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ACTO JURÍDICO

TEORIA DEL ACTO JURÍDICO


CONCEPTOS GENERALES
Se dice que desde tiempos remotos se ha procurado encontrar el
elemento común vinculante de las diversas instituciones del
“derecho privado”, labor ardua y difícil si se considera que las
diferencias entre ellas parecen ser más notorias que una eventual o
hipotética semejanza.
¿Qué podría tener en común el testamento con el pago de una
obligación?
El primero es un acto por el cual una persona dispone de sus bienes
para que tenga pleno efecto después de sus días.
El segundo es el cumplimiento de la prestación debida.
¿Qué tienen en común?
El acto por el cual un hombre y una mujer se unen en matrimonio con el
contrato de compraventa.
Lo único que a primera vista podemos advertir es que son actos que surgen
a propósito de la “voluntad” del hombre.
Ahora bien, para que no sea vaga esta conclusión es que diremos que
“tales actos surgen de una manifestación de voluntad hecha con un
propósito determinado”.
En los ejemplos que hemos expuesto:
a) Disposición de bienes en el testamento
b) Extinción de una obligación en el pago
c) Necesidad de formar una familia en el matrimonio
d) Necesidad de intercambiar bienes en la compraventa
Así las cosas, dichos “actos” producen efectos jurídicos, porque:
1) Crean
2) Modifican, o
3) Extinguen una relación jurídica
A estos actos voluntarios que realiza el hombre con un propósito definido y característico y
que producen efectos de derecho, se les ha denominado por la doctrina como “actos
jurídicos”.
Por ej:
Un principio general que la doctrina declara aplicable a todos los actos jurídicos es que
éstos deben realizarse por personas capaces.
¿Qué tipo de capacidad? ¿Dónde se encuentra la capacidad regulada?
Sin embargo, la edad que determina la plena capacidad varía de una situación a otra:
i) Para celebrar contratos de contenido patrimonial es plenamente capaz la persona
mayor de 18 años.
ii) En cambio, para contraer matrimonio y para testar es capaz el hombre mayor de 14
años y la mujer mayor de 12 años
iii) Se es responsable civilmente en materia contractual a los 18 años; no obstante en
materia extra contractual a los 16 años.
FUNDAMENTO HISTÓRICO DE LA
TEORÍA GENERAL DEL ACTO JURÍDICO
En el siglo XVIII, y a la luz de los principios filosóficos de la ilustración (ad portas de la
revolución francesa), se consagra y reafirma que el hombre es libre en todo el ámbito de su
actuar.
De esta manera, en el campo jurídico este concepto tan amplio de la libertad personal se
manifiesta en el denominado “principio de la autonomía de la voluntad” – en virtud del
cual – se considera que el hombre se relaciona y se obliga con otros porque tal ha sido su
voluntad.
¿Qué es la autonomía de la voluntad?
También llamada “libertad contractual” es la facultad de las personas para celebrar los
actos jurídicos a través de los cuales puedan: crear, modificar o extinguir derechos
subjetivos.
¿Qué es un derecho subjetivo?
Es la facultad que tiene una persona de pedir que otra haga o se abstenga de algo en su
favor. (en oposición al derecho objetivo – ley, jurisprudencia, doctrina etc… )
LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
Esta constituye el fundamento o piedra angular sobre la cual descansa
la “Teoría General del Acto Jurídico” que nace y se desarrolla a
profundidad a principios del Siglo XX, ya que ésta es posterior al
Código Civil aproximadamente 70 años.
¿Dónde se ubica en nuestro ordenamiento jurídico la AV?
Art. 12 IR/ 1545 CC.
LA TEORÍA DEL ACTO JURÍDICO EN EL
CÓDIGO CIVIL CHILENO
Debido a que nuestro Código es decimonónico no alcanzó a recoger entre
sus normas la ya citada Teoría. Aún mas, ni el Código Francés, ni los
Códigos más modernos la contemplan .
Sin embargo, el Libro IV de nuestro CC, titulado “De las Obligaciones
en General y de los Contratos”, contiene numerosas normas que, por su
carácter general, pueden aplicarse no sólo a los contratos, sino que a los
actos jurídicos que no participan de esa calidad.
Por tanto, hay consenso tanto en la doctrina como en la jurisprudencia,
que todos los actos jurídicos se rigen por las mencionadas normas, “a
menos que el tenor de las disposiciones o la naturaleza de las cosas las
limiten solamente a las convenciones o contratos”.
LOS HECHOS JURÍDICOS. CONCEPTOS
GENERALES
¿Qué es un hecho?
Es todo tipo de acontecimientos, actuaciones, sucesos o situaciones,
por ej: la lluvia, la muerte, el nacimiento y en general cualquier
fenómeno de la naturaleza.
Por lo mismo, tienen la calidad de hechos todos los actos que realiza el
hombre, sea cual fuere la finalidad perseguida con ellos.
Así nos aproximamos a una primera clasificación:
Naturaleza (lluvia, terremoto, aluvión, maremoto etc…)
Hechos
Hombre (comer, caminar, casarse, comprar, testar etc…)
Segunda clasificación:

Jurídicos (solo estos tienen relevancia jurídica)


Hechos
No jurídicos (estos llamados también hechos simples o
materiales, escapan al ámbito del derecho)
Se afirma en doctrina que un hecho está dotado de relevancia jurídica
cuando su acaecimiento (suceso, acontecimiento) permite cambiar una
realidad preexistente, creándose nuevas situaciones que van a tener una
distinta calificación jurídica.
El hecho jurídico se define como el acontecimiento de la naturaleza o
del hombre que produce efectos jurídicos (tales como: adquisición,
modificación o extinción de derechos subjetivos).
SUPUESTO JURÍDICO
Para que un hecho jurídico produzca consecuencias de derecho es
necesario que la ley le haya atribuido tal virtud.
La doctrina señala que un supuesto de hecho o jurídico es aquél cuyos
hechos o circunstancias son previstas por la norma jurídica y a ellos le
atribuye la producción de efectos jurídicos.
Simple (para que se produzca el efecto
El supuesto puede ser previsto por la norma basta un solo hecho)
por ej: Matar a una persona

Complejo (se requiere más de uno por ej: Secuestrar a una


persona y luego matarla)
Así por ejemplo:
a) Supuesto simple: el termino de la existencia de las personas
naturales según nuestro CC se da – ipso facto – por el hecho de la
muerte (art. 78 CC).
b) Supuesto complejo: para que se produzcan los efectos propios del
matrimonio es necesario que concurran dos hechos:
i) Las declaraciones de los contrayentes
ii) La actividad del oficial del registro civil
CLASIFICACIÓN DE LOS HECHOS
JURÍDICOS
A) HECHOS JURÍDICOS NATURALES Y HECHOS JURÍDICOS
VOLUNTARIOS:
a.1.- HJN: son acontecimientos de la naturaleza.
Por ej: El nacimiento, la muerte, la demencia, la mayoría de edad.
a.2.- HJV: aquellos que consisten en actos de hombre.
Por ej: El C° de CV, el matrimonio, la comisión de un delito etc..
B) HECHOS JURÍDICOS POSITIVOS Y HECHOS JURÍDICOS NEGATIVOS:
b.1.- HJP: los efectos jurídicos se producen como consecuencia de que ocurra algo: un
acontecimiento de la naturaleza o un acto humano.
b.2.- HJN: los efectos jurídicos se producen como consecuencia de que ocurra un hecho
jurídico negativo.
Así por ej:
Hecho negativo: el no pago de un deudor de su obligación. Este hecho produce
importantes consecuencias jurídicas, como son:
a) La constitución de la mora del deudor
b) La responsabilidad por los perjuicios que deben indemnizarse al acreedor.
Así las cosas, para que se produzcan los efectos propios de ese hecho negativo, el
supuesto legal parte de la base de que existan “hechos positivos”, como son:
c) La existencia de la obligación
d) La exigibilidad de la misma
Veamos qué ocurre con la prescripción extintiva, que supone un hecho negativo:
i) La inacción o inactividad del acreedor que no exige el cumplimiento de la
obligación.
Pero, para que la prescripción opere sus efectos es menester que al hecho negativo se
haya unido un hecho positivo:
ii) El transcurso del tiempo.
C) HECHOS JURÍDICOS CONSTITUTIVOS, HECHOS JURÍDICOS
EXTINTIVOS Y HECHOS JURÍDICOS IMPEDITIVOS:
c.1.- HJC: aquellos que tienen como consecuencia la adquisición de un derecho
subjetivo, por ej: el acuerdo de voluntades que da nacimiento a un contrato, que
es fuente de derechos subjetivos.
c.2.- HJE: aquellos que ponen fin a una relación jurídica, por ej: el pago de una
obligación; la revocación de un poder.
c.3.- HJI: aquellos que obstan a la eficacia de los hechos jurídicos constitutivos.
Su existencia impide que el hecho constitutivo produzca sus efectos o impide que
dichos efectos se produzcan en forma estable, por ej: la existencia de un vicio de
nulidad (la incapacidad de una de las partes o el objeto ilícito).
CONSECUENCIAS DE LOS HECHOS
JURÍDICOS
Los hechos jurídicos producen: adquisición, modificación o extinción de un
derecho subjetivo o de una relación jurídica.
1) Adquisición: se adquiere una relación jurídica cuando la ley la atribuye a
un sujeto determinado como consecuencia de un hecho jurídico. Por ej: los
herederos adquieren el dominio de los bienes que pertenecerían al causante
porque la ley considera que, como consecuencia de la muerte de éste (hecho
natural), opera el modo de adquirir denominado sucesión por causa de muerte;
o el comprador adquiere el derecho personal para exigir la tradición de la cosa
del vendedor porque la ley le atribuye dicho derecho como consecuencia de la
compraventa (hecho jurídico).
2) Modificación: como consecuencia de ciertos hechos jurídicos es posible que
una relación jurídica sufra cambios que, sin hacerla perder su identidad, la hagan
sustancialmente diferente de la relación adquirida, ya sea porque cambia su
contenido o los sujetos de la relación.
Las modificaciones de las relaciones jurídicas pueden producirse por disposición
de la ley o por la voluntad del hombre.
Por ej: “la destrucción de la especie debida por culpa del deudor”, es un hecho
jurídico que modifica la relación de obligación por disposición de la ley. Si bien
la relación de obligación entre acreedor y deudor subsiste, ésta experimenta un
cambio sustancial como consecuencia de que se modifica el objeto de la
obligación, que no va a ser la especie que el deudor debía dar o entregar, sino que
el precio de la misma más la indemnización de perjuicios.
3) Extinción: extinción de un derecho es sinónimo de “muerte del mismo”.
De esta manera, se dice que la extinción es la desaparición del derecho
subjetivo. Desaparece de la realidad jurídica, muere.
La extinción de un derecho puede ocurrir por disposición de la ley o por la
voluntad del hombre, por ej: la ley determina que la prescripción extintiva
opera la extinción de un derecho.
O bien el titular de un derecho puede, por su sola voluntad, renunciar al
mismo, operando su extinción.
DESDE QUÉ MOMENTO SE PRODUCEN LOS
EFECTOS DE LOS HECHOS JURÍDICOS
Hay que distinguir si el acto jurídico es “puro y simple” o se encuentra “sujeto a
alguna modalidad” (condición, plazo o modo).
De esta manera, a través de esta dicotomía podremos advertir en qué momento –
ipso iure – nacerá el acto jurídico.
a) Si es “puro y simple”, se producirán los efectos del hecho jurídico desde el
momento en que se cumplen todos los requisitos previstos por el supuesto
legal, así el hecho jurídico produce los efectos que le son propios.
b) Si esta “sujeto a modalidades”, sólo una vez que han ocurrido todos los
acontecimientos previstos por el supuesto complejo operan los efectos
propios del hecho jurídico.
RETROACTIVIDAD DE LOS EFECTOS
DE UN HECHO JURÍDICO
Lo normal – y que constituye la regla general – es que dichos efectos operen
sólo para el futuro. Sin embargo, por excepción, los efectos del hecho jurídico
pueden producirse retroactivamente.
La retroactividad puede tener su fuente en la ley o en la voluntad de las partes.
En la retroactividad legal, por una ficción del legislador, se supone que “efectos
que no habían tenido lugar en un determinado momento se consideran más
tarde realizados desde entonces”.
Por ej: cuasicontrato de agencia oficiosa.
HECHOS JURÍDICOS DEL HOMBRE
(ACTO HUMANO)
Los actos humanos que guardan relación con la materia que estamos analizando
son voluntarios.
Estos “actos” admiten clasificación:
A.- Atendiendo a que el acto puede o no conformarse con el derecho:
a.1.- Actos lícitos: son aquellos que están de acuerdo con el derecho.
a.2.- Actos ilícitos: son aquellos que contravienen el derecho. El ordenamiento
jurídico reacciona en contra de los actos ilícitos de alguna de estas dos maneras:
i) Impidiendo que el acto produzca los efectos queridos por el autor o por las
partes; u
ii) Ordenando reparar los daños causados.
B.- Atendiendo a que los efectos del acto pueden o no surgir como
consecuencia inmediata y directa de la manifestación de voluntad:
Tanto la doctrina alemana como la italiana distinguen el acto del negocio
jurídico, siendo este último una especie de acto jurídico, caracterizado por tener
una declaración de voluntad, a diferencia del acto jurídico como concepto más
amplio que abarca los hechos voluntarios (tanto lícitos como ilícitos).
b.1.- Negocios jurídicos
b.2.- Actos jurídicos
Para efectos de nuestra doctrina y jurisprudencia atenderemos a “Acto
jurídico”.
NOCIÓN DEL ACTO JURÍDICO
Concepto de “acto jurídico”:
“La manifestación de voluntad hecha con el propósito de crear, modificar o
extinguir derechos, y que produce los efectos queridos por su autor o por la
partes”.
A.- El acto jurídico es una manifestación de voluntad: para que el acto
“surta” efecto debe exteriorizarse.
B.- La manifestación de voluntad debe perseguir un propósito específico y
determinado: ese propósito debe ser necesariamente jurídico, lo que significa
que el autor o las partes pretenden producir efectos de derecho, esto es: crear,
modificar o extinguir derechos subjetivos.
C.- La manifestación de voluntad produce los efectos jurídicos queridos
por el autor o por la partes.
ESTRUCTURA DEL ACTO JURÍDICO
En lo relativo a la estructura del acto jurídico es tradicional la distinción
entre:
De la esencia
ELEMENTOS
De la naturaleza

Accidentales
ELEMENTOS ESENCIALES
“Los necesarios y suficientes para la constitución de un cato
jurídico”.
a.- Necesarios: porque la falta de uno de ellos excluye la existencia del
negocio.
b.- Suficientes: porque ellos se bastan para darle esa existencia y, por
consiguiente, su concurrencia constituye el contenido mínimo del acto.
ELEMENTOS DE LA NATURALEZA
Se observa que, no existen elementos de la naturaleza del acto jurídico.
Lo que sí hay son efectos naturales – aquellos que la ley subentiende y
que no requieren de una declaración de voluntad para existir, pero que
las partes, si quieren, pueden eliminar, sin alterar con ello la esencia del
acto jurídico.
Nuestro Código Civil en el art. ,plasma esta situación a propósito de los
contratos.
Ej: art. 1489 CC .- Condición resolutoria tácita.
ELEMENTOS ACCIDENTALES
“Son aquellos que las partes pueden, en virtud de la autonomía privada,
incorporar a éste sin alterar su naturaleza”.
Así las partes, pueden formular una declaración expresa de voluntad por la cual
agregan a un acto jurídico algo que la ley no requiere como esencial para la
existencia del acto y que tampoco se subentiende.
Con todo, será un requisito sine qua non su presencia ya que su omisión impide
que el acto nazca y que produzca efectos.
Por ej: CV de bienes muebles, se perfecciona con el solo consentimiento; en
cambio de la bienes inmueble requiere de escritura pública e inscripciones. Sin
embargo, las partes podrían acordar que la CVBM se realizará de la misma manera
que para los BINM.
Por tanto, son cláusulas que las partes incorporan a un acto jurídico y que dice
relación con la exigibilidad de los derechos que de él emanan, un ejemplo típico lo
constituye la estipulación de un plazo para el cumplimiento de la obligación.
REQUISITOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS
Todo acto jurídico debe contener ciertos elementos esenciales para su
existencia jurídica.
Por consiguiente, el acto que nace a la vida del derecho debe cumplir
con ciertas condiciones para tener una existencia sana y producir sus
efectos en forma estable.
De lo anterior fluye en doctrina una distinción tradicional:
i) Requisitos de la existencia
ii) Requisitos de validez
REQUISITOS DE EXISTENCIA
Son indispensables para que el acto nazca a la vida del derecho (para que
exista como tal y produzca efectos).
¿Qué ocurre si el acto jurídico carece de este requisito?
El acto jurídico es sancionado
¿Cuál es la sanción?
La inexistencia del acto jurídico. Por tanto, no produce efecto alguno.
¿Cuáles son los requisitos de existencia?
1) La voluntad
2) El objeto
3) La causa, y
4) Las solemnidades requeridas para la existencia del acto.
REQUISITOS DE VALIDEZ
Aquellos que son necesarios para que éste tenga una vida sana y produzca sus
efectos en forma estable.
¿Cuál es la sanción al acto jurídico que nace sin ellos?
La omisión de un requisito de validez no impide que el acto nazca; que
produzca sus efectos. Pero nace “enfermo”, con un vicio que lo expone a morir
si es invalidado.
¿Cuáles son los requisitos de validez?
1) La voluntad no viciada
2) El objeto lícito
3) La causa lícita
4) La capacidad
CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS
JURÍDICOS
A) Atendiendo al número de voluntades: Unilaterales y Bilaterales
B) Atendiendo a si el acto es: Entre vivos o Mortis causa
C) Atendiendo a la utilidad o beneficio que reporta: Gratuito, Oneroso y
lucrativo
D) Atendiendo a que pueda o no producir sus efectos: Puros y simples o
Sujetos a modalidades
E) Atendiendo al contenido: Patrimoniales y No patrimoniales
F) Atendiendo a que pueda o no subsistir por sí mismo: Principales y
Accesorios
G) Atendiendo a que la ley pueda o no exigir formalidades: Solemnes y No
solemnes
H) Atendiendo a que pueda o no encontrarse regulado por ley: Nominados e
Innominados
Atendiendo al número de voluntades:
Unilaterales y Bilaterales
A.- Unilaterales: son aquellos actos jurídicos que para nacer a la vida del
derecho requieren solamente la manifestación de voluntad de una parte. Por
ej: el testamento; la oferta; la aceptación; la renuncia de un derecho; la
revocación del poder; la aceptación de la herencia.
B.- Bilaterales: son aquellos que para nacer a la vida del derecho requieren la
manifestación de voluntad de dos partes. Por ej: los contratos (todos los
contratos son actos jurídicos bilaterales porque requieren de ambas
voluntades para surtir efecto – así el comodato – se obliga solo una persona
pero existe desde el comienzo el consenso de ambas voluntades); la
tradición; el matrimonio.
La doctrina designa al acto jurídico bilateral con el nombre de convención.
Atendiendo a si el acto es: Entre vivos o
Mortis causa
A.- Entre vivos: produce sus efectos en vida de las partes o de su autor
y constituye la regla general. Por ej: la compraventa; arrendamiento;
comodato etc…
B.- Mortis causa: Nace en vida de las partes o de su autor, pero sus
efectos patrimoniales se producen a contar de la muerte de ellos. Estos
actos tienen una particularidad, que consisten en que, como sus efectos
se producen a la muerte de su autor, se pueden revocar cuantas veces se
deseen. Por ej: el testamento, este se hace en vida del testador y
mientras viva puede revocarlo o modificarlo.
Atendiendo a la utilidad o beneficio que reporta el
acto jurídico: Gratuitos, Onerosos y Lucrativos.
A.- Gratuito: son aquellos que se celebran en beneficio exclusivo de
una persona o de una parte, pero que no producen empobrecimiento en
la otra por ej: el comodato (préstamo de uso)
B.- Oneroso: son aquellos que se celebran teniendo en consideración la
utilidad o beneficio de ambas partes, por ej: el contrato de compraventa.
C.- Lucrativo: son aquellos que producen enriquecimiento a una de las
partes y empobrecimiento a la otra. por ej: la donación, el donante lejos
de obtener utilidad alguna se va a empobrecer pues disminuye su
patrimonio.
Atendiendo a que pueda o no producir sus efectos
de inmediato y sin limitaciones:
Puros y Simples o Sujetos a Modalidades
A.- Puros y Simples: son aquellos que producen sus efectos de
inmediato y sin limitaciones, constituyendo la regla general.
B.- Sujetos a Modalidades: son aquellos cuyos efectos están
subordinados a una modalidad (condición, plazo, modo).
La modalidad es una cláusula que se incorpora a un acto jurídico con el
fin de alterar sus efectos normales, por ej: las partes estipulan una
condición de que dependa el nacimiento de un derecho o un plazo para
el ejercicio del mismo.
La doctrina agrega la representación y la solidaridad, pues alteran los
efectos normales del acto jurídico en que inciden.
Atendiendo al contenido de los actos
jurídicos: Extrapatrimoniales y Patrimoniales
A.- Extrapatrimoniales:
B.- Patrimoniales: son aquellos que tienen por finalidad la adquisición,
modificación o extinción de un derecho pecuniario (un derecho
apreciable o evaluable en dinero), por ej: el contrato de mutuo, el pago
de una deuda.
Atendiendo a que el acto pueda o no subsistir
por sí mismos: Principales y Accesorios.
A.- Principales: son aquellos que subsisten por sí mismos, sin
necesidad de otro acto que les sirva de sustento o de apoyo, por
ejemplo: la compraventa.
B.- Accesorios: son aquellos que para poder subsistir necesitan de un
acto principal que les sirva de sustento o de apoyo.
Los actos accesorios i.- Actos jurídicos de garantía “cauciones”
ii.- Actos jurídicos dependientes
i.- Accesorios o cauciones: las cauciones se constituyen para asegurar
el cumplimiento de una obligación principal, de tal manera que no
pueden subsistir sin ella (art.46 CC) por ej: la prenda, la hipoteca, la
fianza.
ii.- Dependientes: son aquellos que si bien no pueden subsistir sin un
acto principal, no persiguen asegurar el cumplimiento de obligación
alguna. Por ej: las capitulaciones matrimoniales : estas se celebran antes
del matrimonio y en virtud de esta los esposos pactan el régimen
patrimonial. Dicha capitulación no puede subsistir sin el acto principal
“el matrimonio”.
Atendiendo a que la ley puede o no exigir
formalidades para su celebración: Solemnes y No
Solemnes.
A.- Solemnes: aquellos que están sujetos a la observancia de ciertas
formalidades especiales requeridas, sea para la existencia misma del
acto, sea para su validez, de tal modo que su omisión trae como
consecuencia la inexistencia del acto o su nulidad. Por ej: art. 1801 CC

B.- No Solemnes: aquellos que no están sujetos a requisitos externos o


formales para su existencia o para su validez.
Atendiendo a que el acto puede o no encontrarse
regulado por la ley: Nominados e Innominados
A.- Nominados: aquellos que por su trascendencia socioeconómica se
encuentran regulados por la ley, por ej: Todos los contratos que reglamentan
el CC; El testamento.
B.- Innominados: aquellos que pese a no estar contemplados por el
legislador, pueden adquirir existencia jurídica en aplicación del principio de
la autonomía privada, que reconoce a los particulares el poder o la facultad de
crear relaciones jurídicas.
¿Qué límites tienen?
No pueden ir en contra de la ley, el orden público y las buenas costumbres.
¿ Y lo que no está regido en él, cómo se regula?
Lo no previsto por estos contratos se regirá por las reglas generales de los
contratos.
LA VOLUNTAD
El acto jurídico se caracteriza por ser un hecho voluntario del hombre. Así las
cosas, el primer requisito de existencia del acto jurídico es la “voluntad”.
Para que ésta produzca efectos jurídicos es indispensable que se cumplan dos
requisitos copulativos (*):
1) La voluntad debe manifestarse, de modo que se pueda conocer
(exteriorizarse);
2) La voluntad debe ser seria, se debe expresar con la intención de producir
efectos jurídicos, y para que se sienta cumplido este requisito, es necesario
que haya sido expresada por una persona plenamente capaz, que pueda
actuar a nombre propio o a nombre de otro estando debidamente
autorizada.
(*) RAE: que liga, ata y junta una cosa con otra.
LA MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD

EXPRESA: Aquella que se formula en términos: formales y


explícitos; habla por sí mismo y no le crea a la persona a quien
Art.1241
CC, por va dirigida ningún problema de interpretación.
ej.
TACITA: Aquella que se deduce de ciertos “comportamientos
exteriores” de la persona que inequívocamente manifiesta su
intención. Así el comportamiento necesita de una
interpretación pero esta debe conducir , de un modo
indubitado, a sólo una conclusión
El Silencio
En el silencio a diferencia de lo ocurre en la voluntad tácita y expresa,
existe una pasividad absoluta.
La regla general es la negativa a la posibilidad de atribuir al silencio el
significado de una manifestación de voluntad. Sin embargo, por
excepción el silencio puede tener el valor de manifestación de voluntad.
Ello ocurre cuando así lo señala la ley, lo establecen las partes o lo
dispone el juez.
La ley: art. 1233 CC; art. 2125 CC

Las partes: C° como el de Sociedad y el de arrendamiento

El juez: cuando las circunstancias de hecho del caso sometido a su


conocimiento permiten formular una atribución en tal sentido.

Silencio circunstanciado: aquel que necesariamente debe ir acompañado de


antecedentes o circunstancias externas que permitan atribuir silencio,
inequívocamente., el valor de una manifestación de voluntad.
Casos de SC: art. 1956 inc.3° CC., este norma consagra la “tácita reconducción”,
ubicada en el arrendamiento. Consiste en que si llega el día fijado para el término del
contrato de un inmueble, se hubiese manifestado su intención de continuar con el
contrato, se va a entender renovado bajo las mismas condiciones.
Matrimonio: si los esposos nada dicen respecto del régimen patrimonial se entiende
que se casaran con “sociedad conyugal”.
Casos en los que el “silencio” jamás puede tener valor:
i) En los actos jurídicos solemnes: si no se cumple con la solemnidad
prescrita por la ley, el silencio de las partes no puede estimarse
como expresión de voluntad.
ii) En la donación entre vivos: la donación “nunca se presume”, por lo
que exige una declaración de voluntad (tanto del donante como del
donatario – art. 1393 CC)
iii) El silencio jamás puede tener valor en los casos de solidaridad
¿Cómo puede percibirse el elemento subjetivo?
A propósito de un contrato de compraventa:
1) En la conciencia o fuero interno de A y de B existe la voluntad, el
propósito de celebrar una compraventa.
2) Dicho querer interno es irrelevante para el derecho y adquiere
trascendencia sólo desde el momento en que se exterioriza.
3) Tanto A como B exteriorizan su voluntad, pues quieren lograr un fin
práctico, reconocido por el derecho.
4) Exteriorizada la voluntad de las partes y celebrada la compraventa,
aquéllas quieren quedar vinculadas por el contrato y aceptan asumir las
obligaciones recíprocas que de él emanan. Esta es la llamada “voluntad
normativa”.
PRINCIPIO DE LA AUTONOMÍA DE LA
VOLUNTAD
La autonomía de la voluntad es un concepto que proviene de la filosofía
cuyo máximo exponente fue el alemán Immanuel Kant; y puntualmente
va referido a la capacidad del individuo para dictarse sus propias
normas morales. Constituye actualmente un principio básico en el
Derecho Privado.
Dicho pilar fundamental lo podemos advertir claramente en los artículos
12 y 1545 de nuestro Código Civil.
LIMITACIONES A LA AUTONOMIA
PRIVADA
i) Esta faculta a los particulares para disponer de sus propios intereses y no de los ajenos.
“Mi derecho termina cuando paso a llevar el derecho ajeno”.
ii) Para que el acto o contrato surta efecto en la vida del derecho, tiene que estar investido
por lo requisitos o condiciones que establece la ley.
iii) Existen ciertas materias que se encuentran reguladas por el legislador y que por tanto
van a coartar la libertad del individuo, por ej: el derecho de propiedad establecido en el
art. 19 N° 24 CPR° se encuentra restringido por el acto expropiatorio que puede realizar
el Estado por causa de utilidad pública o interés nacional; en los temas relativos a las
relaciones de familia (el contraer matrimonio).
iv) Está también limitada por el orden público y por las buenas costumbres. ¿Qué es orden
público y buenas costumbres? Quedará a criterio del juez determinarlo. ¿Qué sanción
tiene un acto que infringe estos ámbitos? La nulidad absoluta, la misma que se aplica al
acto prohibido por la ley.
v) Respecto de los actos jurídicos innominados – estos – quedan restringidos a que no
deben ser arbitrarios (*) ni caprichosos. (*) Rae: acto o proceder contrario a la justicia, la razón o
las leyes, dictado solo por la voluntad o el capricho.
LA VOLUNTAD EN LOS ACTOS JURÍDICOS
BILATERALES: “EL CONSENTIMIENTO”
Consentir proviene del latín “sentir junto, o tener un mismo sentir”.
Nuestro Código Civil no contempla normas que regulen el consentimiento. Sin
embargo, en nuestro ordenamiento jurídico precisamente en el Código de Comercio
su redactor el argentino Ocampo alude a este elemento de la voluntad y lo consagra
en los arts. 97 al 108.
Con todo, podemos encontrar en el art. 1445 CC, como el primer requisito para que
una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad que consienta en
dicho acto o declaración, debiendo dicho consentimiento no adolecer de vicio.
Ahora bien, para la formación del consentimiento en los actos jurídicos bilaterales se
requiere la concurrencia de dos actos sucesivos:
1) La oferta, y
2) La aceptación.
LA OFERTA
Es un acto jurídico unilateral, en virtud del cual, una persona propone a otra la
celebración de un contrato, en términos tales que, para que éste quede perfecto,
basta con que el destinatario de ésta simplemente acepte.
Puede ser expresa o tácita; hecha a persona determinada o indeterminada.
A.- O. Expresa: es una declaración en al que el proponente en términos explícitos
y directos, revela su intención de celebrar una determinada convención. Puede ser
verbal o escrita. La verbal es la que se manifiesta en palabras o gestos inequívocos.
B.- O. Tácita: se desprende de un comportamiento inequívoco la proposición de
celebrar una convención.
C.- O. hecha a persona determinada: aquella que va dirigida a un destintario que
se encuentra individualizado (esta es la más común)
D.- O. hecha a persona indeterminada: art. 105 C de C. contradice la ley del
consumidor.
No va dirigida a ninguna persona en especial, por ej: la oferta de venta contenida
en un aviso en el periódico
¿PUEDE CADUCAR LA OFERTA?

Por retractación del oferente

Por muerte del oferente

Por incapacidad legal sobreviviente del oferente

Por insolvencia

Por llegada del plazo


¿PUEDE RETRACTARSE EL OFERENTE?
El oferente en virtud del principio de la autonomía de la voluntad, tiene
plena libertad para retractarse pero tiene una limitación, y ésta consiste
en que para que la retractación valga debe ser “tempestiva”, es decir,
debe darse en tiempo útil, y se entiende que se da de esta manera,
cuando la oferta aún no ha sido aceptada´. Además, debe manifestarlo
de forma inequívoca.
¿En qué tipo de responsabilidad incurre?
R. Contractual
R. Extracontractual
R. Precontractual o
LA ACEPTACIÓN
Es el acto jurídico por el cual la persona a quien se le ha hecho una oferta, manifiesta pura
y simplemente su voluntad de adherir a ella, dentro del plazo en que se encuentra vigente.
Una vez que se da la aceptación en forma pura, simple y en tiempo útil, se producen los
siguientes efectos jurídicos:
1°.- El destinatario pasa a llamarse aceptante
2°.- Se forma el consentimiento
3°.- Simultáneamente se perfecciona el contrato, si es consensual.

¿Qué requisitos debe tener la aceptación?


i.- Debe darse en tiempo útil (con oferta vigente)
ii.- Debe ser pura y simple
iii.- Debe tener todos los requisitos de existencia y validez de los actos jurídicos.
CLASIFICACIÓN DE LA ACEPTACIÓN:
1.- Expresa: en término explícitos, inequívocos y directos. Esta puede ser verbal
o escrita.
2.- Tácita: se desprende de un comportamiento que revela inequívocamente
aquiescencia a la oferta.
3.- Pura y Simple: el destinatario de la propuesta manifiesta su conformidad a
ésta en los mismos términos en que se formuló.
4.- Condicionada: aquella en que el destinatario de la propuesta introduce a ésta
modificaciones.
Art. 102 C de C., establece que la aceptación condicionada importa una
contraoferta del destinatario al proponente, y para que se forme el
consentimiento el primitivo oferente debe adherir las condiciones o
modificaciones que constituyen la contraoferta.
MOMENTO EN QUE SE FORMA EL
CONSENTIMIENTO
A.- En lo que respecta a la capacidad de las partes: deben ser capaces al
momento de contratar.
B.- En lo que respecta al objeto del contrato: debe ser lícito al momento de
contratar.
C.- En lo que respecta a las leyes que se aplicarán al contrato: de acuerdo
al art. 22 de la ley de efecto retroactivo de las leyes (en todo contrato se
entienden incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración.
D.- En lo que respecta a los efectos del contrato: empieza a producir sus
efectos desde el momento en que se perfecciona.
E.- En lo que respecta a la retractación del oferente: una vez formado el
consentimiento, el oferente no puede retractarse válidamente, estando obligado
a cumplir el contrato.
TEORÍA PARA DETERMINAR EL MOMENTO
EN QUE SE FORMA EL CONSENTIMIENTO:
Existen diversas teorías que fluyen de diversos autores. Sin embargo, nos enfocaremos a la
que adhiere nuestro ordenamiento jurídico.
Teoría de la declaración de voluntad o de la aprobación: Establece que el consentimiento
se forma en el momento en que el destinatario acepta la oferta, da la aceptación, aunque
ésta sea ignorada por el proponente. “El vínculo contractual se perfecciona en el
momento mismo en que la aceptación de la oferta se declara de cualquiera manera”.
De manera que una vez que el destinatario acepta en forma incondicional y en tiempo útil,
se entenderá formado el consentimiento. Se forma el consentimiento

“ACEPTA”

“OFERENTE” “OFERTA” “DESTINATARIO” “ACEPTANTE”


Nuestro Código de Comercio se inclina por la teoría de la declaración, como
se desprende de los arts. 99 y 101.
El art. 99, señala que el proponente puede arrepentirse en el tiempo medio
entre el envío de la propuesta y la aceptación, y no entre el envío de la
promesa y la aceptación, o la recepción o conocimiento de ésta.
El art. 101, indica que “dada” la contestación… el contrato queda en el acto
perfeccionado y produce todos sus efectos legales.
Por excepción, en el Código Civil es posible encontrar un caso en que no
basta la sola aceptación: en las donaciones entre vivos.
El art. 1412 CC establece que el donante podrá revocar la donación mientras
no se ponga en su conocimiento la aceptación del donatario, lo que revela que
la sola aceptación de éste no es suficiente para perfeccionar la donación entre
vivos, toda vez que el donante conserva la facultad de revocarla.
LUGAR EN QUE SE ENTIENDE
PERFECCIONADO EL CONSENTIMIENTO
Este problema se plantea cuando el oferente y el destinatario residen en
lugares diferentes y siguiendo la teoría de la aceptación, nuestro Código
de Comercio señala que el consentimiento se entiende formado en el
domicilio del aceptante (art. 104 C de C) – de esta manera – residiendo
los interesados en distintos lugares, se entenderá celebrado el contrato,
para todos los efectos legales, en el de la residencia del que hubiera
aceptado la propuesta primitiva o la propuesta modificada.
IMPORTANCIA DE DETERMINAR EL LUGAR
EN QUE SE ENTIENDE PERFECCUONADO
EL CONSENTIMIENTO
1) Porque en todo contrato se entienden incorporadas las costumbres del
lugar “lex locus regit actum”.(la ley del lugar es la que rige el acto).
2) Porque en todo contrato se entienden incorporadas las leyes vigentes al
momento de su celebración.
3) Porque si el contrato es solemne, se va entender perfeccionado en el
lugar donde se cumple con las solemnidades; si es real se entenderá
perfecto en el lugar donde se hace la entrega o tradición de la cosa y si es
consensual en el lugar donde se perfecciona el consentimiento.
4) Para precisar la competencia de los tribunales. En este punto la regla
general indica que las obligaciones deben cumplirse en el lugar del
domicilio del aceptante.
LOS VICIOS DE LA VOLUNTAD
La voluntad es el primer requisito de existencia de los actos jurídicos y
que la voluntad apta y eficaz para desplegar consecuencias jurídicas es
aquella que no se encuentra viciada.

FALTA DE VOLUNTAD VOLUNTAD VICIADA


O
AUSENCIA DE VOLUNTAD
La distinción entre ausencia de voluntad y voluntad viciada
implícitamente la formula el art. 1445 del CC cuando requiere:
1° El consentimiento de la o las partes
2° Dicho consentimiento no debe adolecer de vicios
De esto se infiere que puede faltar el consentimiento, o bien existir, pero
viciado.
Asimismo, el art. 1451 del mismo ´Código, establece que los vicios de que
puede adolecer el consentimiento son:
a) El error
b) La fuerza, y
c) El dolo
EL CONSENTIMIENTO ES UN ELEMENTO
QUE CORRESPONDE A TODOS LOS ACTOS
JURÍDICOS
De esta manera, si bien el art. 1451 versa acerca de los vicios de que
puede adolecer el consentimiento – término que, como se ha dicho,
designa a la voluntad en los actos jurídicos bilaterales -, ello no significa
que solamente en los actos bilaterales pueda encontrarse viciada la
voluntad de una de las partes, ya que cabe también dicha posibilidad en
los acto jurídicos unilaterales, como lo reconoce expresamente el
Código, por ejemplo en el testamento.
EL ERROR
El civilista italiano Giuseppe Stolfi define el error como: “la falsa
representación de la realidad determinada por la ignorancia, es decir, por no
haber tenido la parte conocimiento de todas las circunstancias que influyen en
el acto concertado, o por la equivocación, es decir, por no haber valorado
exactamente la influencia de dichas circunstancias”.
Se podría criticar de esta definición que el error es diferente de la ignorancia,
porque el que está en error cree saber, pero está equivocado; en cambio, el que
está en ignorancia nada sabe.
De cualquier manera, a nivel doctrinario, la ignorancia o la equivocación
conducen a lo mismo: a una falsa representación de la realidad.
Distinta de la ignorancia o la equivocación es la duda, pues la duda excluye al
error: “quien emite una declaración a sabiendas de que no conoce con
exactitud su contenido y efectos, no puede invocar posteriormente su propio
error: él ha preferido conscientemente correr un riego, del que deberá
soportar las consecuencias”.
CONOCIMIENTO v/s CONSENTIMIENTO

“AL CONOCER
“CONCIENTO ERRADAMENTE”
VICIADAMENTE”.
CLASIFICACIÓN DEL ERROR
En nuestro ordenamiento jurídico la dicotomía respecto a esta materia es:
A) Error de Derecho
B) Error de Hecho
Analicemos el primero de ellos: el error de derecho es la falsa o inexacta
representación de la realidad jurídica por la ignorancia de una norma o bien por la
equivocada interpretación o inexacta aplicación de la misma a un caso concreto.
De esta manera, el art. 1452 del Código de Bello, establece: “El error sobre un
punto de derecho no vicia el consentimiento”.
En efecto, si se aceptara que fuera vicio del consentimiento atentaría contra el
principio de conocimiento de la ley, a que se refiere el art. 8 del CC : “Nadie
podrá alegar ignorancia de la ley después que ésta haya entrado en vigencia”.
CLASIFICACIÓN DEL ERROR
Que el error de derecho no vicie la voluntad significa que el que ha
contratado teniendo un concepto equivocado de la ley o ignorándola del
todo, no puede con posterioridad argumentar este error para excusarse
del cumplimiento de sus obligaciones, o para pedir la nulidad del
contrato en su caso.
Concluyendo: Por regla general y en materia civil, el error de
derecho no vicia el consentimiento.
ERROR DE HECHO
Es la falsa representación que se tiene de:
i.- Una persona
ii.- Una cosa Este error por regla general,
iii.- Un hecho o circunstancia vicia la voluntad, como consecuencia
de ignorancia o de equivocación
EL ERROR DE HECHO SE CLASIFICA EN
SEIS CATEGORÍAS:
1.- Error Esencial
2.- Error Sustancial
3.- Error Accidental
4.- Error en la Persona
5.- Error en los Motivos
6.- Error Común
EL ERROR ESENCIAL
Llamado también “obstáculo u obstativo”, es aquel que consagra el art. 1453
del CC. Este error puede revertir dos formas diferentes:
A.- Error in negotio
B.- Error in corpore
El primero de ellos es aquél que recae en la especie del acto o contrato que se
ejecuta o celebra, por ej: una parte entendió donación y la otra préstamo.
En este caso no existe consentimiento porque las voluntades de las partes
nunca se van a encontrar y ambas voluntades se encuentran viciadas.
Sin embargo, la mayoría de los autores considera que en este caso no existe
voluntad, porque ambas partes se encuentran en error; existe ausencia de
intencionalidad y las voluntades de las partes no serán jurídicas, porque esas
voluntades no permitirán formar el consentimiento, y por lo tanto, no
producirán efectos jurídicos
EL ERROR ESENCIAL
Por su parte el error in corpore es aquel que recae en la identidad de la
cosa específica de que se trata, por ej: una parte cree comprar una cosa y
la otra parte vender otra cosa distinta.
En esta forma de error, las partes coinciden en el contrato o acto que se
celebra, pero el error recae en el objeto del contrato, por ej: en un
remate una persona subastó una gran cantidad de tarros de conserva
creyendo que eran de marisco y en realidad eran de legumbres.
En esta especie tampoco existe voluntad jurídica, porque la voluntad
que emana de las partes no podrá producir efectos jurídicos, y por lo
tanto, no se podrá formar el consentimiento ya que no se produce el
acuerdo en la prestación debida.
SANCIÓN AL ERROR ESENCIAL
La doctrina se encuentra dividida y por tanto, se distinguen tres posiciones:
1.- Inexistencia jurídica: porque hay tal divergencia entre las voluntades de las partes, que jamás podría formarse
el consentimiento, y así la voluntad de ellas no será una voluntad jurídica, y como la voluntad es un requisito de
existencia del acto jurídico, su ausencia debe producir la inexistencia.

2.- Nulidad Absoluta: porque es la máxima sanción que establece nuestro Código Civil y por consiguiente
afirman que la voluntad exenta de vicios es un requerimiento de validez exigido en atención a la naturaleza del
acto o contrato y en estos casos la sanción es la NA.

3.- Nulidad Relativa: se establecen tres razones para indicar que esta es la sanción:
i.- El art. 1682 del CC, establece taxativamente las causales de NA, y en ellas no se consagra el error esencial.
ii.- El mismo art. 1682 consagra la regla general en materia de nulidad señalando que es la NR.
iii.- El art. 1454 consagra el error sustancial que tiene como sanción la NR. El artículo in comento indica que este
error “vicia asimismo el consentimiento”, con la expresión, “asimismo” los autores coligen que se esta refiriendo
al artículo anterior que consagra el error esencial y por lo tanto, si vicia de la misma manera la voluntad para
ambas formas de error debería ser la NR
Las opiniones más aceptadas son las dos primeras porque en el error esencial no hay voluntad jurídica.
EL ERROR SUSTANCIAL
Consagrado en el art. 1454 inc. 1 del CC: “El error de hecho vicia asimismo el consentimiento
cuando la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o contrato, es diversa de lo
que se cree; como si por alguna de las partes se supone que el objeto es una barra de plata, y
realmente es una masa de algún otro metal semejante”.
Por consiguiente, recae en la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o
contrato.
En la época en que se dictó el Código, se discutía si procedía distinguir entre la sustancia de una cosa
y su calidad o cualidad esencial, y existían dos criterios al respecto:
1.- Criterio objetivo: señala que en el error sustancial lo que importaba era la sustancia de la cosa,
su composición química, su estructura.
2.- Criterio subjetivo: consideraba que el error sustancial también podría recaer en la calidad o
cualidad de la cosa.
El Código Civil Francés siguió el criterio objetivo, sin embargo Bello se inclinó por el segundo
debido a la influencia de Pothier que era partidario del criterio subjetivo, estableciéndolo claramente
el art. 1454 que establece que el error puede recaer o en la sustancia o en la calidad esencial del
objeto.
EL ERROR SUSTANCIAL
En el error sustancial a diferencia del esencial no se requiere
bilateralidad en el error, es decir, es posible que sólo una parte este en
error y no las dos, por lo tanto, el error sustancial, puede recaer primero
en la sustancia de la cosa, que es la materia de que se compone el
objeto; y en segundo lugar, puede recaer en la calidad esencial del
objeto, que son las cualidades de la cosa que la hacen diferente a las
demás.
SANCIÓN: Nulidad Relativa (existen acuerdo doctrinal a razón de
texto).
EL ERROR ACCIDENTAL
El art. 1454 inc. 2 indica: “El error acerca de otra cualquiera calidad de la cosa no vicia el
consentimiento de los que contratan , sino cuando esa calidad es el principal motivo de una de
ellas para contratar, y este motivo ha sido conocido de la otra parte”.
De esta manera, es aquel que recae sobre una calidad “subalterna” de la cosa y la regla general
es que no vicia el consentimiento.
Excepcionalmente este error sí puede viciar la voluntad, y esto se produce cuando la calidad
accidental es el principal motivo que induce a una de las partes a contratar, y además, esta
circunstancia es conocida por la otra parte.
Así las cosas, para que el error accidental vicie la voluntad deben darse dos requisitos:
1.- Una de las partes debe elevar un elemento accidental a la categoría de esencial, y
2.- Esa circunstancia debe ser conocida de la otra parte.
Las calidades accidentales de la cosa son aquellas que ordinariamente son indiferentes para
determinar la voluntad de las personas, son calidades secundarias.
SANCIÓN: regla general Nulidad Relativa en aquellos casos en que vicia la voluntad.
EL ERROR EN LA PERSONA
Consagrado en el art. 1455 del CC: “El error acerca de la persona con
quien se tiene intención de contratar no vicia el consentimiento salvo
que la consideración de esta persona sea la causa principal del
contrato”.
La regla general es que las personas contraten para satisfacer
necesidades, y por este motivo no tiene importancia la persona con
quien se contrata, sólo excepcionalmente cuando el acto o contrato se ha
celebrado en consideración a una persona determinada – actos intuitu
personae – “hasta el punto que la misma ha sido la razón principal o
exclusiva de la declaración de voluntad, el error in personam es
relevante, reviste carácter esencial, anulando el negocio celebrado,
como por ej: en el mandato, el comodato y el matrimonio.
EL ERROR EN LA PERSONA
¿Cuándo el error en la persona vicia la voluntad?
Hay que distinguir el tipo de acto de que se trate:
1° Los actos jurídicos onerosos: en ellos la regla general es que el error en la persona no vicia la
voluntad. Con todo, son muy pocos los actos de esta naturaleza “intuito personae”.
2° Los actos jurídicos gratuitos: la regla general en estos actos es que sí vicia la voluntad este
tipo de error – y esto – porque las “liberalidades o gratuidades” no se hacen a cualquier
individuo (no le dono a cualquiera un bien de mi patrimonio).
3° Los actos de familia: también la regla general es que vician el consentimiento, por ej: el
testamento, reconocimiento de un hijo. Así la ley de matrimonio civil N°19.947 art. 8 señala:
“Falta el consentimiento libre y espontáneo en los siguientes casos:
1) Si ha habido error acerca de la identidad de la persona del otro contrayente;
2) Si ha habido error acerca de alguna de sus cualidades personales que, atendida la naturaleza
o los fines del matrimonio, ha de ser estimada como determinante para otorgar el
consentimiento, y
3) Si ha habido fuerza, en los términos de los arts. 1456 y 1457 del CC, ocasionada por una
persona o por una circunstancia externa, que hubiere sido determinante para contraer el
vínculo.
EL ERROR EN LA PERSONA
La ley señala que en aquellos casos en que el error en la persona vicia la
voluntad se debe indemnizar de perjuicios a la persona con la que
erróneamente se contrato siempre que ésta haya concurrido de buena fe.
SANCIÓN: Si la persona es la causa principal del contrato “Nulidad
Relativa”.
Si la persona con la que erróneamente se contrató está de buena fe
tendrá derecho a ser indemnizada.
EL ERROR EN LOS MOTIVOS
Este recae en las “razones” que se tienen para contratar.
La doctrina ha discutido si este error vicia o no la voluntad – por regla general
– no la vicia, a menos que el error recaiga en la “causa” principal que induce
al contrato.
Algunos autores indican que este sería una especie de error esencial, porque
excluye la voluntad y por lo tanto la sanción debería ser la nulidad absoluta.
Sin embargo, otros autores señalan que este error implica la ausencia de causa
y como la causa es un requisito de existencia del acto, la sanción debería ser
la inexistencia.
En materia sucesoria se reconoce este tipo de vicio, así se establece en el art.
1058 CC: “La asignación que pareciere motivada por un error de hecho, de
manera que sea claro que sin este error no hubiera tenido lugar, se tendrá
por no escrita”.
EL ERROR COMÚN
Es aquel compartido por una gran cantidad de personas en una determinada localidad.
Este error en vez de viciar el acto, por un acto del legislador, se entiende válido.
Con posterioridad dio origen a la “teoría de la apariencia”, que consiste en darle valor a las
actuaciones, que si bien son nulas tienen la apariencia de validez.
Requisitos para que proceda:
1° El error debe ser común: el falso concepto de la realidad debe ser compartido por una
gran cantidad de personas.
2° Debe haber una justa causa de error: un motivo plausible, el error debe ser verosímil,
lógico de creer.
3° Las personas que están en error común, deben encontrarse de buena fe.
La Corte Suprema ha señalado que el error común no representa una norma jurídica, solo
permite convalidar el acto por la apariencia de normalidad que presenta una situación o
realidad jurídica, que en el fondo es irregular, por ej: los juicios de paternidad y la “posesión
notoria” (el interés superior del niño es proyectar cuál va a ser su bienestar).
PRUEBA DEL ERROR
Debe probarlo quien lo alega, y así el juez determinará si el error tiene la
trascendencia como para declarar la nulidad.
La regla general es que el error no da derecho a la indemnización de
perjuicios – con excepción – del error en la persona, cuando si la persona que
erróneamente se contrató esta de buena fe, tendrá derecho a ser indemnizada.
Si el acto jurídico es bilateral, no es necesario que ambas partes estén en
error, esto lo ha dicho la jurisprudencia basándose en el art.1454 “alguna de
las partes”, de ser así, si ambas están en error, estaríamos en presencia de un
error esencial.
El error para que vicie la voluntad debe ser justificable, creíble, porque si es
inexcusable o se debe a la propia negligencia del que lo sufre, no va a viciar
la voluntad.
LA FUERZA
Consiste en apremios físicos o morales que se ejercen sobre una persona
destinados a que preste su consentimiento para la celebración de un acto
jurídico.
La fuerza se encuentra regulada en los arts. 1454 y 1455 del CC:
“La fuerza no vicia el consentimiento, sino cuando es capaz de producir
una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta
su edad, sexo y condición…”
CLASIFICACIÓN DE LA FUERZA
Puede ser:,
A.- Física
B.- Moral o sicológica
La primera de ellas consiste en el empleo de procedimientos materiales de
violencia, reduce a la víctima a un estado puramente pasivo y no vicia la
voluntad, porque la excluye en forma absoluta.
El jurista francés Planiol señala que: “Cuando hay fuerza física es imposible
que el acto produzca efectos jurídicos y su sanción es la inexistencia o
nulidad absoluta”.
La voluntad es un requisito de existencia del acto jurídico y su ausencia
produce la inexistencia o nulidad absoluta, por lo tanto a la fuerza física se le
aplica esta sanción.
CLASIFICACIÓN DE LA FUERZA
La fuerza moral o sicológica consiste en el empleo de amenazas – en
esta – se le hace saber a la víctima que si no consiente sufrirá un mal
mayor. Esta fuerza es la que vicia la voluntad porque la persona que es
la víctima de la fuerza moral no tiene la posibilidad de optar o
enfrentarla, rindiéndose a ella y en consecuencia, expresará una
voluntad distorsionada pero que existe.
Así las cosas, la fuerza puede estar presente en los actos jurídicos:
Unilaterales, bilaterales, patrimoniales y extrapatrimoniales.
REQUISITOS DE LA FUERZA
1.- Que sea grave
2.- Que sea actual
3.- Que sea determinante
4.- Que sea ilegítima o injusta
5.- Que sea obra del hombre
QUE SEA GRAVE
Debe presentar cierta intensidad y verosimilitud.
El art. 1456 CC. “… cuando es capaz de una impresión fuerte en una persona de sano juicio,
tomando en cuenta su edad, sexo y condición”.
De esta manera, nuestro Código siguió un criterio subjetivo para determinar la gravedad de la
fuerza, al igual que el Código Francés, de tal forma que el juez para determinar si la fuerza es
grave o no, necesariamente debe considerar las circunstancias particulares de cada caso.
El legislador en el mismo art. 1456 inc. 1° consagra un caso que para la mayoría de la doctrina
es una “presunción de derecho” – así las cosas – cuando se da la situación plasmada en esta
norma, no es necesario probar la gravedad de la fuerza, porque se “presume de derecho que la
fuerza es grave”.
Este caso se presenta cuando una persona sufre un justo temor de verse expuesta ella, o su
consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal irreparable y grave.
Para que la fuerza sea grave es necesario que sea verosímil, es decir, que sea posible su
realización.
DEBE SER ACTUAL
Debe estar presente en el momento en que se expresa la voluntad,
aunque el mal haya de realizarse en el futuro, por ej: una amenaza.
QUE SEA DETERMINANTE
Debe ser trascendente, es indispensable que exista una relación de
causalidad entre amenaza o presión y la conducta que observa el sujeto.
Asimismo, para que la fuerza vicie la voluntad, es necesaria que sea de
tal magnitud que sin ella la persona o no habría contratado en términos
muy diferentes.
QUE SEA ILEGÍTIMA, INJUSTA O
CONTRARIA A DERECHO
La fuerza es injusta, cuando el procedimiento empleado no está
autorizado por el ordenamiento jurídico.
Hay fuerzas que son legítimas, y por tanto, no vician la voluntad, por ej:
si yo presto dinero y no me lo devuelven, amenazó con demandar al
deudor; también cuando el receptor judicial ingresa a la fuerza para la
traba y posterior embargo.
QUE SEA OBRA DEL HOMBRE
En el caso de la fuerza – esta amenaza – puede provenir de cualquier
persona, es decir, si el acto jurídico es bilateral, para que se entienda
viciada la voluntad no es necesario que la fuerza provenga de la
contraparte, puede venir de cualquier persona – así lo confirma – el art.
1457 CC.
EL TEMOR REVERENCIAL
El inciso segundo del art. 1456 del CC define el temor reverencial
como: “El solo temor de desagradar a las personas a quienes se debe
sumisión y respeto”. Y determina que no vivía el consentimiento.
En consecuencia, la persona que ha celebrado un acto jurídico para no
desagradar a otra a quien debe sumisión y respeto, no puede, basado en
esa sola circunstancia, alegar que se ha visto forzado a prestar su
consentimiento, ni pretender, que éste se encuentre viciado.
SANCIÓN: la Nulidad Relativa, en el caso de la fuerza moral que es la
que vicia la voluntad.
En el caso de la fuerza física que excluye la voluntad, habría
inexistencia o según otros autores nulidad absoluta.
EL DOLO
Este constituye el tercer vicio de la voluntad y se encuentra establecido
en el art. 44 inc. final del CC: “El dolo consiste en la intención positiva
de inferir injuria a la persona o propiedad de otro”.
La Corte Suprema en reiterados fallos ha interpretado la palabra
“injuria” y ha dicho que se debe entenderse como sinónimo de daño o
perjuicio.
TEORIA UNITARIA DEL DOLO
El dolo lo encontramos en tres áreas diferentes del Derecho Civil, en su
naturaleza es el mismo que se aplica a diferentes instituciones.

1° Como vicio del consentimiento

2° En la Teoría General de las Obligaciones

3° Como delito civil


AREA DEL DERECHO CIVIL EN QUE
ESTA PRESENTE EL DOLO
1° En general el dolo – no es un vicio del consentimiento – para que lo sea debe ser
“principal”, es decir, determinante y obra de la contraparte.
Desde un punto de vista doctrinario podemos decir que el dolo es: “una maquinación
fraudulenta destinada a inducir a una persona a contratar”.
Es el empleo de fraude o engaños.
2° En el área de la Teoría General de las Obligaciones lo advertimos concretamente
en el incumplimiento de éstas.
Una obligación se puede no cumplir por culpa o dolo, y cuando la causal de
incumplimiento es el dolo se agrava la responsabilidad del deudor, porque deberá
responder de los perjuicios directos previstos (los que las partes pudieron prever) y
también de los imprevistos. En cambio, el deudor culposo sólo responde de los
perjuicios directos previstos.
3° Como delito civil – en esta circunstancia – resulta indispensable que se cause un
daño.
CLASIFICACIÓN DEL DOLO
I.- Dolo bueno – Dolo malo
i) Dolo bueno: es un engaño menor, producto de las exageraciones
que son normales en el comercio, a través de las cuales el
comerciante pondera su producto (este dolo no vicia la voluntad).
ii) Dolo malo: supone un comportamiento ilícito, destinado a engañar
a otra persona y que la induce a una manifestación de voluntad que,
sin el dolo, no habría realizado, o habría realizado en condiciones
menos onerosas (regularizado en la Ley del Consumidor 19.496)
CLASIFICACIÓN DEL DOLO
II.- Dolo positivo – Dolo negativo
i) Dolo positivo: el engaño se realiza a través de razonamientos o
actos tendientes a representar como verdaderas circunstancias falsas
o a suprimir o alterar las verdaderas.
ii) Dolo negativo: el engaño consiste en ocultar sagazmente hechos
verdaderos. El autor del dolo se escuda en una omisión de actividad
como es el silencio o reticencia (silencio doloso)
CLASIFICACIÓN DEL DOLO
III.- Dolo principal – Dolo incidental
i) Dolo principal: aquel que es trascendente, determinante, es decir,
de no mediar este dolo la persona no habría contratado (este dolo
principal vicia la voluntad).
ii) Dolo incidental: aquel que no determina la voluntad de la persona,
de no mediar este dolo la persona igual habría contratado, pero lo
habría hecho en condiciones menos onerosas. Recae en aspectos
secundarios y no vicia la voluntad. La sanción es la indemnización
de perjuicios.
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL DOLO
1° Elemento sociológico o intencional: consiste en que debe existir ánimo de
engañar. Este elemento esta consagrado en el art. 44 del CC: “El dolo consiste
en la intención positiva…”
Para que haya dolo es necesario que la voluntad del agente aparezca
manifestada y determinada en actos que demuestren el propósito de dañar a
otra persona.
2° Elemento material: consiste en que el autor del dolo debe materializar su
ánimo malicioso en comportamientos o actitudes externas.
Así las cosas, el dolo – al igual que el error y la fuerza – para que vicie la
voluntad debe ser determinante, es decir, las maquinaciones empleadas deben
ser de trascendencia (maniobras dolosas: mentiras, engaño, fraude).
DOLO DE LOS INCAPACES
Consagrado en el art. 1685 CC: “Si departe del incapaz ha habido dolo para inducir al acto o
contrato, ni él ni sus herederos o cesionarios podrán alegar nulidad. Sin embargo, la aserción
de mayor edad, o de no existir la interdicción u otra causa de incapacidad, no inhabilitará al
incapaz para obtener el pronunciamiento de nulidad”.
Este solo especial que se encuentra expresamente definido por la ley, consiste en que un incapaz
emplee maniobras fraudulentas con la finalidad de ocultar su incapacidad y así poder celebrar un
acto o contrato determinado.
Lo que el incapaz persigue cuando actúa con este dolo, es convencer a la persona que contrata
con él de que no sufre ninguna incapacidad.
La ley señala que la mera aseveración que hace el incapaz de que no lo es, no constituye dolo.
Para que exista dolo del incapaz es necesario que se utilicen maquinaciones fraudulentas. Esto,
porque si existe duda acerca de la capacidad – la persona que contrata con él –debe actuar en
forma diligente y por esto basta la simple aserción o aseveración que hace el incapaz.
Cuando el incapaz comete este dolo, la sanción que se le aplica consiste en que ni él, ni sus
herederos, ni sus cesionarios podrán alegar la nulidad relativa.
REQUISITO DEL DOLO PARA QUE VICIE
LA VOLUNTAD
El art. 1458 del CC: “El dolo no vicia el consentimiento sino cuando es obra de
una de las partes, y cuando además aparece claramente que sin él no hubieran
contratado. DOLO PRINCIPAL
En los demás casos el dolo da lugar solamente a la acción de perjuicios contra la
persona o personas que lo han fraguado o que se han aprovechado de él; contra
las primeras por el total valor de los perjuicios, y contra las segundas hasta
concurrencia del provecho que han reportado del dolo”. DOLO INCIDENTAL
REQUISITO DEL DOLO PARA QUE VICIE
LA VOLUNTAD
1° El dolo debe ser principal o inductivo, esto significa que debe ser
determinante, es decir, de no mediar la maniobra dolosa, la persona, o no
habría contratado o lo habría hecho en términos diferentes.
Cuando el dolo no es principal se denomina accidental o incidental. Este se
encuentra regulado en el inciso 2° del art. 1458, y como se dijo “no vicia la
voluntad”, puesto que sin él de igual manera se hubiera contratado; y la sanción
que se aplica no consiste en la nulidad del acto, sino en la de indemnizar
perjuicios. Tanto el que cometió el dolo, como el que se aprovechó de él.
El primero: por el total del valor de los perjuicios causados.
Los segundos: hasta la concurrencia del provecho o beneficio que hayan
obtenido.
REQUISITO DEL DOLO PARA QUE VICIE
LA VOLUNTAD
2° El dolo debe ser obra de la contraparte para que vicie la voluntad.
Este requisito ha dado origen a determinar qué ocurre cuando el acto jurídico es
unilateral – porque – si se establece “de la contraparte” se refiere al acto jurídico
bilateral.
Todos los autores están de acuerdo en concluir que el dolo vicia también la voluntad
en los actos jurídicos unilaterales, pero en ellos, la maniobra dolosa puede provenir
de cualquier persona, sea de quien se quiere beneficiar con el dolo o de un tercero.
Existen muchos artículos – en nuestro Código Civil - que confirman que el dolo
vicia la voluntad en los actos jurídicos unilaterales, por ej: el art. 1234 que señala
que la aceptación de una herencia no puede rescindirse, a menos que haya habido
dolo; y como sabemos la aceptación es un acto jurídico unilateral.
El art. 1782 inc 2° indica que la renuncia de los gananciales no puede ser dejada sin
efecto a menos que haya habido dolo (ciertamente que esta renuncia constituye un
acto jurídico unilateral).
REQUISITO DEL DOLO PARA QUE VICIE
LA VOLUNTAD
3° Este requisito no lo establece la ley, sino que lo agrega la doctrina y
la jurisprudencia y consiste en que el dolo debe ser anterior o
simultáneo al acto jurídico.
La Corte Suprema ha señalado en reiterados fallos que no se puede dejar
sin efecto un contrato por el dolo ejecutado con posterioridad a su
celebración.
(Vrg. Art 1465 inc final: “la condonación del dolo futuro no vale”.)
SITUACIONES ESPECIALES DEL DOLO
1° El dolo del representante o del mandatario: el art. 1448 CC regula la
representación en virtud de la cual una persona actúa a nombre de otra radicándose
todos los efectos en el representado, pese a que quien actuó fue el representante.
REPRESENTADO
REPRESENTANTE

VOLUNTAD QUE ACTÚA LOS EFECTOS DE LOS ACTOS DEL


REPRESENTANTE SE RADICAN EN
EL REPRESENTADO
SITUACIONES ESPECIALES DEL DOLO
¿Qué ocurre cuando el representante actúa con dolo?
Se discute si este dolo afecta o no al representado y la conclusión es que
el dolo del representante vicia de nulidad relativa el acto.
Pero como el representado no ha intervenido en las maniobras dolosas
tendrá derecho a ser indemnizado de perjuicios por el representante.
2° Es el dolo bilateral o compartido: se presentan cuando las dos partes
se quieren engañar y actúan con dolo.
La Corte Suprema ha señalado que se produce una compensación que
priva a ambas partes de la acción de nulidad, y por lo tanto, ninguna de
ellas podrá alegar la nulidad del acto.
CAMPO DE APLICACIÓN DEL DOLO
Tiene un amplio campo de aplicación, opera tanto en los actos jurídicos unilaterales como
bilaterales; en los patrimoniales y extrapatrimoniales. Se reconoce una excepción en que el
dolo no vicia la voluntad, y ese caso es el matrimonio. De acuerdo a la ley de matrimonio
civil, los vicios de la voluntad en esta institución son dos: el error y la fuerza (la norma –
Ley 19.947 art. 8 - considera el rapto dentro de la fuerza y no regula el dolo).
El dolo no se presume – así lo señala expresamente el art. 1459 – y esto porque la ley
siempre presume lo normal, y esto es que no haya dolo.
Si alguien alega el dolo debe probarlo – sólo excepcionalmente – hay casos en que sí se
presume el dolo, por ej: el art 94 N°6 de la muerte presunta; art 706 inc final a propósito de
la posesión.
Por otro lado, el dolo no puede perdonarse anticipadamente – el art. 1465 CC – señala que
en estos casos hay objeto ilícito y por lo tanto, nulidad absoluta. Solo es posible perdonar el
dolo una vez cometido pero jamás en forma anticipada.
SANCIÓN QUE RECIBE EL DOLO
Las sanciones al dolo se justifican por razones de orden público, ya que no puede regir
en forma absoluta el principio “de la autonomía de la voluntad”. Por ello, la ley
expresamente prohíbe que se perdonen las futuras maniobras dolosas.
i) Si se establece una sanción esta sería la nulidad absoluta porque existe objeto ilícito
(art. 1465 CC). Como se dijo el dolo pasado (el que ya se cometió), sí se puede
perdonar, pero debe hacerse en forma expresa.
ii) Para muchos autores – en este caso – no se está perdonando el dolo pasado, sino que
se está renunciando a la acción de nulidad o de indemnización de perjuicios.
Cuando el dolo es principal, vicia la voluntad y recibe como sanción la
nulidad relativa; en cambio, cuando es incidental la sanción es la
indemnización de perjuicios.
EL DOLO Y LA CULPA
El art. 44 del CC al definir “Culpa grave, negligencia grave, culpa lata”
señala al final del inciso: “Esta culpa en materias civiles equivale al
dolo”.
La culpa es la falta de cuidado o de diligencia en que se incurre al
celebrar un acto o ejecutar un hecho. Y se mide a través de un estándar
de conducta “el de un buen padre de familia”. Así las cosas, la culpa es
un elemento del cuasidelito civil.
La culpa puede estar presente en materias pre contractuales,
contractuales y extra contractuales.
Nuestro código gradúa la culpa a través de tres tipos de conductas:
i) Culpa grave o lata
ii) Culpa leve
iii) Culpa levísima
¿De qué culpa responderá el deudor?
Habrá que distinguir a quien le reporta utilidad el acto o contrato
A.- Si el acto o contrato beneficia solamente al acreedor, el deudor responde de la
culpa grave
B.- Si el acto o contrato beneficia a ambas partes, el deudor responde de la culpa
leve (la regla general en materia contractual)
C.- Si el acto o contrato solo beneficia al deudor, responde de culpa levísima
Todo lo anterior se entiende siempre y cuando las partes – en virtud de la
autonomía de la voluntad – no hayan estipulado algo distinto.
Esta graduación solo opera en materia contractual
LA LESIÓN
Ante todo hay que tener presente que la lesión no es un vicio del consentimiento; nuestro
Código Civil le dio valor en muy pocos casos. Así las cosas, siempre la consideró como un
vicio del acto o contrato, pero no como vicio de la voluntad.
La lesión se define como el perjuicio que experimenta una persona cuando ejecuta ciertos
actos jurídicos, y que resulta de la desigualdad existente entre la ventaja obtenida y el
sacrificio hecho para obtenerla.
El campo de aplicación de la lesión se restringe a los contratos onerosos conmutativos, que
son aquellos que tienen por objeto la utilidad de ambos contratantes, obligándose ambas
partes a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o
hacer a su vez.
Por lo tanto, no tiene cabida en los contratos gratuitos que son aquellos que tienen por objeto
la utilidad de una de las partes sufriendo la otra el gravamen. Ni en los contratos aleatorios
que son aquellos en que existe una contingencia incierta de ganancia o pérdida de la cual
dependerá que la prestación de una de la spartes sea más o menos onerosa.
En los contratos onerosos conmutativos la lesión está constituida por la desigualdad entre las
prestaciones recíprocas de las partes, de modo tal que una reciba más y otra menos de lo que
da.
TEORÍAS ACERCA DE LA LESIÓN
Existen dos teorías o criterios respecto de la lesión uno objetivo y otro
subjetivo. Sin embargo, ahondaremos en el objetivo que es el que inspira a
nuestro legislador: quien aportó su estudio al Código Napoleónico fue el
abogado Jean-Étienne Portalis – reflexiona y considera que la lesión produce
un enriquecimiento injusto que atenta contra el orden público ya que el interés
de la comunidad es que la prestación de los contratos establezca condiciones
justas – de lo contrario – se afectaría el acto o contrato mismo, pero no la
voluntad de las partes.
CASOS EN QUE OPERA LA LESIÓN EN
NUESTRA LEGISLACIÓN
Los casos en que el nuestra legislación admite la lesión son taxativos, es
decir, se admiten solo esos casos, a saber:
1° En la compraventa de bienes raíces: arts. 1888 y 1889 CC – aquí se aprecia
con claridad el criterio matemático que emplea el legislador, denominándola
para esta materia “lesión enorme”.
En este caso, el vendedor sufre lesión enorme cuando el precio que recibe es
inferior a la mitad del justo precio de la cosa que se vende.
Por otro lado, el comprador sufre la lesión enorme cuando el justo precio de
la cosa que compra, es inferior a la mitad del precio que paga por ella.
La ley agrega que el justo precio se pondera al tiempo del contrato.
La acción rescisoria o acción para pedir la nulidad relativa prescribe en el
plazo de 4 años contados desde la fecha de celebración del contrato.
CASOS EN QUE OPERA LA LESIÓN EN
NUESTRA LEGISLACIÓN
2° Lesión en la permuta: este es un contrato en que las partes se obligan mutuamente
a dar una especie o cuerpo cierto por otro.
De acuerdo al art 1900 CC se rige por las reglas de la compraventa, por lo tanto, la
permuta de bienes raíces puede ser objeto de lesión enorme en los mismos casos que
la compraventa.
3° La cláusula penal: en esta institución se habla de cláusula penal enorme
(haciendo referencia a la lesión),
La cláusula penal es una garantía en que una persona para asegurar el cumplimiento
de una obligación principal se somete a una pena en caso de que no se ejecute o se
retarde el cumplimiento de la obligación principal .
Cuando la pena consiste en dar dinero y el contrato del que emana la obligación
principal es conmutativo, es posible que haya lesión y a este respecto la ley señala,
que la lesión se prestará cuando la pena que se conviniere excede al doble de la
obligación principal, incluyendo la obligación principal en ese duplo. (art. 1544 CC)
4° En el mutuo de dinero (La ley 18.010 sobre operaciones de crédito de
dinero)
La ley18.010 sobre operaciones de crédito de dinero regula esta figura del
mutuo de dinero, reconociendo la existencia de dos tipos de intereses:
a) Los corrientes: que son aquellos que fija la Superintendencia de Bancos e
Instituciones Financieras todos los meses, y que lo calculan sobre la base
del interés promedio. Este constituye la regla general, por lo tanto si las
partes nada dicen operará éste.
b) El máximo convencional: aquel que las partes pueden estipular. Su limite
consiste en que no puede exceder del 50% del corriente. Si se infringe
este limite, la sanción será rebajar el interés al corriente.
CASOS EN QUE OPERA LA LESIÓN EN
NUESTRA LEGISLACIÓN
5° En la aceptación de la hereditaria (art. 1234 CC)
6° En la partición de los bienes (art. 1348 inc. 2)
Fuera de estos casos no hay más que aludan a la lesión. En todo caso, se
ha de saber que la lesión debe estar presente al momento de celebrarse
el acto o contrato; teniendo como sanción la nulidad relativa o rescisión
con excepción en el caso del mutuo de dinero la que será que el interés
se va a rebajar al corriente.
LA CAPACIDAD DE LAS PARTES
(segundo requisito de validez)
Todo acto jurídico, sea unilateral o bilateral supone una manifestación
de voluntad y para que esa manifestación sea válida debe emanar de una
persona capaz, es decir, debe comprender los alcances del acto que esta
celebrando o ejecutando.
El Profesor Ramón Domínguez (siguiendo a la doctrina clásica) señala
que la capacidad es “la aptitud para adquirir, gozar y hacer valer po si
mismo un derecho en la vida jurídica”.
El Código Civil da una definición incompleta al respecto y establece
que la capacidad legal de una persona consiste en poder obligarse por sí
mismo y sin el ministerio o autorización de otro (art. 1445 inc. 2° CC)
Esta definición se ha criticado por dos motivos:
1.- La definición es incompleta puesto que solo regula el punto de vista
pasivo, la situación del deudor, pero nada se dice respecto del acreedor; y por
esta razón se ha dicho que la capacidad legal consiste en que una persona se
pueda obligar por si misma sin el ministerio o autorización de otra y pueda
adquirir derechos por sí misma y ejercerlos sin dicho ministerio o
autorización (aquí se consagra el punto de vista pasivo y activo).
2.- Esta definición se refiere a la capacidad de ejercicio pero no a la de goce.
La capacidad se asemeja a la personalidad pero se diferencia en que la
personalidad es un concepto absoluto, se es o no persona, no hay intermedio;
en cambio la capacidad admite clasificación.
CLASIFICACIÓN DE LA CAPACIDAD
Podemos encontrar la siguiente dicotomía:
i) Capacidad de goce
ii) Capacidad de ejercicio
La de goce es la que tienen todas las personas por el sólo hecho de existir y consiste en
poder adquirir derechos y contraer obligaciones, aún cuando estos derechos y estas
obligaciones no se puedan cumplir por sí mismas. A esta capacidad de goce se le llama
también capacidad adquisitiva, porque habilita para adquirir derechos.
Por su parte, la de ejercicio es aquella que se encuentra definida por el Código en el art.
1445 inc. 2° y consiste en poder adquirir derechos y contraer obligaciones, con todo,
ejercer dichos derechos y cumplir tales obligaciones personalmente, sin la autorización
o representación de otra persona.
Esta capacidad la tienen solo las personas plenamente capaces y la regla general es que
toda persona sea capaz, salvo aquellas que la ley declara incapaces, así lo señala
expresamente el art.1446 CC
LAS INCAPACIDADES
A ella se refiere el art 1447 y existen tes grupos de incapacidades:
1.- Absolutamente incapaces (*) A diferencia de lo que ocurre con las incapacidades absolutas y
2.- Relativamente incapaces relativas porque ellas se refieren a una generalidad de actos.
3.- Las incapacidades especiales o prohibiciones
¿Quiénes son?
1.- Se encuentran en el inc. 1° - estos son – dementes, impúberes y sordomudos que no pueden darse a
entender claramente.
2.- Advierte de ellos el inc. 3° - a saber – menores adultos y los disipadores que se hallen bajo interdicción
de administrar lo suyo.
3.- Se presenta cuando una persona pese a ser plenamente capaz, no puede celebrar un determinado acto o
contrato. El Derecho Procesal a estas incapacidades especiales las bautiza con el nombre de “falta de
legitimación para actuar”, y se presentan cuando una persona no se encuentra legitimada para ejercer una
acción o celebrar un acto determinado, por ej: art. 412 inc. 2° CC que prohíbe al tutor o curador comprar
los bienes raíces del pupilo o tomarlos en arriendo. El art. 1796 CC que prohíbe la compraventa entre
cónyuges no separados judicialmente.
En estas incapacidades especiales existen ciertos actos, en que por las circunstancias en que se encuentran
las partes entre sí o por el objeto sobre que versa, la ley prohíbe que sean celebradas entre ciertas y
determinadas personas (*)
NORMAS GENERALES EN TORNO A LA
CAPACIDAD
i.- Cada vez que la ley se refiere a la incapacidad, se esta refiriendo a la de
ejercicio.
ii.- Sólo la ley puede crear incapacidades, las partes convencionalmente no
pueden establecer nuevas incapacidades.
iii.- Las normas sobre incapacidad son de derecho estricto, y por lo tanto, no se
pueden aplicar por analogía porque son excepcionales.
iv.- La incapacidad constituye una excepción a la regla general que es la
capacidad.
v.- Las incapacidades pueden ser de tres tipos: a) absolutas; b) relativas y c)
especiales.
INCAPACIDAD ABSOLUTA
La incapacidad absoluta es aquella de que padecen ciertas personas que en concepto del
legislador carecen de voluntad jurídica o en el evento de tenerla no la pueden expresar sea por
un defecto físico o mental.
A los absolutamente incapaces les faltan dos elementos esenciales del proceso volitivo que son:
a) El discernimiento (para comprender los alcances del acto)
b) La intención
En otras palabras, los absolutamente incapaces carecen de voluntad jurídica. Sin embargo,
estos, por el hecho de tener la capacidad de goce pueden adquirir derechos y contraer
obligaciones, pero no pueden actuar personalmente; para hacerlo deberán actuar por medio de
sus representantes legales. Por lo tanto, en la vida jurídica el absolutamente incapaz sólo puede
actuar representado por su representante legal.
Son absolutamente incapaces: los dementes, los impúberes y los sordomudos que no pueden
darse a entender claramente. (art. 1447 inc. 1°CC)
Fuera de estos, no hay más absolutamente incapaces. Esto es taxativo.
EL DEMENTE
El legislador ha establecido que la demencia es cualquier enfermedad mental que implique privación de
razón.
El demente debe someterse a un procedimiento judicial especial , que consiste en la interdicción, en
virtud de este procedimiento el juez dicta un decreto (de interdicción) en el cual se declara inhabilitado al
demente para actuar y este decreto debe inscribirse en el Registro de Interdicciones y Prohibiciones del
CBR° (se trata de un procedimiento voluntario, es decir no contencioso).
El representante legal del demente, si es menor de edad, se llama “Tutor”; y si es mayor de edad
“Curador”.
Este decreto de interdicción tiene importancia para efectos de “prueba” porque mientras no se dicte este
decreto los actos del demente se presumen válidos, a menos que se pruebe la demencia – en cambio – una
vez dictado e inscrito el decreto se “presume de derecho la demencia” y no se podrá alegar la validez del
acto, ni aún argumentando que el demente actuó durante un intervalo lúcido.
Si un demente actúa en la vida jurídica por sí solo, sin estar representado por su representante legal, el
acto es nulo de “nulidad absoluta”.
Sin embargo, si un demente se recupera puede ser rehabilitado, pero para esto requiere de una resolución
judicial que ordene cancelar las inscripciones y el Tutor o Curador – deberá rendir cuentas al demente de
su administración.
LOS IMPUBERES
Estos son los hombres menores de 14 y las mujeres menores de 12 años. La ley hace una sub
distinción al respecto puesto que los menores de 7 años de cualquier sexo reciben el nombre de
infantes o niños (art. 26 CC).
Los impúberes solo pueden actuar a través de un representante legal, que será, si es un hijo -
ambos padres que son los que ejercen la Patria Potestad - y si el hijo carece de ésta por parte de
sus padres podrá el juez designar a una persona para que actúe como Tutor.
Si en la práctica un impúber actúa sin estar representado, su acto es nulo, de nulidad absoluta.
A este respecto conviene advertir, que la ley consagra dos reglas especiales que se aplican al
infante y al demente:
1) Ambos son incapaces: no tan solo contractualmente, sino que también extracontractualmente
– así lo establece claramente el art. 2319 CC – responderán por sus actos negligentes (no
dolosos) las personas que los tengan a su cargo; a esto se le llama en doctrina “culpa in
vigilando” art. 2320 inc. final)
2) No tienen capacidad para iniciar posesión de las cosas que no pertenecen a nadie (art. 723
inc. 2°) puesto que carecen de uno de sus elementos “la voluntad”.
SORDOMUDOS QUE NO PUEDEN
DARSE A ENTENDER CLARAMENTE
Lo que hace que el sordomudo sea absolutamente incapaz es su incapacidad
para manifestar claramente su voluntad, lo que además de crear una situación
de ambigüedad expone a éste a una situación de absoluta indefensión.
Regularmente el sordomudo es una persona inteligente de manera que tiene
voluntad jurídica (es una diferencia con el impúber y el demente), pero el
problema radica en que no puede expresarla claramente, y por ello es
considerado como absolutamente incapaz es necesario que aprenda a
manifestar de manera indubitada su voluntad.
Finalmente, cabe concluir, que todos los actos del sordo mudo que realice sin
la autorización de su representante legal, al igual que los otros absolutamente
incapaces, tendrá como sanción la nulidad absoluta.
INCAPACIDAD RELATIVA
Los incapaces relativos son personas que tienen un cierto grado de madurez, pero aún no han logrado el
suficiente juicio como para desprotegerlos legalmente.
El relativamente incapaz tiene voluntad jurídica, pero inmadura, en otras palabras, se trata de una voluntad
incompleta.
De esta manera, pueden actuar en la vida jurídica de dos formas diferentes:
1.- Representados por un representante legal (al igual que los absolutamente incapaces)
2.- Pueden actuar autorizados por su representante legal.
En este caso la autorización que se da se denomina “formalidad habilitante”, porque habilita, faculta o permite al
incapaz actuar en la vida jurídica (completa la incapacidad).
El representante legal del relativamente incapaz será su padre, madre o el curador (*) que se le designe.
Además, existen casos excepcionales, en que es la propia ley la que autoriza al relativamente incapaz para actuar
por sí solo, sin encontrarse autorizado ni representado.
La regla general, es que se refieren a casos que benefician al incapaz o bien circunstancias muy personales en las
que no puede intervenir su representante.
Si el relativamente incapaz actúa en la vida jurídica sin encontrarse autorizado, ni representado y el acto no se
encuentra dentro de aquellos en que la ley lo autoriza a actuar solo, la sanción será la nulidad relativa.
SON RELATIVAMENTE INCAPACES
El art. 1447 inc. 3 ° CC – establece claramente – “Son también
incapaces los menores adultos y los disipadores que se hallen bajo
interdicción de administrar lo suyo”.
Fuera de estos, no hay más relativamente incapaces.
A.- El menor adulto

B.- El disipador interdicto


EL MENOR ADULTO
Es la mujer mayor de 12 años y el varón mayor de 14 (ambos menores
de 18 años).

¿Pueden actuar en la vida del Derecho?

Si requieren de autorización - ¿Quién se la debe dar?

¿Cuál será la sanción a sus actos?


EL DISIPADOR
El disipador, dilapidador o pródigo: son aquellas personas que en forma
reiterada y habitual gastan de manera desproporcionada a sus haberes y sin
finalidad lógica.
El dilapidador por sí solo, es plenamente capaz, lo que lo convierte en
relativamente incapaz es el hecho de encontrarse en interdicción, es decir, es
necesario que se le haya solicitado al juez la dictación del decreto de
interdicción, a través del cual, se priva al disipador de la administración de
sus bienes y se le nombra, en calidad de representante legal, a un curador.
Este decreto de interdicción debe inscribirse en el registro de interdicciones y
solo una vez que el decreto se encuentre inscrito, el disipador pasa a ser
relativamente incapaz. A diferencia del “demente” en donde se – presume –
sino que hasta antes de que el decreto no se encuentre inscrito el disipador es
plenamente capaz.
¿Cómo se prueba la disipación?
El artículo 445 CC – establece – que la dilapidación debe probarse ante el
juez a través de una serie de hechos repetidos que demuestren la falta total de
prudencia.
Si el disipador que se encuentra bajo interdicción actúa en la vida jurídica sin
encontrarse autorizado , ni representado, la sanción será la nulidad relativa.
Su representante legal es el curador que el juez le designa (*). Al igual que el
demente, el disipador puede ser rehabilitado, en este caso, deberá cancelarse
la inscripción y el curador le deberá rendir cuentas de su administración.
El disipador no es un demente, porque él no tiene una desviación de la razón,
lo que ocurre es que tiene una falta de prudencia y no sabe medir los gastos
que realiza.
(*) ¿Sólo el juez? Arts. 442 y 451 CC
AUTORIZACIÓN JUDICIAL
SUPLETORIA
También llamada “formalidad habilitante”, porque le va a permitir al
incapaz actuar válidamente en la vida jurídica.
¿Cuándo procede?
i.- Cuando la ley lo permite
ii.- Cuando el representante legal se la haya negado a su representado
iii.- Cuando el representante legal se encuentre impedido para dar la
autorización.
CARACTERISTICAS DE LA AUTORIZACION
JUDICIAL SUPLETORIA
1.- En esta autorización el juez solo puede intervenir cuando la propia ley lo
autoriza. En los casos expresamente señalados por el legislador.
2.- Esta autorización es supletoria, porque el relativamente incapaz debe dirigirse
primero, a su representante legal y si se niega injustificadamente o se encuentra
impedido para actuar, el relativamente incapaz deberá analizar si el legislador lo
autoriza o no a recurrir ante el juez.
3.- Esta autorización es especial, y el juez para autorizar debe proceder con
conocimiento de causa. Es decir, se le deberá probar al juez, que el representante
legal esta incapacitado o bien, que su negativa es injustificada.
4.- esta autorización es una formalidad habilitante porque tiene por objeto habilitar
al incapaz para actuar.
La omisión a esta formalidad tiene como sanción la nulidad relativa, porque es una
formalidad exigida en atención al estado o capacidad de las personas.
Esta autorización no convierte al juez en representante legal porque los únicos
representantes legales son los señalados taxativamente en la ley (art. 43 CC)
ACTOS DOMÉSTICOS
Son aquellos que habitualmente celebran los absoluta y relativamente
incapaces sin encontrarse ni autorizados, ni representados, pese a esto tienen
validez.
Por ej: un incapaz paga un pasaje de autobús
En general, en la doctrina se ha discutido el motivo del por qué estos actos
son válidos, y se ha concluido, que su valor deriva de la circunstancia de que
en ellos la posibilidad de que el incapaz sufra un perjuicio es muy reducida;
también se dice, que en estos casos habría un mandato tácito del representante
legal que autorizaría al incapaz a actuar.
Sin embargo, este argumento solo es válido respecto del relativamente
incapaz, pero no podría alegarse respecto del absolutamente incapaz, ya que
éste solo puede actuar representado.
INCAPACIDADES ESPECIALES O
PROHIBICIONES CONSAGRADAS EN EL
ART. 1447 INC. FINAL.
Las personas afectadas por estas incapacidades son personas plenamente
capaces, pero que por una prohibición del legislador no se encuentran
autorizadas para celebrar ciertos y determinados actos jurídicos con
cierta y determinadas personas, es decir, no tienen poder negocial, no se
encuentran legitimadas para actuar.
Por ej: art. 1796 CC: prohíbe la compraventa entre cónyuges no
separados judicialmente y entre el padre o madre e hijo de familia.
Art. 1798 CC: prohíbe a los jueces, abogados, procuradores y notarios
comprar los bienes que se venden como consecuencia del juicio en el
que ellos han intervenido.
EL OBJETO
Conceptos Generales:
Todo acto jurídico debe tener un objeto, pues éste es un requisito de existencia esencial, sea cual fuere
la especie de acto jurídico de que se trate.
El concepto de objeto es controvertido en doctrina. Para quienes definen el acto jurídico como la
manifestación de voluntad hecha con la intención de crear, modificar o extinguir derechos subjetivos, el
objeto estaría constituido, precisamente, por los derechos y obligaciones que el acto crea, modifica o
extingue. Dicho de otro modo, el objeto es lo querido por el autor o por la partes del acto jurídico.
Para otros, el objeto del acto jurídico sería la prestación, es decir, la cosa que debe darse o el hecho que
debe ejecutarse o no.
Quienes dan este concepto de objeto piensan que son una misma cosa el objeto del contrato y el objeto
de la obligación.
Nuestro Código no lo definió, sino que se limitó a establecer en el art 1445 CC que – para que una
persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es necesario: … “3° que recaiga sobre
un objeto lícito”, y en el art. 1460 agrega: “toda declaración de voluntad debe tener por objeto una o
mas cosas que se trata de dar, hacer o no hacer, concluyendo que, “el mero uso de la cosa o su tenencia
puede ser objeto de la declaración”.
De esta manera, podemos concluir que para la legislación chilena, según
se desprende del artículo 1460, el objeto del acto jurídico es la
prestación , esto es, la cosa que debe darse o entregarse o el hecho que
debe ejecutarse o no ejecutarse.
Y ello porque la persona que realiza un acto jurídico, como lo hemos
dicho reiteradamente, lo hace para satisfacer una necesidad, y dicha
necesidad, en términos amplios se satisface con una cosa que debe darse
o entregarse o con un hecho que debe o no ejecutarse.
REQUISITO DEL OBJETO
En doctrina el objeto debe reunir ciertos requisitos o cualidades:

i.- Determinación

ii.- Posibilidad

iii.- Licitud
DETERMINACION
El objeto debe determinarse al momento de la conclusión del acto
jurídico o a lo menos, debe ser determinable , lo que presupone y exige
que se haya establecido desde dicho momento un medio objetivo de
determinación, o sea, que exista la posibilidad de una determinación no
dejada a la voluntad del declarante o de los declarantes.
Por ej: si el objeto del acto jurídico es un automóvil – habrá que
precisar: marca, modelo, color, número de chasis etc…
POSIBILIDAD
El objeto debe ser posible, tanto en el hecho como en el derecho. Se opone a este
requisito o cualidad la imposibilidad, que asimismo, puede ser de hecho o jurídica.
La imposibilidad de hecho, material o física, se tiene por ejemplo: en la venta de
cosas inexistentes o en la promesa de un inalcanzable, por ej: un viaje al sol.
Lo que se requiere es que el objeto sea posible objetivamente al momento de
celebrar el acto jurídico.
La imposibilidad jurídica se debe a razones o causas de derecho, por ej: hay
imposibilidad jurídica en el contrato de venta que se hace al extranjero de
mercancías para las cuales está prohibida la exportación. También, hay
imposibilidad jurídica en el contrato de prenda sobre bienes raíces o el de hipoteca
sobre un mueble, que no sea nave o aeronave.
Desde el punto de vista de la posibilidad jurídica, no es obstáculo la no existencia
actual de las cosas: puede, en efecto, ser objeto del contrato las cosas futuras; salvo,
disposiciones excepcionales que contengan prohibiciones, como la que prohíbe los
pactos relativos a sucesiones todavía no abiertas.
LICITUD
Finalmente, el objeto debe ser “lícito”, es decir, no debe ser contrario a
la ley, al orden público o a las buenas costumbres.
Se dice que el objeto que contraviene a la ley o al orden público es
ilegal; y que el que contraviene a las buenas costumbres es inmoral.
¿Qué es el objeto lícito?
Cualquier prestación que no sea objeto ilícito.
EL OBJETO PARA EL CÓDIGO CIVIL
Requisitos que debe reunir el objeto:
Hemos mencionado que para nuestro Código Civil el objeto de todo acto o
declaración de voluntad es una cosa que debe darse o entregarse o un hecho
que debe o no ejecutarse.
Consecuentemente con lo anterior, el Código al establecer los requisitos del
objeto, distingue si éste consiste en una cosa que debe darse o entregarse o en
un hecho que debe o no ejecutarse.
Si el objeto de la declaración de voluntad es una cosa que debe darse o
entregarse, la cosa debe ser real, comerciable y determinada.
Si el objeto de la declaración de voluntad es un hecho, éste debe ser
determinado, física y moralmente posible.
REQUISTOS O CONDICIONES QUE DEBE
REUNIR LA COSA OBJETO DE LA
DECLARACION DE VOLUNTAD
a) Cosa Real: la cosa que debe darse o entregarse debe ser real, es decir, tiene que
existir al momento de la declaración de voluntad o a lo menos, debe esperarse que
exista. Así se desprende del art. 1461 inc. 1°: “No sólo las cosas que existen
pueden ser objetos de una declaración de voluntad, sino las que se espera que
existan.”
Supongamos por ej: un contrato de compraventa en virtud del cual A vende a B un
caballo en un precio determinado.
El caballo que debe dar A a B tiene que existir al tiempo del contrato o esperarse
que exista.
De conformidad con lo dispuesto en el art. 1813 CC, la venta de una cosa que no
existe, pero se espera que exista, se entiende hecha bajo la condición de que la
cosa llegue a existir, a menos que se exprese lo contrario o que por la naturaleza
del contrato aparezca que se compró la suerte.
REQUISTOS O CONDICIONES QUE DEBE
REUNIR LA COSA OBJETO DE LA
DECLARACION DE VOLUNTAD
b) Cosa Comerciable: la cosa que debe darse o entregarse debe estar
determinada a lo menos en cuanto a su género. Así lo establece el art. 1461
inc. 1° CC : “…pero es menester que las unas y las otras sean
comerciables…”
Se dice que la cosa es comerciable cuando es susceptible de dominio o
posesión por los particulares, o bien, cuando se encuentra en el comercio
humano y no excluida de él por su naturaleza, por su destinación o por la
ley , como salvaguardia del orden público.
REQUISTOS O CONDICIONES QUE DEBE
REUNIR LA COSA OBJETO DE LA
DECLARACION DE VOLUNTAD
c) Cosa determinada: la cosa que debe darse o entregarse debe estar determinada a
lo menos en cuanto a su género. Así lo establece el art. 1461 inc. 1° CC.
La cosa debe determinarse en especie o género. La determinación es específica
cuando se indeterminadamente un individuo de un género también determinado, por
ej: el caballo finasangre Torbellino, ganador del Derby de Kentucky.
La determinación es genérica cuando se indica indeterminadamente un individuo de
un género determinado, por ej: un automóvil; dos caballos.
Cuando la cosa se ha determinado sólo genéricamente , es preciso indicar además, la
cantidad.
El artículo 1461 inc. 2° permite que la cantidad sea incierta, ósea que no se indique
con precisión en el acto contrato, con tal de que este contenga datos o fije reglas que
sirvan para determinarla. Se dice – en este caso – que la cantidad es determinable.
REQUISITOS QUE DEBE REUNIR EL HECHO
OBJETO DE LA DECLARACIÓN DE
VOLUNTAD
A.- Hecho Determinado:
El hecho objeto de la declaración de voluntad debe estar determinado, en el sentido de que la persona que se obliga
tiene que saber qué hecho debe ejecutar o de qué debe abstenerse. Del mismo modo, el acreedor debe saber qué es
lo que puede exigir al deudor.

B.- Hecho física moralmente posible:


El hecho objeto de la declaración de voluntad debe ser física y moralmente posible.
De acuerdo con lo establecido en el art. 1461 inc. final, es físicamente imposible el hecho cuando es contrario a la
naturaleza, y moralmente imposible, el prohibido por la leyes, contrario a las buenas costumbres o al orden
público.
Sanción por la falta de objeto: falta el objeto cuando no reúne uno o más de los requisitos o cualidades exigidos por
la ley.
Doctrinariamente el acto que carece de objeto es inexistente, pues falta un requisito esencial para la existencia
jurídica.
Sin embargo, el art. 1682 CC, establece como sanción por falta de objeto la nulidad absoluta, pues se habría
omitido un requisito establecido por la ley para el valor del acto, en consideración a su naturaleza o especie.
EL OBJETO LICITO
Para la existencia del acto jurídico se requiere que éste tenga un objeto.
Si falta el objeto, el acto es justamente inexistente.
Para la validez del acto jurídico se requiere que el objeto sea lícito. Si el
acto jurídico tiene objeto pero este es ilícito, el acto existe, pues se han
dado los requisitos esenciales para que nazca a la vida del derecho.
Sin embargo, el acto jurídico nace con un vicio que lo hace susceptible
de ser invalidado.
El Código Civil en el art 1445 exige que el objeto sea lícito, sin definir
qué se entiende por tal. Tampoco dice cuándo el objeto es ilícito,
limitándose a señalar algunos casos de ilicitud en el objeto.
EL OBJETO LICITO
El Prof. Claro Solar - señala lo siguiente – “para la validez de la
declaración de voluntad no basta que su objeto sea posible, cierto,
determinado y comerciable; se requiere además que sea lícito. Objeto
lícito significa que es reconocido por la ley, que lo protege y ampara”. A
contrario sensu, objeto ilícito sería aquel que no se conforma con la ley;
o bien sería aquel que infringe la ley o contraviene el orden público o
las buenas costumbres.
Este concepto de objeto ilícito se obtendría del artículo 1461 inc. final,
que se refiere al objeto moralmente imposible y aplicando por analogía
el art. 1467 referido a la causa ilícita.
EL OBJETO LICITO
Si bien el Código, como hemos dicho, no define el objeto ilícito, señala
entre los artículos 1462 a 1466 algunos casos en que se presenta con
especial relevancia la ilicitud del objeto, dichos casos son los siguientes:
a) Actos que contravienen el Derecho Público chileno
b) Pactos sobre sucesiones futuras
c) Enajenación de las cosas enumeradas en el artículo 1464
d) Actos contrarios a la ley, a la moral, al orden público o a las buenas
costumbres.
A.- Actos que contravienen el Derecho
Público chileno
Dispone el art. 1462 CC que: “Hay objeto ilícito en todo lo que
contraviene al derecho público chileno”.

Señalando como ejemplo la promesa de someterse en Chile a una


jurisdicción no reconocida por las leyes chilenas.

El objeto ilícito existe en todo acto o contrato que vulnere o infrinja al


derecho público chileno.
B.- Pactos sobre sucesiones futuras
El art. 1463 CC, establece: “El derecho de suceder por causa de muerte a una
persona viva no puede ser objeto de una donación o contrato, aún cuando
intervenga el consentimiento de la misma persona. Las convenciones entre la
persona que debe una legítima y el legitimario, relativa a la misma legítima o a
mejoras, están sujetas a las reglas especiales contenidas en el Título de las
Asignaciones Forzosas”.
El artículo transcrito permite formular los siguientes comentarios:
1.- El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser
objeto de contrato alguno, sea gratuito u oneroso. Tal es el alcance de los
términos “donación o contrato” que emplea el Código incurriendo en un error,
pues la donación es también un contrato.
B.- Pactos sobre sucesiones futuras
2.- El art. 1463 inc. 2° induce a pensar que pueden existir convenciones entre
el que debe una legítima y el legitimario relativas a la misma legítima o
mejoras, convenciones que reglamentaría el Código en el Título de las
Asignaciones Forzosas.
Se afirma que no puede celebrarse válidamente ninguna convención entre la
persona que debe una legítima y el legitimario que tenga por objeto la
legítima y que sólo por excepción las normas contenidas en el Título de las
Asignaciones Forzosas permiten una convención relativa a la cuarta de
mejoras, a saber: el pacto de no disponer de la cuarta de mejoras (art. 1204).
Del artículo a que se hace referencia se desprende que, no puede celebrarse
válidamente convención alguna entre el que debe una legítima y el legitimario
relativa a la misma legítima. En lo que respecta a la cuarta de mejoras, la
única convención permitida es la de no disponer de dicha cuarta.
B.- Pactos sobre sucesiones futuras
3.- Cabe tener presente, finalmente, que la ley prohíbe las convenciones
que tengan por objeto el derecho de suceder por causa de muerte a una
persona viva, siendo perfectamente válidas las convenciones relativas a
derechos sucesorios ya existentes, por haber muerto el causante. Tanto
así, que la ley reglamenta expresamente la cesión de derechos
hereditarios en los artículos 1909 CC y ss.
C.- Enajenación de las cosas enumeradas en
el artículo 1464 CC
“Hay objeto ilícito en la enajenación:
1° De las cosas que no están en el comercio;
2° De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra
persona;
3° De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo
autorice o el acreedor consienta en ello;
4° De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce
en el litigio”.
C.- Enajenación de las cosas enumeradas en
el artículo 1464 CC
¿Qué se entiende por enajenación?
C.- Enajenación de las cosas enumeradas en
el artículo 1464 CC
¿Se pueden vender las cosas a que se refiere el artículo 1464 CC?
Advertimos que adolece de ilicitud en el objeto la enajenación de cualquiera de las
cosas enumeradas por el artículo 1464 CC.
Así las cosas, ¿será válida la venta de dichas cosas?
En nuestra legislación, la compraventa es un contrato en que una de las partes – el
vendedor – se obliga a entregar una cosa y la otra – el comprador – se obliga a pagar el
precio. El solo contrato de compraventa no transfiere el dominio de la cosa vendida;
constituye un título traslaticio de dominio en virtud del cual las partes se obligan,
recíprocamente, una a hacer tradición de la cosa y la otra a pagar el precio estipulado.
La venta es el antecedente que justifica la adquisición del dominio por el modo de
adquirir, que es la tradición. Por lo tanto, la sola venta no constituye enajenación.
C.- Enajenación de las cosas enumeradas en
el artículo 1464 CC
Las consideraciones precedentes llevarían a la conclusión de que sería
válida la venta de las cosas enumeradas en el art. 1464, pues lo que la
ley prohíbe es la enajenación y no su venta.
Sin embargo, esta conclusión sería precipitada si no se tiene en cuanta lo
dispuesto por el artículo 1810, ubicado en la compraventa, que establece
que: “pueden venderse todas las cosas corporales o incorporales cuya
enajenación no esta prohibida por la ley”. Por consiguiente, prohibiendo
el artículo 1464 la enajenación de las cosas que enumera, la venta de las
cosas sería nula, aplicándose los arts. 1810 y 1466.
Esta opinión es mayoritaria en la jurisprudencia.
Estudio particular de los casos enumerados
por el artículo 1464 CC
1° Enajenación de las cosas que no están en el comercio:
Hemos dicho que las cosas que no están en el comercio son aquellas que no son susceptibles
de dominio o posesión por los particulares, por ej: las cosas comunes a todos los hombres y los
bienes nacionales de uso público.
El Código al señalar en el art. 1461 CC los requisitos del objeto cuando éste recae sobre una
cosa que debe darse o entregarse, menciona expresamente que la cosa tiene que ser
comerciable, lo que permite inferir, que si la cosa no está en el comercio, el acto que tuvo por
objeto tal cosa no existe, pues falta un requisito o calidad esencial del objeto.
Sin embargo, de acuerdo al art. 1464 N°1, la enajenación de cosa incomerciable adolece de
objeto ilícito, lo que supone que aunque la cosa esté fuera del comercio puede constituir objeto
de la enajenación.
En consecuencia, la enajenación de cosa incomerciable no sería inexistente, sino que se
sancionaría con la nulidad absoluta, por aplicación del art. 1682 CC
La doctrina considera que el citado artículo releva una confusión de ideas del legislador,
consecuencia de la no distinción entre requisitos de existencia y de validez.
Estudio particular de los casos enumerados
por el artículo 1464 CC
2° Enajenación de los derechos y privilegios que no pueden
transferirse a otras personas:
El Código se refiere en el numerando segundo del artículo in comento, a
los derechos personalísimos, que son aquellos que no pueden
transferirse a otras personas, por ej: los derechos de uso y habitación
(art. 819 CC) y el derecho de pedir alimentos (art. 334)
Estudio particular de los casos enumerados
por el artículo 1464 CC
3° Enajenación de las cosas embargadas por decreto judicial:
La ley no define el embargo. Sin embargo, la jurisprudencia ha uniformado el
concepto estableciendo lo siguiente: el embargo opera dentro del juicio
ejecutivo y consiste en la aprehensión compulsiva que el juez de la causa hace
de determinados bienes del deudor y desde el momento en que se verifica, tales
bienes quedan sujetos a la autoridad del juez y en consecuencia fuera del
comercio humano.
¿Desde qué manera se podría enajenar válidamente una cosa embargada?
El numerando tercero del artículo que analizamos indica dos maneras para
enajenar válidamente una cosa embargada: la autorización judicial y el
consentimiento del acreedor. Ambas salvedades deben acontecer previamente a
la enajenación.
Estudio particular de los casos enumerados
por el artículo 1464 CC
4° Enajenación de las especies cuya propiedad litiga sin permiso del
juez que conoce del litigio:
Especies cuya propiedad se litiga son aquellos cuerpos ciertos: muebles
o inmuebles, cuyo dominio o propiedad se discute en juicio.
No hay que confundir la enajenación de una especie cuya propiedad se
litiga con la enajenación de un derecho litigioso; esta última es válida y
se encuentra reglamentada por los artículos 1911 y ss.
En otras palabras, y haciendo una interpretación a contrario sensu de
éste numeral, la enajenación de la especie cuya propiedad se litiga será
válida si ha sido autorizada por el juez que conoce del litigio
D.- Actos contrarios a la ley, a la moral o a las
buenas costumbres.
Por esta denominación agrupamos los casos de actos que adolecen de objeto
ilícito contemplados en los artículos 1465 y 1466 CC.

1° Condonación del dolo futuro


2° Deudas contraídas en juegos de azar
3° Venta de libros prohibidos o de objetos considerados inmorales; y
4° Actos prohibidos por la ley

Sanción para la falta de objeto lícito: El acto jurídico que adolece de objeto
lícito, será sancionado con la nulidad absoluta del acto o contrato.
LA CAUSA
La doctrina tradicional considera que el acto jurídico además de la
voluntad y el objeto requiere como supuesto esencial para su existencia
que tenga una causa. Para que el acto sea válido, la causa debe ser lícita.
Esta es la posición de los “causalistas”, refutada por quienes consideran
que, para la existencia del acto jurídico, basta la manifestación de
voluntad y el objeto sobre el cual ésta recae, constituyendo la causa un
requisito artificial y prescindible (anticausalistas).
Con todo, el Código de Bello en los artículos 1445. 1467 y 1468 hace
referencia a la causa, y es más, el propio legislador en el art. 1467 inc.
2° se encarga de definirla: “Se entiende por causa el motivo que induce
al acto o contrato”.
LA CAUSA
La principal dificultad que presenta la causa por los interpretes y
tratadistas, esta constituida por el hecho de ser un término que admite
diversas y variadas acepciones. Las más importantes son las siguientes:

a) Causa eficiente
b) Causa final
c) Causa ocasional
CAUSA EFICIENTE
(Lo produce)
Se llama causa eficiente al elemento generador del efecto, al elemento
que da vida a lo que antes no existía. En este sentido puede afirmarse
que las fuentes de las obligaciones, esto es, los hechos jurídicos que les
dan origen, por ej: en el contrato de compraventa, la obligación que
asume el vendedor de entregar la cosa.
CAUSA FINAL
(Finalidad perseguida – la objetiva)
La causa final es el fin inmediato o invariable de un acto, o sea, el fin
próximo que determina la voluntad de obrar y que siempre es posible
encontrar en la estructura misma del contrato y que es siempre idéntica
para todos los actos pertenecientes a la misma especie.
En este sentido, la causa o fin del comprador, en todos los contratos de
compraventa, es incorporar a su patrimonio una cosa; y la causa o fin
del vendedor, asimismo en todas las compraventas es procurarse dinero
a cambio de las cosas que entrega.
Con todo, advertir que esta “causa final” es la que establece nuestro
Código Civil.
CAUSA OCASIONAL
(Sicológica – el motivo que induce al acto o contrato)
Esta constituida por el fin lejano y variable de un acto y es de carácter
estrictamente personal y sicológico. Es diferente para cada individuo, ya
que es el móvil, la razón que lo impulsa a celebrar un acto o contrato en
determinadas circunstancia. De ahí que una misma especie de acto
pueda tener infinitas causas, según sean los fines que hayan perseguido
las partes.
Así las cosas, la causa ocasional para el vendedor puede ser la necesidad
de cumplir una obligación, para lo cual necesita dinero; y causa
ocasional para el comprador puede ser la necesidad de hacer un regalo
de matrimonio con la cosa comprada.
REQUISITO DE LA CAUSA: CAUSA
REAL Y LÍCITA
La ley señala que no es necesario que el autor de un acto jurídico o las partes de una
convención expresen la causa, esto es, el motivo que los induce al acto o contrato. Y
ello porque la ley presume que todo acto o contrato tiene una causa; constituida por los
motivos que normal y ordinariamente inducen a celebrar las diversas especies o tipos de
actos jurídicos.
Asimismo, la ley presume que el motivo que induce a la celebración del acto jurídico es
lícito, en el sentido de que no se opone ni contraviene a la ley, el orden público o las
buenas costumbres.
La prueba de la falta de causa corresponde al que la alega.
Podemos concluir que falta la causa en dos casos:
i.- En los actos jurídicos simulados o aparentes: aquellos que ocultan o encubren lo que
las partes realmente quieren (simulación).
ii.- Los actos que tienen como único motivo la creencia errada de que existe una
obligación, como en el caso del pago de lo que no se debe.
SANCION PARA LA FALTA DE CAUSA Y
PARA LA CAUSA ILÍCITA
El acto jurídico en que falta la causa es, inexistente, pues se ha omitido
un requisito esencial para su existencia jurídica.
Para los autores nacionales que niegan cabida a la inexistencia jurídica
como máxima sanción dentro del Código, el acto en que falta la causa se
sanciona con la nulidad absoluta.
En lo que respecta a la causa ilícita, el Código la sanciona expresamente
con la nulidad absoluta – art. 1682 CC .
LAS FORMALIDADES
Son ciertos requisitos que dicen relación con la forma o aspecto externo
del acto jurídico, requeridos por la ley con objetivos diversos y cuya
omisión se sanciona en la forma prevista por el legislador.
Atendidos los objetivos perseguidos se clasifican en cuatro grupos:
1° Formalidades propiamente tales o solemnidades
2° Formalidades habilitantes
3° Formalidades por vía de prueba o ad probationem; y
4° Formas o medidas de publicidad
FORMALIDADES PROPIAMENTE TALES
O SOLEMNIDADES
Son los requisitos externos que exige la ley para la celebración de ciertos actos
jurídicos pasando a ser solemnidad el único medio a través del cual el autor o las
partes que celebran el acto pueden manifestar su voluntad.
Estas solemnidades constituyen un requisito esencial para la existencia del acto
jurídico, al igual que lo es la voluntad, el objeto o la causa, y en tal carácter las
mencionan la mayoría de los autores.
Lo normal, por lo tanto, es que los actos jurídicos sean consensuales, es decir que se
perfeccionen por el solo consentimiento.
Por excepción, subsisten algunos actos solemnes, constituyendo la solemnidad un
requisito de existencia de los mismos. Si falta solemnidad, el acto no existe, no
produce efecto alguno.
Las solemnidades no se presumen: sólo existen en virtud de un texto expreso de la
ley. Sin embargo, los particulares, ejerciendo la autonomía privada pueden hacer
solemne un acto meramente consensual.
FORMALIDADES HABILITANTES
Son los requisitos exigidos por la ley para completar la voluntad de un
incapaz, o para protegerlo.
La doctrina señala que precisamente la capacidad reducida de que adolecen
los relativamente incapaces constituye el “estado o calidad” que la ley toma
en cuenta para exigir como requisito de validez una formalidad especial o
habilitante, que consiste por lo general, en la autorización de una persona
determinada.
A modo de ejemplo:
i.- Art. 253 CC, en virtud del cual la ley exige la autorización del padre o
madre o del curador adjunto para ciertos actos del hijo de familia.
ii.- Art. 255 CC, en virtud del cual se consagra una formalidad habilitante de
protección que consiste en la autorización judicial con conocimiento de causa
para enajenar o hipotecar los bienes
FORMALIDAD POR VÍA DE PRUEBA
Son aquellas en que la ley para los fines de acreditar un acto no solemne
requiere un documento de modo que son él aún cuando el acto es
plenamente válido no pueda probarse por testigos, por ej: 1709 inc. 1°
CC
“Deberán contar por escrito los actos o contratos que contienen la
entrega o promesa de una cosa que valga más de dos unidades
tributarias”.
FORMAS O MEDIDAS DE PUBLICIDAD
Aquellas que tienen por objeto proteger a los terceros que puedan verse
alcanzados por los efectos del acto jurídico. Con este propósito la ley
exige la inscripción del acto en un registro público, su publicación en un
periódico etc…
SANCION POR LA OMISION DE UNA
FORMALIDAD
Hay que distinguir:
A.- En el caso de una solemnidad:
La omisión de una solemnidad impide que el acto exista, pues faltando la
solemnidad no hay voluntad, y como ya se dijo, dicha formalidad es
precisamente el medio establecido por la ley para que la voluntad se
manifieste, por ej: si se omite la escritura pública de compraventa en la
adquisición de un bien raíz (art. 1801 inc. 2° CC)
B.- Formalidad habilitante:
Por regla general, la omisión acarrea la nulidad relativa del acto o contrato.
SANCION POR LA OMISION DE UNA
FORMALIDAD
C.- Formalidad ad probationem:
No afecta la existencia, ni la validez del acto jurídico. Simplemente, no se podrá
probar el acto por testigos, lo que no obsta a que dicha prueba se produzca por
los medios legales, como sería, por ej: la confesión.
D.- Medida de publicidad:
En este caso hay que volver a distinguir; d.1) si se trata de una medida de
publicidad de simple noticia, da derecho a la persona que ha sufrido un perjuicio
como consecuencia de ella, a demandar la correspondiente indemnización. Ello,
porque el responsable es autor de un hecho ilícito.
d.2) En cambio, la sanción por la omisión de la forma o medida de publicidad
sustancial es la inoponibilidad, esto es, la ineficacia con respecto de terceros del
derecho que ha nacido como consecuencia de la celebración del acto jurídico.
INEFICACIA DE LOS ACTOS JURIDICOS
Los actos o contratos pueden nacer a la vida jurídica ya sea enfermos pero con
la esperanza de recuperarse o definitivamente terminales.
Frente a este lúdico escenario y aterrizando en un lenguaje técnico,
estudiaremos una tradicional controversia que proviene de la doctrina nacional
acerca de cuál es la sanción que establece nuestro ordenamiento jurídico.
De esta manera, se establece que si falta un requisito de existencia del acto o
contrato debe proceder la inexistencia de éste. Sin embargo, encontramos dos
clásicas líneas encabezadas por los profesores Claro Solar y Alessandri
respectivamente.
Para el primero, la inexistencia tiene aplicación en el Código Civil chileno.
Para el segundo, la teoría de la inexistencia sería aceptable solo en doctrina ya
que el Código no la reconoce como sanción.
INEXISTENCIA V/S NULIDAD
Posición del Prof. Alessandri:
Para este autor, la teoría de la inexistencia no encuentra acogida en nuestro
Código, el cual establece como máxima sanción la nulidad absoluta. Y en la
práctica, si a un acto le falta algún requisito de aquellos llamados existencia,
dicha omisión autoriza para la declaración de nulidad absoluta del referido acto.
Sus principales argumentos se fundan:
1° Nuestro Código no contempla la inexistencia como sanción, ni menos
reglamenta sus consecuencias. En cambio, en el Título XX, del Libro IV
denominado “De la Nulidad y Rescisión”, determina los efectos que produce la
omisión exigida por la ley tanto para la existencia como para la validez de los
actos
INEXISTENCIA V/S NULIDAD
2° El art. 1682 CC., sanciona con nulidad absoluta la omisión de los
requisitos o formalidades que las leyes prescriben para el valor de
ciertos actos o contratos, en consideración a su naturaleza.

3° Lo anterior se corrobora por el hecho de que el mismo artículo


sanciona con la nulidad absoluta los actos de los absolutamente
incapaces.
INEXISTENCIA V/S NULIDAD
Posición Prof. Claro Solar:
Expone “Si falta una de las cosas esenciales a su existencia, el acto no
puede existir, no puede producir efecto alguno; es la nada”.
Continúa…”la nada y la nulidad son dos conceptos distintos: i) la nada
es la no existencia, y su sanción es la misma inexistencia que ha hecho
imposible el perfeccionamiento del acto y la producción de algún efecto;
en cambio, la nulidad es la invalidez, es la sanción del vicio de que el
acto adolece”.
INEXISTENCIA V/S NULIDAD
De esta manera, sostiene su postura con los siguientes argumentos:
1°.- El Código Civil reglamenta la nulidad y la rescisión como un modo de
extinguir las obligaciones. Mal podría haberse referido a la inexistencia, al no
producir efecto alguno, no engendra obligaciones;
2°.- Al disponer el Código en el art 1681 que es nulo todo acto o contrato a
que falta alguno de los requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo;
no está significando que es nulo el acto en que se ha omitido un requisito de
existencia, toda vez que la disposición se refiere a la omisión de requisitos
exigidos para el valor del acto, debiendo entenderse la disposición “valor”
como sinónimo de validez.
3°.- La incapacidad absoluta o natural, proviene de la falta de discernimiento
e imposibilidad de tener y manifestar una voluntad consciente.
PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE EL
ACTO INEXISTENTE Y EL ACTO NULO
1° El acto inexistente no da origen a ningún efecto que sea necesario destruir
mediante la adecuada acción. En cambio, el acto que adolece de un vicio de
nulidad nace a la vida del derecho y produce los efectos propios del tipo a que
pertenece, como si fuera válido
2° Para que un acto sea inexistente no se requiere una sentencia judicial que
así lo declare. La inexistencia es ipso iure (se produce por el propio derecho).
En cambio, la anulación de un acto jurídico no puede hacerse sino en virtud
de una sentencia judicial.
3° El acto inexistente no puede sanearse , esto es, adquirir existencia. En
cambio, el acto que adolece de un vicio de nulidad puede sanearse o validarse
del modo y circunstancia que la propia ley señala.
LA INEFICACIA POR NULIDAD EN EL
CODIGO CIVIL CHILENO
La nulidad es la sanción para todo acto o contrato a que falta alguno de
los requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o
contrato según su especie y la calidad o estado de las partes (art. 1681
inc. 1).
Clases de nulidad:
Al tenor del inc. 2° del artículo in comento, la nulidad puede ser
absoluta o relativa.
PRINCIPIOS APLICABLES PARA AMBAS
CLASES DE NULIDAD
1° La nulidad es una sanción de derecho estricto; lo que implica que no puede ser
aplicada por analogía. No hay otros casos de nulidad que los expresamente
establecidos por el legislador.

2° La nulidad no puede renunciarse anticipadamente, porque con ella se protegen los


intereses superiores de la colectividad, es decir, son normas de orden público.

3° Cuando dos o más personas han contratado con un tercero, la nulidad declarada a
favor de una de ellas no aprovechará a las otras (art. 1690 CC).

4° La nulidad puede hacerse valer en juicio como acción o como excepción.


LA NULIDAD ABSOLUTA
Del art. 1681 CC se desprende que la nulidad absoluta es la sanción legal a todo acto o
contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o
contrato según su especie.
Causas:
Según el art. 1682 CC las causas de nulidad absoluta son las siguientes:
1° La falta de voluntad
2° El error esencial
3° Los actos de los absolutamente incapaces
4° La falta de objeto
5° El objeto ilícito
6° La falta de causa
7° La causa ilícita
8° La omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos
actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos
9° La falta de solemnidades requeridas para la existencia de los actos jurídicos
LA DECLARACIÓN DE NULIDAD
ABSOLUTA
Para que un acto sea nulo y para que se produzcan los efectos de la nulidad, es
menester que una sentencia judicial previa haya declarado la nulidad absoluta o
relativa. Antes de dicha declaración el acto no es nulo, sino que es anulable.
El art. 1683 CC, establece por cuales vías se puede llegar a la declaración de
nulidad absoluta de una acto o contrato. El precepto señala: “La nulidad
absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin petición de parte,
cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato, puede alegarse por todo el
que tenga interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o celebrado el
contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba; puede
asimismo pedirse su declaración por el ministerio público en el interés de la
moral o de la ley, y no puede sanearse por la ratificación de las partes, ni por
un lapso de tiempo que no pase de diez años”.
Del artículo transcrito se desprende que es posible
llegar a la declaración de nulidad absoluta de un
acto o contrato por alguna de las siguientes vías:
1° Declaración de oficio por el juez:
En el ámbito procesal civil es principio general que el juez sólo actúe a
petición de parte, siendo muy calificadas las excepciones que lo facultan
para actuar de oficio, una de éstas la constituye, precisamente, la
declaración de nulidad absoluta.
Se dice que el vicio de nulidad aparece de manifiesto cuando esta
descubierto, patente, claro, cuando de la simple lectura del instrumento en
que consta el acto – que ha sido acompañado en juicio por alguna de las
partes litigantes – el juez advierte su existencia, sin necesidad de
relacionarlo con ninguna otra prueba o antecedente.
2° Declaración a petición de una persona que tiene interés en ello:
Lo normal es que el juez declare la nulidad de un acto o contrato porque
se lo ha pedido la persona que tiene interés

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