Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
El corte de una superficie implica la obtención de dos lados, que parten de los
bordes resultantes. El encaje perfecto es ahora mediado por un espacio, un
intervalo. Lo que una superficie contiene no sigue en la superficie adyacente
pero el arrastrar de la mirada intenta, a pesar del salto que irá sufrir, combinar
esa discontinuidad por la asociación de un pensamiento, de una forma, de un
color. A veces ese segundo borde es deformado en el proceso. El no encaje
hace más complejo el funcionamiento de la mirada pues la “distancia” del que
se encuentra de un lado o a otro es ahora mayor. Otros accidentes ayudan a
hacer productivo el registro del que no se continúa.
Se intenta comprender el fluir de la pintura.
Pero a veces la superficie no llega a ser cortada, se encuentra apenas
deformada, ondulada. La discontinuidad surge en esa variación de
profundidades o en la sinuosidad de un contorno que suavemente o
abruptamente impone un nuevo registro a la mirada.
Traducción:
Sofía Hauser