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Casa Canoas
Casa Canoas
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estigm atizado en esos años por algunos de tensión con las columnas redondas que Oscar Niemeyer, casa en
representantes de la teoría moderna com o Max emergen casi casualmente para sostener una Canoas, Río de Janeiro,
Bill o Ernesto Rogers.3Es que este artificio supone cubierta de límites imprecisos. También, a 1953
dividir los com ponentes tradicionales de la teoría diferencia de la casa Tugendhat, la naturaleza no
arquitectónica, rom per la tríada vitrubiana que puede ser enmarcada por los planos vidriados
obliga a someter la belleza a las leyes de la como un gran cuadro viviente, sino que fluye, se
tectónica, a las medidas y form as del habitar entremezcla, resulta reflejada en el interior en las
hum ano, para instalarse en el puro juego form al líneas serpenteantes de los muros de cierre y el
que exige redefinir todas las partes del edificio. límite ondulante de la cubierta. Pero esta relación
En efecto, si comparamos la casa en Canoas con no es casual ni ingenua. Com o bien afirma
una obra paradigmática com o la casa Tugendhat, Ferreira Martins, la arquitectura moderna
que tam bién está apoyada en la ladera de un brasileña implica tam bién la construcción de un
prom ontorio y plantea una inversión de los paisaje nacional. En este caso, el referente
niveles ya que se accede por la planta superior artificial, la arquitectura, es un m odo de
de los dorm itorios, los resultados de esta ruptura comprensión de acercam iento y conocim iento de
saltan a la vista. La necesaria y tensa relación la naturaleza tropical. Si de alguna manera la
entre la estructura de las columnas y los planos casa establece una relación de analogía
que conform an un recorrido en la obra de Mies conceptual con la naturaleza, es tam bién un
han desaparecido aquí. En Canoas, los muros observatorio de esa naturaleza, la hace visible a
semicirculares que definen las relaciones entre la mirada humana que es en definitiva la que
com edor y servicios y que sirven tam bién para selecciona fragm entos del entorno para arribar a
delim itar el espacio del estar, no poseen vínculos la construcción cultural del paisaje.4
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Mies van der Robe, casa La clara manifestación de esta necesidad casi direcciones ortogonales de muros y losas que
Tugendhat, didáctica de resaltar los contenidos de una construyen una tram a sobre la cascada rocosa.
Checoslovaquia , 1929
naturaleza local, está explícitam ente señalada en En Canoas, en cambio, la masa de piedra es una
la roca que asciende dividiendo la casa de la parte más de un sistema de composición de
Frank Lloyd Wright, Casa
de la Cascada, piscina. partes iguales, en la cual la form a orgánica de la
Pennsylvania, 1937 No es un «objet á réaction poétique» roca parece ofrecer la clave de composición de
corbusierano, tam poco tiene las características la pileta y la cubierta, com o demuestra el
de la roca que penetra en la Casa de la Cascada esquema dibujado por el mismo Niemeyer para
para fo rm a r el hogar, ya que en ambos casos el la primera publicación de la casa en 1954.5
elem ento orgánico contrasta por diversos m otivos Pero el gesto es más p ro fu n d o de lo que supone
con la arquitectura. En Le Corbusier el objeto la simplicidad del dibujo del arquitecto brasileño:
natural está colocado para generar una tensión la superposición de las form as sugiere que, al
entre obra humana y organicidad de la menos tem porariam ente, la arquitectura ha
naturaleza. En el caso de W rig h t, la roca parece abandonado la necesidad de identificarse com o
recordarnos que la composición ha nacido desde mimesis de una naturaleza ideal plagada de
allí, que la conform ación de la planta principal se relaciones numéricas, trazados reguladores,
ha m odelado a partir de este o bjeto natural, pero lógicas constructivas y medidas humanas, y
que su orden, su organización, surge de una adm ite finalm ente que su fuente de inspiración
poética individual que se asienta en un respeto es una naturaleza real y que son las form as de
por la naturaleza que tiene otros parám etros de esa naturaleza real, sinuosas y carentes de toda
composición. En este caso, las plantas iniciales lógica geom étrica, las que deben imitarse.
nos muestran una preocupación por definir las Espacio recorrible, ausencia de centralidad, la
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arquitectura de Canoas ha abandonado la Oscar Niemeyer,
dram aticidad de toda referencia a la tradición esquema de la casa en
Canoas, Río de Janeiro,
axial, pero enfrenta otros problemas. Redefinir
1953-
cerramientos, accesos, protecciones de luz y
sombra. La audacia del arquitecto lleva a
replantearlo todo. El artificio del enterram iento
deja al descubierto una casa tan ligera com o un
pabellón de exposición, sin compromisos, sin
tensiones. La regularidad, los designios de un
orden virtual representativo de una naturaleza
ausente que debe ser recordada frente al
desorden de lo real ha desaparecido; entre
naturaleza real y arquitectura no deben existir
diferencias que marquen el carácter artificial de
la intervención humana. En su lugar el objeto se
parece demasiado a aquello de lo cual la
tradición clásica deseaba destacarse: el desorden
m orfológico que nos rodea, el caos que había
rem plazado la armonía primigenia. Si el jardín de
Burle Marx había acom pañado esa ortogonalidad
mezclada con organicidad, original del
m odernism o brasileño y había hecho descender
hasta la naturaleza los gestos de la m odernidad,
el trabajo de Niemeyer desandaba el camino. La
arquitectura form a ahora parte de la poética del
jardín moderno, carece de m em oria y evocación,
se entremezclaba en sus juegos, celebraba la
libertad del arte frente a la ausencia de la
tectónica, condenada a desaparecer en las
entrañas de la m o n ta ñ a .*
Las imágenes del presente
1. Sobre Burle M arx ver del autor: "Del espado pictórico al cuadro ecológico. Los jardines de Burle Marx" en: Teyssot, Georges, Mosser, artículo fueron extraídas de
la siguiente bibliografía:
M onique: I glardini di occidente, Electa, M ilano, 1989.
Revista "L'architecture d'
2. SI la técnica perm ite el reto rno a la caverna, al subsuelo, la tríada vltrubiana en la cual se asientan los principios constitutivos de la disciplina
aujourd' hui" n° 52, 1954
puede disolverse y la arquitectura visible puede volver a ser únicam ente Venustas retornando a un diálogo directo con la naturaleza que le ha Revista "Domus" n° 678,
dado origen. Un claro ejem plo de ésto es el Laboratorio Schium berger (1982) de Emilio Ambasz. Este proyecto, se presenta com o un "jardín 1986 / B. Taschen: "Frank
texto" en el cual el arquitecto coloca sus signos favoritos, experim entando librem ente desde un reto rno al prim itivism o, en el cual no hay lugar Uoyd Wright". Ed. P. Góssel y
para la lógica industrial. Ella está contenida en el subsuelo, el sitio en el cual los laboratorios cum plen estrictam ente con el program a funcio nal,
G. Leutháuser / H. Mindlin:
"Modern Architecture in
perm itiend o que resurjan con fuerza en la superficie la serie de arquetipos que pertenecen a la historia de la cultura: utilitas y firm ita s se
BrazH". Edit. Reinhold
separan de venustas. Este tem a ha sido tra ta d o en profundidad por el au to r en “Entre el desierto y la ciudad. Naturaleza y arquitectura en Publishing Corporation /
América Latina", en Block, Revista de cultura de la arquitectura, la ciudad y el te rrito rio , Centro de Estudios de A rquite ctura C ontem poránea, Josep Ma. Botey: "Oscar
Universidad Torcuato Di Telia, N° 2, Buenos Aires, 1998, pág. 24 - 40. Niemeyer". Ed. G. Gili / 0.
3. La crítica de Ernesto Rogers fue publicada en Casabella n° 200, 1954; la de M ax Bill en Hábitat, 1954. Niemeyer: "Meu sosia e eu".
Editora Revan / Marta Iris
4. Ferreira M artins, Carlos: “Bajo aquella luz nació una arquitectura... Reflexiones en torno a la relación entre arquitectura y paisaje en Le
Montero: "Paisajes líricos".
Corbusier y la arquitectura brasileña", en Block, Revista de cultura de la arquitectura, la ciudad y el te rrito rio . C entro de Estudios de A rquite ctura
Ed. IRIS, octubre 1997
C ontem poránea, Universidad Torcuato Di Telia, N° 2, Buenos Aires, 1998, pág.76- 87. Para una definición de paisaje ver del a u to r y Graciela G. C. Argan: "El arte
Silvestri: "El paisaje en el arte y las ciencias humanas", CEAL, Buenos Aires, 1994.- moderno 1770-1970".
5. L'A rchitecture d 'A u jo u rd 'h u i N° 1954. Fernando Torres, editor
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