la voluntad o de la ley, es lo que la doctrina denomina la causa eficiente. Se atribuye a Gayo haber efectuado la primera clasificación de las fuentes: El contrato y el delito. Omnis obligatio vel ex contractu nascitur, vel ex delicto. Vid. Inst. III, 88.
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Justiniano estableció 4 fuentes: Los contratos, los cuasi contratos (gestión de negocios), los delitos (dolo) y los cuasi delitos (culpa). Vid. Digesto 44, 7, 1, pr.; Instituta 3, 13, 2. Sin embargo, se advierte que la Lex Aquilia inicialmente era objetiva (responsabilidad aquiliana). Por ejemplo, simplemente se debía resarcir por el equivalente de la perdida de la cosa.
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Grocio señala que las fuentes de las obligaciones son 3: el contrato, el delito y la ley. Con Grocio la ley aparece por primera vez como una fuente separada de las obligaciones, a la cual, en definitiva se reconducen todas aquellas que no tienen su origen ni en un contrato o delito.
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En el Code, se agrega a la ley (artículo 1370). Las fuentes en el Código Civil de Napoleón son 5: la ley, los contratos, los delitos, los cuasicontratos y los cuasidelitos. El Código Civil italiano establece que “ las obligaciones derivan de contrato, de hecho ilícito, o de cualquier otro acto o hecho idóneo para producirlas, de conformidad con el ordenamiento jurídico” (artículo 1173). La doctrina contemporánea estima que, en puridad, las fuentes de las obligaciones son la voluntad y la ley. 19/10/2019 Héctor Martínez Flores 4 Nuestro Código Civil de 1984 dedica el Libro VII a las fuentes de las obligaciones. Sección Primera: Contratos en general. Sección Segunda: Contratos nominados. Sección Tercera: Gestión de negocios. Sección Cuarta: Enriquecimiento sin causa. Sección Quinta: Promesa unilateral. Sección Sexta: Responsabilidad extracontractual. 19/10/2019 Héctor Martínez Flores 5 La gestión de negocios (Negotiorum gestorum)
La gestión de negocios tuvo lugar cuando una persona
desempeñaba los negocios de otro, sin tener un contrato de mandato previo, ni estar autorizado por la ley. Tiene como sustento la solidaridad y el altruismo humano, con cargo de dar cuenta de dicha gestión al titular del negocio y éste se encuentra obligado a reconocer los gastos que hubiera ocasionado al gestor. El beneficiado debe rembolsar los gastos efectuados por el gestor con los intereses legales generados a partir del día en que se haya realizado, e indemnizar los daños y perjuicios que haya sufrido el gestor. Véanse artículos 1950 a 1953 del Código Civil.
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Enriquecimiento sin causa (Condictionis) Conocido también como enriquecimiento indebido o injusto. Reza el siguiente principio general: Nadie puede enriquecerse a expensas de otro. Sus requisitos para su configuración eran los siguientes: Que exista el enriquecimiento de un patrimonio con detrimento de otro. Podía provenir de la adquisición de un derecho real, de un crédito o de la remisión de una deuda. El enriquecimiento debe producirse sin el consentimiento del titular del patrimonio empobrecido. Debe ser sin causa, en el sentido que no existe contraprestación. 19/10/2019 Héctor Martínez Flores 7 Reunido estos requisitos, la víctima o agraviado podía exigir una acción en repetición o de restitución que se llamaba condictionis. En la actualidad, la restitución (devolución) ha sido reemplazada por el resarcimiento (indemnización), según lo establece el artículo 1954 del Código Civil. El enriquecimiento sin causa es supletorio, en cuanto no es procedente cuando la persona que ha sufrido el perjuicio puede ejercitar otra acción para obtener la respectiva indemnización. 19/10/2019 Héctor Martínez Flores 8 Promesa unilateral de la obligación
Según el artículo 1956 del Código Civil,
por la promesa unilateral el promitente queda obligado, por su sola declaración de voluntad, a cumplir una determinada prestación a favor de otra persona. Ejemplo: Ofrezco la recompensa de una determinada cantidad de dinero a quien me devuelva una cosa extraviada.