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Encuentro Nacional de Agentes de

Pastoral de Familia y Vida.


Querétaro.
(20 al 24 de octubre del 2014).

“Mi familia y yo serviremos al Señor”


(Jos. 24,15).
Horizonte:

• Que la Iglesia sea un lugar, donde


ninguna familia se sienta sola,
abandonada, relegada, ajena o
extraña.
Vigilia de oración Plaza San Pedro
sábado 4 octubre 2014 Preparación al
Sinodo de la familia Papa Francisco
Cae ya la noche en nuestra asamblea. Es la hora en la que se regresa a
casa de buen grado para encontrarse en la misma mesa, en el espesor
de los afectos, del bien realizado y recibido, de los encuentros que
enardecen el corazón y lo hacen crecer, buen vino que anticipa en los
días del hombre la fiesta sin ocaso.
Es también la hora más fuerte para quien se encuentra cara a cara con
su propia soledad, en el crepúsculo amargo de sueños y proyectos
destrozados: cuántas personas arrastran sus días en el callejón ciego
de la resignación, del abandono, si no del rencor; en cuántas casas ha
faltado el vino de la alegría y, por lo tanto, el sabor —la sabiduría
misma— de la vida... De unos y de otros nos hacemos voz esta noche
con nuestra oración, una oración para todos.
Para volver a buscar lo que hoy el Señor pide a
su Iglesia, debemos escuchar los latidos de este
tiempo y percibir el «olor» de los hombres de
hoy, hasta quedar impregnados de sus alegrías y
esperanzas, de sus tristezas y angustias (cf. GS,
1). En ese momento sabremos proponer con
credibilidad la buena nueva sobre la familia
Discurso al Pontificio Consejo para la
Familia, octubre 25 de 2013.
El Papa Francisco invita a salir al encuentro de todas
las familias, independientemente de cómo están
compuestas: “Propongamos por lo tanto a todos,
con respeto y valentía, la belleza del matrimonio y
de la familia iluminados por el Evangelio. Por esto
nos acercamos con atención y afecto a las familias
en dificultades, a las que están obligadas a dejar su
tierra, que están partidas, que no tienen casa o
trabajo, o por muchos motivos están sufriendo; a
los cónyuges en crisis y a los ya separados. A todos
queremos estarles cerca con el anuncio de este
Evangelio de la familia, de esta belleza de la
familia”.
Palabras del Papa Francisco
• Tú que sientes que tu pecado no puede ser
perdonado, ten el valor de acercarte a Dios;
• Dios nunca se cansa de perdonar.
• Debes tener olor a oveja: y saber y sentir como
late el corazón de cada hermano.
• Una Iglesia de puertas abiertas y en salida.
• ¿Quién soy yo para juzgar?
• Las heridas de por si duelen, como para no
tratarlas con dulzura y con ternura.
La Iglesia no una aduana, sino un misterio de
consuelo.
Es el tiempo de la misericordia. La Revolución de
la ternura.
Cuánto bien hace un sacerdote que es
misericordioso y trata con ternura a los demás.
Cómo ser capaces de tratar a este mundo herido
si no somos sensibles, si no tenemos ternura y
compasión.
• Es necesario que reconozcamos que, si parte
de nuestro pueblo bautizado no experimenta
su pertenencia a la Iglesia, se debe también a
la existencia de unas estructuras y a un clima
poco acogedores en algunas de nuestras
parroquias y comunidades. EG 63.
• Si sólo se piensa que en el actual contexto
muchos niños y jóvenes nacidos de
matrimonios irregulares no podrán ver jamás
a sus padres acercarse a los sacramentos, se
comprende el grado de urgencia de los
desafíos puestos por la situación actual.
- Salir a las periferias, por los alejados y
marginados. Ir con valentía, sin falsos temores
por la oveja perdida.
- Los pastores debemos ir por delante, a un lado
y atrás de nuestro rebaño. Para guiarlo,
acompañarlo y empujarlo cando se quede atrás.
- Tomar la iniciativa sin miedo.
• Acompañar a la humanidad en todos sus
procesos, por más duros y prolongados que sean.
Sabe de esperas largas y de aguante apostólico.
La evangelización tiene mucho de paciencia, y
evita maltratar límites (EG24).
• Aprender el arte de acompañar a los matrimonios
y familias en cualquier situación. (Discípulos de
Emaús).
EG33. Invito a todos a ser audaces y creativos en
esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras,
el estilo y los métodos evangelizadores de las
propias comunidades.
47. La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la
vida sacramental, no es un premio para los
perfectos sino un generoso remedio y un alimento
para los débiles.
49. Prefiero una Iglesia accidentada, herida y
manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia
enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse
a las propias seguridades.

114. La Iglesia tiene que ser el lugar de la


misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda
sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a
vivir según la vida buena del Evangelio.
• (Card. Erdo. Sínodo). Detrás de las tragedias
familiares con mucha frecuencia hay una
desesperada soledad, un grito de sufrimiento
que nadie ha sabido escuchar.
Muy importante
• La verdadera Iglesia Católica cuenta con
familias sanas y con familias en crisis, de ahí
que en el esfuerzo de santificación diaria no
deba mostrarse indiferente ante la debilidad
porque la paciencia implica la ayuda activa a
los más débiles. (6ª Congregación, Sínodo de
las Familias).
• A veces podemos presentar sólo lo bueno – los
matrimonios sacramentales-, pero no los que han
batallado y no han sacado adelante su
matrimonio, los que han dejado hijos y cónyuges
en el camino, los que han perdido, los que han
fallado o fracasado, los que se han caído, y los
que particularmente hemos hecho sentir como
Iglesia, rechazados, apestados, irregulares,
condenados, ajenos, relegados, extraños y
marginados.
Partimos de la Pastoral Familiar
Diocesana.
• Busca ofrecer un integral acompañamiento a
todas las familias, en cualquier situación y
etapa en que se encuentren, preparación, y
vivencia del sacramento, y ayudarlos a
mantenerse fieles a ello.

• Al mismo tiempo, abre su oído, y sus brazos a


los más frágiles, débiles, fracturados, para
acompañarlos y atenderlos.
Puntos de partida del Sínodo:

• Una Iglesia que escucha, que dialoga con


valentía, y que contempla el rostro de Jesús.
• Una Iglesia que escucha, se conmueve y busca
nuevos caminos.
• Si la Iglesia no escucha al mundo, el mundo no
escuchará a la Iglesia.
Apreciar y reconocer que muchos
divorciados o vueltos a casar son:
- Los que sostienen en lo material y en lo espiritual, y a veces con gran
dificultad, a los propios hijos y a los hijos del nuevo cónyuge, que de
otro modo, quedarían a la deriva.
- Los que con gran sufrimiento, viven sin sus hijos; los que viven
enfrentando demandas económicas o materiales , que pueden o no
cumplir o no.
- Los que cargan con sus culpas, inmadureces, que sufren y lloran por
sus errores, que viven soledades, ausencias y vacíos. Y para quienes ya
no hay regreso.
- Las y los que sostienen con gran dificultad y en soledad a sus hijos,
tratando de sacarlos adelante, sin la ayuda de un cónyuge.
Cambio de actitud:
• Una Iglesia donde ya no se sientan
rechazados, marginados, señalados,
condenados, ni hechos sentir menos,
diferentes, irregulares, antes bien aceptados,
acogidos, abrazados, perdonados, amados y
salvados.
• No debemos ya seguir corriendo de la Iglesia a
la gente porque pide la bendición para su
segundo matrimonio, o pide bendecir sus
anillos, o porque se quieren confesar. No
correrlos sin más, sino ser pastores,
socorrerlos, atenderlos con el corazón. Y
todavía más, ponernos en sus zapatos y
acompañarlos. (No funcionarios, sino
pastores, Papa Francisco).
• Primero debemos trabajar por hacernos
sensibles como Iglesia, ante todas las
realidades familiares y matrimoniales,
acercarnos a ellas, conocerlas, comprenderlas,
acogerlas, acompañarlas, conducirlas,
abrazarlas, santificarlas y amarlas.
Futuro de la Iglesia
• Nos estamos jugando el futuro de la Iglesia, la
pertenencia o no, de nuevas familias, de
generaciones enteras, de quedarse dentro o fuera
de la Iglesia.

• Iglesia: verdadera familia de familias, donde ellos


verdaderamente quieran venir, no por obligación,
sino por gusto, por atracción, por sentirse
aceptados y comprendidos.
• Una Iglesia como un hospital después de una
batalla, donde se acoge, atiende y sana a las
personas heridas, sin distinción, sin exclusión,
sin importar quién y cómo sea. Qué crimen
cometió, si fue culpable o inocente, etc.
• Cristo quiso que su Iglesia sea una casa con la
puerta siempre abierta, recibiendo a todos sin
excluir a nadie.
• Agradecemos a pastores, fieles y comunidades
dispuestos a acompañar y a hacerse cargo de
las heridas interiores y sociales de los
matrimonios y las familias. (Mensaje final
Sínodo 2014).
Relatio Synodi
• Le falta fuerza a la relatio synodi, desde mi punto
de vista;
• Insistir que todos son parte de ella, sanos y
enfermos, fuertes y débiles, exitosos y
fracturados. Pues todavía se habla de pertenencia
incompleta.
• Los heridos cuando son sanados o atendidos
pueden volverse águilas volando sobre elevadas
montañas.
• Discernimiento de casos, no todo es malo, hacer
diferencias.
• Cuando escuchas, acoges, acompañas y
formas a familias y personas heridas
(divorciados y vueltos a casar). De repente,
casi sin darte cuenta, lo ves convertidos en
maravillosos agentes de Pastoral.

La relevancia que también se dio a la


necesidad de las familias misioneras.
• En algunas parroquias de Monterrey, los DVC
se levantan a la hora de la comunión y con las
manos cruzadas se acercan respetuosamente
al sacerdote, para recibir una bendición sobre
su cabeza.
• En nuestra experiencia de trabajo de 18 años en
la ciudad de México y 15 en Monterrey, he visto
como el acompañamiento a matrimonios
divorciados y vueltos a casar, ha hecho de ellos,
matrimonios maduros y responsables con sus
hijos, al mismo tiempo, agentes de pastoral de la
Iglesia en el acompañamiento de familias en la
misma situación que ellos. Y a través de su
empuje pastoral, hemos visto nacer y crecer 16
grupos en Monterrey, y 13 en la República
mexicana.
Muchas gracias

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