Você está na página 1de 2

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE


DEPARTAMENTO DE CIENCIA DE LA INFORMACIÓN
CARRERA DE CIENCIA DE LA INFORMACIÓN – BIBLIOTECOLOGÍA
SOCIEDAD CIVIL Y BIBLIOTECAS
Docente: JULIÁN ENRIQUE PENAGOS CARREÑO
ANGÉLICA PETANO GONZÁLEZ
Mayo 14 de 2010

¿Cuál debería ser la Relación entre el Estado y la Biblioteca Pública?

Desde la definición de Política pública parte este análisis, pretendiendo


comprender la importancia del diseño de una política pública coherente (y por
supuesto de su implementación) que oriente el quehacer de la biblioteca y
descubrir también cuánto se necesita de ella, y en proceso establecer
sucintamente su relación con el Estado.

En ese orden de ideas, puede afirmarse que una política pública, de acuerdo
con la propia definición del texto es una injerencia del Estado, de las
instituciones civiles y/o de los grupos de una comunidad, para promover la
puesta en marcha una propuesta que atienda una necesidad sentida de la
población al tiempo que ayuda a establecer algún orden y sea vector de una
transformación social1.

Esta mediación del Estado es mucho más importante de lo que se cree porque
se formula cuando el Estado decide prestar atención a un problema, es decir
cuando el Estado asume como suya una problemática del “pueblo”, lo que
lleva a pensar en el alcance que reconoce el Estado a la biblioteca – en
este caso la escolar – cuando interviene en su desarrollo.

Puede entenderse que la biblioteca es considerada el establecimiento público


que en su amplitud guarda las posibilidades de construcción de valores
cognitivos y éticos, trascendiendo en el caso de las bibliotecas escolares, por
ejemplo, la concepción que habitualmente se le atribuye en las instituciones
educativas.

De acuerdo a ello, la relación entre Estado y Biblioteca pública está recíproca:


en tanto la biblioteca contribuye a la formación de valores y de pensamiento
crítico en los ciudadanos, sirviendo al Estado como instrumento y soporte de
difusión, la biblioteca en la misma medida precisa del reconocimiento del
Estado de su injerencia y atención, intervenciones sin las cuales está
condenada a no trascender, aunque los esfuerzos propios desde el ámbito de
la biblioteca han sido siempre fuertes, el Estado debería reconocer en ella, su
potencial valor, más allá de ser un mero repositorio de libros.

1
Por una ciudadanía plena: Hacia unas políticas distritales de bibliotecas escolares. Documento de
trabajo para la reflexión y discusión participativa de las políticas de bibliotecas escolares para la ciudad
de Bogotá. [En línea] (Consultado febrero 23 de 2010) Disponible en:
http://www.jorgeorlandomelo.com/bibliotecaspublicas.htm
Ahora, y ante esta perspectiva, puede comprenderse también que el Estado da
un paso hacia ese logro, y cuán importante es la formulación de políticas
públicas que orienten las actividades de la biblioteca, aunque no basta con
asumir su importancia, es necesario reconocer y recalcar los principios rectores
y el enfoque de las bibliotecas públicas, especialmente frente a su
responsabilidad con el aprendizaje y la construcción de ciudadanos críticos.

Você também pode gostar