Você está na página 1de 20

Los afectos magisteriales

Una aproximación a los afectos en el


vínculo pedagógico.

La configuración de la afectividad de la
figura del docente.

Ana L. Abramowski
Punto de partida: inflación de lo afectivo. Afectivización.

• Estereotipo emocional de la maestra: “El buen


maestro es afectuoso”. “Para ser maestra te tienen
que gustar los chicos”
• Los niños son seres indiscutiblemente queribles
• “Las maestras de antes eran rígidas, las de hoy son
dulces y cariñosas”
• Se dice: “hay chicos que necesitan afecto”. Les falta.
• Se dice: “los maestros deben dar afecto a los niños
porque en la casa no lo reciben”
• Se dice: “hay maestros que solo dan afecto y no
enseñan”.
Problema: Cuál es la especificidad de los afectos
magisteriales en la actualidad.
• ¿Cuáles son las maneras del querer/no querer docente?
• ¿De qué está hecho el afecto magisterial? ¿Cuál es su tenor, intensidad,
temperatura, textura? Especificidad.
• ¿Hay maneras apropiadas/aceptadas/correctas de querer, tratar, vincularse
con los alumnos? ¿Cuáles son?
• ¿Existe el mandato que dice que los maestros deben querer a los niños
para enseñarles? ¿Por qué habrían de quererlos, sentir afecto por ellos?
• ¿Cuál es el lugar, la función o utilidad que se adjudica a los afectos en el
vínculo? Ante qué problemas, temas, conflictos, situaciones, es convocada
la cuestión de los afectos a la escena educativa? (¿Para qué hay que
querer a los alumnos? ¿Para que aprendan? ¿Para que se forme su
carácter?) ¿El amor es acaso un medio para conseguir algo (que aprendan,
que se formen, que obedezcan) o es un fin en sí mismo (se quiere a los
chicos, ante todo, porque sí, porque son queribles)? ¿En nombre de qué se
quiere, odia, cuida, etc.?
• ¿Cómo se llevan las modalidades del querer actuales con el afecto escolar?
¿En un mundo de afectos frágiles, ¿cómo es el afecto escolar-magisterial?
¿Qué lugar ocupa el cariño hoy?
¿De qué hablamos cuando hablamos de
afectos?
Nuestro lenguaje común tiende a caracterizar a las emociones
como:
• Localizadas en el individuo
• “Natural” fenómeno que debemos aprender a “controlar”
• Experiencia “privada” que muchos de nosotros aprendimos a
no expresar en público.
• Las concepciones comunes de la emoción están relacionadas
a discursos dominantes sobre las emociones:
-El patológico, enraizado en la medicina y la ciencia
-El racional, enraizado en la filosofía Iluminista del hombre de la
razón
-El religioso, enraizado en concepciones de “canalizar” las
pasiones hacia una manera apropiada. (Boler, 1999: 8)
“Lejos de ser presociales o preculturales, las
emociones son significados culturales y
relaciones sociales fusionados de
manera inseparable.” (…). La emoción
“siempre concierne al yo y a la relación del
yo con otros situados culturalmente”.
(Illouz,2007:15-16).
-No sentimos “cualquier cosa”.
-No siempre “se sintió” de la misma manera.
Variaciones de las pasiones

• Vieja dicotomía razón – pasión: la


especificidad de las pasiones se configura
a partir de su opuesto.
• Negatividad de las pasiones
• Positividad de las pasiones
• Confinamiento al mundo privado: sitio de
expresión de las pasiones.
• Tiranías de la intimidad. Expansión del yo
Dicotomía razón- pasión

El corazón tiene su orden; el entendimiento el


suyo, que es por principios y demostraciones; el
del corazón es otro. No hay manera de probar
que hay que ser amado, exponiendo por su
orden las causas del amor. Esto sería ridículo.
(Pascal.)
Las pasiones, como dice Malebranche, siempre se
justifican a sí mismas, y parecen razonables y
proporcionadas a sus objetos mientras
continuemos experimentándolas. (Adam Smith)
Negatividad de las pasiones

“Sustine et abstine es prepararse a una prudente


moderación. Para formar un buen carácter es necesario
suprimir las pasiones. Hay que acostumbrar al hombre
a que sus inclinaciones no lleguen a ser pasiones, y a
pasar sin lo que se le niegue. Sustine, significa: soporta
y acostúmbrate a soportar”. (Kant, Pedagogía, p. 80)
“La obligación de socorrer no es más que una obligación
imperfecta. Tampoco hay que ablandar el corazón de los
niños para que se afecte por la suerte de los demás,
sino más bien hacerle fuerte. Que no esté lleno de
sentimiento, sino de la idea del deber”. (Kant,
Pedagogía, p.84)
Las positividad de las pasiones

“A pesar de lo que digan los moralistas, el


entendimiento humano debe mucho a las
pasiones que, a la recíproca, le deben mucho
también; es gracias a su actividad por lo que
nuestra razón se perfecciona; sólo tratamos de
conocer porque deseamos gozar, y no es
posible concebir por qué quien no tenga ni
deseos ni temores ha de darse la molestia de
razonar” (Rousseau, “El discurso sobre el origen
y los fundamentos de la desigualdad entre los
hombres”, 1998: 248)
Positividad de las pasiones

Siglo XVII- XVIII: resurgimiento y una amplia rehabilitación de las pasiones,


consideradas, esta vez, desde su positividad.

de sostenerse la necesidad de coerción, represión y control de las pasiones,


pasó a plantearse la necesidad de civilizarlas o, mejor dicho, de
metamorfosear las pasiones dañinas para transformarlas en benignas;
esto es “hacer de lo destructivo algo constructivo” (Hirschman, 1978: 24).
“¿No es posible discriminar entre las pasiones y combatir el fuego con el
fuego, utilizar un conjunto de pasiones relativamente inocuas para
contrarrestar otras más peligrosas y destructivas, o quizá para debilitar y
domar las pasiones mediante las luchas intestinas del divide et impera?
(Bodei, p. 28).
Esta disección de las pasiones llevó a los filósofos a encontrar pasiones
benéficas, prudentes, constantes. La idea del interés (en economía), como
pasión calma, disciplinada, razonable. culo sobre la forma en que esas
aspiraciones debían perseguirse” (Hirschman)
La intimidad
Siglo XIX. Diarios íntimos. Germinó una forma subjetiva particular, dotada
de un atributo muy especial: la interioridad psicológica. En ese espacio
interior, vagamente ubicado “dentro” de cada uno, fermentaban
pensamientos y sentimientos privados. El repertorio afectivo de esa
esfera íntima debía ser cultivado, guarnecido, sondeado y enriquecido
constantemente. De ese modo, nacía y se fortalecía un tipo de sujeto
que se tornaría el objeto de una disciplina científica de vital importancia
en la conformación de la subjetividad moderna: la psicología. (Sibilia,
2008, p. 77)
Configuración del homo psychologicus, es decir de un sujeto dotado de
“vida interior” volcado hacia sí mismo. (p.62).

El mito de la actualidad se basa en que los males de la sociedad pueden


ser todos comprendidos como males de la impersonalidad, la
alienación, la frialdad. La suma de los tres representa una ideología
de la intimidad: las relaciones sociales de todo tiempo son más reales,
verosímiles y auténticas cuanto más se aproximen a los intereses
psicológicos internos de cada persona. Esta ideología transmuta las
categorías políticas dentro de categorías psicológicas. Esta ideología
de la intimidad define el espíritu humanitario de una sociedad carente
de dioses: el calor es nuestro dios. (Sennett, p. 567-568)
Tiranía/exhibición de la intimidad y del yo

“En medio de los vertiginosos procesos de globalización de los mercados, en el


seno de una sociedad altamente mediatizada, fascinada por la incitación a
la visibilidad y por el imperio de las celebridades, se percibe un
desplazamiento de aquella subjetividad “interiorizada” hacia nuevas formas
de autoconstrucción. En un esfuerzo por comprender estos fenómenos,
algunos ensayistas aluden a la sociabilidad líquida o a la cultura somática
de nuestro tiempo, donde aparece un tipo de yo más epidérmico y dúctil,
que se exhibe en la superficie de la piel y de las pantallas. Se habla
también de personalidades alterdirigidas y no más introdirigidas,
construcciones de sí orientadas hacia la mirada ajena o exteriorizadas, no
más introspectivas o intimistas. E incluso se analizan las diversas
bioidentidades, desdoblamientos de un tipo de subjetividad que se apuntala
en los rasgos biológicos o en el aspecto físico de cada individuo. Por todo
eso, ciertos usos de los blogs, fotologs, webcams y otras herramientas
como MySpace y YouTube, serían estrategias que los sujetos
contemporáneos ponen en acción para responder a estas nuevas
demandas socioculturales, balizando nuevas formas de ser y estar en el
mundo.” (Sibilia, 2008: 28)
Especificidad de los afectos docentes.
Punto de partida:
El placer de los maestros es producto de ciertas formas
de entrenamiento constituidas y organizadas a través
de discursos disponibles (incluidos los profesionales y
otros textos sobre la naturaleza de la buena
pedagogía). Esto significa poner a un lado la idea de
que el placer es un sentimiento que ocurre
naturalmente. Esto implica entender que los placeres
disponibles para los maestros y alumnos son algo
diferente de los apetitos personales o psicológicos. Por
el contrario, el placer es el producto de discursos
situados en espacio y tiempo. Aprendemos cómo debe
sentirse el placer y cuándo debemos sentirlo, y
aprendemos esto a través de precisas formas de
entrenamiento/formación.(Erica McWilliam, 1999:4)
Afectos apropiados e inapropiados
•Los afectos de los docentes no son naturales y
espontáneos, ni tienen que ver simplemente con
apetitos personales o experiencias privadas, interiores
e individuales.
•No son eternos ni inmutables sino históricos,
cambiantes.
•Son entrenados, aprendidos. Producto de mandatos,
constricciones, regulaciones. Las prácticas afectivas se
entrenan.
• Los sentimientos efectivamente sentidos por los
docentes se configuran a partir de los sentimientos
inteligibles, pensables, decibles y disponibles para ser
sentidos en determinados tiempos y espacios.
•Estilos emocionales docentes. Reglas, técnicas.
Jerarquías.
Trabajo con selección de
entrevistas
• “Las maestras de antes eran rígidas, las
de ahora son afectuosas”.
• “Para ser maestra te tienen que
gustar/tenés que querer a los chicos”
• Ser un buen maestro
Buenos docentes
“los ‘buenos’ docentes se conducen de acuerdo a prescripciones sobre la
buena enseñanza que están disponibles para ser pensadas y sentidas.
Hablar de afectos apropiados nos hace prestar atención al hecho de que
las probabilidades alrededor de nuestros deseos y nuestros placeres no
son naturales sino entrenadas. Este hecho permanece invisible bajo la
apariencia de la buena pedagogía como ‘natural’. Es natural que un buen
maestro deba cuidar a sus alumnos. Es natural que un maestro deba
querer saber sobre sus alumnos. Es fácil olvidar, tal como Peter Cryle
plantea, que la ‘naturalización’ es ella misma una construcción moderna,
una forma de organización del lenguaje a través del cual ciertas ideas
sobre lo que es correcto se vuelven pensables. Entonces, cómo llegamos a
sentir enseñando, cómo llegamos a desear aquellos placeres que ello
proporciona, puede ser entendido como un dominio que es, antes que
espontáneo, gobernado. Los placeres que sentimos como ‘buenos’
maestros no son ilimitados pues son producto de discursos disciplinarios.
Maximizamos nuestros placeres pedagógicos trabajando dentro de las
reglas discursivas de ‘enseñanzas apropiadas’. Si esas reglas dictan que
las relaciones de dedicación y cuidado son el modo correcto de enseñar,
entonces esto es lo que nos ‘sale’ hacer.” (McWilliam, 2002)
Discursos que configuran maneras de ser un buen
-y afectuoso- maestro.

• Pedagogías centradas en el niño y en el


aprendizaje.”sentimiento moderno de infancia”.

• Rechazo del autoritarismo.

• El multiculturalismo. El respeto por la diversidad. La


tolerancia. El niño sujeto de derechos.
Modernidad líquida

experiencia combinada de inseguridad


(de nuestra posición, de nuestros
derechos y medios de subsistencia), de
incertidumbre (de nuestra continuidad
y futura estabilidad) y de desprotección
(del propio cuerpo, del propio ser y de
sus extensiones: posesiones,
vecindario, comunidad). (Bauman,
2002:171).
Amor líquido

El héroe del amor líquido es el hombre sin vínculos fijos y establecidos, afirma
Bauman: “Por no tener vínculos inquebrantables y establecidos para
siempre, el héroe de este libro −el habitante de nuestra moderna sociedad
líquida− y sus sucesores de hoy deben amarrar los lazos que prefieran usar
como eslabón para ligarse con el resto del mundo humano, basándose
exclusivamente en su propio esfuerzo y con la ayuda de sus propias
habilidades y de su propia persistencia. Sueltos, deben conectarse… Sin
embargo, ninguna clase de conexión que pueda llenar el vacío dejado por
los antiguos vínculos ausentes tiene garantía de duración. De todos modos,
esa conexión no debe estar bien anudada, para que sea posible desatarla
rápidamente cuando las condiciones cambien… algo que en la modernidad
líquida seguramente ocurrirá una y otra vez” (Bauman, 2005: 7).
“La moderna razón líquida ve opresión en los compromisos duraderos; los
vínculos durables despiertan su sospecha de una dependencia paralizante.
Esa razón le niega sus derechos a las ataduras y los lazos, sean espaciales
o temporales” (p. 70)
bibliografía
• Bauman, Z (2002). Modernidad líquida. Bs. As. FCE.
• Bauman, Z. (2005). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos
humanos. Bs. As. Fondo Cultura Económica
• Bodei, Remo (1997). Geometría de las pasiones. Miedo, esperanza, felicidad:
filosofía y uso político. México, Fondo de Cultura Económica.
• Boler, Megan (1999). Feeling power. Emotions and Education. New York,
Routledge.
• Hirschman, Albert (1978). Las pasiones y los intereses. Argumentos políticos en
favor del capitalismo antes de su triunfo. México, Fondo de Cultura Económica.
• Illouz, Eva (2007). Intimidades congeladas. Las emociones en el capitalismo. Bs.
As. Katz editores.
• McWilliam, Erica (1999). Pedagogical Pleasures, New York, Peter Lang Publishing.
• McWilliam, Erica. (2002) What does it mean to feel like teaching? Draft Chapter for
Dangerous Coagulations? The uses of Foucault in the Study of Education.
(mímeo)
• Sennett, Richard. (2002). El declive del hombre público. Barcelona, Península.
• Sibilia, Paula (2008). La intimidad como espectáculo. Bs. As, FCE.
• Smith, Adam (1949) Teoría de los sentimientos morales. México,FCE.

Você também pode gostar