DISCIPLINA POSITIVA

ALFRED ADLER

Médico y psicoterapeuta
austriaco, fundador de la
escuela conocida como
psicología individual
RUDOLF DREIKUS

Desarrolló la psicología
individual de Alfred Adler, a partir
de la cual elaboró un método
pragmático orientado a la
comprensión de los propósitos
del comportamiento reprensible
en niños y a la estimulación de
la conducta cooperativa sin
hacer uso de castigos ni
recompensas.
JANE NELSEN

Doctora en Psicología Educativa y co-creadora del

programa de Disciplina Positiva.
Disciplina Positiva tiene principios y a través de
ellos se pueden elaborar herramientas:

• El sentido de comunidad. Educar en pensar en

los otros.
• Los errores son oportunidades de aprendizaje.
• Amabilidad y firmeza.
• Animar vs. alabar. Crear un ambiente
motivador.
• Conocer la creencia detrás de la conducta.
• No es punitiva.
• No utiliza el tiempo fuera.
• No utiliza premios
• No utiliza castigos.
• Se enfoca en soluciones.
• Utiliza al mínimo la consecuencia.
Los castigos se enfocan en el pasado.

Las soluciones en el futuro.

El hacer sentir mal a un niño no asegura que

se porte bien.
Un niño necesita aliento así como una planta
necesita agua.

Todos merecemos ser tratados con la misma

dignidad y respeto.
 Diferencias entre modelos convencionales y DP
Aspectos Modelos convencionales Disciplina Positiva

Para favorecer un buen Control, supervisión, Desarrollar sensación de

comportamiento el niño exigencia, instrucciones, pertenencia e importancia.
requiere decirle qué hacer y qué no.

Respeto significa Obediencia Reconocimiento por la

igualdad digna
Momento de implementar Inmediatamente al En el momento más
correctivos comportamiento inadecuado apropiado dentro del
contexto de la relación
continua.

Herramientas utilizadas Recompensas, castigos, Conexión emocional,

alabanzas, ignorar. búsqueda conjunta de
soluciones, identificar la
creencia detrás del
comportamiento.
CINCO CRITERIOS

Firme y amable al mismo tiempo,

basada en el respeto mutuo.
Crea en el niño un sentido
de conexión y pertenencia.
Enseña habilidades sociales y de vida,
tales como el respeto, la cooperación,
la empatía y la autodisciplina, entre
otras.
Enseña a los niños a usar su poder
constructivamente y a descubrir que
son capaces de influir en su propia
vida.
Es efectiva a largo plazo. No se enfoca
en el castigo, sino es mucho más
profunda, porque se preocupa por los
pensamientos, sentimientos,
aprendizajes y decisiones de los niños.