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Filipiniana
peninsular
Biblioteca Miguel Hernández
Instituto Cervantes de Manila
Allí se están si la madre tiene previsión bastante para pensar en lo futuro, mima al mayor que
es el único de quien pueda esperar algún alivio en su vejez, los demás como si no existieran.
El padre cuidará de darles carrera, de casarlos o hacerlos curas, o enviarlos a Filipinas.
Viaje a Italia / Leandro Fernández de Moratín (1760-1828)
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¿Quién va a Filipinas?
La huida: los perdis Desde Génova escribió
Tenía Leocadia marido auténtico, allá en despidiéndose a punto de
Filipinas , un mal hombre, un perdis, que no embarcarse para Filipinas . No
siempre enviaba los veinticinco duros podía vivir en Serosca. (…) Se
mensuales con que se remediaba su mujer. apartaba de su hijo como una
Cuentos trágicos / Emilia Pardo Bazán (1851- expiación de su pasado. Huía; y en
1921) la huida se entregaría rudamente al
trabajo. Adivinaba una lenta
Ocurre en algunas ocasiones que un teniente decadencia de su hogar; y él
de navío que marchó a Filipinas prometiendo a ansiaba fortalecerlo por sus padres
su novia hacer dinero y volver pronto para y por el huérfano.
casarse con ella, vuelve, en efecto, sin un (…) Murió Agustín al tercer año de
cuarto y asegura tranquilamente que lo perdió su huida. Desde Cebú enviaron un
jugando al monte mientras recorrían el Canal. recio atadijo de revistas, planos,
Esto no es exacto, y lo que ocurre es que ropas y un arco indio. Eran los
muchos oficiales se van a Filipinas huyendo de únicos bienes del ingeniero.
sus novias y otros no ahorran porque no les El abuelo del rey / Gabriel Miró
gusta. (1879-1930)
Novela. II / Silverio Lanza (1856-1912)
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¿Quién va a Filipinas? La huída: los perdis
Para colmo de desdicha, Rogelio Navascués, en vez de llevar dinero a casa, se gastaba en el Casino toda su
paga, y era además insaciable sanguijuela que desangraba horriblemente el bolsillo de la esposa, nutrido por
la pensión que daban a esta sus padres. Tales razones y el absoluto enfriamiento del amor que tuvo a su
marido, labraron en el ánimo de Valeria la idea y el propósito de desembarazarse de tan gran calamidad. No
había más que un medio: mandarle a Filipinas , con lo cual ella se veía libre de él, y él cortaba por lo sano la
insostenible situación a que le habían llevado sus estúpidos vicios.
Iniciado el proyecto por la esposa, el marido lo encontró de perlas. Quería pasarse por agua, y salir a un
mundo nuevo donde no le conocieran. Manos a la obra. Valeria trabajó el asunto con febril actividad en
Febrero y Marzo, tecleando las amistades y relaciones de su familia con personajes del Progreso. Moncasi,
Sorní, Montesinos, Allende Salazar ofrecían; mas todo quedaba en agua de cerrajas. Dirigiose luego a los
amigos de O'Donnell, a Vega Armijo, Ulloa, Corbera, y ello fue mano de santo. No había, no, hombre como
O'Donnell: su sombra era benéfica, y en ella encontraban su paz las familias. A principios de Abril recibió
Navascués el pase a Filipinas , con ascenso, y no esperó muchos días para ponerse en marcha, porque
Valeria, modelo de esposas precavidas, le tenía ya dispuesta toda la ropa que había de llevar: las camisas
ligeras como tela de araña, los chalecos de piqué, levitines de crudillo... Todo lo adquirió la dama en las
mejores tiendas, y del género superior, por aquello de al enemigo que huye, puente de plata. ¡Qué
descansada se quedó la pobre! No podía con su alma de fatiga y ajetreo de arreglarle en tan pocos -61-
días el copioso surtido de ropa para países tropicales.
Horas después de aquella en que la diligencia de Andalucía se llevó a Rogelio, Valeria dijo a su cordial amiga
Teresita: «¡Ay, qué descanso!... Si en España tuviéramos Divorcio, no necesitaríamos tener Filipinas ».
Y la otra: «¡ Filipinas ! Alargar la cadena miles de leguas, ¿no es lo mismo que romperla?».
O'Donnell / B. Pérez Galdós (1843-1920)
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La guerra de independencia La boda estaba tan próxima, que ya
solo se esperaba la llegada de los
En suma, aunque el sabio no tuviera razón ni yo
trajes encargados por el novio para
tampoco, yo tengo aquí la autoridad y la fuerza,
convidar a las amigas a la exposición
que para el caso importan más que la razón, y te
de los regalos. Se suspendió y aplazó
declaro que si continúas amedrentando a la gente,
cuando a él le tocó en sorteo ir a
a mí no me amedrentas, y te empapelo, y si me
Filipinas .
empeño te envío a Ceuta o a Melilla para que allí
Interiores / Emilia Pardo Bazán
luzcas tu valor matando moros. Si eres tan
(1851-1921)
animoso, ¿por qué no te vas a Cuba o a Filipinas a
espantar y a vencer a los rebeldes en vez de Y a veces acude a la tertulia, ya la
espantar al pacífico vecindario que yo gobierno tardecita cayendo, don Secundino,
ahora? que estuvo de cabo primero en
-Yo, maestro, me hallo bien en este lugar, y maldita Filipinas , cuando lo de Cavite, ya
la gana que tengo de ir a Cuba o a Filipinas. nadie le hace caso, sus medallitas en
Conque así, no me amenace usted, que ya la solapa, una geografía confusa, mil
procuraré enmendarme. De todos mis furores veces repetida, Barcelona, Suez,
tiene la culpa la penilla negra, y de la penilla negra Adén, Malacañang, Caravaca, el
que hay en mi corazón, bien me sé yo quién tiene monte Igueldo.
la culpa. A traque barraque / Alonso Zamora
El maestro Raimundico / Juan Valera (1824-1905) Vicente
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La guerra de independencia
EL TENIENTE CAMPERO:.- Y en Marruecos. Allí no se oye hablar más que árabe y español.
EL TENIENTE CARDONA.- ¿Tagalo, no?
EL TENIENTE CAMPERO.- Algún moro del interior. Español es lo más que allí se habla.
EL TENIENTE CARDONA.- Yo había aprendido alguna cosa de tagalo en Joló. Ya lo llevo
olvidado: Tambú, que quiere decir puta; Nital budila, hijo de mala madre; Bede tuki pan bata,
¡Voy a romperte los cuernos!
EL TENIENTE ROVIROSA.- ¡Al parecer, posee usted a la perfección el tagalo!
EL TENIENTE CARDONA.- ¡Lo más indispensable para la vida!
EL TENIENTE ROVIROSA.- ¡Evidente! A mí se me ha olvidado lo poco que sabía, e hice toda la
campaña en Mindanao.
EL TENIENTE CARDONA.- Yo he pasado cinco años en Joló. ¡Los mejores de mi vida!
EL TENIENTE ROVIROSA.- No todos podemos decir lo mismo. Ultramar ha sido negocio para
los altos mandos y para los sargentos de oficinas… Mindanao tiene para mí mal recuerdo.
Enviudé y he perdido el ojo derecho de la picadura de un mosquito.
EL TENIENTE CARDONA.- La isla de Joló ha sido para mí un paraíso. Cinco años sin un mal
dolor de cabeza y sin reservarme de comer, beber y lo que cuelga.
EL TENIENTE CAMPERO.- ¡Las batas de quince años son muy aceptables!
EL TENIENTE CARDONA.- ¡De primera! Yo les daba un baño, les ponía una camisa de nipis, y
como si fuesen princesas.
Los cuernos de don Friolera / Ramón María del Valle-Inclán
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La guerra de independencia
Abreviando detalles de los años que allí residieron en paz, diré que la sublevación al pronto
no les asustó; creían inofensivos a aquellos adormilados y obedientes indígenas, y les parecía
seguro reducirlos, con solo alzar la voz en lengua castellana, a la sumisión y al inveterado
respeto. Disipóse su error al cercar el poblado hordas diabólicamente feroces, que lanzaban
gritos horrendos y esgrimían el bolo y el campilán. Defendióse con valor de guerrillero el fraile
párroco, refugiado en la iglesia, realizando proezas que no pasarán a la Historia; ayudóle
como pudo el empleado; cedieron al número; quedó el fraile acuchillado allí mismo; al
empleado le cogieron vivo, y a su hermana la llevaron arrastra a una choza donde el vencedor,
un cabecilla tagalo (poco importa su nombre), tenía su cuartel general. La española se arrojó a
sus pies llorando, implorando el perdón del hermano con acentos desgarradores. La cara
amarillenta del cabecilla no se alteró: expresaba la frialdad inerte de la raza, y se creería que
era de madera de boj, a no brillar en ella la chispa de los oblicuos ojuelos de azabache. En el
semblante impasible leyó la señorita, enloquecida de horror, la sentencia del hermano
adorado, y besando los pies del cabecilla, le ofreció «su sangre por la de él». «Se admite -
contestó de pronto el amarillo-. La sangre de él no correrá. Que sangren a ésta.»
La sangría, estremece decirlo, duró... una semana. Cada mañanita, en una escudilla de coco,
recogían la sangre de la desdichada, que caía después al suelo en mortal desmayo.
Cuentos de la patria / Emilia Pardo Bazán (1851-1921)
«La exangüe»
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Las primeras obras de temática filipina
El padre Mabuti / por Elena Sánchez de Arrojo. Madrid: Imprenta de Cleto Vallinas, 1915
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Las primeras obras de temática filipina
Jaume Molgosa i Valls
Jaume Molgosa i Valls (Barcelona, 1841 - Barcelona, entre l'1 i el 14 de setembre [1] del
1907) fue un actor, director de teatro y dramaturgo catalán.
Provenía de una familia artística. Entre los años 1860 y 1895 actuó habitualmente en
diversos teatros barceloneses, normalmente en papeles cómicos. Fue también autor de una
gran cantidad de comedias, que estrenó él mismo, de un nivel más bien discreto. Algunas
fueron impresas, pero muchas quedaron inéditas o se han perdido. Tuvo su propia
compañía de revista con la que representó por pueblos de Catalunya (Vilanova i la Geltrú,
1884 y 1905; Caldes de Montbui, 1900).
Entre sus obras se pueden destacar las comedias Un bateig a cops de punys (1885) y
Conseqüències de l’Electra (1902) -quizá su obra más conocida- y el drama Blanca Monnier,
o la secuestrada de Poitiers (1901). També adaptó para la escena catalana óperas como Les
Huguenots de Meyerbeer o Die Jungfrau von Orléans de Schiller, así como pequeñas obras
teatrales de originales castellanos o franceses.
http://ca.wikipedia.org/wiki/Jaume_Molgosa_i_Valls
Valls, J. M. Filipinas por España; drama en 5 actos y en prosa. Estrenado con espontáneo y
brillante éxito en el Teatro Circo Barcelonés, la noche del 6 de junio de 1897. Barcelona, Imp.
de Pujol, 1897. 64 p. (Biblioteca de´l Periodich lo Teatro Catala).
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Las primeras obras de temática filipina
Felipe Trigo
Nacido en Villanueva de la Serena, en el seno de una familia de clase media con dificultades económicas por la
temprana muerte del padre, Felipe Trigo cursó la carrera de medicina. Tras licenciarse ejerció como médico titular en
los pueblos pacenses de Trujillanos y Valverde de Mérida, circunstancia biográfica que novelizaría en El Médico Rural.
Hastiado de la vida rural, entró por oposición en el Cuerpo de Sanidad Militar. Su primer destino fue Sevilla, donde
comenzó su actividad periodística que ya había intentado en Madrid. De Sevilla pasó a Trubia, como médico de la
fábrica de armas. Años después marchó voluntario a unas Filipinas en plena rebelión. Destinado como médico en
Fuerte Victoria, en realidad un destacamento de prisioneros tagalos, estuvo a punto de perder la vida durante una
escaramuza. Los sublevados le asestaron no menos de siete machetazos, dejándolo por muerto. Trigo, sin embargo,
consiguió huir a campo través, en espantosas condiciones. Con una mano inutilizada, fue repatriado como mutilado de
guerra, con el grado de teniente coronel. La prensa le recibió como "el héroe de Fuerte Victoria" y llegó a ser
propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando. Rechazando la posibilidad de capitalizar políticamente su
celebridad, en 1900 se retiró del Ejército y fijó su residencia en Mérida para dedicarse en exclusiva a la literatura.
El éxito arrollador de su primera novela, Las ingenuas, en la que relata su dramática peripecia filipina, le convirtió en un
auténtico best seller, tanto en España como en América; le permitió llevar una vida de lujo, a caballo entre su
Extremadura natal y su chalé de la Ciudad Lineal madrileña, y le dio acceso a los círculos sociales más selectos,
ganándose fama de gran señor, dandi y donjuán. En menos de quince años, publicó diecisiete novelas, varias novelas
cortas (en las célebres y popularísimas colecciones El Cuento Semanal, primero, y La Novela Corta, ya al final de su
vida) y varios relatos, todos ellos con gran acogida del público.
En pleno apogeo de su popularidad, el 2 de septiembre de 1916 Felipe Trigo acabó de un tiro con su vida, siendo
enterrado en el cementerio de Canillejas.
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Las primeras obras de temática filipina
Felipe Trigo
Su primera novela, Las ingenuas, al parecer está ambientada en las Filipinas, pero no he
podido leerla. De ámbito filipino será también Del frío al fuego : (ellas a bordo) en la que se
narra un viaje en barco desde Barcelona a Manila.
«El capitán de Artillería Andrés Serván, destinado a combatir en la guerra de Filipinas, viaja
de Barcelona a Manila a bordo del buque Conde de Reus. A lo largo del mes en que dura la
travesía, Andrés nos descubrirá a sus compañeros de viaje, entre los que surgirán
desencuentros, nuevas amistades y romances. Situaciones cómicas, absurdas, que el autor
intercala con el descubrimiento de un nuevo mundo para los protagonistas, a un ritmo
trepidante.
«Trigo defiende en sus novelas la ética del amor libre, de la igualdad de la mujer y del
hombre en materia de amor. Sus teorías sociales, su moral y su estética se apoyan sobre las
leyes naturales, que él consideraba desvirtuadas y deformadas por la civilización (...)»
http://www.ellibrototal.com/ltotal/ficha.jsp?idLibro=6938
Enlace en Cervantesvirtual:
Del frío al fuego : (ellas a bordo) novela / Felipe Trigo; ilustraciones de F. Mota
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Los años del silencio
Desde la década de los 20 hasta aproximadamente los años 70 no hay prácticamente obras de
temática filipina, si exceptuamos naturalmente la obra de Adelina Gurrea, domicialada en
Madrid pero a la que considero autora hispanofilipina más que peninsular. Haremos por tanto
referencia solo a un par de obras publicadas durante estos años.
Si se le pregunta a un español sobre Filipinas, sin duda una de las primeras cosas de las que
hablará es de Los últimos de Filipinas, película famosísima de los años 40. La película está
basada en diversas obras que provocaron una cierta confusión en la que no entraremos
ahora. Baste decir que consta como guionista Enrique Llovet a partir de un texto anterior
suyo. Dado el éxito de la película, años después publicaría una versión literaria con el mismo
título aparecida en la colección La novela del sábado.
Nos referimos por último a una novela de un autor muy poco conocido, Antonio Alcalá López,
del que se puede encontrar más información en
http://generacionesdeplata.fundaciondescubre.es/2013/11/12/antonio-alcala-lopez-cortes-
de-la-frontra-malaga-1908-malaga-1996/
Alcalá López, Antonio. Bajo el cielo filipino (novela). Barcelona, Editorial Juventud, 1943. 320
p.
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El “mini-boom” contemporáneo
Lorenzo Mediano
Lorenzo Mediano (Zaragoza, 1959), es médico y ha ejercido la medicina en apartados
valles del Pirineo. Durante quince años, ha sido instructor de supervivencia, y fue el
autor del primer libro sobre esta materia que se editó en España, obteniendo una gran
acogida del público, con más de 600.000 ejemplares vendidos (Supervivencia en la
naturaleza, 1983).
Durante las noches pirenaicas, se formó como narrados de relatos orales, uno de los
cuales constituyó la base de su primer libro de ficción (La escarcha sobre los hombros,
1998), que ha alcanzado su sexta edición. Le siguieron Cuentos de amor imposible
(2000) y la novela histórica Los olvidados de Filipinas (2001), basada en hechos reales.
He also wrote on a diversity of subjects, ranging from Pio Baroja, Leandro Fernandez de
Moratin, Jose Rizal, and the Generation of '98.
He served as a Spanish diplomat in London, Washington D.C., Paris, Lisbon, and Manila.
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Pedro Ortíz Armengol (1922-2009)
Pedro Ortiz inició una colección titulada Historias
viejas de Manila en la que publicó un par de obras:
Dolores Armijo, en la que se refleja la realidad de la
colonia hacia 1837-1840, y
Pasyon filipina del hermano Pulé, obra que trata de
la rebelión tagala ocurrida en la región de Tayabas
en 1841-43, la sostenida por Apolinario de la Cruz,
relato basado en documentos poco conocidos o
inéditos.
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Manuel Lozano Leyva (1949)
Manuel Luis Lozano Leyva (Sevilla, 1949) es un físico nuclear, escritor y divulgador científico.
Desde 1994 es catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear en la Facultad de Física de la
Universidad de Sevilla.
Es autor de varias novelas históricas ambientadas en el siglo XVIII como El enviado del rey
(Salamandra, 2000), donde reconstruye la vida cotidiana del setecientos en una trama centrada
en torno a las minas de mercurio de Almadén, Conspiración en Filipinas (Salamandra, 2003) y El
galeón de Manila (Ediciones B, 2006); asimismo ha escrito La excitación del vacío (Diagonal,
2003), ambientada en tiempos actuales.
Como divulgador científico ha publicado obras como: El cosmos en la palma de la mano
(Debate-Mondadori 2003), De Arquimedes a Einstein: Los diez experimentos más bellos de la
historia de la física (Debate-Mondadori, 2005), Los hilos de Ariadna: diez descubrimientos
científicos que cambiaron la visión del mundo (Debate-Mondadori, 2007), Nucleares, ¿por qué
no? (Debate, 2009) y ha realizado una serie de divulgación científica de trece capítulos para
televisión, Andaluciencia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Lozano_Leyva
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Manuel Lozano Leyva (1949)
Cumplida su misión de resolver el caso de las minas de
azogue de Almacén, tema de "El enviado del rey", don Álvaro
de Soler, hombre de plena confianza del marqués de la
Ensenada y soldado curtido en varias batallas de ultramar,
embarca rumbo a Filipinas con una nueva misión.
Jorge Ordaz nació en Barcelona en 1946. Desde 1972 reside en Oviedo, donde es profesor
de Petrología y Geoquímica en el Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo,
e investigador titular del Instituto Universitario Feijoo del Siglo XVIII. Miembro fundador de
la Asociación de Escritores de Asturias. Ha publicado principalmente narrativa (relatos y
novela). Finalista del premio Herralde de novela (1985) con Prima donna, y del premio
Nadal (1993) con La Perla del Oriente. Ha publicado también traducciones poéticas y
diversos textos narrativos en antologías y libros colectivos. Ha colaborado en periódicos (La
Nueva España, La Voz de Asturias, El Comercio) y revistas culturales (Los Cuadernos del
Norte, Ábaco, Pretexto, Letras Libres, Clarín, Pembroke Magazine…) y participado en
coloquios y encuentros literarios.
http://www.escritoresdeasturias.es/escritores/O/jorge-ordaz-gargallo/biografia.html
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Jorge Ordaz (1946) La Perla del Oriente, narra en primera persona la
historia de Claudio Castellá, marinero español nacido en
1854 y afincado en Manila que se ve involucrado en una
trama de espionaje filipino hacia 1885-1888.
El narrador nos hace partícipes de su historia, desde los
tiempos de su infancia en que decidió hacerse marino
hasta las extrañas circunstancias que le condujeron a su
huida hacia las islas Marianas.
Nuestro protagonista se convertirá en alumno de la
última promoción de la Escuela Náutica de Arenys de
Mar y, tras múltiples peripecias, se convertirá en capitán
de la fragata Perla del Oriente, dedicada al comercio con
Filipinas.
De 1883 a 1885 recorre la ruta comercial sin problemas
hasta que la Perla del Oriente se avería y queda
definitivamente obsoleta a consecuencia de una
tormenta y… de la pujante competencia de los buques
de vapor.
Termina en Manila y se ve inmerso en una trepidante trama de espionaje conducente a
desenmascarar al temible Kalipulako, supuesto cabecilla de la organización secreta Katipunan.
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Jorge Ordaz (1946) En la estela de La Perla del Oriente pero en clave
juvenil, Jorge Ordaz publicó posteriormente Perdido
edén. El protagonista, Javier Villaamil, evoca sus años
de adolescencia en Filipinas de 1896 a 1899.
Nuestro joven héroe pronto encontrará amigos
españoles como Alejandro, Eduardo, Quinti… y
también amigos filipinos como su kapatid (hermano)
Pitoy y la hermosa y joven Máriang.
Escribí , ya en España, el guión del corto" ASI FUE " dirigido por
Jorge Alfonso Munar.
Actualmente trabajo como free lance (texto y fotos) para
periódicos y revistas .
manena.munar@gmail.com
http://laventanademanena.com
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Manena Munar
A través de los hojos de Beatriz, una española que
decide viajar a Filipinas para dentrarse en la vida y
la muerte de un ancestro suyo en Negros, donde
se encuentran las mayores plantaciones de caña
de las islas, la novela nos sumerje en las
costumbres, historia y creencias de la sociedad
filipina de 1896, cuando la insurre cción filipina
estaba en su máximo apogeo y Rizal fue ejecutado,
poco antes de la pérdida de lasúltimas colonias
españolas. Manena Munar muestra, además, y
gracias a un hábil entramado una Filipinas actual
muy diferente a de finales del siglo XIX.
http://www.casadellibro.com/ebook-y-soplara-el-
amijan-ebook/9788415551522/1982040
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Enrique V. García
La historia de La soledad de Balmis es un
homenaje a este personaje extraordinario,
Francisco Xavier de Balmis, ilustre cirujano de
Cámara del rey Carlos IV, que capitaneó la
famosa Real Expedición Filantrópica de la
Vacuna de la Viruela que propagó por la colonias
de España, sur y centroamérica, México,
Filipinas y hasta C hina.
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
Jesús Ferrero (1952)
http://www.escritoresdeasturias.es/escritores/B/felix
-blanco-sanchez/biografia.html
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El ‘mini-boom’ contemporáneo
David Sentado
http://www.philstar.com/arts-and-
culture/757095/jos%C3%A3%C2%A9-ma-fons-
and-spanish-man-mystery