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Revista Boliviana de Fisica 18, 18-28 (2007) SONIDOS PULSANTES: SILBATOS DOBLES PREHISPANICOS Una estética ancestral reiterativa? Arnand Gérard A SoundLab—Carrera de Fisica UATF—Potost RESUMEN Dos silbatos prehispénicos dobles, probablemente de la cultura Inca, estan cons- ‘truidos de tal manera que emiten, en ambos casos, sonidos con pulsaciones o batimiento. Pues cada silbato consta de dos tubos de longitudes levemente desiguales que al ser so- plados simulténeamente emiten sonidos con frecuencias también ligeramente distintas de tal manera que la suma de ambos provoca un sonido de amplitud periédicamente fiuctuante. Bstos sonidos ancestrales se relacionan estrechamente con los sonidos pul- santes de las tropas actuales de zampofias y los sonidos multifnicos con redoble de las flautas de Pan prohispanicas con “tubos complejos”? y eiertas flautas de pico, étnicas y actuales, del drea andina de Bolivia. Descriptores: Actistica, Instrumentos Musicales, 1. ANTECEDENTES 11. PULSACIONES 0 BATIMIENTO La interferencia de dos ondas sinusoidales de frecuen- cias préximas y de misma amplitud da lugar a una onda con amplitud modulada que va de un maximo de dos ‘veces la amplitud de la onda individual (suma construc- tiva cuando estén en fase) hasta una amplitud nula (su- ‘ma destructiva cuando estén desfasadas a 180°) y esta modulacién es periédica (véase fig. 1). Si las ondas no tienen la misma amplitud, la amplitud méxima de li terferencia serd menor a dos veces la amplitud mayor y Ja amplitud menor de la interferencia no seré mula, Asi- mismo, a menor diferencia de frecuencia entre las dos ondas, mayor seré el periodo de pulsaciones © invorsa- mente. Este fendmeno os conocido como pulsaciones 0 bbatimiento y en ondas sonoras se eseucha como una vi bracién pulsante. ‘Ademés Leipp (1984) da una relacién que permite caleular el niimero de pulsaciones por segundo o frecuen- cia de pulsacin, a partir de las frecuencias de las ondas que interfieren 1% y v2: Frecuencia de pulsacién= = 11-2 (1) ‘Ahora si la onda no es sinusoidal, la cosa se compli- cca un poco. En el caso de un sonido complejo de serie armébnica, para la frecuencia fundamental ocurriré exac- ‘tamente igual que para el caso del sonido sinusoidal. Para el segundo arménico, la diferencia entre las frecuencias de las ondas que interfieren va a ser el doble de la dife- rencia entre sus fundamentales. Esto quiere decir que la Frecuencia de pulsacién seré el doble también. Y asf su- cesivamente. Es decir que la frecuencia de pulsaciones TBmall gerardardenctetyshoo.ee 2Plren de Arce, 1003: 474; 1998: 25; 2000: 2, 18 Nn iewro + TEMPO + Figura 1. Amplitud como funciém del tiempo de la interforen- ia de? ondas de misma amplitud con frecuencias ligeramente diferentes (arriba las 2 ondas, abajo la suma con pulsaciones 0 batimiento). es proporcional al niimero del arménico. La forma de la envolvente de la amplitud dependeré mucho de las am- plitudes relativas de los diferentes arménicos. El fenémeno de pulsaciones tiene también mucho que ver con el concepto de consonancia y disonancia. Pues Ia armonia de dos notas es consonante por la razén de los arménieos que tienen en comiin (grado de parentesco) que resulta ser el intervalo numérico tesrico. Helmboltz (1885) indica que si el intervalo numérico no ¢3 exacta- ‘mente igual al intervalo te6rico, el acorde se vuelve duro, y sise aparta demasiado, el acorde pierde su cardcter de consonancia. Précticamente significa esto que si el inter- valo numérico no es exactamente igual al intervalo teéri- 0, las frecuencias de los arménicos en comtin no serén SILBATOS DOBLES PREHISPANICOS 19 exactamente iguales y por tanto se presentaré batimien- to sobre los arménicos en cuestién y que a mayor dureza, habré mayor batimiento (frecuencia mayor de pulsacio- nes). 1.2. LAS TROPAS DB INSTRUMENTOS ‘MUSICALES NATIVOS EN LOS ANDES DE ‘BOLIVIA Las pulsaciones o batimientos, en el contexto etnomu- sicol6gico de los aeréfonos andinos de Bolivia, tiene una, importancia trascendental. Pues, en el caso particular de las zampofias®, estas se tafien por “tropas”. La “tropa” esta compuesta por lo general de instrumentos del mis- ‘mo tamafio que tocan al unfsono y por instrumentos a la octava baja y a la octava alta que tafien la melodia, en octavas paralclas, acompafiados por membranéfonos (tambores, bombos, cajas, wangaras*, etc...). En la tro- pa puede presentarse también tamafios a dos octavas por debajo o por encima del tamaiio mediano asi como otros intervalos como la quinta paralela o la cuarta paralela e incluso la tercera y la sexta paralela u otros intervalos ‘més disonantes. En la investigaciones sobre las siringas andinas (Gérard, 1999), lo que se advierte de Ia totali- dad de las mediciones de alturas efectuadas aquella vez, ¢s que los unisonos entre los mismos tamafios en la tropa no estén muy igualados (a veces las diferencias son hast de un tono 0 més), que las octavas no son exactamen- te justas, las quintas tampoco, ete. y todo ello con un comportamiento algo cadtico. Muchos etnomusicélogos afirmaron que la afinacién era tosca, improcisa 0 grose- ra. ¥ aqui otra anéedota que ocurrié al autor hace afios “En mi taller experimental de fabricacién de ‘er6fonos, un da construf una tropa de sikus ‘afinados a la escala temperada y precisamen- te igualados entre sf, a la manera occidental (© mestiza, a solicitud de un conjunto folkléri- co urbano. Pero pasaron los dias, las semanas yy los moses y los clientes no vinieron a reco- kger su podido asf que me decidf en poner esta tropa de sikus urbanos a la venta, Un dia de es- tos, se aproximo un grupo de comunarios® que arecian ser de algiin pueblo cercano a la ciu- dad de Potosf y solicitaron poder probar dicha ‘ropa de instrumentos. Tocaron y tocaron lar- 40 rato, luego devolvieron los instrumentos sin pedir precio ni nada més y se fueron. Antes de esto les pregunté que les parecfan los sikus y me respondieron: estdn bien, pero estén qVayma® Este comentario también me hizo pensar mu- cho” (Gérard, 1999: 159). “Zampofa en cartellano se refer a una clase mestande de fau- ‘tas do Pan osiringus, goneralmente llamadas eiku on lenguss na- ‘ves aymaré y quochua “Wonkara: es un bombo, un poco plano, que se toca vertical: mente “S Comunario: es une deformacién regional de Ie palabra com Qyayma significa desbrido, insipido (Lara, 1971: 227). Entonces, una tropa bien igualada, con unfsonos ca- si perfectos y octavas casi justas, que cumple con los requerimientos de los grupos urbanos segtin reglas oc- cidentalizadas, no suena bien para los comunarios. La razén es que en la estética andina se aprecia justamente esta dureza, incluso hasta la pérdida de la consonancia, con pulsaciones o batimiento, pero es més, no con una

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