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CUIABÁ – MT
2015
INGRID LORENA TORRES GÁMEZ
BANCA EXAMINADORA:
Prof. Dr. Anderson Roberti dos Reis (UFMT– Orientador)
Prof. Dr. José Alves de Freitas Neto (Unicamp – Examinador Externo)
Prof. Dr. Marcelo Fronza (UFMT– Examinador Interno)
Prof.ª Dr.ª Sandra Patrícia Rodriguez (UPN - Examinadora Externa)
Cuiabá, MT
2015
Dados Internacionais de Catalogação na Fonte.
Ficha catalográfica elaborada automaticamente de acordo com os dados fornecidos pelo(a) autor(a).
FOLHA DE APROVAÇÃO
TÍTULO : "Enseñanza de la historia reciente y memoria sobre el conflicto armado en Colombia.
Consideraciones pedagógicas acerca del marco normativo 2005-2014"
_____________________________________________________________________________
____________
Presidente Banca / Orientador Doutor(a) Anderson Roberti dos Reis
Instituição : UNIVERSIDADE FEDERAL DE MATO GROSSO
Examinador Interno Doutor(a) Marcelo Fronza
Instituição : UNIVERSIDADE FEDERAL DE MATO GROSSO
Examinador Externo Doutor(a) José Alves de Freitas Neto
Instituição : Universidade Estadual de Campinas
Examinador Suplente Doutor(a) Sandra Patrícia Rodriguez Ávila
Instituição : Universidad Pedagogíca Nacional
CUIABÁ,04/03/2015.
A mis padres y a mi hermano, sentido de mi vida.
A mis amigas y amigos
A Eugenio y M. Pinka
Agradecimientos
Agradezco
Al profesor Anderson Roberti Dos Reis por su orientación, colaboración, confianza y
acompañamiento durante mi proceso de Maestría en la UFMT y en la construcción de este
trabajo.
A la banca evaluadora que con compromiso revisó y realizó los aportes necesarios:
Profesora Sandra Rodríguez por quien guardo aprecio y admiración; Profesor Marcelo Fronza
a quien recordare con cariño por la sensible aproximación a la enseñanza de la historia; y al
Profesor José Alves de Freitas quien amistosamente aceptó dialogar con mis concepciones de
historia.
A SECRI, PROPG y cuerpo docente de la UFMT por el caluroso acogimiento,
agradezco especialmente a Ana Maria Marques por compartirme sus construcciones sobre los
estudios de género e historia de las mujeres, además por su amable hospitalidad; y a Oswaldo
Machado Filho por sus gratificantes clases y jocosas conversas.
Al núcleo de investigación: Historia, terra e trabalho, lugar en el que permanecí
rutinariamente la mayor parte de mi tiempo, a los profesores Vitale Joanoni Neto y Carlos
Eduardo “Cadu”, a los colegas Luciene, Fernanda, Rafa, Alexandre, Andrielly, Nayara y
Madalena con quienes compartí el espacio de estudio. En ese mismo orden, mi gratitud se
extiende a los estudiosos medievalistas de Vivarium: Polliana, Jessica e Douglas por
brindarme la maravillosa oportunidad de conocerlos.
A mis compañeros del Colectivo de Historia Oral (CHO) por permanecer en el tiempo y
la distancia.
A Alba Pinto por compartir mis angustias académicas.
A Sara por la convivencia, el ánimo, la comprensión y el apoyo incondicional en este
pasaje de mi vida, por ser mi amiga.
A mis compañeros del grupo OEA: Diana, Arlene, Jorge, Daniel, William, Alex,
Agustina, Jhonny, Oscar y Daniela, siempre fue gratificante tener su presencia en medio de
diversas latitudes Latinoamericanas.
A mis amigos brasileros por el preciado aporte anímico, emocional y solidario que me
ofrecieron, a Daniel A, Cleiton, Rejane y Mayara la interminable cuenta que adeuda una
sincera amistad, Anezzio constructor de risas y posibles Macondos, Pablo Vinicius los
pensamientos de una sociedad digna y justa, Keyte y Esther compañeras capoeiristas,
Ramachandra las creaciones cromáticas de la vida, Francisco Marques la hospitalidad y
convivencia y Lia hiladora de sueños, a todas y todos mi sentimiento de gratitud anudado a
los bellos momentos vividos en Brasil.
A mi familia, mis padres Amparo y José, mi hermano Leonardo por el amor y apoyo
incondicional, por ser el motor de mi vida.
A Carlo, por impregnar este camino de fortaleza y dignidad.
A mis Amigos creadores de mundo, compañeros de siempre: Felipe, quien cordialmente
lee y revisa mis pasajes de tiempo, Andrea, Lucy, Juanfe, Diana y Milena por enriquecer esta
experiencia desde la distancia.
A la CAPES y OEA por financiar y dar viabilidad a este trabajo, y disponer los medios y
espacios académicos en Brasil.
Desde hace tres décadas, en el campo de las disciplinas sociales, asistimos a un crecimiento
exponencial de los trabajos que sitúan a la memoria como centro de reflexión. El inusitado
crecimiento ha posibilitado fecundas discusiones, tanto teóricas como metodológicas, las
cuales han ampliado el debate en torno a la memoria como campo de saber pero, además,
como demanda social. En este trabajo se analiza la relación de memoria, historia y escuela en
el caso colombiano conforme los requerimientos de la Ley de Víctimas y restitución de tierras
1448-2011 destinados al sector educativo para la elaboración de ejercicios de memoria
histórica en el escenario escolar. Acorde a esto se acude metodológicamente al orden
cualitativo de la revisión bibliográfica enfatizada en la localización y recuperación de
información para la construcción de una serie de reflexiones desde la óptica de la pedagogía
de la memoria, las cuales son socializadas a través de la cartilla: “pedagogías de la memoria:
imaginarios, narrativas y propuestas de paz” entendida como una apuesta a la formación de
conciencia histórica y sujetos participativos en los procesos de transición y reconstrucción de
los tejidos sociales irrumpidos por la guerra.
For three decades, the social sciences have experienced an exponential growth in research
studies about memory. This unprecedented interest has enabled fruitful theoretical and
methodological discussions, which have broadened the debate about memory as a field of
research, as well as the social memory of armed conflicts. This paper examines the
relationship among memory, history and schools analyzed in the Colombian context, based on
the Law 1448-2011, which addresses victims of violence and the restitutions of lands, which
impacts the historical memory present in schools. Its methodology involves a qualitative
literature review focusing on finding and retrieving data for the construction of a series of
reflections based on many perspectives about the pedagogy of memory. These will be shared
throughout the booklet: “pedagogies of memory, imagination, narratives and approaches to
peace”, as understood as a commitment to the formation of a historical awareness and
participatory processes of transition to peace and reconstruction of memory, in order to
promote a better understanding of the present situation in Colombian education based on its
history.
Há três décadas assistimos, no campo das disciplinas sociais, a um aumento exponencial dos
trabalhos que colocam a memória como centro de reflexão. Seu excepcional crescimento tem
possibilitado fecundas discussões, tanto teóricas quanto metodológicas, as quais têm ampliado
o debate em torno da memória como campo do saber, mas, além disso, como demanda social.
Este trabalho analisa a relação da memória, história e a escola no caso colombiano conforme
as disposições da Lei de Vítimas e restituição de terras (1448-2011), para o setor educativo a
respeito da elaboração de exercícios da memória histórica no cenário escolar. Desse modo,
procede-se a uma revisão bibliográfica a fim de enfatizar a localização e recuperação de
informações para a construção de uma série de reflexões desde a ótica da pedagogia da
memória, as quais são socializadas através da cartilha: “Pedagogías de la memoria:
imaginarios, narrativas y propuestas de paz”, compreendida como uma aposta para a
formação de consciência histórica e de sujeitos participativos nos processos de transição e
reconstrução dos tecidos sociais.
TABLA 5 REQUERIMIENTOS DEL SECTOR EDUCATIVO EN EL MARCO PARA LA PAZ .................. 150
TABLA 6 TENDENCIAS DEL HOMICIDIO POLÍTICO EN COLOMBIA. ............................................. 152
TABLA 7 EXPERIENCIAS NACIONALES: ESCOLARES Y NO ESCOLARES SOBRE TRABAJOS DE
MEMORIA.......................................................................................................................... 153
SIGLAS Y ACRÓNIMOS
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................... 14
CAPÍTULO 1 ........................................................................................................................................ 21
1.2 Conflicto Armado interno: una construcción histórica a varias manos ........................................ 30
1.2.1.1 Las guerrillas de los Sesenta: una respuesta a la institucionalización de la violencia ... 34
CAPITULO II ....................................................................................................................................... 64
2.5.2 Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448/2011: base jurídica para hablar de paz ...... 97
2.7 Grupo Nacional de Memoria Histórica y la construcción de memorias del conflicto. .............. 101
3.1 Requerimientos y responsabilidades del sector educativo colombiano en el marco jurídico para
la paz. 105
3.3 ¿A que nos referimos cuando hablamos de enseñanza de la historia reciente?.................. 117
3.5 La formación de conciencia histórica para la construcción de cultura histórica. ....................... 125
3.6 Pedagogías de la memoria: una propuesta para la formación política. .............................. 129
ANEXOS............................................................................................................................................. 149
14
INTRODUCCIÓN
1
HARTOG, François. Regímes de Historicidade, presentismo e experiências do tempo. 1.ed. Belo Horizonte:
Autêntica editora, 2013.
15
una capacidad catalizadora para la formación de una identidad común basada en símbolos,
rituales, mitos y narrativas que comparten y validan en el espacio público los “deseos de
distintos grupos y sectores que pugnan por hegemonizar ‘una’ memoria histórica y controlar
el contenido de imaginarios colectivos”2.
En este contexto, el escenario escolar refleja las discusiones generadas sobre la
representación y evocación de lo ausente, en tanto que provoca un diálogo, -voluntario o
involuntario- entre la historia enseñada y las memorias que circulan dentro y fuera de la
escuela, dando lugar a lo innombrable, a las versiones selladas, y los relatos censurados por la
oficialidad histórica, es decir, al paso por la indagación a las memorias subterráneas3.
En Colombia no existe respuesta concreta a responsabilidades jurídicas de política
pública educativa que incorpore en la cultura escolar ejercicios de memoria sobre el conflicto
armado. Hasta el momento, el debate sobre el tema cobra importancia en escenarios públicos
y privados que atienden a los lineamientos del marco para la paz con la Ley de Justicia y Paz
975 del año 2005 y la relevancia de la verdad judicial para la construcción de memoria
histórica, observando los límites y las posibilidades de la misma, junto a las fuertes críticas
que ha recibido de parte de las víctimas y organizaciones defensoras de Derechos Humanos,
al calificarla como una ley sin justicia y sin paz, con verdad fragmentada y reparación
ausente.
La creación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448, del año 2011, abre un
panorama respecto a requerimientos concretos a la enseñanza de la historia y las actividades
participativas y formativas para fomento de programas de Derechos Humanos y memoria
histórica, con el propósito de acudir a
2
CARRETERO, Mario. Documentos de identidad: La construcción de la memoria histórica en un mundo
global. 1. ed. Buenos Aires: Paidós, 2007, p. 184.
3
POLLAK, Michael. Memória, esquecimento, silêncio. Estudos Históricos, v.2. n. 3, 1989, p. 3-15.
4
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448. Art 149. Bogotá: Imprenta Nacional de Colombia, 2011, p. 76.
16
Ante este pedido, el sector educativo colombiano comenzó el tránsito por un dificultoso
camino para afrontar el dilema de qué y cómo incorporar el pasado reciente, conforme el
mandato de la memoria traducido en una exigencia política enmarcada temporal y
espacialmente en circunstancias que hacen permanentes las tensiones sociales, políticas y
culturales, debido a la presencia de intereses que involucran diferentes sectores de la
sociedad, además, de las condiciones regionales históricas que se han encajado en la violencia
de forma diversificada en el marco del sistema de guerra colombiano5.
La propuesta de cierre del periodo de conflicto armado recogida en la Ley 1448-2011
plantea una mirada estructural que involucra y responsabiliza a todos los sectores del Estado
en la reparación a las víctimas y sociedad civil en general. El sector educativo debe responder
a un conjunto de requerimientos que comprometen el trabajo con la memoria histórica en el
escenario escolar, concretamente en la necesidad y obligatoriedad de fomentar y desarrollar
programas y proyectos con enfoque de derechos humanos, diferencial, territorial y restitutivo
que promuevan la restitución y el ejercicio pleno de los derechos, desarrollen competencias
ciudadanas y científico–sociales en los niños, niñas y adolescentes del país; y propendan la
reconciliación y garantías de no repetición de hechos que atenten contra su integridad o violen
sus derechos6.
Conforme a lo anterior, este trabajo centra su objetivo en analizar y comprender los
requerimientos de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448 destinados al sector
educativo mediante el Artículo 145, párrafo 7 en la elaboración de ejercicios de memoria
histórica en la escuela, con el fin de presentar una serie de reflexiones histórico-pedagógicas
del abordaje de la historia reciente de Colombia.
El itinerario metodológico responde al orden cualitativo de la revisión bibliográfica,
entendiendo por esta una revisión analítica y reflexiva para la localización y recuperación de
información que ayude a establecer hipótesis adecuadas en el desarrollo de una investigación.
La revisión bibliográfica, aquí propuesta, enfatiza la lectura de informes elaborados por el
Grupo de Memoria Histórica (GMH), Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP),
Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) y el Movimiento de
5
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia. 1.ed. Bogotá: Planeta,
2003. “La concepción sistémica es una constelación de partes anudadas entre si y que aportan sentido al conjunto
(…) un sistema de guerra se forma bajo tres condiciones claves, todas tres presentes en Colombia. Éstas son: la
precariedad o el fracaso de los dispositivos institucionales adecuados para la tramitación del conflictos; las
perspectivas de éxito de las partes representadas en una economía política pasiva y establecimiento de un
equilibrio entre los contenedores.
6
Requerimientos consignados en el Artículo 145 de la Ley de Victimas y restitución de tierras 1448-2011.
17
7
Tendencia historiográfica que marcó un hito en 1987 con la conformación de la comisión de estudios de
Violencia. Presentó la preocupación por el análisis y producción de literatura referente a la violencia en
Colombia entendida como fenómeno social y político de prolongada duración.
8
GUZMÁN, Germán; FALS B; Orlando, UMAÑA, Eduardo. La Violencia en Colombia. dos volúmenes. 1. ed.
Bogotá: Tercer Mundo. 1962.
9
OQUIST, Paul. Violencia conflicto y política en Colombia. 1. ed. Bogotá: Banco Popular Divulgación
económico y social, 1978.
10
SÁNCHEZ, Gonzalo (Orgs). Colombia: violencia y democracia. 1. ed. Bogotá: Universidad Nacional -
Colciencias, 1987.
11
MEDINA, Carlos. ELN una historia contada a dos voces. 1. ed. Bogotá: Rodríguez Quito Editores, 1996.
12
PECAUT, Daniel. Violencia y política en Colombia. Elementos de reflexión. 1. ed. Medellín: Hombre Nuevo
Editores. 2003.
13
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas 1982-2003. 1. ed. Bogotá: Planeta-IEPRI, 2003.
14
PALACIOS, Marco. Violencia pública en Colombia 1958-2010. 1. ed. Bogotá: Fondo de cultura Económica,
2012.
18
Vale la pena decir que este trabajo parte de las motivaciones físicas, académicas y
emocionales que me relacionan con los procesos educativos como ejercicios dinámicos,
propositivos y retadores, ante los cuales las nuevas generaciones de maestras y maestros
investigadores asumimos responsabilidades de carácter ético, político e intelectual en la
configuración de apuestas pedagógicas ceñidas a compromisos en la formación de sujetos de
paz.
Acentuar la voz en la discusión propositiva de la enseñanza de la historia, dispone como
primer factor, situar a los sujetos pedagógicos como sujetos políticos con quienes es
indispensable y apremiante establecer diálogos comprensivos respecto a cómo incidir en los
diferentes pasados dolorosos que nos atañen.
Segundo, esta producción se encaja en un esfuerzo por desmitificar la memoria en su
descripción neutral, por el contrario, la aborda como ejercicio primeramente social y político,
en el que a través de diversas formas, una de ellas el debate y sistematización conceptual y
metodológica realizado por la academia, pueden descolonizarse verdades históricas univocas,
influyendo en el conocimiento de versiones disidentes en torno al conflicto en Colombia,
Para terminar, se entiende los ejercicios de memoria en la escuela como parte
fundamental dentro de los procesos de justicia del marco para la paz. Los testimonios del
pasado no pueden parecer ingenuos, o mucho menos parciales en ningún escenario
responsable de indagar acerca de la historia del conflicto, pues cuentan con propia irradiación
de legitimidad dentro de un libreto político que no dista de las relaciones de tensión en las que
se enmarcan las propuestas de pedagógicas de la memoria.
21
CAPÍTULO 1
“El conflicto que hoy enfrentamos tiene profundas raíces, deviene de años,
de siglos, de resistencia (…) Pero sobretodo deviene de la forma en que se
construyó el Estado colombiano, a través de la guerra, del exterminio, del
despojo (…) por eso decimos que en Colombia existe un conflicto social y
armado, social por las causas estructurales y armado porque la guerra es la
forma específica en que en los últimos 40 años se construyó, al menos
hegemónicamente, la política (…) El conflicto armado no es ajeno a las
causas por las cuales luchamos; y aunque la degradación del mismo ha
hecho que una parte de la expresión insurgente se rija por las lógicas
militaristas y autoritarias, es más perversa la lógica del Estado que ha
ubicado en la guerra la justificación de su estrategia para continuar
excluyendo la población y arrebatando hoy más que nunca nuestros recursos
naturales”
(“Memorias de la Tercera Mesa Nacional Indígena de Paz y Derechos
Humanos”, CNIP, 2006, p. 71-72.)
15
CEPAL. Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2014. Disponible en:
http://www.cepal.org/es/publicaciones/balance-preliminar-de-las-economias-de-america-latina-y-el-caribe-2014-
documento. Acceso en: 29 dic. 2014.
16
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia. 1. ed. Bogotá: Planeta,
2003. p. 24. “La dilatación de la guerra civil en Colombia no es única hoy en día, ya que existen otros 49
conflictos similares que están devastando Asia y África. De acuerdo con un grupo de la Universidad de
Hamburgo del total de las 49 guerras 26 tuvieron sus orígenes durante los años noventa; otros 8 durante los años
setenta; 5 durante los años sesenta y uno comenzó durante los años cuarenta del siglo pasado”.
22
1.1.1 Violencia
17
PALACIOS, Marcos. Violencia pública en Colombia 1958-2010, Op. cit. p. 26.
18
KAZANCIAIL Ali. UnescoWeb. Disponible en:
http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000915/091531so.pdf. Acceso en: 20 mar. de 2014.
23
Una buena parte de los acercamientos a la teoría de violencia establecen una relación
cercana con la política. La mayoría de reflexiones en torno a este vínculo acogen la
conceptualización teórica bajo la identificación de la violencia como problema del Estado,
con dos posiciones diferentes. Por un lado, la violencia en cuanto mecanismo ilegal e
ilegitimo de la fuerza; y, por otro, la legitimidad de la fuerza en la designación de la potestad
y monopolio sobre uso de la violencia y poder concedido al Estado.
En busca de denominadores comunes ofrecidos por diferentes autores sobre la
Violencia, acudimos a sus características principales, procurando presentar la síntesis de un
conjunto de cualidades del término como fenómeno social y político. Para Alain Pessin,
19
PESSIN, Alain. Violence et transgression, en: BLAIR, Elsa. Aproximación teórica al concepto de violencia:
avatares de una definición. Política y cultura. París: Éditions anthropos, 2009, p. 32.
20
MICHAUD, Alain. La violence. 1. ed. París: Presses Universitaires de France, 1973.
21
GIRARD, Rene, La violence et a Sacre. 1. ed. Paris: Grasset, 1972.
24
puede haber vida sin deseo. Los deseos ilimitados generan en nosotros ansias insaciables de
poder y pueden tropezar con los de otros. En ese caso, el poder es la capacidad de prevalecer.
La dominación que pretende cada una de las fuerzas conjugadas en el conflicto reducido
al impulso de dominación, Hobbes las advierte cuando señala la dominación dentro de un
ámbito de naturalidad y legitimidad, consiguiendo camuflar los efectos de la violencia, los
cuales deben estar en equilibrio con el poder de dominación, de tal forma que no conduzcan a
la destrucción de la sociedad.
El problema no consiste en asociar la noción de violencia al contexto social del ser
humano y sus relaciones de competitividad, pues tal, como lo expone el propio Hobbes,
22
LITKE. Robert, Violencia y poder. Revista internacional de ciencias sociales pensar la violencia,
perspectivas filosoficas, historicas, psicologicas y sociologicas, n.132, 1992, p.13.
23
HOBBES, Thomas, Leviatan. O la materia, forma y poder de una repubica eclesiastica y civil. 2.ed., Buenos
Aires: Fondo de cultura economica.2007,p.161.
25
Los aportes de Jacques Sémelin24 reafirman que, no existe una teoría capaz de explicar
todas las formas de violencia, por eso es necesario hacer una clasificación, propone tres clases
de violencia donde la manifestación de una no impide la presencia de las otras dos: 1)
Violencia de Sangre y elementos estructurales; 2) Violencia en la forma de vida; y 3)
Violencia espectáculo.
Por otro lado, Pecaut la entiende como un fenómeno político-económico, directamente
asociado a las transformaciones económicas que se hacen evidentes en la “correlación casi
inversa entre desarrollo económico y el grado relativo de la violencia”25 y en la “la ausencia o
precariedad del Estado, la existencia de una población importante por fuera de la
institucionalidad oficial; y la compleja relación que se presenta en Colombia entre periferias y
centro”26,que se encuentran dentro del marco de relaciones preexistentes de la violencia como
parte de un sistema.
Richani se aproxima a la violencia desde una mirada sistémica de la guerra a partir de
tres condiciones claves e interrelacionadas en Colombia: la precariedad o el fracaso de los
dispositivos institucionales adecuados para el tratamiento de conflictos; las perspectivas de
éxito de las partes representadas en una “economía política positiva” en la que la guerra es
mejor opción que la paz, asumiendo la cómoda moderación de fuerzas entre los contendores, lo
que el autor denomina cómodo impasse, un equilibrio entre los actores del conflicto causado
por el desempeño económico del país y los intereses de una clase. “La convergencia de estas
tres variables lleva al establecimiento de un sistema de guerra que tiende a autoperpetuarse; allí
donde alguna de estas tres condiciones está ausente, los conflictos tenderán a terminar con
mayor prontitud” 27 Esta noción de violencia implica superar la concepción netamente cultural
de larga duración, o mito28 de permanencia y homogeneidad histórica.
La mirada sistémica en el caso colombiano debe reconocer las discontinuidades
temporales y espaciales, reflejadas en una fuerte regionalización y la crisis institucional para
la perpetración de la guerra. Los casos de violencia extrema y diversificada se han arraigado
24
SÉMELIN, Jacques. Pour Sortir de la violence. 1. ed. Paris: Les édition ouvriéres, 1983.
25
PÉCAUT, Daniel; GONZALEZ, Liliana. Presente, pasado y futuro de la violencia en Colombia. Desarrollo
Económico, v. 36, n. 134.1997, p. 898.
26
PÉCAUT, Daniel. Violencia y politica en Colombia elementos de reflexión, Op. cit. p.80.
27
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p. 25.
28
PÉCAUT, Daniel. Violencia y politica en Colombia elementos de reflexión, Op. cit., p. 89. El mito “Permite
que la gente esté de cierta manera mucho más disponible para considerar que los acontecimientos son asuntos
normales, con los que hay que contar, y frente a los cuales hay que adaptarse. Pero para ellos no hay nada nuevo
en la historia colombiana.”
26
Las regiones del país en las que opera la violencia con características comunes
encajadas en estructuras de poder y arreglos institucionales considerados parte de la disputa
competitiva explicada por Hobbes, configuran lo que aquí entenderemos como sistema de
guerra, referente al patrón de interacción entre los elementos generadores de la violencia por
la tenencia y propiedad de la tierra; participación política restringida al bipartidismo;
economías legales e ilegales del narcotráfico; y la crisis humanitaria producto de un proceso
constante de victimización de distintos sectores sociales no vinculados a la guerra.
29
PÉCAUT, Daniel. Guerra contra la sociedad.1. ed. Bogota: Planeta, 2001, p. 194.
30
GRUPO NACIONAL MEMORIA HISTÓRICA, Basta ya! Colombia memorias y dignidad. 1.ed. Bogotá:
Imprenta Nacional, 2013, p. 48.
31
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA, Ley de victimas y restitución de tierras 1448.
2011, p. 9.
27
económicos y mediáticos con efectos profundos de distorsión del lenguaje, sino, la tajante
distinción entre calificativos como narcoterrorista, y el reconocimiento de la confrontación y
existencia de diversos grupos armados con carácter político.
Un ejemplo claro, es la denominación “chusma” y “bandoleros” empleada con
frecuencia en los años 50 y 60 para referirse a los militantes del partido liberal, posteriormente
en los años 80 y 90, con mayor participación de sectores de la izquierda y la creación de
diversos partidos políticos, como la ANAPO y la Unión patriótica, las determinaciones del
lenguaje cambiaron a: guerrillero, izquierdista o comunista, para adoptar en la década del 2000
el calificativo de terrorista, encajado y aceptado en la terminología de occidente después de los
atentados a las Torres gemelas en Estados Unidos en 2001.
Gran parte de este acervo lingüístico pertenece a dinámicas de exportación, recepción y
adaptación de directrices globales cargadas políticamente. El Plan Colombia32 naturalizó
calificativos de la política estadounidense para la determinación lingüística del conflicto
armado colombiano, “Estados Unidos ha desempeñado un papel central en el cambio de la
dinámica del conflicto armado colombiano a través de la confusión de la guerra antinarcóticos
y la lucha contrainsurgente en una sola estrategia, ahora identificada como lucha
antiterrorista.”33
La manipulación de la noción discursiva, tiene que ver con la importancia que Foucault
otorga al contexto en el que se crean y circulan los enunciados, la necesidad de un conjunto de
elementos, de situaciones o lenguaje que motivan la formulación y condicionan su sentido a
esquemas de utilización y “prácticas que forman sistemáticamente los objetos de que
hablan”34. La transformación del lenguaje dentro de una guerra se da en un contexto de luchas
y tensiones por la conquista del poder de la promulgación y movilización de un discurso de
hiperlecturas en las que predominan versiones oficiales de ocultamiento de realidades propias
del conflicto.
El concepto de Conflicto Armado interno hace referencia al prolongado período de
violencia mantenido en el país desde los años sesenta. El manejo de esta categoría como
32
También denominado Plan para la paz, prosperidad y el fortalecimiento del Estado, concebido, firmado con
Estados Unidos en 1999, durante la presidencia de Andrés Pastrana con el objetivo de generar unos préstamos
económico de parte de USA para fortalecer estrategias antinarcóticos. El plan ha continuado dentro de las
agendas de gobierno actuales.
33
ROJAS, Diana. Estados Unidos y la guerra en Colombia, en: INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y
RELACIONES INTERNAIONALES IEPRI. Nuestra guerra sin nombre transformaciones del conflicto en
Colombia. 1. ed. Bogotá: Norma, 2006, p. 41.
34
FOUCAULT, Michael. A arqueologia do saber. 7. ed., Rio de Janeiro: Forense universitária, 2004, p 81.
28
calificativo de la realidad colombiana, empezó a ser usado en presencia del fenómeno político–
militar de la Guerra Fría, cuando la violencia escalaba a un ritmo veloz calibrado por los
motores del narcotráfico conducidos a su máxima expansión en gran parte del territorio
nacional, posteriormente pasó a ser utilizado como marco temporal de los procesos de paz y de
justicia transicional. (Aclarados con mayor precisión en el siguiente capítulo.)
La denominación de conflicto armado interno fue reconocida con estatus político durante
el gobierno del presidente Belisario Betancur (1982–1986), quien dictaminó demasiado tarde
el carácter político del conflicto, después de consolidado un cuerpo de fuerzas paraestatales,
reflejado en “la apropiación privada del Estado, que ha dado origen a una clase política que se
ha vuelto experta en el manejo burocrático y administrativo del mismo y en la conformación
de clientelas políticas que facilitan este tipo de apropiación del aparato estatal”35.
Para Henry Pratt un estudioso conocedor de la teoría del conflicto, este significa
35
HERRERA, Marta; PINILLA, Alexis; INFANTE, Raúl,Conflicto educativo en Colombia y cultura política en
Colombia. Nomadas, n.15, 2001, p. 40-49. p. 42.
36
PRATT, Henry. Diccionario de sociología. 1. ed. Madrid: Fondo de Cultura económica de España, 2001, p.75.
37
Los tres enfoques trabajados en la obra de Pratt son presentados en: Comisión Andina de Juristas, Manual para
la construcción de paz. Disponible en: file:///C:/Users/Adela/Desktop/12-
ElementConcept(ManualConstruccPaz).pdf. Acceso en: 15 Abril. 2014.
29
de causar daño a uno o más individuos del grupo opuesto a través de la captación de la
propiedad, valores culturales y sistema organizacional.
En esta misma línea, Peter Wallensteen38 habla del conflicto como una situación social
en la cual un mínimo de dos partes buscan adquirir el mismo conjunto de recursos escasos.
“El conflicto social se refiere precisamente a las desavenencias o problemas de objetivos
respecto a los recursos. Se produce entre Estados, grupos o sectores organizados dentro de la
sociedad.39 Son precisamente las desavenencias o problemas por la obtención de recursos lo
que produce confrontación.
Vicenç Fisas40 ha desarrollado gran parte de su obra entorno al entendimiento de los
conflictos y la promoción de la cultura y la paz, afirma que el conflicto es un “proceso
interactivo” generado en un contexto determinado, es una construcción social, una creación
humana, es una condición inherente al ser social-humano diferente a la violencia (puede haber
conflictos sin violencia), el ser inherente, no lo deja al margen de posibilidades de cambio,
con contradicciones de objetivos y conciencias acarreadas por el conflicto, que lo convierte en
un fenómeno dinámico.
En conclusión, las medidas de análisis histórico situado en la historia presente del país
representan la necesidad de documentar la experiencia de sujetos e instituciones en un
conflicto de interconexión entre los actores (Estado, guerrilla, paramilitares y crimen
organizado) y los mecanismos que garantizaron la prolongación de la guerra no acabada,
retomando a Pecaut41, el análisis de la violencia en Colombia está circunscrito a una matriz
simbólica de construcción de sociedad en la que la definición de lo político coloca a la
violencia más allá de la lectura banalizada de transacciones entre actores armados, y la sitúa en
la pertinencia de integrar los acontecimientos en una trama con sentido, reconocer el lugar de
la memoria colectiva en una situación de guerra, y relacionar lo público y lo político en
consideración al lugar que ocupa el poder en la unidad de la sociedad y la conformación de
identidades sociales.
38
WALLENSTEEN, Peter. Un marco teórico para la resolución de conflictos. En WALLENSTEEN, Peter.
Peace Research: Achievements and Challenges, Westview. 1. ed. Boulder and London: 1988, p. 82.
39
COMISIÓN ANDINA DE JURISTAS, Manual para la construcción de la paz. Negociación e escenarios de
conflicto. Disponible en:
http://www.ugr.es/~eirene/docencia/doctorado/formaciondoctores/files/InvestPazIberoa/12-
ElementConcept(ManualConstruccPaz).pdf .Acceso en: 18 Mar. 2014.
40
FISAS, Vicenç. Introducción al estudio de la Paz y de los conflictos. 1. ed. Barcelona: Lerna, 1987, p. 48.
41
PÉCAUT, Daniel. Violencia y política en Colombia Elementos de reflexión, Op.cit.
30
42
INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y RELACIONES INTERNAIONALES IEPRI. Nuestra guerra sin
nombre transformaciones del conflicto en Colombia. 1. ed. Bogotá: Norma, 2006. p. 34.
31
La ley 200 -un intento bastante restringido para resolver los conflictos
de tierras- puso de manifiesto la incapacidad de las instituciones del
Estado para hacer cumplir la ley. Los terratenientes locales, que
ejercían el poder político a través de los gobiernos municipales, de la
Policía y de los jueces de distrito, pudieron burlar la ley y hasta
ofrecer una interpretación diferente de sus disposiciones. (…) Los
43
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p. 40.
44
LE GRAND, Catherine. los antecedentes agrarios de la violencia: el conflicto social en la frontera Colombiana
1850 – 1936. En: Sánchez, Gonzalo (Org). Pasado y Presente de la violencia en Colombia. 1. ed., Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia, 1985, p.121.
45
PALACIOS, Marco. Violencia Pública en Colombia 1958 – 2010, Op. cit., p. 58.
46
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO. Colombia rural razones para la
esperanza. Bogotá: PNUD, 2011, p. 189.
32
Consecutivamente la Ley 100 de 1944 se propuso corregir las falencias de la Ley 200
definiendo la relación entre terrateniente y arrendatario. El resultado fue nefasto, porque se
priorizó la protección de contratos y propiedades de los terratenientes, constatando una vez
más la triunfante gestión del sector elite agroindustrial del país representado por los cafeteros
como autoridad de las clases dominantes en las zonas rurales.
La politización del sector agrario del Sumapaz durante las primeras décadas del siglo
XX facilitó la conexión y organización con grupos de otros sectores del país, líderes como
Juan de la cruz Varela48 trabajaron bajo las insignias de la “tierra para quien la trabaja” en
reivindicación del derecho de campesinos a la titulación. Por otro lado, en los Llanos
orientales la guerrilla liberal de Guadalupe Salcedo se convirtió en emblema de la resistencia
de los años cincuenta con la Ley del Llano que ofrecía un orden revolucionario y un gobierno
alternativo sujeto a leyes civiles, penales, económicas y sociales.
La década de los años cincuenta marcó la institucionalización de la violencia con la
creación de las primeras bandas organizadas de autodefensa campesina49 vinculadas a las
guerrillas liberales y comunistas formadas en los años treinta en el sur del Tolima, el Sumapaz
y los Llanos orientales, territorios que hacían parte de una comunidad liberal y Comunista50,
establecida en el VII congreso del Partido reunido clandestinamente en 1952 en Viotá-
Cundinamarca para la creación del Frente Democrático de Liberación Nacional en ayuda
logística y militar a los grupos insurgentes.51
Las ofensivas convencionales del ejército no consiguieron derrotar el campesinado
armado, sino por el contrario, colocaron en riesgo la autoridad y derechos de propiedad de
latifundistas que observaban el fortalecimiento y radicalización de las guerrillas. El 13 de
47
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p. 47.
48
Juan de la Cruz Varela 1902–1984 Boyacá fue un líder campesino, vinculado a la guerrilla del Sumapaz,
ingresó al PCC, Ocupó cargos como Concejal y diputado de la Asamblea del Tolima, participó en la UNIR
creada por Gaitán. En 1960 presento un proyecto de reforma agraria a la cámara. Falleció 1984.
49
“Inicialmente la autodefensa fue creada con el fin de enfrentar la violencia oficial y las bandas de civiles,
como mecanismo de resistencia político militar, los grupos armados liberal y comunista unificaron sus
comandos, se establecieron en el Sur del Tolima (Chicala, La Marina, Horizonte).”
50
Partido Comunista Colombiano (PCC).
51
MEDINA, Medófilo. La resistencia campesina al sur del Tolima. En SÁNCHEZ, Gonzalo; PEÑARALDA
Ricardo, Pasado y presente de la violencia en Colombia. 1. ed. Bogotá: CEREC, 1986, p. 233. “a los guerrilleros
debemos ayudarles políticamente, aclarándoles la perspectiva de su heroico combate como lucha prolongada, de
grandes proyecciones para el futuro cuando se combina con el movimiento de masas”.
33
52
Laureanistas se le denomina a los simpatizantes de Laureano Gómez político del partido conservador,
presidente de Colombia entre Agosto 1950 y noviembre 1951. Y a quien Gustavo Rojas Pinilla le dio el golpe
militar, cuando Gómez pretendía volver a su cargo después de mantenerse aislado pos razones de salud.
53
PIZARRO, Leon. Los origenes del movimiento armado comunista en Colombia (1949 - 1966). Analisis
Politico. Universidad Nacional de Colombia , n.6 , 1989, p.3 – 35. p. 20. “La organización campesina conformó
instancias autónomas de poder local, tales como las "comisiones de control y solidaridad" y los "tribunales
populares". Llegó a ser tal la importancia de tales organismos que incluso los alcaldes, los inspectores civiles y
los hacendados les enviaban sus quejas y reclamos.”
54
CAMACHO, Álvaro; GUZMÁN, Álvaro. Violencia, democracia y democratización en Colombia. Nueva
sociedad, n. 101, 64-72, 1989, p. 69.
34
de favorecer a los minifundios a través del recién creado Instituto colombiano para la reforma
agraria (INCORA), sin embrago, los términos de distribución de la tierra continuaron sumidos
en la ambigüedad de desgastantes procedimientos de comprobación de parte de los colonos.
La tensión se agudizó con el endurecimiento de clase terrateniente empeñada en cerrar
cualquier vía de redistribución de la tierra al reformar el decreto de Ley 1 de 1968 en el que se
reconocían los derechos de los arrendatarios, esto dejó claro la imposibilidad de la reforma
agraria, por su parte, los campesinos en su mayoría se acogieron a la ANUC Asociación
nacional de usuarios campesinos de Colombia asediada por la represión institucional.55
55
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas 1982 – 2003, Op. cit. p.88. “ese período de incremento de
las detenciones arbitrarias corresponde con la movilización campesina provocada por el desmonte de la idea de
reforma agraria durante el gobierno del conservador Misael Pastrana (1970-1974).”
35
1970 615 49 -
1971 1.968 45 -
1972 4.297 37 1
1973 4.271 101 1
1974 7.846 92 1
1975 6.217 71 3
1976 6.940 98 3
1977 7.914 139 9
1978 4.914 96 6
1979 4.098 105 23
Fuente: Comisión Colombiana de Juristas, Colombia, derechos humanos y Derecho Humanitario: 1996, Bogotá,
1997.
Las invasiones de tierra patrocinadas por la ANUC en 1971 fueron un argumento más
para que el gobierno del presidente Pastrana propusiera las leyes 4 y 5 de 1973 y la ley 6 de
56
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas, 1982-2003, Op. cit., p. 89.
36
1975, resultado directo del pacto de Chicoral.57En 1976 la guerrilla se reorganizó en tres
grupos con intervención en territorio de Santander, Antioquia y sur de Bolívar, desde tres
modalidades: formas organizativas en las zonas de enclave, campesinas, y urbanas, en las que
prevalecía las estrategias de participación de la comunidad y el manejo de los recursos
naturales58, un ejemplo es el Dpto de Arauca con la presencia de células armadas del ELN que
contrarrestaban la construcción del oleoducto más importante del país: Caño Limón-Coveñas.
Durante los diálogos de paz promovidos en 1984 por el gobierno de Belisario Betancourt
el ELN fue distante al calificar el proceso como juego político con el Fondo Monetario
Internacional y USA. Posteriormente en 1998 en los diálogos en el Caguán entre las FARC y
el gobierno de Andrés Pastrana, el ELN se acercó a sectores liberales, corroborando el rechazo
a este proceso al valorarlo como una estrategia política para garantizar el poder de las élites
tradicionales del país.
Actualmente en los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC
iniciados el 18 de octubre de 2012 con el acuerdo general para la terminación del conflicto y la
construcción de una paz estable, el ELN ha procurado acercamientos a través de la presencia
de países vecinos.
57
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p 63 “En enero
de 1972, el gobierno de Misael Pastrana llamó a los representantes de los dos partidos, así como de los grupos
empresariales, a una reunión en Chicoral. El desenlace de la reunión fue un pacto para echar atrás la reforma
agraria del gobierno de Carlos Lleras Restrepo”.
58
AGUILERA, Mario. ELN: Entre las armas y la política, en: IEPRI. Nuestra guerra sin nombre
transformaciones del conflicto en Colombia. 1. ed. Bogotá: Norma, 2006, p. 244. “Sobre la explotación del
mineral, el frente guerrillero del ELN consideraba que se debía “moderar su explotación” y que las comunidades
tenían que dirigir ese proceso para hacerlo más lento y racional; sugería, entonces, que debían “apersonarse del
cobro de regalías” y de la ejecución de obras de beneficio general”
59
Expresión que popularizó el dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado en un debate en el Senado 1961,
refiriéndose a los territorios hospedados por guerrillas liberales y comunistas que se resistían a la presencia del
Estado en cuanto no consiguieran las peticiones realizadas al gobierno, principalmente la reforma agraria.
37
más de 1500 hombres. Formalmente las FARC surgieron a principios de mayo de 1966
durante la II Conferencia de las guerrillas del Bloque sur, convirtiéndose en una guerrilla
móvil y ofensiva con normas disciplinarias y de comando.
Fuente: IGAC. Instituto Agustin Codazzi, Dpto. Del Tolima 2003. (Marquetalia)
60
ARENAS, Jacobo. Diario de la resistencia de marquetalia. 1972, p. 12. Disponible en:
http://www.cedema.org/uploads/Diario_Marquetalia.pdf. Acceso en: 1 de Abril de 2014.
38
61
Marquetalia es un corregimiento del municipio Planadas, que se encuentra ubicado al sur del Departamento la
mayor parte de su población es de origen campesino, geográficamente presenta una agreste zona montañosa.
62
MORENO, Aurora, Campesinos en el Sur del Tolima. Estudio de caso 1960- 1965. entrevista realizada a:
PASCUAS, Miguel. p. 6. disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4015139. Acceso en:
29 Jul. 2014.
63
MEDINA, Carlos. FARC-EP Y ELN Una historia política comparada (1958-2006). 1. ed. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia, 2010, p. 146.
39
64
GRUPO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA, Guerrilla y población civil Trayectoria de las FARC
1943 – 2013.1.ed. Bogotá: Imprenta Nacional 2013, p. 54.
65
PALACIOS, Marco. Violencia Pública en Colombia 1958 – 2010, Op. cit., p. 157. “Cuando Betancur hizo, en
1982, su primera movida en el tablero de la paz, quedó en medio de tres corrientes encontradas: a) la de la
transición inspirada en la experiencia española, que ganaba fuerza en el Cono Sur. b) La política de
contrainsurgencia de la administración de Reagan, producto de su teoría del dominio aplicada a Cuba,
Nicaragua y Salvador, y reforzada por la variante militarista argentina de la doctrina de la seguridad nacional, ya
que había hecho incursión en Colombia mediante la legislación de seguridad de Lopez y Turbay. c) “ La guerra
de las drogas”
40
66
San Vicente del Caguán, Municipio ubicado en el Departamento del Caquetá con una población de 84.000
Habitantes, escogido como zona desmilitarizada con un total de 34.487 Km2 solicitados por las FARC como
garantía de distensión.
67
Proclamado el 20 de julio de 1964 en el fragor de la lucha armada de Marquetalia, corregido y ampliado por la
Octava Conferencia Nacional de las FARC-EP, abril 2 de 1993. Declaración de ocho puntos en los que se ilustra
el problema agrario en Colombia. “La realización de éste Programa Agrario Revolucionario dependerá de la
alianza obrero-campesina y del Frente Unido de todos los colombianos en la lucha por el cambio de régimen.
Única garantía para la destrucción de la vieja estructura latifundista de Colombia. La realización de esta política
se apoyará en las más amplias masas campesinas, las que contribuirán decididamente a la destrucción del
latifundio. Para tal fin se organizarán potentes uniones de lucha campesina, fuertes sindicatos, comités de
usuarios y juntas comunales. Por eso, este programa se plantea como necesidad vital, la lucha por la forjación del
más amplio frente único de todas las fuerzas democráticas, progresistas y revolucionarias del país para librar un
combate permanente hasta dar en tierra con el régimen oligárquico al servicio de los imperialistas yanquis, que
impiden la realización de los anhelos del pueblo colombiano.”
68
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p. 130.
41
posibilidades fallidas de lograr una reforma agraria que garantice el desarrollo digno de las
zonas rurales. Al contrario, las reformas agrarias que han acaecido en la historia reciente
responden a la economía rentista de la revolución verde implantada con la liberalización
económica de los años noventa.
Por otro lado, la presencia de las guerrillas denota la existencia de un terreno fértil para
el establecimiento de un Cómodo impasse con el Estado por medio de una economía política
positiva dotada “de activos políticos, militares y económicos lo suficientemente importantes
como para motivar la búsqueda por mantener el statu quo en lugar de una victoria definitiva o
un arreglo negociado”69.
Presencia de grupos
guerrilleros. (guerrillas
liberales- comunistas
Llanos Orientales: Dpto.
Arauca y Casanare, con
presencia guerrillera liberal de
Guadalupe Salcedo.
Dpto. Santander y Boyacá con
presencia guerrillera liberal y
primeros núcleos de
comunistas.
p p Dpto. Tolima presencia
1 guerrillera liberal y primeros
núcleos de comunistas, El
1 pato, Marquetalia, Davis.
1
Dpto. Cundinamarca,
1 presencia guerrillera liberal
de Juan de la Cruz en el
Sumapaz
69
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p. 108.
70
Instituto Geográfico Agustin Codazzi, Mapa Político de Colombia. Disponible en:
http://www2.igac.gov.co/ninos/contenidos/detalle_cont_mapas_flash.jsp?varImagen=/ninos/UserFiles/Image/
Mapas/político%20administrativo.jpg. Acceso en: 25 Ago. 2014.
42
El 9 de abril 1948 en el centro de Bogotá Jorge Eliecer Gaitán73 cayó herido de muerte
tras varios disparos propiciados por Juan Roa Sierra, un hombre del común que murió a manos
de la masa incandescente, contagiada por la ira, la desesperación e indignación del asesinato
del líder liberal. La furia Bogotana se materializó una hora más tarde del fallecimiento del
caudillo, es decir, sobre las dos y cinco de la tarde cuando se comprobó su muerte en la Clínica
Central.
El bogotazo como se le denominó al levantamiento provocado tras la muerte de Gaitan,
contagió gran parte del país, adquirió la fuerza civil que las élites partidistas no estaban
71
PALACIOS, Marco. Violencia Pública en Colombia 1958 – 2010, Op. cit., p. 25.
72
RESTREPO, Luis. Los arduos dilemas de la democracia en Colombia, en: IEPRI. Nuestra guerra sin nombre
transformaciones del conflicto en Colombia. 1. ed. Bogotá: Norma, 2006, p. 335.
73
Jorge Eliecer Gaitán 1902–1948 Bogotá Hijo de padres liberales de sector popular, estudio Derecho y Ciencias
políticas en la Universidad Nacional, 1928 investigó los sucesos de la masacre de las bananeras, fue ministro de
educación y Trabajo. Creó y lideró la Unión nacional de izquierda revolucionaria UNIR.
43
74
PALACIOS, Marco. Entre la legitimidad y la Violencia. Colombia 1875-1994, Op. cit. p. 199.
44
Después del gobierno de Rojas y con el argumento de reorganización del país, los dos
partidos predominantes acordaron un pacto de gobierno de coalición bipartidista firmado en
julio de 1957 llamado Frente Civil, posteriormente, Frente Nacional, el primer presidente de
esta predeterminada unión fue el liberal Alberto Lleras Camargo, quien se comprometió a
extender perdón y olvido a todos los militares que comulgaron con las ideas de Rojas.
El Frente Nacional fue resultado del plebiscito nacional de 1957, contempló la
alternancia del poder entre liberales y conservadores en periodos presidenciales por cuatro
años en un lapso de 16 años (1958–1974), repartiendo en partes iguales los escaños del
congreso y demás posiciones burocráticas. En realidad, se puede leer como una estrategia de
manipulación y acaparamiento del ejercicio político–participativo.
75
PALACIOS, Marco. Entre la legitimidad y la Violencia. Colombia 1875-1994, Op. cit. p.48.
76
Guadalupe Salcedo Jefe de la Guerrilla de los Llanos Orientales, firmó la desmovilización y fue asesinado por
agentes de la policía de Bogotá en confusos hechos el 6 de junio de 1957, de la misma forma ocurrió con lideres
de las guerrillas liberales de Santader, Huila y Tolima.
45
77
OQUIST, Paul. Violencia conflicto y política en Colombia, Op. cit., p. 18.
78
PÉCAUT, Daniel. Violencia y politica en Colombia elementos de reflexión, Op. cit., p.72.
46
Las fallidas negociaciones de paz de 1982 entre Belisario Betancur y las FARC,
afrontaron un contexto en el que las márgenes de la economía ilegal y la política se hacían
cada vez más tenues en un aparato estatal tolerable a facciones de cada uno de los dos partidos
tradicionales involucrados en corrupción y narcotráfico, especialmente en las regiones de
enfrentamiento armado. Para Pécaut79 se trata de dos subculturas políticas que han definido
las identidades colectivas sin hacer concesiones a la “voluntad popular” ni a un “esquema
generador” igualitario.
Las relaciones tejidas respecto al cultivo y comercialización de droga, compra o
apropiación de tierras rurales, clientelismo armado de grupos emergentes y seguridad privada
al servicio de élites económicas, hace parte del cómodo impasse que genera la guerra para
unos pocos, eso explica “el desacuerdo con las negociaciones de paz por parte del estamento
militar, de buena parte de las élites empresariales, de los propietarios rurales, de la mayoría de
la jerarquía de la iglesia católica”80, en cuanto otros sectores sociales apoyaban la salida
política.
A pesar de la indiferencia con el proceso de paz, las FARC presentaron una prenda de
voluntad para transformarse en fuerza política legal, a través de la creación de la Unión
Patriótica (U.P.) en 1985, que coincidió con la descentralización política de 1988. La U.P.
transitó por el escenario electoral con logros adquiridos en mínimo tiempo, pasado un año
después de su creación en las elecciones de 1986 consiguió la elección de 350 Concejales, 16
alcaldías, 9 representantes a la Cámara y 6 Senadores.
El caso de la U.P. no solo es un ejemplo revelador de la configuración política de la
izquierda del país, además, es la revelación de la violencia institucionalizada en respuesta a la
desestabilización del orden bipartidista en el marco de la transformación del paisaje político
de los años ochenta y noventa. La violencia política expresó 19.45781 homicidios y
ejecuciones extrajudiciales. Romero82 afirma que en la década de los ochenta cambiaron las
formas de coerción empleadas en los años setenta, en efecto fueron más violentas y
79
PÉCAUT, Daniel. Guerra contra la sociedad. 1. ed. Bogota: Planeta, 2001, p. 36.
80
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas 1982 – 2003, Op. cit., p. 47.
81
COMISIÓN COLOMBIANA DE JURISTAS, COLOMBIA, DERECHOS HUMANOS Y DERECHO
HUMANITARIO: 1996, Proceso de paz: primeras cuatro elecciones de alcaldes y violencia política, 1982-
1998. 1. ed. Bogotá: Comisión, 1997.
82
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas 1982 - 2003, Op.cit., p. 89.
47
83
PALACIOS, Marco. Violencia Pública en Colombia 1958 – 2010, Op. cit., p. 127.
84
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas 1982 – 2003, Op. cit., p. 20.
48
85
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas 1982 – 2003, Op. cit., p. 38.
49
86
GRUPO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA. Justicia y paz: ¿verdad judicial o verdad Histórica?. 1.
ed., Bogotá: Publicaciones Semana. 2012, p. 108.
87
MELO J. Orlando, "Los paramilitares y su impacto sobre la política", en Francisco Leal y León Zamosc, 1. ed.
Al filo del caos. Crisis política en la Colombia de los años 80. Bogotá: IEPRI-Tercer Mundo Editores, 1990, p.
475.
88
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas, 1982-2003, Op. cit., p. 36. “Las Convivir se diseñaron
para promover la cooperación entre propietarios y las Fuerzas Armadas con el fin de mantener el orden público.”
50
En los años noventa, las ganancias del sector de servicios pasaron de 43% a 49% con la
configuración de una clase social dominante de carácter internacionalista representada por
compañías y grandes empresas, mientras el sector rural decayó en un 22%, y aumentó la
presión guerrillera en cuanto al pago de impuestos y secuestros, razón por la cual grupos
empresariales y agroindustriales le solicitaron al Estado plantear una solución al predominio y
crecimiento de la insurgencia.
El paramilitarismo maduró en los años ochenta y noventa con el apoyo de fuerzas
intrasistemicas auspiciadas en políticas gubernamentales que le garantizaron una relación
directa con el Estado y los intereses de la clase social agroindustrial-terrateniente, fue un
fenómeno armado que no se limitó exclusivamente a cuidar de la seguridad, rápidamente se
permeó del narcotráfico y la extorsión.
El narcotráfico y la extorsión provocaron varios cambios dentro de la estructura
paramilitar: a) distanciamiento de los intereses primarios de ganaderos y ejército, b)
89
Entrevista de Televisa a Carlos Castaño, líder de las AUC, en:, RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La
economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p 172.
90
ROMERO, Mauricio. Paramilitares y autodefensas, 1982-2003, Op. cit., p. 57.
91
ROMERO, Mauricio, Paramilitares y autodefensas, 1982 – 2003, Op. cit., p. 25.
51
92
El entrenamiento de mercenarios israelís y militares estadounidenses a grupos paramilitares colombianos se
realizó con el objetivo de mejorar y fortalecer las practicas de guerra, el caso de Yair Klein es el más conocido
por el vinculo con el gobierno del expresidente Alvaro Uribe Velez. Disponible en:
http://www.verdadabierta.com/la-historia/487-captura-de-yair-klein-el-mercenaria-israeli-que-instruyo-a-
paramilitares, Acceso en: Dic 2014.
93
PÉCAUT, Daniel. Guerra contra la sociedad, Op. cit., p. 117.
52
narcotraficantes?, será que la autonomía militar con la que ha contado esta institución ha
proveído el espacio para que prevalezcan intereses institucionales en busca de una economía de
acumulación?
Los dominios institucionales de las fuerzas armadas responden a la creciente autonomía
definida en la relación entre lo civil y lo militar, y la garantía de que intereses militares no se
vean amenazados por política de gobierno. Trayendo como consecuencia: libertad de acción
legal que disminuye el escrutinio externo sobre sus actos, independencia en el manejo de
solicitud y ejecución de recursos para seguridad y orden público 94, e intervención en las
negociaciones de paz.
La promulgación de la constitución de 1991 no generó grandes cambios, solo se
introdujeron medidas como la creación del Consejo de Seguridad y defensa de la presidencia y
el nombramiento de un civil para el cargo de ministro de defensa, aun así, los militares
continuaron determinando el presupuesto y la asignación del mismo sin veeduría civil, además,
del flujo de recursos del sector privado del que disponían por actividad contrainsurgente.
Esto explica como los gastos militares de la década del noventa contaban con una
nómina de 179.000 efectivos de los cuales solo 23.000 eran soldados profesionales,
circunscribiéndose así a una estrategia de guerra de baja intensidad y cómoda organización
interna. Por ejemplo, de 1991 a 1996 el aumento de los salarios de las fuerzas militares le
significó al país pasar del 1% al 1,5% del PIB, lo que no sucedió con el salario de los demás
empleados públicos.
94
CONGRESO DE LA REPUBLICA, COLOMBIA, Ley 634 2001, Art. 22 Del comandante General de las
fuerzas Militares. “Coordinar con el ministro de Defensa Nacional los mecanismos políticos y jurídicos y los
recursos presupuestales y materiales que se necesiten para el desarrollo de operaciones militares.
95
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p. 81.
53
96
RICHANI, Nazih. Sistemas de guerra La economía política del conflicto en Colombia, Op. cit., p. 99. “La
relación causal entre los recursos disponibles y la opción militar de una estrategia de contención apuntalada por
una guerra de baja intensidad. Esta estrategia no obstante, no frenó el crecimiento de la institución militar.
Tampoco afecto sus prerrogativas en el manejo del orden público y de la seguridad, ni sus incrementos
presupuestales y salariales, ni la expansión de sus esferas de interés al campo de empresas de seguridad privadas.
Todo esto lleva a pensar que el Impasse entre las fuerzas armadas y la guerrilla era lo suficientemente cómodo
para permitir la acumulación de activos.”
54
El diseño inicial del Plan se justificó como necesidad de combatir el narcotrafico, pero
después de la ruptura de los diálogos con las FARC en el Caguán, en febrero de 2002, el
presupuesto se extendió para la lucha contrainsurgente. El primer desembolso fue de 1300
millones de dólares para ejecutar entre los años 2000 y 2003, de los cuales el 80% se invirtió
en gastos militares y el restante en programas sociales para la reparación de los efectos de la
guerra. Este diseño presupuestal nos permite dilucidar la dimensión de la economía de la
guerra98 de las útimas dos decadas respaldada por Estados Unidos.
El Plan Colombia responde a un contexto de internacionalización de la guerra, el
cambio de política exterior de USA con la finalización de la guerra fría; los efectos del
narcotráfico en la vida nacional e internacional; la transformación y monopolio de la
economía de la coca; la participación de grupos ilegales en el narcotrafico, especialmente las
FARC y paramilitares; y la presión de los paises vecinos (Ecuador, Venezuela) por crisis de
seguridad.
Esta compleja realidad condujo a Colombia a enfrentar dos graves problemas, primero,
la acomodación al lenguaje ambiguo entre guerra antinarcótica y contrainsurgente que sirvió
97
PALACIOS, Marco. Violencia Pública en Colombia 1958 – 2010, Op. cit., p. 166.
98
CORONEL, Daniel. Los negocios del ejército. Semana. Disponible en:
http://www.semana.com/nacion/articulo/red-de-corrupcion-entre-los-militares/377311-3 . Acceso en: 20 Feb.
2014 “La mayor injerencia de la economía de la guerra, tiene que ver con temas de corrupción militar, en la
actualidad son de conocimiento público las denuncias por asignación de millonarios contratos de diferentes
unidades militares y desfalcos en licitaciones y planes de compras, en los que algunos de los beneficiarios son
altos oficiales, sindicados y condenados por vínculos paramilitares o responsabilidad en los Falsos positivos.”
55
para combinar estas dos esferas en una sola: la lucha antiterrorista, y segundo, la
desideologización del conflicto, y lo que es aun peor, la despolitización del mismo, colocando
la solución del problema solamente en la plano militar.
99
ROJAS, Diana. Estados Unidos y la guerra en Colombia en: INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y
RELACIONES INTERNAIONALES IEPRI. Nuestra guerra sin nombre transformaciones del conflicto en
Colombia, Op. cit., p. 54.
100
En el año 2009 Colombia y Estados Unidos realizaron un acuerdo bilateral de carácter militar, en el que
ambos países se comprometían a combatir el “narcoterrorismo” para lo cual se acordaron permisos para que
militares estadounidenses tuvieran acceso a siete bases militares en territorio nacional: Malambo, Palenquero,
Apiay, Categena, Bahía Málaga, Tolemaida y Tres Esquinas.
56
El conflicto armado puede ser reconocido como guerra civil en la medida que se trata de
una guerra irregular, en la que las prácticas de violencia conducen a la degradación de las
condiciones de los seres humanos envueltos en ella y favorece la división de la sociedad.
Peter Wallensteen101 y otros investigadores posicionan este concepto en la década de los años
noventa para referirse a una confrontación armada dentro de un Estado en donde el número de
muertos sea mayor a 1000.
Las implicaciones de asumir el calificativo de guerra civil para el caso de Colombia
significa reconocer públicamente la crisis institucional y las consecuencias económicas
derivadas en términos de inversión extranjera y desenvolvimiento de los planes de gobierno,
por otro lado, otorga un carácter moral al conflicto, al entender los actores como grupos
armados ilegales con proyectos divergentes sobre el Estado, y no como terroristas. Esto
último es condición vital a la hora de pensar el posconflicto.
Sin embargo, autores como Daniel Pécaut cuestionan la denominación de guerra civil
para el caso colombiano, porque no se encuentra un punto de referencia central de división,
sino una amplia desorganización social que favorece toda clase de violencias, el aspecto a
resaltar en el argumento del autor es la actitud de rechazo de la población hacia los actores
armados, sin desconocer que existen sectores de la población que apoyan algún grupo armado
por simpatía política, manutención económica o búsqueda de protección.
Pécaut entiende el conflicto colombiano como una guerra contra la sociedad, basado en
la expresión de rechazo de la opinión pública hacia la violencia, con una tendencia a
101
WALLENSTEEN, Peter. Un marco teórico para la resolución de conflictos. En WALLENSTEEN, Peter.
Peace Research: Achievements and Challenges, Westview. 1. ed. London. 1988.
102
RAMIREZ, William; NASI, Carlo; LAIR, Eric. Guerra civil. Revista de Estudios Sociales, no. 14, 2009, p.
119-124.
57
desautorizar a los actores armados103, que por su parte, colocan sectores de la población en
condición de rehenes en territorios que se encuentran bajo su poder con realidades
paupérrimas y miserables de las personas que ahí habitan.
Conforme estas dos posturas, asumimos que se trata de una guerra aguda que funciona
atendiendo múltiples tipos de violencia incidentes en el cuerpo social. Conviene reconocer la
participación de grupos con ideas divergentes y posición política sobre la estructura y
funcionamiento del Estado, que encuentran la viabilidad de su existencia y apoyo de una base
social, pero también, el espectro y trayectoria del conflicto presenta el resquebrajamiento de
actores armados con construcción ideológica, y otro tipo de relaciones con la violencia y
nuevos fenómenos amenazantes, que nos distancian de concebir el caso colombiano como
guerra civil.
103
PÉCAUT, Daniel. Guerra contra la sociedad, Op. cit., p.14.
104
Datos extraídos de la base de datos del Centro de memoria histórica, informe ¡Basta ya!. Disponibles en:
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/informeGeneral/basesDatos.html. Acceso en: 20 Dic.
2014.
58
Fuente: Base de datos Grupo de memoria histórica, Informe ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y
dignidad. Elaboración propia.
El desplazamiento forzado interno fue alertado sólo hasta 1997 por organismos
internacionales, en el más reciente informe de ACNUR105 Colombia ocupa el séptimo lugar en
un esquema de los diez casos más críticos del hemisferio, aparece como el único país del
continente con un registro de 5.712.506106 víctimas de desplazamiento forzado entre 1985 y
2012, la complejidad del caso no radica solo en la cifra, sino, aun peor en la falta de justicia e
ineficacia de las instituciones, imbricada entre impunidad moral y complicidad social.
105
ACNUR, Agencia de la ONU para los refugiados, Informe tendencias globales. 2012. Disponible en:
http://www.acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=t3/fileadmin/Documentos/Publicaciones/2013/9180
Acceso en: 27 Dic. 2014.
106
Datos tomados del Centro de Memoria Histórica CMH, Estadísticas del conflicto armado en Colombia,
Disponible en: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/informeGeneral/estadisticas.html.
Acceso en: 27 Dic. 2014.
59
Los espacios con mayor afectación a causa del desplazamiento han sido las ciudades
principales, ya que estas representan una idea de seguridad ente la búsqueda de justicia, y
protección de factores que puedan amenazar su integridad, las repercusiones se reflejan en las
condiciones marginales a las que se enfrentan quienes pierden todo con la destrucción de sus
referentes, expectativas de vida, espacios de formación y socialización, y se convierten en
desplazados.
107
GRUPO NACIONAL MEMORIA HISTÓRICA, Basta ya! Colombia memorias y dignidad, Op.cit., p. 327.
108
GRUPO NACIONAL MEMORIA HISTÓRICA, Basta ya! Colombia memorias y dignidad, Op.cit., p. 318.
60
Hay que decir, que las fisuras dentro de la Ley 975 Justicia y paz, son en gran medida la
causa de estas identidades de resistencia a la materialización de procesos judiciales objetivos
para la paz. Los términos y circunstancias en que se produjo la Ley viciaron las negociaciones
y les permitieron mantener conexiones irregulares con los escenarios delictivos de los que ya
hacían parte.
109
PALACIOS, Marco. Violencia Pública en Colombia 1958 – 2010, Op. cit., p.173.
110
CINEP, Banco de datos 2013. Noche Niebla Violencia política en Colombia, 2013, p.27.
61
Los diálogos con las FARC anunciados formalmente por Juan Manuel Santos el 4 de
septiembre 2012 fueron reconocidos por la comunidad nacional e internacional el 17 de
111
Archivo digital de revista semana. Disponible en:
http://www.semana.com/photos/generales/ImgArticulo_T2_87152_2011331_092115.jpg. Acceso en: 13 de may.
2014.
112
NUEVO ARCO IRIS, ‘Los Urabeños’, las ‘Águilas Negras’ y los ‘Gaitanistas’. en: CMH Justicia y paz, 1.
ed., Bogotá: Semana, 2012. “grupos que tienen una presencia fuerte en las costas del Golfo de Urabá y Córdoba,
y en el corredor que va desde el sur del departamento de Córdoba hasta la frontera con Venezuela. Por la
ubicación geográfica de esta agrupación, podría ser considerada como los herederos de lo que se conoció como
la ‘Casa Castaño”
62
octubre113 del mismo año en Noruega. La propuesta está estructurada en tres fases dentro de la
política transicional114. La primera, un escenario de conversaciones secretas del que se
obtuvo el Acuerdo General de agosto 2012 sobre la ruta de negociación; segundo, el trámite
de la agenda para trabajar cinco puntos de discusión: a) Política de desarrollo agrario integral,
b) Participación política, c) Fin del conflicto, d) Solución al problema de las drogas ilícitas, e)
Víctimas; sin un cese de hostilidades; y tercero, la implementación y verificación de acuerdos
y mecanismos aprobados de forma conjunta con la ciudadanía, para la construcción de paz.
Desde esta apreciación, se espera una madurez política de las dos partes en búsqueda de
una salida política teniendo en cuenta los aprendizajes históricos de los anteriores procesos,
los simpatizantes de la paz esperamos que las estructuras y visiones de mundo que provocan
el diálogo en la Habana, estén acompañadas de la responsabilidad histórica en el
reconocimiento social y oficial de lo que ha acontecido.
Circunstancialmente existe una controversia por la dificultad de hacer una lectura de
paz, memoria y reconciliación en un país que ha vivido por más de cincuenta años en la
violencia donde el discurso de paz se ha alejado cada vez que aparece un intento fallido de
diálogos. A pesar de esto, vale la pena pensar en una construcción participativa de una política
pública de transición como derecho de la sociedad a no vivir en guerra.
Las dos partes de la mesa de negociación enfrentan la fuerte crítica al gobierno por el
supuesto abandono de las prácticas de seguridad. Además de la oposición política
113
Tele sur Cronología Diálogos de paz en Colombia, Disponible en:
http://exwebserv.telesurtv.net/secciones/afondo/especiales/Cronologia_paz_colombia/. Acceso en: 20 May 2014.
114
Justicia transicional es una expresión acogida internacionalmente en el paso de realidades de extrema
violencia, como las dictaduras militares a etapas de dialogo y acuerdos, se adaptó en Colombia como marco
jurídico para la paz constituido en la ley de Justicia y Paz de 2005 y Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
2011.
115
GONZÁLEZ, Camilo. Estudios para el desarrollo y la paz. INDEPAZ. Disponible en:
http://www.indepaz.org.co/wp-content/uploads/2013/04/LABERINTO_CON_SALIDA-Camilo-
Gonz%C3%A1lez.pdf. Acceso en: 16 de Jun. de 2014.
63
representada por partidos conservadores como Centro Democrático116 que aseguran que se
trata de una lucha antiterrorista y no de un conflicto armado, esto consigue ejemplificar la
idea de violencia expresada en el descontrol institucional y elaboración de un discurso de
negación del componente político consiente de la conducta violenta adoptada por la estructura
partidista cohesionada y forjada en identidades nacionales.117
Ante las acotaciones que inducen hablar de la guerra librada por la sociedad en medio
de un conflicto de larga duración con modificaciones en las estrategias de terror, pero
congruente con los intereses económicos y políticos de un sector elite de la sociedad, hablar y
entender la paz, pasa por comprender los objetivos diversos los sujetos que la promueven.
La significación de la paz como una necesidad, pero más, como un derecho nos conduce
a una mirada retrospectiva a los diferentes escenarios políticos posibles para construir
compromisos entre pasado y presente privilegiando el dialogo y los investimentos sociales y
morales de una sociedad implicada en violencias de largo alcance, a la que en pocas
oportunidades se le ha permitido elaborar su pasado. En esta medida hablar de paz entra en
una dinámica histórica de análisis, problematización y memoria en la labor de entendimiento
y resignificación de los distintos lugares y momentos en los que se ha insertado la realidad del
conflicto armado.
116
MUÑOS, Carmen, “Santos se ha convertido en un títere del terrorismo”, A.B.C Internacional Madrid.
Disponible en: http://www.abc.es/internacional/20140403/abci-colombia-entrevista-alvaro-uribe-
201404021752.html . Acceso en: 15 Jul. 2014.
117
SÉMELIN, Jacques. Pour Sortir de la violence, Op. cit.
64
CAPITULO II
118
RICOEUR. Paul, La memoria, la historia, el olvido. 2.ed., Buenos Aires: Fondo de cultura económica de
Argentina, 2013, p.97.
119
GRUPO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA, Informe Basta Ya. Colombia: Memorias de guerra y
dignidad. 1. ed., Bogotá: Imprenta Nacional, 2013, p. 31, 34. Estos datos son complementados por otras bases de
datos como el caso del CINEP, o el IEPRI, por eso se encuentran cifras diferentes.
“Sin embargo, este balance es parcial debido a que el marco legal solo reconoce a las víctimas a partir del 1º de
enero de 1985, lo que excluye a 11.238 víctimas documentadas en la base de datos del GMH entre 1958 y 1984
Así mismo, es importante señalar que en el RUV no están incluidos los combatientes muertos en las acciones
bélicas. De acuerdo con la investigación del GMH, entre 1958 y 2012, murieron 40.787 combatientes. Es así
como al compendiar estas cifras, es posible afirmar que el conflicto armado colombiano ha provocado
aproximadamente 220.000 muertos.”
65
120
CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y EDUCACIÓN POPULAR. Falsos positivos" 2010: clamor por verdad y
justicia. 1. ed., Bogotá: Centro de investigación y educación popular / programa por la paz. 2011, p. 3.
121
MOVICE, CAJAR, CSPP, Sin justicia y sin paz, verdad fragmentada Reparación ausente. 1. ed.,
Bogotá: FCSPP, 2009, p. 13.
122
RESTREPO, Jorge; SPAGAT, Michael; VARGAS, Juan. El conflicto en Colombia: ¿quién hizo qué a quién?
Un enfoque cuantitativo (1988-2003), en: IEPRI. Nuestra guerra sin nombre transformaciones del conflicto en
Colombia. 1. ed. Bogotá: Norma, 2006. p.528. “Las AUC conciben la victimización de civiles como parte de su
actividad contra la “infraestructura” guerrillera (…) la razón de civiles muertos a heridos en operaciones que
involucran fuerzas paramilitares es al menos cuatro veces mayor a la razón equivalente en operaciones en las que
participa el gobierno, lo que evidencia el asesinato intencional de individuos desarmados”.
66
Los enunciados de los procesos transicionales del mundo contemporáneo occidental reflejan
los principios de Núremberg y Chicago127, sentados en la idea del reconocimiento
internacional de las atrocidades como compromiso abierto con la verdad, la justicia y
123
UNITED NATIONS. Manual sobre programas de justicia restaurativa. Nueva York: Publicaciones Naciones
Unidas, 2006, p.9.
124
INTERNATIONAL CENTER TRANSITIONAL JUSTICE. Justicia, verdad, dignidad, Disponible en:
http://ictj.org/es/news/primera-linea-justicia-lucha-rendicion-cuentas-contextos-nacionales. Acceso en: 20 Ago,
2014.
125
La Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448 fue promulgada en el año 2011, con el objetivo principal de
reconocer y reparar a las víctimas del conflicto armado, además de proporcionar las condiciones para la
construcción del marco jurídico para la paz.
126
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448, Art8. Bogotá: Imprenta Nacional de Colombia, 2011, p. 19.
127
INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS LAW INSTITUTE, Principios de Chicago sobre la justicia
transicional. Washington, 2007. “Los principios de Chicago sobre Justicia Transicional se han diseñado para
contribuir al movimiento internacional y hacer frente a las violaciones de los Derechos Humanos”
67
reparación. Una vez finalizados los conflictos se pretende generar estabilidad interna a través
de seguridad y democracia.
Desde la primera reunión organizada por el International Human Rights Law Institute
llevada a cabo periódicamente desde 1997, se recoge un conglomerado de propuestas con
contribuciones en materia de insumos básicos para la comprensión de situaciones jurídicas de
forma planeada y eficiente, ante casos en los que por falta de directrices básicas se llega a
negociaciones superficiales y poco duraderas. La idea transversal en el discurso transicional
es la socialización y acoplamiento de estrategias para afrontar los pedidos de un periodo de
transición, en términos de siete principios rectores de la justicia transicional, a saber, a)
acceso a la justicia; b) búsqueda de la verdad e investigación de violaciones del pasado; c)
garantía de los derechos de las víctimas con recursos y reparaciones de parte del Estado; d)
investigación, sanciones y medidas administrativas; e) conmemoración, educación y
preservación de la memoria histórica; f) enfoque a grupos indígenas tradicionales, religiosos y
otros, y g) reforma institucional y buen gobierno.128
Esta discusión internacional permite situar procesos transicionales de países como
Colombia en un plano de responsabilidad “colectiva” respecto al cumplimiento de deberes en
una dimensión social, política y cultural, además, de estipular en coordinación con entidades
supranacionales como Naciones Unidas un uso terminológico uniforme de conceptos y
definiciones de la guerra, como parte de la regulación de esta.
128
INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS LAW INSTITUTE, Principios de Chicago sobre la justicia
transicional, Op. cit., p. 5.
129
INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS LAW INSTITUTE, Principios de Chicago sobre la justicia
transiciona,. Op cit, p. 6.
68
(DHI). Un buen ejemplo es la “ola de democratización del cono sur” post- dictaduras militares
o los procesos independentistas en África.
Los períodos dictatoriales en América Latina se caracterizaron por ejecutar los
lineamientos políticos, militares, económicos y sociales acordados con Estados Unidos y
materializados en la Operación Cóndor, calificada como una estrategia de unión política–
militar para la cooperación entre los gobiernos autoritarios de América Latina: Brasil, Chile,
Uruguay, Paraguay y Argentina, con la Central Intelligence Agency (CIA) de los Estados
Unidos.
La Operación Cóndor fue un sistema secreto de inteligencia y de
operativos, que fue creado en el decenio de 1970, mediante el cual los
Estados militarizados de América del Sul compartieron datos de
inteligencia y capturaron, torturaron y ejecutaron opositores políticos
(…) los Estados militarizados que participaron en el sistema Cóndor
se involucraron en prácticas terroristas para destruir la “amenaza
destructiva” de la izquierda.130
130
Mc SHERRY, J. Patrice. Los Estados depredadores: La operación Cóndor y la guerra encubierta en América
Latina. 1. ed. Santiago: LOM Ediciones, 2009, p. 25.
131
BISSIO, Beatriz. Sudáfrica: la crisis del Apartheid. Nueva Sociedad, n. 31, p. 231- 240, Julio- Oct 1977.
69
esfuerzos colectivos para reparar e intentar reconstruir el espacio público y privado de las
memorias.
Por otro lado, la violenta problemática entre Estados Unidos e Irán en el Golfo Pérsico
desde 1988 a causa de la Operación Praying Mantis, un enfrentamiento entre barcos y aviones
de guerra de Estados Unidos y las fuerzas iraníes, se desenvolvió bajo el argumento de
intervención de Norteamérica en Irán. La posible solución política de este difícil conflicto,
durante los últimos meses del año 2013 se conoció con la propuesta de pacificación y
restauración a través de acercamientos entre Teherán y Washington promovidos por el
presidente de Irán Hasán Rohaní.132
Estos ejemplos pueden ser leídos como lugares denotativos y descriptivos de
problemáticas locales de las que emergieron circunstancias para acoger la afanada
preocupación de quienes legitiman la acción de hablar, narrar y contar lo que aconteció, como
ejercicio para la elaboración de una memoria histórica desde la interpretación y sentido de
disidente de la mirada oficial. Por otro lado, son casos que guardan semejanza en las
consecuencias traumáticas de la concentración del poder, el exceso de la fuerza por parte de
distintos grupos armados, así como terrorismo de Estado, en temporalidades que se ubican
dentro de lo que se ha denominado tiempo presente.
La reconstrucción y denuncia de la violencia en las últimas décadas exalta la capacidad
discursiva de la narración del pasado y la gestación de una memoria colectiva amplia con el
posicionamiento de las visiones recientes relacionadas con el análisis de las estrategias e
implicaciones de la superación de los conflictos y la construcción de vehículos diversos para
enfrentar los pasados traumáticos desde presentes en transición. Las narrativas contrapuestas
se convierten en una de las respuestas inmediatas a los cuestionamientos propios de la
realidad social vivida por las nuevas generaciones, se trata de un ejercicio de indagación del
pasado en medio de imaginarios traumáticos y verdades acalladas por la tensión y el miedo de
las implicaciones de colocar en el espacio público versiones que involucran a los
protagonistas que aun viven.
De los países del cono sur que primeramente afrontaron la transición a la democracia
fue Argentina, jugando un papel decisivo en el abono de escenarios de justicia transicional
132
RAMONET, Ignacio. ¿Hacia un acuerdo heroico. Le monde Diplomatic, n. 217, Disponible en:
http://www.mondediplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=4
d23c59f-4dd3-448e-a795-e840405e5e0f. Acceso en: Nov. 2013.
70
para la discusión del pasado reciente y abriendo las márgenes de la verdad pública mediante la
creación de la primera comisión de la verdad que tuvo como propósito investigar lo ocurrido
con los ciudadanos detenidos y desaparecidos durante la dictadura militar de 1976.
A la Comisión nacional para la desaparición de personas, CONADEP, le correspondió
en 1984 emitir y presentar públicamente el informe de “Nunca más” en el que se relató de
forma detallada la participación de los militares y miembros de la sociedad civil en la
sistemática violación de derechos humanos. El informe fue utilizado en los procesos de
acusación fiscal contra la junta militar, al mismo tiempo, sirvió de ejemplo para la formación
de comisiones con mandatos semejantes en países de América Latina que presentaban casos
similares, “en todos los casos, la finalidad u objetivos de las comisiones fue el establecimiento
de la verdad sobre los hechos que debían investigar, y la contribución a la reconciliación
nacional”.133
Conforme a esto, estamos hablando de un objetivo común, para realidades diversas,
atravesadas por expresiones de violencia emitidas con directrices similares, pero asimiladas,
elaboradas y trabajadas de formas y bajo intereses distintos, como se señaló anteriormente, los
presupuestos de justicia transicional encajaron cuidadosamente en dictámenes de carácter
internacional, en un momento en el que paralelamente se colocaban en marcha planes de
contingencia que de una u otra forma permearon las políticas de Estado para la reparación de
los desastres de la guerra.
Sucedió en Chile con la Comisión verdad y reconciliación, El Salvador Comisión de la
verdad, Paraguay Comisión de verdad y justicia, Guatemala Comisión para el esclarecimiento
Histórico, Perú la Comisión de la verdad y reconciliación, Brasil la Comisión Nacional de la
verdad, y actualmente Colombia con el Centro Nacional de Memoria Histórica y la comisión
de verdad creada en el marco obligacional de la Comisión nacional de reparación y
reconciliación.
El tema de transición es un asunto prioritario en Colombia, su materialización no
depende solo de medidas jurídicas del pos-conflicto, sino, de ejercicios democráticos que
involucren a la sociedad en el abordaje maduro de justicia, verdad y reparación en medio de la
guerra para superación de la misma.
133
ESPINOZA, Víctor; ORTIZ María; ROJAS Paz, Comisiones de verdad: ¿Un camino incierto?. Santiago:
Corporación de promoción y defensa de los Derechos del pueblo y Asociación para la prevención de tortura.
Disponible en: http://www.dhnet.org.br/verdade/mundo/textos/cuevas_cv_camino_cierto_paises.pdf. Acceso en:
30 de junio de 2014. p.38.
71
El estudio de los pasados recientes forma parte de las nociones características del
enfoque historiográfico del tiempo presente, ajustado al cuerpo epistemológico que acompaña
al universo categorial de la historia contemporánea. La segunda mitad del siglo XX se
reconoce como el laboratorio de incubación de la historia reciente, los años 60 y 70 fueron el
escenario de reflexión en torno al sistema de valores establecido por el pensamiento moderno,
dando paso a un conjunto de cambios en la comprensión del significado de la historia a partir
del cuestionamiento de verdades occidentales, unilaterales, unívocas y universales.
En la década de 1970 se encuentran los aportes del Institute of Comtemporary British
history of the University of London, en Inglaterra, y el Institut d´Histoire du temps présent
(IHTP), en Paris, Francia (1978), donde el tiempo presente se delimitó entre la Segunda
Guerra Mundial y el presente, siendo este un marco temporal para la definición del presente
en Europa pos-guerra, otorgando un lugar analítico a la relación entre historia, narrativa y
memoria. Conforme esta periodización, Pierre Nora entiende la Segunda Guerra como un
134
GRUPO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA, Justicia y paz ¿Verdad judicial o verdad histórica?.
1.ed. Bogotá: Publicaciones Semana, 2012, p 19.
72
Podemos decir que la Historia del tiempo presente (HTP) es la comprensión del saber
histórico, la escrita de nuestro tiempo a partir de los saberes, tensiones políticas, condiciones
económicas, ideas y cultura para construcción de pensamiento histórico en clave con la
interpretación dinámica de las temporalidades con las que converge una sociedad. La notable
preocupación de los historiadores por no dejar en manos de otros los estudios del presente,
superó el miedo a combinar actor, testigo e historiador. La necesidad de interrogar el presente
atribuyó al pensamiento historiográfico varias características.
Primero, la distinción de dos grandes grupos de historiadores, por un lado aquellos que
tienen como paradigma la Modernidad.
141
PITTALUGA, Roberto. El pasado reciente argentino: interrogaciones en torno a dos problemáticas. En:
BOHOSLAVSKY Ernesto (org.), Promesas de historia reciente del Cono sur. 1. ed. Buenos Aires: Prometeo
Libros, 2010, p. 31.
142
ALTAMIRANO, Carlos. Pasado Presente. En LIDA, Clara, CRESPO, Horacio YANKELEVICH, Paulo. 1.
ed. Argentina, 1976. Estudios en torno al golpe de Estado. México D.F :El Colegio de México, Centro de
Estudios Históricos, 2007, p. 32.
75
143
HALBWACHS, Maurice. La memoria colectiva. 1. ed. Buenos Aires: Miño y Dávila. 2011, p. 118.
76
Bergson, en la obra Materia y Memoria144, sustenta que la memoria es productora de dos tipos
de recuerdo: el recuerdo puro y el recuerdo imagen, que son vitales para comprender el
trabajo de rememoración.
Bajo este signo, el trabajo de memoria se ciñe a la idea de movimiento del recuerdo
entre la presencia semejante y la percepción; otorgándole significancia fenomenológica de la
siguiente manera: primero, se cuenta con un recuerdo puro, espontáneo que permite conservar
en la memoria el lugar y fecha, y segundo, se trata de la aparición de un recuerdo imagen, que
no deja de ser puro, por el contrario, hace parte de un fenómeno intermedio– mixto que se
distingue cuando se diferencia entre el recuerdo evocado en el momento inicial al cual no se
le puede añadir nada, y el momento de la imagen sucinta que fue visualizada en el recuerdo
puro.
Bergson, uno de los referentes modernos más sobresalientes en el tratamiento de la
memoria, afirmó que se trataba de un proceso de localización, “en un esfuerzo creciente de
expansión por el cual la memoria, siempre presente a sí misma, despliega sus recuerdos sobre
una superficie cada vez más extensa y termina por distinguir así, en un cúmulo hasta allí
confuso, el recuerdo que no hallaba su sitio”145.
Las conceptualizaciones vinculadas al positivismo francés de Emile Durkheim, de
finales del siglo XIX, plantean el concepto de memoria adjunto al de conciencia colectiva,
definido como: el “conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los
miembros de una misma sociedad, que constituyen un sistema determinado que tiene vida
propia”146 relevante en la existencia de la memoria como huella posible de ser distinguida en
la gama social y la reafirmación identitaria del grupo.
Dentro de esta tradición Maurice Halbwachs propone el concepto de memoria colectiva,
como asunto que rebasa la individualidad, sin dejar de lado la subjetividad, advirtiendo que la
conexión entre los dos aspectos se da en marcos sociales, -el lenguaje, la escuela, la familia, la
religión-, en los que el individuo consciente se sirve de elementos para recomponer una
imagen a partir de las necesidades del presente. Concretamente la memoria colectiva se
refiere a los recuerdos de los acontecimientos que destacan a la mayor parte de los miembros
de un grupo y que resultan de su propia vida y sus actividades más cercanas.
144
BERGSON, Henri. Materia y Memoria. “Ensayo en relación al cuerpo y el espíritu”. 1.ed., París: Alcan,
1896.
145
HALBWACHS, Maurice. La memoria colectiva, Op. cit. p. 30.
146
BERGALLI Roberto. La memoria colectiva como deber social. En: BERGALLI Roberto; RIVERA Iñaki.
(Org). Memoria Colectiva como deber social. 1. ed. Barcelona: Anthropos, 2010, p. 6.
77
147
HALBWACHS, Maurice. La memoria colectiva, Op. cit. p. 94.
148
LE GOFF Jacques, Historia e memoria. 5. Ed. Campinas, SP: Editora Unicamp, 2003.
149
LE GOFF Jacques, El orden de la memoria. El tiempo como imaginario. 1.ed. Barcelona: Páidos, 1991, p.
130.
150
LE GOFF Jacques, Historia e memória, Op. cit., p.51. Pois que a história é duração, o passado é ao mesmo
tempo passado e presente. Compete ao historiador fazer um estudo “objetivo” do passado sob uma dupla forma.
Comprometido na história, não atingirá certamente a verdadeira “objetividade”, mas nenhuma outra história é
possível. O historiador fará ainda progressos na compreensão da história esforçando-se para explicitar, no seu
processo de análise, tal como um observador científico o faz, as modificações que eventualmente introduz em
seu objeto de observação. Traducción nuestra.
151
SARLO, Beatriz. Tiempo Pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo una discusión. 1. ed., Buenos
Aires: Siglo XXI Editores, 2005, p.92.
78
significatividad al relato, que con una inclinación por el detalle y precisión descriptiva de los
hechos se asegura en una ambición de la autodefensa; “Por el contrario la disciplina histórica
se ubica lejos de la utopía de que su narración puede incluirlo todo. Opera con elipsis, por
razones metodológicas y expositivas (…) Lo específico histórico es lo que puede componer la
intriga, no como simple detalle verosímil sino como rasgo significativo; no es una expansión
descriptiva de la intriga sino un elemento constitutivo sometido a la lógica”152.
Conforme a la ciencia histórica, Marc Bloch la denominó ciencia del hombre en el
tiempo; un constructo social en el que participan hombres y mujeres desde preceptos del
pasado para la constitución del presente e ideario de futuro. El autor aclaró en su libro
Apología para la historia o el oficio del historiador153, que la historia es una ciencia del
pasado, aun así es absurdo que el pasado se convierta en objeto único de una ciencia, cuando
el primordial punto para la delimitación de su estudio es lo contemporáneo.
Por su parte, Ricoeur asume la memoria desde la fenomenología, acercándose a la
descripción de los fenómenos que la producen y mantienen como único recurso para significar
el carácter del pasado. Adjunto a esto, se comprende como sistema de representaciones que
acoge la figura de testigo en el sujeto que recuerda, entendiendo la representación como
generadora y resultado de la memoria en el campo social, “para designar las creencias y
normas que confieren una articulación simbólica a la construcción del lazo social y a la
formación de identidades se vuelve específica”154.
El mismo autor afirma que el olvido paradójicamente revela el acento en la definición
propia de la memoria, – el olvido deriva de la fidelidad al pasado- de ahí que la memoria se
comprenda como lucha contra el olvido, como exhortación a no olvidar, siendo los grupos
sociales quienes constituyen los recuerdos y al mismo tiempo determinan qué es memorable y
qué se extrae del olvido.
Para Traverso la memoria es entendida como “las representaciones colectivas del
pasado tal como se forjan en el presente, estructura las identidades sociales, inscribiéndolas en
una continuidad histórica y otorgándoles un sentido, es decir, una significación y una
152
SARLO, Beatriz. Tiempo Pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo una discusión, Op. cit, p. 68.
153
BLOCH, Marc. Apologia para la historia o el oficio del historiador. 1. ed. Mexico: Fondo de cultura
economica. 1996.
154
RICOEUR, Paul. Historia y Memoria. La escritura de la historia y representación del pasado. Annales:
Historia y Ciencias Sociales, n. 55-4, p. 731-747. 2000, p. 18.
79
dirección"155, Para el autor el orden de prioridad entre historia y memoria no está establecido,
cada una tiene un sentido dentro del ejercicio de representación del pasado.
Finalmente, son los intereses del presente los que hacen que los constructores de la
historia procedan a seleccionar determinados aspectos del pasado y obviar otros. Conforme la
relación entre la historia y la memoria podemos concluir con la afirmación de Peter
Burke:158la memoria compete a los historiadores al menos en dos maneras, una, como fuente
histórica y otra, como fenómeno histórico, entendiendo que la historia de la memoria “no se
trata sólo de estudiar los hechos en sí, sino las razones de su perdurabilidad entre los
miembros de un grupo o de una sociedad a través del tiempo.”159 Reparando que, “la
recuperación del pasado es indispensable; lo cual no significa que el pasado deba regir el
presente, sino, al contrario, éste hará del pasado el uso que prefiera”160, esto significa ir más
allá de la idea vaga de querer recordar, por el contrario nos remite a algo mucho más concreto,
155
TRAVERSO, Elzo. Historia y memoria: Notas sobre un debate. En: Franco, Marina; Levín Florencia Historia
reciente perspectivas y desafíos para un campo en construcción. 1. ed. Buenos Aires: Paidos. 2007, p. 69.
156
TRAVERSO, Elzo. Historia y memoria: Notas sobre un debate, Op. cit., p. 88.
157
SAUVAGE, Pierre. Una historia del tiempo presente, Op. cit., p.68.
158
BURKE. Peter, La Historia como memoria colectiva en: Formas de Historia cultural.1. ed Madrid: Alianza
Universidad, 1993.
159
AGUILAR, Paloma. Políticas de la memoria y memorias de la política. 1. ed. Madrid: Alianza editorial.
2008, p.49.
160
TODOROV, Tzvetan. Los abusos de la memoria. 2. ed. Barcelona: Ediciones Paidós, Iberoamérica. 2008,
p.40.
80
161
RICOEUR, Paul. La memoria, la historia, el olvido. 2. ed., Buenos Aires: Fondo de cultura económica de
Argentina, 2013, p. 48. “La rememoración es una acción consciente o inconsciente que es posible llevar a cabo
con la ayuda de signos, indicadores, objetos. Basado en Aristóteles se concibe como una búsqueda necesaria de
retornar al acontecimiento, por medio de un encadenamiento de recuerdos.”.
162
HUYSSEN, Andreas. En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización.1. ed.
México: Fondo de Cultura Económica, Instituto Goethe, 2002.
81
Para el conjunto de autores con los que aquí trabajamos, la construcción dinámica, dialéctica
y productora de la historia y la memoria reviste de complejidad una relación que ha sido
objeto de controversia académica, en donde es difícil desconocer el predominio narrativista en
los imaginarios que se crean de los diferentes pasados y por ende de las diferentes memorias,
por otro lado, se vuelve preponderante el abordaje crítico de la memoria en la tradición
occidental y su incidencia en la identidad e integración de las naciones bajo el refuerzo de la
exaltación de un pasado común; principalmente porque tanto memoria como historia son
presentadas en una dimensión política que no desplaza las disputas interminables, la
negociación y los consensos sobre el pasado.
163
VEZETTI, Hugo. La memoria justa: política e historia en la Argentina del presente. en: BOHOSLAVSKY,
Ernesto (Org.). Problemas de historia reciente del cono sur, 1. ed. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2010.
82
164
SARLO, Beatriz. Tiempo Pasado, Op. cit., p.14.
165
RÜSEN, Jörn. Traducción F. Sánchez e Ib Shumacher, ¿Qué es la cultura histórica? Reflexiones sobre una
nueva manera de abordar la historia. Alemania: Geschichtskultur, 1994, p. 12. Original: como formação de uma
identidade histórica. Ou seja, dotando a memória dos sujeitos de uma ideia de si mesmos, com algumas
peculiaridades que se estendem além dos límites de suas próprias vidas, se reconhecem como algo permanente.
83
sobre el pasado no consiste nunca solamente en establecer hechos sino también en escoger los
más destacados y significativos de entre ellos, y relacionarlos luego entre sí.”166
Es decir, que la forma de distinguir y vincular el pasado en relación al presente y al
futuro, no se refiere solo al componente cronológico de hechos que han quedado fijos en
alguna de las temporalidades, sino, que se trata de un acto agenciado desde el presente,
consistente en el relato e interpretación de los mismos.
166
RICOEUR. Paul, La memoria, la historia, el olvido, Op. cit., p. 117.
167
BEDARIDA, François. Definición, método y práctica de la historia del tiempo presente. Cuadernos de
historia contemporánea, n. 20, Instituto de historia del tiempo reciente de Paris, 19 – 27. 1998, p. 9.
168
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448, Inciso adicionado por el artículo 1 del Decreto 2244 de 2011. Bogotá: Imprenta Nacional de Colombia,
2011, p. 76. “Es función del Centro de Memoria producir informes periódicos con carácter general que den a
conocer a la sociedad colombiana los avances en el desarrollo de sus funciones. Estos informes serán publicados
y difundidos por los medios que se consideran más conducentes para que su contenido sea conocido por toda la
sociedad colombiana”
169
REVISTA SEMANA. Estos son los académicos del proceso de paz, Semana.com. Disponible en
http://www.semana.com/nacion/articulo/proceso-de-paz-estos-son-los-personajes-de-la-comision-historica-del-
conflicto/399892-3 . Acceso en: 21 ago. 2014 “La tarea está asignada a 12 personas y dos relatores que
conforman la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas (CHCV), que inició labores este jueves y tiene
hasta cuatro meses para entregar un informe final con las respuestas.”
170
La reciente promoción de la memoria ha generado condiciones para la consolidación de experiencias en
diferentes partes del país, Ejemplo: Trabajo museológico en Montes de María y San Carlos Antioquia,
levantamiento de cartografías de la memoria en las comunas de Medellín por la Universidad de Antioquia,
Madres de Soacha, Comunidades de paz de San José de Apartadó.
84
La dificultad de asumir o dejar de lado alguna versión histórica del conflicto en medio
de un clima social ultrasensible con el tratamiento del pasado, y las controversias ideológico-
políticas ocasionadas, puede llevar a la minimización de algunos de los efectos de la guerra, o
por el contrario la victimización en eventualidades estratégicas. Por ello, se percibe que la
memoria de la historia reciente del país está preocupada en gran medida por tejer relatos y
memorias históricas que no hieran intereses de ningún sector en particular; repercutiendo en
una posible catástrofe de relativismo total de lo acontecido.
Desde este ángulo, ponderar el lugar del historiador marca rutas no solo de corte
metódico, sino de compromiso en una investigación social en la que el intercambio dialógico
con el pasado supere la búsqueda de verdades objetivas a cambio de “producir conocimiento
crítico que puede tener un sentido político”172 en una concepción de historia entrañada a la
171
HERRERA Martha Cecilia; CRISTANCHO José Gabriel. En las canteras de Clío y Mnemosine: apuntes
historiográficos sobre el Grupo Memoria Histórica. Historia Crítica, n. 50.p. 183-210, 2013, p. 188.
172
JELIN, Elizabeth. Los trabajos de la memoria. Op. Cit. p. 67.
85
173
RÜSEN. Jörn, Razão histórica. 1. ed, Brasilia: UNB, 2001. Percepción y diferencia en el tiempo,
interpretación de los percibido mediante la articulación narrativa, orientación de la vida practica y motivación de
acción, son cuatro elementos propuestos por Rusen en la explicación de la construcción narrativa del sentido
histórico.
174
Ver mapeamento de iniciativas y experiencias de la sociedad civil en torno a la construcción de la memoria;
registrado por el Centro de memoria, paz y reconciliación. Disponible en:
http://centromemoria.gov.co/pedagogia/vinculos/. Acceso en: 20 Oct. 2014.
175
Durante la construcción del marco para la paz y el desarrollo del mismo, por lo menos, a la fecha de
elaboración de este trabajo, existe un sector marcado dentro de la tradición conservadora, hoy representado por
el Partido Político Centro Democrático creado en 2013 anteriormente denominado Uribe Centro Democrático,
con representantes de la extrema derecha seguidores de las políticas de la seguridad democrática implementadas
por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez, quien es detractor acérrimo del proceso de paz.
Disponible en: http://www.centrodemocratico.com/le-dicen-a-las-farc-mientras-ustedes-disparan-aqui-les-
seguimos-entregando-el-pais-en-estos-acuerdos/. Acceso en: 15 Dic. 2014.
86
y duelo, siendo “la justicia la que, al extraer de los recuerdos traumatizantes su valor
ejemplar, transforma la memoria en proyecto; y es este mismo proyecto de justicia el que da
al deber de memoria la forma del futuro y de imperativo”176
Expresiones como deber de la memoria, según Ricoeur, circulan entre el uso y el abuso
del ejercicio de recordar, se manifiesta como deuda entre quienes se quedan y los que ya no
están, sorteados por la presencia de un sentimiento de obligatoriedad y sometimiento al
inventario de lo acontecido, mitificando a la víctima como portavoz de conciencia, encargada
de buscar justicia; estas posiciones privilegiadas de índole protagónica representan el riesgo
de la obsesión conmemorativa, a la que Sarlo describe como “una relación afectiva, moral con
el pasado, poco compatible con la puesta en distancia y la búsqueda de inteligibilidad.” 177
La complicada noción de verdad es ilustrativa en el claro contraste de memoria-historia-
justicia. No entraremos aquí con atención minuciosa en este asunto, porque excede el objeto
que nos compete, sin embargo conviene decir que los procesos de justicia transicional
motivados por territorios de máxima subjetividad, narrativas en y para la conquista de la
palabra en primera persona, no deben estar cargados de obligatoriedad y equivalencia entre
recuerdo y verdad, pues la memoria como acto del presente con una sustancial dosis de
imaginación y parte de reminiscencia contiene límites que deben ser reconocidos por el
historiador y el juez, en concordancia dialógica entre la exactitud e interpretación de los
hechos.
Las condiciones de orden político, social, cultural, económico y estético del trabajo con
memorias, son generadas en un marco interpretativo de la experiencia pasada y la
construcción de un horizonte de expectativa, razón por la cual las sociedades prestan notoria
atención a los accesos al pasado, especialmente en el plano colectivo, se debe tener en cuenta,
que no hay memoria, percepción, o historia pura, todo lo que se aprende del mundo se hace a
partir de los referentes de la interpretación y re-valoración del pasado. La memoria no es pura,
es parte de la percepción del mundo presente conjugado con la manera como se recuerda,
funciona en nosotros como la historiografía funciona en la sociedad, significando y re-
significando las historias.
La creación de políticas de la memoria, descritas como “medidas de justicia
transicional, que consisten en una serie de iniciativas que pueden adoptar países que se
176
RICOEUR, Paul. La memoria, La historia, el olvido, Op. cit., p. 119.
177
SARLO, Beatriz. Tiempo Pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo una discusión, Op. cit., p.57.
87
178
AGUILAR, Paloma. Políticas de la memoria y memorias de la política, Op. cit., p. 52.
179
CORTE CONSTITUCIONAL, COLOMBIA, Ley de Justicia y paz, sentencia C-370, 2006, p. 23.
180
POLLAK, Michael. Memória, esquecimento, silêncio. Estudos Históricos, v.2 no. 3, 1989, p. 3-15.
88
Este abordaje de la Ley 975 se basa en el reconocimiento del análisis crítico de los
organismos independientes del Estado tales como el MOVICE, CINEP e IPAZUD, entre
otros, que conjugan el trabajo de indagación en el terreno de la justicia transicional
colombiana. La pertinencia de ahondar en las versiones subalternas, es decir, las versiones
181
JELIN, Elizabeth, Los trabajos de la memória, Op. cit., p. 40.
182
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448, Op. cit., p. 12.
183
MINISTERIO DEL INTERIOR, COLOMBIA. Ley de Justicia y Paz 975. Bogotá: Congreso de la República,
2005.
89
184
OFICINA ALTO COMISIONADO PARA LA PAZ, Esquema 975 Justicia y paz, unidad nacional de
fiscalías para la justicia y paz,. Disponible en:
http://www.fiscalia.gov.co:8080/Documentos/Esquema_Ley975_Justicia_Paz.pdf. Acceso en:24 Oct. 2014, p.
9.
185
COMISIÓN NACIONAL DE REPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN, I Informe Disidentes, rearmados y
emergentes: ¿bandas criminales o tercera generación paramilitar?., Bogotá: CNRR, 2007. Disponible En:
file:///C:/Users/Adela/Downloads/COL%20190%20(1).pdf. Acceso en: 15 Ene. 2015.
186
COMISIÓN NACIONAL DE REPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN, II Informe La reintegración logros en
medio de rearmes y dificultades no resueltas, Bogotá: CNRR 2010. Disponible En:
file:///C:/Users/Adela/Downloads/articulo028_239_1__1.pdf. Acceso en: 15 Ene. 2015.
90
Esta posición concuerda con la irregularidad que acompañó la entrega de armas de los
grupos paramilitares, en un sistema de guerra signada por la presencia de fuerzas
187
COMISIÓN NACIONAL DE REPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN, I Informe Disidentes, rearmados y
emergentes: ¿bandas criminales o tercera generación paramilitar?, Op. cit. p2.
188
Biblioteca digital CINEP. Disponible En:
http://www.cinep.org.co/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=36&Itemid=126&lang=es.
Acceso en: 15 Ene. 2015.
189
MOVIMIENTO NACIONAL DE VICTIMAS DE CRÍMENES DE ESTADO; Fundación Comité de
Solidaridad con los Presos Políticos. Sin justicia y sin paz, verdad fragmentada Reparación ausente. 1. ed.
Bogotá: FCSPP, 2009.
190
HUMAN RIGHTS WATCH. Herederos de los paramilitares: la nueva cara de la violencia en Colombia.
United States of America: Copyright Human Rights Watch. 2010, p.26.
91
Por otro lado, el informe considera que no es acertado hablar de una superación integral
del fenómeno paramilitar, pero tampoco, transcurrir en la asociación de la presencia de grupos
criminales con el paramilitarismo, pues se trata de un producto del narcotráfico, actividades
de extorción y delincuencia en las que se abandona el criterio antisubversivo que caracteriza
el pensamiento y accionar paramilitar, además del desmembramiento de la colaboración
institucional con la que contó de parte de la estructura estatal.
191
COMISIÓN NACIONAL DE REPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN, I Informe Disidentes, rearmados y
emergentes: ¿bandas criminales o tercera generación paramilitar?, Op. cit. p.21.
92
Respecto a las afirmaciones de la comisión es preciso colocar como mínimo dos puntos
problemáticos, primero, tiene que ver con la desvinculación genérica entre paramilitarismo y
BACRIM, que de principio es un error tangencial al tratarse de la negación de un mecanismo
de evolución de las economías ilegales y el modus operandi oscuro establecido por la
estructura paramilitar que encontró un cómodo escenario para la permanencia en el
debilitamiento estratégico del Estado en cuanto a las condiciones jurídicas de la
desmovilización, desarme y reintegración de la Ley 975, siendo factible la comprobación de
actividades delictivas inscritas a las acciones de las BACRIM por parte de jefes paramilitares
en estado de detención con los beneficios de Justicia y paz193.
No es tan sencillo desvincular las BACRIM del paramilitarismo, de hecho para muchos
significa la tercera generación del proyecto paramilitar, al contrario de lo que afirma el
informe con relación a la recuperación territorial por parte del Estado en amplias regiones del
país después de la desmovilización en 2005, es un sofisma ante la realidad vivenciada en el
territorio nacional. (Ver ilustración 6)
192
COMISIÓN NACIONAL DE REPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN, I Informe Disidentes, rearmados y
emergentes: ¿bandas criminales o tercera generación paramilitar?, Op. cit. p.26.
193
Abogados, defensores de derechos humanos y victimas han denunciado la orden de asesinatos, despojó de
tierras y persecución por parte de paramilitares desmovilizados que continúan delinquiendo a través de la figura
de poder y terror que ocupan las Bandas criminales.
¿Qué tal lejos están 354 “paras” de ser expulsados de Justicia y paz, Verdad abierta conflicto armado en
Colombia. Disponible en: http://www.verdadabierta.com/component/content/article/35-bloques/4392-ique-tan-
lejos-estan-354-paras-de-ser-expulsados-de-justicia-y-paz y
http://www.elmundo.com/portal/pagina.general.impresion.php?idx=64966 . Acceso en: 25 Nov. 2014.
93
194
QUIROGA, Diego. ¿Qué tan nuevas son las bandas criminales?, Revista Cien Días CINEP, n. 72 Abril-Junio
2011, p. 26.
195
OFICINA ALTO COMISIONADO PARA LA PAZ, Esquema 975 Justicia y paz, unidad nacional de fiscalías
para la justicia y paz. Disponible en:
http://www.fiscalia.gov.co:8080/Documentos/Esquema_Ley975_Justicia_Paz.pdf acceso 24 Oct. 2014, p. 6.
Acceso en: 25 Nov. 2014.
94
196
MINISTERIO DEL INTERIOR, COLOMBIA, Ley de justicia y paz 975-2005. Diario Oficial 45.980, Art. 9,
Bogotá: Congreso, 2005, p.5 “Se entiende por desmovilización el acto individual o colectivo de dejar las armas y
abandonar el grupo armado organizado al margen de la ley, realizado ante autoridad competente.”
197
Ley de prórroga y vigencia de la ley 418 de 1997 en donde se generan las disposiciones para facilitar el
diálogo y la suscripción de acuerdos con grupos armados, organizaciones al margen de la ley, para su
desmovilización. Documento de la ley. Disponible en: http://www.unicef.org.co/Ley/LN/07.pdf. Acceso en:18
Ago. 2014.
198
Desmovilización de Cacica Gaitana fue un engaño a la comunidad internacional: biófilo, Revista Semana.
Disponible en http://www.semana.com/nacion/justicia/articulo/desmovilizacion-cacica-gaitana-engano-
comunidad-internacional-biofilo/253388-3 . Acceso en: 05 may. 2014.
199
REVISTA SEMANA. Fiscalía acusa formalmente a ex comisionado de paz Luis E. Restrepo, el Tiempo.
Disponible en: http://www.eltiempo.com/justicia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-13094673.html.
Acceso en: 15 May. 2014 “El representante de la Fiscalía argumentó que el engaño de los acusados le causó al
estado un detrimento patrimonial de 1.156 millones de pesos, dinero que fue entregado a los supuestos falsos
desmovilizados de las FARC, y criticó la actuación de Restrepo asegurando que "la lista presentada por Raúl
Agudelo Medina fue aceptada por Luis Carlos Restrepo sin ser verificada, y después de ello lo entregó a la
Fiscalía (…) Los impostores se presentaron a la desmovilización, recibieron dinero y beneficios”.
200
GRUPO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA. Justicia y paz ¿Verdad judicial o verdad histórica?.
1.ed. Bogotá: Publicaciones Semana, 2012, p. 26.
95
son los procesos penales denominados crímenes de sistema por "incentivos", basados en el
juego de auto - incriminación, para beneficio propio.
Saber lo que aconteció ayuda a superar el trauma y las memorias heridas 201 individuales
y colectivas, de ahí, que uno de los principios rectores de los procesos transicionales sea la
apertura de espacios en donde los victimarios develan elementos que se convierten en piezas
claves para reconstrucción del pasado.
El marco jurídico para la paz creó a través del Art 17 de la ley 975 la versión libre
definida como el procedimiento mediante el cual los miembros de grupos armados
organizados confiesan hechos delictivos y manifiestan las circunstancias, de tiempo, modo y
lugar en el que participaron, la versión libre es un texto testimonial explícito en la narrativa
personal que adquiere un sentido instrumental para el poder judicial, se trata de una estrategia
de reconstrucción del acontecimiento. Como bien lo enuncia Sarlo, el testimonio se convierte
en una institución de la sociedad relacionado con el componente jurídico y con un lazo social
de confianza.
El testimonio puede permitirse la anacrónica, ya que se compone con
lo que un sujeto se permite o puede recordar, lo que olvida, lo que
calla intencionalmente, lo que modifica, lo que inventa, lo que
transfiere de un tono o género a otro, lo que sus instrumentos
culturales le permiten captar del pasado, lo que sus ideas actuales le
indican que debe ser enfatizado en función de una acción política o
moral en el presente, lo que utiliza como dispositivo retórico para
argumentar, para acatar o defenderse202.
201
RICOEUR, Paul. La memoria, la historia, el olvido, Op. cit. Término empleado para referirse a
confrontaciones de pérdidas, que implican un trabajo de prueba de la realidad al relacionarse con el objeto
perdido.
202
SARLO Beatriz en: Tiempo Pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo una discusión, Op. cit., p. 79.
96
utilizados por grupos sociales para interpretar y refigurar su pasado, de tal modo que la
memoria se sitúe en niveles equidistantes el criterio jurídico e histórico del pasado.
En este orden es interesante cuestionar la concepción de memoria histórica con la que
actúa la Ley 975, situada en las versiones libres de actores armados, frente a lo que cabe
preguntarse ¿hasta qué punto los victimarios desean y al mismo tiempo son conscientes de
una construcción histórica para la paz?, dado que los procesos se vislumbran en un panorama
donde imperan las nociones funcionales de dominación tras el ocultamiento sistemático de la
verdad, que no solo afecta la dignidad de las víctimas, sino a la sociedad en general
provocando una victimización horizontal.203
De lo anterior se desprenden algunas razones por las cuales la Ley fue demandada por
un aproximado de 900 personas y el MOVICE, al punto de conseguir el pronunciamiento de
la Corte constitucional con la sentencia C- 370 de 2006 en la que se intentó adecuar la Ley a
los estándares internacionales y replantear la posición respecto a
203
GÓMEZ, Alfredo. Reconstrucción de Colombia escritos políticos. 1. ed. Bogotá: La Carreta, 2008.
204
MOVICE, CAJAR, CSPP, Balance de aplicación de la “ley de justicia y paz”, Op. cit., p. 12.
205
MOVICE. Sin justicia y sin paz, verdad fragmentada Reparación ausente. 1. ed. Bogotá: FCSPP, 2009.
97
El conocimiento público del balance Jurídico, político e histórico de la Ley nos coloca
en la tarea de pensar las implicaciones de la construcción de historias en las que emergen y
transitan diversos tipos de memorias, dolores, miedos y terrores formados dentro de cortes
generacionales y experiencias comunes, nos enfrentamos entonces, a dilemas de verdades
jurídicas, pero también, de verdades históricas, en donde surgen preguntas respecto a ¿Cómo
pensar en una memoria social del conflicto colombiano?, ¿Qué criterios tener en cuenta para
la elaboración de la narrativa del conflicto? ¿Cómo posicionar las memorias, desde la
conciliación, perdón, olvido, víctimas, victimarios?, cuestiones que indican la dificultad
recurrente de la elaboración de memorias, no desde la estética monumentalista y de
espectacularización del horror, sino, como apuesta con sustento político de reconciliación,
dignificación y no repetición,.
2.5.2 Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448/2011: base jurídica para hablar de
paz
206
MOVICE, CAJAR, CSPP, Balance de aplicación de la “ley de justicia y paz”, Op. cit., p. 148.
98
La ley de víctimas es el andamiaje que da sustento jurídico al marco para la paz, y las
negociaciones con los grupos armados, queda implícito el reconocimiento de la existencia de
un conflicto armado interno, después de haber sido negado por la intransigencia del anterior
gobierno. La iniciativa obedece a la conjunción de principios básicos con los que se intenta
generar confianza en las instituciones de justicia y seguridad respecto a la identificación de
dos pilares sustanciales de la violencia: 1) la injusticia y la inseguridad social, y 2) los
clamores de las víctimas208. Más allá de esto, la memoria no aparece como eje
problematizador-reflexivo, sino básicamente está centrada en una dimensión político-
institucional, con vínculos simplistas del pasado dentro del sistema democrático.
207
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448. Bogotá: Imprenta Nacional de Colombia, 2011.
208
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448. Párrafo Art 143, 2011, p. 73 En ningún caso las instituciones del Estado podrán impulsar o promover
ejercicios orientados a la construcción de una historia o verdad oficial que niegue, vulnere o restrinja los
principios constitucionales de pluralidad, participación y solidaridad y los derechos de libertad de expresión y
pensamiento. Se respetará también la prohibición de censura consagrada en la Carta Política.
209
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448, Bogotá: Imprenta Nacional de Colombia, 2011, Op. cit, p.73.
99
210
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448, Op.cit., p. 13.
211
AMISTÍA INTERNACIONAL, Colombia Ley de victimas y de restitucion de tierras. Análisis de la Amnistia
Internacional. Madrid: Editorial Amnistía Internacional, 2012, p. 4.
100
afrontada por las comunidades en el día a día, en muchos de los casos a manos de las
BACRIM. Segundo, la negación de presencia de grupos paramilitares, tras una supuesta
desmovilización efectiva, trae como consecuencia el desconocimiento de las acciones
violentas frente a la puesta en marcha de la reclamación de tierras en el marco de la Ley212, a
este respecto, no podrían ser consideradas como víctimas del conflicto al tratarse de un actor
no contemplado dentro de la tipología de la Ley. Esta situación coloca en riesgo la ejecución y
credibilidad del cuerpo jurídico del proceso de transición.
Para este estudio la apertura de la Ley se considera importante, a pesar de sus falencias,
porque es el acercamiento más próximo a una propuesta de política de la memoria y la
transición que ha experimentado el país durante el período de violencia. Además, es el
reconocimiento del conflicto como problema estructural, al otorgar a cada sector de la
sociedad un cumulo de responsabilidades que atinen a la idea de reparación, es el caso de las
recomendaciones para la formulación de política pública en educación, la cual convoca a esta
revisión normativa de la propuesta de política de la memoria, que con mayor detenimiento se
anotara en el siguiente capítulo.
212
CINEP. Camino de restitución de tierras, Cien días, Bogotá: CINEP, 2012. p. 201.
101
213
Miembro de La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.
214
EL TIEMPO, Desaparición de la CNRR, EL TIEMPO Disponible en:
http://www.eltiempo.com/justicia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-9128480.html Acceso en: 15
May. 2014.
215
REVISTA SEMANA, Los 200 “paras” que saldrán de la cárcel, Revista Semana, Jefes paramilitares
beneficiados por la Ley de Justicia y Paz. Disponible en: http://www.semana.com/nacion/articulo/paramilitares-
que-saldran-cobijados-por-la-ley-de-justicia-paz/371920-3. Acceso en: 20 Ago. 2014.
102
Los relatos de las victimas arrastran una dimensión mítica y significativa del
acontecimiento, tienen implícita una selección y recuperación de sentido que corresponde al
contexto y las narrativas sobre los sucesos que de forma voluntaria o involuntaria son traídos
en un conjunto de escenas significativas, se trata de la experiencia, un concepto referido a las
“vivencias directas, inmediatas y subjetivamente captadas de la realidad”216, al no ser la
experiencia lineal, requiere de herramientas simbólicas y marcos culturales que constituyan
un contexto en el que el evento o acontecimiento pueda ser traído al presente.
Gonzalo Sánchez director del GMH, asegura que existe un vínculo fuerte entre la
reconstrucción de memoria y el fortalecimiento democrático; “reconoce la memoria histórica
como escenario para el diálogo, la negociación, y reconocimiento de diferencias con miras a
un proyecto democrático e incluyente de superación del conflicto.”217
El grupo trabaja a partir de casos emblemáticos, que por sus características e impacto
logran ilustrar el conflicto, sus actores y estrategias. “no solo se detiene en los hechos
puntuales sino que además devela lo que sucedió antes o después del evento. A través de
ellos, se busca poner en evidencia los procesos que estaban desenvolviéndose en su entorno y
que le otorgan su significado político.”218 El primer informe presentado bajo esta modalidad
fue en 2008, sobre la reconstrucción de la masacre de Trujillo, con el que se abrió paso a la
rápida entrega de más de 25 documentos entre informes, cartillas y propuestas metodológicas
con las que se cuenta hoy.
La narrativa sobre cada caso emblemático deja ver cómo los relatos presentan una
distancia entre las experiencias vivas, es decir, propias de cada sujeto y aquellas heredadas y
apropiadas de forma simbólica que han sido transmitidas por otras personas de forma material
o inmaterial, en términos más amplios, esta perspectiva plantea la importancia de la relación
entre los niveles de individualidad y colectividad de la memoria y la experiencia, haciéndose
necesario un análisis de los sistemas discursivos y múltiples significados que explican cómo
los ejercicios de memoria se conforman según el molde de los relatos que generalmente
arrastran una dimensión mítica y significativa del acontecimiento, que hacen que la
experiencia sea una agencia humana que se activa con el pasado.
216
JELIN, Elizabeth, Los trabajos de la memoria. Op. Cit., p. 34.
217
COMISIÓN NACIONAL REPARACIÓN RECONCILIACIÓN. Recordar y narrar el conflicto. Bogotá:
Fotoletras S.A. 2009, p. 20.
218
COMISIÓN NACIONAL REPARACIÓN RECONCILIACIÓN. Recordar y narrar el conflicto, Op. cit., p.
24.
103
219
VEZZETTI, Hugo. Pasado y presente guerra, dictadura y sociedad en la Argentina. 1. ed. Buenos Aires:
Siglo XXI. 2009, p. 29.
104
CAPITULO III
Los trabajos y discusiones que tienen como objeto el acercamiento y esclarecimiento del
pasado hacen parte de las iniciativas emergentes en marcos de recuperación simbólica y
material de versiones históricas públicas, sociales, regionales y nacionales que envuelven
memorias oficiales y subterráneas de colectividades pertenecientes a un momento histórico
caracterizado por la manifestación de un sentimiento conservacionista o transicional.
En este contexto la escuela no es ajena a la discusión, por el contrario, la representación
del pasado y la evocación de lo ausente hacen parte del ejercicio continuo de reafirmación de
la identidad nacional221, especialmente cuando se trata de una memoria equipada con la
oficialidad de una historia fundada en la rememoración, memorización y conmemoración de
modelos ideales, grandes héroes y memorias bélicas que establecen el orgullo de pertenecer a
un Estado-Nación. Es decir, una memoria ejercitada en el plano institucional, impuesta,
íntimamente relacionada con la historia oficial, aprendida y celebrada públicamente.
La primera preocupación, y acaso la más constante de este capítulo fue la idea de
comprender la traducción, manifestación e implicaciones de la producción y reproducción de
las memorias de la historia reciente en la escuela sobre el conflicto armado colombiano,
partiendo del presupuesto de la pertinencia y responsabilidad de asumir dentro de la
220
RAGGIO, Sandra. La enseñanza del pasado reciente. Hacer memoria y escribir la Historia en el aula. Revista
Clio y asociados, Universidad Nacional del Litoral, v. 5, 2004.
221
SMITH, Anthony. (1991) Cit, en: CARRETERO, Mario. Documentos de identidad, la construcción de la
memoria histórica en un mundo global, Op. cit., p. 44. “Las identidades nacionales también desempeñan
funciones internas, más íntimas que atañen a los individuos de las comunidades. Entre éstas, la más evidente es
la socialización de sus miembros para que lleguen a ser ciudadanos “naturales” de la nación. Esta función es
desempeñada por los sistemas públicos de educación normalizada y obligatoria, por medio de los cuales las
autoridades estatales esperan inculcar en sus miembros adhesión a la nación y una cultura moderna y singular”.
105
enseñanza de la historia acontecimientos del último siglo que ocupan un lugar significativo
en el contexto actual de necesaria articulación entre la enseñanza de la historia reciente y la
formación de sujetos de derechos, activos, participativos y propositivos en la construcción de
paz y reconciliación.
Se propone como hilo conductor de este capítulo la revisión teórica y conceptual de los
trabajos que se han acercado a la resignificación del pasado como elemento inscrito a
lineamientos institucionales referentes especialmente a Ciencias Sociales, Historia y
Geografía escolar. Conforme a ello, concebimos la relación memoria-escuela como vínculo y
construcción histórica en el que los dispositivos y dinámicas de la cultura escolar acogen de
manera diversa los requerimientos realizados al sistema educativo en el marco de políticas de
la memoria. En esta medida, se citan como ejemplo los casos de transición en Perú y
Guatemala.
Presentamos también, algunas ideas generales sobre la significancia ética y política en
la formación de sujetos con apuestas en torno a la cultura histórica; para finalmente referirnos
a la pedagogía de la memoria como temática emergente en un escenario de posturas,
metodologías y conceptuales diversas, que pueden aportar en la creación o fortalecimiento del
proceso transicional en la escuela colombiana.
Hablar de las memorias en el ámbito escolar implica dirigir la mirada a los espacios,
discursos y prácticas que hacen parte de ella, sus relaciones, deseos, ilusiones,
responsabilidades en el plano personal e histórico; dado que, “la escuela se constituye en el
principal escenario de materialización de las ‘políticas de la memoria’, las cuales terminan
siendo expresión de una memoria e historia oficial de sectores dominantes de la sociedad”.222
Al considerar la historia escolar como manifestación de una configuración de la
narrativa histórica en la que opera determinada concepción de tiempo histórico, susceptible de
222
JIMENEZ, Absalon; INFANTE, Raúl; CORTÉS, Ruth. Escuela, memoria y conflicto en Colombia. Un
ejercicio del Estado del arte de la temática. Revista colombiana de Educación, n.62, Primer semestre de 2012,
Bogotá: Colombia, 287- 314, p. 293.
106
223
RICOEUR, Paul. Tempo e narrativa. v.3, Campinas: Papirus, 1997. Tres momentos que en la concepción
hermenéutica de Paul Ricoeur componen la poética de la narratividad..
224
LEVIN, Florencia; FRANCO, Marina, La historia reciente en la escuela. Nuevas preguntas y algunas
respuestas. Revista Novedades educativas, n.202, Buenos Aires, 2007.
225
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448. 2011, p.71. “Las medidas de satisfacción serán aquellas acciones que proporcionan bienestar y
contribuyen a mitigar el dolor de la víctima.”.
107
desarrollo”226. Este enunciado se establece bajo una concepción dialógica con el principio de
coherencia externa e interna que propone la Ley 1448-2011, pretendiendo complementar y
armonizar esfuerzos entre las diferentes instituciones, con una de las tareas más complejas:
adecuar el Estado para respuesta efectiva de reparación integral.
Art. 117. Las mujeres a quienes se les restituya o formalice Mujeres víctimas a quienes se les
Prioridad en predios en los términos de la presente ley tendrán debe favorecer con especial
protección del Estado, para
los beneficios prioridad en la aplicación de los beneficios a que se
garantizar el debido proceso de
consagrados refiere la ley 731 de 2002, en materia de crédito, restitución contemplado en la Ley.
en la LEY adjudicación de tierras, garantías, seguridad social,
731 DE 2002. educación, capacitación y recreación, subsidio familiar,
planes y programas de reforestación, y jornadas de
cedulación.
Art. 145. El Ministerio de Educación Nacional, con el fin de Acciones mediante las cuales el
Acciones en garantizar una educación de calidad y pertinente para Estado garantiza la reparación con
materia de la promoción y reconocimiento de
toda la población, en especial para poblaciones en
memoria la institucionalidad y la sociedad
condición de vulnerabilidad y afectadas por la violencia, civil.
histórica.
fomentará desde un enfoque de derechos, diferencial,
territorial y restitutivo, el desarrollo de programas y
proyectos que promuevan la restitución y el ejercicio
pleno de los derechos, desarrollen competencias
ciudadanas y científico-sociales en los niños, niñas y
adolescentes del país; y propendan a la reconciliación y
la garantía de no repetición de hechos que atenten
contra su integridad o violen sus derechos.
Art. 149. La creación de una pedagogía social que promueva los Acciones de fortalecimiento para
Garantías de valores constitucionales que fundan la reconciliación, la reparación efectiva de la
no repetición. población víctima.
en relación con los hechos acaecidos en la verdad
histórica; Diseño de una estrategia única de
capacitación y pedagogía en materia de respeto
de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional
Humanitario, que incluya un enfoque diferencial,
dirigido a los funcionarios públicos encargados de hacer
cumplir la ley, así como a los miembros de la Fuerza
Pública. La estrategia incluirá una política de tolerancia
cero a la violencia sexual al interior de las entidades del
Estado;
226
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO, COLOMBIA. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
1448, Op.cit., p. 11.
108
Art. 160 de la El Sistema Nacional de Atención y Reparación a las Cuerpo institucional para el
conformación Víctimas estará conformado por las siguientes entidades desarrollo de la propuesta jurídica
y programas: El Ministerio de la Protección Social, El transicional.
del sistema
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, El El ministerio de Educción
nacional Ministerio de Defensa Nacional (…)El Ministerio de nacional entre mucho otros.
de atención y Educación Nacional
reparación a
las víctimas
Art. 210. De La Unidad Administrativa Especial para la Atención y La Ley piensa esta construcción
la pedagogía Reparación Integral a víctimas, en un término de ocho de la pedagogía social para la
sociedad civil en general,
para la (8) meses contados a partir de la publicación del
partiendo del reconocimiento
reconciliación presente Decreto, en coordinación con el Ministerio de territorial de las diferentes
y Educación Nacional y el Instituto Colombiano de poblaciones afectadas.
construcción Bienestar Familiar, diseñará e implementará una
de paz. pedagogía social para la reconciliación que sea
replicada en el territorio nacional.
Fuente: Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448- 2011, Artículos relacionados con las responsabilidades
del sector educativo en términos de reparación a población víctima.
quizás el punto fundamental que trae implícito este ejercicio es el riesgo asistencial que puede
estar desenvolviendo en el afán de responder inmediatamente a los pedidos jurídicos,
situación que inevitablemente se traduce en una gama de respuestas desordenadas y
desarticuladas, distantes de ser planteadas en sentido de durabilidad y sostenibilidad.
Eso evidencia la debilidad del sector educativo para garantizar las apuestas y acciones
emprendidas lleguen, movilicen y empodere el discurso de una propuesta pensada para el
análisis y reflexión del periodo por el que atraviesa la sociedad colombiana.
En países como Perú, Guatemala y Argentina la respuesta a las condiciones históricas
de pasados represivos y procesos transicionales avanzó en el planteamiento y ejecución de
propuestas en el campo educativo. Por lo general los informes de las Comisiones de verdad
incluyen recomendaciones para la promoción de la protección de los Derechos Humanos y un
debido tratamiento de sucesos luctuosos vividos.
En el caso de Perú se recomendó
227
COMISIÓN DE VERDAD Y REPARACIÓN, Informe final Tomo XI. 1.ed. Lima: CNR, 2003, p. 122.
228
COMISIÓN PARA EL ESCLARECIMIENTO HISTÓRICO, Informe final Guatemala memoria del silencio:
conclusiones y recomendaciones. Guatemala: Oficina de servicios para proyectos de Naciones Unidas, 1999, p.
69.
111
de la gravedad de la historia escolar paso de la primera mitad del siglo XIX a los
acontecimientos contemporáneos y aún a los más recientes”229. Posteriormente a finales del
2006 entró en vigencia la Ley de Educación Nacional, que remplazó la Ley Federal de
educación y prescribió el controversial Art 92 referido a la obligatoriedad de los contenidos
de enseñanza del terrorismo de Estado.
Los casos citados anteriormente compartieron dificultades similares a las que atraviesa
Colombia, especialmente Perú y Guatemala por las características de confrontación y
desarrollo de los conflictos. Argentina es un pilar de reflexión y producción académica en el
encuentro con el tortuoso pasado que dejó la dictadura militar, se destaca la formulación de
leyes educativas nacionales231 para fomento de participación social en la reconstrucción de la
historia de este periodo.
Programas como “Educación y memoria entre el pasado y el futuro: Los jóvenes y la
enseñanza de la historia reciente”; "Historia reciente y memoria. La memoria y las memorias
en los discursos escolares", acreditado por la Universidad Nacional General Sarmiento, “A 30
años de golpe” del Ministerio de Educación de la Nación y el Proyecto "La historia del tiempo
presente, la memoria colectiva y su transmisión en el espacio escolar" Universidad Nacional
de La Plata, son algunas de las iniciativas que revisan el antes y el después del Terrorismo de
Estado 1976–1983, abriendo camino para encuentros y desencuentros de las nuevas
generaciones con el presente-pasado desde dimensiones morales, políticas, económicas y
culturales con las que intentan construir una imagen coherente de la sociedad argentina.
229
AMEZOLA, Gonzalo; D´ACHARY, Claudia. Memorias para armar. Las conmemoraciones del 24 de Marzo
en escuelas primarias del conurbado bonaerense. Revista Quinto sol, n. 13, 2009, p. 153-175. p. 154.
230
MINISTERIO DE EDUCACIÓN, ARGENTINA. Ley de educación nacional, Argentina (Ley N° 26.206).
Art. 92, Disponible en: www.me.gov.ar. Acceso en: 25 oct. 2014.
231
MINESTIRO DE EDUCACIÓN, ARGENTINA, Ley de Educación Nacional (Ley N° 26.206). Art. 92, 2006
Disponible en: www.me.gov.ar. Acceso en: 20 oct. 2014. Ley federal de educación 1993, artículo 92 "El
ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden
constitucional y terminaron instalando el terrorismo de Estado, con el objeto de generar en los/las alumnos/as
reflexiones y sentimientos democráticos y de defensa del Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos
Humanos (…)”.A finales de 2006, el Congreso aprobó la Ley de Educación Nacional que reemplazó algunos
puntos de esta ley, Cfr.
112
Hay que decir que en cualquier realidad en la que prime el deber de la memoria en el
plano de la obligatoriedad, la curricularización de la memoria aparece como la amenaza más
sobresaliente en la conjugación escuela-enseñanza, porque el objetivo de asimilación rápida
de un contenido mediante un proceso mecánico, si se quiere repetitivo, dando pie a un sistema
fragmentado de acumulación de datos y conmemoraciones estériles, que instala en la memoria
oficial las memorias que en un periodo de reivindicación hicieron parte de memorias
subalternas, cooptadas por las dinámicas instituciones y distanciadas del componente critico
en la lectura del pasado.
Las responsabilidades destinadas al sector educativo en el marco de los procesos
anteriormente enunciados no distan de la visión de escuela como vehículo privilegiado en la
democratización de la sociedad, resultado de la refiguración hegemónica de los años 80 y 90
en los que la política neoliberal encuadró estratégicamente algunas de las discusiones y
presupuestos del imperativo de la memoria y la reafirmación de los Derechos Humanos,
conllevando a la instauración de una memoria colectiva como trabajo de “homogenización de
las representaciones del pasado y de reducción de la diversidad de los recuerdos que
finalmente, se producen en los “hechos de comunicación” que se registran entre los
individuos”.232
Sin embargo, la demostración de las oportunidades de racionalidad del pensamiento
histórico se reúsan a abandonar la memoria ante la naturalización de una historia oficial. La
pregunta por la importancia del porqué y para qué la Historia, es un elemento transversal en
“la relación enseñanza, memoria e historia, que presupone antes que nada un compromiso y
constituye ‘otro lugar’ de construcción de identidades fundamental en la situación presente
desde la cual cada sociedad recuerda.”233
Como se ha enunciado, el dialogo entre memoria, historia y escuela encuentra un marco
de comprensión para quienes reconocemos la necesidad de crear diversos canales de
expresión y enseñanza de la historia, apuntando a la percepción de la memoria como campo
de trabajo pedagógico que converge en un cambio social, histórico y político, concentrado en
la formación de sujetos consientes de las intermediaciones, fracturas y continuidades de la
historia como material de aprendizaje y transformación de la sociedad.
232
AGUILAR, Paloma. Políticas de la memoria y memorias de la política, Op. cit. p.50.
233
FUNES, Graciela. La enseñanza de la historia reciente/presente. Revista Escuela de Salta, v. 1, n. 5,
Universidad Nacional de Salta, 2006, p. 90- 102.
113
En este sentido, se insiste en que la historia escolar es una prueba contundente del
olvido y selección de acontecimientos con los que públicamente el pasado puede ser tratado.
A pesar de eso, también es entendida como punto de partida hacia el conocimiento y
reproducción de estrategias de agenciamiento y posicionamiento de los sujetos protagonistas
en la construcción social de la memoria, lo que implica abatir la cómoda posición sobre la
historia escolar como transmisora de la memoria institucional u oficial, no existiendo una
marcada oposición entre ambas son las que “más visibilidad adquieren en el espacio público,
la que se refleja en los monumentos, en las conmemoraciones, la que se impulsa a través de
las políticas de la memoria”.234
Así, la problematización de la memoria se torna un eslabón para el reconocimiento y
acercamiento de lo que somos, fuimos y seremos, la inquietante e intensa necesidad de
reconocerse en un tejido identitario hilado en temporalidades y narrativas colectivas del grupo
al que se pertenece, provee elementos para historizar la memoria, es decir, abordar los
sentidos del pasado teniendo claro en primer lugar, que “el tiempo de las memorias no es
lineal, no es cronológico, o racional. Los procesos históricos ligados a memorias de pasados
conflictivos tienen momentos de mayor visibilidad y momentos de latencia, de aparente
olvido y silencio”235. Y Segundo, estos procesos son resultado de transformaciones o
reafirmaciones identitárias, manifestaciones subjetivas y elaboraciones traumáticas. Lo que
significa, que la construcción de memorias sobre el pasado y su abordaje en marcos sociales
como lo es la escuela la convierte en un objeto de estudio que permite un encuentro a
diferentes niveles entre memoria, historia e identidad.
234
AGUILAR, Paloma. Políticas de la memoria y memorias de la política, Op. cit., p. 57.
235
JELIN, Elizabeth. Los trabajos de la memoria, Op. cit., p. 74.
236
GERMINARI, Geyso, Educação Histórica: a constituição de um campo de pesquisa. Revista HISTEDBR On-
line, Campinas, n. 42, 2011, p. 54-70.
114
237
GERMINARI, Geyso, Educação Histórica: a constituição de um campo de pesquisa, Op. cit, p. 55. Texto
original “fundamentação cientifica própria baseada em áreas do conhecimento como a Epistemologia da
História, a Metodologia de investigação das ciências sociais e a Historiografia” Traducción nuestra.
238
BOOTH, Marc. Ages and concepts: a critique of the piagetian approach to history teaching. Londres, 1987.
239
FUENTES, Concha. La visión de la historia por los adolescentes: Revisión del estado de la cuestión en
Estados Unidos y Reino Unido. Enseñanza de las Ciencias Sociales, n.1, 2002, p.55-68.
240
Peter Lee y Rosaly Ashby, son reconocidos por sus aportes en el campo de la enseñanza de la historia,
especialmente con el proyecto “CHATA: Concepts of History and Teacher Approaches”, desarrollado en Gran
Bretaña, con ejes de reflexión acerca de cómo los niños y jóvenes piensan la historia.
115
categóricos241 para caracterizar el acercamiento y comprensión del pasado por estudiantes. “El
instrumento metodológico empleado resultaba bastante innovador, ya que se instaba a los
alumnos a analizar una serie de textos propuestos en pequeños grupos, mientras que eran
filmados con cámara de video”242 tratando de observar la destreza para generar argumentos,
establecer relaciones de análisis y exponer hipótesis en diferentes niveles de dificultad, por
ejemplo: el trabajo con imágenes permitió ver como los alumnos se acercan al pasado como si
fuese el presente, con la empatía restrictiva entendieron las acciones pasadas en relación a
situaciones específicas en las que se encontraban.
241
Son cuatro niveles propuestos por Asbhy y Lee: 1) El conocimiento del pasado se da por supuestos; 2) la
evidencia es la información privilegiada sobre el pasado; 3) Las evidencias son las bases para realizar inferencias
del pasado; 4) conciencia de historicidad.
242
FUENTES, Concha. La visión de la historia por los adolescentes: Revisión del estado de la cuestión en
Estados Unidos y Reino Unido, Op. cit., p. 58.
243
FUENTES, Concha. La visión de la historia por los adolescentes: Revisión del estado de la cuestión en
Estados Unidos y Reino Unido, Op.cit. p. 59.
244
Desde finales de los años noventa se registra un acenso en el número de Redes conformadas por maestros y
maestras bajo el interés de
116
245
RÜSEN, Jörn. Aprendizado Histórico, em: SCHMIDT, Maria; BARCA, Isabel; REZENDE, Estevão. (Org.)
Jörn Rüsen e o ensino de História. 1. ed., Curitiba: Ed. UFPR, 2010, p.43.
246
RÜSEN, Jörn, Razão histórica: Teoria da história, fundamentos da ciência histórica. Brasília: Editora
Universidade de Brasília, 2001, p.59. Texto original “Trata-se de um processo da consciência em que as
experiências do tempo são interpretadas com relação às intenções do agir e, enquanto interpretadas, inserem-se
na determinação do sentido do mundo e na auto-interpretação do homem, parâmetros de sua orientação no agir e
no sofrer”. Traducción nuestra.
247
RUSEN, Jorn. Aprendizado Histórico. em: SCHMIDT, Maria; BARCA, Isabel; REZENDE, Estevão. (Org),
Op. cit., p. 47.
117
razones objetivas no abordaremos en este momento- posicionan los objetos y sujetos para la
construcción de nuevos conocimientos humanizadores del acto educacional.
A continuación nos interesa indagar por la enseñanza del tiempo presente, sus
características, identidad histórica, presupuestos y aportes para pensar el tiempo histórico, al
tratarse de una de las tantas manifestaciones de configuración narrativa de la historia y
conciencias del tiempo presente.
248
FRANCO, Maria; LEVÍN, Florencia. (Org). Historia recenté perspectivas y desafíos para un campo en
construcción. 1. ed. Buenos Aires: Paidós, 2007 p. 33.
249
FUNES, Alicia. Enseñanza de la Historia presente-Reciente. 1.ed. Salta: Universidad Nacional de Salta, 2006,
p. 93.
250
RAGGIO, Sandra. Enseñanza del pasado reciente. Hacer memoria y escribir la historia en el aula. Revista Clio
& Associados, Universidad Nacional del Litoral, v. 5, 2004, p. 4.
118
251
Tomado de doce Cuestionarios realizados a profesores de Colombia. “Es fundamental en un contexto de
conflicto armado, dictaduras o neoliberalismo, en el cual se impone el pensamiento único y las posturas
maniqueas frente al accionar de los diversos actores que componen los movimientos políticos y sociales. La
enseñanza de la historia reciente se relaciona como un proceso de formación y sensibilización frente a procesos
que se viven en el entorno de las instituciones teniendo en cuenta que en los sectores pobres de la ciudad se
cuentan con procesos de reivindicación del derecho a la vivienda, a la salud y la soberanía alimentaria. Así
mismo en los sectores rurales, el conflicto armado y los ajustes del modelo económico implican
desplazamientos, muertes y desapariciones que aún hoy acontecen.”: MARTINEZ, Ferney. Institución educativa
Distrital San Cristóbal Sur, por: TORRES, Ingrid, 13 Jul. 2014.
252
CARRETERO, Mario. Documentos de identidad, la construcción de la memoria histórica en un mundo
global, Op. cit., p.177.
119
por otorgar importancia a lo Contemporáneo, una historia que “señala los límites de la
escuela, aun en contextos pluralistas y democráticos, para incorporar el conflicto sin ceder al
olvido, a las omisiones y a las tergiversaciones “necesarias” exigidas para la “pacificación” o
para el sostenimiento de los mitos históricos oficiales”253.
Las responsabilidades de la enseñanza de la historia respecto a comprensión,
intelección, captación y significación del pasado-presente esta en reconocer las dicotomías
puestas entre el espacio de experiencia y el horizonte de expectativa, no como temporalidades
antagónicas, sino como formas de entender y significar el tiempo desde la relevancia de los
procesos del presente y el futuro. Entonces, el tema converge en el punto nodal de pensar la
historia en clave con la formación ciudadana, contemplando la recontextualización de la
historia reciente como parte de una totalidad254, una trama de perspectivas cruzadas que
colocan pasado, presente y futuro como categorías metahistoricas en espacio dialectico entre
lo que se vivió y la expectativa de vivir.
Esta reciente noción que ha ingresado al aula con cuestionamientos, motivaciones y
haberes se sostiene en la idea de que los Derechos Humanos representan conquistas sociales,
fruto de la acción humana, y en consecuencia, refuerza los presupuestos de responsabilidad,
participación e inclusión, más allá de la noción intocable, instrumentalizada y un tanto
mercantilizada a la que se les ha adherido.
Es desde la educación entendida como una apuesta del presente en diálogo permanente
con el pasado y el futuro donde la ciudadanía está constantemente tentada a encontrar el
sentido como actor-acción en el marco de un sistema de derechos, a veces desconocido en las
sociedades conflictivas interesadas en revisar el pasado reciente.
253
CARRETERO, Mario. Documentos de identidad, la construcción de la memoria histórica en un mundo
global, Op. cit., p. 169.
254
KOSELLECK, Reinhart. Futuro passado contribuição à semântica dos tempos históricos. Rio de Janeiro:
Contraponto, 2006.
255
FUNES, Alicia. Enseñanza de la Historia presente-Reciente. Op. cit., p. 5.
120
256
AMÉZOLA, Gonzalo; D´ACHARY, Claudia. Memorias para armar. Las conmemoraciones del 24 de Marzo
en escuelas primarias del conurbano bonarense. Quinto sol, n.13, 2009, 153-175, p. 154.
257
VEGA, Renán. Historia: Conocimiento y enseñanza La cultura popular y la historia oral en el medio escolar.
1.ed. Bogotá: Ediciones Antropos, 1999, p 26.
121
La historia reciente intenta superar la brecha entre la historia que se investiga e historia
que se enseña. Las propuestas de investigación en el aula involucran el uso de nuevas objetos,
materias primas historiográficas y mapas de conocimiento que amplían el tratamiento de las
temáticas. Por eso “más que una invitación es un deber del sistema educativo asumir esta
tarea ineludible para bien de la sociedad en general. Acudiendo a la memoria y las
conmemoraciones, las nuevas generaciones deben saber y entender lo que sucedió.”258
El reconocimiento a nuevas miradas y posibilidades de construcción de memorias y
relatos más inclusivos desde lo local, regional y desde diversos grupos sociales, conduce a la
reflexión sobre lo que se ha representado y sobre lo que se ha dejado de representar, de forma
que la rememorización adquiera sentido desde la racionalidad histórica, la relación de
empatía, la construcción y validación de la narrativa histórica.
258
RAGGIO, Sandra. La enseñanza del pasado reciente. Hacer memoria y escribir la historia en el aula. Revista
Clio & Asociados, Universidad Nacional del Litoral, v. 5. 2004, p. 5.
259
MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, Estándares por Competencia, Formar en ciencias: el
desafío! Lo que necesitamos saber y saber hacer, Bogotá, 2004.
122
En cinco puntos sintetizados por Carretero261 se recogen los enunciados que sobresalen
en el carácter de enseñanza de la década de los años noventa y principio de siglo XXI: 1)
Comprender el pasado de forma compleja empleando categorías conceptuales de la disciplina;
2) dominar diferentes periodos históricos y esquemas temporales; 3) comprender la causalidad
histórica desde la idea de multiplicidad; 4) acercarse a la metodología del historiador como
posibilidad de construcción de conocimiento histórico; y 5) relacionar el pasado, presente y
futuro. Un ejemplo de los Estándares de grado 8 y 9 es:
260
MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, Estándares por Competencia, Formar en ciencias: el
desafío! Lo que necesitamos saber y saber hacer, Bogotá, 2004. p. 9.
261
CARRETERO, Mario. Enseñanza de la historia y memoria colectiva, 1.ed., Buenos Aires: Paidós, 2006.
262
MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, Estándares por Competencia, Formar en ciencias: el
desafío!, Op cit. p. 23.
263
La década de los años 90 significó en el sistema educativo colombiano una serie de cambios solventados en
emisiones jurídicas en las que las exigencias sobre la educación y el papel del educador se fueron consignadas en
la Ley 30 de 1992 y la ley 115 de 1994 que dedica el cap. III al tema de formación de educadores, para fortalecer
la investigación en el campo pedagógico y el saber especifico.
123
264
SÁNCHEZ, Olga; RODRÍGUEZ, Sandra. Narrativa, memoria y enseñanza del Conflicto armado colombiano:
propuesta para superar la políticas de olvido e impunidad. En:GOMEZ, Diana; SERNA, Adrián. El papel de la
memoria en los laberintos de la justicia, la verdad y la reparación, 1. ed., Bogotá: Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, 2009. p. 204.
265
SÁNCHEZ, Olga; RODRÍGUEZ, Sandra. Narrativa, memoria y enseñanza del Conflicto armado colombiano:
propuesta para superar la políticas de olvido e impunidad. En:GOMEZ, Diana; SERNA, Adrián. El papel de la
memoria en los laberintos de la justicia, la verdad y la reparación. Op Cit. p. 206.
266
FEDERACIÓN COLOMBIANA DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN, Boletín de prensa, Bogotá,
2013. Disponible en: http://www.fecode.edu.co/index.php/es/ Acceso en: 20 sep. 2014.
124
Conforme a esto se reconoce que gran parte de las regiones del país, especialmente las
más apartadas continúan apuntando al fortalecimiento de una identidad nacional, atrapada, en
objetivos románticos de naturalización del conflicto, reafirmando el referente de enseñanza
tradicional y lo que es aún más complejo, la brecha entre el planteamiento de la política de la
memoria y educación. Por eso es importante observar de forma crítica y transformadora la
práctica pedagógica268, la cual a pesar de los intereses de la estructura educativa y sus
dispositivos, otorga un lugar de autonomía para el profesor quien de distintas maneras
explicitas o implícitas puede organizar el contenido y conjuntamente construir conocimiento.
Un camino optativo dentro de la practica pedagógica es el ejercicio investigativo, en el
marco de la inherencia de la pregunta, la validez del cuestionamiento hacia lo que se muestra
inerte y la pertinencia de indagar desde diversas perspectivas conceptuales y metodológicas.
El modelo de Lineamientos y Estándares presenta ejes temáticos para la promoción
investigativa con proyectos de aula, ejercicios de indagación e interpretación de la realidad,
sin embargo, la ejecución e interiorización de estos presupuestos prácticos en el quehacer de
los maestros ha avanzado paulatinamente por condiciones de tiempo, desconocimiento,
carencia de acompañamiento pedagógico constante y mejoras en sus condiciones laborales.
El trasfondo de esta discusión radica en la política educativa y su conexión con las
expectativas de la escuela, las experiencias pasadas, los procesos subjetivos y marcos
culturales de acción colectiva del presente, de esta forma, la relación entre memoria y
educación pasa por el análisis de la condición institucional, pero además, por el abordaje
histórico del conflicto armado incluyendo las permanencias históricas, los retos sociales y
éticos que enfrenta la sociedad al asumir el tema.
267 VEGA, Renán. Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar. Las transformaciones mundiales y su
incidencia en la enseñanza de las Ciencias Sociales. v. 1. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional, 2007.
268
Práctica pedgogica entendida como conjunto de situaciones y circunstancias dinámicas, cambiantes y
reflexivas, factible a ser objeto de estudio de profesor o estudiante.
125
Para hablar de conciencia histórica partimos de considerar que existe una notable
compenetración entre la enseñanza de lo reciente y la formación de conciencias históricas
valoradas en clave a los derechos y deberes de los sujetos, por eso tomamos como referencia a
Jorn Rüsen para el esclarecimiento del campo de la didáctica de la historia donde la
conciencia histórica es eje estructurador del conocimiento, identidad y narrativa histórica.
De nuevo traemos a colación la categoría de conciencia histórica, porque es
fundamento de todo conocimiento y la relación que conecta al sujeto con el mundo vital desde
una mirada histórica íntimamente relacionada con la vida práctica, es decir, la interpretación
de la experiencia en el tiempo respecto a la intención en el mismo, para la transformación
intelectual en el tiempo social.
Esto significa que el conocimiento histórico mediado por la conciencia histórica
reconoce la competencia subjetiva que envuelve un pensamiento histórico para la
interpretación de un objeto traducido en competencia narrativa, “esa competencia se puede
definir como la habilidad de la conciencia humana para llevar acabo procedimientos que dan
sentido al pasado, haciendo efectiva una orientación temporal en la vida práctica, por medio
del recuerdo de la realidad pasada”269
La funcionalidad de la memoria en la escuela prevalece por la otorgación de sentido a
determinados hechos de forma individual o colectiva. La categoría de Sentido refleja una
perspectiva en el tiempo, una evolución temporal del mundo, una conciencia e identidad
histórica. Rüsen identifica cuatro elementos sobresalientes en la construcción del sentido:
percepción de las diferentes experiencias en el tiempo, interpretación de lo percibido mediante
la articulación narrativa, orientación de la vida práctica en modelos de interpretación de los
cambios temporales, y motivación de la acción.
La consolidación del sentido en la estructura de una historia, la experiencia del pasado y
la orientación de la vida humana es una auto-reflexión del pensamiento histórico, “el tipo de
la constitución genética del sentido puede ser caracterizada como una forma del saber
269
RÜSEN, Jorn. O desenvolvimento da competência narrativa na aprendizagem histórica: uma hipótese
ontogenética relativa à consciência moral, em: SCHMIDT, Maria; BARCA, Isabel; REZENDE, Estevão. (Org),
Op. cit., p. 59. Texto original: Essa competência pode se definir como a habilidade da consciência humana para
levar a cabo procedimentos que dão sentido ao passado, fazendo efetiva uma orientação temporal na vida prática
presente por meio da recordação da realidade passada. Traducción nuestra.
126
histórico, en la cual el tiempo, como cambio, se torna el sentido histórico del pasado
recordado”270
Se alude importancia al sentido y a la conciencia histórica desde la necesidad de
comprender que las memorias no pertenecen a un individuo, sino a un círculo social, a una
comunidad, a una historia nacional, regional o local. Esto no puede ser olvidado, porque de lo
contrario cualquier intento de coordenadas para comprensión holística sucumbirá en
formaciones de memoria que no encuentran asociaciones entre los conocimientos o momentos
vividos por los sujetos pedagogicos.
La problematización del presente en sala de aula es un desafío que cruza práctica de la
enseñanza de la historia y relieve de los trabajos de memoria junto con sus dificultades para
enunciar los objetivos de una recuperación ejemplar271 del pasado.
270
RÜSEN, Jorn. História viva. Teoria da história III formas e funções do conhecimento histórico, Brasília:
Editora UNB, 2007, p.61.
271
TODOROV, Tzvetan. Los abusos de la memoria, Op.cit.
272
VEZZETTI, Hugo. La memoria justa: política e historia en la Argentina del presente, Op.cit.
273
RICOEUR, Paul. La memoria, la historia, el olvido. Op.cit.
274
RÜSEN, Jorn. ¿Qué es la cultura histórica? Reflexiones sobre una nueva manera de abordar la historia. en:
FUSSMANN, K; GRUTTER, H.T; RÜSEN, J (Org.), Geschichtskultur Heute, Historische Faszination, 1994, p.
3-26.
127
como categoría para abordar el fenómeno que caracteriza el papel de la memoria histórica en
el espacio público, una categoría referente al interés público por lo histórico en aproximación
al pasado común, definida como la lectura de la historia en un horizonte en el que se conjugan
nuevas estructuras complejas de la memoria histórica.
Rüsen parte de reconocer la Cultura histórica como la realización y actualización de un
determinado tipo de memoria, circulante en arena de tensiones e intereses por la
representación que se tiene del pasado: “la cultura histórica se puede definir como la
articulación practica y operante de la conciencia histórica”275 es una manera particular de
abordar interpretativamente el tiempo de experiencia, una rememorización histórica por
medio de recuerdo 276 como procedimiento mental de la conciencia histórica delimitado por la
marca temporal entre un punto inicial de evocación y un punto final de imagen.
Para la cultura histórica como acción-practica la materialización de la memoria histórica
es rememoración histórica, operación mental en la forma de actualización o representación del
pasado, un proceso funcional interpretativo de la temporalidad, sumergido en un acto
selectivo, memorativo culturalmente constituido en tres dimensiones: 1) la estética reflejada
en lo materialmente visible, interiorizado y representado para mantener la estructura en la que
se recuerda y crean narrativas de poder, como imágenes y símbolos para la actividad
memorativa de la conciencia histórica.
275
RÜSEN, Jorn. ¿Qué es la cultura histórica? Reflexiones sobre una nueva manera de abordar la historia, Op.
cit., p. 4.
276
RICOEUR, Paul. La memoria, la Historia, el olvido, Op. cit., p. 72. “El recuerdo es una modificación
especifica de la representación, al menos en cuanto recuerdo primario o retención”
277
RÜSEN, Jorn. ¿Qué es la cultura histórica? Reflexiones sobre una nueva manera de abordar la historia, Op.
cit., p. 10.
128
278
RÜSEN, Jorn. ¿Qué es la cultura histórica? Reflexiones sobre una nueva manera de abordar la historia, Op.
cit., p. 13.
279
AGUILAR, Paloma, Políticas de la memoria y memorias de la política, Op. cit. p. 64.
129
La pedagogía de la memoria se postula como una opción factible que advierte sobre la
imagen del pasado-futuro en clave a la toma de responsabilidades en la trayectoria vital de
cada individuo, en el saber ser y estar. La pedagogía de la memoria es una posibilidad para
las sociedades que escogen la transición como salida a procesos de violencia prolongada y
necesitan de instrumentos para pensar socialmente su historia, proporcionando tanto
interpretaciones generales como particulares sobre los procesos históricos en un eje
reflexivo.
Es comprendida como una mirada narrativa sobre el devenir histórico operado y
racionalizado en voluntades de analizar el pasado, con relación a la enseñanza de la historia
280
HALBWACHS, Maurice. La memoria colectiva, Op. cit. p. 127.
130
se comprende como un tentativo camino para efectuar la reflexión sobre qué y porqué
enseñar, acatando la noción de que la memoria como dispensario repetitivo de una sociedad
no educa, precisa de una base critica que le ofrezca elementos para un ejercicio analítico de
la realidad, la historia.
Esta reciente noción tiene sus cimientos en la concepción de la memoria como derecho,
en el contexto protagónico de los años noventa con la marcada noción del derecho al
derecho, dentro del auge de los estudios sobre ciudadanía matizados con una fuerte
tendencia critica a la “notoria distancia entre los derechos de la ciudadanía reconocidos por
la ley por un lado y las practicas estatales y sociales que reflejan los lazos de dependencia
(clientelismo, asistencialismo) más que conciencia de autonomía o una subjetividad por el
otro”281.
Pensar la memoria desde la práctica reflexiva que proporciona la pedagogía no es un
referente que se reduce a la escolarización, pues “da cuenta de procesos de vinculación entre
los sujetos en perspectiva comprensiva de su propio pasado fortaleciendo sus acciones en el
presente”282 con reconocimiento e inclusión colectiva de subjetividades en los diversos
marcos sociales y su configuración en el auto reconocimiento desde los otros, al mismo
tiempo, que reflexiona sobre el sentido de la historia narrada.
El contexto de la unificación de Alemania comenzó a ser utilizada con frecuencia la
noción de Pedagogía de la Memoria para explicar los momentos traumáticos encajados en
transformaciones económicas a escala planetaria que provocaron cambios en los cuerpos
sociales e individuales, disponiendo nuevas formas de vincularse al pasado. La explicación
de esto requería de una pedagogía social que tomara la memoria como eje central de una
reflexión pedagógica y reconociera a los sujetos como históricos, temporales, constructores
de memorias con significaciones y proyecciones.
A partir del apremiante pedido social por saber qué aconteció, las prácticas pedagógicas
del recuerdo no se dieron a esperar. Actualmente se encuentra una variada gama de
experiencias institucionales y no institucionales de trabajo sobre memoria, que tienen en
281
JELIN, Elizabeth. Los derechos humanos y la memoria de la violencia política y la represión: la construcción
de un campo nuevo en las Ciencias Sociales. Cuadernos del Instituto de desarrollo económico y social IDES,
2003, p. 12.
282
RUBIO, Graciela. Educación y memoria desafíos y tensiones de una propuesta. Nómadas Revista critica de
Ciencias sociales y jurídicas, Universidad de Valparaíso, n. 15, 2007-I. p.4.
131
283
AGUILAR, Paloma. Politicas de la memoria y memorias de la politica, Op. cit. p. 32.“El estudio de las
generaciones está intimamente ligado al de la memoria, puesto que aquél ayuda a interpretar cómo evoluciona
ésta a medida que nuevas cohortes van liderando los destinos de un país. No solo ocurre que distintas
generaciones viven acontecimientos históricos distintos, sino que, aun viviendo los mismos, los interpretan y se
ven afectadas por ellos de forma peculiar.”
284
ROSEMBERG, Julia; KOVACIC, Verónica (Org). Educación, Memoria y Derechos Humanos: Orientaciones
pedagógicas y recomendaciones para su enseñanza. 1. ed., Buenos Aires: Ministerio de Educación de la
República Argentina; Organización de los Estados Americanos (OEA), 2010, p. 19.
285
RUBIO, Graciela. Educación y memoria desafíos y tensiones de una propuesta, Op.cit. p12.
286
CAMPOS, Darío; CHACÓN, Diana; RODRIGUEZ, Nelly. (Coord). Campos de pensamiento, Orientaciones
curriculares para el campo de pensamiento histórico. 1. ed. Bogotá: Imprenta nacional de Colombia, 2007.
132
Vale la pena preguntarse por los motivos de esta omisión: si se trata de la validación de
una memoria hegemónica nacional sentada en verdades históricas segregadoras y selectivas,
o la apuesta consciente de un ejercicio respetuoso hacia el pasado traumático, en esta
perspectiva
289
HERRERA, Martha; MERCHÁN, Jeritza. Pedagogía de la memoria y la enseñanza de la historia reciente, en:
DUARTE, Ricardo; Jiménez, Absalón (Org). Las víctimas: Entre la memoria y el olvido, 1. ed. Bogotá:
Universidad Distrital, 2012, p.138.
134
temporales de los lugares y contextos inmediatos en los que se encuentra inserida la escuela,
con el objetivo de participar en las estrategias nacionales de transición desde miradas
regionales, conectadas a las necesidades e intereses locales.
Cabe anotar que para el desenvolvimiento de este tipo de ejercicios se debe contar con
el acompañamiento y construcción colectiva de las prácticas educativas relacionadas con la
memoria histórica de parte de Instituciones, Organizaciones, Colectivos, Centros de Memoria
encargados del trabajo de memoria de diferentes grupos sociales, y a través de las secretarias
de educación agenciar procesos de formación que se suman esfuerzos para propiciar el
reconocimiento, de la construcción histórica realizada en la escuela sobre la historia reciente
del país.
Cuarto, la prelación del pensar y actuar en la escuela desde un enfoque de Derechos
Humanos y ciudadanía. El Programa de formación en Derechos Humanos, los estándares
básicos de competencias ciudadanas, Lineamientos en Ciencias Sociales290, Programa de
educación para la sexualidad, y actualmente la propuesta de Catedra de paz en la Ley 1732 de
2014, entre otros, han ganado un lugar preponderante dentro de la escuela, de hecho en la
mayoría de planes curriculares se refleja como un eje para la formación del sujeto, de ahí que
la aproximación a los Derechos Humanos no sea un espacio instrumentalizado indiferente al
reconocimiento de estos como el resultado de responsabilidades y participación y desarrollo
de compromisos personales y sociales.
La pedagogía de la memoria dista de la idea de ser una secuencia predeterminada y
univoca de indicaciones genéricas, o mucho menos un intento por la constatación neutral del
pasado o un ejercicio rutinario planteado por la normativa que remplace la historia. Por el
contrario, es una reflexión consciente, un abanico de posibilidades, entre los que la escuela
converge con muchos otros escenarios que influyen en la formación de sujetos políticos.
La formación del sujeto es reflejo de la incidencia relacional de la conciencia y cultura
histórica, es resultado de un sin número de procesos que constituyen al ser humano y su
concepción de mundo, concebida como “un conjunto de acciones colectivas de reflexión,
análisis y discusión permanente, orientado a la construcción y reelaboración de las posturas
290
MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, Estándares por Competencia, Formar en ciencias: el
desafío!, Op. cit., p. 21. “Asumo una posición crítica frente a situaciones de discriminación y abuso por irrespeto
a las posiciones ideológicas y propongo formas de cambiarlas (…) Utilizo mecanismos de participación
establecidos en la Constitución y en organizaciones a las que pertenezco”
135
que asumen los sujetos frente a las condiciones históricas, en las cuales se produce su
experiencia social e individual”291.
Encarar las experiencias pasadas y los horizontes de expectativa con una consideración
explicita de formación política de los sujetos recae en los procesos subjetivos y marcos
culturales de acción colectiva como intento de reconocer los ejercicios de legitimidad social
incorporada en una temporalidad contemplada dentro de escenarios de cambio y compromiso
público que envuelvan esfuerzos individuales y colectivos, anudado al compromiso ético y
político.
Conviene dejar claro que la pedagogía de la memoria como propuesta social trabaja de
la mano de la formación política, la conciencia historica de los sujetos dentro de la practica
social reconociendo y problematizando el lugar de enunciación de los mismos, para lo cual es
vital el incentivo a la construcción de conocimiento a través de la investigación, en donde
cuestiones que han estado camufladas entre olvidos y silencios voluntarios e involuntarios
puedan emerger y crear espacios de dialogo y comprensión en búsqueda de una cultura
histórica inclusiva, diversa y respetuosa de la idea de nunca más.
291
MENDOZA, Nidia; RODRÍGUEZ, Sandra. Subjetividad, formación política y construcción de memorias,
Pedagogía y saberes, n. 27 Bogotá Universidad pedagógica Nacional, 2007 p. 77-87.
136
CONSIDERACIONES FINALES
292
MONTEIRO, Ana Maria. Tempo presente no ensino de História: O anacronismo em questão, em Gonçalves
Marcia (Org.), Qual o valor da história hoje.?. 1. ed. Rio de Janeiro: Editora FGV, 2012, p. 164.
139
política e histórica de la memoria como campo teórico y metodológico con referencia directa
a las versiones históricas públicas y privadas, es decir, a las historias que nos constituyen
como sujetos. La memoria en el proceso pedagógico se torna una herramienta para pensar las
realidades de la cultura escolar.
En este orden, pensamos la enseñanza de la historia reciente de la mano de la
investigación escolar como eje transversal en el proceso de formación de los sujetos
pedagógicos, con quienes es importante la aproximación al uso de nuevas materias primas
historiográficas y nuevos mapas de conocimiento que amplíen el tratamiento del tema y
conduzcan al entendimiento del pasado de forma no lineal ni unicausal.
Las nuevas relaciones entre memoria y educación insisten en tomar la memoria como
medio y fin en una disposición de habla, escucha y pregunta como prerrequisito para tejer y
orientar recuerdos, desde este enfoque no solo se replantea la forma pasiva en que estudiantes
y profesores se remiten al pasado, sino que coloca un orizonte multiperspectivo de análisis y
comprensión del conflicto en cuanto su durabilidad, sostenibilidad y legitmidad, resultado de
variados factores: La tenencia y propiedad de la tierra, la política bipartidista clientelista, las
economías legales e ilegales, y la crisis humanitaria.
Las pedagogías de la memoria son un lugar de encuentro, que puede ser descrito como
interdisciplinar, donde fluctúan las responsabilidades de la escuela y la sociedad en general.
Sin embargo, la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras 1448-2011 es clara al derogar la
responsabilidad del trabajo con memoria en la escuela al componente de historia y ciencias
sociales. Esto le implica a las facultades de educación formadoras de maestros y maestras
situar dentro del núcleo disciplinar específico la preparación sensible y autónoma de los
profesionales que enfrentaran en el aula a la circulación oficial de materiales didácticos,
propuestas y versiones en el marco del boom de la producción de memoria, del que no escapa
el mercado editorial.
Uno de los mecanismos prácticos y eficientes con los que cuenta la escuela en Colombia
son los proyectos transversales avalados en la Ley General de Educación 115 de 1994. Los
proyectos transversales se postulan como espacios para trabajo conjunto, acciones sistémicas,
dialógicas e interdisciplinares donde la formulación de proyectos y propuestas puede
potencializar la mediación responsable de niñas, niños y jóvenes como emprendedores de
memoria.
140
Finalmente vale la pena decir que la ubicación y análisis del marco jurídico para la paz
en Colombia en cuanto eje motivador para pensar los ejercicios de memoria en la escuela,
evidencia que el tránsito entre pasados-presentes y presentes-pasados se torna una actividad
con sentido político, que inevitablemente nos conduce a reflexionar el conflicto armado como
resultado de la yuxtaposición de factores que deben ser atendidos estructuralmente junto con
la revisión de las demandas sociales, económicas, políticas, culturales y ambientales para una
sociedad más justa y equitativa.
En el atendimiento estructural en el que se solventa la propuesta de paz, la escuela cobra
un lugar protagónico, no sólo, pensada en el marco de la heredada tarea de reproducción y
transmisión de verdades históricas, sino en la promoción consciente de cuestionamientos
históricos, holísticos y sistemáticos que hagan de la práctica pedagógica una propuesta
científico social. Sin embargo, es vigente la discusión sobre la brecha entre la formulación de
política educativa y los requerimientos del marco jurídico para paz, dado que los estándares
nacionales e internacionales de la educación por competencias continuarán trabajando y
evaluando con base en los contenidos validados dentro del sistema educativo por
competencias.
Entonces, nos preguntamos ¿qué lugar ocupan los ejercicios de memoria en un sistema
que se preocupa más por la regulación del sujeto que por la formación política del mismo?,
¿Cuáles serán los criterios para establecer los mecanismos, pautas y contenidos de las
memorias que circularán en la escuela sobre el conflicto? ¿la memoria social será un lugar de
enunciación o un lugar de decantación de cargas curriculares en la escuela?. Por estos, y
muchos otros cuestionamientos que aquejan las propuestas colocadas en el escenario escolar,
no dejamos de pensar que la transición es un escenario en construcción que no se exenta de
tensiones y discusiones, a las que conviene se sumen los maestros y maestras, pues al fin y al
cabo, son los sujetos pedagógicos los que materializan en el día a día los proyectos
institucionales, incluido el proyecto de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.
141
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149
ANEXOS
Periodos de política
Etapas del conflicto Principales grupos anti Períodos de la política mundial, marcadores de
armado estatales colombiana y legitimidad, de interés
marcadores de para el conflicto armado
legitimidad colombino
Guerra de guerrillas en los MOEC, FUAR, ELN Frente Nacional y estado Crisis del MCI, Paris mayo
márgenes, 1962–1985 FARC, EPL, M – 19 de sitio. Primera crisis 68, guerra de las drogas
Legalización de electoral del Frente (1974 – presente)
organizaciones Nacional 1970 Comienzo de la “transición
paramilitares locales 1965/ a la democracia” Triunfo
1968 – 1989 Sandinista.
Fuente: Palacios Marco, La violencia publica en Colombia 1958 – 2010, Bogotá 2012, p.42.
Tabla de ilustración de las fases del conflicto propuestas por el autor.
150
2011 Sentencia La Sala de Justicia y Paz “DÉCIMO NOVENO.- Exhortar a la Secretaría de Dirección de Calidad: Asistencia
argumentó, tanto en Educación del departamento de Arauca, un informe en Técnica a la SE Arauca sobre el
Sentencia materia de los tipos el que se verifique el goce efectivo del derecho a la Plan Territorial de Formación
Tribunal de penales que les endilgó a educación indicando si estos centros educativos están Docente; Programa para el
Bogotá. Sala los sentenciados, como a lo en funcionamiento, cuántos estudiantes están Ejercicio de los Derechos
Justicia y Paz relacionado con las vinculados a estas instituciones, las condiciones de Humanos (sobre Cátedra de
reparaciones ordenadas. seguridad e infraestructura de los mismos, con el fin de DDHH) y Competencias Básicas
http://www.derec determinar la situación actual de estos centros y (sobre reconstrucción de Historias
ho.unal.edu.co/uni Indemnización y restituir a la población su derecho a la educación”. locales).
jus/pj29/02_pj_29 reparación víctimas VIGÉSIMO.- Exhortar a la Secretaría de Educación del
.pdf Bloque Vencedores de departamento de Arauca para que implemente una
Arauca cátedra sobre derechos humanos y reconstrucción de
memoria histórica regional en los centros educativos
del departamento de Arauca.
VIGÉSIMO PRIMERO.- Exhortar a la Unidad
Administrativa Especial para la Atención y reparación
a las Víctimas y al Centro de Memoria Histórica,
adscritos al Departamento Administrativo de la
Presidencia de la República (art. 146 y 166, Ley 1448
de 2011), para que capacite al personal docente de las
instituciones educativas del municipio de Arauca, en
Derechos Humanos.
2009 Auto 006 de 2009 Seguimiento a la Sentencia "El Ministerio de Educación, indica que 2.156 personas 1. Se hizo entrega de avances de
Corte T-025 de 2004. en situación de desplazamiento y discapacidad han sido las estrategias en los proyecto
constitucional. atendidas en instituciones educativas especiales, pero piloto en el informe de 30 de
Protección de las personas ni siquiera presenta información sobre la demanda y octubre del 2009.
http://www.vertic desplazadas, con necesidades específicas de esta población, ni sobre
e.gov.co/Portals/0 discapacidad, en el marco acciones detalladas que permitan inferir que más que 2. Se realizó mesa de trabajo
/Documentos/Aut del estado de cosas ser recibidas en centros educativos, se ha previsto con la sociedad civil con el
o%20006%20de inconstitucional declarado acciones para garantizar una verdadera inclusión fin de hacer observaciones a
151
%202009.pdf en la sentencia T-025 de educativa de esta población." p 66 las estrategias propuestas por
2004” “la sensibilización de la población, a través de el MEN en el sector
campañas de educación encaminadas a eliminar educativo.
prejuicios, estereotipos y otras actitudes que atentan
contra el derecho de las personas a ser iguales, 3. Entrega de informe de
propiciando de esta forma el respeto y la convivencia avances a la Corte
con las personas con discapacidad” p 69. Constitucional el 19 de abril.
2008 Directiva No. 019 Asunto: Instrucciones para Requerir al Ministerio de Educación Nacional, a la El Ministerio de Educación
de 2008 garantizar los derechos de Secretaría de Educación Departamental y a las informó acerca del desarrollo de
Procuraduría las víctimas de los hechos Secretarías de Educación municipales de pradera, un plan (2010) dirigido a los
General de violentos sucedidos en el Bolívar, Riofrío y Trujillo, para que garanticen que el municipios de Trujillo, Pradera,
Nación, municipio de Trujillo, proceso educativo no contenga en sus currículos, Bolívar y Riofrío que apunta al
CASO Valle del Cauca. material educativo y prácticas pedagógicas que desarrollo de competencias
TRUJILLO – incluyan tesis revisionistas, reduccionistas o que ciudadanas y a la educación en
VALLE nieguen los hechos violentos sucedidos en Trujillo, de derechos humanos con énfasis en
manera que la educación sirva de base para la la recuperación de la memoria
http://www.memo transformación cultural requerida para la reducción de histórica; y que en este sentido
riahistorica- la violencia y para sentar las bases de la no repetición. avanza la labor de la Secretaría de
cnrr.org.co/archiv Educación del Valle, en conjunto
os/arc_docum/Inf con los directivos de los
orme%20Seguimi establecimientos educativos de los
ento%20Trujillo.p municipios que nos ocupan, a
df efectos de
elaborar un diagnóstico en
152
materia de infraestructura y
componentes temáticos.
Tipo de acción
Fuente: GUITIERREZ, Francisco. Tendencia del homicidio político en Colombia, IEPRI, 2006.
153
Semillas de libertad y La propuesta está dirigida a las familias afrocolombianas que se asientan sobre
resistencia: los márgenes del Río Caunapi, en el pacífico colombiano. Desde su
perspectiva, se busca establecer relaciones con el territorio con el que las
comunidades afrodescendientes han creado especiales vínculos, territorio que
ha sido violentado de manera sistemática por distintos actores del conflicto.
Esta experiencia señala, entre otras, cómo la guerra en Colombia ha afectado de
manera diferencial a las “minorías” étnicas.
“Generación de paz” Es una apuesta de docentes y estudiantes de educación básica y media del
distrito capital. Se trata, entonces, de una apuesta liderada desde y para los
estudiantes escolarizados, que buscan aportar a la construcción de ciudadanos
capaces de aportar para la paz. Propuestas como esta con postulados de escuela
como formadora de sujetos en derechos humanos.
Granada, Antioquia, La Asociación de Víctimas Unidas de Granada, emprendió en el año 2006 una
experiencia liderada por la serie de acciones para condensar esfuerzos en la reconstrucción del tejido
asociación de víctimas social del Municipio. “El salón del Nunca Más es una muestra de los procesos
Asovida. de memoria histórica que se lideran en el municipio. Cuando uno ingresa por
primera vez se encuentra muy oscuro y silencioso, pero a medida que se
encendían las luces, los rostros de las víctimas de paramilitares, guerrilleros y
ejército comenzaban a hablar su propia historia. En las paredes reposan
expuestas las heridas que dejaron los enfrentamientos, las masacres colectivas,
las explosiones y la destrucción del pueblo.”
154
ILUSTRACIONES
Ilustración 5 Bases militares en territorio colombiano con acceso Estadounidense . Ilustración 6 Víctimas del conf. armado interno 1985 – 2013.
Arte y diagramación
Helda Sepulveda
Como la memoria es una selección, ha sido preciso escoger entre
todas las informaciones recibidas, en nombre de ciertos criterios; y
estos criterios hayan sido o no conscientes, servirán también, con toda
probabilidad, para orientar la utilización que haremos del pasado.
(Todorov, 2008.)
Tabla de contenido
Presentación
Introducción Pag
18
2.2. ¿Qué podemos decir sobre la relación entre historia y memoria? ........... 19
2.3. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de Memoria histórica? ............ 20
2.4. ¿A qué se refiere la cultura histórica según Rüsen? .................................. 21
2.5. ¿Cuál es la relación entre justicia y memoria? ............................................. 22
4 Reflexiones finales. 32
5 Materiales y herramientas.
Referencias.
33
Presentación
1
MINISTERIOS DE EDUACIÓN, COLOMBIA, Lineamentos curriculares, Bogotá: MEN, 2002, Eje 1 y 2 pro-
blemático para aprendizaje significativo.
2
Universidade Federal de Mato Grosso, Cuiabá, Brasil.
3
Coordenação de aperfeceiçoamento de pessoal de nivel superior.
5
Introducción
4
LIZARRALDE, Mauricio. Ambientes educativos y territorios del miedo en medio del conflicto armado:
estudios sobre escuelas del Bajo y Medio Putumayo, Revista colombiana de educación, n 62, Bogotá:
Universidad Pedagógica Nacional, 2012, Pp. 21-39. “Ambiente educativo entendido como territorio con-
figurado por las características del entorno de los sujetos y de las interacciones de los sujetos mismos,
fuertemente articulados y que condicionan las circunstancias de su interacción cotidiana, comprendien-
do tanto lo tangible de los significados.”
5
UNESCO, The Dakar framework for action. Acceso 05 Ene. 2015. En http://unesdoc.unesco.org/ima-
ges/0012/001211/121147e.pdf
6
GRUPO DE MEMORIA HISTÓRICA, Informe Basta Ya. Colombia: Memorias de guerra y dignidad, 1ed.,
Bogotá: Imprenta Nacional, 2013, p. 31, 34.
6
Esta experiencia histórica ha dejado claro que es necesario acudir a la paz
bajo términos legales que dispongan del carácter jurídico para dialogar. En 2011
se creó la Ley de víctimas y restitución de tierras 1448, más conocida como marco
legal para la paz, posterior a la creación de la Ley de Justicia y Paz 975 de 2005.
7
propuesta para el desarrollo de ejercicios de la memoria, desde los intereses
locales y el desenvolvimiento de competencias interpretativas y narrativas
críticas en la escuela. Y finalmente socializa lo que hemos denominado caja de
herramientas, un conjunto de materiales, enlaces, producciones que ayudarán
en el tratamiento del tema.
8
1
1. Caminos de aproximación entre memoria, historia y escuela.
9
1.2. ¿Por qué hablar de memoria en la escuela?
La disciplinarización de la historia en el siglo XIX y principios del XX se
propuso como narrativa memorial teleológica, relacionada con la educación
cívica en respuesta a las demandas tiempo-espaciales de lo que significaba la
construcción de una nación.
7
RODRÍGUEZ, Sandra. Memoria y olvido: usos públicos del pasado desde la Academia Colombiana de
Historia (1930-1960), Bogotá: Universidad Nacional, 2013, p. 41.
8
“Las identidades nacionales también desempeñan funciones internas, más íntimas que atañen a los
individuos de las comunidades. Entre éstas, la más evidente es la socialización de sus miembros para que
lleguen a ser ciudadanos “naturales” de la nación. Esta función es desempeñada por los sistemas públi-
cos de educación normalizada y obligatoria, por medio de los cuales las autoridades estatales esperan
inculcar en sus miembros adhesión a la nación y una cultura moderna y singular” SMITH, Antony. (1991)
Cit, en: CARRETERO, Mario. Documentos de identidad, la construcción de la memoria histórica en un
mundo global, Op. Cit. p.44.
10
aprendizaje histórico9, más que un proceso cognitivo, encarna un proceso de
formación política para la estructura de la conciencia histórica.
Así, entender que “La necesidad de memorias implica, por otro lado,
reconocer su carácter social y colectivo. donde el individuo porta sus memorias, las
produce y las comparte”11 en una ubicación social, hace parte de la relación entre
enseñanza de la historia y ejercicios de memoria como sentido en la formación
de una cultura histórica establecida por los sujetos a partir de la significancia de
su pasado.
9
RÜSEN, Jörn. Aprendizado Histórico, em: SCHMIDT, Maria; BARCA, Isabel; REZENDE, Estevão. (Org.)
Jörn Rüsen e o ensino de História, ed.1, Curitiba: Ed. UFPR, 2010, p.43. “El aprendizaje histórico puede,
por tanto, ser comprendido como un proceso mental de construcción de sentido sobre la experiencia
del tiempo a través de la narrativa histórica, en la cual las competencias para tal narrativa surgen y se
desenvuelven”.
10
JELEN, Elizabeth. Los trabajos de la memoria, Op. Cit. p.70.
11
DA SILVA, Ludmila. Pasados en conflicto. De memorias dominantes, subterráneas y denegadas, en:
BOHOSLAVSKY, Ernesto. Problemas de historia reciente del Cono Sur, 1 ed. Buenos Aires: Prometeo
Libros, 2010. p.101.
11
tiempo histórico susceptible a ser preconfigurado, configurado y reconfigurado12.
El proceso enseñanza-aprendizaje de la historia es un lugar estratégico para la
formación de un conocimiento histórico construido y reproducido a partir de
modalidades escritas u orales sobre memorias específicas. “La relación enseñanza,
memoria e historia, que se presupone, antes que nada, como un compromiso
frente la construcción de identidades en la situación presente desde la cual cada
sociedad recuerda.”13 Siendo así, un escenario potencial para la manutención
de un discurso histórico.
12
Tres momentos que en la concepción hermenéutica de Paul Ricoeur componen la poética de la
narratividad. RICOEUR, Paul. Tempo e narrativa, V3, Campinas: Papirus, 1997.
13 FUNES, Graciela. La enseñanza de la historia reciente/presente, Revista Escuela de Salta, V.1, n.5,
Universidad Nacional de Salta, 2006, p 90- 102.
14 RUSEN, Jorn. Aprendizado Histórico, em: SCHMIDT, Maria; BARCA, Isabel; REZENDE, Estevão. (Org),
Op. cit., p. 47.
12
inseguridad social, y 2) los clamores de las víctimas15. La memoria es presentada,
básicamente, centrada en una dimensión político-institucional dentro de una idea
del sistema democrático.
15
En ningún caso las instituciones del Estado podrán impulsar o promover ejercicios orientados a la
construcción de una historia o verdad oficial que niegue, vulnere o restrinja los principios constitucionales de
pluralidad, participación y solidaridad y los derechos de libertad de expresión y pensamiento. Se respetará
también la prohibición de censura consagrada en la Carta Política. (MIN. JUSTICIA, Párrafo Art 143, 2011,
p. 73)
16
LEVIN, Florencia, FRANCO, Marina, La historia reciente en la escuela. Nuevas preguntas y algunas
respuestas, Revista Novedades educativas, N 202, Buenos Aires, 2007.
13
Articulo Texto jurídico Observaciones/
público objeto
Art. 117. Las mujeres a quienes se les restituya o Mujeres víctimas a quienes
Prioridad en formalice predios en los términos de la se les debe favorecer con
los beneficios presente ley tendrán prioridad en la aplicación especial protección del
consagrados en de los beneficios a que se refiere la ley 731 de Estado, para garantizar
la LEY 731 DE 2002, en materia de crédito, adjudicación de el debido proceso de
2002. tierras, garantías, seguridad social, educación, restitución contemplado en
capacitación y recreación, subsidio familiar, la Ley.
planes y programas de reforestación, y jornadas
de cedulación.
14
Art. 149. La creación de una pedagogía social que Acciones de fortalecimiento
Garantías de promueva los valores constitucionales que para la reparación efectiva
no repetición. fundan la reconciliación, en relación con de la población víctima.
los hechos acaecidos en la verdad histórica;
Diseño de una estrategia única de capacitación
y pedagogía en materia de respeto
15
Art. 189. Componente 2: La construcción de la
Componentes propuesta pedagógica debe
Actividades de pedagogía. Este componente partir del reconocimiento de
del Programa
se desarrollará en concordancia con el Plan experiencias de diferentes
de Derechos
Nacional de Educación en Derechos Humanos, instituciones que han
Humanos
conjuntamente con trabajado el tema.
y Memoria
Histórica. los Ministerios de Educación Nacional y Cultura,
con el Programa Presidencial para la Protección
y vigilancia de los Derechos Humanos y Derecho
Internacional
16
1.6. ¿Qué son las pedagogías de la memoria?
Las pedagogías de la memoria son una posibilidad para las sociedades que
buscan salir de procesos de violencia prolongada y precisan de instrumentos
que ayuden les a pensar socialmente su historia, proporcionando tanto
interpretaciones generales como particulares respecto a los procesos históricos
en un eje reflexivo.
17
RUBIO, Graciela. Educación y memoria desafíos y tensiones de una propuesta, Nómadas Revista
critica de Ciencias sociales y jurídicas, Universidad de Valparaíso, n. 15, 2007-I. p.4.
18
ROSEMBERG, Julia; KOVACIC, Verónica (Org). Educación, Memoria y Derechos Humanos: Orientaciones
pedagógicas y recomendaciones para su enseñanza, 1. ed., Buenos Aires: Ministerio de Educación de la
República Argentina; Organización de los Estados Americanos (OEA), 2010, p. 19.
19
RUBIO, Graciela. Educación y memoria desafíos y tensiones de una propuesta. Op. Cit. p12.
17
Las pedagogías de la memoria son puentes entre las versiones oficiales y no
oficiales de los acontecimientos, conduciendo a la problematización del tiempo
y curiosidad epistemológica de lo estético, político y cognitivo reflejado en las
narrativas instituidas en el presente; la pedagogía de memoria puede llegar a
revertir el orden formal del tiempo en el que han sido narrados los hechos -en su
mayoría lineal- no desde la negación, sino en el dialogo crítico de su estructura.
1.
2
2. Pensamientos conceptuales sobre los ejercicios de memoria.
20
SARLO, Beatriz. Tiempo pasado Cultura de la memoria y giro subjetivo una discusión, 1. ed. Buenos
Aires: Siglo XXI Editores, 2011.
18
Pensar históricamente por medio de la narración, es asumir la narrativa como
producción humana y construcción cultural que da cuenta de la ejemplificación
espacio-temporal, para ser interpretada y analizada en una lógica procesal, de
empatía y devenir histórico. Como afirma Ricoeur21, el estudio del relato es un
“instrumento cognitivo” impuesto al término de enfoques cada vez más precisos,
en el descubrimiento de dificultades relativas al conocimiento histórico, que solo
la interpretación narrativa puede colocar al descubierto.
Historia y memoria son diferentes, aun cuando es evidente que ambas tienen
relaciones estrechas y que la historia se apoya, nace, de la memoria. La memoria
es el recuerdo de un pasado vivido o imaginado, por esa razón, la memoria
siempre está cargada de significado, por naturaleza es afectiva, emotiva, abierta
a todas las transformaciones, vulnerable a toda manipulación, susceptible de
permanecer latente durante largos períodos y de bruscos despertares.
21
RICOEUR, Paul. La memoria, La hitoria, el olvido. Buenos Aires: Fondo de Cultura Economico, 2013.
P 315.
22
VEZZETTI, Hugo. Pasado y presente, guerra dictadura y sociedad en Argentina, 1. Ed., Buenos Aires:
Siglo XXI editores, 2009.
19
2.3. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de Memoria histórica?
En este caso, la memoria histórica será entendida como las narrativas que se
incorporan en un cuerpo social respecto a las vivencias personales y colectivas,
sobrevivientes a disputas y sentidos que entran en tensión cuando buscan
controlar el recuerdo u olvido, así, la reconstrucción de la memoria histórica
pasa por la identificación de repeticiones ritualizadas, olvidos selectivos e
instrumentalización del pasado.
23
AGUILAR, Paloma, Políticas de la memoria y memorias de la política, Op. Cit. p. 64.
20
La conciencia histórica puede ser descrita como la actividad mental de
la memoria histórica, que tiene su representación en una interpretación
de la experiencia del pasado dirigida a comprender las actuales
condiciones de vida y a desenvolver perspectivas de futuro en la vida
practica conforme la experiencia.24
24
RÜSEN, Jörn. O livro didático ideal, em: SCHMIDT, Maria; BARCA, Isabel; REZENDE, Estevão. (Org.) Jörn
Rüsen e o ensino de História, ed.1, Curitiba: Ed. UFPR. 2010. Versión original: “A consciência histórica
pode ser descrita como a atividade mental da memória histórica, u tem sua representação em uma inter-
pretação da experiência do passado encaminhada da maneira a compreender as atuais condições de vida
e a desenvolver perspectivas de futuro na vida prática conforme a experiência.” p. 112.
25
HALBWACHS, Maurice. La memoria colectiva, Op. Cit. p. 127.
26
RÜSEN, Jorn. ¿Qué es la cultura histórica? Reflexiones sobre una nueva manera de abordar la historia,
en: FUSSMANN, K; GRUTTER, H.T; RÜSEN, J (Org), Geschichtskultur Heute, Historische Faszination, 1994,
p. 3-26.
21
Rüsen parte de reconocer la cultura histórica como la realización y
actualización de un determinado tipo de memoria, circulante en una arena de
tensiones e intereses por la representación que se tiene del pasado: “la cultura
histórica se puede definir como la articulación práctica y operante de la conciencia
histórica”27 es una manera particular de abordar interpretativamente el tiempo de
experiencia, una rememorización histórica por medio de recuerdo, entendiendo
que, en este caso, el recuerdo es un procedimiento mental de la conciencia
histórica. “El recuerdo es una modificación especifica de la representación, al
menos en cuanto recuerdo primario o retención”28.
27
RÜSEN, Jorn. ¿Qué es la cultura histórica? Reflexiones sobre una nueva manera de abordar la historia,
en: FUSSMANN, K; GRUTTER, H.T; RÜSEN, J (Org), Geschichtskultur Heute, Op. Cit., p.4.
28
RICOEUR, Paul. La memoria, la Historia, el olvido. Op. Cit., p. 72.
29
SARLO, Beatriz. Tiempo Pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo una discusión. Op. Cit., p.57
22
La relevancia que tiene la verdad judicial para la construcción de memoria,
a pesar de los límites y las posibilidades de la misma, nos coloca ante reflexiones
necesarias de algunos postulados de las políticas de la memoria, en nuestro
caso, la Ley 1448-2011, instalados en interpretaciones que exceden la definición
vital jurídica, al mismo tiempo, que desilusionan los deseos de la sociedad civil,
afectando muchas veces su objetivo primario: el derecho a la verdad, justicia y
reparación.
3
3. Posibles caminos para hacer memoria
De nuestra parte se sugiere una ruta metodológica que involucra tres niveles:
Instalación del tema en el contexto escolar, trabajo en la práctica pedagógica y
sistematización docente, como posibilidad de concebir de forma transversal los
ejercicios de memoria.
30
RODRÍGUEZ, Sandra. Memoria y olvido: usos públicos del pasado desde la Academia Colombiana
de Historia (1930-1960), Bogotá: Universidad Nacional, 2013, p. 29. “En la producción académica su
delimitación conceptual y metodológica es imprecisa lo cual se expresa en una abundante producción
que se autodefine como investigación acerca de la memoria, porque involucra fuentes orales, testimonios
o historias de vida sin que ello implique un análisis de las dimensiones conceptuales y metodológicas de
este tipo de estudios.
23
Estrategias:
Actividades
24
3.2. Nivel práctica pedagógica.
Estrategias:
Actividades
25
- Dialogar sobre los hechos de conocimiento colectivo, a partir de interrogantes
sobre la circulación de conocimiento históricamente aceptado que se convierte
en memoria.
La cultura escolar dialoga con las intersubjetividades históricas de los sujetos que
la construyen, así, que permite preguntarnos por la función de la narrativa en
los ejercicios de memoria en la escuela, las formas como se acerca al pasado,
los discursos y dispositivos que se hacen evidentes al pensar: temas traumáticos,
personajes, nombres propios, formas de selección de imágenes portadoras de
sentido.
En esta medida la vida privada más allá de los grandes hechos nos
ubica en lugares íntimos, cotidianos, donde los sujetos se desentienden
del espacio público31, donde se aventuran a desentrañar memorias
subterráneas, narrativas familiares y tradiciones generacionales.
31
DUBY, Georges. História de la vida privada, Tomo II De la Europa feudal al renacimento, Madrid:
Taurus, 1988.
26
privado nos coloca en el reto de comprender las manifestaciones, estrategias,
decisiones consientes o inconscientes de convivir con violencias públicas.
32
JELEN, Elizabeth. Los trabajos de la memoria, Op. Cit., p.69.
27
pero también puede estar marcado por las memorias grupales, momentos de
encuentro, fiesta y celebración o por los mitos locales.33
33
RIAÑO, Pilar. La memoria viva de las muertes. Lugares e identidades juveniles en Medellín, Análisis
Político, n. 41, 2000, pp. 23-39.
34
CNRR, Recordar y narrar el conflicto. Herramientas para reconstruir memoria histórica, 1. ed.,
Bogotá: CNRR, 2009. p. 82. “Al usar los mapas como herramienta para recuperar memoria se registra
el conocimiento que la persona tiene del espacio como componente clave del conocimiento local. En
particular la elaboración de mapas como método para construir memoria histórica explora las maneras
en que las memorias individuales y locales están ancladas en los lugares (reminiscencias de muerte,
destrucción, resistencia y pertenencia) y cómo a la vez los lugares están hechos de memorias, es decir
cómo la memoria tiene también una cartografía, y la habilidad de las personas de evocar estos cambios
y marcas del pasado mediante un mapeo espacial del entorno y de sus recuerdos.”
28
una metodología, solventada por una aproximación conceptual reflejada en un
quehacer pedagógico de nuevos saberes y formas de hacer.
35
TORRES, Ingrid. La sistematización uma herramienta pedagógica para la construcción de conciencia
histórica en la escuela, Anales XIV Congresso internacional das jornadas de educação histórica: Debates
contemporáneos, Goiânia: 2014.
29
Estrategias:
Actividades
• Ejercicio de escritura.
36
Proyecto Educativo Institucional.
30
los resultados de las actividades? ¿Cuál ha sido el monitoreo y registro
de las actividades? ¿Cuáles han sido los puntos críticos en el desarrollo
de la experiencia? ¿cuáles han sido los logros de la experiencia? ¿a qué
personas involucran los logros y las dificultades de la experiencia?. Para
este punto es importante realizar una línea de tiempo con actividades y
objetivos alcanzados.
31
4 Reflexiones finales.
37
JELIN, Elizabeth. Los trabajos de la memoria. Op. Cit. p. 74.
32
El recuerdo individual y colectivo que se teje en el marco de la ejecución
de políticas de la memoria, como la Ley de Victimas y restitución de tierras, no
deberá quedar anclado en el efecto simbólico de la reconstrucción de memoria
histórica, sino, debe servir de fundamento social y político para la interpelación
en la función, recuperación y articulación de mecanismos de justicia y verdad.
5 Materiales y herramientas.
Ubicación: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/index.php/multimedia/
videos/1105-rostros-y-palabras-marcha-por-la-paz-9-de-abril-de-2013
Ubicación: http://centromemoria.gov.co/
Ubicación: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/documentos/informes/
informes2009/recordar-narrar-el-conflicto.pdf
33
Descripción: Este documento es una caja de herramientas que ofrece elementos,
estrategias y bocetos para el trabajo de la memoria histórica sobre el conflicto
armado interno. Contiene una importante aproximación pedagógica para trabajo
con memoria.
Ubicación: http://rutasdelconflicto.com/
Ubicación: https://soundcloud.com/memoriahistorica
Descripción: Con el eslogan “en sintonía con todas las voces, las memorias y
la verdad para construir caminos de paz y reconciliación”, Conmemora Radio
nace como parte de la estrategia de difusión y pedagogía del informe general de
Memoria Histórica, ¡Basta ya! y como un medio para dar a conocer las tareas en
las que avanza en CNMH.
Ubicación:http://www.obserpaz.org/experiencias-paz.shtml?apc=q-1----&x=779
Descripción: Este lugar web alberga crónicas e historias de paz, con diseños
implementados, estrategias de transformación cultural, modelos flexibles,
programas educativos formales y no formales, orientados a desarticular violencias
culturales y fortalecer prácticas de convivencia que hagan de la Paz una posibilidad
para la vida.
34
Nombre: Jóvenes construyendo la paz tras vivir conflictos armados
Ubicación: http://www.voicesofyouth.org/es/posts/jovenes-construyendo-la-paz-
tras-vivir-conflictos-armados
Ubicación: http://www.cinep.org.co/index.php?option=com_docman&task=cat_
view&gid=86&Itemid=146&lang=es
Ubicación: http://www.cinep.org.co/index.php?option=com_docman&task=cat_
view&gid=58&limit=7&order=name&dir=ASC&Itemid=123&lang=es
Ubicación: http://issuu.com/miguelladrong/docs/jcpcartilla1_impresi_n
Nombre: El Toque
Ubicación:http://www.rnw.nl/espanol/article/paz-en-colombia-
%C2%BFqui%C3%A9n-negocia-por-los-j%C3%B3venes
35
Descripción: Es un sitio Web en el que reposan materiales audio, visuales y
gráficos sobre la realidad de los jóvenes y el conflicto. Hace alusión a la condición
en los barrios y comunidades.
Ubicación: https://www.youtube.com/watch?v=yphiHq64Sfc#t=186
Ubicación: http://www.iconoclasistas.net/post/manual-de-mapeo-colectivo-en-
pdf/
Ubicación: http://www.ihtp.cnrs.fr/
Ubicación:https://www.youtube.com/watch?v=LbuXjhEDUYY&feature=youtube
_gdata_player
36
discursos nacionales de las fuerzas militares colombianas durante el gobierno de
Alvaro Urbe Velez y su política de gobierno: Seguridad democrática.
Ubicación: http://www.edualter.org/material/guatemala/home.htm
37
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39