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Índice de contenidos
• Un minuto de silencio por los
673 fallecidos, de los cuales
100 fueron niños y 329
mujeres madres de familia.
Una propuesta
1. No podemos comprender la dimensión de lo sucedido
sino nos ponemos en el lugar de los damnificados.
2. Ni el sistema nacional de prevención, gestión de riesgos
y desastres naturales, integró a la Protección, como
tampoco el Sistema Nacional de Protección Integral de
Niñez y Adolescencia, viene operando, en las zonas
afectadas.
Dos reflexiones
1. ¿Qué enfoque primó en la gestión de la emergencia?
2. ¿Cómo operó el sistema de protección de derechos?
3. ¿Qué lecciones aprendidas nos deja el 16 A?
Tres preguntas a
responder
Terremoto
Magnitud: 7.8 M Escala de Rigther
Fecha S. 16.04.2016
Hora: 18:52´
Epicentro Pedernales, provincia de Manabí
Provincias afectadas Directas: Manabí, Esmeraldas. Indirectas: 6 provincias
Réplicas 2.761(hasta el 11.11.16)
Muertos 673 personas fallecidas (29 extranjeros consignados como fallecidos)
Albergados y 25.640 personas albergadas, el número de personas rescatadas con vida se
desaparecidos mantiene (113), y 58 desaparecidos (SNGR sábado 23 de abril)
Heridos 16.601 heridos (SNGR sábado 23 de abril)
Registro único de 231.120 registrados. 2000 mujeres embarazadas. 10.000 personas con
damnificados discapacidad. 57% adultos; 8% mayor de 65 años; 10% menores de 5 años y
25% entre 6 y 18 años.
Fuentes: Fuente: IGEPN – Ecuador; Diario El Universo. Reporte de los 100 días; SNGR. RUD-
MIES
Protección 3’ 4.12%
Logística 2’ 2.75%
Lo solicitado y lo recibido
• Lamentablemente este desfase también permeó en el
decreto ejecutivo 1004 del 26 de abril de 2016 que creó
el Comité de Reconstrucción:
• “Art. 1. Créase el Comité para la Reconstrucción y
Reactivación Productiva, con la finalidad de ejecutar la
construcción y reconstrucción de infraestructura necesaria
para mitigar los efectos del terremoto del 16 de abril de
2016; y, de implementar planes, programas, acciones y
políticas públicas para la reactivación, producción y de
empleo en las zonas afectadas por el referido evento
natural”
Balance de la gestión de la
emergencia bajo los lentes
de la protección
7. Revictimización en los procesos de investigación de casos de
vulneración.
8. Modelo de gestión de los albergues no participativo.
9. Discriminación entre los albergues oficiales con los no
oficiales.
10. No hay línea de información ni comunicación permanente y
unificada.
11. Reforzamiento de roles de género en el albergue, estructura
patriarcal siguen en los albergues (mujeres hacen la limpieza, la
cocina, hombres “salen a trabajar”)
12. Incertidumbre y poca participación de las comunidades en los
reasentamientos.
13. No hay seguimiento por parte del estado a la aplicación de los
derechos de los afectados al salir de los albergues.
14. La entrega de bonos de alquiler (685 bonos entregados a los 3
meses y 9.786 bonos de acogida) no contempló verificar record
policial de los dueños ni de los arrendatarios.
• Capacitación a 2.696 miembros de las fuerzas armadas y
de la policía en cómo prevenir, actuar y derivar casos de
violencia.
• 53 Espacios Amigables de la niñez (10.000 NNA
atendidos, hermanos mayores y padres de familia)
• Protocolos y acciones de protección contra la violencia.
• Campaña de Educomunicación «Ojo con las niñas, Ojos
con los niños»
Conclusiones y
recomendaciones
• Propiciar espacios de articulación y coordinación oficial entre NNUU-OI-ONG-
Comunidad vs. Gobierno, GAD para lo cual sería importante replantearse la constitución
de los COE y admitir la participación con voz y voto de organizaciones de ayuda
humanitaria en una Ley de Gestión de Riesgos.
• Monitoreo y seguimiento de la situación psicosocial y económica de los pobladores que
dejaron los albergues.
• No espantar la cooperación, como sucedió con el Flass Appeal, pero sí ordenarla y
priorizarla, pues no ayudaron los anuncios de que se contaba con USD $3.200 millones o
que se había recibido excedentes de ayuda y que se debería devolver de vituallas, carpas,
etc)
• A estas alturas, sería recomendable convocarnos a una evaluación intersectorial integral y,
con participación de los pobladores, organizaciones comunitarias y hacer un balance
profundo de la gestión de la emergencia y obtener lecciones aprendidas intersectoriales
para fortalecer los sistemas de Gestión de Riesgos como el de Protección de Derechos.
• Fortalecimiento de las capacidades de los distintos actores del sistema de gestión del
riesgo, integrando a las organizaciones e instituciones que trabajan Protección y Defensa
de derechos como parte del mismo.
• Y finalmente, el decreto ejecutivo que creó el Comité olvidó, que más allá de la
reconstrucción de la infraestructura y de la reactivación de la economía lo que se
debía reconstruir no eran mercados solamente, sino comunidades; no viviendas, sino
hogares.