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ALZHEIMERREVISIÓN

Y MUJER

como prototipo a las neuromicotoxinas, que pueden ingresar en el orga- protótipo as neuromicotoxinas, as quais podem entrar no organismos
nismo de los individuos expuestos de diversas maneras –resaltan las vías de indivíduos expostos de diversas maneiras (via alimentar, via endo-
alimenticia, endovenosa y respiratoria– o, peor aún, pueden generarse venosa e via respiratória) ou, ainda pior, podem gerar-se de forma
de manera endógena en individuos inmunosuprimidos. Conclusión. La endógena, em indivíduos imunosuprimidos. Conclusão. A possibilidade
posibilidad de que algunos cofactores sean los verdaderos causantes de de que alguns co-factores sejam a verdadeira causa de uma grande
una gran cantidad de entidades, como sida, PET, Sjögren, micosis fun- quantidade de entidades consideradas como sida, PET, Sjogren, micose
goides o leucemia de células T, entre otras, independientemente de su fungóide ou leucemia das células T, entre outras mais independente-
estado serológico retroviral, es cada vez mas probable y científicamente mente do seu estado serológico retroviral, é cada vez mais provável e
creíble. Estos hechos, per se, merecen una investigación a fondo, con el cientificamente credível. Estes factos merecem uma investigação exaus-
fin de establecer sus reales dimensiones, y así poder seguir adelante con tiva, a fim de estabelecer as suas verdadeiras dimensões e, assim, poder
más y, cada vez, mejores pautas de prevención, diagnóstico y tratamiento seguir em diante com melhores critérios de prevenção, diagnóstico e
en estas entidades asociadas a la nueva familia de los ViH: los virus de tratamento destas entidades associadas à nova família dos ViH: os
la imaginación humana. [REV NEUROL 2002; 35: 562-71] vírus da imaginação humana. [REV NEUROL 2002; 35: 562-71]
Palabras clave. Inmunosupresión. HTLV. Micotoxinas. Neurodege- Palavras chave. HTLV. Imunosupressão. Micotoxinas. Neurodege-
neración. Retrovirus. VIH neração. Retrovírus. VIH.

Enfermedad de Alzheimer y mujer


R. Alberca, E. Montes-Latorre, E. Gil-Néciga, P. Mir-Rivera, P. Lozano-San Martín

ALZHEIMER’S DISEASE AND WOMEN


Summary. Introduction and development. This work reviews the relation between Alzheimer’s disease (AD) and women, a very
interesting issue both for its socio-economic, and etiopathogenic and therapeutic aspects. Much of the prevalent research conducted
in this field shows that a higher proportion of suffers from this disease are women, and in the work on incidence there is at least a
tendency toward the same conclusion, especially at a very advanced age. In fact, the risk of suffering from AD is greater among women
and most of the patients we attend are females, which is to a large extent associated with the fact that women live longer. However,
it is possible that there are other biological factors involved and for this reason the action of estrogens on the brain and the
consequences of women’s being deprived of them during menopause is of special interest. Conclusions. Different studies have shown
that the administration of hormone replacement therapy (HRT) lowers the risk of suffering from this disease, although design defects
make it necessary to wait for the conclusions from other research work currently being conducted. There are also data that supports
the idea that HRT can be beneficial in AD if it is administered in suitable doses. Obviously gender can influence or modulate other
risk factors (RF). Genetic factors are not easily modified and for this reason research is currently aimed at factors in which a strong
environmental component is involved. Another very controversial possible RF is lack of schooling, but some data support the notion
that its influence can be especially harmful among females. This is a very important hypothesis because women make up the greater
part of the illiterate population in Spain. Finally, women are also prevalent among caregivers and, therefore, suffer AD from both
angles: they must care and be cared for. The reaction to this situation seems to be gender-specific, which means that women in
particular suffer the consequences of the lack of reciprocity brought about by AD –something that does not happen in other equally
devastating chronic processes, but which affect the physical sphere. [REV NEUROL 2002; 35: 571-9]
Key words. Alzheimer. Dementia. Education. Estrogens. Female.

INTRODUCCIÓN distribución de los recursos económicos más adecuada según la


Hay un interés renovado acerca de la relación existente entre población afectada. Por otra, si se establece la causa de ese pre-
enfermedad de Alzheimer (EA) y mujer. Una de las razones fun- dominio, se podrá comprender mejor la esencia del problema,
damentales es, probablemente, la gran cantidad de mujeres que podrán determinarse los factores de riesgo (FR) que dependen del
padecen esta enfermedad: por ejemplo, en nuestro Servicio de sexo o se modulan por él, e incluso se abrirán caminos para dise-
Neurología, alrededor del 70% de los enfermos son mujeres ñar tratamientos preventivos o etiopatogénicos, en el bien enten-
(Fig. 1), una cifra que no se explica por un sesgo de frecuentación; dido que un avance en la comprensión de lo que significa la EA
la mujer predomina sólo ligeramente en la población general para la mujer supondrá también un avance para el conocimiento
asistida en nuestro hospital, y los varones son mayoría en otras de la EA en el varón.
dolencias, como la enfermedad de Parkinson, que tiene no pocos
puntos de contacto con la EA (Fig. 2). Confirmar el predominio
femenino en esta enfermedad y conocer sus razones es muy im- PREDOMINIO FEMENINO DE LA EA
portante (Tabla I). Por una parte, permite dar mejor solución a los Los estudios de prevalencia, fundamentales para el diseño de
problemas sociosanitarios que esta enfermedad genera, con una políticas sociosanitarias, han mostrado, por lo general, que la

Recibido: 28.12.01. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: Universitario Virgen del Rocío. Avda. Manuel Siurot, s/n. E-41013 Sevilla.
26.01.02. E-mail: emontes@grupobbva.net
Servicio de Neurología. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla, Agradecimientos. Este trabajo se ha realizado, en parte, gracias a las ayudas
España. del FIS (00/0568) y del SAS (30/99 y 46/99).
Correspondencia: Dr. Enrique Montes. Servicio de Neurología. Hospital  2002, REVISTA DE NEUROLOGÍA

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R. ALBERCA, ET AL

EA es más prevalente en la mujer y, de hecho, tanto el antiguo


trabajo de integración cuantitativa de Jorm et al [1], como el 30

moderno análisis de Hy y Keller [2], que revisa los datos en 21 Mujeres


regiones distintas del mundo occidental, confirman este dato, 25
Varones
aunque no faltan excepciones [3-5]. Los resultados del estudio
multicéntrico europeo [6] son paradigmáticos en este sentido, 20

porque muestran que la prevalencia de la EA por edades es

% casos
mayor en la mujer en todos los tramos y en todos los países, lo 15

que no deja de ser llamativo dadas las enormes diferencias so-


cioculturales y étnicas existentes entre países del norte y del sur 10

de Europa. La concordancia de los datos ha permitido extrapo-


larlos al conjunto de la Unión Europea y calcular que 1.018.931 5
varones y 2.267.063 mujeres mayores de 65 años padecen EA,
cifras similares a las encontradas en nuestro país en otro estudio 0
40 45 50 55 60 65 70 75 80 >85 Edad
[7] (Tabla II). Por lo tanto, las mujeres representan en estos
estudios el 68,99% del total de pacientes, un porcentaje muy
parecido al que hemos hecho referencia para nuestra práctica
Figura 1. Enfermedad de Alzheimer. Distribución por edades.
diaria.
Los estudios de incidencia son más apropiados para determi-
nar los FR, aunque se enfrentan a numerosas dificultades, que no Tabla I. Razones que justifican el estudio de la relación entre la enfermedad
de Alzheimer y la mujer.
es momento de analizar. Sólo dos, de un total de siete estudios
realizados hasta 1996, mostraban una incidencia mayor de la EA Las hormonas femeninas influyen en el desarrollo de determinados
en la mujer [8]. Realmente, no existe una evidencia absolutamen- grupos neuronales, especialmente afectados en la enfermedad
de Alzheimer.
te concluyente de que la incidencia de la EA sea mayor para el
sexo femenino en todos los tramos de edad [9]; pero conviene El envejecimiento difiere según el sexo.
recordar que en los diversos trabajos la incidencia se elevaba más
El estudio puede esclarecer aspectos etiopatogénicos de la enfermedad,
en la mujer casi sistemáticamente [10], aunque de forma no sig- factores de riesgo propios de ese sexo o modulados por él y favorecer
nificativa, por lo que los indicios a favor de esta opción eran cada la prevención
vez mayores; nuevos análisis podían confirmar este dato. De hecho,
Se puede mejorar el conocimiento de algunos aspectos fisiopatológicos
en el más reciente metanálisis de Jorm y Jolley [11] también y ayudar a encontrar un tratamiento
aparecía una tendencia a una incidencia mayor de la EA en la
mujer de edad avanzada; desde entonces, varios estudios recientes Se puede conocer mejor la expresión clínica en ese sexo y mejorar
la capacidad diagnóstica
[12-17], aunque no todos [5,18-20], han encontrado que la inci-
dencia de la EA es mayor en el sexo femenino, especialmente en Se puede determinar si el sexo modula la efectividad del tratamiento
edades avanzadas.
Se establecen las necesidades reales asistenciales de la enfermedad
Se puede concluir que los estudios muestran, en general, una al conocer mejor la distribución por sexos
mayor prevalencia femenina de la EA y, al menos, la tendencia a
una incidencia mayor de la enfermedad en la mujer. Como colo- Tabla II. Frecuencia de la enfermedad de Alzheimer en la mujer en Europa
fón, merece la pena recordar el reciente trabajo de Launer et al y España.
[13], en el que la incidencia femenina fue significativamente mayor
> 65 años Mujeres EA total Mujeres
en los cuatro países estudiados: Dinamarca, Francia, Países Bajos
y Reino Unido. La concordancia es otra vez llamativa y apoya, Europa a
– – 3.285.994 2.267.063
junto al estudio europeo antes citado, la mayor incidencia de la (68,9%)
EA en la mujer, que si bien aparece en todos los tramos de edad 3.558.771 185.053
b
es mucho más evidente en edades más avanzadas [16]. España 6.143.120 (57,9%) 270.297 (68,5%)
a
De acuerdo con Lobo et al. 2000 [6]; b Según Bermejo 1998 [7]
SUPERVIVENCIA DE LA MUJER
Y FRECUENCIA DE LA EA
Fratiglioni et al [16] encuentran que la mujer tiene un 30% más de manera que la población femenina de más de 65 años supera con
de riesgo de padecer una demencia (con mucha frecuencia debida mucho a la masculina; lo mismo sucede globalmente en España y,
a la EA); en el estudio multicéntrico europeo [13] el riesgo rela- por supuesto, en otros países occidentales. Puesto que la frecuencia
tivo (RR) para la mujer fue del 1,54 (IC= 1,21-1,96), cifra super- de la enfermedad aumenta exponencialmente con la edad a partir
ponible a la del estudio de Gao et al [21]. En realidad, se ha de los 65 años, y pasa de cifras en torno al 1%, para personas de 65
generalizado la opinión de que hay muchas más mujeres que años, a cifras superiores al 30%, para mayores de 85 años –cifras,
varones con EA, a pesar de algunas voces discordantes [5]. por cierto, conservadoras–, no es de extrañar que el número total de
Aunque las razones para la mayor frecuencia de la EA en la mujeres enfermas supere con mucho al de varones.
mujer pueden ser varias, como luego se discutirá, una es admitida También se ha planteado que la mujer con EA sobrevive más
universalmente: la diferente supervivencia de ambos sexos. De que el varón, otro factor que puede contribuir a la mayor preva-
acuerdo con los datos de los anuarios estadísticos [22], la mujer lencia de la EA en la mujer. En el metanálisis de Van Dijk et al
sobrevive al hombre unos ocho años en ciertas regiones de España, [23] se observa que la mortalidad era mayor en los varones

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ALZHEIMER Y MUJER

et al [20] relacionan la mayor supervivencia femenina con la mayor


80 prevalencia e incidencia de la EA en la mujer: la demencia en grado
71,3
cuestionable es más frecuente en el varón, con una razón de preva-
70
lencia hombre/mujer de 1,14 [2]; pero, conforme aumenta la inten-
60 55 sidad de la demencia, la frecuencia se hace mayor en la mujer, de
51,5
manera que la razón pasa a ser de 0,12 cuando la demencia es grave.
50
41,5 Se plantea, de esta manera, que la demencia por sexos es dosisde-
40 pendiente: la frecuencia podría ser inicialmente igual o mayor en
el varón, pero como la supervivencia del sexo femenino es supe-
30
rior, es más probable encontrar una mujer enferma conforme la
20 demencia se torna más grave [2]. Puede ser, incluso, que el varón
tenga una supervivencia selectiva, con menor riesgo de contraer
10
una demencia en edades avanzadas, o bien que ciertas enfermeda-
0 des demenciales aparezcan más tempranamente en el varón, por su
PG EP DF EA
exposición a numerosos FR para esta enfermedad [9].

Figura 2. Porcentaje de mujeres en: a) Población general asistida por el DIFERENCIAS BIOLÓGICAS Y EA:
Hospital Universitario Virgen del Rocío (PG); b) Enfermedad de Parkinson
(EP); c) Demencias de comienzo focal (DF); d) Enfermedad de Alzheimer (EA). ESTRÓGENOS Y COGNICIÓN
A pesar de las consideraciones que anteceden, no se puede des-
Tabla IIIa. Algunos de los efectos experimentales de los estrógenos sobre cartar que el predominio femenino se pueda justificar, al menos
el cerebro.
en alguna medida, por otras diferencias biológicas. En este sen-
Tienen actividad antioxidante [87], protegen las neuronas del estrés tido, no es posible olvidar el efecto que las hormonas sexuales
oxidativo y de la acción tóxica de la β-amiloide [88,89] ejercen sobre el cerebro y las diferencias que conlleva la aparición
de la menopausia en la mujer. Se conoce comúnmente que las
Aumentan la actividad de la ChAT [90] y favorecen el crecimiento
de las neuronas colinérgicas [91] hormonas sexuales desempeñan un papel muy importante sobre
el desarrollo y funcionamiento cerebral desde las primeras eta-
Mantienen la densidad de espinas sinápticas en el hipocampo [92] pas. La acción de los esteroides hormonales sobre el receptor
y regulan los receptores NMDA en esta región [93]
nuclear es organizadora y crea una huella generoespecífica per-
Su administración aumenta el consumo cerebral de glucosa [94] manente, que permite la expresión sexual apropiada al estímulo
Es posible que exista un efecto sinergístico entre estrógenos y FCN
hormonal durante la vida adulta. En lo que a los estrógenos se
en las neuronas colinérgicas [95] refiere, Melton [26] ha recordado que existen dos receptores nu-
cleares, alfa (REα) y beta (REβ), aunque es probable que haya,
Estimulan el crecimiento de neuritas y sinaptogénesis [96]
además, otras vías más rápidas para su actuación. En el hipotála-
Estimulan la expresión de la ApoE [97] mo hay poblaciones neuronales ricas en REα, por otra parte nada
extraño dada la importancia de esta región en la actividad sexual.
Modulan la deposición de β-amiloide [31]
Sin embargo, también se encuentran REβ en numerosas pobla-
ciones neuronales de la corteza cerebral, como la amígdala, hipo-
Tabla IIIb. Algunos de los efectos clínicos de los estrógenos. campo, cerebelo, regiones frontales y prefrontales y área del cín-
gulo, cuya relación con la actividad sexual no parece evidente a
Tienen efectos beneficiosos sobre la cognición y la memoria [98,99] primera vista, pero que sin duda deben interferir en el repertorio
Mejoran la ejecución verbal en la mujer con menopausia quirúrgica [100,101]
de comportamientos influidos por el medio hormonal [26].
La mujer sufre, periódicamente primero y definitivamente
Sus modificaciones en el ciclo menstrual se acompañan de cambios después, las consecuencias de la privación hormonal estrogéni-
en la memoria y la cognición [102-104] ca, sustancia que parece tener un efecto protector y trófico sobre
Modifican la respuesta al tratamiento con anticolinesterásicos [105] el cerebro [27]. Tanto desde el punto de vista experimental como
del clínico se ha visto que los estrógenos modulan la actividad
¿Previenen la enfermedad de Alzheimer? [33,106]
neuroquímica del estriado, con la consiguiente repercusión sen-
sitivomotora, e influyen sobre la actividad serotoninérgica, de
manera que pueden intervenir en la modulación del estado de
enfermos, y en el moderno estudio canadiense [17] se ha calcu- ánimo y comportamiento afectivo de la mujer; al mismo tiempo,
lado que la duración media de la demencia es de 5,8 años; pero, esto puede contribuir a explicar que la depresión sea considera-
mientras que en la mujer la enfermedad se prolonga 6,7 años, en blemente más común en la mujer que en el varón [26]. En otros
el varón sólo llega a 4,6 años. De hecho, una edad de comienzo estudios se ha demostrado que los estrógenos, asociados a la
temprano de la EA y pertenecer al sexo femenino son factores progesterona, actúan sobre estructuras afectas intensa o
predictivos de una supervivencia mayor [24], quizá porque el tempranamente en la EA (Tablas IIIa y IIIb). Los estrógenos
varón tiene más comorbilidad, lo que conlleva un aumento de afectan a la plasticidad neuronal en el hipocampo y, posible-
la mortalidad [25]. mente, a las funciones cognitivas mediadas por esta formación;
Sin duda, la mayor supervivencia femenina puede representar en el sistema colinérgico mantienen sanas las proyecciones de
un sesgo de difícil corrección, que ‘contamina’ los estudios de las células del núcleo basal dirigidas al córtex e hipocampo
prevalencia e incidencia. En este sentido, Hy y Keller [2] y Ganguli (para mayor amplitud, véase [26]).

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R. ALBERCA, ET AL

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
DE LA EA CON ESTRÓGENOS
1,2
Pero todavía más importante es la idea de que la falta de estróge-
nos en la mujer posmenopáusica sería un factor que aumentaría 1

el riesgo de demencia (Fig. 3), mientras que el varón estaría más


protegido por la conversión intracerebral de la testosterona en 0,8

estrógenos [28,29]. Realmente, el cerebro de la mujer posmeno-


0,6
páusica, privado de estrógenos de forma crónica, puede ser más
vulnerable y sufrir más alteraciones cognitivas conforme enveje- 0,4
0,46
0,42

ce [27]. Por ejemplo, Moosman y Behl [30] han señalado que los 0,34

0,24
estrógenos protegen las neuronas por su acción antioxidante, con 0,2
la ventaja de que atraviesan la barrera hematoencefálica con mucha
mayor facilidad que la vitamina E, un antioxidante empleado con 0
Kawas 1997 [29] Baldereschi 1998 [35] Waring 1999 [36] Slooter 1999 [37]
cierta frecuencia. Respecto a la EA, ciertos datos experimentales
apoyan la acción neuroprotectora de los estrógenos, por su acción
antiamiloidogenética. En efecto, el 17-betaestradiol disminuye la Figura 3. Tratamiento hormonal sustitutivo y riesgo de padecer EA (barra
liberación del péptido αβ, tanto en cultivos de origen animal horizontal, OR; barra vertical, IC).
como humano, y también dificulta el aumento del depósito cere-
bral de este péptido en animales ovariectomizados [31]. El estra- Tabla IV. Prevalencia e incidencia de la demencia según su intensidad, por
diol puede aumentar la actividad de la PKC (protein kinasa C), edades.
fenómeno que incrementa el clivaje a través de la vía de la alfa- Demencia cuestionable Demencia leve
secretasa, mientras que el cese de la producción hormonal en la ≥ CDR 0,5 ≥ CDR 1
mujer posmenopáusica puede facilitar la acumulación del pépti- Mujer Varón Mujer Varón
do αβ al aumentar la concentración local, tanto del péptido αβ40
Prevalencia 65-69 12 14 10 7
como del αβ42; en cambio, la administración de estrógenos pue-
de disminuir el depósito de estas sustancias [31]. De esta forma, Incidencia 65-69 2,0 2,3 2,3 2,0
y a través de esta acción, los estrógenos podrían bien disminuir el Prevalencia 75-79 72 86 45 31
riesgo de padecer EA, bien retrasar su comienzo, o ambas cosas
a la vez. Incidencia 75-79 13,8 19,5 10,4 9,7
La confirmación de este hecho tendría una importancia ex- Prevalencia 85-89 332 376 174 128
traordinaria, de manera que no es de extrañar que se haya inves-
tigado si los estrógenos administrados a la mujer posmenopáusi- Incidencia 85-89 48,2 61,2 31,0 24,7
ca tienen un efecto trófico, neuroprotector, sobre diversos nú- Prevalencia >90 761 794 489 398
cleos cerebrales, y si estas hormonas aminoran los mecanismos
Incidencia >90 67,2 73,5 66,2 34,8
patogénicos de la EA. Desde el punto de vista práctico, se ha
sugerido que el tratamiento hormonal sustitutivo (THS) en la Datos de prevalencia resumidos de Hy y Keller [2], y datos de incidencia resu-
mujer posmenopáusica podría ejercer ese efecto protector y, aun- midos de Ganguli et al [20].
que existen discordancias [32], los estudios recientes, metodoló-
gicamente superiores [29,33-35], encuentran un efecto benefi-
cioso del THS (Fig. 3), con dos hechos llamativos: ejemplo, los datos se recogen retrospectivamente, las dosis de
1. La mujer que no padece EA ha recibido con más frecuencia medicación, duración del tratamiento, vía de administración y
THS que aquella que padece la enfermedad. tipo difieren, se trata frecuentemente de estudios de casos y con-
2. El riesgo de padecer la enfermedad disminuye en las mujeres troles, poco adecuados para el análisis de estos problemas, o puede
en THS [36,37]. que el estudio, aunque poblacional, no sea representativo de la
población general [29]. Sobre todo, los estudios se realizaron en
Según Tang et al [33], el RR de padecer EA disminuye en torno poblaciones que tomaron los estrógenos por un motivo distinto al
a un tercio en quienes reciben THS; un metanálisis de 10 trabajos de la prevención de la EA. Todo ello hace necesario considerar los
[38] publicados hasta 1998, ocho de casos y controles y dos con datos como preliminares y esperar a los resultados de otros dos
diseño de estudio de cohorte, encontró que el uso de estrógenos nuevos y extensos estudios de diseño más adecuado, que se co-
disminuye un 29% el riesgo de contraer una demencia. Finalmen- nocerán en torno al año 2005.
te, en otra revisión de 15 estudios de casos y controles y de cohorte Independientemente de su posible acción preventiva, los ha-
publicados en los últimos 10 años, se ha visto que el THS dismi- llazgos experimentales antes referidos también apoyan que el THS
nuye el riesgo de padecer la enfermedad a la mitad [39]. Curio- tiene un efecto sintomático sobre la cognición y la conducta y,
samente, el riesgo disminuye en relación con la dosis y duración aunque los resultados del tratamiento de la enfermedad con estró-
del tratamiento [34], es decir, el efecto puede depender de la genos administrados durante un plazo igual o inferior al año han
dosis. Además, la acción beneficiosa del THS se encuentra tam- sido negativos inicialmente [40,41], esto puede ser debido a nume-
bién en la EA de comienzo temprano, donde, según Slooter et al rosos factores, como una dosis insuficiente o un tiempo de obser-
[37], el cociente de posibilidades (odds ratio) para las pacientes vación poco prolongado. De hecho, el último estudio con dosis
que reciben THS es del 0,34 (IC 0,12 a 0,94). altas de estradiol [42] ha demostrado que el tratamiento mejora la
Indudablemente, estos trabajos tienen sesgos y deficiencias capacidad cognitiva en la mujer con EA. Todo ello sugiere que, en
de diseño que impiden extraer una conclusión definitiva; por primer lugar, deberán determinarse las dosis eficaces y el tiempo de

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ALZHEIMER Y MUJER

Tabla V. Grado de escolarización y riesgo (intervalo de confianza) de pade- femenino [44], el efecto del alelo e4 o del e2 sobre la función
cer demencia. cognitiva es aparentemente mayor en la mujer que en el varón
[45] y el riesgo que confiere poseer un alelo e4 parece modularse
Autor Nivel escolar Riesgo (IC)
por el sexo [46], de manera que algunos autores han comunicado
[3] Nivel bajo 2,0 (1,2-3,3) que el alelo e4 de la ApoE se asocia con el declinar cognitivo
a
normal relacionado con la edad sólo en la mujer [47], la presencia
[32] Nivel bajo 3,1 (1,8-5,9)
del alelo e4 confiere un aumento sustancial del riesgo de padecer
[75] Ausencia 4,7 (2,3-9,6) la EA especialmente en la mujer [48], dato que no siempre se ha
[61] b Nivel bajo 2,02 (1,33-3,06)
confirmado [49], y que la edad y el sexo modifican la asociación
entre el genotipo ApoE y la neuropatología relacionada con la EA
[61] c Nivel bajo 2,25 (1,32-3,84) [50]. También conviene recordar que el metabolismo de la insu-
a
Para blancos no hispanos; b Nivel escolar; c Nivel profesional. lina en la EA depende del genotipo de la ApoE y del sexo [51];
Crawford et al [52] han referido una relación entre EA y genotipo
de la GECA (gen para la enzima convertidora de la angiotensina),
genotipo que posiblemente se asocia con el riesgo de padecer la
Tabla VI. Efecto dosisdependiente del grado de escolarización sobre la enfermedad especialmente en la mujer, quizás a través de su ac-
frecuencia de la demencia.
ción como FR vascular.
Nivel educativo Odds ratio (IC) Como, por desgracia, durante muchos años será imposible
modificar el componente genético de la enfermedad, es impor-
Estudio canadiense [56] 0-6 años 4,0 (2,49-6,43) tante dirigir nuestra atención a los FR de fuerte componente
7-9 años 1,7 (1,12-2,61) ambiental, más modificables, ya que la mujer puede someterse
a FR diferentes de los del varón –por pautas conductuales y
+10 años Valor referencia= 1
exposiciones distintas–, o bien la intensidad del FR puede ser
EURODEM [13] <8 años 2,0 (1,11-3,60) distinta en la mujer que en el hombre, o el efecto del FR puede
modularse por el sexo [21]. Un ejemplo pueden ser los trauma-
8-11 años 1,5 (0,84-2,62)
tismos craneoencefálicos graves, supuesto FR en algunos es-
>11 años Valor referencia= 1 tudios, que son mucho menos frecuentes en la mujer. Hay que
Estudio de Rotterdam [12] Primarios 4,0 (2,5-6,2)
tener en cuenta que algunos de estos FR lo son para la demen-
cia y la afectación cognitiva en general y su presencia aumenta
Vocacional bajo 2,3 (1,3-4,1) la probabilidad de que la persona se deteriore, sea cual sea el
Medio a universitario Valor referencia= 1 tipo de demencia que padezca. Así sucede con las enfermeda-
des profesionales, como por ejemplo la antracosis, que puede
provocar una hipoxia crónica con el consiguiente efecto sobre
el cerebro [20]; y por supuesto, existen otras muchas enferme-
exposición necesario para poder concluir definitivamente sobre dades profesionales propias del sexo masculino que pueden
una falta de acción sintomática de los estrógenos. constituir un FR para que la incidencia de la demencia aumen-
Por último, conviene recordar que los estrógenos están con- te en el varón o para que el grado de afectación cognitiva sea
traindicados en ciertas mujeres y en el varón, pero tal circunstan- mayor.
cia no debe hacernos abandonar esta vía de investigación; la ac- Los FR que implican una desigualdad social o una situación
ción neuroprotectora de los estrógenos parece relacionarse con el de marginación son especialmente importantes, ya que traducen
anillo fenólico A, lo que indica que puede haber una separación un problema ético y su corrección debería ser inmediata. Uno de
entre el efecto beneficioso neuroprotector y la actividad femini- estos FR de fuerte componente social es el nivel de escolarización
zadora de la hormona, relacionada con otra fracción de la molé- o educacional. Nadie duda de que el desarrollo cerebral y la cul-
cula del estrógeno, de manera que se podrán investigar sustancias tura son interdependientes, y se ha planteado que el analfabetis-
con efecto neuroprotector sin efecto feminizador [26]. Por otra mo puede tener una influencia importante sobre la frecuencia de
parte, el interés acerca de la interrelación entre hormonas feme- la EA. Por supuesto, la interrelación demencia-escolarización
ninas y EA también ha suscitado el interés por la asociación entre baja o ausente es un campo muy problemático debido, entre otras
las hormonas masculinas y la cognición, y se ha observado que razones, a la dificultad para diagnosticar una demencia en pacien-
la administración de testosterona mejora la memoria verbal y tes analfabetos o de bajo nivel cultural, si bien la introducción de
espacial en el varón anciano sano, aunque todavía se desconoce una corrección en los puntos de corte en algunas pruebas puede
si este efecto se debe al aumento de los niveles de la testosterona, hacer fiables los resultados, al menos en lo relativo a su validez
del estradiol o de ambos [43]. predictiva como prueba de cribado [53].
En cualquier caso, no pocos trabajos reflejan una asociación
significativa entre nivel bajo de escolarización y riesgo de de-
FACTORES DE RIESGO GENÉTICOS mencia, si bien no siempre ocurre así [54]. Los trabajos –sean
Y SOCIALES EN LA MUJER estudios de casos y controles, de prevalencia o de incidencia– que
Otro aspecto que debemos considerar es la interrelación entre muestran un efecto protector de la escolarización son numerosos
sexo y FR, ya que la influencia de los FR genéticos puede modu- [3,55-62], aunque en otros se obtiene un resultado neutro [10,63-
larse por el sexo o, simplemente, el grado de riesgo puede diferir 71], pero sólo muy rara vez contrario [72-74]. El efecto de la
en mujeres y varones. Así, la probabilidad de padecer EA en los escolarización aparece sobre todo en los trabajos más recientes y
pacientes adultos con síndrome de Down es mayor en el sexo parece ser dosisdependiente [61,75] (Tablas V y VI), de manera

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R. ALBERCA, ET AL

Tabla VII. Efecto de la educación sobre la ‘reserva cerebral’.

La persona normal con mayor nivel educacional soporta mejor la atrofia 1.400.000
cerebral [79] 1.220.076

1.200.000
El paciente con EA tiene más cambios en la RM si su nivel educacional
es más alto [107]
1.000.000
811.376
El paciente con EA tiene más hipoperfusión cerebral si su nivel educacional
es más alto a igualdad de nivel cognitivo [108] 800.000

600.000
Tabla VIII. Cuidador y mujer viuda con enfermedad de Alzheimer (según
datos de la Consulta de Demencias). 307.700
400.000

Acompañada por (%) Vive con (%) 200.000

Hija 88,8 70,6 0


Varones Mujeres Total
Hijo 11,1 16,6

Otro 0 11,8
Figura 4. Analfabetismo en España, valor total y por sexos [22].

que, según Evans et al [59], cada año de escolarización disminuye [75] proponen que la primera década de la vida es un período
el riesgo de la enfermedad en un 17%. Obviamente, la importan- crítico en el desarrollo final de una demencia, de aparición mucho
cia del analfabetismo es tanto mayor para un país cuanto mayor más tardía, y Moeri et al [81] consideran que un ambiente de
es el número de analfabetos, de manera que en España debería pobre calidad durante la infancia y adolescencia se asocia con un
representar un problema no despreciable, dado el número de riesgo mayor de padecer EA. Por lo tanto, parece que una capa-
analfabetos existente. Por ejemplo, en un reciente estudio [76], se cidad lingüística menor ya en momentos tempranos de la vida
observó que el 47% de los pacientes con EA eran analfabetos constituye un potente factor predictivo de alteración cognitiva y
totales o funcionales, con un nivel profesional muy bajo, un pa- de demencia, pero no se aclara si la capacidad verbal alta es, en
norama sin duda desolador. parte o en todo, algo innato, o si hay una interdependencia entre
El sexo del paciente puede desempeñar un papel no desdeña- lo innato y lo adquirido posteriormente.
ble para sufrir analfabetismo y sus consecuencias, y la importan- La posibilidad de que lo educacional actúe conjuntamente con
cia puede variar según sea el reparto del analfabetismo por sexos: lo innato no se puede olvidar: la idea de que la educación es impor-
en nuestro país hay un notable predominio femenino del analfa- tante no es ni mucho menos reciente y es conocido el antiguo dicho
betismo [77] (Fig. 4), probablemente en relación con una pauta de de que ‘lo que no se utiliza se atrofia’. Hoy se puede ir más lejos y
comportamiento social antigua, que primaba la educación del recordar el aforismo Practice makes perfect, frase con la que Sa-
varón, al que se dirigían los recursos cuando éstos escaseaban. El thian [82] se refiere a la capacidad perceptiva que desarrollan los
dato es todavía más relevante si se tiene en cuenta que el analfa- ciegos cuando leen mediante el sistema Braille, porque la represen-
betismo parece tener mayor repercusión en la mujer que en el tación del dedo lector en la corteza cerebral sensitivomotora au-
varón [3], hasta el punto de que su influencia queda limitada a la menta comparativamente [83]. Por otra parte, la actividad cerebral
mujer en ciertos trabajos o parece desempeñar un papel modula- puede ser también un factor protector en edades avanzadas y, de
dor [12,21], aunque, por supuesto, pueden intervenir otros facto- hecho, niveles educacionales altos y mayor actividad en la vejez se
res moduladores [32]. correlacionan en el anciano con una independencia funcional y
Se ha planteado que un nivel educacional más alto repercute mejor capacidad en la ejecución en las pruebas cognitivas [79], lo
sobre el cerebro y da lugar a una cierta reserva cerebral (RC) que apoya que es un error suponer que el cerebro es un órgano
(Tabla VII), que permitiría a ese órgano soportar mejor los cam- inerte, poco cambiante, durante la vejez.
bios de la enfermedad o retrasar su expresión clínica [61]. De La conclusión es que determinados FR (escolarización, ocu-
hecho, el declinar de la memoria es más rápido en las personas pacionales/profesionales) pueden diferir en el varón y la mujer o
con un nivel educacional y ocupacional más alto, lo que apoya la tener efectos diferentes según el sexo [20]. También se ha referido
idea de que la RC es mayor en esos sujetos que se mantuvieron una relación inversa entre frecuencia de la enfermedad, nivel
aparentemente sanos mientras el proceso se desarrollaba [78]. profesional, nivel social y estado socioeconómico de la persona
Además, existe una relación directa entre el grado de atrofia ce- [61,59], lo que no tiene nada de extraño, porque educación, pro-
rebral y el nivel educativo en la persona sana de edad avanzada, fesión, capacidad económica y nivel social son muy interdepen-
lo que apoya la teoría de la existencia de una RC: los individuos dientes. No obstante, resulta simplista reducir el problema del
más escolarizados soportan mayor grado de atrofia [79]. En este analfabetismo sólo a cuestiones de RC o de redes neuronales. Un
sentido, una capacidad verbal elevada puede representar la exis- nivel nulo o bajo de escolarización favorece pautas de conducta
tencia de una RC que proteja contra el desarrollo de una demencia higiénicas insalubres, que, a su vez, predisponen a todo tipo de
o retrase su aparición y, por lo tanto, un nivel educacional alto enfermedades y, sin duda, a la demencia. Hay cada vez más evi-
puede ser un factor protector frente a la EA. Snowdon et al [80] dencia de que los FR vasculares, como el colesterol y la presión
mostraron que la capacidad lingüística y la complejidad de ideas arterial elevados durante la etapa intermedia de la vida aumentan
del escrito que las monjas hacían al profesar a los 22 años era el riesgo de padecer una EA en edad tardía [84], y qué duda cabe
menor en las que contraían finalmente una EA. De Ronchi et al de que el analfabeto tiene menos acceso a pautas higiénicas y

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ALZHEIMER Y MUJER

médicas para la corrección de estos factores. Finalmente, se pue- hecho, a su vez, potenciado por la ‘educación’ que se le administra,
de añadir que entre los pacientes con EA hay muchas viudas, que la escala de valores que se le atribuye y su papel social.
en la mayoría de los casos viven con pensiones no contributivas Todos conocemos las enormes repercusiones que tiene cuidar
[77], por debajo del nivel de pobreza, una situación altamente de un paciente con EA: conlleva un gran impacto sobre el medio
insalubre sólo mitigada por la ayuda familiar. familiar y sobre el tiempo de ocio y salud, y repercute en las
esferas financiera, social y emocional, consecuencia mucho ma-
yor que la de cualquier otra enfermedad crónica [85]. Desde el
CUIDADOR, ENFERMEDAD DE ALZHEIMER Y MUJER punto de vista económico está, por un lado, el coste por las horas
Analizar la EA es analizar los problemas de los pacientes, pero de dedicación de la empleada del hogar y, por otro, el de las horas
también los de los cuidadores. Se ha observado que aproximada- de dedicación directas del cuidador principal y de los secunda-
mente un 70% de nuestros enfermos con EA son mujeres y, en rios. Se pierden semanalmente 1,46 horas de trabajo y se dedican
contrapartida, sería de esperar que la mayor parte de los cuidadores más de 75 horas semanales a atender al enfermo [76], con un coste
fueran varones. En realidad, la bibliografía sobre cuidadores mues- evaluado, de manera muy conservadora, en más de millón y medio
tra que no sólo las mujeres deben recibir más cuidados, sino que de pesetas/año, correspondiente al cuidador principal, general-
también los administran [9]; así, un reciente estudio multicéntrico mente una mujer [76]. Pero el coste es todavía mayor, porque a
español [76] reveló que el 61,9% de los cuidadores eran mujeres. los perjuicios económicos se unen los afectivos, que son incalcu-
Los pacientes con EA asistidos en nuestro Servicio de Neurología lables. Son muchos los cuidadores que enferman física o mental-
suelen venir acompañados a la consulta por sus hijas, con las que mente, y el cambio repercute especialmente en la mujer. Curio-
suelen convivir en caso de viudedad, mientras que rara vez son los samente, las repercusiones de la administración de cuidados en la
hijos varones los que acompañan a estos enfermos a la visita médica EA es generoespecífica, de manera que existen diferencias en
o cuidan de ellos; pero, incluso en estas ocasiones, la experiencia dice cómo cambia el estilo de vida de varones y mujeres y los efectos
que la responsabilidad del cuidado del paciente recae en la nuera potenciales sobre la salud del cuidador según el sexo [59]. Mien-
(Tabla VIII). Las razones del predominio femenino entre los cuida- tras que esposas y maridos de pacientes con enfermedad de Par-
dores son, probablemente, varias. La mayor supervivencia femenina kinson tienen una salud mental similar, la de las esposas de enfer-
es muy importante, porque existen numerosas viudas entre las pa- mos con EA es significativamente peor que la de los maridos, lo
cientes con EA, pero otra no menos importante es la afectividad de que sugiere que la pérdida de reciprocidad en el matrimonio pue-
la mujer, que la lleva a aceptar de mejor grado el papel de cuidadora, de afectar más a la mujer que al varón [86].

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ALZHEIMER Y MUJER

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ENFERMEDAD DE ALZHEIMER Y MUJER DOENÇA DE ALZHEIMER E A MULHER


Resumen. Introducción y desarrollo. Este trabajo revisa la relación entre Resumo. Introdução e desenvolvimento. Este trabalho revê a relação
la enfermedad de Alzheimer (EA) y la mujer, un capítulo muy interesante, entre a doença de Alzheimer (DA) e a mulher, um capítulo muito inte-
tanto por sus aspectos socioeconómicos, como por los etiopatogénicos ressante, tanto pelos seus aspectos socioeconómicos, como pelos etio-
y terapéuticos. En efecto, gran parte de los trabajos de prevalencia patogénicos e terapêuticos. De facto, grande parte dos trabalhos de
muestran un predominio femenino en esta enfermedad, y en los trabajos prevalência mostram um domínio feminino nesta doença, e nos traba-
de incidencia hay al menos una tendencia al predominio femenino, espe- lhos de incidência há pelo menos uma tendência para o predomínio
cialmente en edad muy avanzada. De hecho, el riesgo de padecer una EA feminino, especialmente na idade muito avançada. De facto, o risco de
es superior en el sexo femenino y la mayor parte de los enfermos que sofrer de DA é superior no sexo feminino e a maioria dos doentes que
asistimos son mujeres, lo que se relaciona en gran medida con la mayor assistimos são mulheres, o que se relaciona em grande parte com a
supervivencia de la mujer. No obstante, es posible que intervengan otros maior sobrevivência da mulher. No entanto, é possível que intervenham
factores biológicos y, en este sentido, la acción de los estrógenos sobre outros factores biológicos e, neste sentido, a acção dos estrogénios
el cerebro y las consecuencias de su deprivación durante la menopausia sobre o cérebro e as consequências da sua privação durante a menopau-
son muy interesantes. Conclusiones. Diversos estudios han mostrado sa são muito interessantes. Conclusões. Diversos estudos mostraram
que la administración de terapéutica hormonal sustitutiva (THS) dismi- que a administração de terapêutica hormonal de substituição (THS)
nuye el riesgo de padecer la enfermedad, aunque defectos de diseño diminui o risco de sofrer desta doença. Embora defeitos de desenho
hacen necesario esperar las conclusiones de otros trabajos en marcha. tornem necessário aguardar as conclusões de outros trabalhos em cur-
También existen datos que apoyan que la THS puede conseguir benefi- so. Também existem dados que apoiam que a THS pode conseguir
cios en la EA si se administra a dosis adecuadas. Por supuesto, el sexo benefícios na DA se for administrada em doses adequadas. Evidente-
puede influir o modular otros factores de riesgo (FR). Los factores ge- mente, o sexo pode influir ou modular outros factores de risco (FR). Os
néticos se modifican poco y, por ello, se prefiere de momento dirigir la factores genéticos modificam-se pouco e, por isso, actualmente prefere-
atención a los factores de fuerte componente ambiental. En este sentido, se dirigir a atenção para os factores de forte componente ambiental.
la falta de escolarización es un posible FR muy discutido, pero ciertos Neste sentido, a falta de escolaridade é um possível FR muito discutido,
datos apoyan que su influencia puede ser especialmente perniciosa en el mas alguns dados defendem que a sua influência pode ser especialmente
sexo femenino; este es un dato importante, porque precisamente entre los perniciosa no sexo feminino; este é um dado importante, porque preci-
analfabetos de nuestro país predominan las mujeres. Finalmente, en lo samente entre os analfabetos do nosso país predominam as mulheres.
que se refiere a los cuidadores, también aquí predominan las mujeres, Finalmente, no que se refere aos prestadores de cuidados, também aqui
que, por tanto, sufren la EA en ambas vertientes: recibir y administrar predominam as mulheres que, portanto, sofrem a DA em ambas as
cuidados. La reacción a esta situación parece ser generoespecífica, de vertentes: receber e administrar cuidados. A reacção a esta situação
forma que la mujer sufre especialmente las consecuencias de la falta de parece ser específica do género, de forma que a mulher sofre especial-
reciprocidad que ocasiona la EA, algo que no ocurre en otros procesos mente as consequência da falta de reciprocidade que ocasiona a DA,
crónicos igualmente devastadores, pero que afectan la esfera física. algo que não ocorre em outros processos crónicos igualmente devasta-
[REV NEUROL 2002; 35: 571-9] dores, mas que afectam a esfera física. [REV NEUROL 2002; 35: 571-9]
Palabras clave. Alzheimer. Demencia. Educación. Estrógenos. Sexo Palavras chave. Alzheimer. Demência. Educação. Estrogénios. Sexo
femenino. feminino.

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