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P.

CONGRESO
SÁNCHEZ,VIRTUAL
ET AL

tivation of posttraumatic stress disorder after minor head injury. De- 21. Mega MS, Cummings JL. Frontal-subcortical circuits and neuropsy-
pression and Anxiety 1998; 8: 43-7. chiatric disease. J Neuropsychiatr Clin Neurosci 1994; 6: 358-70.
20. López OL, Berthier ML, Becker JT, Boller F. Creutzfeldt-Jakob dis- 22. Laplane D, Levasseur M, Pillon B, Dubois B, Baulac M, Mazoyer B,
ease with features of obsessive-compulsive disorder and anorexia ner- et al. Obsessive-compulsive and other behavioural changes with bilat-
vosa. The role of cortico-subcortical systems. Neuropsychiatr Neu- eral basal ganglia lesions. A neuropsychological, magnetic resonance
ropsychol Behav Neurol 1997; 20: 120-4. imaging and positron tomography study. Brain 1989; 112: 699-725.

FUNCIONAMIENTO COGNITIVO EN EL TRASTORNO FUNCIONAMENTO COGNITIVO NA PERTURBAÇÃO


OBSESIVO-COMPULSIVO ASOCIADO OBSESSIVA-COMPULSIVA ASSOCIADA
A LESIONES CEREBRALES A LESÕES CEREBRAIS
Resumen. Introducción. Hasta hace pocos años, el conocimiento de Resumo. Introdução. Até há poucos anos, o conhecimento da fenome-
la fenomenología clínica de los síntomas obsesivo-compulsivos y de nologia clínica dos sintomas obsessivo-compulsivos e das alterações
las alteraciones cognitivas asociadas era escasa y totalmente anec- cognitivas associadas era escasso e totalmente anedótica.Embora as
dótica. Aunque las enfermedades neurológicas raramente se acom- perturbações neurológicas raramente se acompanhem de sintomas
pañan de síntomas obsesivo-compulsivos, en algunos pacientes con obsessivo-compulsivos, em alguns doentes com perturbação obsessiva-
trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) los estudios de neuroimagen compulsiva (POC) os estudos de neuroimagem estrutural (TAC o
estructural (TAC o RMN) demuestran lesiones focales. Objetivo. RMN) demonstram lesões focais. Objectivo. O presente trabalho é
Revisar el rendimiento cognitivo de pacientes que desarrollan un um artigo de revisão sobre o rendimento cognitivo de doentes que
TOC tras sufrir una lesión cerebral focal. Desarrollo. En el presente desenvolvem uma POC após sofrerem uma lesão cerebral focal.
trabajo se revisan algunos estudios recientes en los que se sugiere Desenvolvimento. No presente trabalho são revistos alguns estudos
que los aspectos fenomenológicos y cognitivos del TOC, asociados recentes em que se sugere que os aspectos fenomenológicos e cog-
a lesiones cerebrales focales, son relativamente similares a los des- nitivos da POC, associados a lesões cerebrais focais, são relativa-
critos en pacientes con TOC idiopático. Ambas formas de TOC (idio- mente similares aos descritos em doentes com POC idiopática. Ambas
pático y adquirido) son clínicamente heterogéneas. El contenido de as formas da POC (idiopática e adquirida) são clinicamente hetero-
las obsesiones y compulsiones en el TOC adquirido depende, en géneas. O conteúdo das obsessões e compulsões na POC adquirida
parte, del proceso causal, mientras que las alteraciones cognitivas depende, em parte, do processo causal, enquanto que as alterações
son más homogéneas y afectan la atención, inteligencia general, cognitivas são mais homogéneas e afectam a atenção, inteligência
memoria verbal y visuoespacial, y función ejecutiva. Conclusión. El geral, memória verbal e espacial-visual, e função executiva. Con-
estudio de pacientes con distintos subtipos de TOC adquirido es de clusão. O estudo de doentes com distintos subtipos de POC adqui-
interés para investigar posibles diferencias fenomenológicas y cog- rida é de interesse para investigar possíveis diferenças fenomeno-
nitivas y ampliar nuestro conocimiento acerca de los mecanismos lógicas e cognitivas e ampliar o nosso conhecimento sobre os
fisiopatológicos del TOC idiopático. [REV NEUROL 2000; 30: mecanismos fisiopatológicos da POC idiopática. [REV NEUROL
769-72] [http://www.revneurol.com/3008/i080769.pdf] 2000; 30: 769-72] [http://www.revneurol.com/3008/i080769.pdf]
Palabras clave. Neuroimagen. Neuropsicología. Trastorno obsesi- Palavras chave. Neuroimagem. Neuropsicologia. Perturbação ob-
vo-compulsivo. sessivo-compulsiva.

Trastorno orgánico de la personalidad.


Aspectos conceptuales y diagnósticos
P. Sánchez, J.I. Quemada

ORGANIC PERSONALITY DISORDER. CONCEPTUAL AND DIAGNOSTIC ASPECTS


Summary. Introduction. Probably the commonest neuropsychiatric sequela in persons who have had some type of cerebral lesion
(of whatever origin) are the complaints of changes in the personality of the patient prior to the lesion which cause problems with
the family, socially and at work. These problems have been grouped together under the same diagnosis in current psychiatric
nosology called ‘organic personality disorder’. Development. In this article we wish to point out the disadvantages due to this
diagnosis which have a double origin. Firstly, it is based on the concept of personality, which has been shown to be inconsistent
throughout the history of science. Secondly, because this group contains heterogenous phenomena and conducts which are
probably based on different neurobiological processes. Conclusion. The development of strategies of investigation, and of effective
therapeutic techniques for these patients make it necessary to separate the different phenomenae which, in the author’s opinion,
are erroneously included in this nosological group. [REV NEUROL 2000; 30: 772-8] [http://www.revneurol.com/3008/i080772.pdf]
Key words. Brain injury. Organic personality disorder. Personality change.

INTRODUCCIÓN los cambios en la personalidad. Los familiares son los primeros en


Desde la perspectiva de la nosología psiquiátrica la afección más reflejarlo: ‘Mi hija ya no es la misma’, ‘Mi marido ahora se com-
prevalente en las personas que han sufrido una lesión cerebral son porta como si fuera un niño’, etc. Aparecen rasgos de personalidad

Recibido: 31.12.99. Aceptado: 17.01.00. Aita Menni Ospitalea. Gesalibar, 15. E-20500 Arrasate, Mondragón, Gui-
Servicio de Daño Cerebral. Hospital Aita Menni. Guipúzcoa, España. púzcoa. E-mail: hospital@aita-menni.org
Correspondencia: Dr. Pedro Sánchez. Servicio de Daño Cerebral. Hospital  2000, REVISTA DE NEUROLOGÍA

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Tabla I. Criterios diagnósticos del DSM-IV para el cambio de personalidad Tabla II. Modelos de personalidad a lo largo de la historia.
debido a enfermedad médica.
Doctrina humoral: Hipócrates-Galeno
A Alteración persistente de la personalidad que representa un cambio del
patrón característico de personalidad previo del individuo. (En los niños, Psiquiatría descriptiva
la alteración comprende una marcada desviación en los patrones habi-
tuales de conducta del niño con una duración mínima de un año) Kraepelin: personalidades mórbidas

B Existen evidencias a partir de la historia, el examen físico o los hallaz- Jaspers: perspectiva fenomenológica ideográfica
gos de laboratorio de que la alteración es una consecuencia fisiológi-
ca directa de una enfermedad médica Schneider: primera clasificación de trastornos de la personalidad

C La alteración no se explica mejor a partir de otro trastorno mental Constitucionalistas


(incluyendo otro trastorno mental debido a enfermedad médica)
Kretschmer: pícnicos, atléticos, asténicos y displásicos
D La alteración no ocurre exclusivamente durante el transcurso de un
delirio y no cumple criterios de demencia Sheldon: endomórficos, ectomórficos y mesomórficos
E La alteración es causa de malestar clínico significativo o deterioro Psicoanálisis
social, ocupacional o en otras importantes áreas de funcionamiento
Modelos clásicos
Especificar tipo
Freud-Abraham: fundamentos teóricos
Tipo lábil: si la característica predominante es la labilidad afectiva
Reich: carácter entendido como conjunto de mecanismos de defensa
Tipo desinhibido: si la característica predominante es un pobre con-
trol de impulsos como, por ejemplo, indiscreciones sexuales, etc. Jung, Adler: aspectos sociales de la personalidad
Tipo agresivo: si la característica predominante es la conducta agresiva Psicología interpersonal: Fromm, Horney, Sullivan
Tipo apático: si la característica predominante es una marcada apa- Modelos actuales
tía e indiferencia
Psicología del Yo
Tipo paranoide: si la característica predominante es la suspicacia o
la ideación paranoide Escuela de relaciones objetales
Otro tipo: si la característica predominante no es ninguna de las cita- Propuestas de Kernberg y Kohut
das, por ejemplo: cambio de personalidad asociado a epilepsia
Escuelas cognitivo-conductuales
Tipo combinado: si predominan más de una de las características en
el cuadro clínico Pavlov
Tipo sin especificar Beck: personalidad entendida como conjunto de esquemas cognitivos

Construcciones estadísticas

nuevos u otros que sí estaban presentes pero se exageran hasta la Eysenck: tres dimensiones de personalidad
caricatura. No está clara la neurobiología de estos trastornos pero Costa, McGrae y Widiger: modelo de los cinco grandes factores
sus efectos son, con frecuencia, devastadores: cambios de rol social
y conflictos en el entorno familiar y laboral de los afectos. Modelos neurobiológicos o temperamentales: Clonninger
En los últimos años se ha impuesto el diagnóstico de trastor-
no orgánico de la personalidad para describir todos estos cam-
bios. En nuestra práctica clínica, desde un Servicio de Daño esquizofrénico, defecto que, se sobreentiende, afecta a la persona-
Cerebral, esta categoría diagnóstica nos ha terminado resultan- lidad. En la entrevista clínica dedicamos una buena parte de ella a
do excesivamente laxa, acomodaticia y de contornos conceptua- indagar sobre la personalidad premórbida del paciente, y nunca nos
les borrosos. Nos hemos embarcado en el análisis de los concep- olvidamos de los rasgos de personalidad de éste a la hora de enten-
tos de personalidad y de trastornos de la personalidad (orgánicos der cómo aquéllos han podido contribuir a la génesis del trastorno
y no orgánicos) para tratar de comprender mejor la esencia de actual y al mantenimiento o resolución del mismo.
esta categoría diagnóstica. Nos encontramos con un concepto clave en nuestra disciplina
La personalidad es una entidad que los clínicos manejamos de y para el que carecemos de una definición satisfactoria. En los
manera intuitiva. Curiosamente, es uno de los escasos términos manuales diagnósticos (véase DSM-IV) [1] se pasa por encima de
que se utiliza tanto en ámbitos profesionales y en el habla común este problema dándose por sobreentendido su significado, o en el
sin que su significado varíe un ápice. Esta excepción es sospecho- mejor de los casos se acude a tautologías. Así, en el apartado del
sa y señala el hecho de que es un término confuso, por el que los DSM-IV, equivalente del trastorno orgánico de personalidad en el
psiquiatras pasamos de puntillas y sin hacer ruido, no sea que CIE-10 (cambio de personalidad debido a enfermedad médica),
alguien nos obligue algún día a acotar su significado. éste es definido como alteración permanente de la personalidad
Y paradójicamente se trata de una palabra que aparece en nues- que se considera un efecto fisiológico directo de la enfermedad
tro vocabulario con extraordinaria frecuencia. En la práctica clínica médica. O, en el capítulo de los trastornos de personalidad, evita
lidiamos con mayor o menor éxito con un gran número de nuestros el engorroso problema de definir la personalidad acudiendo al, en
pacientes categorizados como trastornos de la personalidad. La principio, más cómodo concepto de rasgos de personalidad.
psiquiatría actual vuelve a entender la esquizofrenia desde el punto La definición de personalidad es el primer obstáculo que hemos
de vista kraepeliniano como una entidad que termina en el defecto tenido que afrontar a la hora de trabajar en el contenido clínico de

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esta entidad diagnóstica, en la comprensión de los aspectos afec- personalidades patológicas en su Psicopatología clínica. No las
tados por el agente lesional y en la consecuente delimitación de los entiende como precursoras de enfermedad mental sino como en-
criterios diagnósticos. El segundo obstáculo es la relación del tidades independientes, proponiendo de esta manera la base para
trastorno orgánico de la personalidad (o su equivalente en el DSM- la clasificación actual de los trastornos de la personalidad.
IV: cambio de personalidad debido a enfermedad médica) con el Otro de los modelos que en su momento alcanzó gran popu-
grupo de los llamados trastornos de la personalidad que la clasi- laridad fue el constitucionalista. Kretschmer [4], el constitucio-
ficación americana engloba en el eje II. Por ello, vamos a dedicar nalista de mayor influencia en su época, redujo la personalidad
una escueta revisión histórica sobre el concepto de personalidad al biotipo y al temperamento, eliminado toda influencia que el
que a modo de ‘vista de pájaro’ nos ayude a situar en su contexto ambiente pudiera ejercer sobre ésta. Propuso que las personas
la discusión sobre el trastorno orgánico de la personalidad. podían agruparse en cuatro tipos básicos: pícnico, atlético, asté-
nico y displásico. A cada biotipo se asociaba una personalidad
específica y añadió que algunos biotipos se asociaban especial-
LA PERSONALIDAD: ¿OTRO GATO DE CHESHIRE? mente a ciertas enfermedades psiquiátricas: así, la personalidad
Históricamente, los autores que se han acercado a este problema pícnica estaba predispuesta a la psicosis maníaco-depresiva y la
se han situado en una de las dos posiciones tradicionales. La pri- asténica a la esquizofrenia. Sheldon [5] realizó una aproxima-
mera es la perspectiva nomotética. Este modelo concibe a la per- ción similar aunque basada en años de investigación. Según este
sonalidad como un constructo abstracto, no individual. La inten- autor existían tres tipos morfológicos: endomórficos, ectomór-
ción de los que investigan desde la perspectiva nomotética es ficos y mesomórficos, que se asociaban con el predominio cor-
aislar unidades fundamentales de la personalidad. Conociendo poral de los tejidos procedentes de las hojas embrionarias res-
éstas, será posible determinar cada personalidad particular sin pectivas. Cada biotipo se relacionaba con un temperamento
tener que recurrir a la persona en su totalidad. Desde este modelo, característico que denominó: viscerotonía, cerebrotonía y soma-
la variación individual no explicada se debería a la ignorancia de totonía, respectivamente.
variables independientes (unidades fundamentales) que no han Una de las aproximaciones teóricas que más influencia tuvo
sido contempladas en el modelo explicativo. en el estudio contemporáneo de la personalidad es la que pertene-
La otra perspectiva es la ideográfica, que trata de resaltar la ce a los modelos psicodinámicos. Freud estableció los fundamen-
individualidad. Para los autores que se sitúan en este modelo, esta tos de todo el armazón teórico del psicoanálisis y Abraham [6]
individualidad sería el resultado de la interrelación dinámica entre contribuyó a su teoría completando los estadios del desarrollo
el temperamento y el ambiente, dando lugar a un individuo origi- libidinal. No obstante, ninguno de los dos intentaron construir una
nal e irrepetible. En definitiva, mientras el primer modelo trata de sistemática de los tipos de personalidad. Reich [7], años más tar-
resaltar lo que hay de común entre las personas, la ideográfica lo de, concibió la personalidad como la cristalización de un conjunto
hace en lo que hay de único y singular. particular de mecanismos de defensa que se habían ido adquirien-
Como es sabido, la personalidad se ha concebido como el do a lo largo del desarrollo libidinal mediante la resolución neu-
producto de la interrelación del temperamento y el carácter. Tem- rótica de los conflictos psicosexuales en edades tempranas de la
peramento se refiere a aquellas tendencias o aspectos de la perso- vida. Así determinó una serie de tipos de personalidad que se
nalidad que vienen determinadas por la herencia o por factores agrupaban en los caracteres orales, anales y fálicos. Otros autores
biológicos. Frente a ello se halla el concepto de carácter, que se pertenecientes a la esfera del psicoanálisis, aunque disidentes con
refiere a la personalidad o rasgos de ella que están determinados el modelo inicial, trataron de reconducir la personología hacia los
por el ambiente, es decir, de la interacción entre el individuo y su aspectos más sociales del funcionamiento personal: Adler [8] y
perimundo. No obstante, existe una segunda concepción de carác- Jung dieron los primeros pasos en este sentido abriendo el camino
ter que se utiliza en el mundo anglosajón y que se refiere a aspectos a los autores de la orientación interpersonal.
morales, es decir, de cómo el individuo ha asimilado las leyes Entre las propuestas más recientes de la escuela psicoanalí-
morales y preceptos de la sociedad en la que vive. tica podemos citar a los pertenecientes a la psicología del Yo,
El primer modelo de personalidad fue propuesto hace 25 si- que destacan el hecho de que el carácter pueda determinarse a
glos por los griegos. Hipócrates, basándose en la teoría de los partir de energías instintivas que son independientes de los con-
cuatro elementos de Empédocles, caracterizó los cuatro tempera- flictos psicosexuales y de sus resoluciones. Otras aportaciones
mentos básicos (colérico, melancólico, sanguíneo y flemático) actuales proceden de las concepciones de Kernberg [9], psicoa-
que corresponderían a excesos de bilis amarilla, bilis negra, san- nalista procedente de la escuela de relaciones objetales y de la
gre y flema, respectivamente. Galeno, siglos después modificó y psicología del self de Kohut [10], pero estos dos últimos se
divulgó esta primera aproximación a la personología científica. centran más en los trastornos de personalidad que en trazar una
Ya en nuestra época, los teóricos procedentes de la psiquiatría personología propia.
descriptiva se caracterizaron por intentar hallar personalidades Otro grupo importante que trató de abordar el problema de la
mórbidas que pudieran conducir a la enfermedad psiquiátrica. Sus personalidad es el de los autores adscritos al modelo cognitivo-
modelos de personalidad no llegan a ser sistemáticos en el sentido intelectual. Pavlov, el primero de ellos, delimita tres rasgos que
de intentar clasificar la totalidad de personalidades posibles en tipificarían el tipo de respuesta para un estímulo determinado.
una serie discreta de categorías. Así, Kraepelin [2] describe la Correlacionó estos modos de reacción con tipos respectivos de
‘disposición ciclotímica’ que predispondría a la psicosis manía- sistemas nerviosos tendiendo así un puente entre cerebro y perso-
co-depresiva y el ‘temperamento autista’ que lo haría a la demen- nalidad. Según este autor, los tres rasgos tipo serían: grado de
cia precoz. Jaspers, siguiendo un modelo más ideográfico, entien- excitación o inhibición que es capaz de soportar el organismo ante
de la personalidad como la totalidad de las conexiones compren- estímulos, equilibrio entre los procesos de excitación-inhibición
sibles o relaciones de sentido existentes en la vida psíquica y movilidad-rapidez para pasar de un proceso a otro. Beck [11],
individual. Años más tarde, Schneider [3] determina una serie de desde un punto de vista cognitivo, entiende la personalidad como

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un conjunto particular de ‘esquemas cognitivos’ con el que el útil y cómodo en el lenguaje común. Sin embargo, cuando centra-
individuo selecciona y organiza la experiencia y que se plasman mos nuestra atención en él sus límites van haciéndose cada vez
en una serie de estrategias emocionales y de conducta habituales más borrosos. Al igual que se ha dicho con otros conceptos psico-
que caracterizan cada personalidad particular. lógicos conflictivos (p. ej., conciencia), la personalidad se com-
Uno de los abordajes más influyentes en la actualidad es el porta como el gato de Cheshire: cuanto más nos fijamos en ella,
de las construcciones estadísticas. El desarrollo de técnicas es- más se difumina, y llega un momento en que sólo nos queda de ella
tadísticas de gran potencia, tales como el análisis factorial, per- su sonrisa burlona. Como ha señalado Eysenck, la personalidad es
mitió la aparición de estos modelos. Los autores pertenecientes el término psicológico más amplio y menos definible.
a este modelo intentan identificar las dimensiones básicas de la Después de este frustrante viaje por la historia del concepto de
personalidad mediante análisis matemáticos. De esta manera, la personalidad, permanece la necesidad de definirla. A pesar de
ciertos rasgos, comportamientos o síntomas previamente defini- conocer la limitación de cualquier definición, ésta sigue siendo
dos y que correlacionan entre sí conforman patrones de primer necesaria, especialmente para propósitos heurísticos. Nosotros
orden que, a su vez, se agruparían en patrones de segundo orden hemos optado por la definición que propone Millon [15]: patrón
de significado psicológico comprensible y cercano al concepto complejo de características psicológicas profundamente arraiga-
de personalidad. Aunque ha habido varios investigadores de esta das, que son en su mayor parte inconscientes y difíciles de cam-
línea, el más influyente ha sido Eysenck [12], quien determinó biar, y se expresan automáticamente en casi todas las áreas de
las famosas tres dimensiones de personalidad que se manifiestan funcionamiento del individuo. Estos rasgos intrínsecos y genera-
matemáticamente de manera ortogonal: neuroticismo-estabili- les surgen de una complicada matriz de determinantes biológicos
dad emocional, introversión-extroversión y psicoticismo-nor- y aprendizajes, y en última instancia comprenden el patrón idio-
malidad. Cada una de estas dimensiones sería un continuo sobre sincrático de percibir, sentir, pensar, afrontar y comportarse de un
el que se situaría cada individuo en particular. Eysenck, al igual individuo.
que Pavlov, va más allá y correlaciona cada dimensión con un
área funcional cerebral intentando dar un fundamento biológico
a su modelo de personalidad. Así, el modelo de neuroticismo se LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
relacionaría con el sistema límbico, la introversión con el siste- Y SU RELACIÓN CON EL TRASTORNO ORGÁNICO
ma reticular activador ascendente y el psicoticismo con la fun- DE PERSONALIDAD
ción endocrina androgénica. Si problemático resulta encontrar una definición satisfactoria y
Otro famoso modelo estadístico y dimensional de la persona- aceptada universalmente de personalidad, aún lo es más llegar a
lidad es el de los ‘cinco factores’ o ‘big-five’ propuesto por Costa, acuerdos acerca de los trastornos de la misma.
McGrae y Widiger [13]. Según este modelo, la personalidad se Fue Kurt Schneider el primero en sistematizar una clasifica-
situaría en torno a cinco ejes o dimensiones: neuroticismo, extro- ción de los trastornos de personalidad (Psicopatología clínica) y
versión, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad. en proporcionar una base conceptual para su comprensión y cla-
Este modelo se basa en el análisis estadístico de palabras del sificación. Para Schneider, las personalidades anormales son una
lenguaje popular que describen los rasgos de personalidad. Estos desviación estadística de la normalidad. Por lo tanto, y en sus
modelos estadísticos resultan insatisfactorios para resolver el pro- propias palabras, ‘no son algo morboso’. Separa, así, el conjunto
blema de la personalidad y categorizar el conjunto de los trastor- de los trastornos de la personalidad del resto de los trastornos
nos de la misma; sin embargo, se trata del abordaje con mayor psiquiátricos, ya que entre las personalidades psicopáticas y las
rigor metodológico y abre nuevos caminos para la investigación. normales sólo hay una diferencia de grado, a diferencia de lo que
Los modelos neurobiológicos o temperamentales son otra de ocurre con la enfermedad, en la que la distinción es cualitativa.
las respuestas modernas al estudio de la personalidad. Estos Como señala Baca [16], citando a Huber y Gross: ‘Es evidente la
modelos comparten la idea de que las disposiciones tempera- concomitancia de esta concepción de los trastornos de persona-
mentales y mecanismos biológicos son fundamentales para com- lidad con las ideas psicoanalíticas y aun con las antipsiquiátricas
prender la personalidad. Entre los diversos autores destaca Clo- de Szasz por una parte, y por otra, el férreo mantenimiento de la
nninger [14], quien comparte los postulados de este grupo con concepción científico-natural de la enfermedad’.
los de la investigación estadística. Así, elabora un modelo en el Frente a la concepción estadística schneideriana, Millon [15]
que se establecen tres disposiciones de rasgos que tendrían una se centra en el desajuste social y propone tres criterios para
base genética: la búsqueda de la novedad, la evitación del daño evaluar la gravedad del trastorno: la primera es la poca estabili-
y la dependencia de la recompensa. Las distintas combinaciones dad en situaciones de estrés, la segunda es la inflexibilidad adap-
que se darían entre estas tres disposiciones fundamentales con- tativa y la tercera es la tendencia a promover círculos viciosos o
figurarían cada patrón de conducta y estilos de personalidad autodestructivos. Todos estos rasgos están presentes en cada
particular. Pero además, este autor proporciona una base neuro- individuo en grados diferentes y lo que diferenciaría a los tras-
fisiológica para cada disposición: el sistema dopaminérgico tornos de personalidad sería el grado de severidad de cada uno
estaría bajo las conductas de búsqueda de novedad, el serotoni- de los rasgos.
nérgico en el de la evitación del daño y el adrenérgico en el de Otto Kernberg [9] define los trastornos de personalidad como
la dependencia de recompensa. ‘constelaciones de rasgos de carácter anormales o patológicos de
Como el lector puede observar, las soluciones propuestas para suficiente intensidad como para conducir a una alteración signi-
solucionar el ‘problema de la personalidad’ son incontables. Es ficativa en el funcionamiento intrapsíquico y/o interpersonal’.
imposible encontrar una definición que resuelva todos las cuestio- Kernberg acentúa de esta manera los factores intrapsíquicos en la
nes que plantea este término y que sea aceptada por todos los definición de estos trastornos.
sectores científicos. La personalidad, término que es utilizado con John Gunderson [17], siguiendo modelos psicoanalíticos, or-
familiaridad por profesionales y legos, nos resulta un concepto ganiza los trastornos de personalidad en un continuo. En uno de

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P. SÁNCHEZ, ET AL

Tabla III. Criterios diagnósticos de la CIE-10 para el trastorno orgánico de En segundo lugar, las personas que sufren una transformación
personalidad. de su personalidad por una causa médica, experimentan una cons-
telación de rasgos de personalidad patológicos que se agrupan en
Este trastorno se caracteriza por una alteración significativa de las formas
habituales de comportamiento premórbido. Estas alteraciones afectan una serie de síndromes que difieren en su contenido con respecto
siempre en profundidad a la expresión de las emociones, de las necesida- a los trastornos primarios de personalidad. Aunque algunos de los
des y de los impulsos. Los procesos cognoscitivos pueden estar afecta- rasgos patológicos, tomados aisladamente, puedan recordar a aqué-
dos exclusivamente en el área de la planificación de probables consecuen-
cias sociales y personales, como en el llamado síndrome del lóbulo frontal. llos, los grupos de síntomas en los que van englobados sí son
No obstante, se sabe que este síndrome se presenta no sólo en las distintos.
lesiones del lóbulo frontal, sino también en lesiones de otras áreas cir-
cunscritas del cerebro

Pautas para el diagnóstico: LA DEFINICIÓN ACTUAL DE LOS TRASTORNOS


Un diagnóstico definitivo se basa, además de en los claros anteceden- ORGÁNICOS DE PERSONALIDAD
tes u otra evidencia de enfermedad, lesión o disfunción cerebral, en la
presencia de dos o más de los siguientes rasgos El camino que nos habíamos propuesto andar en un principio ha
resultado poco clarificador. Ni el concepto de personalidad, ni el
a) Capacidad persistentemente reducida para mantener una actividad
orientada a un fin, concretamente las que requieran largos períodos de de los trastornos primarios de la personalidad nos han resultado
tiempo o gratificaciones mediatas útiles a la hora de entender qué es lo que les pasa a nuestros
pacientes y cómo afrontar esos cambios. Por esta razón estamos
b) Alteraciones emocionales, caracterizadas por labilidad emocional,
simpatía superficial e injustificada (euforia, expresiones inadecuadas de ahora otra vez en el punto de partida.
júbilo) y cambios rápidos hacia la irritabilidad o hacia manifestaciones Desgraciadamente, faltan en los tratados de psiquiatría capí-
súbitas de ira y agresividad. En algunos casos el rasgo predominante tulos dedicados a este trastorno. Las dos únicas fuentes de referen-
puede ser la apatía
cia en la actualidad son las dos grandes clasificaciones internacio-
c) Expresión de necesidades y de impulsos que tienden a presentarse nales (CIE-10 y DSM-IV). Su lectura comparada permite apreciar
sin tomar en consideración sus consecuencias o molestias sociales (el dos estilos marcadamente diferentes. La clasificación americana
enfermo puede llevar a cabo actos antisociales tales como robar, com-
portamientos sexuales inadecuados, comer vorazmente o no mostrar se limita a definir el trastorno orgánico de personalidad (cambio
preocupación por su higiene y aseos personales) de personalidad según su terminología) como una modificación
d) Trastornos cognoscitivos, en forma de suspicacia o ideas paranoides
de los rasgos de personalidad previos que se supone son debidos
o una preocupación excesiva por un tema único, por lo general abstracto a una causa orgánica. Sin más, se sigue de una clasificación de los
(por ejemplo, la religión, el ‘bien y el mal’), o ambos a la vez posibles subtipos del cambio de personalidad.
e) Marcada alteración del ritmo y flujo del lenguaje, con rasgos tales como La clasificación de la OMS [18] se compromete más en la
la circunstancialidad, ‘sobre-inclusividad’, pegajosidad e hipergrafía definición, entendiendo el trastorno orgánico de personalidad como
una alteración significativa en los patrones habituales de conducta
f) Alteración del comportamiento sexual (disminución de la sexualidad
o cambio del objeto de preferencia sexual) premórbidos y, a continuación, hace una descripción detallada de
posibles alteraciones en la que se mezclan disfunciones de la es-
fera afectiva, del control de los impulsos, de la esfera instintiva,
del lenguaje, problemas de índole cognoscitivo y neuropsicológi-
sus extremos estaría la normalidad y en el extremo patológico co e, incluso, síntomas psicóticos.
estarían los trastornos de espectro, que se relacionarían estrecha- El primer problema es la propia definición: concebir el cambio
mente con la patología psicótica del eje I (trastornos esquizotípi- de personalidad como ‘una alteración persistente de la personali-
co, paranoide y depresivo). dad’ (DSM-IV) o ‘alteración significativa de las formas habitua-
Se puede afirmar, en consecuencia, que la tendencia de la les de comportamiento premórbido’ (CIE-10) es una afirmación
psiquiatría contemporánea es a concebir los trastornos de perso- difícil de rebatir pero aporta escasa información por tratarse de
nalidad de manera distinta al resto de los trastornos psiquiátricos. términos tautológicos.
A diferencia de éstos, no son aprehendidos mediante el modelo Pero, pasando por alto esta primera dificultad, aparecen nue-
médico de enfermedad. Derivada de esta concepción, los trastor- vos problemas cuando tratamos de desmenuzar los contenidos de
nos de personalidad se sitúan en un continuo en uno de cuyos lo que supone esa modificación de la personalidad premórbida.
extremos se halla la normalidad. No obstante, ni siquiera hay Empecemos por uno de los subtipos recogidos en la DSM-IV y en
consenso en este punto. Algunos autores han insistido en disfun- la CIE-10: el subtipo lábil, caracterizado por la labilidad emocio-
ciones neurofisiológicas que se hallan bajo los trastornos de per- nal. Probablemente encierra al menos dos fenómenos psicopato-
sonalidad (Eysenck, Clonninger, Siever y Davis, etc.), e incluso lógicos bien diferenciados: el emocionalismo por un lado y la
grupos que tratan de aplicar el modelo médico (rescatar al dominio inestabilidad emocional por otro. El primero es un trastorno del
de la enfermedad en palabras de Baca), como Bernardo y Roca control en la expresión de las emociones, mientras que el segundo
[16] en nuestro país. es un trastorno en el sostenimiento del tono emocional habitual.
Sin embargo, los trastornos orgánicos de personalidad distan En este caso se producen cambios frecuentes y bruscos del tono
mucho de ser asimilables al grupo de los trastornos primarios de emocional, que se acompañan de alteraciones conductuales (agi-
la personalidad, por diversas razones. La primera es porque el tación) y cambios cognitivos acordes con los cambios de humor
trastorno orgánico de la personalidad irrumpe en la personalidad (ideación suicida, protestas injustificadas). Este segundo fenóme-
previa del paciente, modificándola. No es por tanto una desvia- no recuerda al comportamiento característico de los pacientes
ción estadística de la normalidad sino una transformación cuali- borderline.
tativa. Deben ser entendidos, en consecuencia, atendiendo al El llanto o risa exagerado, la incontinencia emocional o emo-
modelo médico (sin olvidar los hallazgos lesionales que frecuen- cionalismo es un fenómeno que, aunque descrito ya desde co-
temente les acompañan). mienzos de nuestro siglo, sólo ha comenzado a ser tenido en cuen-

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CONGRESO VIRTUAL

ta a partir de los estudios de depresión en pacientes con accidente con una disminución de la facultad volitiva. Sin embargo, el con-
cerebrovascular hace 15 años. Fueron varios autores ingleses cepto de voluntad desaparece en el siglo XX y con él se va difu-
(House et al [19] y Allman [20]) quienes destacaron este trastorno, minando el de la abulia. Con el paso del tiempo el término apatía
al que denominaron emocionalismo. Según Allman [20], el emo- ha sustituido a aquél a la hora de designar esta conducta, caracte-
cionalismo es un incremento en la tendencia al llanto (o raramente rizada por la falta de actividad, de interés por las cosas y la ausen-
a la risa), con episodios de llanto que aparecen de manera brusca cia de respuesta emocional. En los últimos años hemos visto un
y sin pródromos, y que están fuera del control voluntario normal. renovado interés por este trastorno: Marin [25] trata de definir la
Estos episodios ocurren con mayor frecuencia, intensidad o en apatía como la disminución de la conducta dirigida hacia un fin de
circunstancias que, antes, estarían fuera de lugar. Los pacientes acuerdo al contexto cultural y la edad de cada uno. De esta manera
menos graves sólo esbozan muecas de emoción, pero sin llanto, en se propone una definición operativa que trata de delimitar un signo
situaciones apropiadas para esa respuesta (y que pueden ser con- observable y, en consecuencia, medible. El autor trata de aplicar
troladas socialmente), y los más graves llegarán a llorar ante mí- esta definición a los campos habitualmente examinados por un
nimos estímulos [21]. psiquiatra: el emocional, el cognoscitivo y el del comportamiento.
Se ha observado una respuesta eficaz al tratamiento con dis- Así, la apatía sería definida como la disminución de los concomi-
tintos fármacos. En la actualidad se propone el tratamiento con tantes cognoscitivos, emocionales y comportamentales de la con-
ISRS [22]. En la práctica clínica se observa que esta respuesta, ducta dirigida hacia un fin.
además de eficaz, es extremadamente rápida ya que aparece cuan- Según Marin [25], la disminución de la conducta dirigida hacia
do se alcanzan niveles plasmáticos estables del fármaco [23]. Esto un fin se debe a una disminución de la motivación y no a otras causas
ha hecho pensar a algunos autores que la fisiopatología de este como pudieran ser los problemas motores. Por lo tanto, se observa
trastorno se basa en una alteración de los circuitos serotoninérgi- que el autor bebe en las fuentes de la psicología de la motivación.
cos que controlan la expresión emocional [21]. Motivación y apatía serían los extremos de una dimensión de la
En consecuencia, en el caso del subtipo lábil del trastorno conducta o de la personalidad (tanto en lo referente a la definición,
orgánico de la personalidad, nos encontramos probablemente frente los mecanismos psicológicos y los fisiopatológicos).
a dos trastornos distintos, uno de los cuales cuenta con una hipó- Para este autor, la apatía puede presentarse como signo en
tesis fisiopatológica robusta y con una respuesta al tratamiento varios trastornos psiquiátricos y neuropsiquiátricos, o bien como
eficaz y específica. un síndrome cuando predomina en el cuadro. Incluso ha pro-
puesto una serie de criterios para el diagnóstico del síndrome de
Subtipo desinhibido apatía [26].
Si seguimos buceando en los subtipos de este cuadro, enseguida Se han propuesto, además, una serie de explicaciones fisiopa-
nos topamos con un conjunto de conductas cuya característica tológicas acerca de este trastorno. Desde el punto de vista neuro-
común se centra en una pérdida en la capacidad de controlar los químico se ha sugerido el déficit dopaminérgico como la génesis
impulsos que, con anterioridad al daño cerebral, disfrutaba el pa- de la apatía [25]. Cuatro tipos de lesiones han sido implicados en
ciente. Se trata del subtipo desinhibido. el origen de este síndrome: a) lesiones unilaterales en la circun-
Hablamos, por ejemplo, de la incapacidad de refrenar la ex- volución del cíngulo y áreas motoras mesiales y suplementarias; b)
presión de ciertas conductas en sociedad; la satisfacción inmedia- accidente cerebrovascular hemisférico derecho; c) lesiones bila-
ta de necesidades personales; la disminución de la tolerancia a las terales de la amígdala y de los lóbulos temporales anteriores, y d)
molestias de la vida diaria que se manifiesta en el frecuente sín- lesiones del lóbulo frontal [27].
toma de la irritabilidad, o algunas conductas agresivas que pueden La apatía emerge como un síndrome autónomo bien definido
tener su origen en la pérdida de la capacidad previa para refrenar- y que ha sido propuesto como candidato a ser incluido en los
se. Son todas conductas que sugieren que la facultad de control de manuales diagnósticos como entidad propia. Su permanencia como
los propios impulsos del paciente se ha visto mermada. Todavía subtipo de los trastornos orgánicos de personalidad queda, así,
carecemos de una hipótesis que explique el conjunto de estos cuestionada.
fenómenos. Las hipótesis fisiopatológicas propuestas se basan en El subtipo agresivo del trastorno orgánico de personalidad, en
disfunciones en las funciones ejecutivas ejercidas por el córtex nuestra opinión, no resiste el mínimo escrutinio. La agresividad es
prefrontal y por un déficit de la función serotoninérgica. un síntoma omnipresente en muchas de las enfermedades psiquiá-
Los abordajes terapéuticos de hallan aún en fase de experi- tricas y es la vía final común de varios trastornos de diversa índole.
mentación, pero las estrategias de modificación de conducta, las Hablar de un trastorno agresivo de la personalidad está tanto o tan
técnicas de reestructuración cognitiva y los ensayos con fármacos poco justificado como hablar de una demencia agresiva o una
serotoninérgicos están abriendo una alternativa eficaz para el ma- esquizofrenia agresiva como subtipos diagnósticos. Lo mismo
nejo de este problema. En cualquier caso, parece aconsejable es- ocurre con el subtipo paranoide, en el que se incluye un aumento
tudiar estos cuadros individualmente, tanto en aras de una mayor de la suspicacia o ideas paranoides. En este último caso nos halla-
comprensión etiopatogénica como con el fin de diseñar estrate- mos ante un trastorno paranoide de base orgánica para el que ya
gias de tratamiento. hay una categoría diagnóstica aparte.
Empezamos este trayecto intentando comprender mejor el tras-
Subtipo apático torno orgánico de personalidad y al final nos hemos quedado con
Por apatía se ha entendido tradicionalmente la falta o disminución serios cuestionamientos de los subtipos que dan contenido a esta
de las emociones. Por extensión se incluía la actitud de indiferen- entidad diagnóstica. Ello no nos puede hacer olvidar que las que-
cia frente al entorno. Cuando se empezó a utilizar este término en jas de nuestros pacientes y sus familias siguen ahí: ‘Mi marido ha
el siglo pasado, hizo su aparición otro que designaba la parálisis cambiado’, ‘Nuestro hijo ya no es el mismo que era antes’... Re-
de la voluntad. Se trataba de la abulia [24]. Con él se hacía refe- sulta por ello imperativo redefinir el concepto de personalidad y
rencia a los pacientes que se mostraban inactivos, sin iniciativa, sus trastornos.

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P. SÁNCHEZ, ET AL

CONCLUSIONES acercarse a las quejas que nos presentan y a los cambios que
Hemos intentado demostrar al lector los problemas conceptuales observamos con unas herramientas descriptivas más sofisticadas
y los retos que desde la neuropsiquiatría clínica afronta el trastor- y con categorías diagnósticas mejor definidas. Éste es el anhelo
no orgánico de personalidad como categoría nosológica. Incluir clínico e investigador de quienes redactan esta ponencia.
bajo el mismo diagnóstico la mayor parte de los cambios psicopa- De la revisión del trastorno orgánico de personalidad confiamos
tológicos que se producen en los pacientes con daño cerebral que se deriven ventajas terapéuticas; en primer lugar, neutralizar el
(especialmente de origen traumático) es probablemente un reduc- doble nihilismo terapéutico que conlleva este diagnóstico: por ser
cionismo exagerado que merece una revisión. orgánico y por ser trastorno de la personalidad y, en segundo lugar,
Para comprender qué les pasa a estos pacientes es necesario permitir el diseño de estrategias específicas de tratamiento.

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TRASTORNO ORGÁNICO DE LA PERSONALIDAD. PERTURBAÇÃO ORGÂNICA DA PERSONALIDADE.


ASPECTOS CONCEPTUALES Y DIAGNÓSTICOS ASPECTOS CONCEITUAIS E DIAGNÓSTICOS
Resumen. Introducción. Probablemente la secuela neuropsiquiátri- Resumo. Introdução. Provavelmente a sequela neuropsiquiátrica
ca más frecuente de las personas que han sufrido algún tipo de lesión mais frequente dos doentes que sofreram algum tipo de lesão cere-
cerebral (cualquiera que sea su origen) son las quejas referidas a bral (qualquer que seja a sua origem) são as queixas de alterações
cambios en la personalidad premórbida del paciente y que ocasio- de personalidade pré-mórbida do doente e que ocasionam proble-
nan problemas en el funcionamiento familiar, social y laboral del mas no relacionamento familiar, social e profissional do mesmo.
mismo. Estos fenómenos han sido englobados bajo un mismo diag- Estes fenómenos foram englobados sob um mesmo diagnóstico na
nóstico en la nosología psiquiátrica actual, denominado ‘Trastorno nosologia psiquiátrica actual, denominado ‘Perturbação orgânica
orgánico de personalidad’. Desarrollo. En el presente artículo tra- de personalidade’. Desenvolvimento. No presente artigo são referi-
tamos de señalar los inconvenientes que el uso de dicho diagnóstico dos os inconvenientes que a utilização do mencionado diagnóstico
ocasiona y que obedecen a un doble origen. Por un lado, porque ocasiona e que obedecem a uma dupla origem. Por um lado, porque
descansa sobre el concepto de personalidad, concepto que se ha se baseia no conceito de personalidade (conceito que ao longo da
demostrado inconsistente a lo largo de la Historia de la Ciencia. Por História da Ciência se demonstrou inconsistente), por outro, porque
otro, porque dentro de la entidad se engloban fenómenos y conduc- dentro da entidade são englobados fenómenos e condutas fenomeno-
tas que son fenomenológicamente heterogéneas y que, con toda se- logicamente heterogéneas e que, com toda a segurança, se apoiam
guridad, se apoyan sobre sustratos neurobiológicos también distin- sobre substratos neurobiológicos igualmente distintos. Conclusão.
tos. Conclusión. El desarrollo de estrategias de investigación, así O desenvolvimento de estratégias de investigação, bem como técni-
como técnicas terapéuticas eficaces para estos pacientes, obliga a cas terapêuticas eficazes para estes doentes, obriga a dissecar os
disecar los muy distintos fenómenos que, en la opinión de los auto- muito distintos fenómenos que, na opinião dos autores, engloba
res, engloba abusivamente dicha entidad nosológica. [REV NEUROL abusivamente a referida entidade nosológica. [REV NEUROL 2000;
2000; 30: 772-8] [http://www.revneurol.com/3008/i080772.pdf] 30: 772-8] [http://www.revneurol.com/3008/i080772.pdf]
Palabras clave. Cambio de personalidad. Daño cerebral. Trastorno Palavras chave. Alteração de personalidade. Dano cerebral. Per-
orgánico de la personalidad. turbação orgânica de personalidade.

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