No dejar que los hijos paguen el estrés

acumulado de los padres.

Respirar profundo antes de responder al niño.

Recordar que una vez también fuimos niños. Que

no escuchábamos muchas veces las ordenes de
nuestros padres, que desacomodábamos nuestros
juguetes, etc.

Esto ayuda a evitar que los niños tomen el control. Es

probable que los niños no quieran seguirlos, pero
poco apoco, irán adquiriendo esa responsabilidad
y evitará que los padres se sobrecarguen.

No todo debe ser tareas, rutinas, responsabilidades.

También se debe dedicar un tiempo para disfrutar y
jugar con ellos. Esto ayuda a liberar el estrés
acumulado.
 No todo debe ser tareas, rutinas,
responsabilidades. También se debe dedicar
un tiempo para disfrutar y jugar con ellos. Esto
ayuda a liberar el estrés acumulado.

Tratar de no controlar en exceso todo lo

que haga el niño. Dejar que el niño se
exprese.
Ser amables con los niños, tratarlos con respeto
y hacer cosas que el niño pueda repetir o
reflejar en su propia actitud, darle un ejemplo
y luego dejar que el lo practique.

El afecto siempre debe estar presente, así

como también, acucharles, tener detalles y
paciencia.
 Es una de las medidas educativas más eficaces.
Prestar atención al comportamiento adecuado . El
elogio y la aprobación también deben ser
complementadas a las muestras de aprobación
cuando el niño actúa de manera aceptable y
positiva .
El afecto siempre debe estar presente, así
como también, acucharles, tener detalles y
paciencia.

Las normas y limites son como las “reglas de juego”.

Deben estar adaptadas a la edad del niño y a las
circunstancias.

Las medidas que se suelen adoptar es

una llamada de atención, regaños, que
reparen los daños, prohibirles que
hagan ciertas actividades o conseguir
determinados objetos o privilegios.
Ambos padres deben explicar al niño la situación
y las decisiones que se han tomado “Papá y
mamá vamos a dejar de vivir juntos, pero te
vamos a seguir queriendo igual y seguiremos
cuidándote”.

Dejar en claro al niño que la razón de la

separación no es él, ni su rendimiento
académico, ni su comportamiento.

Los comentarios en contra de uno de

sus padres, es muy doloroso para un
niño. Evitar hablar esos temas en su
presencia.
 Esto incluye también a los
familiares de ambos padres.

Esto es contraproducente, ya que

cuando se de cuenta tratara de
chantajearlos.

Sobre el tema de los estudios, problemas de

salud, actividades de tiempo libre, etc.
La tecnología de hoy, ayuda a que siempre
se este en contacto entre las dos partes.