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LA ERA DE LA

POSVERDAD
Realidad versus percepción
¿De qué se trata esto de la posverdad?

 El panorama político y social de los


próximos años estará marcado por esta
coyuntura de la posverdad, en la que lo
objetivo y racional pierde peso frente a lo
emocional o a la voluntad de sostener
creencias a pesar de que los hechos
demuestren lo contrario.
 Las creencias personales, irrefutables
para muchos, han ganado fuerza frente a
la lógica y a los hechos, además de
acabar asentándose como asunciones
compartidas por la sociedad, provocando
el desconcierto en la opinión pública.
La banalización de la objetividad

 La posverdad consiste en la
relativización de la veracidad, en la
banalización de la objetividad de los
datos y en la supremacía del discurso
emotivo.
 El valor o credibilidad de los medios de
comunicación queda mermado frente a
las opiniones personales.
 No se trata de saber lo que ha ocurrido,
se trata de escuchar, ver, leer la versión
de los hechos que concuerde más con la
ideología de cada uno.
El peso de los nuevos canales de comunicación

 Hoy en día las formas tradicionales de


periodismo pierden peso frente al auge
de nuevos canales de comunicación
como los blogs personales, Youtube, los
canales de mensajería instantánea como
Whatsapp, Facebook chat, o las redes
sociales como el propio Facebook,
Twitter, Snapchat o Instagram.
 Un simple tuit puede movilizar a masas y
provocar resultados impensables hace
apenas unos años.
El acceso a la información no tiene precedentes

 La banalización de la mentira no es nada


nuevo de este siglo. Sin embargo, sí que lo
es el arraigo de la posverdad en la
sociedad de la información y su
efervescencia en un contexto de
desafección política y desilusión ante una
globalización que en algunos casos es
descarrilada.
 El acceso a contenidos informativos de
manera inmediata no tiene precedente.
 Según un estudio del PEW Research
Center, el 62% de los estadounidenses
utiliza redes sociales para estar informado.
 La paradoja es que están más
desinformados que antes.
Sino nos educamos, somos vulnerables a la mentira

 Pero no todo es culpa de internet, porque


este no es más que un canal, una
herramienta.
 Lo que se debe analizar es por qué
dejamos que quienes quiere construir
una realidad a base de mentiras lo
puedan hacer.
 Lo que se debe hacer es discernir en
cómo se pueden usar todas estas
herramientas para tener democracias
fuertes en las que la verdad impere. La
comunicación es un camino, la
educación otro.
 Sino nos educamos, somos vulnerables
a la mentira.
Manipulación de la verdad
Los críticos de la posverdad plantean que
este estado de cosas facilita la
manipulación y el engaño de una masa
proclive a creer en noticias falsas (fake
news), a considerar rumores infundados
como reales y apoyar posturas extremas
con facilidad.
Así vemos como se enfatizan temas
como el de los neo nacionalismos o
fundamentalismos religiosos, sin analizar
las consecuencias a largo plazo.
El periodismo sin credibilidad
 Una encuesta de Gallup en Estados Unidos
arroja una cifra sobrecogedora para los
medios de comunicación: Solo el 32% de
los encuestados mantiene su confianza en
ellos.
 La única manera de idear el periodismo y la
comunicación corporativa futuros, consiste
en el chequeo de datos, de las tesis de los
discursos y en la proactividad informativa
para detectar en ellos las falsedades y
destruirlas y desproveerlas de cualquier
reputación.
 Debemos regresar al relato veraz
conteniendo el sentimentalismo, moldeando
los instintos para proclamar la superioridad
de la inteligencia ante la visceralidad.

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