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Capftulo 4 Las teorias de la evolucién antes de Darwin. Segin el antropélogo Claude Lévi-Strauss’, la capacidad de clasificar (y la vocaci6n, agregarfamos nosotros) es algo inherente al ser hu- mano. Siguiendo esta aptitud podemos agrupar los mas diversos objetos co- mo botellas, estampillas o herramientas, segtin su lamafio, su aspecto, el material que los constituye 0 su funcién. También pueden agruparse seres vivos como plantas 0 animales, y hasta personas. Existen clasificaciones basadas en !a observacion, pero cuando se desea ir més alld de lo observado, ya no alcanza con lo que se puede ver, pesar 0 medir; es necesario agregar a lo que se ve que es, lo que se su- pone que es. Se trata entonces, de clasificaciones basadas en hipdtesis o de- ducciones teéricas.*En uno u otro caso, sin embargo, el elemento esencial es la manifestacién de ciertas relaciones entre los elementos que constitu yen esa agrupacién y que permiten reconocerlos como iguales o similares, frente a otros, diferentes. Desde este reconocimiento de tas similitudes, has- ta Ja constitucién de una serie de etapas ordenadas en una escala que vaya de lo mas simple a lo mds complejo, hay sdlo un paso. Las primeras clasificaciones Ya Aristételes?, sin duda uno de los mas grandes fildsofos de la humanidad, se enfrenté con el problema de la clasificaci6n. Existen para él seres no vivientes, constituidos por simples combinaciones de los cuatro elementos; pero también hay cuerpos cuyas partes se hallan coordinadas entre sf, de modo que el movimiento de cada una de ellas va dirigido a un fin dado, y todas cooperan para alcanzar un fin superior. Son los seres vi- jentes, que Aristételes II Anicos, porque sus partes son Grganos 0 instrumentos de ese fin 0 ee nets Ja funcién la que crea al Srgano”, nos dice, evidenciando asf su idea de que todo el universo esté dor ad por cl principio de finalidad: los 6rganos existen, ya que deben cumplir ciertas funciones vitales. Los seres vivientes, a su vez, forman una escala ascenden- te en la que se disponen segin la complejidad de las'funciones que deban cumplir; asf existen principalmente tres grados 0 tres especies de vidas og mas: la vegetativa, propia de las plantas, la sensitiva, que se agrega a la ve- getativa y es propia de los animales, y la intelectiva, que unida a las otras dos, hace capaz al ser humand'de aleanzar el conacimiento, La vida, de es- ta manera, se puede ordenar en una serie continua, donde cada eslab6n apenas si puede distinguirse del siguiente. “Desde el reino inanimado a los seres vivientes, la naturaleza pasa por grados tan pequefios y tan continuos, que su linea de separaciGn se nos hace imperceptible...”* Aristételes advierte que la vida fue aumentando en complejidad y que la inteligencia también aumenta en relacin con esa.complejidad. Vista desde nuestros dias, la obra de Aristételes aparece como una gigantesca sistematizacién del conocimiento, bajo la cual subyace una verdadera y primigenia teorfa de la evolucin. A pesar de conocer sdlo un reducido ntimero de especies, intenté clasificar las plantas en hierbas, ar- bustos y arboles, aunque la vida animal fue lo que més atrajo su interés. Por e0 s¢ lo reconoce como ef padre de la zoologia, aunque se supone que tu- vo sus precursores en el fecundo mundo griego anterior al siglo V. See les rechaza {as clasificaciones exclusivamente dicotémicas, es decir, bas das en una continua divisién en dos grupos opuestos y contradictorios. En el gran grupo de los animales sanguineos, in ae los mamiferos, que él llama a los pajaros, los repiiles y 10s anfibios, que llama oviparos, y los peces. La otra gran agrupacién de animales la constituyen los carentes de sangre, y allf incluye a los mariscos y los insectos. El hombre es conside- rado a veces entre los animales viviparos y otrds, lo coloca como una espe- cie aparte Tan grande fue el aporte de Aristételes que muchos especialis- tas afirman que la clasificacin sistematica en zoologia no prosperd mucho entre su figura y la de Linneo, en el siglo XVII. Fijismo y transformismo El naturalista sueco Karl von Linné’, mas conocido como Lin- neo, desarrollé un sistema de clasificacién basado en el concepto de espe- cie ya enunciado por el inglés John Ray en el siglo XVII. Para Ray, una es- 52 pecie es un conjunto de individuos semejantes, que tienen antepasados c munes. Linnea, por su parte, agrega a sale conctatp araupiselén: cart especie tiene un tipo ideal, algo asf como un modelo o patrdr, con el cu: es, scaible Canipatar eas individ comparar cada individuo encontrado. De esta manera los orga- nismos fueron agrupados junto al tipo ideal cue mas se les parecta. En es- te sistema, varias e: jes similares podfan agruparse en-una categoria ma- yor-llamada género; los géneros, a su vez agruparse en familias, éstas en Srdenes, y los Ordenes en clases. Las clases pueden también constitur un grupo mayor llamado filum, (aunque habitualmente se usa la forma latina phylum y su plural, phyla). Finalmente, todos los phyla constituyen los dis- tintos reinos. Cada una de estas agrupaciones se llama taxdn. Familia Género Orden Clase Phylum Reina Figura 4.1 Esquema de clasificacidn taxondmnica, 53 otro de los aportes de Linneo consistié en determinar una ds nominacién de las especies de plantas y animales que llega hasta nuestros litas. Se trata dle la nomenclatura binomial en la que cacla especie leva un doble nombre en latin, por ser ésta una lengua universalmente reconocida. Por ejemplo, el perso y el foho pertenecen al género Canis pero son de pecies diferentes; el perro serd llamado en adelante Canis familiacis y el 1o- bo, por su parte, Canis lupus! ‘Ahora bien; existe un supuesto fundamental en toda la obra Linneo, y es considera el numero de especies, fijo, limitado e inmutat desde la Creacién. Por eso se lo erige wes el principal repre | representante na escuela o tendenci a como fijismo o creacionismo. De este modo, su sistematizacién podria convertirse en algo asf como un simple ca- télogo de origen divino; sin embargo, como opinan algunos autores’, detas de toca teoria evolucionista se encuentra siempre un sistema clasificatorio, una descripcién que permita agrupar elementos ordenarlos, asf sean ob- jetos, plantas © animales. El resultado sera siempre el hecho de poner en evidencia ciertas relaciones entre ellos. Por e50, atin sin quererlo, la tax te nomfa sistemética de Linneo muestra la continuidad general de fas form: de vida y sus interrelacione’. El siglo XVIII también tuvo representantes de la tendencia opuesta, conocida como Entre ellos se encontraban el natu- ralista francés Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon’, el médico y natu- talista inglés Erasmus Darwin, abuelo de Charles", y por supuesto, La- marck, cle quien hablaremos més adelante. Sin embargo, el fijismo sabrevivid los albores del sigio XIX, en la figura de Georges Cuvier. Zodlogo y anatomista francés, vivid entre los aioe 1769 y 1032. Fue pionero en ambos campos y se lo considera funda- ‘jor de fa anatomia comparada y padre de la paleontologia”. Cuvier co- menzé sus trabajos disecando todo tipo de animales, y realizando exhaus- tivas comparaciones entre los animales vivos que estudiaba y los restos [ésiles encontrados. Elabord ademas una verdadera teorfa de la correlacién organica, en la cual sostenia que los drganos de un animal guardaban en tee sf relaciones especificas y constantes. Comparaba y correlacionaba, por ejemplo, el tubo digestivo, las garras y los dientes de los animales, y sie pre conclufa que a determinada estructura de aparato digestivo, correspon- fan un cierto tipo de dentadura o una clase especial cle garras. ‘También hacfa to propio con los restos fésiles; como dice Pierre Grassé “Cuvier hizo de la paleontologta una ciencia el dia en que des- cubriendo en un bloque de yeso la mandibula de un mamifero y detallando sus caracteres, predijo lo que deberfa ser In estiun tura de los demas huesos...”". Aunque Cuvier descubre que entre las formas actuales de vide y los fésiles que encontraba habia notables diferencias, y obviamente se da cuenta de la sucesion cronolégica de las faunas, no abandona su fijismo, y ‘piopone para defenderlo, la (0H Grandes erupciones volca hicas y otros cataclismos habrian destruido muchas formas de vida, de: las que solamente quedan sus restos fésiles; por otro lado, las nuevas formas de vida aparecidas son atribuidas a sucesivos actos de creacién divina, Pro pone asi un cicto recurrente de catistrofes y creaciones, insustenible unos afios después. Las hipdtesis tansformistas y la teorfa de la evolucién deja rian atras estas ideas. El abogado y entusiasta de la geologia sir Charles Lyell contri buyd también al derrumbe de las hipdtesis cle Cuvier. En su obra Principios die goologia desarrolis y mejoré una teorfa anterior segtin la cual las caus de todos los cambios peoldgicas acaecidos en el pasado son las misinas que actian en el presente. Mejors las cronologias y fechados de los leur nos que estudié, basdndose en las especies de moluscos, y establecio In gran extensidn de los tiempos peoldgicos, contribuyendo aun ms al esta blecimiento de las hipdtesis evolucionistas posteriores. El “lamarckismo” Aproximadamente en la misma época en que Darwin nacia, eb naturalista francés Jean-Baptiste de Monel) caballero de Lamarck, ya habia publicado una version de la teorfa de la evolucién conocida como “Wins formismo!, que fue rechazada en el contexto de las ideas de la época, po co preparada aGn para incorporar otros conceptos que ne fueran los de ba creaci6n divina.” Lamarck bas6 su teorfa en algunas premfsas fundamentales. “tre ellas, la suposicién de que ee dl rs cel ambiente d minan que suija en una o varias especies fa necesidad de un cam suerte de “sentimiento interno” [as impulsarfa a modificar sus habitos 0 5 propio cuerpo, siguiendo los principios que Lamarck enuncié como la “loy_ del uso y del desuso” y \a “ley de la herencia de los caracteres adquiridos”. En la primera de las leyes explica que si algtin Grgaro @ parte del cuerpo se usa asiduamente, crecerd y se desarrollaré mas que las sle ids; por st parte, las que no se usan, se debilitardn hasta atrofiarse lenta ; iv Stes posible estar en algo de acuerdo con Lamarck en este punto, sunque sea parcialmente, es mds dificil seguirlo en su segunda ley. Allf se- hala que estas caracteristicas desarrolladas por el uso 0 debilitadas por et desuso, seran transmitidas a los descendientes através de la herencia. Asi explica Lamarck la evolucién: por adquisiciéa; pérdida y transmisi6n de ca- racteristicas. Quizas lo que mas contribiy6 al desprestigio de la teorfa fue el hecho de partir del concepto difusd'de “voluntad’; ese esfuerzo emperioso dle los seres vivos para desarrollar 6rganos o partes dél cuerpo cuando el ambiente asf lo impusiera. Para Lamarck, la necesidad y la presién del am- biente estimulan al organismo individual hacia el cambio, (tesis absoluta- mente contraria a la que expondria afios mis tarde Charles Darwin, cen- trando su explicacién en los cambios en el nivel de las poblaciones, y en las mutaciones 0 variaciones no dirigidas). Asf desfilaron en sus escritos ejemplos de jirafas que estiraron su cueilo para alcanzar las hojas de los &r- boles, 0 aves acudticas que especializaron sus patas para mejorar la nata~ cién, o fas alargaron para mantener el cuerpo fuera del agua. Reproduci- mos aqui una de sus explicaciones clasicas: “a jirafa vive en sitios donde el suelo es casi siempre seco y sin hierba, Obligada a ramonear de los drboles, la jirafa se vio continuamente forzada a estirar el cuello hacia arriba. Este hé- bite mantenido a través de extensos perfodos por cada uno de fos individuos de su raza, dio como resultado que las extremi- dades anteriores se alargaran mas que las posteriores y que el cuello se alargara también, de tal modo que pudiera elevar su cabeza a una altura aproximada de dieciocho pies, sin despe- gar sus extremidades del suelo.”"* Lejos de ridiculizar las hipstesis lamarckianas, es posible acep- tar que la primera tiene visos de realidad, Las partes de! cuerpo pueden efectivamente desarrollarse o fortalecerse con su mayor uso; de la misma manera, también la atrofta es el destino casi obligado para un rgano par- te del cuerpo que se utiliza pdco © no se utiliza, Con respecto a la heren- cla de los caracteres adquiridos, no existe ninguna evidencia experimental que la valide. En otras palabras, no ha podido ser demostrada. Sin embar- go, segdin Grassé, puede Hegar a seducir la postura tedrica que subyace de- trés de sus observaciones: “El lamarckismo, no menos légico que el darwinismo, ve en jo viviente un sistema que reacciona por sf mismo a las influe cias del medio y que es capaz de poner sus funciones de acuer- do con éstas.“"* El pensamiento evolucionista A mediados del sigh XIX, los pensadares, los cientificos y hasta el pablico en general respiraban una “atmésfera” evoldcionista. Y si fuese po- sible definicla con un solo término, seria lcito decir que fue un siglo evolu- cionista. Al decir de Palerm', la experiencia histérica de la Revolucién Fran- cesa entre otras, y de la Revolucién Industrial de fines del siglo XVII, llevé a las sociedades actidentales del siguiente siglo a encarar la tarea de su propia transformacién, Nacido en la filgsoffa de.la historia y en la economia politi- ca, el pensamiento evolucionista pasé a fas ciencias naturales y de allf volvié al Ambito de las sociedades humanas en un mutuo enriquecimiento. Los filésofos iluministas del siglo XVII habian dado su impulso inicial con la nocién de “progreso” que todo lo impregnaba. Fl filésofo Kant"” habla del progreso de la naturaleza y del ser humano. En su Antro- pologia de 1798, insinuaba la posibilidad del origen animal del hombre. Por su parte, el poeta aleman Goethe formula la hipotesis de que todas las plantas derivan de una sola forma originaria, y su amigo, el fildsofo alenén Johann Gottfried Herder, lo testimonia a su manera: "...De las piedras a los cristales, de los cristales a los metales, de éstos a las plantas, de las plantas a los animales y de los ani- males a los hombres, vemos que la forma de organizaci eleva”. nse Y en su obra {deas para fa filosoffa de la historia de la humani- dad, desarrolla su teorfa sobre ef vinculo orgdnico que une entre sf todas las formas de vida, incluida la humana." 7 Pero hasta la publicacién del Ensayo sobre ef Principio de Po- blacién de T. R. Malthus en 1798, los pensadores habian sido optimistas. Conociendo las leyes sobre las que se habia edificado el pasado, era po- sible comprender —y someter— al futuro, La evolucién era sinénimo de progreso de.la humanidad, y estaba prefiada de valores positivos. Sin em- argo, el famoso “principio de poblacién” es un esfuerzo de explicacién y Justificacién de la lucha de clases agravada por la Revolucién Industrial Dice Malthus: “F] objeto principal del presente ensayo es el de examinar los efectos de una gran causa, que esta intimamente unida a la na- turaleza del hombre. La causa a la que aludo es ta tendencia constante en toda la vida animada a incrementarse mas alld de la nutricién disponible para efla. (...) Podemos asumir con se- guridad, que la poblacién"humana, en ausencia de controles, ge dobla a si misma cada veinticinco afios, 0 sea que aumenta en raz6n geométrica”. Y mas adelante agrega: “Considerando aceptados mis postuladas, afirmo que la capacidad de cree miento de la poblacién es infinitamente’ mayor que la capaci- ‘dad de la tierra para producir alimentos para el hombre, La po- blacién, st no encuentra obstéculos, aumenta en progresion geométrica. Los alimentos tan s6lo aumentan en progresién aritmética.””* A pesar de estos principios, la posibilidad de progreso existe para Malthus, como para los pensadores de su sigho, pero el progreso no puede ser alcanzado por todo el géhero humano: @s s6lo un privilegio de aquellos que sobreviven en la lucha por la existencia; 0 se, los ricos. ¥ ba- jo el titulo “De fa tinica manera efigaz de mejorar la condicién de los po- bres’, escribe: Hi * neste deber es comprensible an para las capacidades mas hu- mildes. Consiste meramente en que los pobres no deben traer al mundo seres para los cuales no puedan encontrar medios de subsistencia. (...) Es claro que su interés y 5U felicidad consisten en diferir el matrimonio”. ¥ mas adelante sentencia: todo To que se ha hecho a favor de los pobres tiende a acuitar Ia ver- dadera causa de su pobreza. Cuando los salarios son insuficien- tes para mantener a cos nifios, 410 hombre se casa y tiene cin- coo seis; se encuentra asi, miserablemente acongojado. Acusa a la insuficiencia de su salario (.. ) Acusa a la avaricia de los ri- cos (...) Acusa a fas instituciones de la sociedad (...) A fa uhima persona que se le ocurre acusar es a sf mismo, que es de hecho el mayor culpable.” Por eso, el posteriormente conocido como “darwinismo social” del siglo XIX le debe mas a Malthus que a Darwin. De todos modos, las ‘deag de Nialthus hacen su aporte a la obra de Darwin ya que inician un es- 5B tudio sistematico de la dindmica poblacional y su telacion con los medios de subsistencia. Malthus funda la demografia y lo que posteriormente seri Ja ecologia de poblaciones. Ya por los afios 1850, la idea de evolucidn estaba totalmente di fundida; quizas faltaba sdlo su rigurosa formulacion. ¥ vino de la sociolo- gia y de la mano de Herbert Spencer.” Este prolifico pensaclor (ue comple tamente autodidacta, y a pesar de ello escribid una vasta abra. En sus Estudios sobre Sociologia de 1855 y La hipdtesis del desarrollo de 1852, se adelanta a Darwin en su exposicién sobre la teorfa de la evolucion, Mas tar- de, en Primeros principios, dice: “La evolucion es una integracién de la materia y una disipacion concomitante de movimiento; durante fa evolucién la materia pasa de una homogeneidad indefinida e incoherente, a una he terogeneidad coherente y definida.’”™ Quizds resulte dificil desentraiar estas ideas, pero lo que Spen cer quiere expresar es la idea de que fa evolucién en general esta hecha de un sucesivo aumento de la heterogencidad, del numero de partes de un conjunto, y de la diferenciacién de esas partes en forinas cada ver més va- tiadas. Todo parte de lo simple y homogéneo y Hega a la complejicad dife- renciada. Ahora bien, aplica este principio a la formaci6n de los planeltas, al metabolismo vegetal y animal, y al desarrollo de las familias pasando por jos clanes hasta llegar al Estado. Retorna a Malthus en aquello de que la po- blacién tiende a sobrepasar los‘medios de subsistencia: “Desde el principio el exceso de poblacién ha sido causa inte: diata de progreso. Ha obligado a los hombres al estado social Ha mejorado la produccidn y la inteligencia de los hombres. ts Ja causa principal de esa lucha por la existencia, por medio de Ja ctial los més aptos pueden sobrevivir, y que eleva el nivel de oa vfa raza.’ Yemos claramente como los términos "lucha por la existencia” y “supervivencia del mas apto” no tienen su formulacién original en Dar- Win, De todos modos, Spencer no habla aqui de la competencia surgida en- tre especies animales 0 vegetales por su habitat o alimento, sino de la de- satada entre los hombres en la época posterior a la Revoluci6n Industrial, frente al libre juego de la oferta y la demanda, El asf llamado “darwinisny 59 obra de Herbert Spencer, y canvierte el principio de seleccién natural una pretendida justificacion de los extremos de miseria y opresién gener dos por los progresos del capitalismo. 7 60 social” que arranca con Malthus, alcanza su forrnulacién definitiva se Notas ' évi-Strauss, Claude: £! pensamiento salvaje. México, Fondo'de Cultura Econémica, 1980. 2. Se podrfan clasificar las nubes, por ejemplo, segtin su forma, tamafio o color. Habria asf nubes alargadas, globosas, grandes o pequeiias, claras 4 oscuras, Sin embargo, un meteordlogo no solamente basaria su clasi- ficactén en lo que observa, sino también en lo que supone o deduce acerca de su orlgen y formacién. Un cirro, por ejemplo es una nube cla- ra y alargada, formada por cristales de hielo, y cuya altura oscila entre 8.000 y 12.000 metros. 3. Aristételes nacié en Fstagira, ciudad de Macedonia, actual Grecia, en el 3t4a.C. y murid en Eubea en el 322 a.C. Fue el discipulo predilecto de otra inmensa figura de la fitosoffa griega: Platén; en su Academia estu- dié durante veinte afios, Docente por excelencia, fue lHamado por Fili- po, rey dle Macedonia, para que se hiciese cargo de la edlucacién de su hijo Alejandro, a quien fa historia reconocerfa luego como Alejandro Magno. Sdlo una parte de las obras de Aristételes han Hegado a nuestros dfas, y ain asf, lo muestran resumiendo todo el saber de su época, aun- que actualmente esto resulte muy dificil de entender, Por eso solamente cabe agregar que a partir de su obra se delimitaron las ciencias, puesto que senté las bases metédicas que permitiran posteriormente a cada dis- ciplina aperar con un método propio. 4. Desde las mas antiguas tradiciones préfilosoficas griegas, anteriores por supuesto a Sdcrates, Platén y Aristételes, se consideraba que todos los Cuerpos estaban formados por cuatro elementos o principios fundamen. tales. Ellos eran: la terra, el agua, el aire y el fuego, 5. Aristdteles: Historia de los animales, Libro Vill, cap. |. Citado en Durant, Will: Historia de fa Filosofia, Buenos Aires, Gil, 1957. 6. Kari van Linné, fue un naturalista sueco que vivié entre los aos 1707 y 1778. Especlalizado sobre todo en boténica, estudié la flora de varios lu- Bares del mundo, En 1758 publicé su obra mas importante, Systema Na- turae, en clonde sienta las bases de Ia taxonomia, disciplina que se ocu- pa de los principios clasificatorios, en especial, de plantas y animales, 61 7. Padernos mencionar otros ejemplos de clasificacién: Malz Homort Especie __|_ Homo sapiens Género Familia Glumifiorae Angiospermae Clase Mammalia Tracheophyta__| Phylum Chordata Vegetal Reino Animal Cabe aclarar, sin embargo, que las categorfas taxonémicas presentadas aqui a modo de ejemplo, son solamente las principales. A los reinos muchas ve- es se le agregan los llamados subreinos; a los phyia, tos sulbphyla; las cla- ses suelen presentar subclases, y a su vez agruparse en superclases. De la tnisma manera ocurre con los demas taxones: sub y superdrdenes, sub y su- perfamilias, etc., todo lo cual vuelve mas complejas las clasificaciones. 8. Palerm, Angel: Historia de fa etnologia, Volumen 2: Los evolucjonistas, México, Ahambra Mexicana, 1982 9, Buffon unié a su extraordinario talento de escritor, la pasi6n por la natura- leza. Escribié una célebre Historia natural en 36 tomos, considerada como cjemplar dentro de la literatura cientifica. Aunque no se lo puede Hamar un verdadero evolucionista, fue uno de los primeros en considerar que las es- pecies sufren variag tratar de calcular la edad de la Tierra, que estimd en, por lo menos, 70.000 afios, aunque en algunos trabajos llegé a sugerir que podia tener mas de 500.00Q Este brillante pensador, contemporaneo de Linné, habia nacido también en }707 y murid en Paris, en 1788. i 10. El médico y natufalista inglés Erasmus Darwin también fue poeta, lo que confirma el cardcter polifacético de muchos pensadores del siglo XVIM. Habia nacido en Elton, en 1731, y murié en Derby en 1802, sie- te afios antes del nacimiento de su nieto, el famoso Charles Darwin. jones a lo largo del tiempo. Ademés fue un pionero en . it 11. La paleontotogia es, por definicién, la ciencia que estudia los fosiles, os decir, los restos o vestigios dejados por los seres vivos en épacas gould gicas pasadas. En general, son restos petrificados por mineralizacién, como huesos o caparazones, pero también pueden existir huellas f6si- les dejadas por un organismo en una roca blanda, y luego endurecid 12. Grassé, Pierre P.: La evolucidn de lo viviente. Madrid, H. Blume, 1977. 13. Lamarck vivid entre los altos 1744 y 1829. Estudié medicina, botdnica y zoologia. En su obra Filosofia zoolégica, de 1809, expuso la teoria transformista, negando la inmutabilidad de las especies y presentancdle su visidn evolucionista. 14, Citado en Ciencias Bioldgicas. De las molécutas al hombre. Version azul del Biological Sciénces Curriculum Study. Caracas, C.E.C.S.A., 1974. 15. Grassé, Pierre Bs op. cit. 46. Palerm, Angel: op. cit. 17. La obra de Immanuel Kant, quien nacié y murid en ta ciudad alemana de Kénigsberg, domind el pensamiento filoséfico alemin del siglo XVII. Muy aficionado a la geograffa y la etnografia de los paises leja- nos, jamas salié de su ciudad natal, en donde vivid entre los afios 1724 y 1804, Su obra culminante es la Critica de fa RazGh Pura, aunque exis- ten muchas obras suyas de gran importancia, como Historia natural y Teorfa del Cielo, de 1755, 0 la Critica del Juicio, de 1790. 18. Citado en Lamanna, E. P: Historia de la Filosofia, Buenos Aires, Hachet- te, 1964. 19. Malthus, T. R.: Primer ensayo sobre la poblaciép. Barcelona, Altaya, 1997. 20. Herbert Spencer fue un pensador inglés que vivid entre los aiios 1820 y 1903. En su obra Estadistica social expuso su leoria evolucionista del progreso. Entre otras obras encontramos Principios de Psicologia y tudios sobre Sociologia. Defendié ta teorfa de la evolucidn atin antes de la publicacién de Ef Origen de fas especies de Darwin. 63 i t ul 21, Spencer, H.: Primeros Principios (en Durant, Will, ap. cit). 22. Spencer, H. Principios de Biologia (en Durant, Will, op. cit). 64 Capitulo 5 La selecci6n natural segin Darwin El joven Darwin habfa nacido en Shrewsbury, Inglaterra, el 12 de febrero de 1809. En contra de lo que pueda suponerse, y segdin cuentan sus bidgrafos, no fue un estudiante brillante: preferia salir'de caceria y cui- dar a sus perros antes que dedicarse a un serio trabajo intelectual, Su padre Robert, y casi toda su familia sospechaba por entonces que Charles sélo les traeria disgustos y deshonra. h En un comienzo se orienta hacia la medicina y comienza su ca- trera en la Universidad de Edimburgo, aunque demuestra escaso interés, No sorprende por eso su decisién de converte en pastor de la iglesia an. glicana; para ello debe concurrir a la Universidad de Cambridge y aunque no era su principal objetivo, se inicia en la geologta. Pocos eran los afios de Darwin Y¥ muchos sus vaivenes estudian- tiles, de moda que cuando el capitén Fitz Roy, amigo de su farnilia, le pro- pone embarcar en el Beagle, un barco de la corona briténica que zarparia en una misiéa cartografica, él acepta integrarse como naturalista. De este modo abandona Devonport el 27 de diciembre de 1831, en un viaje hist6- rico que se extenderia hasta octubre de 1836", EI viaje del Beagle El propésito de la expedicién era completar un estudio ya ini- ciado de la Patagonia y Tierra del Fuego, reconocientlo las costas de Chile, Perd e Islas del Pacifico. ? La tatea de Darwin a bardo del Beagle fue prolifica, Desde los primeros dias se destacé como un incansable abservadar, Rec B16 cientos de datos y realizé innumerable observaciones de especies animales y ve- getales. Observé sobre todo por qué un grupo difiere de otro Y qué carac- terfsticas comparten. Pero su trabajo no se centrs exclusivamente en la fau- hay la flora; describié también detalladamente Ia geogratia de los lugares que visitaba. Algunas de las primeras descripciones estan relacionadas Con sus impresiones al llegar al Rio de la Pletta: “Durante nuestro viaje hasta el Plata no vemos nada de particu- Sar, como no sea un dia una grandisima bandada de marsopas, en nimero de varios ‘millares. Mientras nuestro buque corrfa nuove nudos por hora, esos animales pasaban por delante cle la proa con la mayor facilidad y segufan adelantandonos hasta muy lejos.” También lo. asombran las caracteristicas de su estuario: “En la desembocadura del rfo observa con mucho interés fa len- titud con que se mezclan las aguas marinas.y las fluviales. Estas tiltimas, fangosas y¥ amarillentas, flotan en la super ficie del agua salada gracias a su menor peso especifico”” En principio, anclan en Montevideo, en la costa oriental del Rio de'}a-Plata. Allf realizan observaciones de plantas y animales, de los que Darwin llama avestrucest y,perdices. Tanibién describe olras aves com 63° landrias, benteveos y gorriones. Entre los mamiferos describe una especie de ciervo, y sobre todo dedica varios parrafos a'los roeclores. Le impacta es- pecialmente el mas grande, llamado capibara o caipincho y el pequelio y numeroso tucotuco’. En Jas descripciones, sin embargo, también abundan apuntes acerca de los pobladores de las regiones que visita, su aspecto y sus costum- bres. Desde la creencia por cierto bastante difundida, de que el pais o la cultura a la cual'se pertenece, es la mejor y mas "evolcionada”, y que las Costumbres y'las creencias propias son las correctas y las unicas verdade- ras, Darwin no deja de asombrarse ante la “ignorancia” de los rioplatenses: “Mi brdjula de bolsillo produce,el mas extraordinario asombro. (Produce la mas intensa admiracion el que yo, un extranje- fo, pueda indicar el camino (porque:camino y direccién son dos yoces sindnimas en este pais llano). Sdlo puede explicarse esta ignorancia por la escasez de visitas de forasteros en este remo- to ringén. Mé preguntan si es la Tierra © el Sol.quien se mueve, $i en el Norte hace mas calor o mas frfo, donde esté Espafa, y otra multitud de cosas por el estilo.”* 66 i Del Uruguay parten hacia fa costa patagdnica. Alli encuentian indigenas araucanos que Darwin describe en sus atuendos y costuimbres y nuevamente se asombra ante la desmesura del desierto, ce ta Hanura "El pais entero s6lo merece el nombre de desierto. Por todas __partes el paisaje.ofrece el mismo aspecto estéril; un suelo arido y pedregoso soporta apenas algunas matas de hierba marchila, y acd y alld algunos matorrales espinosos.”? ‘ Muchas veces el joven naturalista desembarca y recorre en ca- rreta 0 a caballo grandes distancias, vsitando civdadles argentinas como Bahia Blanca, Santa Fe y finalmente, Buenos Aires. Sus relatos y descripciv- nes abarcan también Ia geolog{a y geografa de las regiones por las cuales viaja, los accidentes del terreno, ias formaciones montaiiosas, los tipos de suelo, los mingrales y rocas que encuenlra en su expedicién. Como si esto fuese poco, no sdlo describe exhaustivamente to- da la fauna y flora que puede observar, también toma nota de las descrip: ciones de los pobladores del lugar, y se interesa vivamente por los Tosi Darwin reafiza excavaciones y asi obtiene;restos dle mamiferos ya exlingui- dos, como los del gliptodonte, una especie de armadillo gigante. ° También conoce y sufte distintos climas como los de Tierra del Fuego e.Islas Malvinas, soportando toda clase de penurias ¢ incomodidades. i El Beagle rodea Sudamérica, tocando las costastde Chile y Pe- rid; llega a las islas Galépagos donde Darwii realiza una de sus mas famo- sas observaciones. Luego cruzan el Pacifico hasta Australia y Africa para re- tornar'a su patria en 1836. F Todas sus notas de viajé fueron publicadas en 1843 en un libros titulado Viaje de un naturalista alrededor del mundo. or Bahia (agosto 1836 La teorfa de la seleccién natural El Beagle lege a las islas Galapagos, distantes unos 900 km de las costas de América del Sur. En estas islas realiz6 numerosas observacio- nes y sobre todo recolecté ejemplares que fueron analizados y clasificados “posteriormente poiexpertos investigadores ingleses, Uno de fos hallazgos mas importantes to constituyé el hecho de Gue la fauna y la flora del archipiélago era exclusiva de las islas y no se ha- laba en ef continente. Por otro lado, se encuentran natorias variaciones en- ire una y otra isla. Describe por ejemplo, tres especies de tortugas que pre- Sentan esta caracteristica de exclusividad, y sobre todlo lo hace Con un grupo de pajaros conacidos como “pinzones” y que la historia de la biologia rebau- tizaria posteriormente como “pinzones de Darwin”. En su autobiografia, Dar- win relata sus sospechas de entonces ante esa fauna tan particular: “Durante el viaje del Beagle, quedé profuncamente impresio- nado... por el cardcter sudamericano de la mayorfa de las po- blaciones de las islas del archipidlago cle la lépagos, y es- peclalmente por la manera en que cada isla difiere ligeramente del grupo. Era evidente que lanto esos hechos como_mu otros sélo p Partir de la suposicign de que las. ci ando gradualmente; y esa idea. Figura 5.2 Archipiélago de las alpagos. Estos pinzones, aunque bastante parecidos exteriormente, difie- ren en sus habitos y su dieta. Las diferencias incluyen, sobre todo, picos de distinta forma y tamaio, especializados para cada tipo de alimentacién. En principio, existen pinzongs terrestres y arboricolas; los terrestres tienen pi- Cos fuertes y cortos, ya que consumen semillas duras. Los arboricolas tie- nen picos mas largos y finos, y fundamentalmente son insectivoros. Habria entonces pinzones granivoros ¢ insectivoros, y otros de dieta mixta, pero también existen aquellos que,tienen costumbres particulares como fa de utilizar espinas ce cactus para encontrar su alimento. Figura 5.3 i A a Pinzones de Darwin: a) y b) terrestres y granivoros; c) arbaricolas e insectivoros; ) dieta mikta, Ya que las islas son muy similares en cuanto a clima y paisaje, ycudl podria.ser el origen de estas diferencias? Sin duda para Darwin, la modificacién gradual de las especies, su evolucién a partir de una Gnica es- pecie que probablemente perteneciera al continente, y que pudo Hegar ocasionalmente a las islas diversi sido el mecanismo de esta diversificacin. . ficdndose. Pero veamos cual pudo haber Danwin pens6, ya de regreso en Inglaterra, que la poblacién de cada isla constituye una especie "incipiente” y concibe el mecanismo que podria explicar esa ’ansmutacién: la evolucidn por “seleccién natural”. Pe- ro deberdn pasar mds de veinte afios de arduos estudios que aumentaron sus conocimientas de geologfa, zoologia y otras disciplinas, antes de que pudiera presentar sus resultados ante la Linnean Society de Londres. Aun- que parezca increible, un joven naturalista inglés llamado Alfred Russel Wallace, habfa llegado a idénticas conclusiones por_un camino indepen- diente y desconociendo por completo la obra de Darwin; es por eso que el 7° de julio de 1858, ambos, Darwin y Wallace leyeran sus trabajos en con- junto. Ambos manifestaban, como resultaba obvio ya en ese momento, que las especies no son inmutables ni fueron creadas independientemente; que pueden cambiar y evolucionar. Lo novedoso residia en que postulan que ta seleccién natural dirige y controla esta transformacidn. Como ya fue sefialado en anteriores, Darwin se sintio vivamente impresionado por tos trabajos de T. R. Malthus acerca del_crect miento de las poblaciones?. Sefialaba Malthus que los animales, de la mi ma manera que las poblaciones humanas, tienen suficiente descendencia como para asegurar que la poblacién aumente exageradamente y agote el alimento disponible, en el caso de que toda ella sobreviviera. Sin embargo, las poblaciones animales sobre todo, no aumentan de esta manera exorbi- tante, sino que se mantienen en un néimero mds o menos Constante; esto es porque la mayor parte de la descendencia muere antes de Hegar a la edad reproductiva. Darwin hace suyas estas palabras, tratando de explicar a su vez, por qué se produce esta mortandad: los individuos que constituyen es- tas poblaciones no son iguales, sino que presentan caracteristicas clistinti- vas 0 variaciones. Segtin las circunstancias cambiantes que presente el am- biente, algunas de estas variaciones podrfan resuitar beneficiosas, de modo que quien las poseyera conseguiria més alimento, vivirfa mejor y segura mente al reproducirse dejarfa mayor nimero de descendientes. El punto fundamental de toda la exposicién lo constituye el he~ cho de que, aunque Darwin desconocfa tos mecanismos genéticos involu- crados, advierte que /as variaciones se heredan, de modo que los individuos que dejaran mas descendencia transferirian esas caracter{sticas distintivas a sus hijos. Los individuos con mayor probabilidad'de sobrevivir, serfan aque- los que presentaran las variaciones mas adecuadas para hacer frente al am- biente, el clima, los competidores y los enemigos. También dejarfan mas descendientes y sus variaciones pasarfan a la siguiente generacién. El hecho evidente de que fos individuos de una misma pobla- cidn presenten variaciones, implica que existen individuos beneficiaclos y 7 tects ennene olros perjudicacos, dependiendo esto siempre de fa situacién concreta que se presente en el entorno. Entre ellos se establece lo que, desde el campo de la economfa y de la sociologfa del siglo XIX, se conocfa ya como com petencia, aunque aplicada a los grupos humanos, La competencia deriva en la lucha por a existencia, si bien esta expresidn no siempre hace refe- rencia a-enfrentamientos dlirectos sino a todo lo que afecte a la superviven- cia como el adecuado espacio o territorio, la suficiente cantidad de comi- da, etc. Ademas hay que recordar que no sé trata solamente de la supervivencia de los indivicuos, sino sobre todo de su capacidad para de- jar descendencia. Ese es el verdadero éxito: dejar numerosa progenie. De este modo y después de muchas generaciones, los indivi- duos que hubieran presentado en principio esas variaciones que resultaron beneficiosas, sobrevivirdn’ y transmitirén esta ventaja a sus hijos. Los mds aptos habran desplazado a los menos ap- tos en un complejo mecanismo de seleccién de organismos que a la manera de un filto, va constitu- yendo nuevas “razas”, nuevas variedades y finalmente, nuevas especies. Esto es 10 que Darwin llamé “teorfa de la seleccidn natural”, y que expuso en dos obras principales: Sobre el ori- gen de las especies por medio de fa seleccién natural o la pre- servacién de las razas favore- cidas en la lucha por la vi- da (1859) y De la variacién de los ani- males y las plantas por accidn de la domesti- cacidni (1868). Figura 5.4 Charles Darwin La teoria completa de Darwin, tal como fue anunciada en So- bre el origen de las especies... presentaba varios postulados: + El mundo evoluciona y las especies cambian, extinguiéndose algunas y surgiendo otras nuevas. . no existen cams * Todo el proceso évolutivo es lento y gradual blouhdlacateaiagh™ * Los organismos semejantes est n_emparentados: descienden de un antepasado comin. (Siguiendo el mismo razonamien- to, Darwin Hegaba a ia conclusién de que era posibie reman- tarse a un origen Unico para todos los seres vivos.) * El cambio evolutivo es el resultado de la seleccién natural, To- do el proceso consta de dos momentos: en el primero, se ge- nera variabilidad; en el segundo, sobrevive quien gana en la lucha por la existencia, que es quien posee la caracteristica més ventajosa."° ién Herencia y evolu Pero Darwin tenia al menos dos cuestiongs que no pociia resol- ver con sus conocimientos: j£s suficiente la acurnulacién de variaciones para dar lugar a yna nueva especie? sCudl es el origen de esas variaciones? Como no tiene una buena explicacién con respecto al origen de las variaciones, ensaya hipdtesis que pueden recordar los postulados de Lamarck: “Las variaclones estan directa o indirectamente causadas por las condiciones exteriors a las que fueron expuestos todos los seres vivos, sobre todo, sus antecesores,”"" ‘nto que él llama accién directa, las condiciones impuestas por el medio ambiente afectan [a organizacién del cuerpo 0 algunas pastes de -&te; en fa accidén indi Ve afectado el sistema reproductot. Por atro lado, esas accion n efecto definido, en el que todos fos organismos'son modificados de la misma manera, como “empujaclos" aca una aor hacia una direccién determinada, o un efecto indefinido, sin una orientacion determinada. Por ultimo considera que hay grandes variaciones, que produ- 73 cen saltos bruscos, y otras mas pequefias que llama diferencias individuales. Las que realmente interesan y constituyen para é| la materia prima de !a evo- lucién son las variaciones pequefias, individuales, que aparecen en un gran ntimero de casos, y surgen por la accién directa y definida del medio ambien- te, transformando una poblacién, en un sentido determinado. De la misma manera que Darwin y Wallace legaron a conclu- i siones muy similares sin conocerse y por caminos independientes, los va. bajos de Mendel acerca de la transmisin de caracteristicas de padres a hic jos por el mecanismo de la herencia, también permanecieron desconocidos para Darwin, lo que constituye otro ejemplo de lo que muchos autores han llamado “desencuentro cientifico" Gregor Mendel, considerado actualmente como el "padre de la genética’, experimenté durante muchos afios sobre la herencia en arveji- ilas, una leguminosa de la especie Pisum sativum. A pesar de la importancia y la excelencia de su trabajo, fue ignorado por la comunidad cientifica en el momento de su aparicién publica, En efecto, Mendel presenta tos resultaclos de su investigacin a la Sociedad de Historia Natural de Briin, en 1866, pe- 70 slo se conocen en 1900, “cuando los investigadores Hugo de Vries, en Holanda, Carl Correns en Alemania y Eric von Tschermak en Austria os re- descubren curiosamente, también de forma indepen- diente. Pero veamos en qué consistian esos ta~ bajos y cémd podrian haber ayudado a Darwin en la comprensin acerca del ori- gen y la transmisién de tas variaciones. Figura 5.5 Gregor Mendel A mediados del siglo XIX era una creencia generalizada que los rasgos heredaclos por los hijos procedian de una mezcia de cierta sustancia producida por ambos padres, Siguiendo el mismo razonamiento, un nielo tenfa tina cuarta parte de ese “fluido” proveniente de cada uno de sus cua- tro abuelos. Esta herencia, llamada fusionada,.es completamente incompa- tible con la leorfa de la seleccién natural, como Darwin mismo pudo com- probar, aunque no disponia de una explicacién mejor. Por el contrario, los postulados que Mendel expresa en forma de leyes, incluyen el concepto de herencia particulada. Dice Mendel que el material que determina la constitucién hereditaria de la descendencia y que se transmite por medio de los dvu- los y los espermatozoides, no es un fluido miscible. Esté compuesto de factores 0 particulas que se segregan. Mas tarde, estos factores seran lla- mados genes, y a esta ley se la conocera como ley de fa segregacién de los caracteres. En las plantas elegidas por Mendel en sus experiencias, cada gen puede existir en dos formas alternativas. Por ejemplo, las semillas de las arvejillas pueden presentar la cubierta lisa o rugosa, y a su vez, ser de co- lor amarillo o verde. Por su parte, las flores pueden ser rojas o blancas. Sal- vo excepciones (cue no desarrollaremos aqui), los factores heredados son independientes entre si. Es decir, que la herencia del color de la flor es in: dependiente de la herencia de! color de la semilla, o de la textura de su cu- bierta, de modo que un individuo de la descendencia puede presentar flo- res rojas y semillas amarillas y lisas, 0 flores rojas y semillas verdes y rugosas, o cualquier otra alternativa. Esta ley se conoee como Jey de fa se- gregacién independiente, Otro descubrimiento interesante de Mendel lo constituye el he- cho de que !os factores o particulas son estables: no cambian faciimente ha- cia otra fotma diferente llamada mutante; sin embargo, existe una cierta probabilidad de que lo hagan, y aparezca asi un nuevo cardcter. Ef origen de las variaciones hereditarias que tanto obsesionaba a Darwin quedaba explicado por el mecanismo de la mutacién. El neo-darwinismo y los avances de la genética A partir de estos redescubrimientos de las leyes de Mendel, co- mienza el estudio de la herencia biolégica o genética, y se inicla una nue- va etapa en la comprensién del proceso evolutivo. Bes: En el siglo XX, sobre todo entre 1930 y 1950, la teoria de la evolucién fue enriquecida y mejorada con el aporte de nuevas.ciencias constituyenda lo que se llamé teoria sintética de la evolucién 0 neo-darwi- nismo. Toma ese nombre ya que nace de [a sintesis de los conocimientos adquiridos en el marco de tres disciplinas diferentes: genética, sistematica y paleontologia y gracias a la publicacién de algunos trabajos fundamenta- les como Genética y origen de las especies, de T. Dobzhansky (1937), Sis- temdtica y origen de las especies, de £. Mayr (1942), y Tempo y modo en evolucién, de G. Simpson (1944). Los avances de la genética, hicieron posible una mayor com- prensiéa de la naturaleza de las vartaciones darwinianas. Hoy se sabe que en el niicleo de todas las células que constituyen los seres vivos, existen es- tructuras llamadas cromosomas, formados principalmente por una moiécu- Ja de gran tamaiio llamada dcido desoxirribonucleico, o ADN. Estos cromo- somias se presentan en niimero variable, son de distintas formas y tamaiios, y en ellos es posible distinguir unidades de informacién hereditaria deno- minadas genes, quesson los “factores’” © “partfculas” de las que hablaba Mendel. i ; Los genes determinan cada uno de los caracteres distintivos de los seres vivas. Por ejemplo, en las células de Pisum sativum, las plantas con las cuales trabajaba y experimentaba Mendel, existen genes para el co- lor de la semilla, para la textura de su cubierta, o para el color de sus flo- res, entre otros. En el hombre, existen genes que determinan el color de los ojos, el tipo de cabello, o la presencia de enfermedades 0 anormalidades como la hemofilia, el daltonismo o el albinismo. El conjunto de todas las caracter(sticas genéticas de los seres vivos se llama genotipo. Sin embargo, sdlo una pequeria parte de este genotipo se manifiesta y puede ser observa- do: es el llamado fenot , Todas las células de! cuerpo se originaron por mecanismos de multiplicacidn a partir de una Gnica célula inicial Hlamada cigota. A su vez, esta cigota proviene de la unién del espermatozoide y el dvulo, llamados respectivamente gameta masculina y gameta ferenina. Cuando se produ- ce esta unién, cada gameta aporta un cromosoma de cada clase, de moclo que al constituirse la cigota ésta no presentard un cromosoma, sino un par de cromosomas de cada clase. Las sucesivas divisiones produciran células hijas con la misma dotacién cromosémica. Por ejemplo, en el hombre exis- ten 23 pares de cromosomas en cada célula, y cada miembra del par deri- va de cada progenitor. Cada cromosoma tiene entonces, numerosas unidades de infor- macién, los genes, que gobiernan a presencia o la ausencia de determina- 76 do caracter. Como tos cromosamas sé encuentran formando pares, en cada par existen, por lo menos, dos genes que gobiernan esa misma caracteristi- ca ya los cuales llamamos alelos (en los trabajos ce Mendel las alelos se- rfan, por ejemplo, flor blanca-flor roja). Los alelos no tienen por qué ser idénticas, ya que uno pravie- ne del padre y el otro, de la madre. Para usar una forrna comin de expre- sién en genética, uno puede presentar la variante o el alelo que puede de- signarse como A, y el otro, la variante a (usando siempre la misma letra, maydscula o mindscula, para cada caracteristica), De (gual manera, ambos pueden llevar ef alelo a, 0 dmbos el A. Un individue con dos A difiere de aquel que posee dos a, y co- mo dice C. H. Waddington", cabrfa esperar que un individuo con un gen Ay otro a presentara caracteres intermedios. Sin embargo, en general, et in- dividuo AA es idéntico al Aa, aynque la expresién externa de ese genotipa, (0 sea, su fenatipo} sea fa misma. De esta manera, y para estos casos, se tienen tres genotipos AA, Aay aay solamente dos fenatipos. Los individuos AA y Aa expresan el fenotipo que !lamamos dominante, y fos individuos aa expresan un fenoti- po que llamamos recesivo. En el siguiente cuadro pueden observarse los genotipos con sus denominaciones cientificas y los correspondientes fenotipos: AA (Homocigota dominante) Dominante Aa (rleterocigota) aa (Homocigota recesivo) Dominante Recesivo ____ Segdn puede apreciarse en el cuadro, para manifestar una ca- racteristica recesiva, son necesarias dos a. Un ejemplo servird de modelo explicativo: en el caso del albinismo, una anomalia muy conocida que se evidencia por la ausencia de pigmentacién en la piel, fos genotipos AA y Aa presentan pigmentacién normal, mientras que los aa, son albinos, por eso se dice que el albinismo esta controlado por un gen recesivo 77 Existen casos mds complicados como los que sefiala Dobz- hansky en sus trabajos. En los casas que él investiga, como el de la “mosca de la fruta” 0 Drosophila melanogaster (especie famosa por otra parte por su intervencion en experinentos dle genética), la situacién es mas comple- ja. El gen conocido como W, que determina el color rojo normal de los ojos, tiene numerosas variantes (y no solamente dos como hasta ahora se venia sefialando) como We, Wa, elc., que ceterminan otros colores para los ojos. Estas variantes son mutaciones, pero no en el sentido de salto brusco de una caracteristica de toda el organism, como se pensaba antes, sino de alteracién minima en un solo gen. Estas variaciones 0 alteraciones no son provocadas por cambias en el ambiente, sino que son totalmente aleatorias: se producen por simple azar y no tienen una direccién prefijada, como su- ponfa Darwin en un comienzo. 3Azar o necesidad? -" Todo el proceso évolutivo incluye, como se menciond a lo lar- go de este capitulo, una produccién originaria de variabilidad, y sobre és- ta, la seleccién de las variedades favorecidas segtin las circunstancias am- biemales, y que a través del tiempo, se convertirén en las mejor adaptadas al medio. En las primeras décadas del siglo XX, 1. de Vries, ya mencio- nado, T. Morgan, W. Bateson y otros genetistas prestigiosos, destacaron la importancia de las mutaciones en el proceso evolutivo. Seguin la concep- cién que sustentaron, conacida como mutacionismo, el cambio evolutivo, depende de fa aparicién de mutaciones favorables'*, y como la mutacin es un proceso azaroso, aleatoria, los mutacionistas reducen la evolucién a un proceso determinado por el azar. La seleccian de las caracteristicas 56- lo aparece para eliminar a fos menos favorecidos. | Hoy.en dia se acepta que la evolucién biolégica consta de dos elapas: en primer lugar, la variacidn genética aparece en escena por medio. de las mutaciones (y de otros procesos como los de recombinacién genéti- a, que no desarrollaremos aqut, y que Yenen lugar en el momento de for- macién de Jas gametas). En segundo lugar, la seleccidn natural es la respon- sable de la multiplicacién de unas variantes y de la eliminacién de otras; esto depende del efecto que produzcan en fa adaptacion de fos organismos a su medio. Las mutaciones se producen indudablemente al azar, y apare- cen aunque no resulten de ninguna utilidad para los organismos, ni presen- 78 ‘ ten ventajas adaptativas sobre las caracteristicas iniciales. Por el contrario, la seleccién natural es direccional, y favorece las variantes ventajosas que en general, representan la minorfa. Sin embargo, una no podria existir sin la otra. Como las mutaciones aportan las alternativas sobre las que actua la seleccién natural, sin ellas la evolucién no ocurrisia, y como fas mutacio- nes son azarosas y muchas veces desventajosas, sin la seleccidn natural, conducirian ala éktinéi6n dela vida. Es por eso que son dos procesos con- juntos e inseparables, Y como dice Francisco Ayala: “La teorfa de la evolucién nos muestra al azar y la necesidad intrincados en el meoilo de la vida; la causalidad y el determi- nismo entrelazacos en un proceso natural que ha producido los seres vivientes —las realidades mas complejas del universo— y entre ellos el hombre, capaz de pensar y de amar, capaz de li- bre albedrio y de analizar el proceso mismo de la evolucién que le ha dado origen.”"* Notas 1. Thuillier, Pierce. ";Darwin était-il darwinien?”. En La Recherche, n° 129, 1982, i 2, Darwin, Charles..Un naturalista en el Plata. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1978. Esta es una traduccién abreviada de la edicién original inglesa que fue titulada A naturalists voyage roud the world in H.M.S. “Beagle” y que vio la luz en Londres, en 1843. Por otra parte, las “sociables” marsopas que menciona Darwin, y que acompanan al buque durante un buen trecho, son mamfferos cetéceos, parecidos a los delfi- nes que suelen habitar fos mares de! Sur. 3. Darwin, Charles, op. it 4. Hay que recordar que los naturalistas que viajaban por el mundo ubica- ban taxonémicamente las especies que encontraban segtin las clasifica- clones del Viejo Mundo. Es asf como muchas vecés tas especies halladas No son exactamente las mismas que las europeas, pero igualmente se les da el nombre ya conocido, Los avestruces que menciona Darwin son en realidad flandes, pertenecientes a la especie Rhea americana. 5. El carpincho 0 capibara es un mamffero del orden de los roedores. Es ef mayor de los roedores vivientes, ya que puede medir hasta un metro de largo. Es una especie actualmente protegida en la Argentina, pues fue muy perseguida por la calidad de su cuero, El tucofuco es un pequefio roedor del género Ctenomys, muy frecuente en la regién en la cual de- sembarcé la expedicién del capitin Fitz Roy. Entre las mas comunes se encuentran la especie brasilefia C. brasiliensis, y C. talarum, en la pro- vincia de Buenos Aires, Republica Argentina. 6. Darwin, Charles, op. cit 7. Idem. 8 Darwin, Ch. Autobiografia (1) y (2), Seleccién de Francis Darwin. Ma- drid, Alianza, 1977. También puede consultarse ef cldsico texto de }. Huxley y H. ©. B. Kettlewel: Oanvin. (Barcelona, Salvat, 1985.) 80 9. El concepto de poblacién, central en esta discusién, se refiere a un gru- po de individuos de la misma especie, pero que ademas comparten un habitat comtin; es decir, que no existen barreras que impidan su repro- duccién. 10, Mayr, Ernst. “La evolucién”. En lavestigacién y Ciencia, n° 26, noviem- bre 1978, 11. Thuillies, Pierre. op. cit 12. Gregor Mendel fue un monje agustino que vivié entre los aitos 1822 y 1884, 0 sea, que sobrevivid dos alos a Darwin. Trabajaba intensa y si- enciosaménte en el jardin de su monasterio en la ciutlad austra-hiinga- ta de Brin (hoy Brno, ex Checoslovaquia). Sus trabajos son considera- dos atin hoy como un ejemplo de la aplicacién'del método cientifico, 13. Las gametas, como el dvulo y el esperrnatozoide, son células haploides, ya que presentan un cromosoma de cada clase, Todas las demés célu. {as del cuerpo, son Hlamadas diploides, ya que presentan un par de cro- mosomas de cada clase. Como puede deducirse, cada par estard forma- do por un cromosoma proveniente de la gameta masculina y otro, de la gameta femenina. 14, Waddington, C. H.: Teorias de la evoluctin. En S, A, Barnett y otros, Win siglo después de Darwin. 1. La evolucién. Madtric , Alianza, 1985 15, Ayala, Francisco J Universidad, 1995. Origen y evolucién del hombre. Madrid, Alianza 16. Idem. .

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