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“IMPORTANCIA DE LAS

RELACIONES
AFECTIVAS EN LA
PRIMERA INFANCIA”

PISC. VIVIANA DEL CARPIO CUCHO


RELACIONES
FAMILIARES

SOCIALIZACIÓN JUEGO SOCIAL

RELACIONES
DESARROLLO SOCIALES
EMOCIONAL Y
AFECTIVO DEL NIÑO
ESCUELA

CRECIMIENTO
AUTOREGULACI´ÓN
AUTÓNOMO
DESARROLLO
EMOCIONAL Y
AFECTIVO EN LA La Teoría del Apego, se
PRIMERA concluye la necesidad instintiva
INFANCIA del infante a apegarse al
cuidador, y considera que los
vínculos afectivos son algo
biológicamente primario.
El desarrollo del yo
Entre los 15-18 meses los bebés se
reconocen cuando se miran a un
espejo. A partir de esta edad,
podemos pensar que el niño se
reconoce:

Como un ser La aparición del lenguaje


independiente y autorreferencial mediante
diferenciado del resto, los pronombres
al menos en lo personales indica que,
referente al también desde un punto
ASPECTO FÍSICO. de vista COGNITIVO.
El mundo emocional y afectivo
• A los 2 años los niños aprenden a identificar y etiquetar algunas de la
emociones básicas (la alegría, el miedo, la tristeza y el enfado) y pueden
hablar de las emociones pasadas o futuras.

• A partir de los 3 o 4 años el conocimiento de las emociones se hace más


complejo:
- se identifican las emociones complejas (la culpa, la vergüenza, el
orgullo o la timidez).

- se empiezan a identificar los acontecimientos que provocan las


emociones y las causas de dichos estados (por ej: recibir un regalo
provoca alegría y la muerte de una mascota provoca tristeza).

• A los 4 años, los niños comienzan a entender que la memoria y los


recuerdos pueden intervenir en los sentimientos (por ej: recordar una fiesta
de cumpleaños provocará alegría).
• Entre los 4 y 5 años, los niños entenderán que las emociones de los otros son
agentes causales de su comportamiento (por ej: si alguien consigue algo que desea
estará contento y si no lo consigue estará triste).

• Los niños comprenderán la diferencia entre emociones reales y emociones


aparentes y la utilidad de fingir emociones en ciertas circunstancias (por ej:
no manifestar enfado al perder en un juego).

• Otro avance es la comprensión de que distintas personas pueden sentir


diversas emociones ante el mismo acontecimiento.

• Entre los 5 y 6 años, se producen avances en torno al control y la expresión


de las emociones (por ej: controlar el enfado o las rabietas).
Las relaciones con los demás
La familia supone para los niños el primer
contexto de socialización, es decir, el primer
lugar en el que aprenden a interactuar con los
demás. Son los padres quienes empiezan a:
- Poner límites en la conducta del niño y
quienes empiezan a pautar las interacciones
desde los primeros meses de vida.

Las estrategias de interacción que los niños


observan y aprenden en casa son las que en
principio ponen en práctica cuando se
encuentran en otros contextos.
¿Cómo educan los padres a sus hijos? ¿Son
consistentes a la hora de aplicar sus
estrategias?

La adopción de pautas educativas depende


de factores como:
-Las propias experiencias educativas de los padres
- El carácter de los padres y de los hijos (su género y orden de
nacimiento)
- Las expectativas sobres los hijos
- Las ideas implícitas de los padres acerca del desarrollo y de la
educación

También influyen aspectos externos como la


clase social y el entorno cultural.
Estas pautas educativas que los
padres aplican se denominan
estilos educativos:

Determinan el tipo de interacción que se


establece con los hijos y se han definido
a partir de observaciones de interacción
entre niños de 3 a 6 años y sus padres.
Al realizar estas observaciones
parecía que existían dos grandes
dimensiones que diferenciaban
dichas interacciones:

2/ El AFECTO que los


1/ El CONTROL de padres proporcionan a
los padres sobre sus sus hijos, es decir, el
hijos, es decir, la grado de implicación
rigidez a la hora de emocional, apoyo y
imponer y hacer sensibilidad ante las
cumplir las normas. necesidades de sus
hijos.
ESTILOS CONTROL
EDUCATIVOS
AFECTO ALTO BAJO

ESTILO ESTILO
ALTO DEMOCRÁTICO PERMISIVO

ESTILO ESTILO
BAJO
AUTORITARIO INDIFERENTE
ESTILOS EDUCATIVOS

1/ ESTILO - Los padres adoptan ALTOS niveles en


control y afecto.
DEMOCRÁTICO
- Son padres que proporcionan un
entorno afectivo y comunicativo adecuado,
son cariñosos, crean un entorno de alta
expresividad emocional pero a la vez
mantienen bien delimitadas las normas y
reglas que los hijos deben cumplir.

- Los niños cuyos padres emplean este


estilo poseen una buena valoración de sí
mismos, son independientes, curiosos y
obtienen buenos resultados en el colegio.
ESTILOS EDUCATIVOS

2/ ESTILO - Los padres adoptan ALTOS niveles de


control y manifiestan POCO afecto.
AUTORITARIO
- Son padres excesivamente exigentes y
severos en cuanto al cumplimiento de las
normas. No establecen buenas vías de
comunicación con sus hijos y no crear un
clima afectivo adecuado.

- Los niños no suelen reaccionar bien ante


este estilo educativo y pueden presentar
problemas de conducta, agresión,
hostilidad y frustración. Pueden ser más
inmaduros, inseguros y dependientes.
ESTILOS EDUCATIVOS

3/ ESTILO - Los padres adoptan BAJO nivel de control y


POCO afecto.
PERMISIVO
- Son padres que no tienen interés en imponer
normas de conducta a sus hijos ya que consideran
que los hijos deben progresar por sus propios medios.
Establecen una relación cariñosa y mantienen buenas
vías de comunicación con sus hijos y les ofrecen
apoyo emocional.

- Los niños pueden tomar decisiones o actuar sobre


cuestiones que no les competen y que superan su
capacidad de previsión porque el nivel de exigencia
de los padres es muy bajo. Tienden a ser impulsivos e
inmaduros.
ESTILOS EDUCATIVOS

4/ ESTILO - Los padres adoptan BAJOS niveles en


control y afecto. Es el más dañino para los
INDIFERENTE niños.

- Son padres poco comprometidos con la tarea


de educar a sus hijos, no les proporcionan un
apoyo emocional ni un entorno afectivo
adecuado y tampoco se preocupan de establecer
normas ni límites de conducta.

- Los niños no tienen buenos vínculos afectivos


con los padres ni una rica estimulación cognitiva.
No presentan un desarrollo ajustado, tienen
dificultades para controlarse y cumplir normas,
presentan una baja autoestima.
Los padres no siempre ejercen los
estilos de forma “pura” y aunque
existen muchos más estilos parece
que el mejor estilo es el democrático:

El que proporciona un adecuado clima


afectivo en el que el niño se siente
valorado y escuchado, pero que a la vez
impone normas a su conducta y
mantiene un alto nivel de exigencia en
sus logros.
• Entre los 3 y los 6 años los niños suelen enfrentarse a una nueva e
importante tarea: establecer relaciones con otros niños de su edad.

• Entre los 2 y los 3 años, los niños no disponen de habilidades cognitivas ni


sociales necesarias para establecer verdaderas amistades.

• A partir de los 3 años y con el comienzo de la escolarización, los niños se


sumergen en el complejo mundo de la socialización y de la amistad.

• Las amistades en esta etapa son más bien relaciones ocasionales e


inestables, poco profundas, dirigidas por los adultos y gobernadas por el
egocentrismo.

• No obstante, comienzan a desarrollar una serie de habilidades bastante


complejas que les permiten relacionarse con los iguales estableciendo lazos
más profundos.

• Los niños de estas edades prefieren jugar con unos niños determinados y
despliegan con ellos toda una serie de habilidades que no utilizan en otros
contextos.
Existen dos elementos que permiten
el inicio de estas nuevas relaciones:

1º/ La utilización de una serie 2º/ El JUEGO DE


de estrategias como la FICCIÓN que
negociación o la cooperación proporciona el
que supone la adquisición de espacio ideal para
nuevas HABILIDADES la aparición de
SOCIOCOGNITIVAS relaciones íntimas y
relacionadas con la adopción de los vínculos
del punto de vista del otro. afectivos que dan
lugar a la amistad.
• Entre los 3 y 4 años los niños descubren
todo un universo lúdico que pueden
compartir con los demás. Los iguales
pasan a ser el mejor compañero de juego
y los adultos quedan relegados a un
segundo plano.
¿Por qué llega un momento en el que a los
niños les interesa más jugar con otros
niños que con los adultos?
La clave está en el juego de ficción.
Cuando el niño empieza a disfrutar
de todas las posibilidades que le
ofrece el juego de ficción:

A través del cual se inventan situaciones,


se adoptan papeles o reproducen
escenarios, se convierte en el escenario
perfecto para compartir e intimar con
otros niños.
Mientras el adulto se encuentra demasiado pegado a la realidad.
Por eso, a través de estos intercambios
lúdicos los niños se hacen amigos y
comienzan a intercambiar pensamientos
y sentimientos de forma más explícita (5
años):

- Por ejemplo: las estrategias de conciliación y la


consideración del punto de vista del otro aparecen
con más frecuencia cuando hay conflicto con un
amigo que con un hermano o con un adulto.
- Parece que las relaciones entre amigos
promueven la utilización de estrategias más
orientadas hacía la armonía de la relación.
RELACIONES AFECTIVAS EN LA ESCUELA

Las emociones y sentimientos están presentes en


el aula a lo largo de toda la jornada y que por lo
tanto influirán en la creación de identidad del
niño/a.
En el día a día de un alumno/a de educación infantil
se dan múltiples ocasiones en las que podemos
desarrollar la afectividad del mismo, tanto desde
la perspectiva personal como social:
-Utilizando las actividades diarias y las rutinas del niño, prestando atención a
su proceso de crecimiento, maduración y desarrollo.
-Utilizando las oportunidades que nos brinda la convivencia con el resto de
compañeros, pues como ya se ha comentado el desarrollo afectivo y el
desarrollo social caminan en paralelo.
Los vínculos afectivos son los cimientos sobre los
que el niño edifica sus conocimientos
académicos. Además, la calidad del mismo da la
mejor oportunidad tanto al maestro como al alumno
para crecer como personas.

La influencia sobre el niño debe estar basada en el


afecto y no en el miedo; solo así integrará las reglas de
conducta, valores y contenidos de manera profunda.
El maestro es modelos de relaciones sociales, y no sólo
transmisor de conocimientos.
Los beneficios de un vínculo afectivo
y sano en el aula:
 Mejoran la comunicación con el educador y entre el
propio alumnado.
 Aportan confianza, seguridad y fortaleza a niños y
niñas.
 Fortalecen la autoestima, tanto del educador como del
niño. Crean bases seguras para futuros vínculos.
 Ayudan al desarrollo integral del niño: afectivo, social y
cognitivo.

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