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“…el aula puede convertirse en verdad en un lugar precario, en especial cuando ni el docente
ni el alumno son plenamente conscientes de los mensajes culturales ocultos que se comunican
I. Introducción:
-“Los docentes organizamos nuestras clases de modos muy diversos”
-Las “buenas” y “malas” clases o las clases con “buena enseñanza”, “exitosas”, y las
clases que son un “fracaso”, son propias de cada uno de “nosotros”.
-No adhiero a la idea de clasificar a un docente como “buen” o “mal” docente en
función del modo de organizar sus clases.
-Solo atribuiría la idea de “lo bueno” y “lo malo” con relación a la actitud ética y no a
la propuesta didáctica. Rescato la idea de la “buena enseñanza” (Fenstemacher
1989).
-La actividad del aprendizaje escolar se da en una situación colectiva y
contextualizada y adquiere particularidades distintivas en cada uno de los sujetos
que participan.
-La cotidianeidad del aula muestra que nuestras prácticas pedagógicas no son
estables.
-Ponen de manifiesto una determinada relación docente-conocimiento-alumno.
-El conocimiento en acción está presente en las actividades que realizamos a diario y
nos permite actuar sin necesidad de tener que “pensar previamente”.
• “…reflexionar sobre la acción retomando nuestro pensamiento sobre los que
hemos hecho” o “reflexionar en medio de la acción… reorganizar lo que estamos
haciendo mientras lo estamos haciendo” (Schön, 1987).
-Esta línea aleja (a la PD)de un comportamiento guiado por la racionalidad técnica,
centrado en cuestiones instrumentales. Favorece la reconstrucción del mundo
práctico. La pregunta podría ser; ¿qué práctica estamos haciendo en este momento?
-Reflexión previa centrada en la planificación o, “pensar” la clase antes que sea P. de
E. y “pensar” la clase a la vez que la clase es práctica.
-El análisis didáctico de la clase se asienta sobre la idea de ser;
“El papel que cumplen los docentes en el proceso de la enseñanza no es mecánico. En la medida en
que sean conscientes de los supuestos ocultos que subyacen en la naturaleza del conocimiento que
utilizan y las prácticas pedagógicas que implementan, podrán minimizar en las aulas las peores
dimensiones de la cultura del positivismo.”
“Poco hay en el modelo pedagógico positivista que los aliente a generar sus propios significados, a
aprovechar su capital cultural o a participar en la evaluación de sus experiencias en el aula. En la
pedagogía positivista, los principios de orden, control y certeza parecen intrínsecamente opuestos a
ese proceder.” (H. Giruox, 1997)
II. EL ANÁLISIS DE LA PROPIA PRÁCTICA
“Lo que los docente pueden y deben hacer en las aulas es trabajar en sus
respectivos roles para desarrollar teorías y métodos pedagógicos que vinculen la
autorreflexión y la comprensión a un compromiso de cambiar la naturaleza de la
sociedad en general. Hay una serie de estrategias que los docentes de todos los
niveles de la enseñanza pueden utilizar en sus aulas. Pueden cuestionar los
supuestos se sentido común que modelan su vida, así como los que influyen en las
formas existentes de conocimiento áulico, estilos de enseñanza y evaluación en la
escuela pública, y las legitiman. Al adoptar esta postura crítica y reconstruir a la vez
nuevas teorías y prácticas educativas, los docentes de las aulas pueden contribuir a
elevar su propia conciencia política, la de sus colegas y la de sus alumnos.” (H.
Giruox, 1997)
El Análisis Didáctico de la Clase.
-La Grilla;
- El análisis de la clase se ha caracterizado por hacerse a través del uso de grillas.
- La grilla como “instrumento” implica más que análisis, “evaluación”; “parcela” el análisis
en fragmentos disociados entre sí, preestablecidos de antemano, sobre un desempeño
“ideal” en relación a ciertas rutinas que “deberían estar presentes”, convierte al sujeto
evaluado en un objeto evaluado –desconoce la subjetividad ausente en la grilla-.
- No responde a “una de las características de la investigación social, los objetos que
estudiamos son en realidad sujetos, que por sí mismos producen relatos del mundo”
(Hammersley &Atkinson, 1994)
-El análisis de lo que sucede o ha sucedido en el aula no puede hacerse pre-
estabbleciendo qué va analizarse. Cada situación de aula no tiene un único modo de
resolución, cada situación de enseñanza tiene diferentes modos de intervención.
-Las micro decisiones, se relacionan con la “inmediatez” del aula, se toman en la clase
misma, “en” la práctica, responde a lo inesperado.
-Las macro decisiones, se toman de antemano, cuando estamos “pensando” la clase
y se enlazan con los supuestos subyacentes.
-Una de las cuestiones más importantes es descubrir la coherencia entre micro y
macro decisiones y entre los supuestos subyacentes.
d) Identificar los Supuestos Subyacentes;
- En las tomas de decisiones de una clase se puede tener indicios de los supuestos
básicos que subyacen en esa clase.
- “supuestos porque no son factibles de ser demostrados”
- “básicos porque están en el origen y a veces ocultos de las teorías y las prácticas”
- “subyacentes porque no se hacen explícitos, a veces ni para quien los sostiene”
(Sanjurjo, L. 1994)
- “Racionalidad”;
- Popkewitz (1988) categoría analítica, en relación a paradigmas en la ciencia que
ocupa de la educación –enfoques; empírico-analítico, simbólico, perspectiva
crítica-.
- Giroux (1992) con relación a modelos de racionalidad imperantes en la educación
–racionalidad técnica, hermenéutica, emancipatoria-.
- Carr y Kemmis (1988), naturaleza y finalidades de la investigación en Ciencias
Sociales –tradición positivista, tradición interpretativa, tradición crítica-.
- “Tomaré a Giroux para desarrollar esta categoría y explicar este concepto”:
- “Un conjunto específico de asunciones y prácticas que mediatizan la forma en que
los individuos y los grupos se relacionan… Bajo cualquier forma de racionalidad
existe un conjunto de intereses que definen y cualifican la forma en la que uno
refleja el mundo. Un elemento de gran importancia epistemológica. El
conocimiento, creencias, expectativas y racionalidad condicionan y se encuentran
condicionados por las experiencias en las que vivimos. La noción de que cada
experiencia sólo toma sentido específico desde un modo de racionalidad que le
confiere inteligibilidad es de crucial importancia.” (H. Giroux, 1981)