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I. Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
II. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
III. Fundamentos teóricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
IV. Propagación de errores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
V. Cifras signicativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
VI. Redondeo de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
VII. Calibrado de instrumentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
VIII. Medidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
IX. Evaluación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
X. Datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
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I. Objetivos
III. Fundamentos teóricos Según sean las causas que producen unos
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Como consecuencia resulta imposible conocer el valor real o exacto de una
magnitud física o química que deba hallarse a partir de medidas. Entonces, el
procedimiento operativo normal para asignar el valor de una determinada mag-
nitud consiste en realizar varias medidas individuales (x1 , x2 , x3 ,. . . ,xn ) en las
mismas condiciones experimentales, hallando el valor medio de las mismas, y
tomando esta media (xm ) como la aproximación válida a su valor exacto. La
diferencia entre el valor de una medida aislada (xi ) y el valor medio de las me-
didas se conoce como error absoluto de una medida concreta. El error absoluto
por si mismo no indica la calidad de una medida. Así un error absoluto de 3
mm en la medida de la longitud de una estantería de libros podría considerarse
pequeño pero no lo sería si corresponde a la medida de la longitud de un único
libro. Definimos entonces error relativo como el cociente entre el error absolu-
to cometido en una medida y el valor exacto (o supuestamente exacto) de tal
magnitud. Si es el valor medido y el valor medio de las medidas, se tendrá:
Error absoluto xi − xm
Error relativo = =
Valor real xm
El error relativo es adimensional, y puede expresarse en tanto por uno o en
tanto por ciento e, incluso, puede que convenga expresarlo en tanto por mil o, a
veces, en partes por millón, bastando con multiplicar el cociente anterior por la
cantidad correspondiente (cien, mil o un millón).
La estimación de la reproducibilidad de una serie de medidas se cuantifica
mediante la desviación estándar (σ) que establece la desviación media de las
medidas respecto a su valor medio según la expresión
v
uN
uP
u (xi − xm )2
σ = i=1
t
N −1
Esta magnitud expresa la dispersión en torno al valor medio de un conjunto
de resultados. Si los datos experimentales están próximos al valor medio, la
desviación estándar es, obviamente, pequeña.
Puede ocurrir que, en un conjunto de medidas experimentales, haya algún
dato que difiera mucho de los demás habiendo que decidir si tal dato se con-
serva o se rechaza, pues de una u otra alternativa puede depender en bastante
grado los valores de la media y de la desviación estándar. En una serie de va-
lores, uno de los métodos para determinar la aceptación o el rechazo de un
dato consiste en prescindir de él provisionalmente para el cálculo de las dos
magnitudes citadas (el valor medio y la desviación estándar): si se da el caso
de que el cociente de la desviación del valor dudoso y la desviación estándar
es superior a 2.5, el dato anómalo se descarta definitivamente.
En cualquier caso, el valor de la media de los datos habrá de expresarse
añadiéndole a continuación el valor de la desviación estándar, es decir, escri-
birlo en la forma xm ± σ.
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que los resultados finales se obtengan mediante cálculos diversos a partir de
diferentes datos experimentales, con el consiguiente error que esto lleva apa-
rejado, pues los errores cometidos en las operaciones individuales tienden a
propagarse, de tal manera que influirán tanto en el resultado final como en la
desviación estándar.
Si se conoce los errores cometidos en las operaciones individuales es po-
sible estimar el error del resultado final a partir del tipo de operaciones mate-
máticas que se haya realizado, tal y como se refleja en el siguiente cuadro:
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procedimiento de comparación entre la medida que indica un instrumento y
la que debería indicar de acuerdo con un patrón de referencia cuyo valor es
conocido con exactitud. En este apartado de la práctica se va a calibrar dos
recipientes volumétricos de uso muy frecuente, una pipeta y un matraz aforado,
para lo cual se medirá en ambos casos la masa de agua que contengan.
La temperatura de trabajo influye en el calibrado en dos aspectos distintos:
por una parte porque el volumen que ocupa una determinada masa de agua
depende de la temperatura, es decir, ésta influye en la densidad, y no sólo en el
caso del agua, sino en todas las sustancias, y por otra parte en la dilatación o
la contracción que se pueda producir en el vidrio. La temperatura de referencia
que figura en el certificado que proporciona el fabricante es de 20o C, habiéndo-
se tenido en cuenta, antes de expedir tal certificado, el efecto térmico indicado
en el caso del vidrio. Sin embargo, a fin de no alargar la práctica de forma in-
necesaria, y como resulta que la temperatura del laboratorio estará con toda
seguridad en un entorno cercano a los 20o C, se va a prescindir de la dilatación
o contracción del vidrio, sobre todo porque el material del cual se fabrica los
instrumentos volumétricos tienen un coeficiente de dilatación muy bajo.
Dejando de lado, por tanto, la influencia de la temperatura, la realización de
esta práctica es muy sencilla: el procedimiento consiste en medir la masa de un
líquido contenido en un recipiente, como diferencia entre el peso del recipiente
seco y el del recipiente conteniendo el líquido, que va a ser agua destilada. El
material necesario para esta práctica es el siguiente:
Balanza de precisión.
Agua destilada.
Los viales y el matraz aforado, además, deben estar secos, tanto exte-
rior como interiormente. Se habrá de tener la misma precaución con los
tapones del matraz y de los viales.
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No será necesario que esté seco el interior de la pipeta o de la bureta,
siempre que lo que contenga sea restos de agua destilada.
Sea de uno o de dos enrases, las pipetas pueden estar fabricadas con
una banda azul de contraste, que facilita la medida de volúmenes: al pa-
sar el menisco por el enrase se verá que la banda de contraste se rompe,
componiéndose las líneas de fractura en un punto que será el que corres-
ponda a la lectura correcta.
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Se llena de agua hasta el enrase una pipeta de 10 mL, y se vacía lenta-
mente en el primero de los viales, tapándolo inmediatamente para evitar
pérdidas por evaporación. Si bien es cierto que este efecto es casi des-
preciable teniendo en cuenta el poco tiempo en que se tarda en pesar, no
conviene introducir innecesariamente fuentes de error.
El proceso reseñado en los dos puntos anteriores se repite con los otros
cuatro viales.
Se pesa cada uno de los viales que ya contienen agua y, tras anotar las
diferentes pesadas, se calcula por diferencia con su peso cuando estaban
vacíos la masa de agua que contenida en cada uno de ellos.
Mediante una pipeta o una bureta se llena el matraz con agua destilada,
hasta el enrase (con el criterio reseñado anteriormente), tapando a conti-
nuación el matraz.
Se vuelve a pesar el matraz, esta vez lleno con el agua que se ha vertido
en él, comprobando antes que no hay burbujas de aire en el interior y que
el exterior está seco.
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Se calcula la media, el error absoluto y la desviación estándar del resulta-
do final, expresándolo correctamente y expréselo correctamente.
VIII. Medidas
Temperatura de trabajo:
Temperatura de trabajo:
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IX. Evaluación La calificación de la práctica se obtendrá mediante la media