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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA DE PATOLOGÍA MÉDICA

CÁTEDRA: BIOÉTICA

Profesora: Integrante:

María Rocaro Ambar Flores

C.I: 26.817.199

Carrera: Citotecnología

Sección: 1-M

San Diego, Agosto 2018


SISTEMA DE SALUD PÚBLICO

Un sistema de salud es la suma de todas las organizaciones, instituciones y recursos


cuyo objetivo principal consiste en mejorar la salud. Un sistema de salud necesita personal,
financiación, información, suministros, transportes y comunicaciones, así como una
orientación y una dirección generales. Además tiene que proporcionar buenos tratamientos y
servicios que respondan a las necesidades de la población y sean justos desde el punto de
vista financiero.

Un buen sistema de salud mejora la vida cotidiana de las personas de forma tangible.
Una mujer que recibe una carta recordándole que su hijo debe vacunarse contra una
enfermedad potencialmente mortal está obteniendo un beneficio del sistema de salud. Lo
mismo ocurre con una familia que finalmente puede acceder al agua potable gracias a la
instalación en su aldea de una bomba de agua financiada por un proyecto de saneamiento del
gobierno, o con una persona con VIH/SIDA que obtiene medicamentos antirretrovíricos,
asesoramiento nutricional y exámenes periódicos en un ambulatorio asequible.

El principal responsable por el desempeño global del sistema de salud de un país es


el gobierno, pero también resulta fundamental la buena rectoría de las regiones, los
municipios y cada una de las instituciones sanitarias.

El fortalecimiento de los sistemas de salud y el aumento de su equidad son estrategias


fundamentales para luchar contra la pobreza y fomentar el desarrollo.

Los sistemas de salud de los países pobres no son los únicos que tienen problemas.
Algunos países ricos tienen grandes sectores de la población que carecen de acceso al sistema
de salud debido a que los mecanismos de protección social son injustos. Otros están luchando
contra el aumento de los costos debido a la utilización ineficiente de los recursos.

De esta forma, un sistema de salud contiene al menos los siguientes aspectos:

 Financiamiento, el cual identifica, administra y asigna recursos financieros para los


gastos que implica su funcionamiento.
 Prestación de servicios, que obedecen a la manera en que tal sistema ha sido definido
y a la forma en que se financia.
 Rectoría, que alude al organismo de orden superior que dicta normas y establece
procedimientos acordes con los avances de la ciencia y en concordancia con su
legitimidad.

En Venezuela, si nos atenemos a las características arriba identificadas, debemos concluir


negativamente, es decir, no existe un sistema de salud por las siguientes razones:

 Financiamiento: Las dificultades para establecer los volúmenes de recursos


financieros destinados a salud desde el erario público, es decir para el supuesto
Sistema Público Nacional de Salud (SPNS), son comunes a muchas otras inversiones
públicas: la información no es fidedigna ni confiable. Por otra parte, las cifras del
BCV lo que nos muestran es que la mayor parte del gasto proviene del bolsillo de los
usuarios, es decir, es de naturaleza privada lo cual, en el caso del SPNS, resulta en
una perversión: se muestra como público y, en realidad, es privado. Lo que queremos
decir es que la naturaleza del SS no la define la propiedad de los establecimientos que
prestan servicios, sino el origen de los fondos que lo financian y, en nuestro caso y
contrariamente a lo establecido en la Constitución de 1999, el financiamiento de los
servicios que se prestan es fundamentalmente privado.
 Prestación de servicios: A partir de 1999 el deterioro de la infraestructura y la
insuficiencia de los insumos (tecnología y medicamentos, por ejemplo) ha sido de tal
magnitud, que hoy día los servicios que se pueden prestar son escasos, carentes de
garantía y de dudosa calidad. Esto último, atribuible al lamentable fracaso de la
formación de Médicos Integrales Comunitarios cuya evaluación, ampliamente
difundida por diversos medios, ha resultado ser altamente insuficiente en relación con
las labores que les fueron encomendadas en hospitales y centros de salud. Es decir,
este personal ha sido objeto de una estafa al no proporcionársele los conocimientos
indispensables y al ofrecérsele una actividad en nada acorde con la calidad real de su
entrenamiento.
 Rectoría: Es supuestamente ejercida por el Ministerio del Poder Popular para la Salud
(MPPS) en estos momentos. Desde el año 2000 cuando se firmó por primera vez el
convenio de cooperación Cuba-Venezuela, se instauró la Misión Médica Cubana
(MMC) la cual se instituyó como una autoridad paralela en salud, de forma que la
función rectora se escindió porque, a pesar de las recomendaciones e intentos de
unificar la red de establecimientos en torno a esta “nueva” iniciativa, lo que se
consolidó fue una mayor desintegración de los servicios y muchas veces su
segmentación, al especializar algunos de ellos en la atención exclusiva de ciertos tipos
de población, como es el caso de los militares. Ese Ministerio ha cambiado de nombre
tres veces pero, a pesar de que se podría sospechar que tales cambios obedecen a
enfoques novedosos de la salud, lo que realmente ocultan es el desmantelamiento de
sus cuerpos técnicos por personal muy poco capacitado, que es incapaz de demostrar
su liderazgo científico y mucho menos político.

Un elemento adicional es la ausencia de un marco legal. A pesar de haber sido formulado


en sus lineamientos y principios generales como un sistema de cobertura universal, sin pago
directo por parte del usuario y de alta calidad, ninguna de estas condiciones se cumple, como
ha sido ampliamente mostrado. La inexistencia de este marco legal constituye una abierta y
cínica burla a la Constitución de 1999 y muestra, además, la profunda desinstitucionalización
de la que ha sido objeto el sector.

NIVELES DE ATENCIÓN

Es la organización de la atención en diferentes niveles de complejidad y tiene por


objetivo conjugar en forma eficiente la necesidad de cumplir con un máximo de cobertura
los servicios que se presten, con la mayor calidad posible y con una misma cantidad de
recursos.

Tradicionalmente se distinguen tres niveles:

 Nivel primario
 Nivel secundario
 Nivel terciario

Nivel primario (máxima cobertura, mínima complejidad)

Es el de mayor cobertura pero menor complejidad Esta representado por las Postas y
Estaciones médico rurales, los Consultorios urbanos y rurales y los centros de Salud Familiar.
Para lograr sus objetivos debe proyectarse a la comunidad con sus recursos, coordinarse con
sus organizaciones a fin de lograr actitudes favorables para la salud y hacer que estas se
involucren y confíen en el Sistema.

Su recurso humano lo constituyen entre otros: Médicos y odontólogos generales,


enfermeras, nutricionistas, psicólogos, asistentes sociales, técnicos etc. Sus actividades se
relacionan entre otras, con: Promoción para la salud Control de salud Pesquisa de morbilidad
Tratamiento de morbilidad no compleja Derivación oportuna de casos a niveles de mayor
complejidad.

Este nivel abarca:

 Atención Ambulatoria
 Consulta Médica General
 Atención Inicial, estabilización, resolución o remisión del paciente en urgencias.
 Atención Odontológica
 Laboratorio Clínico
 Radiología
 Medicamentos Esenciales
 Citología
 Acciones intra y extramurales de Promoción, Prevención y Control.
 Atención quirúrgica
 Servicios con internación:
 Atención Obstétrica
 Medicamentos esenciales
 Valoración Diagnóstica y manejo médico

Nivel secundario

En general no se contacta directamente con la comunidad. Se relaciona tanto con el nivel


primario para devolver los casos resueltos como con el terciario cuando la complejidad así
lo requiere. En la medida que el nivel primario va siendo más eficiente este nivel debe
adecuarse y diferenciarse en las especialidades o subespecialidades que sean necesarias.
Este abarca:

 Atención ambulatoria especializada


 Atención médica no quirúrgica, no procedimental y no intervencionista, brindada por
un profesional de la medicina, en esta deben existir las siguientes especialidades
básicas para una IPS:
 Pediatría
 Ginecología y obstetricia
 Medicina interna
 Cirugía general
 Ortopedia (opcional)

Recibe para diagnóstico y tratamiento los pacientes que no pueden ser resueltas en el
nivel primario. Su recurso humano está representado por el especialista. Su grado de
desarrollo es variable y depende del establecimiento y de las características propias de cada
Servicio de Salud. Para su trabajo requiere de Unidades de Apoyo Diagnóstico más
complejas (Laboratorio, Imagenología, Anatomía Patológica, etc.).

Nivel terciario

 Representado por los establecimientos con condiciones para realizar acciones bajo
régimen de atención cerrada (hospitalización)

 Su nivel de cobertura es menor y se aboca a manejar solo los casos con patología, atención
institucional del 100% de los partos aunque estos son habitualmente de baja complejidad y
sin patología.

 En los hospitales se organiza en los Servicios Clínicos y requiere de las Unidades de


Apoyo Diagnóstico y Terapéutico para su trabajo, incluidos los pabellones quirúrgicos

Está representado por los establecimientos con condiciones para realizar acciones
bajo régimen de atención cerrada (hospitalización).

En los hospitales se organiza por Servicios Clínicos y requiere de las Unidades de


Apoyo Diagnóstico y Terapéutico para su trabajo, incluidos los pabellones quirúrgicos.
 Trasplante renal
 Diálisis
 Neurocirugía. Sistema nervioso
 Cirugía cardiaca
 Reemplazos articulares
 Manejo del gran quemado.
 Manejo del trauma mayor.
 Manejo de pacientes infectados por VIH
 Quimioterapia y radioterapia para el cáncer.
 Manejo de pacientes en unidad de cuidados intensivos.
 Tratamiento quirúrgico de enfermedades congénitas

PIRÁMIDE DE MASLOW

La Pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría


psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra: Una teoría sobre la motivación
humana de 1943, que posteriormente amplió. Maslow formula en su teoría una jerarquía de
necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas
(parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más
elevados (parte superior de la pirámide).
La escala de las necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide
que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como
«necesidades de déficit (primordiales); al nivel superior lo denominó «autorrealización»,
«motivación de crecimiento», o «necesidad de ser». “La diferencia estriba en que mientras
las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente
continua”.

La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra
atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas
de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas
regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la pirámide
de Maslow dispondríamos de:

Necesidades básicas

 Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referente a la


salud); dentro de estas, las más evidentes son:
 Necesidad de respirar, beber agua, y alimentarse.
 Necesidad de mantener el equilibrio del pH y la temperatura corporal.
 Necesidad de dormir, descansar y eliminar los desechos.
 Necesidad de evitar el dolor y tener relaciones sexuales.

Necesidades de seguridad y protección

Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. Son las
necesidades de sentirse seguro y protegido, incluso desarrollar ciertos límites en cuanto al
orden.

Dentro de ellas encontramos:

 Seguridad física y de salud.


 Seguridad de empleo, de ingresos y recursos.
 Seguridad moral, familiar y de propiedad privada.
Necesidades de afiliación y afecto

Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de:

 Asociación
 Participación
 Aceptación

Se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades


deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de
relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o en
organizaciones sociales. Entre estas se encuentran: la amistad, el compañerismo, el afecto y
el amor. Estas se forman a partir del esquema social.

Necesidades de estima

Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.

 La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye


sentimientos tales como confianza, competencia, maestría, logros,
independencia y libertad.
 La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de
atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria,
e incluso dominio.
 La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo
de inferioridad.

El tener satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como


individuo y profesional, que tranquilamente puede escalonar y avanzar hacia la necesidad de
la autorrealización.

La necesidad de autoestima, es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que


se constituye en el pilar fundamental para que el individuo se convierta en el hombre de éxito
que siempre ha soñado, o en un hombre abocado hacia el fracaso, el cual no puede lograr
nada por sus propios medios.
Autorrealización o autoactualización

Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para
denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y « autorrealización».

Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las
jerarquías, y es a través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido
válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando
todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto
punto.

Las necesidades humanas se puedes identificar bajo el punto de vista de cuerpo, mente
y comunidad. Siguiendo estos criterios, Cuerpo se refiere necesidades biológicas, Mente a
necesidades bio-psicológicas como afecto, creatividad, trabajo, etc. Así como también a las
necesidades psicológicas como el entendimiento y la espiritualidad, finalmente, Comunidad
como a las necesidades sociales como libertad, ambiente sano, etc.

ÉTICA DE MÁXIMOS Y MÍNIMOS

La ética de mínimos hace referencia a las condiciones y comportamientos mínimos


de convivencia comunes en los diferentes ámbitos sociales en el mundo, tiene que ver con el
deseo general de encontrar una mejor comunicación y entendimiento, incluyendo las
necesidades básicas de toda cultura y/o civilización para hacer más amigables las inevitables
relaciones con los demás. Estos deberes y derechos mínimos son denominados como éticas
de justicia y constituyen el “momento deontológico” de la ética.

La ética de máximos son las ética d la felicidad, es decir, se refieren al bien y la


autorrealización personal, pues intentan dar razón del fenómeno moral a partir de propuestas
de vida buena, contiene una idea de vida planificada y medios para conseguirla. Esta ética
propone una forma de vida digna de ser vivida dentro de una visión religiosa o laica; y
constituye el “momento teológico” de la ética.

Ética de máximos

Es la ética que trata de dar razón del fenómeno moral a partir de propuestas de una
vida buena, contiene una idea de vida planificada y medios para conseguirla. Por ello es
denominada ética de bienes o de la felicidad. Son éticas sustantivas en tanto que proponen
una forma de vida digna de ser vivida, dentro de una cosmovisión que ofrece sentido global
que puede tener signo religiosos o laico.

Las éticas de máximos hablan del bien, la felicidad, las virtudes y suelen dar consejos
de prudencia para orientar las acciones en general, estas éticas consideran que la vida tiene
una finalidad que es su plenitud, vivir bien y hacer el bien.

En resumen, las éticas de máximos tienen una propuesta de plenitud y un camino para
lograrla. La ética de máximos es requerida tanto por los individuos como por las sociedades
culturales. Es decir que un individuo puede proponer un modelo de vida buena o seguir las
que están presentes en su tradición.

El aspecto positivo de dicha ética es que ofrece todo un horizonte de sentido y


realización personal, dentro de un contexto interpersonal. El aspecto negativo puede
mostrarse cuando dichas propuestas anulan el valor del ser humano individual y de las
libertades personales. Por ejemplo, en ese caso, no podría haber objeción de conciencia,
donde el individuo se negara a participar en actos que atenten contra la vida o dignidad de
otros.

Ética de mínimos

Son generalmente deberes y derechos, son denominados éticas de la justicia y


constituyen el "momento deontológico" de la ética. La ética de mínimos o ética civil propone
mínimos axiológicos y normativos (moral y jurídicos) compartidos en una sociedad
pluralista, principios de convivencia requerida para vivir en una sociedad pluralista. A partir
de estos mínimos, cada quien puede tener plena libertad para buscar una vida feliz.

Con ética de mínimos entendemos el mínimo de legalidad y orden que una sociedad
necesita, a tener valores, ideas y normas que los ciudadanos de una cultura plural comparte
y que por compartidos de encuentran en la base de sus ordenamientos jurídicos.

Esos principios mínimos de convivencia se obtienen por consenso expresan una


"maduración ética de la sociedad" porque significa respetar las diferencias y establecer la
necesidad de derechos humanos fundamentales que no se reducen a los individuales y
negativos, sino a los derechos económicos, sociales, culturales y ecológicos.
Por esos mínimos, los miembros de la sociedad pueden llegar a decisiones morales
compartidas. Esos mínimos se manifiestan especialmente en tres áreas:

a) En las éticas profesionales y en las éticas aplicadas, para poder tomar decisiones
morales a pesar de asumir diferentes creencias morales y religiosas. Es el caso de los
códigos de ética de algunas profesiones, que representan esos mínimos a pesar de que
sus profesionales sean católicos, evangelistas o ateos.
b) Una ética mínima requerida por la sociedad en su conjunto, aunque sus ciudadanos
puedan asumir diferentes creencias morales y religiosas. Dichos mínimos contenidos
en las constituciones políticas así como en otras normas jurídicas.
c) También se manifiestan estas éticas mínimas en la búsqueda de una ética universal.
Ahí están las declaraciones internacionales sobre los derechos humanos, entre otras.
Por eso se sostiene que son mínimos transculturales.

Desde esta perspectiva, la universalidad del fenómeno moral sería posible. Las éticas
de máximos estarían atrapadas en las comunidades, tradiciones, situaciones, y decisiones
personales, no pudiendo a dicha universalización, la formula mágica del pluralismo
consistiría en compartir unos mínimos morales de justicia, aunque discrepemos en los
máximos de felicidad.

La filosofía española sostiene que la justicia se exige mientras que la felicidad es


asunto de invitación. Lo que importa señalar es que la justicia no es un asunto subjetivo sino
intersubjetivo, por lo que podemos exigir al otro su cumplimiento. Pero el ideal de felicidad
de uno no puede ser exigido a los demás, solamente podemos sugerir e invitar al otro a ser
feliz de un determinado modo.

La exigencia de mínimos vendrá de dos lados. Por un lado, del individuo que requiere su
libertad, su modo de vida y elecciones personales sean respetadas, aunque no sean
compartidas por la comunidad en la que vive. Por otro lado, de las comunidades culturales
que requieren de dichos mínimos para salvaguardar sus formas de vida y tradiciones, que no
son compartidas por otras comunidades. En cualquier caso, esos mínimos permiten respetar
comunidades con diferentes propuestas de máximos y desde ahí una convivencia justa.
Características:

Ética de Mínimos:

 Ideal de justicia
 Universales: mínimo exigible a todo ser racional
 Deseo general de todas las culturas
 Relaciones con otros
 “Lo que es razonable “

Ética de Máximos:

 Ideal de felicidad o “vida buena”


 No universales
 Subjetivas
 Individuales
 “Lo que me da bienestar”

Ejemplo:

Caso hipotético: Llega una paciente que es testigo de jehová, está embarazada y tuvo un
accidente con lesiones severas, se necesita hacerle una transfusión de sangre, pero como se
sabe las personas que profesan esta religión no permiten hacerse transfusiones. Como debería
esta señora decidir qué hacer de acuerdo con la ética de máximos y mínimos

En general los testigos de Jehová presentan un escrito judicial (especie de recurso de amparo)
deslindando de responsabilidades al médico por la consecuencias de no dejar que le realicen
una transfusión de sangre y las autoridades del sanatorio deciden si los admiten para
internación o le dan atención de urgencia hasta tanto puedan ser derivados a otro lugar que
tenga la complejidad para hacerse cargo del paciente. Generalmente todos lo TDJ se niegan
a recibir transfusiones pero en algunos casos optan por salvar su vida.

PRINCIPIOS BIOÉTICOS

 Beneficencia: Se refiere a la obligación de prevenir o aliviar el daño hacer el bien u


otorgar beneficios, deber de ayudar al prójimo por encima de los intereses
particulares, en otras palabras, obrar en función del mayor beneficio posible para el
paciente y se debe procurar el bienestar la persona enferma. Los elementos que se
incluyen en este principio son todos los que implican una acción de beneficio que
haga o fomente el bien, prevenga o contrarreste el mal o daño; adicionalmente, todos
los que implican la omisión o la ausencia de actos que pudiesen ocasionar un daño o
perjuicio.

El quehacer del profesional de la salud está fundamentado en el principio de beneficencia


y consiste en el deber de asistir a las personas que lo necesiten. Este principio se vincula con
la norma moral siempre debe promoverse el bien y tiene como obligaciones derivadas el
brindar un servicio de calidad, con atención respetuosa, evitar el exceso de terapéutica y
respetar condiciones, credos o ideologías (5). Este principio es utilizado para prevenir,
aliviar el daño, hacer el bien como otorgar beneficios (6), debe estar dirigido a garantizar la
salud de la sociedad en el sentido más amplio de este concepto, para lo que se precisa de un
personal preparado, competente, actualizado, con una formación humanística basada en los
principios éticos y conocedor de las peculiaridades de la población que asiste. No debe
centrarse únicamente en curar o en restablecer la salud, sino también en prevenir y en educar,
lo que conduce a la modificación de estilos y modos de vida, de patrones culturales que no
contribuyen al mantenimiento de la salud colectiva.

El principio de beneficencia puede generar situaciones dilemáticas, en donde el acto de


beneficencia se contrapone a la no comisión de un mal, daño o perjuicio; en estas situaciones
priva la máxima de no causar daño, a menos que tal perjuicio esté intrínsecamente
relacionado con el beneficio por alcanzar y en donde el paciente o su representante
conjuntamente con el profesional de la salud considere al daño como inferior en relación con
el beneficio por obtener y esté dispuesto a asumirlo.

Es importarte señalar que muchas veces el profesional de la salud, específicamente el


odontólogo, cree ser benefícente con respecto al paciente y realmente esto no necesariamente
puede ser cierto, debido a que lo que el odontólogo considera como bien no siempre es
coincidente con el bien que persigue el paciente. Diariamente por factores socioeconómicos,
nos enfrentamos a pacientes que exigen un tratamiento específico, ya sea por dolor o por
estética, mientras que el profesional quiere restaurar las condiciones de salud bucal general,
o puede considerar que cualquier otra alteración es más importante resolver que la que
manifiesta el paciente y se entra en un conflicto de intereses que compete a la beneficencia,
el cual se puede resolver con una buena relación odontólogo paciente, donde se le dé al
paciente toda la información posible sobre su salud bucal y pueda llegarse a un consenso
sobre las posibilidades del tratamiento acordes con ambas partes.

Ejemplo: un médico que oculta a su paciente la sospecha de una patología grave, tras el
resultado de una prueba diagnóstica. La experiencia de otros casos y el conocimiento del
enfermo le llevan a la conclusión de que una noticia negativa podría provocarle un estado de
estrés y ansiedad, por lo que decide no decirle nada, hasta comprobar el diagnóstico con una
segunda prueba.

 Principio de No Maleficencia: Este principio es uno de los más antiguos en la


medicina hipocrática: Primum non nocere, es decir, no hacer daño al paciente, es la
formulación negativa del principio de beneficencia que nos obliga a promover el bien.
Los preceptos morales provenientes de este principio son no matar, no inducir
sufrimiento, no causar dolor, no privar de placer, ni discapacidad evitables (6,10). Las
obligaciones derivadas consisten en realizar un análisis riesgo/beneficio ante la toma
de decisiones específicamente en el área de la salud y evitar la prolongación
innecesaria del proceso de muerte (distanasia). Se trata de respetar la integridad física
y psicológica de la vida humana.

Este principio está contemplado en el juramento hipocrático cuando expresa “Dirigiré la


dieta con los ojos puestos en la recuperación de los pacientes, en la medida de mis fuerzas y
de mi juicio y les evitaré toda maldad y daño”.

Se diferencia del principio de beneficencia en que pudiese en ocasiones hacer el bien al


paciente y sin embargo, acontecer complicaciones no contempladas que eventualmente
pudieran perjudicarlo directa o indirectamente.

El equipo de salud en servicio al paciente debe preocuparse por hacer el bien, y cuidarse
de no hacer daño a una persona o a un colectivo.

El principio de no maleficencia no debe ser considerado de forma aislada ya que muchos


procedimientos en el área de la salud pueden ocasionar daños y/o sufrimientos, así como
causar riesgos al paciente, sin embargo se justifican en razón de los beneficios que puedan
generar, que por supuesto deben superar al dolor y la discapacidad.

Ejemplo: la investigación clínica sobre sujetos sanos cuyo protocolo presente riesgos e
inconvenientes tan pequeños, que la hagan moralmente recomendable teniendo en cuenta la
gran utilidad que podría conllevar para un determinado tipo de pacientes. Otro ejemplo sería
la transfusión de sangre, que supone un pequeño inconveniente para el que la dona, mientras
que puede salvar la vida del que la recibe.

 Principio de Autonomía: Consiste en que cada persona es autodeterminante para


optar por las propias escogencias en función de las razones del mismo, es decir, que
al hacer uso de la autonomía, cada quien conduce su vida en concordancia con sus
intereses, deseos y creencias.

El principio filosófico de la autonomía tiene su contraparte legal en el principio de


autodeterminación que en nuestro país se contempla en el artículo 44 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela que expresa: “la libertad personal es inviolable”. La
autonomía tiene su valor al ser una reafirmación de una de los rasgos fundamentales de la
persona y por principio porque tiende a promover el bienestar del sujeto al permitirle
seleccionar lo que considere que es mejor para él.

Según John Stuart Mill al hombre le pertenece plenamente aquella parte de sus actos que
no afecten a los otros, y sobre la cual la sociedad no debe interferir, ya que la autonomía
constituye la esfera de la libertad humana. Se puede definir como la obligación de respetar
los valores y opciones personales de cada individuo en aquellas decisiones básicas que le
atañen vitalmente. Supone el derecho incluso a equivocarse a la hora de hacer uno mismo su
propia elección.

El principio de autonomía da origen a la norma moral, de no coartar la libertad de la persona


y nos remite a la obligación de aplicar el consentimiento informado ante la toma de decisiones
en el campo de la salud (15). Lo cierto, es que en el modelo social emergente, se tiende a que
cada cual tenga derecho a opinar sobre su salud en ejercicio de su libertad, y para lo que se
requiere de un conocimiento, es decir, estar bien informado, la comprobación de la
competencia del enfermo para decidir y la ausencia de coerción (16).
El principio de la Autonomía visto filosóficamente corresponde al principio de
Autodeterminación desde un punto de vista legal, que en Venezuela se encuentra plasmado
en nuestra Carta Magna en el capítulo III, de los derechos civiles donde se establece que
todos los venezolanos tienen derecho al libre desenvolvimiento en diversas áreas, sin más
limitaciones que las derivadas del derecho de los demás y del orden público y social. En
concordancia, la autonomía es la base fundamental del artículo 57 del Código de Deontología
Odontológica que expresa que toda persona debe expresar con absoluta libertad su voluntad
de aceptar o rechazar su condición de ser paciente, así como rehusar determinadas
indicaciones diagnósticas o terapéuticas.

Este principio es la base para una nueva relación paciente-profesional de la salud, ya


que al paciente se le trata como adulto responsable con la capacidad y el derecho de decidir
entre las opciones presentes, en una determinada situación clínica.

Una reflexión sobre la comprensión del principio de autonomía en la atención en salud


nos muestra una posible contradicción, cuando el equipo de salud, tomando en cuenta sus
funciones en los diferentes niveles de atención (prevención, promoción, curación y
rehabilitación), trata de cambiar estilos de vida, hábitos, costumbres, e incluso tradiciones,
que puedan estar reñidas con la salud de las personas y de la comunidad, lo que puede verse
como una intromisión en el mundo interno de esta comunidad, que lesiona su independencia
y por ende su autonomía.

Ejemplo: el caso de un paciente con un carcinoma incurable e inoperable, que


pregunta al médico si tiene cáncer. Éste responde que está tan sano como diez años atrás.
«Esta mentira niega al paciente la información que puede necesitar para determinar su curso
de acción futuro, por tanto infringe el principio del respeto a la autonomía. Aunque se trata
de un punto controvertido, dicha mentira podría ser justificada (sopesándola con el principio
de beneficencia).

 Principio de Justicia: Para analizar este principio comenzaremos definiendo la


justicia que para muchos griegos y filósofos constituye el elemento fundamental de
la sociedad, consideran que algo es justo cuando su existencia no interfiere con el
orden al cual pertenece, el que cada cosa ocupe su lugar. Cuando no sucede así, y una
cosa usurpa el lugar de otra, o cuando existe alguna demasía, se origina una injusticia
y se cumple con la Justicia al restaurar el orden de origen, cuando se corrige y
sanciona la desmesura. En los aspectos sociales de la justicia se destaca el equilibrio
en el intercambio entre dos o más miembros de la sociedad.

El principio de justicia y equidad surge a partir de pensadores del ámbito de la salud,


sensibles a la problemática de aquellos más necesitados e insatisfechos con el modelo
utilitarista de Mill que establece el mayor bien para el mayor número de personas, lo cual
puede desproteger a las minorías y los marginados y se han visto en la necesidad de añadir
la teoría de John Rawls, sobre justicia social, centrada en la igualdad de los seres humanos
desde una óptica formal, que a ayudar a los menos favorecidos ante las desigualdades sociales
y económicas existentes entre los seres humanos, con el objeto de que las leyes, instituciones
y servicios públicos se encuentren organizados en forma tal que redunden en el beneficio de
las personas.

Este principio está relacionado con la norma moral de dar a cada quien lo que necesita,
de la cual se derivan diversas obligaciones, como realizar una adecuada distribución de los
recursos, proveer a cada paciente de un adecuado nivel de atención, y disponer de los recursos
indispensables para garantizar una apropiada atención de salud.

El principio de justicia, en un sentido general, está relacionado con la concepción de la


salud como un derecho humano fundamental que debe ser garantizado por la sociedad o por
el Estado. Por otra parte, la justicia distributiva según Platón consiste en la distribución de
honores, fortuna y de todas las demás cosas que cabe repartir entre los que participan de la
sociedad y la concreción práctica del principio de justicia está directamente relacionado con
la economía, o sea la disposición de recursos necesarios para garantizar la salud; en muchos
casos justicia y economía se contraponen.

Esto hace que la justicia deba entenderse como equidad, que a su vez significa la
utilización racional de los recursos (beneficios, bienes, y servicios); sino también distribuir
los recursos de acuerdo con las necesidades y también en los términos de eficiencia y eficacia.

Se cumple con este principio si al paciente se le da el trato merecido o justo sin negarle
un servicio, una información o imponerle una responsabilidad u obligación indebida o
exigirle más de lo requerido por la ley, cuando la indicación de exámenes, la prescripción de
medicamentos con récipes, y la correcta remisión de personas a las interconsultas con
diferentes especialistas, se realizan sólo cuando sean estrictamente necesarios.

Ejemplo: Por ejemplo, ante una urgencia médica habrá que dar a todos la misma atención,
comenzando por aquellos que corran riesgo vital. Sin embargo, a la hora de adjudicar una
plaza en un hospital se deberá tener en cuenta en primer lugar los méritos de cada candidato.

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