Você está na página 1de 18

Grupos Afroamericanos de Latinoamerica y el Caribe;

afrosenamerica.blogspot.com
Representaciones sociales sobre afrodescendientes:
la aventura cultural, la violencia sexual-género y luchas multidimensionales
Social representations of African descent: the cultural adventure, the sexual and gender violence
and the multidimensional struggles
Representações sociais sobre afrodescendentes: a aventura cultural, violência sexual-gênero
e lutas multidimensionais

Yeison Arcadio Meneses Copete


Universidad de Antioquia La investigación fue realizada con recursos
(Medellín, Colombia) propios. Agradecimientos a la Corporación
yearmeco@gmail.com Afrocolombiana de Desarrollo Social y Cul-
tural, carabantú, a la Facultad de Educación
por facilitar el espacio y a los docentes del de-
partamento de pedagogía por disponerse para
la investigación.

doi: 10.11144/Javeriana.mys18-37.rssa

Resumen Abstract Resumo


Las mujeres y hombres de ascendencia africa- The women and men of African descent are As mulheres e homens de ascendência africa-
na se representan socialmente como «objetos represented socially as "objects of cultural ad- na representam-se socialmente como «objetos
de aventura cultural». Existe una marca ins- venture". There is a brand that uses gender de aventura cultural». Existe uma marca ins-
trumentalizadora de la violencia del género- and sexual-based violence exacerbated by the trumentalizadora da violência de gênero-se-
sexo agudizada por la racialización del cuerpo, racialization of the body. It represents, objecti- xo agudizada pela racialização do corpo, a qual
la cual representa, cosifica y «enclaustra» las fies and "cloisters" women of African descent representa, coisifica e «enclaustra» as mulhe-
mujeres afrodescendientes en las categorías de into the categories of "hot bodies", "gusty", res afrodescendentes nas categorias de «corpos
«cuerpos calientes», «verracas», «fuertes»: cuer- "strong": chained bodies. Since social represen- quentes», «verracas*», «fortes»: corpos enca-
pos encadenados. Dado que las representacio- tations shape human behavior and social prac- deados. Dado que as representações sociais
nes sociales preforman los comportamientos tices, the discourses and imaginaries of men preforman os comportamentos humanos e as
humanos y las prácticas sociales, los discursos and women of African descent generate the práticas sociais, os discursos e imaginários so-
e imaginarios sobre hombres y mujeres afro- "disposal" of the relations that they establish bre homens e mulheres afrodescendentes ge-
descendientes genera la «desechabilización» de with mestizos and other human groups, inclu- ram a «descartavilização» das relações que eles
las relaciones que ellos y ellas establecen con ding their co-ethnic bonds. Similarly, these re- e elas estabelecem com pessoas mestiças e ou-
personas mestizas y otros grupos humanos, in- presentations make them more prone to sexual tros grupos humanos, mesmo com os seus
cluso con sus co-étnicos. De igual modo, las violence. For men, there is a continuity in the co-étnicos. De igual maneira, as faz mais pro-
hace más propensas a la violencia sexual. En discourse of "virile male" that "discards", "ob- pensas à violência sexual. No caso dos homens,
el caso de los hombres, hay una continuidad jectifies" and, in turn, preforms a construction há uma continuidade do discurso de «macho
del discurso de «macho viril» que «desechabili- of masculinity, sexuality, sexual identity and viril» que «descartaviliza», «objetifica» e por
za», «objetiviza» y a su vez preforma una cons- the relationship with other sexualities. Such sua vez preforma uma construção da masculi-
trucción de la masculinidad, la sexualidad, la representations lead men and women to avoid nidade, sexualidade, identidade sexual e o rela-
identidad sexual y la relación con otras sexuali- being affectionate and close in their interac- cionamento com outras sexualidades. Esse tipo
dades. Este tipo de representaciones lleva a los tions with the same sex, with their couples and de representações leva a homens e mulheres
hombres y mujeres por caminos del alejamien- in their social and family relationships. por caminhos do afastamento do ser afetuoso
to del ser afectuoso y cercano en el marco de e próximo no quadro do seu próprio sexo, nos
su mismo sexo, en las relaciones de pareja, so- relacionamentos de casal, sociais e familiares.
ciales y familiares. *Verraco: palavra colombiana para dizer de pes-
soa que não se deixa abater, que não vai parar
até ter sucesso, perseverante, persistente, atura-
dora, lutadora.

Palabras clave Keywords Palavras-chave


representaciones sociales; afrodescendencia; social representations; African descendents; representações sociais; afrodescendência; pro-
profesorado; sexo; género; racialización faculty; sex; gender; racialization fessorado; sexo; gênero; racialização

76 / Mem.soc / Bogotá (Colombia), issn 0122-5197, 18 (37): 76-92 / julio-diciembre 2014


Introducción formación de maestros en la Facultad de Educa-
ción de la Universidad de Antioquia. Investigación:
«Las representaciones sociales son una construc- Representaciones sociales sobre afrodescendencia
ción humana, pero una construcción con un fuer- en procesos de formación de maestros en la Facul-
te significado ontológico, pues ellas representan tad de Educación de la Universidad de Antioquia,
los referentes de las prácticas sociales, del conoci- 2012-2013. Tesis requisito para optar por el título
miento y de los sistemas de acciones»1. Entonces, de magíster en Educación de la Universidad Pon-
develar las representaciones sociales sobre afro- tificia Bolivariana-Medellín.
descendientes permite evidenciar el lugar de las
y los afrodescendientes en la sociedad. Es decir, Ruta metodológica
los discursos, ideas, ideologías, imágenes e ima-
ginarios generalizados, sentidos comunes, guar- El acercamiento a las representaciones sociales debe
dan una relación directa con el lugar que ocupan ser plurimetodológico, pues no existe un solo mé-
en cuanto a posibilidades laborales, ascenso so- todo que pueda dar cuenta de su complejidad. Si-
cial, relaciones amorosas, afectivas, familiares y guiendo a Abric, básicamente existen dos tipos
en las relaciones cotidianas del diario vivir. de métodos para acercarse al contenido de las re-
En este sentido, las representaciones sociales cons- presentaciones sociales: los interrogativos y los
tituyen la marcación de las disputas que enfren- asociativos. Entre los primeros, se encuentran la
tan en el día a día los sujetos afrodescendientes entrevista, el cuestionario, el dibujo y la aproxima-
por la ciudadanía, el derecho a ser hombre o mu- ción monográfica, la cual puede incluir encues-
jer, la construcción de su masculinidad y femini- tas sociológicas, análisis históricos, observación y
dad y el derecho a ocupar un lugar dignificante técnicas psicológicas. Los métodos asociativos in-
en las sociedades. Asimismo, las representaciones cluyen la asociación libre y la carta asociativa. Por
patriarcales, racistas y sexistas afectan las relacio- otro lado, se encuentran los métodos que abordan
nes internas de las comunidades y los procesos la organización y la estructura cognitiva de las re-
organizativos afrodescendientes. Ser mujer, hom- presentaciones, entre los cuales se encuentran la
bre en clave de nuevas masculinidades, lesbiana, constitución de pares de palabras, la compara-
homosexual, bisexual, intersexual, transexual o ción pareada y los métodos de jerarquización de
travestí afrodescendiente es todavía un tabú en el los ítems2. La presente investigación se inscribe en
marco del movimiento, por tanto existen las rei- el paradigma cualitativo con enfoque sociocrítico,
vindicaciones sociales, económicas y políticas que tipo explicativo-descriptivo y agenciados por los
hacen ellos y ellas. Tal indagación demandó del métodos de la teoría fundamentada en datos y el
encuentro de diversos métodos y técnicas de in- análisis crítico del discurso. Este paradigma y en-
vestigación que dieran fijeza y posibilitaran la re- foque reaccionan contra el reduccionismo del pa-
colección de datos relevantes y confiables para radigma positivista con su excesivo objetivismo y
abordar una temática de tanta sensibilidad como carácter conservador, y la propensión al subjetivis-
lo es el vínculo entre las categorías afrodescen- mo del interpretativo:
dencia, sexo, género y raza, a partir de discursos,
imaginarios, percepciones, concepciones, y repre- La reflexión en torno a este enfoque investigativo tie-
ne una doble vertiente que se retroalimenta de for-
sentaciones sociales de docentes y estudiantes. ma permanente, en primer orden, está la tradición de
pensamiento de la Teoría Crítica de la Sociedad, de-
Técnicas y métodos sarrollada ampliamente por la Escuela de Frankfurt,
con el ánimo de disertar en contra de la tradición po-
sitivista de la investigación científica3.
Objetivo general. Analizar las representaciones so-
ciales sobre afrodescendencia en los procesos de
2 Jean Claude Abric, Prácticas sociales y representaciones (México
D.F.: Ediciones Coyoacán, S.A. de C.V, 2001), 54.
1 Fernando Gonzales Rey, «Subjetividades sociales, sujeto y repre- 3 Haider J. López Parra, Un enfoque histórico-hermenéutico y críti-
sentaciones sociales», Revista Diversitas - Perspectiva psicológi- co-social en psicología y educación ambiental (Medellín: Universi-
ca 4, no. 2 (2008): 237. dad Pontificia Bolivariana, 2001), 133.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 77


La investigación cualitativa con enfoque sociocríti- El análisis de la información
co parte de una concepción social holística, plu-
ralista, dialógica y horizontal. Los seres humanos El proceso de análisis de la información recolecta-
son cocreadores de su propia realidad, en la que da comienza a partir de la colaboración de las
participan a través de su experiencia, su imagina- y los participantes de la investigación. El análi-
ción e intuición, sus pensamientos y acción; ella sis es un proceso complejo y se realizó a partir
constituye el resultado del significado individual del enfoque sociocrítico, agenciado por el en-
y colectivo. Finalmente, la indagación se sirvió de cuentro entre la teoría fundamentada y el análisis
los métodos análisis crítico del discurso y la teo- crítico del discurso. En este orden de ideas, la pre-
ría fundamentada en datos. sente investigación se presenta bajo el carácter de
la investigación multiestratégica con un enfoque
Instrumentos y técnicas sociocrítico. El análisis consideró las estructuras
y unidades del discurso: palabras, oraciones, pá-
La información fue recolectada a través de las si- rrafos y páginas. El discurso «es el término ge-
guientes técnicas e instrumentos inicialmente: neral que se refiere a un producto verbal-oral o
los grupos focales de discusión y entrevistas en pro- escrito del acto comunicativo»4. La teoría funda-
fundidad, dada su pertinencia para efectos de mentada permitió el ordenamiento conceptual,
observación, análisis y reflexiones a partir del categorización, análisis, codificación y la teoriza-
pensamiento de las y los participantes. Esto per- ción de la información recolectada:
mitió acercarse desde una perspectiva individual
y colectiva al tema investigativo de manera flexi- La teoría fundamentada se refiere a una teoría de-
rivada de datos recopilados de manera sistemática
ble. Asimismo, hizo posible el análisis en pro- y analizados por medio de un proceso de investi-
fundidad en torno a las representaciones sociales gación. En este método, la recolección de datos, el
sobre afrodescendencia de docentes y futuros do- análisis y la teoría que surgirá de ellos guardan una
estrecha relación entre sí […] debido a que las teo-
centes en los procesos de formación de formado-
rías fundamentadas se basan en los datos, es más
res. Este tipo de técnicas ofrecen ventajas cuando posible que generen conocimientos, aumenten la
se indaga por sentimientos, actitudes, creencias, comprensión y proporcionen una guía significativa
concepciones, percepciones y discursos. para la acción5.

Tabla 1. Instrumentos y técnicas Este proceso se realizó de manera manual apoyado


Instrumento o
Participantes
en el uso del software atlas.ti 6.2, un software
técnica
especial utilizado en el procesamiento y análi-
• 5 directivos docentes universitarios. sis de datos en la investigación tipo cualitativa
• 12 docentes universitarios.
Docentes de cátedra
y cuya estructura está diseñada tomando como
mayoritariamente, ocasionales y punto de referencia la teoría fundamentada en
de planta que orientan asignaturas
vinculadas al Componente común
datos. A través de esta herramienta se facilita el
Entrevista en
profundidad
de pedagogía: formación ciudadana procesamiento, la codificación, la categorización
y constitución política; historia
semiestructurada y el análisis de textos escritos, imágenes, audios y
teoría y gestión curricular; políticas
públicas y legislación educativa; video-materiales. Este permite trabajar con uni-
historia, imaginación y concepción dades hermenéuticas, documentos primarios, ci-
del maestro; cibercultura, medios y
procesos educativos; y evaluación tas, códigos («codes»), anotaciones («memos»),
educativa y de los aprendizajes. familias, y networks (redes).
• 5 maestros en formación de
ascendencia africana.
• 12 maestros en formación
Grupo focal de
pertenecientes al curso de gestión y 4 Teun A. Van Dijk. Ideología, un enfoque multidisciplinario (Sevilla:
discusión
cultura escolar 2012-2. Editorial Gedisa, S.A, 2006), 247.
• 19 estudiantes del curso: pedagogía, 5 Anselm Straus y Juliet Corbin, Bases de la investigación cualita-
discapacidad y diversidad, 2012-2. tiva. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría funda-
mentada (Medellín: Universidad de Antioquia, Facultad de Enfer-
Fuente: elaboración propia mería de la Universidad de Antioquia, 2002), 13-14.

78 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014


Hallazgos y resultados encontrados en algunos de los docentes que re-
lacionan la alegría, la voluptuosidad del cuerpo
Medios de comunicación: «cuerpos y «la calentura» con las mujeres de ascendencia
encadenados», «cuerpos calientes» africana. Esto las hace más vulnerables a violen-
cias sexuales, que pueden ir desde el tomarlas
La mujer negra en la televisión tradicionalmente es- como «un juego de mi experiencia sexual», has-
taba o acostándose con el protagonista que era casado,
que tenía su mujer y que tales entonces fue la concubi-
ta condiciones violentas en la intimidad de múl-
na o era sirvienta o era la bruja del pueblo digamos la tiples dimensiones. Sería importante rastrear la
bruja del pueblo (Entrevista a docente universitario)6. «condición de las mujeres afros» en contextos de
prostitución para profundizar en esta idea:
«En cuanto a la(s) identidad(es) de las mujeres ne-
gras, desde los remotos tiempos de la esclavitud Los etiquetajes y representaciones actuales guardan
relación con una matriz original, creada en la época
y servidumbre hasta los actuales, ellas han sido
colonial (las mujeres negras como seres hipersexua-
representadas por otros y por otras»7; particular- les, y por lo tanto objetos para el uso sexual), dichos
mente en los medios de comunicación las mujeres estereotipos racistas y sexistas adquieren hoy en día
de ascendencia africana son concubinas8, brujas y formas plurales10.
sirvientas. Los cuerpos de las mujeres de afrodes-
cendientes son circunscritos en el concubinato, la En este mismo orden de ideas, se logra evidenciar
servidumbre, el embrujo y el desechabilismo. Este que la representación social del «buen sexo» de los
último se entiende como encuentro entre la repre- hombres de ascendencia africana, propagada por
sentación social asociada al sexo y sexista sobre la los medios de comunicación11, 12 y otras institucio-
mujer afro, y las relaciones y prácticas «de uso y nes como la escuela, es decir, las ideas, prejuicios y
consumo» que le acarrean cargar con estas repre- estereotipos en relación con el sexo tanto de hom-
sentaciones. Coincide con las mujeres afrodescen- bres y mujeres afrodescendientes relieva y sitúa en
dientes del Ecuador en el sentido en que un lugar de desechable a estas personas. Es decir,
hombres y mujeres afrodescendientes suponen ser
[...] hoy son pensadas y representadas más bien desde «objetos» de «experimentación y violencia sexual»
y para el placer/experimentación sexual de los demás, para personas de otras etnias o grupos humanos.
a la vez que «imaginadas», «aceptadas» y «reconoci-
das» desde lo exótico, reproduciendo, así, las repre-
Entonces, el encuentro y las relaciones entre es-
sentaciones racistas y sexistas del pasado. Esta visión tas personas muestran una tendencia a enfrentar
«exotizante» sobre las mujeres negras se constituye, el filtro del prejuicio racial del sexo:
entonces, en una nueva forma de reducirlas a objeto y
de invisibilizarlas como sujetos sociales9.
Las mujeres negras en el imaginario europeo encarna-
ban el pecado, la liberalidad sexual, la conducta des-
Asimismo, hay una coincidencia entre algunas de viante, la pasión sin límites que deleitaba y atraía a los
hombres blancos, quienes la hicieron objeto de placer
estas representaciones sociales con los discursos
y en muchas ocasiones las lanzaron a la prostitución13.

Como lo afirma uno de los docentes universitarios


6 Fernando Estrada, entrevistado por el autor, Medellín, 17 de ju-
entrevistados:
nio, 2012.
7 Doris Lamus Carnavate, El color negro de la (sin) razón blanca:
el lugar de las mujeres afrodescendientes en los procesos orga- Es un mito, aquí tuvimos, pues, nuestro amigo el fut-
nizativos en Colombia (Bucaramanga: Universidad Autónoma de bolista Asprilla, ¿cierto? Pero estas imágenes a mi juicio
Bucaramanga, 2012), 43.
8 Por todas las atenciones, diligencias, conocimientos y encantos
personales, muchas esclavizadas terminaron siendo las concu-
binas de sus amos, llegando incluso a rivalizar con las legítimas 10 Hernández Basante, «Entre discursos», 118.
esposas de aquellos señores. Véase: Sergio Antonio Mosquera Mos- 11 Juliana Uribe, «Cómo es tener sexo con… “El Tino” Asprilla».
quera, Don Melchor de Barona y Betancourt y la esclavización en el http://www.soho.com.co/testimonio/articulo/como-tener-sexo-
Chocó (Quibdó-Chocó: Alto Vuelo Comunicaciones, 2004), 223. con-el-tino-asprilla/8125 (consultado el 27 de junio de 2014).
9 Kattya Magdalena Hernández Basante, «Entre discursos y me- 12 Gloria Franco, «El Tino, ¿ahora actor porno?». http://www.eltiem-
táforas: representaciones sobre los cuerpos de las mujeres po.com/archivo/documento/CMS-13163183 (consultado el 27 de
afroecuatorianas» (Tesis de maestría, Facultad Latinoamericana junio de 2014).
de Ciencias Sociales, sede Ecuador, 2009), 56. 13 Mosquera Mosquera, Don Melchor, 100.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 79


venden, son imágenes de venta de los prejuicios. Yo leo Para el caso de la mujer de ascendencia africana,
esto y me imagino lo que te decía ahora ¿cierto? Que hay una marcada exotización y erotización del
una europea, una gringa blanca, mona si viene a Améri-
ca Latina o va al África, es decir tiene que acostarse con cuerpo que impulsa violencias de sexo-género
un negro porque digamos que eso pues es la sensación sobre ellas. Es decir, las imágenes y discursos que
de la vida ¿cierto? Y creo que esa es una vaina terrible, posicionan percepciones tales como «la amante»,
porque primero pues eso es un estereotipo sin sentido,
profundiza, digamos en la idea de que los negros son
«buena para el sexo», «mujer caliente», «sirvien-
pa’l sexo y las negras son para el sexo ¿cierto?14. tes», «fuerte», «el cuerpo caliente», «la generaliza-
ción de los labios y nalgas prominentes», etc., se
Además, la representación social de hombres y mu- superpone a los discursos que vinculen las mu-
jeres afrodescendientes tiende, también, a la ani- jeres afrodescendientes con las ciencias, la polí-
malización. Es decir, los medios de comunicación tica y la intelectualidad. Es más, se tergiversa su
difunden discursos e imágenes que vinculan el imagen, se le descarta como representación de
ser afrodescendiente con un animal, recurriendo la belleza y como sujeta política, histórica e in-
generalmente a la relación «biologicista racialis- telectual, y, por consiguiente, se construye una
ta» del color de la piel de las y los afrodescen- desechabilización sobre ellas: «Este estereotipo
dientes y el color del animal: persigue a las mujeres negras donde vayan, como
trabajadoras del hogar suelen ser acosadas se-
En estos días yo le decía a una familiar que está en la xualmente y hasta violadas por los patrones, pero
casa, eh estábamos viendo esa novela de ese programa
lo mismo pasa en otros espacios, independiente
de Umaña, en donde carajos esta Umaña de Caracol, y
vos ves que al policía, al negrito, hay uno negro y uno del estrato social o del nivel académico»17.
blanquito que trabajan en la comisaria. Al negrito le di- Los textos escolares, la literatura en particular, ha-
cen golero y golero se le dice al gallinazo en la costa; en- cen parte de los dispositivos a través de los cuales
tonces se asocia el negro el gallinazo al chamao porque
es negro (Entrevista a directiva docente universitaria)15. viajan los discursos, imaginarios y prácticas sobre
las mujeres de ascendencia africana. Las mujeres
Representaciones racializadas, violencia de sexo- afrodescendientes son representadas en la litera-
género y medios de comunicación tura solo como «sirvientes». En el análisis literario
no parece ser un tema de análisis y de cuestiona-
«La negra para limpiar, la mulata para la cama y la miento18. Son episodios que se pasan, se obvian, lo
blanca para esposa» Refrán popular. cual soporta la naturalización de lugares de repre-
sentación para sujetos femeninos en la sociedad19.
Los medios de comunicación ejercen una influencia Esto corresponde a un entremezclamiento de la
fuerte en la reproducción de estereotipos raciales condición «racial o étnica y la condición del géne-
y en la configuración de imaginarios y represen- ro» la cual afecta mayoritariamente a las mujeres:
taciones sociales:
O sea, en la literatura sí es vidente esa relación,
Varias y diversas aproximaciones al tema de las repre- ­entonces por ejemplo Carrasquilla en muchos de esos
sentaciones de afrodescendientes u otros subalternos textos habla, por ejemplo, de la sirviente negra en fru-
en la literatura, el cine y la televisión (Said, 1990; Hall, tos de  mi tierra, si no estoy mal, si no me acuerdo,
1997, 2010; Barker, 2003; Van Dijk, 2003; Moreno, habla de la sirviente negra que tienen en la casa (En-
2010) o en la conciencia colectiva de una nación (Fre- trevista a directiva docente universitaria)20.
yre, 1977), permiten instalar un listado de estereotipos
persistentes en el tiempo y transversales en el espacio16.

17 Betty Ruth Lozano Lerma, «Mujeres negras (sirvientas, putas, ma-


tronas): una aproximación a la mujer», Revista de Estudios Lati-
noamericanos 1, no. 49 (2010): 153.
14 Jaime Alberto Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor, Mede- 18 Vargas Álvarez, «Azúcar», 49-50.
llín, 16 de agosto, 2012. 19 Lina del Mar Moreno Tovar, «La historia blanqueada: represen-
15 Beatriz Henao, entrevistada por el autor, Medellín, 16 de julio, 2012. taciones de los africanos y sus descendientes en Antioquia a
16 Lina María Vargas Álvarez, «Azúcar: Un relato de raza y nación en través de la obra de Tomás Carrasquilla», Memoria y Sociedad
la televisión colombiana» (Tesis de maestría, Universidad Nacio- 14, no. 28 (2010): 67-84.
nal, 2011), 49-50. 20 Henao, entrevistada por el autor.

80 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014


La mirada o la representación social en torno a las que remodela y reconstituye los elementos del medio
mujeres de ascendencia africana está permeada en el que el comportamiento debe tener lugar. Llega
a dar un sentido al comportamiento, a integrarlo en
por la cosificación y la desechabilización de las re- una red de relaciones donde está ligado a su objeto.
laciones que se pueden construir con ellas. Esto Al mismo tiempo proporciona las nociones, las teo-
impone conductas violencias de género-sexo en la rías y el fondo de observaciones que hacen estables y
eficaces estas relaciones22.
cotidianidad, en la vida familiar, en la vida de pa-
reja, en la vida laboral, escolar y en el ejercicio del
Los medios de comunicación, tales como la tele-
ser ciudadanas, pues la representación social per-
visión, las revistas y la prensa, ejercen una fuer-
mea la conducta de los sujetos y puede llevar a
te influencia en la reproducción de estereotipos
impulsar mucha más violencia ante eventos como
raciales. Para el caso de la mujer de ascendencia
violaciones o en escenarios de prostitución en rela-
africana, hay una marcada exotización y erotiza-
ción con mujeres de otras etnias. Desde otro pun-
ción del cuerpo que impulsa violencias de géne-
to de vista, el proceso de la desechabilización no es
ro sobre ellas; ella puede ser la amante pero no la
un asunto solo de mujeres, sino también de los
esposa, lista para la cama, buena para el sexo, etc.,
hombres de ascendencia africana. Las representa-
pero no cabe un lugar de mujer pensante, culta
ciones sociales erotizadas y exotizadas de la sexua-
y que pueda ser la compañera en relaciones du-
lidad de los hombres de ascendencia africana van
raderas. Esto puede marcar las violencias sexua-
en la misma dirección de las mujeres; claro está
les, puesto que la representación social permea la
que las violencias son más fuertes en las mujeres
conducta de los sujetos y puede llevar a impulsar
por las implicaciones históricas que representa el
mucha más violencia (es necesario indagar sobre
ser mujer en la humanidad y se radicalizan las ex-
mujeres afro víctimas de violaciones o en prosti-
clusiones, la subalternización y la violencia sexual.
tución desde esta perspectiva). Entonces, superar
El ser hombre afrodescendientes, según el imagi-
esta condición implica transformar:
nario y las representaciones sociales, está asocia-
do «al tamaño de sus genitales», «el buen sexo», Los imaginarios sociales que nos (les) hacen objeto de
«el sexo salvaje», «alegre», «desprendido», «luju- uso y derecho de los hombres y que definen nuestros
rioso», «fuerte», etc. La deshumanización es tal cuerpos solo en términos de una sexualidad cosificada
como cuerpos para la sexualidad o para el trabajo do-
que no cabe lugar para pensar este sujeto como
méstico, como objetos deshumanizados de observa-
una persona que piensa y siente, y tampoco re- ción para el turismo o como pretextos para la caridad.
presenta un ideal de belleza e intelectualidad. Por Se necesita una organización social que no jerarquice
consiguiente, los vínculos sentimentales entre a los seres humanos por ninguna condición, ni social
ni económica ni étnica ni sexual ni «racial». La única
personas mestizas y personas afrodescendientes, condición que se ha de tener en cuenta es la humana.
generalmente, son vínculos desechables y pro- Se precisa una organización social que flexibilice los
ductos del deseo de la persona mestiza «por vivir roles de género, permitiéndoles a los hombres vivir su
plenitud de seres humanos y a las mujeres tener auto-
su experiencia sexual» con «un negro» o con una nomía sobre sus cuerpos y sus vidas23.
«negra». La conducta de la fantasía sexual está
determinada por las representaciones sociales La mujer afrodescendiente: mujer de luchas
sexuadas, erotizadas y exotizadas de la afrodes- multidimensionales
cendencia: «Aquí en Colombia dicen que el pene
del afro es grande, que no vive si no pensando en «La historia de las mujeres negras en Colom-
su exoticidad. Es decir, es como el salvaje, es el bia está inscrita en un contexto simultáneo de
salvaje erotizado que no vive, ni piensa» (Entre-
vista a docente universitario)21. En este sentido,
22 Serge Moscovici, El psicoanálisis, su imagen y su público (Buenos
Las representaciones sociales son una preparación Aires: Editorial Huemul S.A, 1979), 32.
para la acción, no lo es solo en la medida en que guía 23 Betty Ruth Lozano y Bibiana Peñaranda, «Memoria y reparación ¿y
el comportamiento, sino sobre todo en la medida en de ser mujeres negras que? », en Afro-reparaciones: memorias de
la esclavitud y justicia reparativa para negros, afrocolombianos y
raizales, ed. Claudia Mosquera Rosero-Labbé y Luiz Claudio Bar-
celos (Bogotá D.C: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de
21 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor. Ciencias Humanas, Centro de Estudios Sociales (ces), 2007), 722.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 81


poder patriarcal, dominación colonial, violencia Según lo manifiestan los participantes,
y fragmentación»24. La recreación del modelo y
sistema de dominación colonial patriarcal en las Una mujer afrodescendiente es una mujer que le toca
enfrentarse doble y triplemente para ser reconocida.
comunidades de ascendencia africana y en la so- Tiene que ganarse el doble y el triple; y tiene que por
ciedad en general ubica a las mujeres afrodescen- otra parte defenderse por aquel estigma de que una
dientes en múltiples cuadros de dominación. Este mujer afro es sexualidad, es baile, es todo eso. Enton-
ces, creo que con las mujeres afros hay que hacer un
escenario las postra en los peldaños más bajos de
trabajo muy fuerte de recuperación de la palabra en lo
la pirámide social, puesto que las enfrenta a lógi- público (Entrevista a docente universitario)28.
cas multidimensionales como la discriminación,
la estereotipación, la cosificación y la racializa- En el contexto estadounidense, feministas afroame-
ción del cuerpo: el ser mujer, ser mujer afrodes- ricanas plantean que no se puede concebir una única
forma de opresión de género, puesto que las mujeres
cendiente, estar en condición de precariedad negras esclavizadas no fueron constituidas como «mu-
económica y en algunos casos se suma el hecho jeres», del mismo modo que las mujeres blancas (Ha-
de ser víctima del desplazamiento forzado oca- raway, 1995, en Cogollo, Flórez y Ñañez, 2004, p. 199).
De acuerdo con sus argumentos, las mujeres negras no
sionado por el conflicto sociopolítico. Además, se integraban al sistema de parentesco a través del ma-
estas se enfrentan contra las paredes y hormas trimonio (como sí lo hacían las blancas) y, por tanto no
del feminismo racializado, las que las reivindica- eran «sujeto» propiedad del patriarca (como si lo eran
sus esposas blancas); su posición era más bien la de
ciones étnico-raciales no tienen lugar. «Todavía
«objeto» de la familia del patriarca. En ese caso, la espo-
se ve mucha discriminación en el interior (sic) de sa blanca, aún siendo mujer como la negra, era ama, no
los procesos de mujeres mestizas»25, lo que hace solo de la casa sino también de la gente negra esclaviza-
que la lucha de la mujer negra o afrodescendien- da. En este sentido, las denuncias contra el patriarcado
no pueden obviar la esclavitud como una institución
te se agencie desde múltiples dimensiones: in- colonial que convertía, tanto a hombres como mujeres,
ternas (el desarrollo de agendas organizativas y en propiedad enajenable de la familia y que superponía
políticas propias y autónomas desde su condición otra forma de opresión distinta a la patriarcal29.
de mujer, desmotar el afropatriarcado y la cas-
tración femenino-creativa26, instituir la lucha por En este sentido,
la emancipación y la superación de la ausencia o
[...] una mujer afro es una mujer que tiene que resol-
transversalización en los procesos etnicos inter- ver su condición de mujer, su exclusión de mujer, su
nos del movimiento afrocolombiano) y externas exclusión de afro y que al mismo tiempo tiene que
(visibilizar la lucha contra el racismo en el seno resolver dentro del mundo de las comunidades afros
de las organizaciones de mujeres). también […] no ha tenido un reconocimiento como
mujer en lo público y que tiene que ganarse el lugar en
lo público (Entrevista a docente universitario)30.
Es necesario poner en evidencia que el racismo y el
sexismo constituyen realidades que no les permiten
llevar una vida digna a las mujeres negras. Aquí no se Entonces, el costo de las mujeres de ascendencia
trata de ser «negras» dentro del movimiento negro ni africana cuando se pelea en el escenario de lo pú-
de ser «mujeres» dentro del movimiento feminista: se
blico es doble: en el caso de Piedad Córdoba, ser
trata de ser «mujeres negras»27.
afrocolombiana y su condición de mujer la en-
frenta en el escenario de la política y del debate
social. Es la confabulación entre la condición del
24 Doris Lamus Carnavate, El color negro de la (sin) razón blanca: sexo-género, lo racial y la etnicidad para configu-
el lugar de las mujeres afrodescendientes en los procesos orga- rar una violencia radical; un odio impredecible:
nizativos en Colombia (Bucaramanga: Universidad Autónoma de
Bucaramanga, 2012), 42.
25 Lamus Carnavate, El color negro, 95.
26 En la opinión del autor, el patriarcado y la dominación del hombre
hacia la mujer agencia múltiples actitudes y comportamientos en 28 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.
lo político, social, cultural y económico, los cuales están atravesa- 29 Julia Cogollo; Juliana Flórez-Flórez y Angélica Ñañez, «El patriarca
dos por hacer o declarar de manera imaginada a la mujer como imposible: una aproximación a la subjetividad masculina afroca-
poco creativa e ingeniosa. Se le desplaza de la intelectualidad y ribeña», en Conflicto e (in) visibilidad. Retos en los estudios de
se le «incapacita» para crear e imaginar sobre todo en el contexto la gente negra en Colombia, ed. Eduardo Restrepo y Axel Rojas
de lo público, la esfera en disputa. (Popayán: Universidad del Cauca, 2004), 199.
27 Lozano y Peñaranda, «Memoria», 719. 30 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.

82 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014


Un personaje como Piedad Córdoba, su estigmatiza- con necesidad de ser explicada, pues es impor-
ción no es porque es mujer y porque es negra y porque tante eludir a toda costa la culpa del prejuicio.
todo lo que ella hace sabemos que la censuran no es
porque es inepta. No, porque es negra. Una negra con Los vínculos afectivos con mujeres afrodescen-
todos los adjetivos calificativos groseros insultantes dientes supone para algunos hombres mestizos
que se le pueden ocurrir a todo el mundo. He visto la superación del estereotipo y la discriminación:
cómo la insultan en los aeropuertos, ¿cierto? Es una
cosa terrible y los adjetivos son cargados de mujer y
«En realidad yo las valoro en igual nivel de belle-
negra (Entrevista a docente universitario)31. za, me parece pues que no tengo ningún prejuicio
en ese sentido. He tenido novias afrodescendien-
«Las representaciones sociales en el marco de las tes» (Entrevista a docente universitario)37. En la
relaciones de poder mistifican, legitiman y na- misma vía, existen las estigmatizaciones y este-
turalizan formas de acceso al poder, exclusión, reotipos racializados que enclaustran su condi-
practicas de marginalización»32. Superar la con- ción mujer: «Donde haya una mujer negra está
dición de exclusión, racialización y dominación la alegría, está el sabor, está el baile, está la tra-
de la mujer afrodescendiente implica, parafra- dición, está el folclor, está toda la poesía que es
seando a Lozano Lerma, definir por ellas mis- de hecho ser mujer negra» (Entrevista a docen-
mas su objetividad y subjetividad. Necesitan te universitaria)38. En contraposición, se plan-
reinterpretarlo todo33. En este mismo sentido, tea la idea rupturista que desvincula el fenotipo
con la inteligencia y la alegría, por ejemplo:
Para que las mujeres negras podamos ser reparadas,
compensadas, restauradas; para que la justicia sea una Lo he visto en casos de estudiantes nuestros que son
realidad que transforme nuestra vida de mujeres ne- las mujeres las que salen a trabajar y es el hombre el
gras debemos apropiarnos de nuestros cuerpos, pues el que, a ver la plata a ver vaya venda chuzos o venda ma-
cuerpo es nuestro territorio, el ámbito de nuestras vi- zorcas allá y trabaje toda la noche venga estudiar aquí
das y de nuestro mundo. Las mujeres negras también a la universidad y a ver mi plata si la inteligencia no es
debemos acceder a la propiedad de nuestros bienes fenotípica la alegría yo creo que tampoco» (Entrevista
materiales y simbólicos. Debemos acceder a los esce- a docente universitaria)39.
narios políticos públicos donde se definen el presente
y futuro de los pueblos34.
Esto evidencia, como ya lo había señalado la intelec-
tual afrocolombiana Mara Viveros, la necesidad
Las representaciones sociales sobre las muje-
de analizar «las representaciones sociales sobre
res afrodescendiente, el cuadro de dominación,
las mujeres afrodescendientes, resistencias mas-
plantea grandes desafíos, puesto que las estigma-
culinas al cambio, la dominación masculina»40,
tizaciones y estereotipos hacen de ella «objetos
los roles de género en familias afrocolombianas,
de aventura cultural». Esto se infiere cuando se
el ascenso social, la participación en política, etc.
manifiesta: «si a mí me ponen una mujer blanca o
El reconocimiento de las diferencias plantea grandes
criolla y una negra, y dice a quién quiere conocer
tensiones. Por un lado, la afirmación se compor-
más yo escogería a la negra, pero más como por
ta como ausente en las discusiones humanas, por
el acercamiento cultural, más como para conocer
ejemplo los derechos de las mujeres. Entonces, se
más» (Entrevista a docente universitario)35. De
recurre a diferentes planteamientos para indicar
este modo, se evidencia una convergencia entre la
que son «prácticas culturales» y esa es la norma
mujer como «aventura cultural»36 y una valoración
de la comunidad. Sin embargo, de otra parte, se

31 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.


32 Caroline Howarth, «A social representation is not a quiet thing: y no implica compromiso, afecto, valoración, conocimiento públi-
exploring the critical potential of social representations theory», co, matrimonio, construir familia y menos amor o enamoramiento.
British Journal of Social Psychology 45, no. 1 (2006): 65-86. Es simple y llanamente «vivir la experiencia para comprobar los
33 Lozano Lerma, «Mujeres negras», 148. estereotipos y poder contar cómo actúa su objeto sexual».
34 Lozano y Peñaranda, «Memoria», 722. 37 Palacio, entrevistada por el autor.
35 Neil Palacio, entrevistada por el autor, Medellín, 15 de agosto, 2012. 38 Gloria Zapata Marín, entrevistada por el autor, Medellín, 25 de ju-
36 En este contexto, la aventura cultural consiste en el deseo sexual lio, 2012.
deshumanizante, estereotipado, racializado, violento, colonial y 39 Henao, entrevistada por el autor.
cosificante del hombre o mujer mestiza hacia una persona de as- 40 Mara Viveros Vigoya. «Teorías feministas y estudios sobre varones
cendencia africana. Es un encuentro sexual habitado solo por la y masculinidades. Dilemas y desafíos reientes», La manzana de la
violencia lujuriosa, sometimiento, explotación y clandestinización, discordia 2, no. 4 (2007): 25-36.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 83


manifiesta la tensión por el grado en el que es- lingüístico de reconocimiento camaleónico, el
tructuras patriarcales han permeado la cultura de cual se presenta bajo el congraciamiento, marcos
estas comunidades y pueblos. Es interesante seña- de representación positiva de la afrodescendencia.
lar que las comunidades no se encuentran aisladas Sin embargo, la plataforma del reconocimiento
del paradigma occidental y sus formas de operar, se hace desde la perspectiva del «ostentoso de la
y lo reproducen como las culturas mestizas, indí- superioridad», un sistema de condicionamiento
genas, gitanas, etc. Este concierto de dominación del saber y la política para reproducir un estatus
hace de las mujeres afrodescendientes personas político, social, económico y cultural de inferio-
muy activas en el escenario privado, pero marca- ridad en relación con la afrodescendencia. Tal
damente ausentes en lo público. En el contexto de condicionamiento instala su impronta epistémi-
la formación de maestros y maestras, se encuentra ca y sociopolítica sobre el ser mujer y hombre de
que las estudiantes afrocolombianas despliegan: ascendencia africana: «Las representaciones son
impulsadas por un poder ideológico con el pro-
Tres experiencias distintas: unas de mucha expresión, pósito de justificar el status quo y de esta manera
quienes han estado en la postura de resistencia con mu-
cha expresión y que están en la postura como de aco- mantener sistemas de inequidad y exclusión»43.
modación, muy silenciosas, además con un tono de En este mismo orden de ideas, se logra develar
voz muy bajito. Hay que preguntarles todo el tiempo y un imaginario que además de la superioridad
que digamos muestre esto que hemos dicho de cómo
de la «mujer paisa» supone un congraciamien-
las mujeres afros que no logran una postura de re-
sistencia tienen un papel visible muy escondido o un to con el pueblo chocoano en los imaginarios de
lugar muy escondido, visiblemente escondido, diría yo los docentes. Así, las mujeres paisas se describen
(Entrevista a docente universitario)41. como trabajadoras y guerreras, y se advierte «un
gran parecido de las mujeres chocoanas con las
Tal postración y lugar de dominación guarda una primeras»44. La condición del parecido ubica en
estrecha relación con el sistema social, político, un lugar de jerarquía a las mujeres «paisas». Es
económico, cultural y estético de la belleza, pues de anotar que tal concepción y percepción evi-
las mujeres afrodescendientes «no cumplen los dencia un rasgo racializador; puesto que cuando
cánones de la beldad». Este concierto de domi- se presenta la idea de las mujeres «paisas» con las
nación desestabiliza la construcción identitaria y características antes mencionadas se hace refe-
le inscribe en un universo de desencanto consigo rencia a una subregión, «la parte sur», y se funda
misma. En este orden de ideas, las mujeres recu- duda, desconocimiento y silencio frente a lugares
rren a múltiples estrategias para «lograr un lugar» como Turbo y que, coincidencialmente, son po-
en el marco de la belleza occidental, la cual esta- blaciones antioqueñas, mayoritariamente de as-
blece cánones universales y el ideal del ser mujer: cendencia africana. Esto nos permite evidenciar
la configuración del destierro de sí. Este despla- la piel de la concepción de «lo paisa», «la cultura
zamiento configura formas de atentar contra la paisa», «la raza paisa» o antioqueña. Esta ideolo-
naturaleza de su humanidad y africanidad: la ins- gía tiene un condicionamiento de pigmentación,
talación de extensiones en el cabello, el alisado que además es geograficada. «La pujanza, la ve-
del cabello, hasta el aclarar la piel con productos rraquera» tiene piel y tiene geografía, tiene un
estéticos constituye una búsqueda que expresa la punto cero y una marcación «blancura»:
condición de dominada y le ridiculiza por el efec-
to racista del patriarcado: «Me parece que se ven Las mujeres afros no serían así, pues, por ejemplo, pre-
tan feas las nenas negras, afro, con pelo prestado cisamente, ni se quedarían calladitas, ni estarían, no,
serían lo mismo que nosotros, vuelvo y insisto, es una
como decimos. Tenga su pelo natural, su afro»42.
mujer como nosotras muy guerrera, es muy, bueno uno
Las representaciones sociales sobre las mujeres y agarra lo que tenga que agarrar, el trabajo que tenga que
hombres afrodescendientes recorren un camino

43 Vorlklein y Howarth en Birgitta Höijer, «Social representations


41 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor. theory, a new theory for media research», Nordicom review 32,
42 Grupo focal de discusión futuros maestros afrodescendientes, no. 2 (2011): 7.
entrevistado por el autor, Medellín, 10 de agosto, 2012. 44 Henao, entrevistada por el autor.

84 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014


agarrar para hacer y lo hace bien, y se dedica. Lo que sea relación entre los procesos formativos de las mujeres
que tenga uno que hacer lo hace y eso lo pienso igual y su emergencia activa en los escenarios públicos y
para la gente afro del Chocó, que son los que conozco, tomar posición política como mujer. […] La mujer
y paisas de cualquier parte de acá de Antioquia, por lo afroamericana constituye un símbolo vivo de liber-
menos del sur, no sé, que pasará en Turbo específica- tad e independencia, su compromiso es decisivo para
mente (Entrevista a directiva docente universitaria)45. el logro de la victoria en las luchas cívicas, sindicales,
barriales y campesinas50.
Empero, en relación con las construcciones sociales,
culturales, políticas y económicas de las comuni- Desde otro punto de vista, la dominación no se re-
dades de ascendencia africana las mujeres ocupan suelve solo con el hecho de obtener un título uni-
un lugar de tejedoras: «La mujer afroamericana versitario, la escolarización abre un campo de
ha sido una activa protagonista de la historia de posibilidad para el acceso y manejo al conocimien-
la libertad y construcción económica, cultural, to y la información que le permiten adentrarse a
social, y política de las sociedades surgidas en los otros universos y otras relaciones entre hombres y
países americanos»46. mujeres que la mueven y la sitúan o no como el
De acuerdo con el discurso del profesorado, por centro de su ser y potencian la construcción de su
ejemplo, lugar en el universo. Esta elaboración de sí pro-
mueve la contestación al afropatriarcalismo y su
[…] en principio quienes tienen más fuerza pública deconstrucción. En este sentido, es necesario que
son los hombres, pero quienes más tejen comunitaria- las generaciones jóvenes de mujeres afrodescen-
mente son las mujeres […] Y digamos en ese plantea-
miento ha habido una serie de reflexiones al interior y dientes que «empiecen a explorar los temas femi-
ha habido una serie de movimientos para que efecti- nistas puedan hacerlo sin miedo a un tratamiento
vamente pueda hacer visible lo que hacen las mujeres hostil por parte de su propia comunidad»51.
afros y su liderazgo en su trabajo comunitario y étnico
Además, el encuentro con escenarios exógenos de la
(Entrevista a docente universitario)47.
cultura afrodescendiente permite desbordar prác-
ticas de dominación sobre las mujeres y superponer
Del mismo modo, en los escenarios familiares esta
contestación a estas. Asimismo, tal contestación
aparece como una agente que ejerce múltiples
impone el rompimiento de vínculos identitarios,
roles como el de madre y padre al mismo tiempo;
pues las mujeres que experimentan otros discur-
además de vivir la condición de violencia de gé-
sos y contextos tienden a superponer la exclusión
nero por sus parejas,
de género y sexo sobre el sistema imperante del
[…] es como ser mamá y papá al mismo tiempo; racismo. En este sentido, las relaciones, apuestas y
esa es una característica que marca mucho […] por prácticas sociales obedecen a este lugar de enun-
ejemplo, tradiciones de uno a «minear»48, y después ciación en el que lo étnico o racial ocupan un lu-
llegan a la casa a hacer los oficios, a atender al marido,
a atender a los hijos; es como ser más que mujer, no gar terciario. Según lo advertían los participantes:
sé. No sé si ofendo con esta frase que lancé pero sí, es
como ser papá y mamá al mismo tiempo (Grupo focal Es el caso de una directiva docente (afrocolombiana)
de discusión futuros maestros afrodescendientes)49. de una institución y dice, no, aquí hemos trabajado
más el género pero lo afro no; pues nosotros no. Pero
cuando uno empieza a entrevistar y a volver la historia,
Es el encuentro entre la condición de ella dice yo cuando he podido emerger ha sido aquí
porque cuando he vuelto al Chocó, ya lo que yo soy
[…] tejedora y luchadoras sociales y la condición de como me formé, como maestras, yo no comparto mu-
dominación impuesta por el sistema de explotación chas de las visiones, de los valores, de las tradiciones,
y dominación patriarcal. De igual manera, hay una me gustan algunas pero si a mí me ponen a defender o
a identificarme me identifico en mi lucha como mujer
más que en mi lucha como afro (Entrevista a docente
45 Henao, entrevistada por el autor. universitario)52.
46 Juan de Dios Mosquera Mosquera, La población afrocolombiana.
Realidad, derechos y organización (Bogotá D.C.: Sigma Editores
Ltda, 2007), 171-172.
47 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.
48 La acción de laborar en minas de oro en al Pacífico colombiano. 50 Mosquera Mosquera, La población afrocolombiana, 171.
49 Grupo focal de discusión futuros maestros afrodescendientes, 51 Hooks en Viveros Vigoya, «Teorías feministas», 27-28.
entrevistado por el autor. 52 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 85


¿Sirvientas? ¿Brujas? Educadoras y cuidadoras En este sentido, hacer referencia a la mujer afro-
despreciadas: mujeres afrodescendientes, poder descendientes en el marco de las labores del
de dominación y el servicio del hogar lejano hogar permite develar múltiples estereotipos,
estigmas, prácticas y relaciones racializadas
Las mujeres negras se ocupan principalmente como complejas, puesto que a la sujeta racializada le
trabajadoras del hogar y vendedoras ambulantes,
ambos oficios de baja remuneración y sin seguridad delegan roles esenciales y de gran influjo en el
social de ninguna clase. Una de las razones de su de- desarrollo del ser persona de sujetos en el marco
dicación al trabajo informal es porque este tipo de de relaciones verticales y racistas. Tal plantea-
trabajo requiere de una inversión mínima de capital,
miento permite relievar roles despreciados y des-
tienen acceso a materia prima como fruta y pescado y
se constituye en su única oportunidad, cuando todas conocidos históricamente que han ejercido ellas a
las del sector formal están cerradas53. través de la historia como cuidadoras, adminis-
tradoras y educadoras, pues,
Desde la era de la gran tragedia humana, la colo-
nización y la esclavización, «la presencia de la […] cuantas personas delegaron en estas personas la
educación de sus hijos y de pronto a veces ni se les
gente en la casa grande fue constante y abundan-
reconoce ese hecho de la dedicación a la crianza de
te, aunque existía la tendencia a ignorarlos, ha- sus propios hijos. Si eran tan discriminadas como no
ciéndolos pasar por inadvertidos e invisibles […] eran discriminadas para hacer labores tan íntimas, tan
ninguna actividad se ejecutaba sin el concurso de esenciales en la vida de un ser humano (entrevista a
docente universitaria)58.
esta gente»54. En este contexto histórico y en la
modernidad, las mujeres de ascendencia africa-
En la historia de la colonia en el Chocó, departa-
na han sido históricamente inscritas en el uni-
mento de Colombia en la actualidad, «las muje-
verso del servicio del hogar: «La construcción de
res negras llegaban a convertirse hasta en madres
estas representaciones ha sido y sigue ­siendo un
adoptivas que durante la vida se la pasaban cui-
mecanismo de exclusión y de construcción de las
dando a los hijos del amo, otras llevaban la
desigualdades sociales»55. La inserción de las per-
administración de las viviendas, etc.»59. Por con-
sonas afrodescendientes en condición de despla-
siguiente, evidenciar las funciones realizadas por
zamiento forzado o no en la vida laboral y social
las mujeres afrodescendientes en el ejercicio de
en la ciudad, por ejemplo, inicia con el vínculo
sus labores como trabajadoras del hogar conlleva
laboral de las mujeres afrodescendientes en el
a situar un marco amplio y complejo de contri-
mundo de las actividades del hogar. Según ma-
bución social, económica, política y cultural des-
nifiestan los docentes, estas mujeres «llegan en
de los rincones y el interno del servicio doméstico
peor condiciones que las empleadas domésticas
a la consolidación de familias y, por tanto, socie-
mestizas» (Entrevista a docente universitario)56.
dades. Se desconocen los alcances de tales cons-
De igual manera, esta condición desventajosa
trucciones y su impacto en la consolidación de
advierte otras formas de maltrato y de subvalo-
ciudades como Medellín y Cali, particularmente.
ración de su labor, además de la reproducción de
Sin embargo, «hay que fortalecer en los proce-
estigmas que las cartografía como ladronas: «en-
sos educativos para los afrodescendientes por-
tonces en cualquier momento se pierde cualquier
que muchos de ellos, por ejemplo las mujeres,
cosa entonces es la negra que se robó eso, ¿cier-
son empleadas domésticas» (Entrevista a docen-
to?» (Entrevista a docente universitario)57. Em-
te universitario)60. Desde otro punto de vista, las
pero, emergen otros discursos y concepciones
personas de ascendencia africana son percibidas
que le inscriben en una condición de educadoras
como las «culpables» de la ubicación laboral en
y de cuidadoras desconocidas.
la ciudad; se desconoce que la vinculación como
«empleadas» del hogar no es solo un asunto de

53 Lozano Lerma, «Mujeres negras», 151.


54 Mosquera Mosquera, Don Melchor, 222.
55 Hernández Basante, «Entre discursos», 117. 58 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.
56 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor. 59 Mosquera Mosquera, Don Melchor, 223.
57 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor. 60 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.

86 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014


formación técnica, tecnológica o profesional sino por contraposición: la masculinidad del hombre
que está permeado por el racismo y la discrimi- mestizo colombiano, frente a los hombres afro-
nación racial que sitúa a la mujer afrocolombia- descendiente del departamento del Chocó. Tam-
na en los empleos de baja estofa. Entonces, se bién, según lo manifiestan futuros maestros,
asume que a través de procesos de formación
para las personas de ascendencia africana estos […] hay gente que generaliza, que el hombre blanco
es más delicado, y es más romántico que el hombre
pueden superar la condición de «empleadas del negro, y yo no te podría decir eso con esa certeza; por-
servicio doméstico» para el caso de las mujeres. que yo conozco hombres negros muy románticos, muy
Asimismo, el planteamiento al inicio del párra- delicados y conozco hombres blancos muy pegadores
también y maltratadores (Grupo focal de discusión de
fo desconoce las relaciones de poder y el racis-
futuros maestros afrodescendientes)63.
mo histórico que ha originado ciertas prácticas
y relaciones sociales que ubican en una pirámi- Vivimos la urgencia de pensar y asumir una alternativa
de pigmentocrática tales lugares para personas y desde nuestro ser de hombres y mujeres negras, donde
pueblos de ascendencia africana. Por consiguien- se plantee y se asuma la perspectiva de género, ya que
ninguna de las posiciones políticas del movimiento ne-
te, se evidencia un desconocimiento y encubri- gro colombiano mencionadas la han asumido, por lo
miento del orden del poder económico, político, que las mujeres negras continuamos siendo invisibles
social y cultural establecido, y sus repercusiones dentro de la población negra general. Las organizacio-
nes de comunidades negras no reconocen la situación
en la empleabilidad y las posibilidades de acceder subordinada de la mujer dentro de la cultura negra mis-
al mercado laboral para personas de ascendencia ma ni dentro de la sociedad en general64.
africana. También, se obvian las grandes discu-
siones en torno a las condiciones y los derechos Igualmente, «el gran macho» se concibe como un
laborales, además del reconocimiento tardío de la proceso de construcción de la masculinidad que
legalidad de esta labor. hunde sus raíces en la crianza y en las distribucio-
nes de las actividades del hogar. Es decir, las fami-
¿Cómo hace un hombre negro homosexual? lias juegan un rol fundamental en la construcción
de la masculinidad del hombre afrodescendiente.
Un hombre, jajaja, bueno […] Estas preguntas están
Se configura una especie de limbo social, cultural,
tan difíciles, un hombre, jajaja, lo primero que se me
vino a la cabeza es […] no lo voy a decir (Entrevista a político y económico para las mujeres afrodescen-
directiva docente)61. dientes; este ideario sobre la masculinidad gene-
ralmente se materializa en violencia contra ellas,
El hombre afrodescendiente ha sido cartografia- puesto que las relaciones familiares están marca-
do por múltiples estereotipos, imaginarios y con- das por el sistema patriarcal incluso en las propias
cepciones en relación con su masculinidad. Las comunidades. Es más, las acciones de exigibili-
representaciones sociales en torno a este como dad de los derechos de las mujeres no hacen parte
«el gran macho» se expresan con gran acento, aun de las agendas sociales y políticas de ellas, pues la
entre los propios hombres y mujeres de ascen- crianza y apuestas sociales no instruyen en tal vía.
dencia africana de Colombia: En este sentido se manifiesta:

Indudablemente, sostener esta manera de ser hombre Pues, de pronto desde pequeños siempre se crían así.
implica una alta cuota de malestar y la imposibilidad Pero, por lo general, las nenas tienen que cuando ter-
de  abrir espacio para otras subjetividades masculinas minan de comer, ir a lavar los platos. Vaya al río, vaya
que aspiran a ser algo más que el «macho inútil» y tener a la quebrada a lavar los platos. Son las que cocinan,
posibilidades de ser hermanos, amigos, padres y espe- las que barren, las que trapean. En cambio aquí (ha-
cialmente compañeros de las mujeres de su entorno62. ciendo referencia a Antioquia) yo soy el que cocina
en mi casa, el que barre, en mi casa apenas somos dos,
mi mamá y yo; mi mamá se va a trabajar a la escuela
Asimismo, la masculinidad del hombre afrodes- y yo me vengo para la universidad. Y yo soy el que
cendientes contiene un medidor ideal georracial

63 Grupo focal de discusión futuros maestros afrodescendientes,


61 Zapata Marín, entrevistada por el autor. entrevistado por el autor.
62 Cogollo; Flórez-Flórez y Ñañez, «El patriarca imposible», 205. 64 Lozano y Peñaranda, «Memoria», 717-718.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 87


barro, el que trapeo. Yo he visto que allá les pegan mu- posibilidades de elección sexual y construir su
cho a las novias, a las amigas, a la esposa, y es muy «hombría». En este sentido, tal lugar, cuando
normal. En cambio aquí les pegan o alguna cosa y se
forma un bonche, un problema pues y hasta deman- se confronta con la diversidad del ser hombre,
da; en cambio allá, le pegó y todo quedó como que asumir la masculinidad o mujer afrodescen-
ahí (Grupo focal de discusión de futuros maestros diente gay, lesbiana, transgenerista, bisexual, in-
afrodescendientes)65.
tersexual, etc., es escandaloso. Además, deben
constantemente probar desde el visor estereoti-
Es fundamental profundizar en las construcciones
pado su condición de «macho viril», una forma
internas de las comunidades y los procesos orga-
de violencia hasta el momento poco visibilizada
nizativos que vinculen las categorías sexo, géne-
en contextos de la exclusión contra las mujeres
ro y culturas afrodescendientes, y las prácticas de
y de género. Las construcciones históricas sobre
subordinación y dominación patriarcal:
el cuerpo y la sexualidad de las y los afrodes-
Cuando se habla de la situación subordinada de la mu-
cendientes fortalecen prácticas de racismo y de
jer se mencionan situaciones externas a las comunida- xenofobia, en tal magnitud que mujeres y hom-
des como la discriminación en el empleo, en el acceso bres afros gay no se visibilizan «ni en la porno-
a servicios de salud, educación y participación  polí-
grafía». La gran fortaleza de la exclusión inicia
tica. No hay ninguna alusión a la subordinación de
género al interior de las propias comunidades66. por una homofobia y racismo endógeno natu-
ralizado; es decir, existe una barrera que estos
De este mismo modo, se encuentra que las repre- sujetos deben vencer: el reconocimiento de sus
sentaciones sociales de los hombres afrodescen- propios congéneres. Luego, encontrar la posibi-
dientes en relación con su propia masculinidad lidad en un escenario social mucho más amplio
guardan un hilo «marcante georracial», el cual en donde no solo vive la exclusión por ser afro-
consiste en formas de transformación positiva descendiente, sino que se acopian otras formas
de las conductas y el comportamiento desde sus de homofobia y racismo contra el ser gay, les-
masculinidades. El «aquí» circunscribe al sujeto biana, homosexual, travesti, intersexual, y for-
en una posición de lugar que marca el ser hom- man una gran fortaleza de racialización:
bre afrodescendiente en una geografía. Esto nos
Una pareja de negros gay o de negras o de trans que
permite plantear que el ser afrodescendiente, a sean negros, negras, ¿cierto? No es visible, o sea no es
partir de masculinidades alternativas a las con- aceptable, ni siquiera en el mundo de la pornografía. Si
servadoras radicales y verticales, encuentra un uno lee pornografía o si uno ve películas pornográficas,
vínculo con un lugar geográfico, en este caso An- es muy curioso pero este es el tipo de cosas que uno no
ve. Claro, obvio, (parejas) homosexuales pero lesbianas,
tioquia. Asimismo, el departamento del Chocó pero entre hombres no; o sea en porno no hay parejas
supone un marco de relaciones patriarcales y re- de hombres homosexuales, no he visto y negros o ne-
laciones de poder verticales entre hombres y mu- gras, no he visto (Entrevista a docente universitario)68.
jeres afrodescendientes. El machismo tiene un
lugar y tiene una etnicidad: «A mí me parece que Las representaciones sociales en relación con los
somos más machistas los negros. Pero como di- hombres de ascendencia africana, el machote vi-
ferenciando los negros del Chocó, más machistas ril, han llegado a la naturalidad y al sentido co-
que los de aquí, me parece» (Grupo focal de dis- mún de las mismas personas afrodescendientes.
cusión de futuros maestros afrodescendientes)67. La idea de «un afrodescendiente gay» es escan-
Desde otro punto de vista, el lugar de «gran ma- dalosa e inesperada tanto en comunidades mes-
cho» representa además una forma de raciali- tizas como en las afrodescendientes. Es más, las
zación, subalternización y exclusión desde las expresiones de afecto entre personas afrodes-
cendientes del mismo sexo es inconcebible. Las
prácticas y relaciones homofóbicas hacia las per-
65 Grupo focal de discusión futuros maestros afrodescendientes, sonas homosexuales afrodescendientes tiene un
entrevistado por el autor.
66 Lozano Lerma, «Mujeres negras», 45.
67 Grupo focal de discusión futuros maestros afrodescendientes,
entrevistado por el autor. 68 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.

88 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014


gran resorte en el seno de sus propias culturas, Bell Hooks enfatiza la necesidad de luchar contra el
pues estas no se escapan a los marcos conserva- dominio sexista que los varones negros ejercen sobre
las mujeres negras en la familia y fuera de ella, y que en
dores, racistas, homofóbicos, sexistas y del sis- algunas ocasiones parece perder importancia en los
tema patriarcal: «Pa’ qué te voy a decir que me escritos de las mujeres negras. Ve la necesidad de que
parece espectacular. No me gusta y no me gusta, el movimiento negro redefina de un modo no sexista y
revolucionario los términos de su liberación72.
no porque sean negros si no porque […] Es de-
cir, yo no soy homofóbica […] pero como que no
Sin embargo, la construcción social de «el macho-
dos hombres besándose, no (Docente universita-
te afrodescendiente» se contrapone con la idea de
ria afrocolombiana)69.
una macrocultura machista y patriarcal del país.
En este sentido, el hecho de ser afrodescendiente y
Es decir, el machismo como construcción so-
estar vinculado a comunidades lgbti agudiza la
cial, política, económica y cultural no obedece a
discriminación racial y la violencia contra posi-
la condición racial o étnica. En la sociedad co-
ciones de elección sexual alternativas. El ser «el
lombiana, según lo manifiestan algunas docentes,
gran machote» configura la radicalidad de la des-
«los hombres son machistas. O sea que todos los
preciabilidad del hombre afrodescendiente ho-
hombres, independiente de su condición de raza.
mosexual, transgerenista, intersexual, etc. Estas
El problema no es el hombre, es la condición
formas alternativas de decidir la sexualidad y la
masculina dentro de la sociedad que son ma-
posibilidad de «nuevas masculinidades» como lo
chistas independientemente de que sean negros
manifiestan los docentes: «así no sea gay o no se
o blancos» (Entrevista a docente universitaria)73.
esté en ese tránsito, no; sino que cualquier ex-
Este planteamiento nos permite exponer la con-
presión de sensibilidad, de afecto, ¿cierto? Es
cepción de las tecnologías del machismo, las cua-
visto en el negro como gay y es más desprecia-
les agencian múltiples dimensiones y dispositivos
ble que un blanco marica» (Entrevista a docen-
para relievar y ocultar el sistema patriarcal. El sis-
te universitario)70. «El gran machote» representa
tema patriarcal modela en las condiciones socia-
una ruptura de los vínculos afectuosos entre las
les, raciales, étnicas, sexuales, etc., a partir de un
personas afrodescendientes en un marco de ten-
orden social, económico, político y cultural esta-
sión interna y externa. Las tensiones que expe-
blecido, articulado y dinámico. En este mismo
rimentan los sujetos afrodescendientes en sus
orden de ideas, a diferencia del proceso de ins-
comunidades y las construcciones conservadoras
cripción de las mujeres en los escenarios públicos:
macrosociales, macroculturales y políticas  de la
sociedad colombiana dificultan caminos de trans- […] la valoración de los hombres en su experiencia es
formación sustantiva de la construcción de sub- distinta, tanto por alguna razón han tenido más po-
jetividad masculina de los afrodescendientes. De sibilidad de presencia en lo público, y esa presencia
en lo público curiosamente se ha hecho a través más
igual modo, aplazan las expresiones políticas fe-
de lo que, digámoslo así, vende en una ciudad como
ministas, las relaciones igualitarias y equitativas Medellín, la música, el flow; entonces, claro, ahora
entre hombres y mujeres en las organizaciones, tenemos a Chocquibtown, muy bueno (Entrevista a
movimientos sociales y comunidades afrodescen- docente universitario)74.
dientes, pues «la ganancia de espacios de poder y
autonomía, debe estar acompañada por cambios Este planteamiento ratifica lugares de dominación
en la subjetividad masculina»71: sobre las mujeres afrodescendientes y la instala-
ción del sistema patriarcal en los hombres, que
siguen órdenes sociales y estructuras de la racia-
lización, puesto que las posibilidades de acceder
69 Ángela Emilia Mena Lozano, entrevistada por el autor, Medellín, 14 a la cultura de lo público se reducen al folklor. El
de agosto, 2012. sistema de dominación racial se manifiesta en la
70 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.
71 Juliana Flórez-Floréz, «Implosión identitaria y movimientos socia-
les: desafíos y logros del Proceso de Comunidades Negras ante las
relaciones de género», en Conflicto e (in) visibilidad. Retos en los 72 Hooks en Viveros Vigoya. «Teorías feministas», 27.
estudios de la gente negra en Colombia, ed. Eduardo Restrepo y 73 Henao, entrevistada por el autor.
Axel Rojas (Popayán: Universidad del Cauca, 2004), 241. 74 Saldarriaga Vélez, entrevistado por el autor.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 89


configuración de sujetos reducidos a una cultura- la radicalización del afrofeminismo o feminis-
folklor-fashion y a la aventura cultural. mo negro en el marco de las luchas de las mu-
jeres contra la occidentalización y racialización
Conclusiones del feminismo, como el enfrentamiento de ma-
nera decidida a los dispositivos afropatriarca-
Los medios de comunicación ejercen una influencia listas en las organizaciones de base, es decir los
fuerte en la reproducción de estereotipos raciales concejos comunitarios. De igual modo, es nece-
y en la configuración de imaginarios y represen- sario avanzar en procesos de profesionalización y
taciones sociales. Para el caso de la mujer de as- formación en perspectiva de género, mujer, po-
cendencia africana hay una marcada exotización der y política en las niñas, adolescentes y jóvenes
y erotización del cuerpo que impulsa violencias afrodescendientes; estos resultan determinantes
de sexo-género sobre ellas. Es decir, las imáge- para la contestación interna y externa. Finalmen-
nes y discursos que posicionan percepciones tales te, esta realidad demanda la radicalización de
como: «la amante», «buena para el sexo», «mu- los discursos sobre las subjetividades y las con-
jer caliente», «sirvientes», «fuerte», «el cuerpo ca- diciones de las mujeres afrodescendientes en los
liente», «la generalización de los labios y nalgas contextos de lo público y de luchas étnicas: lo
prominentes», etc., se superpone a los discursos político, académico, intelectual, social, territo-
que podrían vincular las mujeres afrodescendien- rial, ambiental, económico y cultural. Los avan-
tes con las ciencias, la política y la intelectuali- ces políticos en esta materia se conciben como
dad. Los roles que desempeñan las mujeres en los determinantes no solo para las reivindicaciones
medios de comunicación y textos literarios gene- y reparaciones de las mujeres afros, sino también
ralmente las postran en el lugar de concubinas, para el crecimiento y posicionamiento social y
sirvientas y brujas. De este modo, los cuerpos de político del movimiento social afrocolombiano.
las mujeres afrodescendientes son encarcelados El vínculo entre mujer afrodescendientes y las la-
en el concubinato, la servidumbre, el embrujo y el bores del hogar (empleo doméstico) tiende a
desechabilismo. Los textos escolares, la literatura ser naturalizado por la cultura. En este sentido,
en particular, hacen parte de los dispositivos a tra- hacer referencia a la mujer afrodescendiente se
vés de los cuales viajan los discursos, imaginarios encuentra ligado de manera obligatoria a su con-
y prácticas sobre las mujeres de ascendencia afri- dición de trabajadora del hogar. Adentrarse en
cana en la escuela. Mediante estos dispositivos, las este universo permite develar múltiples estereo-
mujeres afrodescendientes son representadas fre- tipos, estigmas, prácticas y relaciones racializa-
cuentemente como «sirvientes» y «concubinas». das complejas, puesto que a la sujeta racializada
Empero, las diferenciaciones en relación con los se le desprecia pero al mismo tiempo le dele-
hombres afrodescendientes no son marcadas. El gan roles esenciales familiares y de gran influjo
ser hombre afrodescendientes, según el imagi- en el desarrollo de sujetos y de sociedades. Las
nario y las representaciones sociales, está asocia- «concubinas», «brujas», «calientes», «cocineras»
do «al tamaño de sus genitales», «el buen sexo», fácilmente se convierten en las cuidadoras, ad-
«el sexo salvaje», «alegre», «desprendido», «lu- ministradoras y educadoras de niños y niñas, y
jurioso», «fuerte», etc. Tal representación social generalmente acompañan el crecimiento perso-
de hombres y mujeres afrodescendientes tiende, nal, moral, cultural, social y económico de indivi-
también, a la animalización. El reconocimien- duos y familias. Sin embargo, ellas pagan un alto
to de su sexualidad recurre a menudo al «com- costo porque cuidan otros niños y niñas mientras
portamiento salvaje en relación con el sexo». En los propios crecen en soledad; producto de este
este sentido, las representaciones sociales cons- alejamiento de dolor profundo, muchos de estos
truidas históricamente sobre las mujeres de as- niños y niñas afrodescendientes hoy son hom-
cendencia africana las convierte en mujeres de bres y mujeres profesionales, muchos vinculados
luchas multidimensionales que pasan por su con- en el campo de la docencia antioqueña.
dición étnica, racial, de clase y sexual. En el mar- Finalmente, es fundamental repensar los proce-
co de sus reivindicaciones se encuentra tanto sos de construcción de la identidad sexual en los

90 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014


hombres afrodescendientes. La instalación del por Eduardo Restrepo y Axel Rojas, 219-246.
pensamiento androcéntrico occidental, su rein- Popayán: Universidad del Cauca, 2004.
vención colonial y la representación del «macho Franco, Gloria. «El Tino, ¿ahora actor porno?».
viril y animalización» afectan de manera negativa http://www.eltiempo.com/archivo/documento/
la construcción de su masculinidad. De esta ma- CMS-13163183
nera, se desplaza el lenguaje del afecto, ternura, Gonzales Rey, Fernando. «Subjetividades sociales, su-
cercanía y amor de su constitución como sujeto. jeto y representaciones sociales». Revista Diversitas
Asimismo, radicaliza formas de exclusión en las - Perspectiva psicológica 4, no. 2 (2008): 225-243.
comunidades y en la sociedad en general, pues se Hernández Basante, Kattya Magdalena. «Entre
forman resistencias hacia otras formas de vivir o discursos y metáforas: representaciones sobre los
expresar la masculinidad. cuerpos de las mujeres afroecuatorianas». Tesis
de maestría, Facultad Latinoamericana de Cien-
Bibliografía cias Sociales, sede Ecuador, 2009.
Höijer, Birgitta. «Social representations theory, a
Fuentes primarias new theory for media research». Nordicom review
32, no. 2 (2011): 3-16.
Grupo focal de discusión futuros maestros afrodes- Howarth, Calorine. «A social representation is not
cendientes. Entrevistado por el autor. Medellín, a quiet thing: exploring the critical potential of
10 de agosto, 2012. social representations theory». British Journal of
Estrada, Fernando. Entrevistado por el autor. Me- Social Psychology 45, no. 1 (2006): 65-86.
dellín, 17 de junio, 2012. Lamus Carnavate, Doris. El color negro de la (sin)
Henao, Beatriz. Entrevistada por el autor. Medellín, razón blanca: el lugar de las mujeres afrodescen-
16 de julio, 2012. dientes en los procesos organizativos en Colombia.
Mena Lozano, Ángela Emilia. Entrevistada por el Bucaramanga: Universidad Autónoma de Buca-
autor. Medellín, 14 de agosto, 2012. ramanga, 2012.
Palacio, Neil. Entrevistada por el autor. Medellín, López Parra, Haider J. Un enfoque histórico-her-
15 de agosto, 2012. menéutico y crítico-social en psicología y educación
Saldarriaga Vélez, Jaime Alberto. Entrevistado por ambiental. Medellín: Universidad Bontificia Bo-
el autor. Medellín, 16 de agosto, 2012. livariana, 2001.
Zapata Marín, Gloria. Entrevistada por el autor. Lozano, Betty.Ruth y Bibiana Peñaranda. «Memo-
Medellín, 25 de julio, 2012. ria y reparación ¿y de ser mujeres negras que?»
En Afro-reparaciones: memorias de la esclavitud y
Fuentes secundarias justicia reparativa para negros, afrocolombianos y
raizales, editado por Claudia Mosquera Rosero-
Abric, Jean Claude. Prácticas sociales y representacio- Labbé y Luiz Claudio Barcelos, 715-724. Bo-
nes. México D.F: Ediciones Coyoacán, S.A. de gotá D.C: Universidad Nacional de Colombia,
C.V., 2001. Facultad de Ciencias Humanas, Centro de Estu-
Cogollo, Julia; Juliana Flórez-Flórez y Angélica dios Sociales (ces), 2007.
Ñañez. «El patriarca imposible: una aproxima- Lozano Lerma, Betty Ruth. «Mujeres negras (sir-
ción a la subjetividad masculina afrocaribeña». vientas, putas, matronas): una aproximación a la
En Conflicto e (in) visibilidad. Retos en los estudios mujer». Revista de Estudios Latinoamericanos 1,
de la gente negra en Colombia, editado por Eduar- no. 49 (2010): 235-158.
do Restrepo y Axel Rojas, 195-246. Popayán: Moreno Tovar, Lina del Mar. «La historia blan-
Universidad del Cauca, 2004. queada: representaciones de los africanos y sus
Flórez-Floréz, Juliana. «Implosión identitaria y mo- descendientes en Antioquia a través de la obra de
vimientos sociales: desafíos y logros del Proceso Tomás Carrasquilla». Memoria y Sociedad 14, no.
de Comunidades Negras ante las relaciones de 28 (2010): 67-84.
género». En Conflicto e (in) visibilidad. Retos en Moscovici, Serge. El psicoanálisis, su imagen y su pú-
los estudios de la gente negra en Colombia, editado blico. Buenos Aires: Editorial Huemul S.A, 1979.

Representaciones sociales sobre afrodescendientes / Yeison Arcadio Meneses Copete / 91


Mosquera Mosquera, Juan de Dios. La población Vargas Álvarez, Lina María. «Azúcar: Un relato de
afrocolombiana. Realidad, derechos y organización. raza y nación en la televisión colombiana». Tesis
Bogotá D.C.: Sigma Editores Ltda, 2007. de maestría, Universidad Nacional, 2011.
Mosquera Mosquera, Sergio Antonio. Don Mel- Viveros Vigoya, Mara. «Teorías feministas y estu-
chor de Barona y Betancourt y la esclavización en dios sobre varones y masculinidades. Dilemas y
el Chocó. Quibdó-Chocó: Alto Vuelo Comuni- desafíos reientes». La manzana de la discordia 2,
caciones, 2004. no. 4 (2007): 25-36.
Straus, Anselm y Juliet Corbin. Bases de la investi-
n Recepción: 14 enero 2014
gación cualitativa. Técnicas y procedimientos para
n Aprobación: 12 marzo 2014
desarrollar la teoría fundamentada. Medellín:
Universidad de Antioquia, Facultad de Enfer-
Cómo citar este artículo
mería de la Universidad de Antioquia, 2002.
Uribe, Juliana. «Cómo es tener sexo con… “El Meneses Copete, Yeison Arcadio. «Representacio-
Tino” Asprilla». http://www.soho.com.co/testi- nes sociales sobre afrodescendientes: la aventura
cultural, la violencia sexual-género y luchas mul-
monio/articulo/como-tener-sexo-con-el-tino-
tidimensionales». Memoria y Sociedad 18, no. 37
asprilla /8125 (2014): 76-92. http://dx.doi.org/10.11144/Jave-
Van Dijk, Teun A. Ideología. Un enfoque multidisci- riana.mys18-37.rssa
plinario. Sevilla: Editorial Gedisa, S.A, 2006.

92 / Vol. 18/ issn 0122-5197/ Nº 37/ julio-diciembre de 2014

Você também pode gostar