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LA ÚLTIMA COPA

INTRODUCCIÓN

El rey David dijo: “Mi copa está rebosando” -Salmos 23:5

¿Qué quiso decir con esto? Esta expresión es un lenguaje figurado, donde la copa
representa la vida de David; y, el líquido del cual está rebosando la copa, es la presencia
del Señor en su vida. Lo que David estaba diciendo es que, su vida estaba llena y
rebosante de la presencia del Señor. Algo que le añada un gran valor a esta expresión, es
que se cree que fue inspirada cuando David estaba siendo perseguido de muerte (O por
su propio hijo Absalón, o, por el rey Saul).

De partida podemos decir, que el cristiano puede estar lleno y rebosante de la presencia del
Señor aún en los momentos más difíciles de su vida. Uno de los regalos más grandes que
hemos podido recibir de parte de Dios es la reconciliación con Él.

Pensaba en todas las cosas que sentí cuando fui por primera vez en mi vida reconciliado
con Dios, a través de mi encuentro. ¡Mi único deseo era estar con Él y conocerle más!

Su perdón, y la restauración de mi vida como consecuencia de ello, fue tan real y tan
preciosa, que no podía pensar más que en Él. Cuanto más pensaba en Él, más lleno me
encontraba de Su bendición y de Su Presencia.

Desde ese momento, fue más fácil para mí dar también ese mismo perdón a otros, y desear
su bendición en todo: porque yo había experimentado ambos primero, y, como dice el
salmista David, “mi copa estaba rebosando” (adaptado del Salmo 23:5)

La Biblia nos anima diciendo: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios
4:32).

Si deseas que este pasaje sea una realidad en tu vida, y que todas las personas que te
rodean sean llenas de la bendición de Dios a través de ti, primero tienes que experimentar
todo esto de la parte de Dios, y dejar que tu copa se llene hasta los topes.

¡no puedes dar lo que no tienes! En este día, recuerda cómo eran las cosas al principio,
cuando tu vida fue transformada por el amor de Dios. ¿Recuerdas cómo le buscabas?
¿Recuerdas lo que sentías?
Hoy es el día de renovarte en todo eso. Empieza a darle gracias y a pedirle más y más de
Él, mientras te llenas de la gratitud de saber que ya has sido reconciliado con Él, y que
tendrás vida eterna a Su lado.
Llénate en alabanza y en gratitud de la Presencia de Dios, y asegúrate que tu vida esté
rebosando de Dios en este día.
¡Verás qué fácil será entonces empezar a derramar parte de ese mismo perdón, amor
y bendición sobre el resto de personas que te rodean!
No vivas nunca desde la escasez de tus esfuerzos humanos: llénate de las bendiciones del
Cielo, y deja que estas inunden tanto tu vida que no puedas contenerlas, al punto de que tu
mayor gozo sea compartirlas con todos los que se crucen por tu camino.
DAVID DICE: “MI COPA”

Existen

Variedades de copa

Existen variedades de copas. Desde las más baratas hasta las más costosas. Pero,
aunque existen gran variedad de ellas, todas han sido hechas con un mismo objetivo. Ser
una vasija, recipiente o depósito.

De la misma manera, la vida de cada cristiano es:

a) una copa para nada barata (porque el precio que se pagó por ella fue muy alto. La
sangre de nuestro Señor Jesucristo)
b) Una copa que fue hecha con el objetivo y propósito de ser un recipiente y deposito.

¿DE QUE VAMOS A LLENAR NUESTRA COPA?

Ahora bien…Si hemos dicho que toda copa ha sido fabricada con el objetivo de que sea
un recipiente. La pregunta ahora es: ¿De qué vamos a llenar nuestra copa (vida)? Así
como una copa la podemos llenar de un vino que cuesta unos cuantos pesos (vino
barato), también la podemos llenar de un vino costoso.

¿Cuál es el Vino barato?

Es aquel que está al alcance de todos, porque su precio es muy económico. Cualquiera lo
puede adquirir, y en el supermercado es el más vendido. Este vino representa a lo que el
Señor Jesús llamó “La puerta ancha y el camino espacioso” -Mateo 7:13- Todos quiere
entrar por la puerta ancha; todos quieren caminar por el camino espacioso; todos quieren
llenar su copa de vino barato.

Este “vino barato” representa a los deleites que el mundo (el sistema) nos ofrece. Todos
pueden acceder a ellos con unos cuantos dólares. Es más, por muchos de estos placeres
ni siquiera hay que pagar un centavo, porque están al alcance de todos de manera
gratuita.

¿Cuál es el Vino costoso?

Pero a diferencia del vino barato, no todos quieren llenar su copa del vino costoso ¿Por
qué? Porque hay un precio que pagar. Así como construir sobre la roca no es sencillo,
porque hay que cavar y cavar hasta encontrar la roca segura. Llenar nuestras copas del
vino costoso, tampoco es sencillo. Porque hay que pagar un precio, el cual no todos están
dispuestos a hacerlo.

CUÁL ES EL PRECIO QUE TENEMOS QUE PAGAR PARA QUE NUESTRAS COPAS
ESTÉN NO SOLO LLENAS, SINO REBOSANDO (DESBORDANDO) DEL BUEN VINO

1) El precio de tener una vida en oración. La práctica de la oración No es para nada


sencilla
La disciplina de la oración no es para nada sencilla. De allí que podemos estar horas y
horas frente a la pantalla de un celular. Pero, cuando nos disponemos a orar, pronto nos
sentimos desanimados y cansados ¿A qué se debe esto? Sencillamente porque a nuestro
cuerpo no le gusta orar. A nuestro cuerpo le gusta estar conectado a las redes sociales;
Ver televisión hasta altas horas de la madrugada; Dormir hasta muy tarde. Pero cuando
se trata de orar, nuestro cuerpo no quiere hacerlo.

La oración será aquello Que mantendrá nuestra copa rebosando

Querido hermano, la oración es aquella que mantendrá nuestra copa rebosando de la


presencia de Dios. por tal razón debemos PAGAR EL PRECIO. Probablemente usted me
diga: <<Cuando empiezo a orar me duermo>> Bueno…regálese un par de cachetadas y
siga orando. No deje que su carne le gane; No empiece su jornada con su copa vacía.
Llénela y rebósela de la presencia de Dios para que usted pueda beber de ella todo el día.

Una copa rebosada en oración le librará de las tentaciones que se le presenten en el


día

Algo muy importante en este punto, es que una vida rebosada en oración nos librará de
las tentaciones que se nos presenten en el día. El Señor Jesús nos dijo: Mt 26:41 Velad y
orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne
es débil.

El mismo David que dijo en una etapa de su vida: “Mi copa está rebosando” había
experimentado las consecuencias de tener su copa vacía cuando se convirtió en un
adultero y asesino. Esto es lo que sucede cuando nuestras copas no están llenas y
rebosantes; Esto es lo que sucede cuando nuestras vidas no están llenas de la presencia
del Señor en oración. somos presa fácil de nuestra carne y también de Satanás.

Querida iglesia, paguemos cada día el precio del buen vino par nuestras copas,
llenémosla y rebosémosla en oración.

2) El precio de tener una vida consagrada. ¿Qué significa la palabra Consagrar–


consagrado?

Un segundo precio que tenemos que pagar para que nuestras copas estén rebosando
(para que nuestras vidas estén llenas y rebosantes de la presencia del Señor) es: “Vivir
una vida consagrada”. La palabra consagrar-consagrado significa “Apartado para Dios”.
esto fue lo que sucedió con el profeta Samuel cuando era un niño, su madre lo consagró
(apartó) para el servicio del Señor.

Yo no soy Un profeta. Posiblemente usted me diga: <<Yo no soy un profeta. No creo


que lo de consagrarse sea para mi>>. Bueno…Posiblemente usted no sea un profeta.
Pero si es un cristiano. Y todo cristiano (Verdadero cristiano) ha sido separado del mundo,
para vivir bajo el gobierno de Cristo. Es decir, todo cristiano ha sido consagrado y
apartado para Dios.

Un ejemplo de lo que no es consagración

Recuerdo que cierta iglesia que recién empezaba, no tenía instrumentos musicales. Lo
que sucedía es que, cada domingo antes de comenzar el servicio, un camión llegaba con
los instrumentos ¿De dónde venían estos? Le pertenecían a una orquesta de música no
cristiana. Estos instrumentos la noche anterior habían sido utilizados para cantarle al
desamor, al despecho y a la traición. Pero el domingo en la mañana se los usaba para
cantarles alabanzas a Dios. Esto es un claro ejemplo de lo que NO es consagración.
Estos instrumentos no eran consagrados para Dios. luego lograron adquirir instrumentos
exclusivamente para el servicio de Dios.

Una persona consagrada a Dios no puede vivir agradando

Una persona u objeto consagrado no puede cantarle el sábado por la noche al desamor y
a la traición, y el domingo por la mañana cantar alabanzas a Dios; una persona
consagrada no puede beber alcohol por la noche, y el domingo pretender beber del agua
de vida (Jesús); Una persona consagrada no puede vivir como impío toda la semana, y el
domingo pretender vivir como cristiano.

Una persona consagrada, vive para Dios todos los días de su vida, y en TODAS las áreas
de su vida (Esta debe ser su meta). Esto hará que su copa este llena y rebosante
continuamente ¡Paguemos el precio de la consagración! ¡Paguemos el precio del buen
vino para nuestras copas!

3) El precio de perdonar. David sabía bien Que debía perdonar

El cantor de Israel (David) sabía bien, que para que su copa este rebosando (Su vida este
llena de la presencia del Señor) Debía perdonar. Como bien sabemos, Saul le buscaba
para darle muerte, y en más de una ocasión intentó clavarlo con una lanza en la pared,
pero David se esquivó. Aun así, cuando David tuvo la oportunidad de matar a Saul
mientras “cubría sus pies” (hacia sus necesidades). No lo hizo. más bien dijo: “Jehová me
guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová…” -1Samuel 24-

Usted tiene dos opciones

Tal vez no le estén buscando para matarle. Pero si le han ofendido y herido usted tiene
dos opciones: a) Vivir como Saul, con amargura, rencor y envidia en su corazón; o, b)
Vivir como David, quien decidió perdonar aun cuando le habían hecho tanto daño.

Si usted decide no perdonar. Es imposible que su copa pueda estar llena, es imposible
que su vida pueda estar llena de la presencia del Señor. porque si nosotros no hemos
perdonado a nuestros ofensores, Dios tampoco nos perdonará a nosotros. Pero, cuando
decidimos perdonar como Dios nos ha perdonado y nos perdona continuamente,
entonces créame, viviremos con nuestras copas llenas y rebosantes todos los días de
nuestra vida.

EL CRISTIANO NO PUEDE PERMITIR QUE SU COPA DEJE DE REBOSAR

Necesito darles un consejo final. Un lujo que no nos podemos dar como cristianos, es
permitir que nuestra copa deje de rebosar (desbordarse, derramarse) ¿Por qué? Mientras
el agua de un recipiente se rebosa y desborda constantemente, siempre se estará
renovando. Pero si en vez de rebosar y desbordar, se estanca. Entonces se pudre y se
daña. Y como dice un adagio: “Cuando el agua se pudre, aparecen los gusarapos”.
 Fue cuando la copa dejó de rebosar en la vida de Adán y Eva, que se convirtieron en
presa fácil de la serpiente antigua (Satanás).
 Fue cuando la copa dejo de rebosar en la vida de David, que se convirtió en un
adultero y asesino.
 Fue cuando la copa dejó de rebosar en la vida de Saul, que hizo las cosas a su
manera, y no, a la de Dios.
 Fue cuando la copa dejó de rebosar en la vida de Pedro, que negó a su Señor.
 Será cuando nuestra copa deje de rebosar, que seremos presa de nuestra
concupiscencia y del diablo.

CONCLUSIÓN

Así como el piloto de un avión no puede permitir que el combustible se termine antes de
llegar a tierra. Como cristianos no podemos permitir que nuestra copa deje de rebosar
hasta el día glorioso de su venida. Llenemos diariamente nuestras copas en oración,
consagración y perdón. Y al igual que David, aun en medio de adversidades, digamos: “Mi
copa está rebosando”, “mi vida está llena de la presencia del Señor” amén.

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