O LOGOS HOMEOSTÉTICOÉ UM LOGOS COOPERATIVO/(AUTO)REFUTATIVO
E EM CONSTRUÇÃO O LOGOS traduz cruzamentos babélicos, quer especulativos quer pragmáticos O LOGOS HOMEOSTÉTICO não é necessáriamente consensual, mas com-sensual: é a gestão de diversos fluxos sensuais ao sabor dos caprichos estratégicos dos diversos homeostéticos.
Verbalização que se Nominaliza (Parménides), Nominalização que se Verbaliza. Fazer
permanentemente o circuito.
“A doutrina sofística do logos pressupõe, pois, a noção de
uma racionalidade que se engendra colectivamente: a universalidade que se constrói não é "a verdade"; o kreittôn logos, o discurso mais forte, sendo da ordem do nomos, representa a realização dinâmica de um consenso humano que (...) procura harmonizar e compatibilizar as experiências individuais." Na doutrina gorgiana do logos é particularmente notória a concepção holística da psyche, sem distinção de partes racionais e emocionais (ou irracionais), sofrendo a alma como um todo a acção do discurso.20 A força do logos advém de uma confluência complexa de factores. O discurso actua sobre o ouvinte pela ilusão ou engano (apatê) e pela persuasão (peithô), sendo a alma tanto mais influenciável quanto mais frágeis são as opiniões e as crenças de que dispõe. Assim, o logos incide sobre o plano das doxai, e a condição específica dos seres humanos está marcada pela instabilidade, pela incompletude das experiências e pelas limitações da memória. um dos elementos cruciais na doutrina sofística do logos foi a relevância do kairos, o que corresponde à vivência de um tempo descontínuo, sucessão de instantes qualitativamente diferentes, marcados pela complexidade dos contextos e, em si mesmos, irrepetíveis e incomensuráveis. Falar ou calar, fazer ou não fazer "o conveniente" no momento correcto, é uma sabedoria prática que não se reconduz ao modelo da technê. Se é certo que na óptica educativa dos sofistas "saber viver" se aprende como um ofício e o êxito nos empreendimentos depende do domínio das técnicas correspondentes,24 subsiste sempre uma margem de risco e de incerteza. Assim, esta maneira de equacionar as limitações e as potencialidades do logos (discursividade, palavra) remete para uma ideia de racionalidade que não é a platónico-aristotélica, mas que é "outra". Racionalidade que se desenrola num universo kairológico, de circunstâncias mutáveis e de contornos imprecisos, no qual a plataforma possibilitante da comunicação intersubjectiva é da ordem do nomos”(Vaz Pinto) La posibilidad de apáte es, podemos decir, el signo de la superioridad del dios sobre el hombre. Apáte es una actividad que se realiza mediante peíthein, persuasión, con un nexo presente ya en Homero14, y construye un mundo alternativo a éste. La importancia que tiene para los griegos apáte lo evidencia el hecho de que, por ejemplo, Hesíodo en la Teogonía, la convierte en una divinidad, hija de la noche, perteneciente al mundo de lo irracional o, en cualquier caso, al mundo que no se conoce a través de una investigación lógico-formal. Siempre en la Teogonía, Hesíodo distingue bien apáte de lo falso, cuando las Musas acercan el primero, lo verdadero, al ámbito de la poesía. En este sentido, apáte es casi una verdad. En efecto, las Musas, hijas de Urano y de la Tierra o de Zeus y Mnemósine, según una tradición diferente, ocupan una posición intermedia entre el mundo lógico de los dioses del Olimpo y el de los dioses subterráneos, el mundo del misterio que ha creado apáte15. Por esto hablan de realidades que pueden ser alternativas a la Realidad. Además, apáte en los himnos homéricos tiene también valor de fantasía y gozo de vivir como en las astucias de Afrodita y de Hermes. Apartir de los Pitagóricos el concepto de apáte se relaciona con el de kairós 16, el momento oportuno. kairós es una de las leyes del universo y tiene su origen en la filosofía pitagórica y en la doctrina de los contrarios que unidos por la armonía crean el universo. El kairós permite poner de relieve un lógos o su contrario, y el efecto de este movimiento es apáte. La ambivalencia de kai - rós está presente también en Píndaro y en su idea de poeta como el que tiene la posibilidad de imaginar mundos alternativos (en las Olímpicas II, 94), pues kairós es el dominio de la duplicidad, de la contradicción de lo real. La contradicción pertenece al campo del mito, kai - rós y apáte permiten justificar y comprender el mito, como dice Esquilo cuando escribe que el dios no está lejos de una apátes dikaías (fr. 301 N) o sostiene, en el fr. 302, que el Dios reconoce kairós a apáte 17. Esta apáte se identifica también con díke (la ley del mundo), porque el mundo es irracional y esta irracionalidad puede ser representada sólo por él. Los hombres, a través de esta apáte, experimentan una pasión18, y esto constituye un kósmos, un orden. Esta idea que Esquilo había ilustrado bien en las Coéforas se refiere a todo el mundo griego. El autor de los dissoì lógoi recuperará el discurso llevándolo explícitamente al ámbito del arte. En efecto, en la tragedia y en la pintura es perfecto que cualquiera exapatêi, “finja”, mediante la creación de obras parecidas a la realidad. También para Gorgias apáte será motivo fundamental de la experiencia poética. Dice Gorgias: “la tragedia con sus mitos y sus pasiones determinó una apáte en la que quien la consigue se conforma mejor a la realidad (dikaióteros) en comparación a quien no la consigue, y quien se deja prender por esta ficción es más sabio que quien no se deja prender”