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Be ANTHONY GIDDENS LA TERCERA VIA LA RENOVACION DE LA SOCIALDEMOCRACIA Trnduccion de Pedro Cifuentes Huertas TAURUS PENSAMIENTO. : . 4 487-54 Delineuencia y comunidad La familia democratica . 4 EL ESTADO SOGIAL INVERSOR El significado de la igualdad Inclusién y exclusion Una sociedad de bienestar posiivo ... Estrategias de inversi6n social 5 HAGIALAERA GLOBAL Lanaci6n cosmopolita Pluralismo culeural « Demoeracia cosmopolita La Unién Europea . El gobierno global Elfundamentalismo demereado ‘escala mundial Conclusion Notas indice 108 107 ug 12 135 132 140 158 2 184 187 168 167 170 173 181 185 = 195 PREFACIO uisiera que este libro fuera una contsibucin al de- tai que se desarrolla en estos momentos en muchos paises sobre el fuiuro de la politiea tocialdemécraa. Los motvos del debate son bastante obvios —Ia que tra del “consenso del bienestar” que predoming cn los paises industlizadcs hasta finales dels aioe tena, €] descrédto definivo del marxismo y los profundos Cambios sociales, econémicos y tecnologicot que con- trbuyeron aque esto oturriera—. Qué deberia hacerse cen respuesta ello, ylasoildemotracia puede squie- fa sobrevivir como fllosofia politica distinva, resulta mucho menos obo Creo que la socialdemocracia puede no silo sobre vig sino prosperas, tanto a nivel deolégien como pct to. Sin embargo, s6lo podra hacerlo ai los soialdems- rats estin dispuestos a reisar opiniones anteriores mis concienzudamente de lo que la mayor ha hecho hhasa ahora. Necesan encontrar una tereera via. Como ‘explico en el texto, el término “tercera via” no tiene particular sgnifieacion en sf mismo ni por s mismo, Ha Sido utilzado anteriormente muchas veces en la Hito- Fin de la socaldemocracia, y también por excitoresy politicos de tendencias bastante diferentes. Hago uso de él aqui pard referirme a la renovacién socialdemécra- ta —la versién actual del replanteamiento periédico que los socialdemdcratas han tenido que ir realizando durante el ikimo siglo, En Gran Bretaia, la “tercera via" ha acabado asocian- dose a la politica de Tony Blair y el Nuevo Laborismo. Las convicciones politcas de Tony Blair se han compa rado a menudo con las de los Nuevos Demécratas en Es tados Unidos, y ciertamente ha habido contactos estre- chos y ditectos entre el Nuevo Laborismo y los Nuevos Demécratas, Se ha dicho que “al igual que los gobier- nos de Thatcher y Major, el gobierno de Blair busca la inspiracién a través del AUantico, no. través del canal, Su ret6rica es americana, las influencias intelectuales {que han modelado su proyecto son americanas; su esti- lo politico esamericano”? Esta afirmacion no es del todo cierta. El programa la- borista del bienestar para el trabajo, por ejemplo, quiz tenga una impronta de estilo americano, pero podria demostrarse que extrae mas inspiracién de los progra- ‘mas escandinavos de mercado de trabajo activo que de Estados Unidos. En cuanto alo que haya de valido en la ‘observacién, sin embargo, el énfasis necesita ser corre- gido, El debate en torno al Nuevo Laborismo, siendo vi goroso ¢ interesante, se ha desarrollado en gran medida ajeno a las discusiones andlogas mantenidas por la so- Galdemocracia continental durante algin tiempo. La rrupitura de Tony Blair con el viejo laborismo fue un lo- {ro significativo, pero pricticamente todos ls partidos socialdemécratas continentales han realizado un tipo de ruptara similar. El debate en ¢1 Reino Unido necesita ponerse al dia fen muchos aspectos respecto alos sectores més avanza- dos de la socialdemocracia continental. Con todo, el Reino Unido esta también en situacion de contribuir activamente a las nuevas ideas que ahora aparecen. En) lugar de simplemente apropiarse de pautas y nociones americanas, Gran Bretafia podria actuar de catalizador en la interaccin creativa entre Estados Unidos y Euro- pa continental, La mayoria de los paises del continente zno ha experimentado periodos protongados de gobier- no neoliberal como los habidos en el Reino Unido. In- dependientemente de lo que pueda haber logrado 0 no cl thatcherismo, lo cierto es que conmocioné a la socie~ dad britanica. Margaret Thatcher, como la mayoria de los neoliberales, no era una conservadora corriente Enarbolando la bandera del mercado libre, atacé las instiuuciones y élites establecidas, mientras sus politicas aban consistencia a cambios que ya estaban recorrien- do exiensamente la sociedad. El Partido Laborista y sus simpatizantesintelectuales respondieron inmediatamen- te, reafirmando en gran medida viejas consicciones de i2quierda. Sin embargo, los reveses electorales que el partido sufrié por ello necesariamente impulsaron una nueva orientacién. En consecuencia, la discusion politi- ca hasido de alguna forma mas librepensadora en el Rei- no Unido que en los circulos socialdeméeratas del con- tinente. Ideas desarrolladas en Gran Bretaiia podian tener relevancia directa para los debates continentales, ya que la mayor parte de éstos se han desarrollado con, un trasfondo distinto. Este libro surgié a partir de una serie de discusiones informales vespertinas entre lan Hargreaves, Geoff ww 487-54 aT Mulgan y yo mismo; quisiera mostrar mi agradecimien- to a ambos, Originariamente, fbamos a presentar un documento colectivo sobre el enacimiento de la social- democracia, Por varios motivos, este proyecto no se ma- terializ6, pero nuestros encuentros me inspiraron mu chas ideas. Debo dar especialmente las gracias a David Held, que ley6 meticulosamente varias versiones del manuserito y cuyos comentarios fueron cruciales para la reconstruccién del texto que acabaria escribiendo, Entre otras personas que me ayudaron mucho estin Martin Albrow, Ulrich Beck, Alison Cheevers, Miriam Clarke, Amanda Goodall, Fiona Graham, John Gray, Steve Hill, Julian Le Grand, David Miliband, Henriewa Moore yAnne Power. Estoy especialmente en deuda con Alena Ledeneva, que no s6io contribuyé extensamente al lbro-en su conjunto, sino que me animé a continuar siempre, que me vio desalentado —algo que ocurrié con bastante frecuencia, Te 1 EL SOGIALISMO YSU POSTERIDAD En sebrero de 1998, tras una reunion politica con el ‘mando americano en Washington, Tony Blair habl6 de $0 aspiracion a crear un consenso internacional en el centro i2quierda para el siglo xx, EI nuevo enfoque de- sarrollaria un marco politico para responder las rans- formaciones en el orden mundial, “Laieja inquierdase resistin a ese cambio, La cra derecha no queria pro- pulsar. Nosotros tenemot que impuisar ese cambio para producir solidaidad socal y prosperidad ".La te fea es imponente, porque, como indican estas afirma- Ciones, lav ideologias polteasexistentes han perdido repereusién, lace ciento cincuenta aos esribié Marx que “un cespectrorecorre Europa” —el expectro del socalismo 0 del comunismo—. Esto sigue siendo cero, pero por zones diferentes las que Marx tenia en mente. El socia- limo ye] comunismo han micro, pro siguen rondan- danos. No paemos simplemente desechar losvalorese ideals que losimpulsaron,yaque algunos iguen siendo intrinsecos ala vida buena cuya realzacin esl objetivo del desarrollo socal y econémico, El reto es conser Gq estos valores sean tomados en cuenta al donde el programa econémico del socialismo ha quedado des- acreditado, Las ideas potticas parecen haber perdide hoy dia sa ccapacidad para estimular y los ideres politicos su capa- cidad para dirigi. El debate piiblico esta dominado por preocupaciones acerca de los criterios morales en decli- ve, las divsiones crecientes entre ricos y pobres, las ten- siones del Estado de bienestar. Los tinicos grupos que parecen resueltamente optimistas son los que tienen fe fen que la tecnologia resuelva nuestros problemas. Pero el cambio tecnologico tiene consecuencias ambivalen- tej, en cualquier caso, la tecnologia no puede consti- tuir el fundamento de un programa politico efectivo. Si el pensamiento politico va a recobrar sus cualidades es timulantes no ha de ser ni simplemente reactivo ni limi tarse a lo cotidiano y a lo provinciano. La vida politica no es nada sin ideales, pero los ideales son vacios si no se refieren posiblidades reales. Necesitamos saber tanto qué tipo de sociedad deseariamos erear como las formas concretas de acercarnos a ella. Este libro quiere ‘mostrar cOmo pueden alcanzarse estos abjetivos y reste citar el idealismo politica, ‘Mi principal punto de referencia es Gran Bretaia, aunque muchos de mis argumentos tienen mayor al- cance. En el Reino Unido, como en la acwalidad ocurre ‘en muchos otros paises, Ia teoria va por detras de la rctica, Privados de las viejas certidumbres, los gobier- nos que dicen representar ala izquierda estin haciendo politica sobre la marcha, El esqueleto de su quehacer politico necesita cubrirse con carne teérica —no s6lo para respaldar lo que hacen, sino para dotar ala politica de un mayor sentido de la direccién y el propésito—. iB 3 Pues, por supuesto, la izquierda ha estado siempre unida al socialismo y, al menos como sistema de gestién eco- ‘n6mica, el socialismo ya no existe, - LLAMUERTE DEL SOCIALISMO) Los origenes del socialism estin ligados al primer - desarrollo de la sociedad industria, entre la mia y el ceato del siglo, Lo mismo puede deirse de su prin- Cipal oponente el conservaduramo, que cobré forma fen respuesta la Revolucion Francesa El sodalsmo co- menz6 iendo un cuerpo de pensamiento opuestoalin- Gividualismo; su interes por desarrllar una cca del capitalism vino después. Antes de tomar un signee do muy especfco con el nacimiento dela Union Sov Seal comunismo yl socialsmo se solapaban en gran medida, cada uno tratando de defender la primacia de Tosocia fo comunal. Elsocialismo fue antes que nada un impulo fos 0 co, pero empenb mucho antes de Max a tomar Tnapariencia de una doctina econdmica. Fue Mar sin embargo, quien proporcion® al sodalismo una teorfa tconémica laborada, También sub al socalismo ene Conterto de una descipcin global de lahistria por turabisca de Marx acab siendo compartda por trios los socialsas, ndependientemente de lo agudas que fueran tra diferencias entre ellos El socialismo busca expones las limitaciones del capitalismo para humant zatloo para acabar con, La eotiacconémiea del soci fismo depende dea idea de que deja ass props dt mimics, eapitalismo es econdmicamenteinefiienc, (187-54 ® 5 r socialmente divisive incapaz de reproducitse a largo azo. ® Laidea de que el capitalismo puede ser humanizado a través de la gest econémica socialist dota a socia lismo de la mayor venlaja que pueda poser, incluso aunque haya habido muchas descripciones diferentes sobre cémo pueda lograse tl objetivo. Para Marx, el socialismo valia ono segtin su capacidad para crear una sociedad que generara mayor riqueza que el capitals mo y diseminara ea riqueza de un modo més equitat- vo, i el socalismo esté ahora muerto, lo esti precisa ‘mente porque estas demandas han fracasado, Lo han hecho de una manera singulas. Durante mas 0 menos ‘un cugrtode siglo was la Guerra Mundial la planifica- cin socialist parecia algo estblecido, anto en el Ocs- te como en el Exe, Un destacado observador econ c0, E,F M. Durbin, eseribia en 1949 que “todos somos planificadores ahora... El colapso de la fe popular en el laisicfaire ha sucedido con una rapidea espectaculas. en todo el mundo desde la guerra”? El socialismo fue dominado en el Oeste por la social democracia—tocialismo moderado, parlamentario—, construida.a parr dela consolidacion del Esado de bien- ‘star. En la mayoria de ls pases, incuyendo Gran Bre- tafa, el Exado de bienestar fue una creacion de la dere- cha tanto como de la izquierda, pero en el periodo de posguerra los socialists lo reclamaron como propio. Dix zante al menos alg tempo, incluso la planiicacion mu cho més completa adoptada en las sociedades de eso so- vitico parecié econémicamente eficar, si bien siempre polticamente desp6tica. Sucesivos gobiernos america- nos, en los fos sesenta se tomaron en serio laairmacion 7 de que la Union Soviétca podria adelantar econémica- ‘mente a Estados Unidos en los siguientes weintaafios. En retrospectiva, podemos tener bastante claro por qué la Unién Soviética, lejos de sobrepasar a Extadas Unidos, se qued6 tigicamente rezagada, y por qué la socialdemocracia se topé con crisis propias. La teoria econémica del socialismo fue siempre inadecuada, in- fravalorando la capacidad del capitalismo para innovar, adaptarse y generar una productividad ereciente. El s0- cialismo tampoco logré captar la importancia de los ‘mercados como proveedores de informacién, que ofre ‘cen datos esenciales a compradores y vendedores, Estas insuficiencias s6lo se revelaron en su total magnitud con Jos ntensos procesos de la globalizacién y el cambio tec- nolégico de los primeros ios setenta en adelante. Durante el periodo a partirde mediados de los afios se tenta, bastante antes de la caida de la Uni6n Soviética, la socialdemocracia se vio crecientemente desafiada por las filosofias de libre mercado, en particular por la ascension Socialdemocracia clisica (la vieja iquierda) Fuerte intervencén del Exado en avid social Yyeconémica, —EEsado predomina sobre la sociedad ci —Colectvimo, —Peonomia eymestanade demands, més corporate. —Papel restringido de osmereados econotnia inta social —Pieno empleo. Suerte iguaitarimo —Esado de bienemar de gran extensn, que procegea losciudadanos "desde sua hasta a tumba” Modernization lineal Zaritconcienciaecoigica Stnternacionaliso, Pertencce al mundo bipolar ‘Thatcherismo o neoliberalismo (la nueva derecha) Gobierno minim Sociedad civil auténoma. —Fundamentalismo de mercado, ‘—Autoritarismo moral, més un acusado individualismo El mercado de trabajo se desregula como ningtin ott. —Aceptacion de a desigualdad. —Nacionalismo tradicional Brad de bienestar como red de seguridad. —Modernizacién lineal —Débil conciencia ecoldgica —Teoria realist del orden internacional, —Pertenece al mundo bipolar, 1 ‘Hago un resumen de las diferencias en los dos recua- dros anteriores. Las comparaciones apresuradas de esta clase acarrean un evidente riesgo de caricaturizacién. A ppesar de ello, los contrastes aqui seftalados son reales € importantes, y los vestigios de la socialdemocracia clsi- cason atin fuertes en todas partes. LLASOCIALDEMOGRAGIA ALA ANTIGUA La socialdemocracia a la antigua vefa al capitalismo de libre mercado como causance de muchas de las se- cuelas problematicas que Marx diagnosticé, pero erefa que éstas podian ser mitigadas o superadas a través de la intervenci6n del Estado en el mercado. El Estado tiene la obligacién de suministrar bienes puiblicos que los ‘mercados no pueden abastecer, 0 que sélo lo pueden hacer de modo fraccionario. Una fuerte presencia esta- tal en la economia, y también en otros sectores de la so- ciedad, es normal y deseable, ya que el poder piiblico, fen una sociedad democratica, representa la voluntad colectiva. La toma de decisiones colectiva,iavolucrando al gobierno, a los empresarios y alos sindicatos, reem= plaza en parte a los mecanismos del mercado. Para la socialdemocracia clisica, la intervencién del Estado en la vida familiar es necesaria y merece aplau- dirse, Las prestaciones'estatales son vitales para soco- rrera las familias necesitadas,y el Estado deberia inter- venir alli donde los individuos, por una u otra razén, sean incapaces de valerse por si mismos. Con algunas excepciones conspicuas, los socialdemécratas a la anti- gua tendian a sospechar de las asociaciones voluntarias, 5 ‘Tales grupos hacen con frecuencia mayor mal que bien, pues comparados con los servicios sociales de proce- dencia estatal tienden a resultar poco profesionales, erriticos, entrando en relaciones clientelares con quie- nes se relacionan, “John Maynard Keynes, la inspiraci6n econémica del ‘consenso sobre el bienestar de la posguerra, no era soc lista, pero compartia algunas de las inquietudes de Marx y del socialismo. Como Marx, Keynes consideraba que el capitalismo tenia cualidades irracionales, pero crefa que éstas podian controlarse para salvar al captalismo de si misriio. Tanto Marx como Keynes tendian a dar por sen- ‘ada productividad del capitalismo. Elhecho de que la teorfa keynesiana prestara relativamente poca atencién. al lado de la oferta de la economia estaba en armonfa con las preocupaciones socialdemécratas. Keynes mos: 1u6 cémo el capitalismo de mercado podia estabilizarse mediante la gesibn de la demanda y la ereacion de una economia mixta. Aunque no la apoyaba, uno de los ras- «gos de la economia mixta en Europa era la nacionalizae ién, Algunos sectores econémicos deberian ser retire dos del mercado, no solo debido a las deficiencias de los rmiercados, sino porque industrias esenciales para clinte- és nacional no deberfan estar en manos privadas. La bisqueda de la igualdad ha sido una preocupa- ‘i6n fundamental de todos los socialdemécratas,inclui- do el Partido Laborista briténico. Una igualdad mayor tha de lograrse mediante diversas estrategias de nivela- cién, La imposicién progresiva, por ejemplo, via Estado de bienestar, quita a los ricos para dar a los pobres, El Estado de bienestar tiene dos objetivos: crear una socie~ dad mis igual, pero también proteger a los individuos 2 durante el ciclo vital. Las primeras medidas de bienestar, ‘que datan del siglo xix, fueron introducidas por liberales © conservadores, y a ellas se opuso frecuentemente la clase obrera organizada. El Estado de bienestar de pos: guerra, sin embargo, ha tenido normalmente una base fuerte entre la clase trabajadora manual, que hasta hace veinte afios era la primera fuente de apoyo electoral de los partidos socialdemécratas Hasta las derroras de finales de los aos setenta, toda, la socialdemocracia sigui6 un modelo lineal de moder- nizacién —la “via del socialismo"—. El sociélogo T. H. ‘Marshall, quizé el mis relevante intérprete de la apati- cién del Estado de bienestar en el Reino Unido, ofreci6, ‘una descripeién precisa de tal modelo, ElEstado de bien- estar es el punto dlgido de un prolongado proceso de ‘evolucién de los derechos de ciudadanfa. Como la mayo- ria de los observadores a comienzos del periodo de pos- guerra, Marshall esperaba que los sistemas de bienestar| se expandirfan progresivamente, uniendo el desarrollo, ‘econémico a una ms completa realizacién de los dere cchos sociales. : En conjunto, la socialdemocracia ala antigua no tenia ‘una actitud host hacia las preocupaciones ecolégicas, pero le fue dificil acomodarse aellas. Su acento corpora tivista, su orientacion al pleno empleo y su Enfasis aplas- tante sobre el Estado de bienestar hacfan que resultara distorsionante enfrentarsé a las cuestiones ecolégicas de tuna manera sistematica. Tampoco en la practica tenia una actinud global destacada. La socialdemocracia era de orientacin internacionalista, estaba més preocupada por crear solidaridad entre partidos politicos de menta- lidad similar que por afrontar los problemas globales wr 87-84 A SE ‘como tales, Mas estaba fuertemente ligada al mundo bi polar —situada entre el bienestar minimalista de Estados ‘Unidos y las economfas dirigistas del comunismo, LA PERSPECTIVA NEOLIBERAL, ‘La hostilidad hacia el “gobierno extenso” (big gern ‘meni una caracterstica primariay principal de las ideas neoliberales, proviene de varias fuentes, El padre funda- dor del conservadurismo en Gran Bretafa, Edmund Burke, expres6 suaversion al Estado, que sise expande demasiado se convierte en el enemigo de la libertad ya indefendencia, Elconservadurismo americano ha sido host durante mucho tiempo al gobierno centralzado. El thiicherismo se sievié de estas ideas, pero también del isd escepticismo liberal acerca del papel det Estado, ‘pasado en argumentos econémicos sobre la naturaleza superior de los mercados. La tesis del Estado minimo esta estrechamente vinculada a una visién caracteristica de Ia sociedad civil como mecanismo autogenerador de sol- daridad social, Debe permitirseflorecera los pequeios pelotones de la sociedad civil, ylo harén si estan libres de trabas impuestas por la intervencin estatal. Las vrtudes {6c la sociedad cil, si se deja que ésta se desarrolle a sus anchas,inchuyen en teorfa "buen carécter, honestidad, Geber, autosacrifcio, honor, servicio, autodisciplina tole- ancia, respeto, justicia, autosuperacion, responsabil- dad, urbanidad, entereza, coraje, integridad, diigencia, paiotismo, consideracién hacta los dems, austeridad y dignidad” 4. “Para a senstbilidad moderna’, dice cl eseri- tor, estas virtudes “denen la melodia de un antiguo hechi- eae 20" —pero esto es porque el poder del Estado la ha re- primidoa base de sabotear a la sociedad civil ‘Se dice que el Eado, especialmente el Estado de bien- estar, destruye el orden civil, pero que los mercados no, pues éstos prosperan a partir de la iniciaiva individual ‘Aligual que elorden cil los mercados, dejados su pro- pia dindmica, proporcionarén e! mayor bien ala socie- Gad, Los mercados “son maquinas en perpetuo funcio- ‘namiento, que requieren slo un marco legal yausencia de interferencia estatal para generar crecimiento inin- terrumpido”. ‘Los neoliberales unen las fuerzasliberadas del mer- cado a una defensa de las insituciones tradicional, fen especial la familia y la nacién. La inicatva individual se desarrolla en la economia, pero deberian fomentarse Obligaionesy deberesen estas ourasesferas. La familia ra dicional es una necesidad funcional para el orden social, como lo esa nacién tradicional. Otos tipos de familia, como las monoparentales, ols relaciones homosexuales, ‘élo contibuyen a la decadencia social. Lo mismo ocurre ton todo lo que debilte la integridad nacional. Lasalusi- nes xenéfobas son normalmente claras en ls proclamas de autores y politicos neoliberales —revervan algunas de sus crticas ads severas para el mulicalturalismo, Tl thatcherismo es caracteristicamente indiferente a las desigualdades, o bien las respalda activamente. La idea de que “la desigualdad social es intrinsecamente censurable o nociva” es “ingenuay poco plausible"®. Por encima de todo, es en contra del igualitarismo. Las po- Titicas igualitarias, més obviamente las seguidas en la Rusia sovétca, crean una sociedad de uniformidad mo- nétona y sélo pueden implementarse mediante el uso cay del poder despérico, Aquellos mnas cercanos al liberalis: ‘mo, sin embargo, consideran la igualdad de oportuni- dades tan deseable como necesaria. Este fue el sentido ‘en que Jobn Major, repitiendo inverosimilmente a Marx, hhablé de su intencién de crear una sociedad sin clases. Una sociedad donde el mercado opera libremente pue- de producir grandes desigualdades econémicas, pero éstas no importan mientras personas con determina cién y capacidad puedan alcanzar posiciones que s¢ adecuen asusfacultades. La oposicion al Estado de bienestar es uno de los ras- 20s neoliberales més distintivos. El Estado de bienestar esvisto como el origen de todos los males, de manera pa- recida a como lo fuera el capitalismo para la izquierda revolucionaria. "Recordaremos el Estado de bienestar ‘con la misma sorna despreciativa con la que ahora con- templamos la esclavituel como medio de organizar un abajo eficaz, motivado”, dice un escritor. El Estado de bienestar “inflige un dafio enormemente destructivo a sus supuestos beneficiarios los vulnerables, los margina- dosylos desgraciados...debilita el espiritu emprendedor yvaliente de loshombresy mujeres individuales,y coloca tuna carga de profundidad de resentimiento explosivo bajo los fundamentos de nuestra sociedad libre". Qué produciré bienestar si el Estado de bienestar ha de ser desmantelado? La respuesta esl crecimiento eco némico guiado por el mercado. Por bienestar no debe- rian entenderse las prestaciones estatales, sino fa maxi- mizacién del progreso econémico, y, por consiguiente, de la riqueza global, derivada de permitira los mercados hacer sus milagros. Esta orientacién va normalmente acompatiada de un abandono de los problemas ecol6gi= ti cos por watase de historias para no dorms, Thatcher hho algin guifo al “captalisino verde", pero la acid tuna hasdo de hostidad. Los rieqgos eolégicos, ha dicho, son exageradoso inexistentes —unainvencién de faralisay_~ La evidencia apunta, por el contrario, hacia tina er de prosperidad mayor yas universal defo que Jamas sc haya conocido, Esta es una concepcion final de Tamodernzacin, que pictcamente decara cualquier limite al desarrollo econémico. "A diferencia de la sodaldemocraca elisa, el neol- beraismo es una tcora globalizadora,y ha colaborado muy direciamente con fuerzas globalizadoras. Los neo- Tiberalesaplican a escala mundial la Blosofia que les sua en sus compromisos mis locales El unde progre Sard mas se permite los mercadosfuncionar con pe (queda interferencias sin elas. Como defensores dela fhacign tradicional, no obstant, los neoberalesadop- tan una eorarealsa dela relaciones internacionales *fasociedad global es todavia una sociedad de Estados ‘acign,yen un mando de Estadoenacionesel poder o que cucata— Estar preparados para la gueri, y-el ‘hantenimiento de a fuerza militar, son elemeitos nee taros del papel de los Estados en el sistema internaco- tal Como la socaldemocracia ala antigua, el neolibers lumo se desarrollo en el orden bipolar y ext marcado porlas condiciones de sorigen. LAS DOCTRINAS COMPARADAS Puede parecer que el neoliberalismo haya triunfado cen el mundo. Después de todo, la socialdemocracia esti s 187-54 & e & inmersa en una confusion ideol6gica, ysi hace cineuen- taafios todo el mundo era planificador, ahora nadie pa- rece serlo. Es un trastocamiento considerable, ya que durante al menos un siglo los socialists se supusieron a simismosen la vanguardia dela historia ‘Con todo, mis que ser incuestionado, el neoliberalis ‘mo se encuentra en una situaci6n problematica, yes im- portante ver por qué, La raz6n principal es que sus dos ‘mitades —el fundamentalismo de mercado y el conser- vadurismo— estan en tension. El conservadurismo siem- pre signific6 un acercamiento cauteloso y pragmatico al cambio social y econémico—una actitud adoptada por Burke ante las reclamaciones mesiinicas de la Revolu- cién Friincesa—. La continuidad de la wradicién es esen- cial pafa la idea de conservadurismo. La tradicién com: tiene li'sabiduria acumulada del pasacio y proporciona, por cofisiguiente, una guia para el futuro. La filosofia de libré mercado toma una actitud bastante diferente, cifrando sus esperanzas para el futuro en el crecimiento econémico ilimitado producido por laliberacién de las fuerzas del mercado. Ladevociénal libre mercado, por un lado, y ala fami- liay nacién tradicionales, por otro, es contradictoria en. simisma, Se supone que el individualismo ya elecci6n, se detienen abruptamente en la frontera de la familia y de la identidad nacional, donde la.tradici6n debe per- manecer intacta. Pero nada hay mas disolvente de la tra icin que la “revolucién permanente” de las fuerzas del mercado, El dinamismo de las sociedades de mer- ccado socava las estructuras tradicionales de autoridad y fracciona las comunidades locales; el neoliberalismo crea nuevos riesgose incertidumbres que espera que los ww ciudadanos se limite a ignorar: Mas ain, descuida la base social de los propios mercados, que dependen de las propias formas comunales que el fundamentalismo de mercado contribuye indiferentementea disor. 2Qué ocurre con la socaldemocracia aa antigua? Po demos dstinguir un ramillete de ragos sociales que en el consenso sobre el bienestar keynesiano se daban por supuestos —todos ello han desintegrado posterior + un sistema social, y especialmente una forma de familia —en la que el marido ganaba el pan ylaes- pposa era ama de casa y madre—, que permian tuna definicién no ambigua de pleno empleo; ‘+ un mercado de trabajo homogéneo en el que los hombres amenazados por el desempleo eran prin ‘ipalmente trabajadores manuales dispuestosarea- lizar cualquier trabajo por un salario que asegura xa su supervivencia ya de sus familias; el predominio de la produecin en masa en secto- res bésicos de la economia, que tendia a crear condiciones de trabajo estables, aunque poco pro- ‘vechosas, para gran parte de la fuerza de trabajo; tun Estado elitista, con pequefios grupos de ficles cexpertos civicos en la burocracia estatal dirigien- do las politcasfscalesy monetariasa implementar; ‘economias nacionales que estaban sustancialmen- te contenidas dentro de las fronteras soberanas, ya {que el Keynesianismo asumfa el predominio de la economia doméstica sobre el comercio exterior enbienesy servicios ® Bl igualitarismo de Ia vieja iquierda tenfa intencio- nes nobles, pero ha llevado en ocasiones, como dicen sus detractores derechistas, a consecuiencias perversas —visibles, por ejemplo, en la ingenieria social que ha dejado un legado de viviendas de protecci6n oficial ru ‘nosas y convertidas en foco de crimenes—. El Estado de bienestar, considerado por muchos el nticleo de la pol tica socialdemécrata, crea hoy casi tantos problemas como los que resuel, ‘Los DEBATES RECIENTES Los partidos socialdemécratas, en Europa y fuera de ella, han sido muy conscientes de estas cuestiones, y al ‘menos desde comienzos de los aitos ochenta han veni- do respondiendo activamente a ellas. La necesidad de ccortar amarras con el pasado cobr6 mayor vigor con el ccolapso del comunismo de Europa oriental en 1989. La ‘mayoria de las partidos comunistas occidentales cam- biaron sus nombres y se acercaron a la socialdemocra- cia, mientras que en los pafses del este de Europa se for- ‘maron muevos partidos socialdemécratas. En el Reino Unido, el primer intento sistematico de alejarse de los principios socialdemécratas clsicos se ‘encuentra en el Informe Politico del Partido Laborista de octubre de 1987, Se formaron siete grupos de andli- sis, cada uno cubriendo un area politica diferente. Se suponia que el informe involucraria también al pabli- co, pero as reuniones piblicas fueron escasamente aten-

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