Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
(tocan el timbre)
B: Hola.
A: Cómo va tu vida?
B: Pf
A: Cansada? Harta?
B: Complicado nada más. Ya sabes. Un desmadre con lo de la tenencia y luego el gato que tiene
una especie de reflujo, se la pasó maullando toda la noche y no dormí bien, y así, y así, y comí
fatal, y mi tía, ash, no sé.
A: Uf qué mal.
B: Pues sí. Así la vida. Deja contesto estos mensajes y ahora vemos lo nuestro. Tuve una idea.
A: Genial, ahora me cuentas. Sí, sí, contesta, contesta sin problema. Sirve que mando unos mails.
Un par, rápido.
A: Del trabajo, cosas. Aburridas. ¿Había mucho tráfico, aparte no? Vi, cuando venía del metro.
B:…
A:…
B: Ta madre.
A: ¿Qué? ¿Y ahora?
A: Ok. Ja.
B: Ja, ja. Cosas de mi tía, insoportables. Le compré un librerito porque no tenía un peso después de
lo de su coche y jode con que no le caben todos los libros, que si yo creo que debería ampliarlo
con una tabla de mierda que quiere pegar con no sé qué historia de clavos en la pared.
A: A ver. Pónmelo.
B: Agua, dame.
B: Agua. Perdón por ser tan frívola y tomar agua, el líquido de la vida.
A: De?
B: Milán.
A: De quién, boba.
B: Pera. Grabo. No, mira, hay que pedirles todo completo, de una, en un mail, el costo, obvio, y
todas las medidas del departamento, fotos obvio, cómo es la onda del depósito, si es uno o son
dos, o sea, si la renta es de 7 mil pesos, vas a pagar siete más siete, catorce o en algunos casos tres
dos depósitos más la renta, o sea siete más siete más siete pues veintiuno verdad? Eso es muy
importante de ya porque eso ahorita no lo vas a poder pagar, pero si son catorce pues vemos de
donde sacamos y sale o vemos opciones, pero pregunta y si puedes ve a verlo ya. Pero aún así
pídele que te mande todo eso. (finaliza audio) En qué momento se me ocurrió ayudarlo. Me
quiero matar.
A: Chale. Pobre.
B: ¿Él o yo?
A: Pues los dos. Puse café por si igual al ratito. ¿Vemos lo del mapa primero? ¿O mejor igual
esperamos y me pones el audio en lo que hierve?
Audio: Hola bonita ¿cómo estás?, ¿viste como baila el nene que te mandé? No paro de reír. Es
muy bueno. Tu padre de chiquito. Una chinanpina. Bueno, luego me comentas. ¿Pero está
buenísimo verdad? Te hablo por lo del librerito. Está divino bonita. Además lo pasé a la esquinita
donde tengo mi altar, lo pinte como me dijiste con el gris ese, ya secó. No sabes, divino, divino. Ja,
ja, bueno, ja, ja, ja, secó casi porque los primeros libros que puse si se pegaron al barniz. Ja, ja,
pero n o mucho, ja, ja. Ya los dejé así, no me pude aguantar a que secara del todo. Es que quedó
tan bonito. Además ni los leo, ya sabes. Pero esos libros son tu tío. Ay mi flaquito. Sí los voy a leer.
Y bueno, ahora ahí tu tío frente al altarcito. El caso es que no me caben todos, todos…
A: A ver párale…párale.
(B detiene el audio)
B: ¡Ahí viene lo de la tabla! Qué poca paciencia con mi tia. Justo sigue.
A: Ponlo, ponlo. Pero muy bueno eh? Es muy chida. Bueno es…
B: Ya sé.
Audio: …una lástima porque ese que leyó 100 veces de Zaratustra. Me encanta ese chiste, Sara
qué tustra que soy. Lo odiaba tu tío. Cada vez que se lo decía se ponía fúrico. Ja, ja,ja. Es tan malo
que ni chiste es. Ay Sara, qué tustra que soy. Me encanta. Lo odiaba, lo odiaba. Bueno ese y unos
raros como de filósofos tampoco caben, pero no son tantos.
B: ¡Shhh!
Audio: Pero entonces pensé que si le pongo una unión tipo repisa que…a ver te explico…
A: Eso…Venga tía.
A: No te desvíes Sara…
Audio: Ahí junto al altarcito…Bueno…explico. Tu tío ahí junto al altar…explico, explico. Entonces, le
pongo un tabloncito del lado superior con una ménsula o como se llame eso que sostiene y una
ménsula o un clavo o lo que sea a la pared, la tabla mediría lo mismo que de pared a librerito y ya
la pongo y arriba los libros como un techito del altar, pintado del gris que me sobró, también para
aprovechar la pintura. ¿Sí lo ves? ¿Te lo imaginas? ¿Qué piensas?...
B: (Para el audio) Y ya…y dice que me quería preguntar, que porque yo se lo dí, que si eso lo va a
maltratar, pero que va a quedar bien, y luego que si mejor de otro color la tabla, pero que no
aprovecharía la pintura, pero que qué pienso…y así, y así.
A: Pues nada que decir. Sí está buena la idea, medio fea, medio de señora, pero padre, bonita, fea,
gitanona, interesante, genial. Está muy bien, la verdad. Con el altar.
B: Pues sí.
A: Me decepciona no tener nada que decir. Es muy buena en su explicación. Ménsulas pequeñas,
esos es todo.
B: …
A: ¿Café?
B: Al rato, sí.
A: Dejo acá el agua. Entonces? ¿Lo de los mapas, que es lo que urge?
B: Los mapas…
A: Pensé.
A: Ja, ja, ja. No. Es solo que como dijiste “Los mapas”.
A: Ah! Es buenísimo. Mil veces mejor. Eres una genia. Me encanta. Muchísimo. Esta se va a vender
como pan caliente, porque no es cara además. Es perfecto. Así lo hacemos. Mándame el diseño.
B: Lo tienes.
B: A las 10 de la mañana.
B: ¿Sí?
A: Sí, y mañana armo la maqueta y hasta produzco uno. No quiero trabajar, ya cumplimos el
objetivo. Vamos a un lado…
A: Total. No me cuesta nada. Ahorramos tiempo. Te lo mereces. Quedó chingón. Y así ahora…
B: Ay sí. Así paso…aprovecho para ir ahora a lo de Juan y además como vive ahí no más de mi tía
pues paso a ayudarle…
B: Ay. Gracias. Algo bueno en mi día. Siempre me salvas. Ah. ¿Pero decías de hacer algo ahora?
A: No, no. Está buenísimo que vayas y aproveches. Nos tomamos el café, platicamos tantito y ya te
vas. Y yo voy por todo.
B: Sí, sí. Está bueno. Gracias. Es un super paro. Y luego vamos a divertirnos por ahí a divertirnos
otro día.
A: Broma, broma.
B: Ya sé, tonto.
A: Listo tu café.
B: Ay sí. ¿Qué paz por fin? Te amo.