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CHARLA CONFERENCIA.

Aportes de Pichon Riviere a la Prevención en


Salud Mental

Dice Pichon Riviere: “En un proceso de liberación, la lucha por la salud no es solo la
lucha contra la enfermedad, sino esencialmente contra los factores que la generan y
refuerzan"

Francisco Mora Larch.


Introducción.-

No podemos realizar ninguna actividad


transformadora, que sea efectiva sobre la
realidad en ningún campo de trabajo, si primero
no hacemos explicita nuestra idea de sujeto, sin
sentar las bases claras sobre que concepción
de ser humano sostenemos nuestra praxis.
Introducción.-

En el campo de la Salud Mental,


este aspecto se vuelve crítico,
porque en él se juega el destino
vital y “existencial” de los sujetos
de nuestro hacer profesional.
La idea de sujeto social con la
cual trabaja Pichon Riviere
deriva del psicoanálisis, y en
particular del psicoanálisis
kleiniano.
Sin embargo, como para Pichon
el ser humano se presenta como
un ser complejo, recurre a varias
disciplinas para intentar una
visión lo más totalista posible del
sujeto.
La concepción de Sujeto en Pichon
Riviere

El sujeto para Pichon, es un sujeto atenazado


por la angustia; desde el inicio, desarrolla una
subjetividad primaria donde predomina la
vida de fantasía, esta vida de fantasía será la
generadora de fantasmas persecutorios y de
destrucción terroríficos, de fantasías de
pérdidas irreparables, de abandono y
soledad terrible, o de fantasmas de
idealización del objeto, con el correlato
afectivo donde domina el amor y la
satisfacción pulsional.
De ahí en adelante, para el sujeto los objetos
externos reales se presentaran en la vida con
alguno de estos dos matices afectivos, y
dependerá del mundo interno del sujeto el
matiz que proyecte y luego perciba en esos
objetos.
La concepción de Sujeto en Pichon
Riviere

La idea de un psiquismo temprano,


defendiéndose de experiencias
aterradoras, ofrece la visión de un sujeto
agarrado por la angustia, que genera en él
disposiciones fantasmáticas que teñirán el
contacto con la realidad vincular en que se
inserta.

Hablamos de un ser escindido que evita la


integración como una forma de preservar
los objetos que proporcionan placer y
seguridad, que impulsan al yo a defenderse
de la hostilidad, representada por las
pulsiones agresivas. De aquí en más, la
angustia acompañara al sujeto, matizando
toda experiencia subjetiva.
La concepción de Sujeto en Pichon
Riviere
Las condiciones sociales de existencia, en una
aparente democracia, que no es democrática en la
distribución de la riqueza, y que no es democrática
políticamente y que no es democrática
laboralmente y que no garantiza ya la seguridad
de todos y de cada uno, y que se desentiende de
los enfermos, los discapacitados, los jubilados, los
marginados, de los trabajadores, de los sin
trabajo, de la educación y del abasto en la
alimentación para todos,…

hablamos de que estas condiciones sociales son


productoras de una agresividad mayúscula, que
reactiva en las grandes mayorías una inseguridad
y una desconfianza en el otro, que fomenta la
activación y el mantenimiento permanente de las
ansiedades psicóticas básicas, pensadas por
Pichon Riviere como los miedos universales: el
miedo a la perdida y el miedo al ataque
La concepción de Sujeto en Pichon
Riviere
Estos miedos, expresión de las angustias
descritas por M. Klein, al instalarse y
mantenerse activos en la subjetividad,
distorsionan y perturban el desarrollo del lazo
social, aquello que hecho lenguaje, establece
con los demás la instalación de un vínculo
solidario de reconocimiento, del otro como
semejante,

El aporte de Pichon al concepto de salud mental


estimula a que en toda práctica en el campo,
pueda ser pensada como praxis social, y el
sujeto de nuestra intervención pueda ser
pensado como no aislado, sino como el
portavoz, el emergente que denuncia una
situación en la que cierto monto de sufrimiento
generador de angustia, ha hecho eclosión en un
sujeto, en un grupo o en una institución,
instalándose la estereotipia como “síntoma” de
un conflicto irresuelto.
Pichon Riviere. Sus enseñanzas.
“La honestidad del clínico comienza por la exploración
de los motivos que lo llevan a su elección vocacional”.
Díaz Portillo, I.
Pichon Riviere, psiquiatra y
psicoanalista argentino, tiene
entre sus haberes una historia
que lo marca fuera de los
academicismos y de los
formalismos institucionales.

Un postulado “fuerte” en la teoría


de Pichon Riviere es que existe
en cada uno de nosotros, un
esquema conceptual, referencial
y operativo (ECRO) previo, con el
cual pensamos, percibimos,
sentimos y actuamos en nuestra
realidad.
Pichon Riviere. Sus enseñanzas.

Cuando vamos a prácticas, llevamos ese


ECRO como una lente que si no se ha
“limpiado”, puede distorsionar nuestros
primeros ensayos de acceder al rol
profesional. Las prácticas son ensayos
de inserción en el mundo laboral.

Sin embargo, en muchas ocasiones, de


ellas no se derivan cambios que
permitan al sujeto acceder al rol del
psicólogo, debido a aspectos
motivacionales no revisados ni
trabajados por el aspirante, la ansiedad
de enfrentar el mundo real o es
avasallante, y el sujeto se paraliza como
una forma de contrarrestar el miedo, o la
ansiedad es tan baja que no permite
desarrollar la implicación personal ante
la tarea.
Pichon Riviere. Sus enseñanzas.

Para acceder al rol profesional


debemos y requerimos iniciar un
proceso de cambio subjetivo del
estudiante en formación, un
cambio consciente, auto
dirigido, direccionado por un
proyecto personal y a la vez
grupal e institucional.

Este cambio no puede


producirse después de que el
estudiante egresa, el cambio
subjetivo debe experimentarse,
debe vivirse, requiere trabajarse
de forma permanente en todo el
trayecto de formación.
El Esquema Conceptual, Referencial
y Operativo (ECRO).

Pichon desde el concepto de


Ecro que nos aporta, plantea
que no hay posibilidad de
cambio si no aceptamos la
necesidad de revisión
permanente, de de-construcción
y reconstrucción de nuestros
esquemas cognitivos
referenciales, que no son solo
teóricos sino cenestésicos,
afectivos, perceptivos, culturales
e ideológicos, y mucho de ello
solo se logra a través de la
participación social en el ámbito
de la institución formadora.
El Esquema Conceptual, Referencial
y Operativo (ECRO).
Al optar por la clínica en el campo psi, se
nos plantea una tarea que a ningún otro
psicólogo se le propone, porque implica
adentrarnos en el terreno, si no de la
“enfermedad mental”, si en el ámbito del
sufrimiento moral, en el terreno de la
angustia individual y colectiva, en el
campo del cambio social y el conflicto
humano, aspectos que se inscriben en lo
que Freud llamó el malestar en la cultura.

Exigirán del estudioso de la disciplina, una


“conversión”: requerimos de una
trasmutación de nuestra subjetividad, de
una inversión de los valores sustentados
hasta ahora, de realizar un viaje al interior,
para expurgar los núcleos neuróticos que
generan la inercia de la repetición.
El Esquema Conceptual, Referencial
y Operativo (ECRO).

La vocación psi requiere o exige


ser psicoanalizada, porque lo
decisivo no se juega en el nivel
racional o teórico, lo decisivo juega
en esa dimensión de lo inaccesible
para el yo, porque tiene que ver
con que “el esquema referencial de
un autor no se estructura solo
como una organización
conceptual, sino que se sustenta
en un fundamento motivacional de
experiencias vividas” (Pichon
Riviere)
El Esquema Conceptual, Referencial
y Operativo (ECRO).
El ECRO es el instrumento con el cual el
sujeto conoce el mundo, la parte vuelta
hacia el exterior, toma contacto con la
realidad social, esto hace que la
subjetividad se matice con las influencias
del mundo circundante y realice ajustes
permanentes que le permitan establecer
una sincronía entre mundo interno y
mundo externo.

El ECRO como subjetividad abierta al


mundo, requiere un aprendizaje
constante, para reconfigurar sus
articulaciones internas, como una forma
de estar mejor armado para su contacto
con el mundo exterior, es un aparato para
pensar, conocer y transformar la realidad.
El Esquema Conceptual, Referencial
y Operativo (ECRO).
El problema es que el sistema social actual
está produciendo un tipo de subjetividad que
configura nuevos modos de pensar, sentir,
vincularse o actuar.
Una característica del sistema es generar la
disolución de los lazos sociales, aunado a
una exacerbación del individualismo con
expresión de comportamientos narcisistas,
aislamiento y dificultades de relación para
integrarse a espacios colectivos.

Imperan rasgos de apatía, desinterés,


desgano, depresión, derrumbes emocionales
y una especie de anestesia social que se
muestra como una renuncia a la protesta
ante las injusticias, como el extremo de la
resignación a un destino fatal, sobre el que
nada puede influir para ser modificado.
Pichon Riviere y los grupos

Pichon Riviere, es el creador de una


concepción de lo grupal, a la cual
llama operativa. Esta concepción toma
forma a partir de una integración
teórica que incluye autores como S,
Freud, K. Lewin, J.P. Sartre, G. Mead
y M. Klein entre otros.

Al dar una definición del grupo, Pichon


aporta una perspectiva psicosocial, en
el entendido de que a los grupos los
forman individuos, tiende a pensar los
grupos desde la estructura subjetiva
que se implica en la trama del
conjunto grupal, un armazón
psicoafectivo y cognitivo, al que llama
ECRO, esquema conceptual
referencial y operativo
Pichon Riviere y los grupos

Para Pichon, un grupo se define


como un conjunto de personas
ligadas entre sí por constantes de
tiempo y espacio y articuladas por
su mutua representación interna,
que se plantean de manera explícita
e implícita una tarea que constituye
su finalidad, ya que sin tarea,
objetivo o meta, no hay grupo.

La concepción operativa deriva de


este postulado, todo grupo que se
arma, se reúne por algo que lo
convoca, ahí es donde hay
conjunción de subjetividades
dispuestas a construir trama social
para producir un plus al que se
llama grupo.
Pichon Riviere y los grupos
En el grupo operan fantasías que son la
respuesta de los sujetos en situaciones
de agrupamiento, a las tramas familiares
de las que provienen y que intentan
actualizar en el aquí ahora a partir de un
interjuego de adjudicación y asunción de
roles.

El espacio grupal favorece la puesta en


escena de los fantasmas socio-dinámicos
que atraviesan a cada sujeto. La labor de
hacer explícito lo implícito, permite
reconfigurar las estructuras subjetivas de
cada miembro del grupo, generando
algunos cambios actitudinales que
pueden evaluarse como efectos
parecidos a los que producen las
psicoterapias breves dinámicas.
Pichon Riviere y los grupos

G. Jasiner , discípula directa de Pichon


Riviere, en un texto de 2007, define al
grupo como un espacio de construcción
subjetiva donde se propician cambios,
cuando el sujeto que se integra, anudando
su vínculo a un conjunto humano, se
decide a comprometerse a realizar una
tarea con otros.

Jasiner se centra en las fuentes del


malestar cultural enumeradas por Freud,
el vínculo con otros, cuando se trabaja
grupalmente, puede ser una vía que
permita parapetarse de los efectos
enfermizos del sistema neoliberal. Esto
justificaría ya la importancia que
podríamos adjudicarle a una teoría sobre
lo grupal.
Pichon Riviere y los grupos

Horacio Foladori (2001), nos plantea


la idea de grupo, como lo opuesto a
la institución, el grupo es el espacio
de la creatividad, del aprendizaje, del
cambio personal y grupal.

La institución es un ente coagulado,


paralizado en un proceso que es no
proceso, porque la institución no
quiere saber de cosas nuevas, de
ideas nuevas, de creaciones nuevas,
se funda en las normas sociales que
utiliza como soportes rigidizados para
que nada cambie y todo se mantenga
igual a lo largo del tiempo histórico
social.
Pichon Riviere y los grupos
Hay una cierta idea romántica, cuando se
piensa que el grupo es lo opuesto a la
institución, porque la institución está
conformada por diversos grupos que
intentan cambiar poco o mucho la faz
burocrática que se instala como un ente
inamovible.

El grupo es movimiento, intercambio,


encuentro, afectación, sensibilidad en
proceso; la institución aparece como
muerta, sus representantes desarrollan un
proceso de insensibilidad que parece una
rigidez cadavérica, lo importante es el
respeto a la norma, a las reglas que
parecen caídas del cielo, se presentan
como eternas, negando el hecho histórico
de su implantación, de su sanción social.
Pichon Riviere y los grupos

Un texto de 2014 de Foladori,


muestra al maestro, rescatando la
construcción permanente de lo
colectivo grupal, como una forma de
resistir a los embates de la
globalización.

El grupo, de cualquier tipo, aparece


como una alternativa a la vida “social”
dispersa, que nos oferta pero a la vez
nos impone el estilo de vida estándar
a nivel mundial, un modo que arrasa
con la individualidad, con la cultura
local, con los modos de vida
autóctonos, propios de cada región,
de cada sociedad.
Pichon Riviere y los grupos

Los grupos se nos aparecen como el


espacio compartido, el lugar del
encuentro para la conexión auténtica
entre humanos, son el espacio del
diálogo y de la creatividad, son un
constructo colectivo que se ofrece como
un lugar de reaseguro donde el sujeto
puede sentir la satisfacción de un
alojamiento subjetivo.

Los grupos son productores de


subjetividad, pero una subjetividad no
homogénea, basada en el
reconocimiento de la diferencia, el
fomento a la identificación entre pares, e
inducen el descentramiento del yo, para
enriquecer y diversificar la visión única
que impone la globalización
El trabajo de prevención en Salud Mental.

”Más vale prevenir que lamentar”.

No puedo pensar el trabajo de


prevención en salud mental, sin
unirlo a las ideas del trabajo con la
numerosidad social, utilizando
diversos dispositivos grupales que
me permitan recurrir, como dice
Foucault a mi caja de
herramientas, armada como ese
portafolio de teorías y experiencias
que conserva los recorridos de mi
trayecto profesional, para
desarrollar una evaluación del
campo de trabajo
El trabajo de prevención en Salud Mental.

Algunas actividades de mi labor en el


campo de la prevención.
Durante cuatro años, forme parte del equipo
del Dpto. de Orientación vocacional de la
U.A.E.M., en ese tiempo armamos,
desarrollamos y aplicamos un programa de
orientación vocacional fundamentados en la
concepción operativa de grupo.
Pensábamos que la elección de carrera debía
ser reflexionada individual y grupalmente, para
tomar la mejor decisión, esclareciendo no solo
la motivación consciente sino las inconscientes
que nos llevan a realizar determinada elección.

Hacer una “buena” elección, implicaba para


nosotros, favorecer que el sujeto fuese muy
consciente de los deseos que lo animaban y
prevenir así deserciones escolares o en un
futuro, una “mala” praxis en su rol profesional.
El trabajo de prevención en Salud Mental.
Integrado al Depto. de Psicología de un
Consejo Tutelar para menores infractores,
desarrollé un dispositivo grupal al que
denomine Grupo de recepción.
Cuando un niño o un joven llegaba por
primera vez a la institución, se integraba a
este grupo, un espacio para elaborar las
ansiedades persecutorias que se generan
por la detención policial y elaborar la
ansiedad depresiva por la pérdida de la
libertad momentánea que mínimo, duraba un
mes.

Intentaba así, prevenir descompensaciones


emocionales en edades que iban de los 6 a
los 17 años, descompensaciones derivadas
de la separación del mundo externo, fuese la
casa o la calle, al ser recluido en una
institución carcelaria.
El trabajo de prevención en Salud Mental.

Durante mi estancia en el Dpto. Técnico de


la Dirección de Educación Especial,
desarrollé un programa de formación para
los psicólogos clínicos de la institución.

Mi idea era lograr que el espacio grupal


operativo, resultase de utilidad para elaborar
las angustias derivadas de las dificultades
que enfrentan los psicólogos al encontrarse
con el fenómeno de la discapacidad, y la
problemática compleja que comporta para
los operadores psi.
El trabajo de esclarecimiento sobre el
encuentro con el retardado, o el
discapacitado, podría favorecer una mejora
en los recursos a utilizar por el psicólogo,
previniendo sentimientos de impotencia y
frustración ante este tipo de casos.
El trabajo de prevención en Salud Mental.
Coordinando un Programa de Prepa abierta
para chicos con discapacidad, advertí la
necesidad del trabajo con los padres de los
muchachos, por lo cual armé una “Escuela
para padres de chicos con discapacidad”,
fomentando la resolución de prejuicios, el
miedo al cambio, la descreencia en los
diagnósticos médicos lapidarios, generando
la resolución de las angustias depresivas y
paranoides, el dolor, la impotencia y las
frustraciones que genera la condición de ser
padre de un chico con discapacidad.

Mi objetivo en la prevención, era la mejora


en los niveles de salud mental, para asumir
la separación y el duelo en un futuro
próximo, por los muchachos que se
impulsaban a la autonomía y a la
independencia como sujetos sociales
autónomos.
El trabajo de prevención en Salud Mental.
Para Cecilia Moise, en salud mental es
imposible la prevención, pero no lo previsible
de detectar situaciones generadoras de
sufrimiento psíquico, porque ahí algo de lo
indecible funciona a la manera de un patrón
de reacción, y lo único que puede desanudar
la inercia repetitiva es la develación de los
mecanismos que generan ese patrón.

¿Entendemos, y somos conscientes de la


idea de sujeto que sostenemos, para pensar
la praxis de la prevención?

Según como pensemos al sujeto, nuestras


prácticas ilustrarán un estilo de trabajo, una
forma de intervenir, y esto se observa en la
forma en cómo nos desenvolvemos con
nuestros compañeros de equipo.
El trabajo de prevención en Salud Mental.
Regularmente formulo una pregunta a los
equipos de intervención institucional o
comunitaria: “ustedes en sus prácticas, quieren
sentirse útiles, favorecer la salud de la gente,
invitarlas e impulsarlas a un desarrollo sano
que las movilice para una mejora de la calidad
de vida”.

“¿Es posible hacer esto, cuando el equipo no


se ha introducido en un proceso que los
mejore como personas, como profesionales,
donde sepan resolver sus conflictos, donde no
excluyan, donde practiquen el diálogo, donde
aprendan a callar e interesarse por el otro?”

Si el grupo asume su verdad y demanda


justamente un acompañamiento que les sirve
también de referencia para lo que hacen, creo
que ahí estamos haciendo prevención.
El trabajo de prevención en Salud Mental.

Si la mayoría de las prácticas son en las


escuelas, hay que reconocer las
necesidades de los chicos en ellas; una
labor de prevención puede realizarse a
través del fomento a la participación en las
escuelas, que los chicos se sientan
escuchados, atendidos, y sus inquietudes
tomadas en cuenta por docentes y
directivos.
Una sesión de trabajo en asamblea,
alentando a los chicos a expresar sus
necesidades, puede ser una valiosa
experiencia que permita el reencuentro entre
autoridades y estudiantes, atendiendo sus
sugerencias, con modificaciones que son
posibles y deseables, para una mejor
estancia en el tiempo escolar, previniendo
frustraciones y malestares
El trabajo de prevención en Salud Mental.

Para Pichon Riviere, nuestro campo de


trabajo es el del cambio social, pero
sabemos que el cambio puede sentirse
catastrófico para muchos, porque nos
introduce a zonas desconocidas, ahí es
donde se genera la angustia, aparece
como temor a lo nuevo, a ser atacado
(ansiedad paranoide), o a perder nuestras
pequeñas posesiones, o nuestras ideas o
creencias, miedo a la pérdida (ansiedad
depresiva).

Me pregunto si una labor privilegiada no


tendría por objetivo en el campo de la
prevención, enfocarse en disminuir estos
miedos universales, miedo a la pérdida y
miedo al ataque, y si nos abocamos a esto,
poder enriquecer el sentido de la praxis
preventiva.
El trabajo de prevención en Salud Mental.

Nuestra labor no es cambiar a la gente,


sino cooperar con la gente,
esclareciendo, enfrentando y superando
sus miedos, para que asuma su
compromiso con el cambio que a ella le
incumbe de manera directa.

Esclarecer los miedos, analizando sus


prejuicios, sus creencias, sus formas de
entender, percibir y actuar en el mundo,
para lograr esos pequeños insights que
van favoreciendo una renarcisización de
los sujetos, generando esa confianza
básica en la vida, y en el otro, como
fuente de intercambios que posibilitan la
apertura al mundo, se logra enfocando su
ECRO, alentando las modificaciones
necesarias para pensar, sentir y actuar
de manera distinta.
El trabajo de prevención en Salud Mental.

Al estudiante de psicología clínica, más


que la ambición económica, le guía el
interés y el amor por el otro, no es
indiferente a las dificultades por las que
atraviesan los demás, su condición
neurótica es la marca “de casa”, se
preocupa por los otros, quiere ayudar y
ahí tropieza, porque la mejor forma de
ayudar es no ayudando.

Pero tomar distancia no es abandono, y


menos indiferencia, es tener
perspectiva para observar atento,
escuchar atento y acompañar con
empatía para lograr esa distancia
óptima que nos permita operativizar el
deseo de ayuda.
El trabajo de prevención en Salud Mental.

Esclarecer la tarea aporta a cargar de sentido


ciertas actividades, ciertas prácticas, más
cuando la experiencia, las vivencias y la labor
son compartidas en los espacios grupales
que puede otorgar la institución formadora, y
si no lo hace, habría que demandarlo.
El espacio grupal en el que nos movemos,
encierra un potencial de aprendizaje y
formación que aún no logra ser identificado y
explotado en su riqueza por los responsables
de hacerlo.
Dice Bleger, que aun no se ha aplicado a la
formación en psicología, los conocimientos
de la psicología, y de las prácticas de grupo
derivadas de ella: psicoterapia de grupo,
psicoanálisis de grupo, psicoterapia familiar,
grupos operativos, grupos de formación,
grupos de reflexión, en fin, el trabajo
psicoanalítico en los grupos.
Gracias por su atención.-

Francisco Mora Larch.

Tel.- 21 67 69 02.

E mail: fmoralarch@hotmail.com
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