UNIDAD EDUCATIVA

FISCOMISIONAL
“DOMINGO SAVIO”
NOMBRE: Sebastian Peñafiel
CURSO: 3ro BGU “C”
FECHA: 2019-03-12
Ideas principales:

 El Humanismo Cristiano es una filosofía política que defiende la plena

realización del hombre y de lo humano dentro de un marco de principios
cristianos.
 El humanismo es una actitud que intenta reencontrar y recuperar tanto la
dignidad, los derechos y las libertades del ser humano, como su desarrollo
y progreso en el mundo en que vive.
 Se proyecta ante la sociedad con dichos valores y principios a fin de que
estos inspiren relaciones entre personas y los orienten a un orden social
justo, solidario y ético.
 El eje central del humanismo cristiano ha sido la noción de la persona,
como ser digno, libre y social, que tiene un destino individual pero que solo
se desarrolla plenamente en la sociedad, mediante la solidaridad.
Mensaje:

 El humanismo cristiano ha sido un gran valor para todas las personas de

nuestra sociedad, ya que así nos podemos enfocar a buscar una igualdad
ante todos y también haciendo cumplir nuestros derechos
equitativamente sin discriminación alguna . Y evitaremos muchos
problemas que pueden ser grandes y que causan efecto a un alto grado.
No miremos la vida desde el balcón, toca comprometerse , sumérjanse en
el amplio diálogo social y político. Las manos de la fe se levantaran hacia
el cielo, pero se hacen mientras edificamos una ciudad construida sobre
las relaciones en las que el amor de Dios es el fundamento. Y así serán
libres de aceptar los desafíos de hoy, de vivir los cambios de época.
Conclusión:

 Como podemos observar, el Humanismo es el núcleo ideológico del

renacimiento y lo podemos definir como una nueva cultura, surgiendo
este, en el siglo XV.
 Esto fue posible, gracias a hombres con una visión muy clara, que hicieron
de sus ideales éticos, la base fundamental de sus vidas.
 Ellos dejan ver a través de sus actos, su preocupación por la familia y la
sociedad misma, no importando su posición social, ya que la historia nos
muestra el triste fin que tuvieron, en manos del poder político y religioso
que no pudo doblegar sus ideales y principios, siendo uno ajusticiado por
el monarca y el otro perseguido por la Iglesia.