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Secreción salival
Las glándulas salivales secretan saliva en la boca a una tasa de 1 L por día. Las
funciones de la saliva son la digestión inicial de almidones y lípidos por las
enzimas de la saliva, dilución y amortiguación de los alimentos ingeridos, ya
que a veces pueden ser nocivos y lubricación con moco de dichos alimentos
para ayudar a desplazarlos a través del esófago.
Estructura de las glándulas salivales
Las glándulas salivales principales son tres: parótidas, submaxilares y
sublinguales. Cada glándula es un órgano par que produce saliva y la vierte en la
boca a través de un conducto. Las glándulas parótidas se componen de células
serosas que secretan un líquido acuoso compuesto de agua, iones y enzimas. Las
glándulas submaxilares y sublinguales son glándulas mixtas y poseen células
serosas y mucosas. Las células serosas liberan líquido acuoso y las mucosas
glucoproteína mucina para lubricación.
Cada glándula salival tiene el aspecto de un “racimo de uvas” en el cual cada uva
corresponde a un solo acino. Un acino es el extremo ciego de un sistema
ramificado de conductos y está revestido por células acinares. Estas últimas
liberan saliva inicial, compuesta de agua, iones, enzimas y moco. Esta saliva
inicial pasa a través de un segmento corto llamado conducto intercalado y
después un conducto estriado, revestido de células ductales. La células ductales
modifican la saliva inicial y alteran la concentración de diferentes electrólitos
para producir la saliva final. Las células mioepiteliales se presentan en los acinos
y revisten los conductos intercalados. Cuando son estimuladas por impulsos
nerviosos se contraen y derraman saliva en el interior de la boca.
Las células salivales acinares y las células ductales poseen inervación
parasimpática y simpática. La característica distintiva de esta inervación es
que ambos sistemas nerviosos, estimulan la producción de saliva (aunque
domina el control parasimpático). La glándulas salivales presentan unflujo
sanguíneo inusitadamente alto, que aumenta cuando se estimula la producción
de saliva.
Formación de la saliva
La saliva es una solución acuosa cuyo volumen es muy alto, considerando el
pequeño tamaño de las glándulas. Se compone de agua, electrólitos, α-amilasa,
lipasa, calicreína y moco. Cuando se compara con el plasma, la saliva es
hipotónica y posee concentraciones más alta de K+ y HCO3- y más bajas de
Na+ y Cl-. Por lo tanto, la saliva no es un simple ultrafiltrado del plasma; más
bien se forma mediante un proceso de dos pasos que involucra diversos
mecanismos de transporte. El primer paso es la formación en las células
acinares de una solución isotónica similar al plasma. El segundo paso es la
modificación en las células ductales de esa solución análoga al plasma.
Pasos acinar y ductal de la producción de saliva
Secreción de HCl
Formación de Bilis
- Los constituyentes orgánicos de la bilis son ácidos biliares (50%), pigmentos biliares
como la bilirrubina (2%), colesterol (4%) y fosfolípidos (40%). La bilis también
contiene electrólitos y agua, secretados por los hepatocitos que revisten los conductos
biliares.
- La reserva total de ácidos biliares es de aproximadamente 2.5 gramos, incluyendo
ácidos biliares en hígado, conductos biliares, vesícula biliar e intestino. La bilis
contiene 4 ácidos biliares diferentes:
* Los dos ácidos biliares primarios, ácidos cólico y quenodesoxicólico se sintetizan en
los hepatocitos
- Cuando se secretan ácidos biliares primarios a la luz del intestino, las bacterias
intestinales deshidroxilan una fracción de cada uno y producen los dos ácidos biliares
secundarios: ácidos desoxicólico y litocólico.
- El hígado conjuga los ácidos biliares con los aminoácidos glicina o taurina para formar
sales biliares. Por lo tanto, hay 8 sales biliares en total, cada una designada por su ácido
biliar progenitor y aminoácido conjugado (p. ej., ácido glicocólico, ácido taurocólico).
Este paso de la conjugación los hace mucho más hidrosolubles.
- Las sales biliares son anfipáticas (presentan una porción hidrofílica e hidofóbica),
propiedad decisiva para la emulsificación y digestión de lípidos en la luz intestinal
debido a que las sales biliares se orientan alrededor de las pequeñas gotas de lípido y
las mantiene dispersa en solución acuosa, incrementando así la superficie del área para
la acción de las enzimas digestivas.
- Cuando las sales biliares alcanzan una cierta concentración, denominada concentración
micelar crítica, forman micelas. Las micelas contienen sales biliares y productos de la
digestión de lípidos: ácidos grasos, monglicéridos y colesterol. Los lípidos solos serían
insolubles en la solución acuosa del intestino pero, ya como parte de una micela, sí son
solubles..
- Los hepatocitos también secretan fosfolípidos y colesterol en la bilis y se incluyen en
las micelas con los productos de la digestión de lípidos. Al igual que las sales biliares,
los fosfolípidos son anfipáticos y ayudan a las sales biliares a formar micelas. La
porción hidrófoba del fosfolípido apunta al interior de la micela y la porción hidrófila se
disuelve en la solución intestinal.
1.- En el íleon del intestino delgado los ácidos biliares se transportan desde el intestino
a la sangre portal mediante cotransportadores de Na+ - ácido biliar. La recirculación
tiene lugar cuando todos los lípidos de la comida se han absorbidos.
2.- Los ácidos biliares retornan al hígado a través de la sangre portal.
3.- El hígado extrae ácidos biliares de la sangre portal y los añade a la reserva de ácidos
biliares. Sólo el pequeño porcentaje de ácidos biliares excretados por las heces (5% o
600 mg/día) deben reemplazarse mediante ácidos biliares nuevos. Puesto que la síntesis
de ácidos biliares se encuentra bajo el control de los propios ácidos biliares mediante
retroalimentación negativa, el hígado prácticamente recibe “información” de la cantidad
de ácido biliar nuevo que debe sintetizar. En la vía de biosíntesis, la enzima limitante de
la velocidad es la 7 α-hidroxilasa de colesterol, inhibida por los ácidos biliares. Cuando
retorna una mayor cantidad de ácido biliar al hígado, la demanda de síntesis de nuevos
ácidos biliares es menor y la enzima se inhibe. Si retorna una menor cantidad de ácido
biliar, la demanda de síntesis de nuevos ácidos biliares es mayor y la enzima se
estimula. Este efecto de secreción biliar estimulada por la recirculación de ácidos
biliares es interesante y se le denomina colerético.
- En personas con resección ileal (extirpación del íleon), la circulación de ácidos biliares
se interrumpe y se excretan por las heces grandes cantidades de ácidos biliares. Esta
pérdida por las heces reduce la reserva de ácidos biliares porque, aun cuando la
recirculación disminuida estimula la síntesis, ésta no puede mantener el paso con la
pérdida fecal. Las consecuencias son la reducción del contenido de bilis, absorción
deficiente de grasa y esteatorrea.