El derecho a la vida

Había una vez una familia de ovejas felices, vivían en el campo; salían a comer y a jugar.

Una tarde salieron al río a bañarse, cuando de pronto una manada de tigres los acorraló y los
atacaron, solo dejaron a la oveja menor quedando sola y triste.

En la manada de tigres había un tigre pequeño y él le decía: ¡Papá por favor no le hagas daño! es
muy pequeño como yo, se ha quedado sin mamá y papá.

El papá tigre contesta: Algún día entenderás que no tienes que morir de hambre, ni mucho menos de
abogar por alguien y más porque es tú carnada.

El tigre pequeño quiso ayudar a la oveja, pero no pudo hacer nada.

Fue creciendo la oveja sola, extrañando a su familia, un buen día caminando por la ladera, se encontró
al tigre y le dijo: ¿A caso tu eres la oveja que sobrevivió aquella tarde? Mi padre no ha podido vivir
tranquilo, está viejo y enfermo y no puede salir a cazar.

Asustada la oveja quiso correr y el tigre le dice: espera no tengas miedo, no te haré daño, quiero ser
tu amigo.

De pronto aparecieron unos cazadores para atrapar al tigre, la oveja se opuso arriesgando su vida, y
le dice al tigre: ¡Corre, yo me quedaré! Tú tienes a tu padre yo en cambio no tengo a nadie.

El tigre corrió y corrió hasta llegar a su casa, llorando y su papá tigre le dice: ¿Qué pasa, hijo ?, unos
cazadores me quieren atrapar.

El tigre papá dice: Levantaré toda mi manada y me levantaré yo, para ir al mando.

El tigre pequeño estaba muy asustado qué no se le entendía lo que había pasado.
Rápidamente salió el Papá tigre y fueron en busca de los cazadores.

Durante su recorrido se encontraron a la oveja y el papá tigre dijo: ¿Tú?, no te me escaparás de

nuevo (Con voz enojado), ya estás buena para la cena de hoy.

La oveja temerosa, le dice: No me hagas daño, me quitaste a mi familia.

El papá tigre le dijo: Ahora no hay nadie quién te defienda, no tienes escapatoria (apuntándole con
el rifle).

En ese momento llega el tigre pequeño y le dice: espera papá, no le hagas daño y se coloca delante
de la oveja. El papá tigre le dice no te opondrás otra vez.

El tigre pequeño contesta: Ella acaba de dar la vida por mí, mira como la han dejado los cazadores,
ellos venían por mí, en cambió ella me salvó de qué no me mataran para poder estar contigo, ya
que me necesitabas porqué estabas muy enfermo.

Papá tigre al escuchar y observar, se arrepintió y pidió perdón.

Desde aquel momento la oveja y el tigre fueron felices por siempre.

Alumna: Ximena

Escuela: Epigmenio Cabrera

Tutor: María del Carmen Hernández Avalos

Cel:3316212118