lmur@javeriana.edu.co Breve introducción al Código de Derecho Canónico Primera experiencia de codificación en la Iglesia: Código pío- benedictino (CIC/17). Comenzó su redacción bajo el pontificado de San Pío X y fue promulgado por Benedicto XV. El actual Código de Derecho Canónico fue anunciado, junto al Concilio Vaticano II y al sínodo diocesano romano, por el Papa Juan XXIII el 25 de enero de 1959. El trabajo de revisión fue largo (24 años), ya que tuvo que esperar a la conclusión del Concilio Vaticano II. Fue promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983. (CIC/83), mediante la Constitución Sacrae disciplinae leges. Breve introducción al CIC/83 El código por lo tanto, responde plenamente a la naturaleza de la Iglesia, tal y como ha sido delineada particularmente por el Concilio Vaticano II: El CIC/83 es el último libro del Concilio Vaticano II o el CIC/83 es el gran esfuerzo por redactar en lenguaje jurídico la eclesiología del Concilio Vaticano II (Juan Pablo II). Este puede ser considerado como el cumplimiento del magisterio propuesto por el Vaticano II, particularmente en las dos constituciones LG y GS Particularmente se señala la doctrina de la Iglesia como: Pueblo de Dios, de la autoridad como servicio, de la Iglesia como comunión, de la participación de los fieles en el triple munus de Cristo: santificar, enseñar y regir. Breve introducción al CIC/83 • La necesidad del Código se deriva también en la estructura de la Iglesia como cuerpo social, necesitada de normas que regulen su vida. • De ello se sigue también la obligación de observancia de las leyes por parte de los fieles, en cuanto estas existen en orden a la consecución del fin eclesial: si es necesario alcanzar el fin de la Iglesia, también es necesario observar todo lo que está ligado al mismo. Estructura del CIC/83 Se articula en 7 libros Primero: Normas generales (Cann. 1-203)= 203 Nota: los libros segundo, tercero y cuarto se articular sobre el esquema de la LG: Segundo: Pueblo de Dios (Cann. 204-746)= 542 Tercero: De la función de enseñar (Cann. 747-833)= 86 Cuarto : De la función de santificar (Cann. 834-1253)=419 Nota: no hay un libro específico sobre la función de gobierno, puesto que se consideró útil tratar de la misma en un título (VIII) del libro primero. Quinto: De los bienes temporales de la Iglesia (Cann. 1254-1310)= 56 Sexto: De las sanciones en la Iglesia (Cann. 1311-1399)= 88 Séptimo: De los procesos (Cann. 1400-1572)= 172 Estructura del CIC/83 • Ulteriores divisiones internas en los libros, aunque no aparecen siempre son: • Partes (Cfr. Libro II, Libro IV, libro VI y libro VII) • Secciones (cfr. Libro II, partes segunda y tercera; libro VII, partes segunda y quinta) • Títulos (que aparecen en todos los libros) • Capítulos (en todos los libros, excepto en el quinto) • Artículos (Cfr. Libro I, Libro II, Libro IV, Libro VII). • Canon: es la articulación más pequeña, y es la disposición legislativa concreta: son 1752 cánones. • Todo canon en su interior, puede dividirse en parágrafos (§) • Los parágrafos pueden a su vez dividirse en números (1º) • Sin embargo, a veces los cánones no tienen parágrafos y se dividen inmediatamente en números (Cfr. Can. 1063) LIBRO I: NORMAS GENERALES: Cann. 1-203 • Contenido del libro: Luego de 6 cánones introductorios (Cann. 1-6), la materia esta distribuida en once títulos que tratan de los siguiente temas: De las leyes eclesiásticas Titulo I: Cann. 7-22 De la costumbre Titulo II: Cann. 23-28 De los decretos generales y de las Título III: Cann. 29-34 instrucciones De los actos administrativos sigulares Título IV: Cann. 35-93 De los estatutos y reglamentos Título V: Cann. 94-95 De las personas físicas y jurídicas Título VI: Cann. 96-123 De los actos jurídicos Título VII: Cann. 124-128 De la potestad de régimen Título VIII: Cann. 129- 144 De los oficios eclesiásticos Título IX: Cann. 145-196 De la prescripción Título X: Cann. 197-199 Del cómputo del tiempo Título XI: Cann. 200-203 Importancia del Libro I • Se trata de una especia de introducción general al todo el Código y a todo el derecho de la Iglesia latina. • Se dictan las normas que constituyen la base para una lectura segura, una recta interpretación y, como consecuencia, una justa aplicación no solo de las normas contenidas en los demás libros del Código, sino también de todo el derecho de la Iglesia latina, tanto del derecho universal, contenido en gran parte en este Código, como del particular o propio, no incluido en el Código. • A estas normas también están sujetas las nuevas leyes emanadas después de la promulgación del Código por la autoridad competente. • Se tratan de normas, es decir, disposiciones que tiene un valor jurídico vinculante. Cánones introductorios (Cann. 1-6) • Después de poner la premisa de que el Código se refiere sólo a la Iglesia latina (Can. 1), las disposiciones preliminares tratan de objeto de la codificación (Cann. 2-6). • Primero se indican, en negativo, los ámbitos sobre los cuales las normas del Código no pretenden dar disposiciones o no ejerce su influjo: el derecho litúrgico (Can. 2), el llamado derecho concordatario (Can. 3), los derechos adquiridos y los privilegios poseídos por las personas tanto físicas como jurídicas, en el momento de la promulgación del Código (Can. 4). • En los dos cánones siguientes, el objeto de la codificación es presentado en sentido positivo, en referencia al derecho consuetudinario (Can. 5 y al derecho escrito (Can. 6) anteriores al Código. Algunas notas introductorias sobre las fuentes del derecho (Cann. 7-95) • Fuentes del derecho: Son aquellas fuentes que producen derecho, que crean normas jurídicas, es decir, normas de comportamiento jurídicamente vinculantes (que obligan) • Las normas pueden tener una doble fuente: • Divina: Normas de derecho divino natural • Normas de derecho divino positivo • Humana: Normas de derecho humano positivo Algunas notas introductorias sobre las fuentes del derecho (Cann. 7-95) • El derecho divino natural: es constituido por Dios con la creación del hombre, se deduce de la misma naturaleza humana, mediante la razón. Tiene por objeto un derecho, por ejemplo, no matar tiene por objeto el derecho de la vida. • El derecho divino positivo: está constituido por las normas que Dios, revelándose, ha comunicado a los hombres, particularmente mediante la misión al mundo de Jesús. Es un derecho, porque se trata de normas jurídicamente vinculantes, creadoras de derechos (ej.: la estructura jerárquica de la Iglesia, el oficio del primado, el colegio episcopal), es positivo en cuanto es comunicado por Dios con una intervención distinta a la creación. El hombre no podría conocerlo sin una intervención ulterior de Dios a través de la revelación. • El derecho humano: Tiene como fuente la autoridad humana. Esta deriva su legitimación del derecho natural, es decir, el derecho humano no pude ser calificado como derecho, norma vinculante de comportamiento, si contrasta con el derecho divino. Algunas notas introductorias sobre las fuentes del derecho (Cann. 7-95) • La autoridad humana, fuente del derecho, puede ser pública o privada. Publica, si la norma de comportamiento deriva de la potestad de gobierno (por ejemplo, una ley, una sentencia, un precepto administrativo del superior con potestad de gobierno) y privada, si deriva de la libre voluntad de los privados que convienen en una norma de comportamiento en sus relaciones (por ejemplo, un contrato, una norma estatutaria de una asociación privada de fieles). • Nosotros limitamos nuestra atención a las fuentes del derecho humano en la Iglesia por parte de sujetos dotados de potestad de gobierno o jurisdicción (Cfr. Can. 129, 1) Algunas notas introductorias sobre las fuentes del derecho (Cann. 7-95) • Pero la autoridad pública tiene modos de crear normas, ya que dicha autoridad puede ser legislativa, judicial y ejecutiva (Can. 135, 1) • El código regula la potestad judicial particularmente en el libro VII; esta crea normas jurídicas que habitualmente se llaman SENTENCIAS: la sentencia definitiva emanada legítimamente constituye derecho, norma jurídica, para las partes paras las que ha sido emanada. • Las normas jurídicas emanadas en virtud de la potestad legislativa se llaman leyes (Cann. 7-21) o decretos generales (Can. 29). • Aquellas que han sido emanadas en virtud de la potestad ejecutiva se llaman propiamente decretos, preceptos, o rescriptos. Algunas notas introductorias sobre las fuentes del derecho (Cann. 7-95)
• Jerarquía entre las diversas fuentes: la potestad judicial y ejecutiva
están subordinadas a la potestad legislativa y deben actuar siempre dentro de la legalidad y el respeto de las leyes. • Para comprender mejor los Cann. 7-95. Estos cánones pueden ser agrupados bajo el título de fuentes del derecho, en virtud de la potestad pública excluida la judicial. Clase 2: TÍTULO I: Las leyes eclesiásticas (Cann. 7-22) Entre las diversas categorías de normas que concurren a determinar las relaciones jurídicas en la vida de la Iglesia, la ley ocupa un puesto especialmente relevante. De ella tratan los Cann. 7-22. Noción: El código no ofrece ninguna definición. En la práctica, la canonistica tradicional ha hecho constante referencia a la clásica definición de ley enunciada por Santo Tomás: “mandato de la razón, ordenado al bien común, promulgado por quien está encargado del bien de un comunidad”. Este mandato, sin embargo, no es algo arbitrario. Esto implica que el mandato tenga una racionalidad intrínseca. Además debe se caracteriza por su imperatividad, es decir, en cuanto es promulgado por el superior competente. • La ley por tanto, es una mandato debidamente promulgado, dado por el legislador competente a la comunidad capaz de recibir leyes para el bien común de la misma. (Cfr. Can. 29) • A partir de la definición anterior podemos deducir las siguientes características esenciales a la ley: Generalidad La ley tiene la función de regular la vida de una comunidad en sus relaciones interpersonales. La destinataria de las leyes es la comunidad, y sus miembros están obligados a atenerse en su conducta a lo establecido. Se trata de una comunidad capaz de recibir leyes (persona jurídica pública en la Iglesia: La Iglesia universal, las iglesias particulares, las comunidades parroquiales, los Institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica.
Abstracción Al tener que regular la vida de la comunidad en cuanto tal, la
ley abstrae las situaciones particulares para abarcar las exigencias universales de la comunidad.
Certeza Si la ley debe regular las relaciones de la comunidad, no sería
normativa si no se presentase como cierta en lo que quiere regular e imponer. No puede darse espacio a la incertidumbre, ya que podría interpretarse de diversos modos, y por tanto no sería una ley para todos.
Estabilidad No tiene un límite de tiempo. Una nueva ley, con el eventual
cambio de la precedente esta justificada solo si aporta claramente alguna mejora.
Exterioridad La ley regula aquellas relaciones humanas que, teniendo su
origen en el corazón del hombre, y siendo por tanto interiores, se desarrollan en el mundo exterior. Algunas distinciones
• Las leyes eclesiásticas se dividen de diversos modos y pueden asumir
diversas formas. Recordamos solo las distinciones principales: • 1. En razón de los destinatarios:
Leyes universales Son las emanadas para toda la Iglesia latina por parte de la autoridad suprema.
Leyes particulares Son la emanadas para una parte territorial de la Iglesia
(diócesis, naciones, regiones) o bien solamente a una parte de una categoría de personas (un instituto religioso determinado) • 2. En razón del autor:
Pontificias Emanadas por el Sumo Pontífice
Conciliares Emanadas por un concilio (ecuménico, provincial, nacional) Sinodales Emanadas por un Sínodo Episcopales Emanadas por un Obispo capitulares Emanadas por un Capítulo General de un Instituto religioso • 3. En razón del efecto:
Imperativas Cuando imponen el cumplimiento de un
acto Prohibitivas Cuando prohíben el cumplimiento de un acto. Permitentes Cuando conceden la facultad de actuar de un modo determinado Dispositivas, derogables o supletorias Si su aplicación puede ser sustituidas por otras normas o por la voluntad de las partes. En caso contrario se llaman inderogables, vinculantes o imperativas. Irritantes Cuando la no observancia de las mismas irrita un acto, privándolo de validez Inhabilitantes Cuando vuelven al a persona inhábil para realizar un acto jurídico. • 4. En cuanto la forma: • Según lo que prevé el Libro I del Código, las disposiciones legislativas eclesiásticas pueden asumir la forma de Ley verdadera y propia (Cann. 7-22) y de Decreto general (Can. 29) • Pueden presentarse también como costumbre con fuerza de ley (Cann. 23-26) o como estatutos si han sido promulgados en virtud de la potestad legislativa (Can. 94, 3) • También en razón de autor, las leyes asumen varias formas la mayor variedad se da en los actos legislativos del Romano Pontífice (constituciones apostólicas, motu proprio, decisiones, declaraciones, entre otras) Ley eclesiástica • Cuando nace (Can. 7) • Cuando es promulgada y cuando entra en vigor (Can. 8) • La materia que pretende regular (Can. 9) • Fuerza particular de algunas leyes (Can. 10) • Los súbditos de la ley (Can. 11) • Quienes están obligados por las leyes universales y particulares (Cann. 12-13) • Regula las situaciones que se pueden verificar en la hipótesis de las leyes dudosas (Can. 14) • De la ignorancia de la ley (Can. 15) • De la interpretación de la ley (Cann. 16-18) • De las lagunas de la ley (Can. 19) • Criterios para comprender la abrogación, revocación y derogación de la ley (Cann. 20-21) • Canonización de la ley civil (Can. 22) Título II: La costumbre (Cann. 23-28) • Concepto: Norma objetiva no escrita introducida por la praxis de la comunidad. • Elementos constitutivos de la costumbre: (Can. 25) • A. una conducta uniforme: los miembros de una comunidad actúan siempre de la misma manera ante las mismas circunstancias. • B. Repetida por la comunidad: Todos los miembros de la comunidad actúan según esa conducta uniforme. • C. Durante un cierto tiempo: no se trata de un comportamiento ocasional. • D. El ánimo de obligarse: la comunidad repite de manera uniforme este modo de obrar por un cierto tiempo, asumiendo que así es como se debe hacer. La costumbre con relación al contenido de la ley • Contra legem (contraria a la ley): es la costumbre que consiste en un modo de obrar contrario a las prescripciones de la ley. • Praeter legem (más allá de la ley): es la costumbre que consiste en un modo de obrar en materias que no están reguladas por la ley. • Secundum legem (conforme a la ley): es la costumbre que consiste en u modo de obrar conforme a las prescripciones de la ley. Necesidad de la forma externa o legal (Can. 23) • Conforme a este canon, para que una costumbre pueda tener fuerza normativa en la Iglesia debe contar con la aprobación de legislador. • Campos vedados a la costumbre (Can. 24) • No pueden adquirir fuerza normativa las costumbres: • Contrarias al derecho divino • Contrarias a la racionalidad • reprobadas Tiempos legales para que nazcan las costumbres (can. 26) • Una costumbre contraria al derecho canónico vigente o más allá de la ley canónica obtiene fuerza de ley solamente si se ha observado legítimamente durante treinta años continuos y completos. • Una costumbre contraria a una ley canónica que contiene una cláusula que prohíbe las costumbres futuras podrá prevalecer solo si es centenaria o inmemorial. La costumbre como intérprete de la ley (Can. 27) • Una antigua regla del derecho afirmaba: “La costumbre es una óptima interprete de la ley” optima est legum interpres consuetudu. • Evidentemente el canon que recoge este antiguo principio se aplica a las costumbres secundum legem o praeter legem, ya que si se tratara de costumbres contra legem su efecto y utilidad no es la interpretación sino la modificación de las leyes vigentes. Revocación de las costumbres (Can. 28) • Las costumbres contra legem o praeter legem pueden perder su fuerza normativa: • Por una costumbre contraria: las mismas razones que justifican la gestación de una costumbre hacen posible que una costumbre posterior abrogue o derogue una anterior. • Por una ley contraria: también una ley contraria, posterior a una costumbre, la abroga o la deroga NORMAS ADMINISTRATIVAS GENERALES • La autoridad legislativa produce leyes, la autoridad judicial produce sentencias, la autoridad ejecutiva produce normas o actos administrativos. • La normas u actos administrativos pueden estar dirigidos a una comunidad, tenerla como sujeto pasivo; en este caso se dice que son normas administrativos generales. Pero también pueden estar dirigidos a una persona o personas determinadas; serán en este caso actos administrativos singulares. • Abordaremos ahora a las normas u actos administrativos generales: Decretos generales ejecutivos y las instrucciones Clase 3: Decretos generales ejecutivos (Cann. 31-33) • Los decretos generales ejecutivos o adminstrativos, llamados también decretos generales ejecutorios, son normas administrativas, no legislativas. Por lo tanto, son producidos por la autoridad ejecutiva, y no la legislativa. • Tiene como sujeto pasivo una comunidad, no una persona o un conjunto determinado de personas. • Son normas dependientes, no autónomas. Están siempre relacionados con una norma de carácter superior, una ley. • La finalidad del decreto general ejecutivo está siempre en relación con la ley de la cual depende, y es: • A. Determinar los modos para la aplicación o ejecución de las leyes en los casos concretos, haciendo descender la ley a los modos prácticos de aplicación o ejecución. (representación gráfica: una escalera) • B. Urgir la observancia de la ley. Conforme a esta finalidad, el decreto general ejecutivo pone en marcha y hace operativa su obligatoriedad, presionando para que se observe las prescripciones de una ley y acelerando su aplicación. (representación gráfica: un motor) • Ej: Decretos de los Dicasterios de la Curia Romana Instrucciones (Can. 34) • Son normas administrativas, no legislativas. En esto se distiguen, como los decretos generales ejecutivos, de los decretos generales legislativos. • Son normas generales, no singulares, por lo tanto, tiene como sujeto pasivo una comunidad, no una persona o un grupo determinado de personas. , producidas en virtud de la autoridad ejecutiva, no son normas autónomas, sino dependen de otra norma de carácter superior, una ley. • Pero cuál es la diferencia de los decretos generales ejecutivos: su sujeto pasivo es siempre el conjunto o la comunidad de los superiores encargados del cumplimiento de las leyes, y no directamente las comunidades para las que fueron promulgadas las leyes. Estas comunidades son sólo destinatarias indirectas de las instrucciones en la medida en que sus superiores deben seguir las determinaciones de éstas para aplicar las leyes. • Por lo tanto, las instrucciones son dadas por una autoridad ejecutiva superior para otra autoridad ejecutiva inferior a la que corresponde la misión de hacer cumplir la leyes. Finalidad de las instrucciones • Explicar y aclarar el significado de las leyes al superior encargado de hacerlas aplicar para que sepa urgir su cumplimiento (representación gráfica un maestro o maestra) • Determinar los modos para la aplicación o ejecución de las leyes en los casos concretos, haciendo descender la ley a los modos prácticos de aplicación o ejecución. (Representación gráfica: escalera) Actos administrativos singulares • Se llaman normas o actos administrativos singulares los actos de la autoridad ejecutiva que se dirigen a un sujeto singular (persona física o jurídica) y producen en él determinados efectos jurídicos. • El Código ha ordenado los actos administrativos singulares en dos especies fundamentales: los decretos singulares, preceptos sigulares y los rescriptos. • Decretos singulares: Son actos administrativos singulares a través de los cuales se toma una decisión o se hace una provisión para un caso particular. • Preceptos singulares: es un decreto singular, que tiene como finalidad imponer a una persona o a un grupo determinado de personas la obligación de hacer algo u omitir algo, especialmente para urgir la observancia de la ley. La imposición de la obligación de hacer u omitir algo puede ir acompañada de la conminación de una pena si se desobedece el precepto. En este caso se llama precepto penal. • Rescripto: un acto administrativo singular, que responde por escrito al pedido de un fiel y concede un privilegio, una dispensa u otra gracia. Estatutos y reglamentos • El Can. 94 presenta lo referente a la noción, al destinatario, a la legalidad, al contenido, al ámbito de aplicación y carácter júridico de los Estatutos. • El término tiene diversas acepciones: tratándose de los Institutos de vida Consagrada, el Código emplea la palabra Constituciones, Código fundamental (Can. 587), Regla y noma fundamental. Otras veces tiene el significado de una ley particular emanada por un legislador inferior al Romano Pontífice, como los estatutos diocesanos. Sujeto pasivo de los estatutos • Los destinatarios de las prescripciones de los Estatutos son las corporaciones (conjunto de personas), y las fundaciones (conjunto de cosas). • En la Iglesia los entes son de origen divino y de origen eclesiástico. • De institución divina: la Iglesia misma, el Colgio de los Obispos y la Sede Apostólica. • Los demás entes jurídicos son de institución eclesiástica. Estos no pueden existir sin estatutos aprobados. Contenido de los estatutos • El fin que pretende conseguir la corporación o fundación. El fin que se trata de alcanzar, debe ser conforme al fin social y sobrenatural de la Iglesia, con el ejercicio de obras de piedad o de caridad, animando el orden temporal con espíritu evangélico (Can. 298, 1) • Su constitución, la naturaleza de la asociación • El régimen, el sistema de gobierno y su estructura • La forma de actuar, el modo y los medios con los cuales se logra el fin específico, las obras propias. Ámbito de aplicación • El parágrafo 2 del Can. 94 determina quienes son los destinatarios o sujetos pasivos de las prescripciones. Éstas sólo pueden obligar a los que pertenecen legítimamente al ente jurídico, cada uno según su propia condición. Desde este punto de vista es necesario que los estatutos determinen con toda claridad cuáles son los requisitos necesarios para obtener la condición de miembro o la incorporación al mismo. Reglamentos (Can. 95) • Son reglas o normas que han de observarse en las reuniones de las personas. • Esta formado por normas que completan, de manera particular, las fundamentales de los estatutos. • Son dado por la autoridad competente del enete, pero no necesitan ser aprobados por al autoridad jerarquica superior, como los estatutos, y pueden ser modificados según las necesidades (Can. 587, 4) • El fin es del de regular el desarrollo de las reuniones de personas. • Contenido: constitución de las reuniones, es decir, quienes deben y pueden participar; la disciplina, en régimen, es decir quien la modera y quien la preside; el modo de proceder en las discusiones. • Obligan, únicamente a los que toman parte de las reuniones Las personas físicas y jurídicas (Cann. 96- 123) • Cualquier persona humana puede entrar a formar parte de la Iglesia (leer Can. 96). • Pero además de las personas singulares existen en la Iglesia las personas jurídicas integradas por conjunto de personas o masas de bienes. • A las constituidas por un conjunto de personas se le denominan corporaciones y a las formadas por un conjunto de bienes se les denomina fundaciones (Can. 115) • Si son constituidas por la autoridad eclesiástica son personas jurídicas públicas, si las constituye los particulares, son privadas. • Para erigir una persona jurídica se necesita previamente la aprobación de sus estatutos por parte de la autoridad competente. Oficios eclesiásticos (Can. 145-199) • Noción: cualquier cargo constituido establemente por disposición divina o eclesiástica, que haya de ejercerse para un fin espiritual. • Los derechos y obligaciones propios del oficio los determina el propio derecho o el decreto por el que es creado por la autoridad eclesiástica competente. • Para poder acceder válidamente a un oficio eclesiástico se necesita el correspondiente nombramiento o provisión canónica. • Los principales modos de proceder a esta provisión son mediante libre colación de la autoridad competente, o por elección confirmada por la autoridad (también por presentación o postulación) • Para poder recibir un oficio eclesiástico que conlleve la plena cura de almas, se requiere la ordenación sacerdotal y la idoneidad del candidato. • Los oficios se pierden por cumplimiento de la edad fijada por el derecho, por renuncia, por traslado, por remoción o privación, y por transcurso del tiempo previsto.