Las garantías constitucionales son el soporte de la
seguridad jurídica; no en vano se define a las garantías, en un sentido lato, como el conjunto de seguridades jurídico-institucionales deparadas al hombre. Las garantías existen frente al estado, en cuanto son medios o procedimientos que aseguran la vigencia de los derechos. Las clasificamos en: personales e institucionales, las primeras están vinculadas a las disposiciones del art. 18 y se refieren a las formas de ejercicio de la represión y del cumplimiento de las penas impuestas. Las garantías institucionales, son los procedimientos sumarísimos que aseguran la posibilidad de defender los derechos individuales, mantenerlos y asegurarlos. Se trata de los procedimientos que la CN pone a disposición de los ciudadanos, para proteger sus derechos individuales o restaurarlos en caso de que hubiesen sido privados de ellos en forma indebida. Todos ellos se contemplan en la figura genérica del Amparo, una de cuyas especies es de destacar por su importancia, el “Hábeas Corpus”. Garantías individuales.
El artículo 18 de la CN, expresa “Ningún habitante
de la Nación puede ser penado: a) “Sin juicio previo y ley anterior”, implica: 1. La existencia de un juicio que reúna los recaudos del debido proceso legal, que requiere un órgano de acusación, un acusado, un defensor letrado. 2. Elementos de pruebas positivos, de los hechos y demás circunstancias del caso, 3. Una ley preexistente que pueda ser aplicable con rélación a los hechos imputados y guarden con ellos un nexo de coherencia o causalidad. 4) Una penalidad establecida previamente establecida para esos hechos, 5) Un procedimiento preestablecido, que respete estos principios, 6) La existencia de un juez que entienda y decida conforme a la ley, 7) Sentencia fundada en ley, suficientemente motivada, derivada de un proceso lógico racional del juzgador, vinculada a la legislación vigente aplicable al caso. Significa que nadie puede ser juzgado por un hecho que en el momento de ser cometido no era penalizado por las leyes de fondo. También implica la aplicación del principio de la “ley mas benigna”, que puede consistir: - En la desincriminación del hecho que en la ley anterior era delictuoso, - En la creación de condiciones más favorables para el imputado, - En la disminución de las penas, etc.
b) “Ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de
los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa”: Este párrafo garantiza el principio del “juez natural”, es decir nombrado con anterioridad a la causa. Se pretende evitar favorecer o perjudicar arbitrariamente a quien está sometido a un juicio penal, designando otros magistrados para entender en razón de los hechos ya acaecidos, y que la persona acusada no quede sujeta a otras autoridades distintas a las que correspondían. No es exclusiva de la materia penal, prohibiendo los jueces especiales tanto en materia civil, laboral o comercial.
c) “Nadie puede ser obligado a declarar contra sí
mismo”. Implica la prohibición de todo método que antes o durante el proceso, obtenga la confesión o declaración mediante coacción. No se puede usar la fuerza, malos tratos, ingestión de drogas, etc que disminuyan las inhibiciones o penetren en la intimidad personal. También implica que nadie puede ser incriminado tomando como base únicamente una declaración sin la presencia de la autoridad judicial. Todo imputado tiene la facultad de abstenerse de declarar, sin que su silencio pueda ser considerado como una presunción de culpabilidad.
d) “Nadie puede ser arrestado sino en virtud de
orden escrita de autoridad competente”. Por autoridad entendemos al órgano judicial. e) “Inviolabilidad de la defensa en juicio”: Ligado a la existencia del juicio previo, en donde se asegure el derecho de defensa de las personas y de los derechos.
f) “Inviolabilidad del domicilio, de la
correspondencia y de los papeles privados”. Vinculada con la libertad de intimidad y deriva a la ley determinar reglamentariamente a qué autoridad y en que circunstancias puede procederse a su allanamiento y ocupación. g) “Garantías referentes al cumplimiento de la pena”. Se vincula con el cumplimiento de las penas llamadas aflictivas: de privación de la libertad, prisión o reclusión y la abolición de la pena de muerte por causas políticas, de toda especie de tormentos y los azotes.
Garantías institucionales: Habea corpus y
amparo En el derecho argentino, anterior a la reforma del 94 eran reconocidos como remedios prontos, sumarios y eficaces para proteger los der. Constit. Hábeas Corpus:
Significa “sed dueño de vuestro cuerpo” o “exhibid
el cuerpo”, y consiste en una acción sumarísima presentada ante el “juez natural competente”, para que este examine la procedencia de la detención de una persona, analizando las condiciones o requisitos formales para la privación de la libertad, resolviendo la inmediata libertad de la persona detenida , en caso que no se verifiquen los requisitos constitucionales. Antes del 94 se la consideraba implícita en el art. 18 “ningún habitante de la Nación puede ser arrestado sino…” La reforma del año 1949, abrogada en el año 1956 la había reglamentado. Varias constituciones provinciales la contemplaban antes de la reforma del 1994, en tanto que en el orden nacional se encuentra vigente la ley 23.098 del año 1994 que regula esta garantía. La última parte del art. 43 de la C.N. expresa: “Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuere de libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en las formas o condiciones de detención o en el de desaparición forzada de personas (…) (…), la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualesquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aún durante la vigencia del estado de sitio”. Distintas situaciones: a) Caso de lesión, restricción o simple amenaza de la libertad física, b) Agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, c) Desaparición forzada de personas. Ante el requerimiento del juez, todo guardián o custodio de un detenido está obligado a presentarlo ante el magistrado y explicar la causa de la privación de libertad, para que éste pueda decidir sobre su legalidad o no, de verificarse esto último, deberá de inmediato ordenar el cese de ordenar el cese de la misma y la inmediata libertad de la persona privada de ella. Es un proceso sumarísimo que ampara la libertad física, corporal y ambulatoria que puede iniciar el propio interesado o terceras personas. Categorías s/ Sagües y Zarini:
1) HC preventivo: tiende a evitar la privación ilegal
de la libertad y procede también ante las posibles amenazas ciertas o inminentes de detención arbitraria. 2) HC restringido: tiende a hacer cesar limitaciones, atentados o molestias ilegítimas que perturban la libertad de locomoción sin llegar a la detención o privación de la libertad, por ej. restricciones para acceder a lugares públicos o privados, a domicilios particulares, vigilancias, seguimientos 3) HC reparador: cuyo objeto es hacer cesar la restricción o privación ilegal de la libertad física y ambulatoria por parte de autoridad pública o de particulares. 4) HC correctivo: cuyo fin es terminar con actos u omisiones que agraven indebidamente la situación de una persona detenida legalmente y que se pueden manifestar por malos tratos, alojamiento en un lugar inadecuado, restricciones y rigores. El Habeas Corpus durante el estado de sitio
La facultad de arresto o traslado que se le otorga al
Presidente de la Nación (art. 23 CN), durante el Estado de Sitio, no impide el ejercicio del Habeas Corpus por el afectado o por cualquiera en su favor. La acción de HC importa un verdadero proceso de control de constitucionalidad, que va más allá de la revisión del acto lesivo de un derecho fundamental. Los jueces pueden aún de oficio declarar la inconstitucionalidad, con fundamento en la norma del art. 31 de la Constitución Nacional. El amparo. Antecedentes.
El célebre caso “Siri” - típico de una sentencia con
ejemplaridad que le permitió funcionar como modelo y originar seguimiento - hizo lugar por primera vez a un amparo para proteger la libertad de expresión contra un acto de autoridad que la lesionaba inconstitucionalmente. Se trataba de una imprenta y un periódico clausurados, presuntamente por orden de autoridad. La Corte ordenó el levantamiento de la medida y restableció la libertad de prensa, valiéndose de un procedimiento sumario equivalente al del habeas corpus (año 1957) En 1958 el caso “Kot” añadía a la citada creación judicial nuevos elementos de procedencia del amparo. Se trataba de la ocupación de un establecimiento por parte del personal en conflicto con la patronal. La Corte admite por vía de amparo la desocupación del local, en tutela de los derechos de propiedad y de ejercer la actividad propia de la fábrica (o sea, el derecho de trabajar). La diferencia con el caso “Siri” radicaba en que ahora el acto lesivo de un derecho subjetivo emanaba, no de autoridad, sino de particulares. La sentencia da forma a la norma judicial novedosa que se ejemplariza en adelante: “Siempre que aparezca, en consecuencia, de modo claro y manifiesto, la ilegitimidad de una restricción cualquiera a alguno de los derechos esenciales de las personas, así como el daño grave e irreparable que se causaría remitiendo el examen de la cuestión a los procedimientos ordinarios, administrativos o judiciales, corresponderá que los jueces restablezcan de inmediato el derecho restringido por la rápida vía del recurso de amparo” El artículo 43 CN
En sus dos primeros párrafos dedicados a lo que
llamaríamos el amparo más clásico en nuestro sistema garantista, dice así: “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. (…) (…) En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva. Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización.” Legislación s/ amparo:
- Ley Nacional 16.986/66, su art. 1º es similar al 43
CN, sólo que no contempla la procedencia frente a actos u omisiones de particulares, aunque luego fue incorporado en la modificación del Código de Procedimientos Civiles de la Nación. - La Ley Nacional 19.549, añade el sistema de “Amparo por mora de la administración”, que protege a la parte de un expediente administrativo que no obtiene respuesta de la autoridad dentro de los plazos legales o reglamentarios previstos. - Otras leyes, incorporaron el “Amparo Electoral”, el “Amparo Fiscal”, el “Amparo Aduanero”, el “Amparo Previsional”, el “Amparo Sindical”, etc. El párrafo primero del art. 43.
Lo expedito y rápido es el “proceso” que toma curso
con la acción. Ello se corrobora cuando, a continuación, se prevé la procedencia del amparo cuando no existe otro medio judicial más idóneo. Es dable interpretar que cuando en esta referencia al medio judicial más idóneo la norma omite aludir a vías administrativas, no se obstruye la procedencia del amparo por el hecho de que existan recursos administrativos, o de que no se haya agotado una vía de reclamación administrativa previa. Se habilita la acción tanto contra actos estatales como contra actos de particulares, y la índole de tales actos lesivos - comprensivos de la omisión - conserva lo que ha sido tradición en el amparo argentino: lesión, restricción, alteración o amenaza, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, en forma actual o inminente.
El acto lesivo que se acuse en el amparo podrá
referirse a derechos y garantías reconocidos por la constitución, por un tratado, o por una ley; y acá sí hay esclarecimientos favorables a la holgura del proceso amparista (Bidart Campos) Asimismo, se habilita al juez del amparo para declarar la inconstitucionalidad de la norma en la que se funda el acto o la omisión lesivos. A partir de la reforma, los actos u omisiones lesivos pueden entonces, impugnarse mediante la acción de amparo, aunque resulten aplicativos de una norma general, cuya inconstitucionalidad cabe controlar judicialmente en el mismo proceso. El párrafo segundo del art. 43.
“Podrán interponer esta acción contra cualquier
forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización”. Se resguardan los derechos e intereses de incidencia colectiva, llamados también de “tercera generación”, derechos colectivos que están reconocidos en los arts. 41 y 42. Están legitimados para promover la acción el afectado, el Defensor del Pueblo, que según el art. 86 CN, tiene como misión la defensa y protección de los derechos humanos y los demás derechos y garantías tutelados en la Constitución, y las asociaciones que propendan a estos fines. La pueden presentar individual o colectivamente. Habeas Data:
Forma especial de amparo, que protege la libertad, la
intimidad y la dignidad de las personas. Tiende a compatibilizar el derecho a la intimidad y la propia imagen frente a la amplia difusión de datos e información en la sociedad moderna. Sus objetivos: a) que toda persona pueda acceder a la información que sobre ella conste en un registro de bancos de datos público, b) se actualicen datos atrasados, c) se rectifique aquellos inexactos, d) se asegure la confidencialidad, impidiendo su transferencia a terceros, e) se borre la información sensible, referida a la vida íntima, ideas políticas o religiosas, etc. La reserva que formula a favor de las fuentes de información periodística reviste, un doble alcance: a) en primer lugar, impide que mediante el habeas data se pretenda conocer qué datos personales figuran registrados periodísticamente; b) en segundo lugar, impide asimismo conocer de dónde fueron obtenidos (acá se protege la fuente de cualquier índole - de la cual es originaria la información- que posee la fuente periodística). Por fuente periodística se ha de entender la propia de todos los medios audiovisuales y escritos de comunicación social. También de los informatizados.