es, realizar el control difuso) en ejercicio de una competencia genérica,
sin que la reflexión que realiza el juez común, forme parte de la disputa entre actor y demandado. En ese sentido,
la diferencia toral entre los medios de control concentrado y difuso estriba, esencialmente, en que en el primero es
decisión del quejoso que el tema de inconstitucionalidad o inconvencionalidad de la ley forme parte de la litis, al
plantearlo expresamente en su demanda de amparo; mientras que en el segundo, ese tema no integra la litis, que
se limita a la materia de legalidad (competencia específica); no obstante, por razón de su función, por decisión
propia y prescindiendo de todo argumento de las partes, el juzgador puede desaplicar la norma que a su criterio no
sea acorde con la Constitución o con los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Amparo directo en revisión 4927/2014. Chavira y Arzate, S.C. 27 de mayo de 2015. Unanimidad de cuatro votos de
los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Ausente y Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas; en su ausencia hizo suyo el
asunto Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Octavio Joel Flores Díaz.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de octubre de 2015 a las 11:00 horas en el Semanario Judicial de la Federación.