Você está na página 1de 15

Orientamos nuestros esfuerzos humanos e institucionales hacia una

Agricultura Moderna, en donde el proceso agroproductivo alcance el


mayor éxito mediante uso de tecnología de punta, se tenga acceso
seguro a recursos, se disponga de gerencia moderna orientada a
resultados, con flujo de inversión suficiente y oportuno, y atendiendo a
las características de los mercados y del apoyo que a nivel
gubernamental se posea.

Esta dinámica agroproductiva moderna


permitirá, aplicando gestión gerencial
moderna, tener un mejor control de los
factores que intervienen en los procesos
de cultivos agrícolas y la cría de animales.
De este modo, los resultados que se
obtengan dependerán del éxito que se
tenga en el manejo de estos factores.
LA AGRICULTURA SOSTENIBLE Y COMPETITIVA EN UN MUNDO
GLOBALIZADO, DEBE:
1. Responder a las exigencias que se plantean a sus productos, para
poder acceder a los mercados internacionales en términos de factores
precio y no precio… evitando el apalancamaiento artificial.
2. Debe ser rentable para que justifique una adecuada retribución al
esfuerzo productivo.
3. Debe ser flexible para que se adapte a las condiciones cambiantes del
entorno y de la demanda.
4. Debe ser innovadora para incorporar crecientemente el conocimiento
para mejorar continuamente los procesos productivos, de
transformación, de conservación, de distribución y aumentar la
variedad y diversidad de productos.
DEBEMOS PROMOVER LA MODERNIZACIÓN DE LA
AGRICULTURA PARA:
1. CONVERTIRLA EN UN PROCESO COMPETITIVO FRENTE
A LOS MERCADOS GLOBALIZADOS.
2. PARA QUE SEA SUSTENTABLE EN EL MANEJO DE LOS
RECURSOS NATURALES.
3. PARA QUE SEA EQUITATIVA E INCLUYENTE EN LA
DISTRIBUCIÓN DE SUS BENEFICIOS.
4. PARA QUE CONTRIBUYA DE MANERA EFECTIVA A LA
GOBERNABILIDAD DE LA SOCIEDAD.
5. Y SOBRE TODO, PARA QUE EL MODELO SEA
SOSTENIBLE A LARGO PLAZO, IMPULSANDO EL
DESARROLLO LOCAL.
PARA QUE LA AGRICULTURA SEA COMPETITIVA, DEBE:
1. RESPONDER A LAS EXIGENCIAS QUE SE PLANTEAN A SUS
PRODUCTOS EN EL ACCESO A LOS MERCADOS, SEA EN
CUANTO A FACTORES PRECIO O A FACTORES NO PRECIO,
EVITANDO EL APALANCAMIENTO ARTIFICIAL.
2. DEBE SER RENTABLE, PARA JUSTIFICAR UNA ADECUADA
RETRIBUCIÓN DEL ESFUERZO PRODUCTIVO.
3. DEBE SER FLEXIBLE, PARA QUE SE ADAPTE A LAS
CONDICIONES CAMBIANTES DEL ENTORNO Y DE LA DEMANDA.
4. DEBE SER INNOVADORA, PARA INCORPORAR
CRECIENTEMENTE EL CONOCIMIENTO, PARA EL
MEJORAMIENTO CONTÍNUO DE LOS PROCESOS PRODUCTIVOS,
DE LA TRANSFORMACIÓN, DISTRIBUCIÓN, CONSERVACIÓN, Y
PARA AUMENTAR LA VARIEDAD Y DIVERSIDAD DE PRODUCTOS.
5. DEBE PERMITIR, NO SÓLO GANAR O MANTENER MERCADOS,
SINO TAMBIÉN INCORPORAR A LOS POBRES Y AYUDAR A
PRESERVAR EL MEDIO AMBIENTE.
UNA AGRICULTURA EQUITATIVA E INCLUYENTE,
DEBE:
1. PROMOVER FORMAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL QUE
FAVOREZCAN LA PRODUCCIÓN, PERO QUE SOBRE TODO
FACILITEN UNA PARTICIPACIÓN MÁS EQUITATIVA EN EL REPARTO
DE LOS BENEFICIOS DEL ESFUERZO PRODUCTIVO-COMERCIAL.
2. DEBE CONTAR CON BUENA INVERSION EN EDUCACIÓN RURAL Y
CAPACITACIÓN DE LOS ACTORES PARTICIPANTES, PARA:
• INCREMENTAR SUS CAPACIDADES, MEJORANDO LA
EFICIENCIA DEL RECURSO HUMANO.
• PARA QUE PUEDAN APROVECHAR MEJOR LAS
OPORTUNIDADES Y ENFRENTAR DESAFÍOS.
• PARA QUE PUEDAN ASIMILAR Y UTILIZAR LAS POSIBILIDADES
DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.
• PARA MEJORAR SU PARTICIPACIÓN EN LA TOMA DE
DECISIONES A TODOS LOS NIVELES DE LA SOCIEDAD.
EL MEDIO AMBIENTE Y SOCIAL EN LA AGRICULTURA SUSTENTABLE

Para que la agricultura sea sustentable, se deben crear las


condiciones sociales, económicas y legales que fomenten un
uso racional de los recursos naturales, incorporando
mecanismos que aseguren la conservación, ordenación y
aprovechamiento de los mismos, no sólo para asegurar la
permanencia de la base natural para la producción agrícola,
sino también para mejorar los medios y las condiciones de
vida de las poblaciones.

Para que la agricultura contribuya a la gobernabilidad se


deben promover sistemas y redes de organizaciones y
actores, que participen efectivamente en los procesos de
decisión sobre las transformaciones necesarias.
Las cadenas agroalimentarias
permiten un abordaje inclusivo de
todos los actores y procesos que
intervienen en las fases de
producción, transformación y
comercialización de los bienes de
origen agropecuario. Esa
característica inclusiva de las cadenas
agroalimentarias las potencia como
una valiosa unidad de análisis y
formulación de políticas, por tres
razones principales:
a) porque permite entender cómo se realizan los procesos de la agricultura ampliada y
valorizar su real contribución a la economía del país;
b) porque en el entorno actual de mercados más abiertos y competitivos, permite
determinar cuál debería ser la articulación más adecuada entre los diferentes
eslabones que la integran y para que a través de su buen funcionamiento, se pueda
asegurar la competitividad de la agricultura; y,
c) porque a través de su enfoque se pueden construir nuevas formas de organización
público-privadas, que contribuyan al logro de una mayor gobernabilidad, articulada
en base al conjunto de la sociedad civil.
Veremos un número creciente de agricultores
exitosos, dedicados a la agricultura con entusiasmo y
generando ingresos satisfactorios. Esta visión incluye
especialmente una proporción cada vez mayor de
pequeños productores que han logrado incorporar
cultivos más rentables, y que tienen éxito en la
comercialización de productos de mayor calidad y
más valor agregado. En este mismo ámbito se ve una
estructura agropecuaria de mediana y pequeña
propiedad, como elemento fundamental de un modelo
socialmente sostenible. Es decir la no polarización
entre las grandes propiedades y el minifundio.
Alrededor de la agricultura, se forjará una estructura de
empresas privadas exitosas que ofrecen servicios, semillas,
insumos, equipos, maquinaria y financiamiento para los
agricultores. Este conjunto de empresas conexas a la
agricultura habrá reemplazado a las instituciones públicas que
ofertan servicios gratuitos con limitado impacto en la
competitividad de la agricultura. Dentro de estas empresas
privadas se verán aquellas determinantes de las innovaciones
tecnológicas (proveedores de semillas, asistencia técnica,
laboratorios de suelos y aguas, instancias de control de
calidad de productos, etc.), y empresas que hacen posible
que los productos se industrialicen y comercialicen en forma
eficiente hasta los centros de consumo.
En el camino hacia una agricultura moderna, se ve a las
organizaciones gremiales de productores, asumiendo un rol
mucho más relevante y congruente con un proceso de
transformación de las instituciones públicas, y del surgimiento de
iniciativas privadas. Tanto las organizaciones especializadas por
producto, como aquella con responsabilidad en ámbitos
geográficos específicos y las de cúpula habrán asumido
funciones renovadas para ofertar servicios que permitan el
desempeño exitoso de los agricultores. Se les ve también
formando parte de un sistema de organizaciones del sector
privado agropecuario, en el que están claramente definidas las
responsabilidades a distintos niveles. Se ve también a los
agricultores sintiéndose comprometidos con sus organizaciones
gremiales, respaldándolas económicamente y asumiendo
responsabilidades para la gestión.
En una visión de futuro de la agricultura, se ve
también a los profesionales del sector,
agrónomos, ingenieros agrícolas, zootecnistas,
forestales, economistas agrícolas y
administradores de empresas, empleados en la
actividad privada, y contribuyendo directamente
en función de la formación profesional que han
recibido. Se les ve también formando parte de
empresas proveedoras de servicios y dedicadas a
la producción.
En una perspectiva de futuro no se ve a los Gobiernos
definiendo planes de producción por rubros, como por
ejemplo: arroz o caña de azúcar, ni mucho menos creando
expectativas sobre los mismos. Se va más bien un mensaje
congruente que motiva a los productores organizados a
valorar las perspectivas en los mercados y en base a ello,
definir su estrategia de producción, buscando conjugar los
criterios de rentabilidad, costos, y riesgos, pero especialmente
valorando las condiciones y perspectivas en los mercados.
Una vez definida la estrategia por rubros, el gobierno
fomentará que los servicios se oferten como parte de una
economía de mercado, y asumirá responsabilidades concretas
en los campos de la investigación y la información.
En una visión de futuro se ve una agricultura en la que se han
hecho y se hacen en forma permanente innovaciones
tecnológicas. Ellas se sustentarán en el uso del material genético
de mejor calidad, herramientas y equipos adecuados y sobre
todo muy ricas en conocimientos. Este será el gran cambio
deseado en la agricultura, de modo que sea en base a este
conocimiento que se crean las bases para ganar competitividad.
Se anticipa que como resultado del uso de estas tecnologías,
aumentarán los ingresos netos por hectárea, se utilizarán mejor
los subproductos y desechos y se aprovechará mejor el agua y el
suelo y que en general se tendrá un impacto positivo en el
ambiente. En este último sentido, se espera que la innovación
tecnológica se sustente en el principio de que es mucho más
rentable internalizar las exigencias ambientales en la empresa
con una actitud positiva, en lugar de pagar los costos de la
resistencia al cambio.
El resultado de una agricultura que se desarrolle con esta visión,
será sumamente positivo. La gente que se quede en el campo
recibirá una remuneración mayor como propietario de la tierra o
como trabajador. Se desencadenarán efectos multiplicadores por
la interacción de la agricultura, la agroindustria y la industria y
servicios conexos. Esto último a su vez permitirá construir las
bases para un desarrollo rural realmente sostenible. La visión que
se tiene de la agricultura, será la que permita crear riqueza y
oportunidades en el medio rural, mas no debe ser vista como un
simple programa de alivio a la pobreza. En este último sentido se
anticipa que en forma complementaria cada gobierno continuará
todas aquellas acciones orientadas a mejorar la capacidad de la
población rural más pobre para incorporarse con ventaja en la
economía del mercado, y participar en una agricultura moderna, ya
sea como productor o como oferente de servicios.

Você também pode gostar